En esta oportunidad quiero compartirte este pasaje bíblico, porque de esto te quiere hablar el Señor en este mensaje:
[Génesis 6:21 RVR1960] Toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
Esto es lo que el Señor le mandó a Noé que haga cuando él estaba construyendo el arca, a través de la cual se salvaron solo ocho personas.
En la palabra profética recibida el 16 de mayo de 2021, el Señor decía: «Prepárate, porque se viene el sacudón», y yo veía gente preparándose en el aspecto material: preparando sus casas, reservando comida, medicinas, alimentos, frazadas para el frío extremo que va a intensificarse.
Así como el Señor llamó a Noé a prepararse materialmente por el diluvio, así también Él está llamando a muchos a prepararse materialmente, porque cuando vengan los sacudones mayores, las carreteras van a estar cortadas, sin tránsito de alimentos o medicinas, con desabastecimiento.
Si ustedes revisan las palabras proféticas que vengo entregando desde el año 2016 en adelante, una de las cosas que el Señor repite es que la iglesia tiene que prepararse, porque estos son los tiempos del cumplimiento de las profecías bíblicas anunciadas para los últimos días, donde todo se va agudizando e incrementando, y donde la olla comienza a arder a una temperatura muchísimo más alta que antes.
Dios ya viene diciendo, a través mío y de otras bocas proféticas, que la iglesia no tiene que prepararse únicamente en un sentido espiritual, sino también materialmente: con nuestros cuerpos, con nuestras casas, con la provisión que tenemos en nuestro granero, con medicinas, con linternas, con kits de supervivencia.
Justamente, unos días atrás, el Señor decía a través mío que los países estaban pensando en construir más búnkeres, y que nosotros teníamos que preparar kits de supervivencia y tener lista nuestra mochila con lo básico, con lo esencial.
Todas las naciones van a ser sacudidas. Los juicios están cayendo sobre todas ellas, porque han despreciado a Dios, han negado al Hijo de Dios y se han vendido a la corrupción. Han pecado sobremanera, y estos juicios son la retribución por ese pecado.
Mientras estos juicios caen sobre la tierra, la iglesia del Señor Jesucristo está siendo refinada, probada y llevada a un nivel de fe mayor. Y una de las formas en que uno puede demostrar que realmente le cree al Señor es obedeciéndolo en lo que Él está diciendo que uno tiene que hacer, así como Noé le obedeció cuando Dios le dijo que guarde alimentos.
Vuelvo a mencionar el ejemplo de Noé porque es exactamente lo que Dios me viene diciendo. Él me está insistiendo en esta área, diciéndome que una de las maneras de demostrar nuestra fe es respondiendo a su voz.
El Espíritu Santo me decía: Diles que no endurezcan sus corazones. Diles que, cuando escuchen mi voz indicándoles lo que tienen que hacer —por consejo santo, para que no sufran más de lo que tengan que sufrir para ser refinados—, que no pongan su corazón duro como hicieron los hebreos en el día de la provocación en el desierto.
Dios quiere guardarte de lo que viene mientras estás siendo probado en tu fe y llevado a niveles mayores. Es cierto que el Señor tiene sus propósitos en todo esto, pero hay una parte que tienes que hacer tú: responder a lo que Dios está avisando y que ya está escrito.
Este es el tiempo en que se cumplen estas profecías fuertísimas, y Dios no quiere que el tsunami te tome de repente y te sorprenda. Dios está hablando y te está advirtiendo, para quizás poder rescatarte de estos golpes que vienen sobre el mundo entero.
Cuando estos juicios caen, les van a tocar tanto a justos como a injustos, pero por distintas causas. Para la iglesia no es ira, no es castigo. Pero para algunos hermanos simplemente va a llegar el tiempo de su partida, y Dios va a usar algunas de estas situaciones para que, cuando se vayan, se vayan salvos, clamando y suplicando a Dios.
Esto es lo que el Señor me hablaba hoy en mi espíritu: Diles nuevamente que se preparen. Repite como un disco rayado, porque mi pueblo no entiende, porque mi pueblo está entretenido, porque mi pueblo busca las cosas materiales y el progreso material. Mi pueblo busca escalar en las posiciones, en sus trabajos o en las iglesias. Está enfocado en cualquier otra cosa que no es importante, y viene el diluvio, viene el sacudón, viene la lava. La tierra va a temblar debajo de sus pies y van a ver cosas muy fuertes.
Pero también, como ya he dicho, en varios lugares de la tierra va a haber refugios para los que escapen de estos eventos y para los que van a ser perseguidos por el sistema de la bestia.
Este es el tiempo en que esos refugios van a empezar a construirse a un nivel mayor y con más rapidez en todo el mundo. Y una vez construidos, esos refugios van a tener que ser llenados con alimento, medicinas, ropa y demás.
Muchos piensan que la preparación tiene que ser solamente espiritual. Pero el Señor no le dijo a Noé: «Prepárate espiritualmente, que con eso vas a escapar del agua», sino que le dijo: «Construye el arca y guarda alimentos de todo tipo», y le dio todas las indicaciones de lo que tenía que hacer para sobrevivir al diluvio, que era físico y no espiritual.
Si el Señor le habló a Noé, que no contaba con el bautismo del Espíritu Santo y no tenía el Espíritu viviendo dentro de él bajo el viejo pacto, ¿cuánto más nos puede hablar a nosotros, que somos hijos de Dios y estamos siendo guiados por el Espíritu Santo?
Hay cosas para tu vida que la Biblia no te va a decir específicamente. Sí, te va a dar indicios, principios, enseñanzas sobre sus leyes y avisos de lo que viene a modo de pantallazo general, pero lo que Dios hace por su Espíritu Santo es aclararte esas cosas: mostrarte cómo encajan las partes del rompecabezas, agregar detalles sobre lo que Él ya avisó que iba a venir, y marcarte el camino para que quizás no sufras más de lo necesario mientras seas refinado por esas situaciones.
Estoy viendo ahora, en una visión, a un hombre que abre su alacena y tiene pocas cosas —alimentos, especialmente—, y este hombre se empieza a preguntar: «¿Y si llega a acontecer una catástrofe en este lugar donde vivo, por cuántos días me alcanzarían estos alimentos y esta agua que tengo acá?»
Este hombre empieza a pensar que, si viene un terremoto y rompe las cañerías de la ciudad, posiblemente se cortaría el agua por muchos días, y tal vez no contaría con la luz eléctrica con la que normalmente cuenta.
Entonces, este hombre —que no sabe mucho de supervivencia— toma su computadora y empieza a investigar cómo preparar un kit de supervivencia, cómo guardar ciertos alimentos para subsistir al menos algunos días después de una catástrofe, qué hacer en primeros auxilios, qué medicinas conviene tener y cómo armar un botiquín.
Este hombre incluso piensa que tal vez sería bueno aprender cómo reanimar a una persona para que su corazón vuelva a latir: darle aire a través de su boca y hacerle presiones en el pecho.
Este hombre dice: «¿Y qué pasaría si alguna de estas catástrofes que viniera a mi ciudad hiere a alguno de mis hijos y no hay médicos o enfermeros disponibles? Yo ni siquiera sé cómo limpiar una herida, cómo cubrirla, cómo hacer un vendaje… y ni siquiera tengo un botiquín de primeros auxilios.»
Y me viene a la mente este proverbio que dice:
[Proverbios 27:12 RVR1960] El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y llevan el daño.
Hijitos, dice el Señor, Yo estoy avisando a mi pueblo para que se prepare en todos los aspectos de la vida.
Algunos de ustedes piensan: «¿Y cómo voy a hacer si apenas tengo dinero para comprar los alimentos día a día, si la plata no me alcanza, ni siquiera tengo trabajo, y estoy tan cargado de problemas que mi mente no puede soportar ni siquiera ver un video sobre cómo sobrevivir en los últimos tiempos?»
Dios te dice que, si fueras al cuarto secreto y lo buscaras de verdad, de todo corazón, haciéndole este tipo de preguntas a Él en primer lugar, Él comenzaría a darte las llaves que necesitas para abrir esas puertas.
Hijitos, dice el Señor, tengan esperanza y agárrense fuerte de Mí, porque solo los que estén abrazados a Mí van a poder resistir los tiempos que vienen.
Yo (Noelia) estoy viendo que los hospitales van a estar llenos por causa de todas estas cosas que nombré antes. Pero también veo a Jesús paseándose por sus pasillos, entrando en las habitaciones, ministrando a las personas, revelándose a algunos de ellos.
Aunque no entiendas por qué tienen que suceder todas estas cosas, dice el Señor, igualmente confía en Mí, porque soy bueno y no te salvé para después perderte. A todos los míos los tengo en mi mano, dice el Señor, pero justamente porque los amo tanto, quiero que sean sabios y prudentes, y que estén avisados del mal que se viene para poder no solo resistir, sino tener lo que necesiten en caso de que les falte.
Yo (Noelia) estoy viendo góndolas de supermercados vacías. Y ya anuncié antes que, en distintos países, ciertos productos iban a ser muy difíciles de conseguir, que sus precios se iban a incrementar y que iba a ser casi imposible comprarlos. Y ya estamos viendo el cumplimiento de esa palabra también en este tiempo.
Por causa de la gripe aviar en los pollos, por ejemplo, por causa de las enfermedades y de la guerra económica que se está dando entre los países, el precio de ciertos alimentos se va a elevar hasta las nubes.
Algunos de ustedes están pensando ahora, por ejemplo: «¿Para qué voy a guardar harina si es un producto que nunca falta, fácil de conseguir y hasta barato de comprar?» Pero el Señor está diciendo que no te confíes, porque hasta lo que ahora es fácil de conseguir y accesible, mañana puede inclinarse la balanza para el otro lado, y ese alimento o va a escasear, o lo poco que se venda, solamente los ricos van a poder comprarlo.
Sean inteligentes, dice el Señor. Están avisados. Guarden para ustedes y para los suyos. Prepárense de todas las maneras posibles. Tengan siempre a mano una mochila con lo básico, con lo indispensable, por si tienen que salir corriendo de sus casas en caso de que venga algo extremo.
Yo (Noelia) estoy sabiendo que muchos de ustedes piensan en sus corazones que los demás sí lo tienen que hacer, pero ustedes no. Que a los demás sí les puede pasar esta situación, pero a ustedes no les va a pasar.
Sin embargo, el Señor va a probar a muchos para ver cómo reaccionan en estos casos: para ver si se quedan esperando un rescate milagroso o si hacen lo suyo.
En el libro de los Hechos, más que nada, vemos que los discípulos tenían que huir de ciudad en ciudad porque eran perseguidos. Cuando los judíos los buscaban para matarlos, ellos no se quedaban quietos esperando un rescate del Señor, sino que huían de ciudad en ciudad para escapar de sus perseguidores.
[Hechos 14:5-6 RVR1960] Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina.
El Señor quiere que la iglesia se active y esté alerta, que la iglesia se despierte y se levante.
Tengan conciencia de que, si algo grave sucede en Europa, dice el Señor, no va a afectar solamente a Europa. Va a ser como cuando uno lanza una piedra al agua y se generan ondas: va a repercutir en el resto del mundo. Asimismo, todo lo que suceda en Estados Unidos —cada golpe que ellos den o reciban— va a repercutir en todas las otras naciones de la tierra.
Ustedes están muy confiados, dice el Señor, y además de eso, no Me creen, ni mucho menos creen a las trompetas que estoy sonando.
Yo (Noelia) estoy viendo nuevamente que algunos de ustedes están soñando con alarmas, con bocinas, con trompetas, con chofares que suenan, porque el Señor está tratando de llamar su atención.
Hijitos, dice el Señor, tengan esperanza, porque están en mi mano y no deben temer. Temer no es la respuesta. Temer no es una herramienta de edificación, sino de destrucción. Si ustedes viven por el miedo, se van a equivocar en sus decisiones y van a provocar que los que están alrededor de ustedes también se equivoquen, porque van a habitar bajo ese miedo que los domina a ustedes.
Tienen que confiar en Mí, ser humildes y estar preparados 24/7 para lo que sea que se avecine al lugar de su residencia.
¿Me aman?, pregunta Jesús. Entonces, obedézcanme.
¿Me quieren?, pregunta el Señor. Entonces, prepárense.
¿Quieren complacerme? Entonces, no hagan lo que ustedes quieran, sino lo que Yo les digo, dice Jesús.
No sean tercos, no pongan su frente como diamante y abran sus oídos para escuchar mi voz. Les estoy avisando desde tiempos antiguos, y no están creyendo que este es el tiempo del cumplimiento profético de muchas de las cosas trágicas que están escritas en la Biblia.
Quiero guardarlos, quiero cuidarlos, quiero ayudarlos, quiero guiarlos, dice el Señor, pero ustedes tienen que dejarse guiar y tienen que aprender a escuchar mi voz antes que la voz del hombre.
Amados míos, dice Jesús, los amo con amor eterno y los abrazo fuertemente. No quiero que sufran por demás. Quiero que estén cubiertos por mi mano poderosa, dice el Señor.
Oren de madrugada, clamando para encontrar respuestas y diciéndome: «Señor, ¿qué tengo que hacer yo en particular? ¿Cómo guardo mi casa? ¿Cómo protejo a los míos, si de alguna manera puedo protegerlos? ¿Cuáles son las decisiones que tengo que tomar para hacer que mi casa se vuelva como un búnker contra los ataques del enemigo —en primer lugar, espiritualmente, pero también en lo físico? ¿Cómo me prevengo, Señor? ¿Cómo puedo estar prevenido sobre las cosas que vienen? ¿Qué tengo que comprar o dejar de comprar? ¿Tengo que mudarme o tengo que quedarme? ¿Tengo que irme de la costa donde vivo o tengo que quedarme aquí?»
Es una dirección personal que cada uno de ustedes tiene que buscar en esta área. Yo (Noelia) estoy sabiendo que Dios ya les está mostrando algunas cosas que tienen que hacer, y se las confirmo por el Espíritu Santo para que las crean y respondan a ellas.
Y ahora veo a una persona que se pone ropa.
Cuando viene el invierno, dice el Señor, ustedes se ponen más ropa que en la estación anterior. Se preparan para salir afuera conociendo la temporada en la que están. Se ponen la ropa correspondiente a esa temporada, dice el Señor, pero no saben discernir los tiempos espirituales en los que están. Por lo tanto, no están preparados ni equipados acorde a la temporada en la que están.
Hijitos, no sean necios en este área.
El Señor me está revelando que esto también es parte de la preparación de las vírgenes sensatas. Una de las cosas que simboliza la parábola de las vírgenes es la preparación, no solo espiritual, sino también física, porque el aceite no es solamente espiritual, sino también físico.
Preparen sus graneros, dice el Señor. Vístanse de poder, y no solo con la ropa que necesitan en la temporada y la estación en la que están. Oren sin cesar. Santifiquen sus hogares y a ustedes mismos. Compartan el pan en la santa cena. Intercedan, ayunen y vuelvan a las prácticas de una verdadera iglesia cristiana, dice el Señor.
Estén preparados todo el tiempo, en todo momento, incluso para entregar sus vidas, si es que se las pidiera. Porque los amo tanto, dice Jesús, por eso utilizo martillos como este —hablando de mí, Noelia— para golpearlos y sacudirlos un poco. No para maltratarlos, sino para que reaccionen, para que entren en razones y respondan al llamado.
Escuchen a las voces a través de las cuales estoy advirtiéndoles sobre estas cosas, dice el Señor.
Dios también me dice que tenemos que estar un poco al tanto de lo que sucede en el mundo. Porque algunos de ustedes no ven noticias, pero nada, cero. No tienen idea de lo que está pasando —ni en el lugar donde viven, ni en su país, ni en el mundo— y piensan que está mal, que es pecado ver estas cosas. Incluso piensan que no les aprovecha, que no sirve.
Pero Dios dice que, aunque las noticias mientan, aunque haya una parte verdadera y una parte mentirosa, aunque se exagere, es nuestro deber como cristianos estar al tanto —hasta un punto— de lo que va sucediendo. Porque Dios está hablando sobre esos asuntos y está avisando. Dios está diciendo lo que Él piensa sobre esas situaciones mundiales, para traer luz y dirección a la iglesia, y para que la iglesia no esté en la oscuridad y perdida entre todas estas cosas.
A veces, los que no son creyentes están más preparados que los míos, dice el Señor. A veces, los míos son más ignorantes que los que están en el mundo.
Sean conscientes, dice Dios. No se afanen, no vayan a los extremos, no exageren, ni vivan en miedo ni en preocupación, ni se obsesionen con saber estas cosas. Simplemente estén al tanto de lo que sucede y no vivan totalmente ignorantes.
Los ignorantes son más fáciles de derribar, dice el Señor, pero los avisados quizás tienen tiempo de esconderse.
Algunos de ustedes no son llamados a guardar ciertas cosas solo para ustedes, sino también para repartir en tiempos de escasez. No es solo para ustedes la provisión que Dios está mandando a guardar, sino también para compartir.
Piensen en eso, dice el Señor. Si no piensan en ustedes, al menos piensen en el prójimo y háganlo por ellos.
Yo (Noelia) estoy viendo un pedazo de una torta que les ha sido dada a ustedes para comer en este tiempo, espiritualmente hablando.
No coman solamente la parte que les gusta, dice el Señor. Cómanse esto también. No elijan solo lo que les conviene, dice el Señor. Escuchen todo, porque todo lo que hablo es por amor y por misericordia, y porque quiero guardarlos. Y aunque los esté refinando, acuérdense de que estoy con ustedes hasta el fin del mundo, como lo dije desde antes.
[Lucas 16:8 RVR1960] Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
Eso es lo que me mostraba el Señor.
Concéntrense en lo importante en estos tiempos y vuelvan a lo básico, dice el Señor, a lo esencial, doctrinalmente hablando. No se pierdan en filosofías vanas, en modas de creencias y en costumbres paganas.
No se copien de las cosas que se hacen en el judaísmo, dice el Señor, porque ustedes están llamados a seguir a Jesús y no a Moisés. Sigan a Jesús bajo la ley de la fe, con la libertad que concede el Espíritu Santo de Dios que vive en ustedes, y no vuelvan atrás como los gálatas, dice el Señor.
[Romanos 3:27 RVR1960] ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
El Señor agrega este consejo santo porque se acerca el festejo de la Pascua judía y la conmemoración de la salida del pueblo de Egipto.
Dios dice que nuestra Pascua es Jesús, que ya fue crucificado por nosotros.
Gloria a Dios por su misericordia y su guía a través de este ministerio 🙏 el Señor los continúe bendiciendo…
Esta mañana orando al Padre, pidiéndole su dirección e instrucción, me dió este versículo: Ezequiel 38:7 “Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda”.
Confirmando la palabra dada el 7 de abril de 2025🙏
¿Hna. Noelia, como entiende uno su asignación y su propósito, como saber cuál es nuestro llamad0? He pasado mucho tiempo haciéndome esa pregunta y haciéndosela al Señor, ¿por qué no tengo amigos?