Bendiciones, iglesia del Señor Jesucristo. En el video de mi canal llamado «¡Alerta, iglesia! La verdad sobre el coronavirus», el Padre me reveló que este virus, que existe y es real, fue creado por manos de hombres —manufacturado, dijo— y permitido por Dios para juzgar el pecado del hombre. En el mensaje de hoy, el Señor advierte sobre lo venidero para el mundo a nivel económico como consecuencia de esta guerra encubierta, revelando así los movimientos del «gran dragón» que se levanta con fuerza para apoderarse de las naciones.
En una visión, vi un laboratorio en China donde estaba siendo creado el coronavirus para ser utilizado como un arma biológica, a fin de debilitar a las naciones para subyugarlas. Como dije anteriormente, es posible que esto que hoy les comparto nunca salga a la luz, ya que se trata de planes escondidos, movimientos realizados en la oscuridad, pero que Dios los ve y expone para que los suyos no caminen en ignorancia y se preparen para lo que se avecina al mundo entero.
Asimismo, el Señor dice que no debemos temer, sino más bien ser entendidos de los tiempos en donde estamos caminando, y tomarnos más que nunca de su mano poderosa hasta que seamos arrebatados.
El mensaje recibido de parte del Señor
Amados míos, apreciados, refinados, estimados, preciosos, carísimos; estén atentos, mis ovejitas. ¡Hay engaño, hay engaño! No se dejen engañar. Miren que no soy Yo el que habla por algunas bocas que dicen escuchar mi voz. El enemigo anda acechando. El enemigo anda aprovechando las puertas abiertas que encuentra en algunos hogares que están sucios.
Oh, estimados, ¡despierten! Cúbranse con la sangre que tiene poder para protegerlos de los engaños de estos tiempos, porque ciertamente Satanás está hablando, así como Yo estoy hablando, queriendo confundirlos para que no crean lo que está pasando y para que no entiendan que Yo les estoy abriendo los ojos a muchos sobre lo que está sucediendo en secreto.
Hay un plan que se está llevando a cabo detrás de bambalinas. Es un plan para atar a los ciudadanos. Es un plan para conseguir el poder absoluto sobre el hombre y sus decisiones. Es un plan sumamente macabro y escondido debajo de la mesa de aquellos que están en el poder, que son instrumentos escogidos del enemigo. Este plan tiene como objetivo eliminar la libertad del hombre, esposarlo, cerrarle la boca, atarle los brazos para que no pueda volar, para que sea un número más, un producto de un experimento social.
Oh, mis amigos, ¡cuánto me duele el alma! Porque no queda otro camino, es necesario que todo esto acontezca. Las decisiones que el hombre ha tomado lo han llevado hasta acá. Mi corazón llora por ver hasta dónde han llegado mintiendo y contaminando al hombre, pervirtiéndolo en todos los aspectos de la vida para que transgreda mis leyes.
Pecado, pecado y más pecado, como en los días de Noé. Pero aún tengo un remanente fiel que me ama y que ama mis estatutos, un remanente de santos y redimidos. A ellos les hablo hoy, a quienes les he abierto los oídos para escuchar, a quienes les he dado entendimiento para entender lo que están a punto de escuchar. Porque se viene, se viene, se viene la hecatombe mundial: quiebre, colapso, sacudón.
Las consecuencias serán sin precedentes: derrumbe de mercados, precios por las nubes, desabastecimiento, desaparición de empresas. ¡Crash, crash! Dos libras de trigo por un denario. Comprar comida será como comprar oro. La escasez se avecina. Estén preparados. No se acuesten a dormir. Llenen sus arcas, porque ciertamente llega el momento de sacudir la economía. Porque cuando dije que iba a sacudir todas las cosas, me refería justamente a eso: a TODAS las cosas.
[Hebreos 12:26, RVR1960] La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Viene un terremoto financiero y la desaparición de la moneda como se la conocía. Todo se va acomodando para llegar a la cima de la maldad. El rompecabezas del enemigo se ve encastrando, y cada pieza se va colocando donde debe ir. El diablo sabe que le queda poco tiempo y que debe mover sus fichas apresuradamente.
China se levanta. El gran dragón escarlata viene con furia para encadenar a las empresas. Viene a atacar silenciosamente y a destronar a ciertas cabezas encontradas en el poderío mundial. China se mueve por debajo de la superficie del agua como el leviatán que está a punto de asomar su cabeza. China enlaza. China miente. China está atacando encubiertamente. China comenzó una guerra. Mientras otras naciones se arman con misiles, ella aplica otra estrategia. Todo esto ya está estipulado. Simula que se fue fuera de control, pero en realidad ha soltado esta peste como cuando alguien suelta la cadena de un perro guardián que sale a matar, y aún no le ha ordenado que vuelva.
No se engañen. Recuerden el ajedrez. Jaque mate, dicen ellos, jaque mate. Porque mientras las naciones piensan cuál es la ficha que deben mover, ellos ya tienen el juego terminado.
Esto solo es el comienzo del final. Esta es la antesala de algo mucho peor, pero los míos no deben temer. Solo deben aferrarse a mí, porque ¿quién es el Dios que sacó a su pueblo de la esclavitud de Egipto? ¿Quién le ordenó a Noé que construye el arca para que se salvaran él y su casa? ¿No soy Yo el que los liberta de los filisteos?
No va a ser por la fuerza de ustedes ni por su inteligencia. Va a ser por mi poder. Tengan esperanza y tengan fe. Caminen como viendo lo invisible. No desmayen. Descansen en mí, su Padre, quien los sustenta y los sostiene hasta que el fin de los días llegue. Amén.
[Apocalipsis 6:5-6, RVR1960] Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.