En este 6 de septiembre del año 2024, que el Señor bendiga a todo aquel que esté dispuesto a abrir sus oídos para escuchar lo que el Señor tiene que decir en estos últimos días.
Días peligrosos, días en donde necesitamos más discernimiento de lo normal, más discernimiento que nunca. Días en donde necesitamos una medida de discernimiento que es distinta a otros tiempos pasados, porque según entiendo, dice la Palabra del Señor, que en los últimos días el engaño incrementaría, que en los últimos días los hombres amarían el engaño en su gran mayoría y rechazarían la verdad.
Tengamos cuidado porque en este tiempo el Espíritu Santo me hablaba de profecías falsas que están siendo entregadas como pan caliente para que todo aquel que sea un incauto lo trague y se envenene, se contamine, se aleje del Señor y si fuera posible se pierda.
Así que alabamos a Dios en esta noche, en el poderoso nombre de Cristo Jesús y te damos gracias Padre desde ya por lo que vas a hablar, por lo que nos vas a advertir, porque yo ya estoy sabiendo en este momento que este mensaje será un mensaje de aviso, un mensaje de advertencia, un mensaje para abrir tus ojos, un mensaje para impartirte discernimiento de lo alto, para que puedas separar las aguas y discernir lo que viene de Dios de lo que no.
El Espíritu Santo ya comienza a hablarnos durante esta transmisión profética de este viernes, en esta noche profética valga la redundancia, y nos dice así:
Hijitos tengan cuidado, hijos abran grandes los ojos, si dice el Señor, aún más grandes de lo que los habían abierto, porque yo (Noelia) estoy viendo que el diablo ha enviado demonios a la tierra especializados en engañar a la gente, demonios que salen como si fueran mozos en medio de una reunión, en medio de una celebración, en medio de una fiesta, y que esos mozos que en esta en esta visión son estos demonios, llevan bandejas, bandejas llenas de comida, bandejas repletas de cosas que se ven muy apetitosas para comer, de cosas que son muy deseables, pero que cuando se ingieren provocan fruto de muerte, fruto de destrucción, fruto de frustración, escucho que dice el Espíritu Santo de Dios, fruto de engaño, fruto de mentira, frutos que se ven apetecibles, que se ven codiciables.
Yo estoy viendo ahora el fruto que Eva codició, pero que se le había prohibido de ingerir, y dice la Biblia:
[Génesis 3:6, RVR1960] Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella.
El Señor les había permitido, les había dado libertad para que coman y disfruten de todos los otros frutos, de todos los otros árboles, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal, les había prohibido que coman, porque el día que de Él comieres, les dijo Dios, ciertamente morirás.
[Génesis 2:16-17, RVR1960] Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Y cuando ellos desobedecieron y comieron de ese fruto, que era codiciable, que era apetecible, que era deseable, recibieron el fruto de esa desobediencia, que resultó en la muerte, porque algo similar nos está hablando el Espíritu de Dios en esta noche.
Yo (Noelia) estaba viendo esta visión en donde salen estos demonios enviados desde el infierno con bandejas en sus manos, son muchos, son legiones enviados a la tierra con bandejas llenas de frutos apetecibles, codiciables a los ojos, tentadores, difíciles de resistir, que dan ganas de ingerir, que dan ganas de comer, y estos demonios se reparten en las distintas naciones del mundo y van a recorrer las distintas naciones del mundo.
Y lo que están haciendo en este tiempo, es invitar no solamente a los incrédulos, a los que están en el mundo, a los que no conocen a Dios, a los que no han reconocido a Yeshúa, a Jesucristo como su Señor y Salvador, a los que no son gobernados por él, sino especialmente a los hijos de Dios.
El diablo ha lanzado, ha enviado una legión, no una legión, legiones de legiones de demonios, que llevan estas bandejas llenas de comida apetecible, muy tentadora y muy difícil de discernir que no viene de Dios, para que tal vez los hijos de Dios ingieran de esos frutos malignos en estos últimos días y sean engañados.
Yo estoy sabiendo que esta comida que estoy viendo en estas bandejas, porque veo bandejas repletas, bandejas repletas de estas comidas, ellos son como mozos, salen a servir esta comida que por fuera se ve perfecta, que por fuera se ve impecable, pero por dentro lleva muerte, por dentro está llena de moho y acarrea consecuencias que pueden ir de lo menos a lo más, de lo poco a lo mucho, de lo no tan grave a lo muy grave, estos demonios salen y reparten a la comunidad cristiana estas bandejas llenas de esta comida diabólica, para tentar a los hijos de Dios.
y Dios está permitiendo que esto suceda, porque Dios está probando a sus hijos en estos últimos días, porque Dios quiere aumentar el discernimiento de los suyos en estos últimos días, para que cuando aparezca el Anticristo en la escena mundial con el engaño maestro, con el engaño de los engaños, entonces los que hayan sabido mantenerse despiertos, los que hayan sabido desarrollar el discernimiento, entrenar los dones espirituales, para saber separar lo bueno de lo humano, lo santo de lo profano, entonces estén listos para ese momento para reconocer al maligno, a su imagen y a sus obras, mientras las lleva a cabo en esta tierra.
El Espíritu Santo de Dios nos habla en este momento y nos dice, hijitos no coman de toda comida que se les quiere dar de comer en este tiempo, hijitos tengan cuidado, porque aún yo (Noelia) estoy sabiendo que los que no están alertas, que los hijos de Dios que sí conocen al Señor y hasta que lo sirven, hasta algunos de ellos pueden caer en este tipo de engaños.
No solamente comiendo este alimento falso, este alimento destructivo que viene del diablo, sino que peor aún pueden caer en la trampa de estar dándolo, de estar colaborando con el reino de las tinieblas, dando alimento falso a las ovejas del Señor, que aún no saben distinguir cuál es el mejor pasto, a dónde tienen que comer de ese pasto, a dónde tienen que buscarlo y así enfermarlas, contaminarlas, ensuciarlas, desviarlas y aún hasta hacerlas caer.
El Espíritu Santo me está enseñando ahora que hay hijos de Dios que aman al Señor, pero que están siendo engañados en este tiempo y que están entregando alimento que no viene del Señor, por ejemplo falsas profecías, falsas enseñanzas, prédicas que tienen verdad mezcladas con error, visiones mal interpretadas que terminan siendo visiones falsas, porque quizás la visión venía del Señor, pero no estuvo bien interpretada, sino que se interpretó a través del canal del corazón del hombre y no del Espíritu Santo de Dios.
Sueños mal interpretados que, al entregar esta interpretación errónea, el mensaje se termina convirtiendo en un falso mensaje.
Personas nacidas de nuevo, personas bautizadas en el agua y por el Espíritu de Dios, personas inclusive que se mueven en los dones del Espíritu Santo, personas que digamos bajo los términos del mundo son buena gente, personas que no quieren ser engañadores, personas que no tienen la intención de hacer estas cosas a propósito.
Pero que igualmente si no velan, si no oran, si no ayunan, si no guardan la santidad al nivel que Dios lo espera, si dejan crecer a sus deseos más que la voluntad de Dios en sus vidas, si tienen búsqueda de vanagloria escondida y aún muchas cosas más que en este momento no estoy nombrando, pero que pueden abrir la puerta, que entonces pueden caer en el engaño de Satanás en este tiempo.
No solamente como dije comiendo comida falsa, comida falsificada, comida que parece buena pero no lo es, sino dándola. Cuál es el peor de los casos.
Porque mientras yo oraba más temprano y le preguntaba al Señor de qué quería que hable hoy, el Señor me traía los ejemplos bíblicos en donde hubo profetas de Dios en la Biblia, profetas les llama la Escritura y no falsos profetas, que entregaron de igual manera mensajes que no venían de Dios, porque no sé si lo sabías, pero tengo que decírtelo porque pienso que el Espíritu Santo me inspira a que así lo haga.
Una persona puede tener un llamado verídico de parte del Señor para ser profeta, pero eso no excluye que en algún momento de su vida pueda dar una profecía que no venga de Dios, que no se pueda equivocar, que no pueda interpretar mal algo o que no pueda inventar de su propio corazón y confundirse de esta manera pensando que era Dios el que le hablaba.
Sin embargo, no lo fue, y lo que sucede es que esto sucedió desde siempre porque la Biblia lo menciona desde el tiempo del Antiguo Testamento, desde tiempos antiguos que estas cosas suceden como es el ejemplo de Balaam, como es el ejemplo de Ananías.
[Jeremías 28:1-6, RVR1960] Aconteció en el mismo año, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que Hananías hijo de Azur, profeta que era de Gabaón, me habló en la casa de Jehová delante de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo: 2 Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Quebranté el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia, 4 y yo haré volver a este lugar a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los transportados de Judá que entraron en Babilonia, dice Jehová; porque yo quebrantaré el yugo del rey de Babilonia. 5 Entonces respondió el profeta Jeremías al profeta Hananías, delante de los sacerdotes y delante de todo el pueblo que estaba en la casa de Jehová. 6 Y dijo el profeta Jeremías: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar.
Lo menciono porque la Biblia mismo en Jeremías capítulo 28 llama a Ananías, y después el profeta Jeremías relata cómo Ananías quebranta el yugo que Jeremías traía sobre sus hombros, dando una falsa profecía de que Babilonia iba a caer, de que Nabucodonosor iba a ser quebrantado y Jeremías la respuesta de él fue en el versículo 6, amén, así lo haga Jehová.
[Jeremías 28:8-11, RVR1960] Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron guerra, aflicción y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos. 9 El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió. 10 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías, y lo quebró. 11 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y siguió Jeremías su camino.
Más sin embargo más o menos dice Jeremías después acuérdate de que los profetas anteriores profetizaron lo contrario y después cuando Jeremías se está yendo de ese lugar, si no me equivoco, Dios le habla y lo hace volver para que Jeremías diga, así ha dicho Jehová, yugos de madera quebraste, más en vez de ellos harás yugos de hierro a Ananías, porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, yugo de hierro puse sobre el cuello de todas las naciones para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia y han de servirle y aún también le he dado las bestias del campo.
[Jeremías 28:10-14, RVR1960] Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías, y lo quebró. 11 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y siguió Jeremías su camino. 12 Y después que el profeta Hananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: 13 Ve y habla a Hananías, diciendo: Así ha dicho Jehová: Yugos de madera quebraste, mas en vez de ellos harás yugos de hierro. 14 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y han de servirle; y aun también le he dado las bestias del campo.
Entonces dijo el profeta Jeremías al profeta Ananías, dice la biblia, ahora oye Ananías, Jehová no te envió y tú has hecho confiar en mentira a este pueblo, por tanto así ha dicho Jehová, fíjense tremendo los versículos siguientes de este capítulo 28, he aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra, morirás en este año, porque hablaste rebelión contra Jehová y en el mismo año murió Ananías, en el mes séptimo
[Jeremías 28:15-17, RVR1960] Entonces dijo el profeta Jeremías al profeta Hananías: Ahora oye, Hananías: Jehová no te envió, y tú has hecho confiar en mentira a este pueblo. 16 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra; morirás en este año, porque hablaste rebelión contra Jehová. 17 Y en el mismo año murió Hananías, en el mes séptimo.
Mi punto era lo que el Espíritu Santo me decía más temprano es, voy a cortar a aquellas personas, a aquellos profetas que hablaron y Yo no los envié, que hablaron profecías de su propio corazón, que hablaron vanidades, imaginaciones vanas, falsas palabras, cosas que Yo no dije, así como Dios dijo que Ananías sería cortado en el mismo año y así fue, por haber entregado, siendo un profeta, según dice la Biblia, por haber entregado una palabra que Dios no le envió a entregar.
El Señor dice tengan cuidado hijitos, tengan cuidado porque hay muchos Ananías en estos últimos días que están hablando cosas que Yo no dije, que están anunciando fechas que Yo no establecí, al igual que este Ananías dijo que dentro de dos años lo que dije iba a suceder, es decir que Ananías dijo esto que lo que estoy profetizando va a suceder en dos años, dice el capítulo de Jeremías 28.
Es decir no solamente que profetizó algo falso sino que le puso fecha, es decir lo falso que lo profetizó le puso un plazo y le puso un plazo de dos años, un plazo que Dios nunca había hablado, un plazo que Dios nunca había planeado, un plazo falso, un plazo mentiroso, una fecha inexacta, una fecha imaginaria que salió de la vanidad de su propio corazón porque eso era, me enseña ahora el Espíritu Santo, que lo que Ananías profetizó en Jeremías 28 era lo que él deseaba en su corazón, no lo que Dios le había dicho.
Siendo que ya muchos profetas habían dicho exactamente lo contrario que Ananías estaba profetizando en este pasaje bíblico, él fue en contra de la corriente hablando palabras que no salieron de la boca de Dios.
El Padre dice en esta hora, hijitos míos, los Ananías de este tiempo están colaborando con el trabajo del diablo en entregar estas bandejas de comida falsa. Y lo peor de todo es que muchos de ellos no lo saben, pero igualmente se les cuenta como pecado, porque el pecado de ignorancia igualmente es pecado, y profetizar en falso no solamente es un pecado, sino que es un grave pecado.
Hijitos, tengan cuidado, dice el Señor, porque ustedes pueden tropezar por no discernir, porque la culpa no será solamente de ellos cuando sus mentiras caigan por el piso, desmenuzándose todo el reino que ellos mismos crearon por su propia fuerza, con sus propias manos, sino también de ustedes, porque creyeron lo que querían creer, porque amaron más la mentira que la verdad, ¿No ven, dice Dios, lo que está pasando? ¿Por qué se ponen anteojos de sol para no querer ver claramente? Los están engañando.
Son Ananías de este tiempo, contra los cuales viene juicio, porque yo estoy viendo. Veo caballos negros que vienen cabalgando en el ambiente espiritual. Estoy viendo caballos negros que han sido enviados de parte de Dios para traer juicio a todas estas personas que se están llenando la boca con levadura que Dios no colocó.
[Jeremías 14:14-15, RVR1960] Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan. 15 Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Ni espada ni hambre habrá en esta tierra; con espada y con hambre serán consumidos esos profetas.
Están haciendo tropezar a mis hijos, dice el Señor, todos aquellos que están enviando mensajes que Yo no mandé. Y yo (Noelia) estoy viendo ahora personas que trabajan en el correo. Estoy viendo carteros. Carteros que salen a repartir sobres, cartas, pero no son carteros verdaderos, me enseña ahora el Espíritu Santo. Son gente que están disfrazadas de carteros, pero que no lo son. Gente que se hace pasar como si fueran empleados del correo, pero el correo nunca los empleó. Gente que falsifica el trabajo de ser mensajero del Cielo.
Porque estoy viendo, literal, en esta visión estoy viendo personas que van por las casas repartiendo sobres, cartas, documentos, y tienen la ropa de carteros. Inclusive se han colocado la insignia, el logo del correo al cual supuestamente están representando, para el cual supuestamente están trabajando.
Sin embargo, después de haber visto esto, el Espíritu Santo me dijo que se colocaron un uniforme que nadie les dio, que están utilizando un logo y no tienen la potestad de hacerlo. Que se hacen pasar como si tuvieran ese oficio, pero no tienen ningún título. Como cuando un médico trabaja en un hospital, pero nunca se recibió de médico.
Dice el Señor que la mayoría de estas personas están falsificando llamados legítimos, provocando a su pueblo que, gracias a esta práctica demoniaca, dude de los mensajeros verdaderos que sí trabajan para el correo del Reino de los cielos. Están provocando caos y confusión, haciendo dudar a un pueblo que sí tiene que escuchar a los carteros verídicos, a los carteros verdaderos, a los que sí trabajan para ese correo celestial, a los que sí tienen el derecho de utilizar el logo del Reino de los cielos, a los que sí se les ha vestido espiritualmente hablando como carteros del cielo.
Hijitos, tengan cuidado, repite el Señor. ¿Por qué les gusta tanto comer comida falsa, comida rápida? Impacientes, no tienen cuidado. ¿Acaso ustedes cuando van a una rotisería (tienda que se especializa en vender comidas preparadas) y ven la comida, no se fijan si está buena, para comer? ¿No se fijan y la miran para ver si no tiene moho, si no está podrida, si no está pasada, si no huele mal? ¿Cuál es su aspecto, su textura, su color? Y recién después de haberla examinado, ahí la compran.
Dice el Señor, ¿por qué no hacen lo mismo con las profecías que escuchan en este tiempo? Porque yo (Noelia) no sé si es real o simbólico lo que estoy escuchando en este momento, pero recibo que el 50% de la gente que está profetizando en internet hoy no lo hace de parte de Dios. Se auto tituló, se autoproclamó profeta o profetiza, se auto envió, pero no lo envió el Señor. Yo no sé si el 50% que estoy escuchando es literal o si es simbólico, pero si así lo fuera, es un número demasiado alto como para no tener cuidado.
El Espíritu Santo les dice hoy, hijitos, paren, paren, paren de comer impulsivamente. Retengan lo bueno y deséchenlo malo. Examínenlo todo; en este momento, no sé si yo (Noelia) soy capaz de transmitir la alerta que Dios está poniendo en mi espíritu ahora. Se están descarrilando. Y me viene el versículo de Tesalonicenses, examinarlo todo, retened lo bueno, desechaos toda especie de mal.
Es decir, no menosprecian las profecías, pero tampoco coman todo lo que se les sirve, porque ahora la comida está muy fácil de encontrar, dice el Señor. Muy fácil de comer, servida en las mesas. Pero no se dan cuenta, que muchos, no algunos, muchos de ustedes están comiendo de la mesa de los adivinos. Porque inclusive, cuando un hijo de Dios habla supuestamente de parte de Él y Dios no lo envió, puede estar operando por un espíritu de adivinación.
Yo estoy viendo una especie de feria en esta otra visión que me muestra ahora el Espíritu Santo. Es como una feria y en esa feria hay adivinos, distintos tipos de adivinos, que utilizan técnicas, digamos, diferentes para adivinar para las personas que le van a pagar. Algunos de ellos, yo veo mesas, veo dentro de esta feria veo distintas mesas y se ofrecen distintos tipos de servicios.
En algunas mesas veo una mujer que tiene una bola de cristal, que utiliza para adivinar. En otra mesa veo una persona que tiene serpientes, que utiliza para adivinar. Y así en otra mesa veo un hombre que utiliza cartas de tarot y otro tipo de cartas. Es decir, en esta feria que el Espíritu me está mostrando en esta visión hay distintos tipos de personas. Todos se manejan con espíritus engañadores que les facilitan información acerca de las personas que van a consultar y ellos les profetizan falsamente a través de espíritus de adivinación.
Y estos demonios, al lado de cada mesa, yo veo al menos un demonio parado en el espíritu que le facilita la información necesaria sobre la vida de la persona, que está consultando al adivino, para que se asemeje lo que esta persona diga a la palabra de ciencia de conocimiento dado por el Espíritu Santo de Dios.
Es decir, yo estoy viendo adivinos en esta feria que cuando los van a consultar, les dicen cosas a la gente que consulta que son ciertas. Cosas de su vida que le han sucedido a esa persona o que está viviendo que son ciertas. Pero lo que sucede es que estos espíritus ancestrales conocen la vida de esas personas, lo han estado espiando, les han dado un seguimiento, por lo tanto, tienen toda la información de lo que han vivido o gran parte de la información de lo que han vivido esas personas.
Para cuando alguien va a consultar a estos brujos, a estos hechiceros, a estos adivinos, a estos ocultistas, estos demonios le proporcionan la información que necesitan sobre esa persona que consulta. Entonces la persona que consulta se maravilla y cree en eso como si fuera profecía. Sin embargo, el fruto de esa adivinación es el pecado, el fruto de esa adivinación es la muerte.
Me viene el ejemplo de cuando Pablo expulsa el espíritu de adivinación, que en realidad es un espíritu de pitón, de la mujer que ciertamente hablaba cosas ciertas, que vociferaba que estos son siervos del Dios altísimo durante varios días. La mujer estaba dando información cierta, no estaba mintiendo, pero lo que decía no lo decía de parte de Dios, sino que el espíritu de adivinación que habitaba en ella utilizaba información verdadera para engañar y atraer a los que seguían a Pablo y a los demás que estaban con él.
[Hechos 16:16-18, RVR1960] Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
Es decir, el espíritu de adivinación le inspiró a esta mujer a hablar sobre la salvación, a decirle a las otras personas que ellos eran siervos de Dios, el mismo espíritu a través de ella testificaba de que Pablo y los hermanos que estaban con él eran enviados de parte de Dios para anunciar el camino de la salvación.
Lo que el resto de la gente seguramente o capaz no todos no se daban cuenta era que ella utilizaba información verdadera para atraer a los que querían escuchar sobre el Evangelio del señor Jesucristo y de esta manera engañarlos para hacerlos caer en la trampa de satanás obteniendo ganancias deshonestas.
El Espíritu Santo me lo trae ahora a la memoria y me enseña que es exactamente lo que está sucediendo en este tiempo y en un nivel altamente multiplicado de lo que sucedía en aquellos días.
Hay personas que están anunciando el Evangelio, hay personas que están hablando diciendo que es de parte de Dios, hay personas que están enseñando diciendo que Dios los llamó a enseñar, inclusive pastoreando y otros tipos de servicios que dicen hacer porque Dios los ha llamado a hacerlos a través de espíritus de engaño, a través de espíritus de adivinación como es el ejemplo de esta mujer que hablaba cosas ciertas pero que utilizaba la verdad información verídica como anzuelo para cazar a las almas para después hacerlas caer.
Hijitos, tengan cuidado, vuelve a repetirme el Señor, porque el engaño en estos días es magnífico, es gigante, no es menor y ustedes están escuchando a distintas voces sin preguntarme a Mí ¿Qué es lo que tienen que escuchar y qué es lo que tienen que dejar de escuchar? ¿Hasta dónde escuchar y cuándo frenar? ¿Por qué se dejan llevar por su carne, por sus deseos? Sus corazones caen en esas trampas, enganchándose de ese anzuelo que muchas veces es mitad verdad mitad error.
Abran los ojos porque hay atalayas de mi Reino que Yo he enviado, dice el Señor, pero también están los mentirosos copiando los que dicen los míos y haciendo pasar esos mensajes como si Yo se los hubiera dado a ellos.
Y yo (Noelia) estoy viendo ahora a mucha gente que está en internet, en las redes sociales, escuchando mensajes que vienen de Dios, que el Señor les está dando a sus bocas proféticas verdaderas y cuando escuchan los mensajes estas personas toman nota de lo que nosotros decimos para después repetirlo y entregar el mismo mensaje como si Dios les hubiera hablado a ellos y la Biblia menciona en algún lugar esta situación de profetas que copian a otros pero que Dios nunca les habló o nunca les llamó a profetizar lo que otros sí profetizaron.
Y yo estoy sabiendo ahora que muchas de estas personas que están haciendo esto están confundidas y piensan que eso es profecía y aunque la mayoría de ellas no lo estén haciendo a propósito igualmente están pecando, porque tienen distintas puertas abiertas en sus corazones, en sus vidas, falta de sanidad, falta de liberación o necesidad de vanagloria como dije quieren recibir un llamado de Dios, aman lo que es profético les gusta escuchar a los profetas, aman la profecía, los dones espirituales pero Dios no les ha dado un llamado legítimo y entonces no entendiendo muchas cosas espirituales, se autoproclaman atalayas del Reino, profetas de Dios.
[Jeremías 23:30-32, RVR1960] Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. 31 Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. 32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.
Copiando profecías, falsificando mensajes, haciendo suposiciones, queriendo hacerse ver, levantando ministerios que Yo no he constituido dice el Señor, quebrantando mi Palabra, deshonrando la Verdad, pisoteando la sangre de Jesucristo, dejándolo en vergüenza, arrepiéntanse todos aquellos que están hablando de mi parte y Yo no los envié.
Arrepiéntanse de querer ser algo que Yo no los he hecho dice el Señor, a todos los que se han auto titulado con un nombre que Yo no les he colocado, hijos del diablo escuchó, hijos del error, mentirosos, homicidas porque traen muerte espiritual, tienen sangre en sus manos, retrocedan y dejen de mentir, dejen de falsificar mi Palabra.
Yo estoy viendo un billete falso, acá en Argentina, el billete de cinco pesos ya no corre más, había, existía un billete que era de cinco pesos, pero esa plata dejó de valer, la quitaron de circulación, ya no existe, no se usa, no tiene valor; el Señor dice que estas personas que Él no envió y que provocan al pueblo errar, tropezar, serán quebrados, serán rajados como un billete falso, que ya no está en vigencia, como un billete que no sirve y que no vale para comprar absolutamente nada, si no se arrepienten los voy a quebrantar.
Porque es grave falsificar mi Palabra y aún hasta los que somos verdaderos, me dice el Señor, más vale que nos cuidemos de no copiarnos entre nosotros, porque el que tengamos un llamado verídico de parte de Dios, para profetizar las cosas que Él nos habla, eso no nos autoriza a tomar una Palabra que está dando otro consiervo, cuando el Señor, no nos ha hablado a nosotros mismos, porque en ese caso seríamos profetas verdaderos, pero estaríamos igualmente profetizando en falso, copiando palabras que Dios a nosotros, no nos ha dado, tengan cuidado, porque la Palabra que doy no es de ustedes hijitos, sino mía, porque si Yo no hablo, ustedes tampoco deben hablar y si Yo callo, ustedes también se tienen que callar.
Porque dice Eclesiastés que hay un momento para hablar y un momento para callar. Y hay atalayas de mi Reino de este tiempo, que piensan que todo lo que escuchan tienen que hablar, solamente porque a veces los llamo a hablar. Atalayas de mi Reino, dice el Señor, disciernan qué cosas están autorizados a hablar y qué cosas tienen que callar.
Eclesiastés capítulo 3 habla sobre que hay un tiempo para todo y en ese capítulo el Señor incluye una parte donde dice hay un tiempo para hablar y hay un tiempo para callar.
[Eclesiastés 3:1,7, RVR1960] Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar.
Y el Señor está advirtiendo no solamente a los que están profetizando en falso, no solamente a los que no han sido levantados por Él, no solamente a los que no han sido ungidos como profetas en este tiempo, no solamente a los que se están haciendo pasar por profetas que no tienen una unción, no solamente a los que están copiando, pero Dios no les habló, sino también a los verdaderos, a los levantados por el Altísimo, a los llamados por Jesucristo, a los constituidos por nuestro Salvador.
Decía esta advertencia no solamente el Señor la está dando a aquellos que son completamente falsos, cuyos edificios ministeriales los han levantado con sus propias manos, yendo por su propia fuerza y no por el Espíritu de Dios, sino a los que verdaderamente han sido constituidos por nuestro Señor Jesucristo, a los que verdaderamente les llega la Palabra de Jehová, a los que verdaderamente escuchan a Dios y repiten lo que Él les dice.
El Señor dice, hijitos, cuidado, porque tienen que entresacar lo vil de lo santo. Y yo (Noelia) estoy sabiendo ahora que hay varios profetas de Dios que están escuchando mucho a otros profetas de Dios, pero no todos ellos tienen la capacidad de escucharse entre sí, sin repetir lo que escucharon a Dios. No pudiendo discernir si lo que hablan es porque lo escucharon o porque Dios se los está diciendo.
El Espíritu de Dios dice, cuidado, porque la línea es muy fina, porque el límite entre una cosa y la otra es muy fácil de pasar. Y yo (Noelia) ahora, en otro ejemplo, estoy viendo profetas que son del Señor, que están llamados a profetizar a las naciones, a comunidades, a masas de personas, tienen un llamado de Dios, pero no saben cerrar la boca. Y hablan todo lo que se les cruza por la cabeza en el nombre del Señor, diciendo que es palabra de Dios, sin separar lo que Dios habló de lo que ellos pensaron.
El Señor dice, cuidado, amados míos, porque quiero refinar sus bocas, quiero limpiar sus lenguas, hablándole a los profetas verdaderos. Aprendan a cerrarla, cuando no hay nada para decir. No hablen por demás, no se dejen llevar, por las ganas de decir algo.
Tomen ese caballo de las riendas, dice el Señor, que representa el dominio propio sobre la lengua. Porque los profetas, deben contar muy bien sus palabras, porque las palabras que habla un profeta tienen mucho peso, provocan reacciones en el mundo espiritual, y los profetas que no son conscientes de esto, de que sus palabras son como cuchillos que son lanzados permanentemente, para bien o para mal, de que sus palabras tienen poder, porque sus bocas están ungidas por el Señor.
Los profetas que no tienen conciencia de esto, es como un niño al que se le dan armas y no sabe cómo usarlas. Y me viene el ejemplo, en Argentina se dice, como mono con navaja. Es decir, como si se le diera a un animal un arma blanca muy peligrosa.
El Señor dice, cuidado, amados míos, cuidado, están hablando de más, están desperdiciando palabras, están tirando perlas a los chanchos. Cuando están hablando cosas que quizás hasta les he revelado, pero no les he llamado a compartir, porque de todo lo que reciben, parte de eso lo tienen que compartir y parte de eso lo tienen que guardar.
Me viene el ejemplo del libro del Apocalipsis, cuando Juan escuchó a los truenos, y el Señor le dijo que selle esa parte de la profecía y que no la comparta. El Señor le reveló a Juan, tengo entendido lo que sucedió con esos truenos, con esos siete truenos, pero no se le permitió compartir lo que había recibido. Y una cosa es recibir revelación y otra cosa es compartirla.
[Apocalipsis 10:4, RVR1960] Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Hay revelaciones que están selladas y no están hechas para compartirlas, o quizás sí hay que compartirlas, pero en otro tiempo. Y lo que el Espíritu Santo quiere decirnos en esta noche es que aprendamos a manejar la revelación, que aprendamos a pesar la revelación, que aprendamos a juzgar la profecía, que aprendamos a administrarla según lo que Dios quiera y no a lo que a nosotros nos parezca. Porque es muy fácil hablar, pero es muy difícil callar.
Dice el Señor que trabajemos en una balanza justa, con respecto a nuestras palabras, más cuando somos personas como nosotros, que estamos llamados a influir a las masas, a las naciones. No podemos hablar cualquier cosa que nos llega al corazón. Dice el Señor, refinen la escucha, refinen, mejoren la manera en la que entregan la información.
Veo que algunos de nosotros, los que somos atalayas del Reino, nos estamos yendo por las ramas. Y hay algunos que quieren hablar como habla otro, que quieren tener el mismo ritmo que tiene otro, que quieren copiarse de la manera en la que se maneja el otro. Pero dice el Señor, y me trae el pasaje del libro de Corintios, donde dice que hay diversidad de ministerios, diversidad de operaciones, pero todo lo hace un mismo espíritu, que no nos copiemos entre nosotros, que no nos imitemos entre nosotros y que esperemos en Dios. Que no hablemos lo mismo que escuchamos del otro, si no es que Dios nos habló sobre eso y nos llamó a compartirlo.
[1 Corintios 12:6, RVR1960] Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
Y es muy bonito este pasaje, porque antes de esto, si no me equivoco, dice primero que hay diversidad de ministerios.
El Señor dice, ay, amados míos, si ustedes supieran lo bonito que es cuando mis hijos brillan con distintos colores, con distintas intensidades, si ustedes se amaran a ustedes mismos como Yo los amo, no tendrían necesidad de ser algo que no son. Si ustedes entendieran mi labor, y que en mi campo tengo distintos tipos de flores, y así es como lo quiero, así es como me agrada, y así es como me glorifico.
En ninguna manera querrían parecerse a la flor de al lado, porque cada flor tiene su gloria. Y el Señor llama a muchos de nosotros, los que estamos hablando de parte de Él verdaderamente, a inquirir en nuestra propia identidad, a guardar nuestro propio estilo, a iluminar con nuestra propia luz, a mostrar, a mostrarnos con el color que Él nos ha pintado, y a ser celosos de esa identidad única, inimitable, inigualable, porque Yo me glorifico en la diversidad.
Cada uno tiene su sello, dice Dios, ¿Como es que quieren sellar, con una firma que no es de ustedes? Hijitos, entiendan, amados míos, que estoy entre ustedes, pero estoy haciendo separación entre lo verdadero y lo erróneo, estoy separando el trigo de la cizaña, ha llegado el tiempo de la cosecha, y la cizaña será arrancada.
Hijitos, no quieran ser ustedes arrancados, por falsos profetas. Y yo (Noelia) estoy viendo gente que ha levantado edificios ministeriales, metafóricamente hablando, simbólicamente hablando. Estoy viendo personas que han levantado su propio ministerio, pero Dios no está ahí. Cuando la Biblia dice que en vano se construye una casa si no es Dios el que la levanta. En vano se construye un edificio si no es el Señor el constructor. Todos esos edificios levantados por manos de hombre, en donde Yo no estoy, edificios que no mandé a construir, se van a caer.
Lo más triste va a ser que cuando caigan los que los construyeron, sin mi bendición, todos los que habitaban ahí adentro, que no quisieron discernir, que no me buscaron, que no me preguntaron, van a sufrir los golpes de esos ladrillos que van a caer encima de ellos.
[Salmos 127:1, RVR1960] Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
Amigos míos, dice el Padre, ¿por qué no leen la Biblia? ¿Por qué no afilan sus espadas? ¿Por qué esperar a que ese fruto de engaño les llegue a su mirada cuando ya sea difícil de resistirle? Más bien, edifíquense ustedes mismos sobre el fundamento de las palabras escritas, sobre el fundamento de la oración del cuarto secreto, de la intimidad con Dios, en comunidad, guardado, rodeado de consejo sabio, para que cuando ese fruto, se les sea presentado delante de sus ojos, estén listos, habiendo desarrollado los sentidos del discernimiento entre el bien y el mal, para reconocer si es fruto digno de comer o no.
Hijitos, porque hay muchas porquerías dando vueltas. Basura, que mi alma aborrece que se están diciendo acerca de Mí. Estas personas son como ondas del mar llevadas por cualquier viento de doctrina, de un lado para el otro. Y ustedes, lo más triste es que se suben en la tabla de surf, arriba de esas olas. Y lo peor de todo, dice el Señor, es que si no quieren despertar y no escudriñan lo que están haciendo y en dónde están, esas mismas olas en donde ustedes se subieron van a ser las que los van a golpear.
Amados, después de este 18 de septiembre del año 2024, una de esas olas va a golpear a muchos. Y muchos de los que van a ser golpeados por esta ola, este tsunami de error que se ha levantado diciendo que la venida del Señor sería el 18 de septiembre del año 2024, inundará a montones. Provocándolos a desesperación, a locura, a frustración, alejándolos de Mí.
Se equivocaron, dice el Señor, confiaron en la mentira y en el error, hablando lo contrario de lo que hablan mis atalayas de los últimos días, de que es necesario prepararse para lo que viene. En vez de preparar a mi pueblo para pasar dignamente por las pruebas que viene sobre el mundo entero, los hicieron creer en una paz ficticia, en una recompensa prematura, en un rescate antes de tiempo.
La venida del Señor no vendrá, no será, sin que antes se manifieste la apostasía en un nivel mayor y se manifieste el hijo de pecado, el hombre de perdición. Hijitos, están errando, bájense de esa ola antes de que sea tarde y los golpee y quizás muchos de ustedes no se puedan levantar.
Bájense, dice el Señor, retrocedan y vuelvan a la preparación que estaban realizando antes de caer en este engaño de los tiempos finales. Amados los amo, y a muchos, después de ver que esto no se concrete, los voy a sanar. A los que me busquen y se arrepientan de haber creído en estas cosas, los voy a ayudar. Pero su fe será golpeada, sus relaciones interpersonales serán afectadas y no quiero que sufran por demás a lo que ya cuesta la vida espiritual.
Hijitos, bájense de esta ola de error, dice el Señor, y créanme a Mí, aún se acercan cosas terribles sobre la tierra y ustedes van a estar aquí. No es el tiempo de ser quitados. Si bien mi venida está cerca, aún no suena la trompeta. Han errado sacando mal las cuentas, han errado interpretando mal las Escrituras. Cambien, arrepiéntanse y dejen de mentir compartiéndole a otras personas, que este 18 de septiembre del 2024 voy a venir.
Mi alma está triste, dice el Señor, por esta mentira que ha crecido como una bola de nieve que baja de una montaña haciéndose cada vez más grande. Que cuando dé con el final de esa montaña y golpee provocará caos y destrucción dentro de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Amados, dice el Señor, los llamo al arrepentimiento y al perdón. Salgan de esa secta, que no me representa y lávense las vestiduras, porque ahora son vistos por los ángeles como mentirosos, proclamando un mensaje que no les di, porque ahora llevan el nombre de vergüenza, deshonrando mi Nombre, que es Verdad. Y cuando esta ola, cuando este tsunami rompa, cuando se vea que esa falsa profecía no se cumple, cuidado, cuidado como hablan los que habían discernido que esa palabra profética era mentirosa.
Cuidado, dice el Señor, de no apedrear a los que cayeron en ese error, porque el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Y el Señor en esta Palabra está hablando de este falso mensaje que anda dando vueltas en las redes, de que la venida del Señor va a ser este 18 de septiembre del 2024.
Hijitos, los amo, dice Dios, por eso los guardo. Escrito está que vendrían falsos profetas, falsos maestros, falsos pastores, lobos disfrazados de oveja, mentirosos. En estos últimos tiempos salen de debajo de la tierra como plantas cuyas semillas crecen rápidamente, pero que una vez que salen se queman y no duran y no permanecen y no resisten porque no están sostenidas por Mí.
Cuidado, hijitos, porque como esto van a haber plagas, plagas de mentirosos, plagas de falsos profetas, plagas de falsos maestros, apóstoles, evangelistas, pastores. Y así como estos falsos carteros de los cuales el Señor nos hablaba más temprano, yo (Noelia) estoy sabiendo que va a haber como una plaga de falsos oficios. Ahora ya hay muchísimos falsos oficios operando dentro de la iglesia, pero esto va a ser a un nivel descabellado.
El Señor lo está permitiendo porque de esta manera va separando el trigo de la cizaña y va enseñando a los que sí son suyos, a los que sí están despiertos, a los que sí aman la verdad, a discernir entre lo verdadero de lo falso. Tengan cuidado, amados míos. Entresaquen lo vil de lo santo. Escudriñen, y juzguen ustedes mismos lo que ustedes están recibiendo. Pesen las revelaciones, porque estoy probando a todo mi pueblo.
Amados míos, abracen la Verdad. No se confundan, lean, lean, lean, y no dejen de leer la Palabra. Coman las Escrituras, embébanse de ellas. Imprégnense, de esas Palabras de vida, de verdad. Vayan al cuarto secreto cada día para encontrarnos, para impregnarse de Mí, que Yo soy la verdad, dice Jesús, para que cuando estén presentes, cuando estén en presencia del error, puedan reconocerlo fácilmente. Acérquense más a la verdad y no al error.
Escuchen solamente lo que les indico. Sean selectivos, amados, porque viene el hacha y el juicio, y esos caballos negros ya han sido enviados para cortar a muchos que no quisieron arrepentirse. Y que habiéndoseles advertido más de una vez y por distintos vasos, no quisieron entender, no quisieron ver, no quisieron saber. Caballos negros han salido para traer juicio, a estas personas que se contaminaron y contaminaron a muchos. Ciegos, guías de ciegos. Que se apartaron de la verdad y dieron de comer de estos frutos mentirosos a demasiado pueblo.
Yo estoy viendo una manzana que representa el fruto prohibido, pero la Biblia no dice que era una manzana. Tengo entendido. Estoy viendo una manzana y estoy viendo que muchos de ustedes son tentados cuando escuchan ciertas cosas. Es decir, ustedes, no todos, pero muchos de ustedes a los cuales va esta palabra quieren comerse esas cosas, las quieren comer, son agradables de escuchar, son bonitas, es lo que uno quiere, es lo que a uno le gustaría, es lo que hay en nuestros corazones.
El Señor dice que la Palabra bíblica pesa más que lo que hay en nuestros corazones y que la hermosura no indica, no es equivalente a la verdad y que la hermosura es vana. Y así como una mujer puede ser muy hermosa, pero también muy vana y muy peligrosa y llevarte al Seol, lo mismo pasa con las palabras proféticas, enseñanzas y doctrinas cerradas, que aunque se escuchan bonito y lucen preciosas, pueden llevarte a la muerte y a la destrucción.
Muchos de ustedes son superficiales, dice Dios, y por eso caen en error. Busquen al Espíritu Santo. Dejen de entretenerse escuchando palabras proféticas, sean serios con lo que hablan y con lo que escuchan. Y no se vuelvan repetidores de profecías que primero no han juzgado. Amados, los estoy guardando porque algunos de ustedes han manchado sus vestiduras, hablando mentiras. Porque cuando alguien habla mentira o repite una mentira, está dando testimonio falso, está quebrantando los mandamientos.
Le está siendo infiel a la verdad, me dice el Señor. Y este pecado mancha las vestiduras del pueblo. Arrepiéntanse de repetir cosas que Yo no dije. Limpien sus corazones y búsquenme a Mí, antes de comer algo, pregunten de dónde viene. Pídanme que les enseñe, a discernir, a reconocer, a separar. Acérquense a la luz para que cuando haya oscuridad se den cuenta. Disciernan bien los sueños que ustedes están teniendo, las profecías, las revelaciones.
Porque muchos recién comienzan a profetizar, me dice el Señor, y están creyendo que todo lo que están recibiendo viene de Dios. Cuando en realidad las revelaciones tienen que ser juzgadas, tienen que ser discernidas, tienen que ser pesadas por la balanza de la Palabra. Dice, hijitos, muchos de ustedes recién comienzan en el área profética y todavía no aprendieron a separar cuándo es el Señor el que habla y cuándo es su propio corazón. Cuidado, vayan más despacio, guárdense. No hablen a la ligera.
Muchas de las revelaciones que les estoy dando, dice el Señor, no es para que las hablen en este tiempo, sino para que las guarden en su corazón y con el tiempo vayan aprendiendo a separar la verdad del error. Lo que vino de Mí, de lo que no vino de Mí. Porque hay muchas cosas que están en sus propios corazones, que están tratando como profecía.
Y dice Jeremías, engañoso es el corazón más que todas las cosas. ¿Quién lo conocerá? Y perverso, no solamente engañoso, sino perverso. Y sus propios corazones los están engañando, dice el Señor, a veces. Y ustedes están creyendo que todo lo que piensan viene de Mí y no es así. Pesen todas las cosas, pregúntenme, órenlas, júzguenlas, acorde a la Palabra, busquen consejo de un anciano, de alguien que está maduro, de alguien que tiene los sentidos entrenados en el discernimiento del bien y del mal.
Aún no es el tiempo para muchos de ustedes y se están apurando, dice el Señor, equivocándose, mezclando cosas que saben, con cosas que reciben. Cuidado, vayan más despacio, repite el Señor, para los que están en este proceso, que como que recién empiezan y todavía les cuesta discernir cuándo es Dios el que habla y cuándo somos nosotros, o cuándo es algo que se sabe y no algo que Dios habló y demás.
O cuándo es algo que se escuchó de otra persona, de otro lugar, cuando es información aparte de lo que Dios está hablando. El Señor dice que vayan a su tiempo y no al tiempo de ustedes, que no se apuren, que no se apresuren y que caminen como en un campo minado, teniendo mucho cuidado por donde van. Amén.
Hoy les he dado una llave, dice el Señor, una llave de protección. Si ustedes aplican esta llave, van a moverse en un terreno seguro, donde cuando pisen, cuando den pasos, esas bombas no van a explotar, el enemigo no los va a poder hacer caer en la trampa del error.
Pero si ustedes no leen y no escuchan el consejo sabio de alguien que ya entrenó en saber discernir entre cuál es la voz de Dios y cuál no lo es. Si son orgullosos, vanagloriosos, individualistas y no quieren sujetarse a las autoridades que he colocado en sus vidas, para que los ayuden en esta área, entonces quedarán expuestos al error. Y una vez que el diablo golpea, es muy difícil levantarse en esta área.
Pero los ayudo, amados míos. Tengan fe, profeticen, dice el Padre, desarrollen los dones espirituales, yo los equipo para hacer una obra poderosa y no solo de palabras. Sanen enfermos, hagan milagros, muévanse bajo la unción que sí les he dado, sin miedo, pero siempre juzgando y pesando todas las cosas.
En este momento, arrepiéntase todo aquel que haya entregado una palabra sin estar seguro que vino de parte del Señor. Arrepiéntase todo aquel que haya escuchado una profecía y la haya entregado como si fuera de Él. Arrepiéntase, en este momento el Señor llama a arrepentirse a todo aquel que hizo suposiciones y las habló como si fueran profecías.
Arrepiéntase, dice el Señor, de inclusive hasta tomar profecías que están escritas en la Biblia y profetizarlas como si Dios se las hubiera dado a ustedes. Es decir, como de prácticamente tomar algo que no es de Dios Es decir, como de prácticamente tomar algo que está escrito en la Biblia y decir Dios me dijo esto cuando ya estaba escrito y Dios no les habló nada.
Arrepiéntanse de haber interpretado mal, dice el Señor, las cosas que les he hablado, las visiones que han tenido, los sueños que han soñado, y equivocarse en la interpretación y haberlo hablado. Arrepiéntanse.
Arrepiéntanse de hacerse llamar profetas todos aquellos a los que Yo no los constituí profetas. Arrepiéntanse de decir Dios me dijo cuando no he dicho nada. Arrepiéntanse de agregar a las visiones que han tenido, mintiendo. Arrepiéntanse de alargar los sueños que han tenido, inventando. Arrepiéntanse de confundir la voz de sus propios corazones con la Mía.
Arrepiéntanse de caminar en una unción que no les corresponde a ustedes, sino a otro hermano. Arrepiéntanse de querer caminar en unos zapatos que no son de ustedes, sino del otro. Arrepiéntanse de menospreciar el llamado que sí les he dado, y de desear que sea otro.
Pero también arrepiéntanse de no querer hablar, lo que sí les he hablado. Arrepiéntanse de la cobardía a la hora de profetizar, cuando sí los he llamado a profetizar. Arrepiéntanse de no haber entregado ese sueño, cuando los he llamado a hablar, a compartirlo. Muchos tienen que arrepentirse de no callarse nunca y de hablar de más, y otros tienen que arrepentirse de callarse siempre y de no querer hablar.
Porque los dos extremos de la balanza, son pecado. Arrepiéntanse de este pecado, dice el Señor. Arrepiéntanse de no tener dominio de sus bocas, de dejar correr cualquier cosa que les viene al pensamiento, diciendo que viene de Mí. Arrepiéntanse de leer una noticia y después compartirlo, como si fuera una palabra profética, que Yo no di. Arrepiéntanse de copiarse entre ustedes. Arrepiéntanse para que los lave, los perdone y los restaure. Porque ciertamente los quiero usar, pero quiero que sean herramientas santas, impecables, limpias, consagradas y apartadas para Mí. Sin contaminación de nada.
Los bendigo en este momento. Escudriñen todo lo que escuchan, inclusive de este ministerio, de todos los ministerios. Esto lo digo yo, Noelia. Escudriñen. No coman cualquier comida. Disciernan primero, dice el Señor. Pero al detalle. Con lupa espiritual. Y en un mismo vaso, 90% puede ser verdad y 10% puede ser error.
Cuidado dice Dios. Retengan lo bueno y desechen lo malo. Y eso los va a guardar del horror y de la contaminación y del engaño mundial que viene sobre la tierra. ¿Amén? Hijitos, los amo y por eso los guardo.
Yo veo un grupo de gente que se queda adentro como de una cárcel. Es decir, yo veo rejas. No es una cárcel. Un lugar donde hay rejas. Veo gente que se queda atrás de esas rejas. Son pocos. Es un remanente que se guarda, que está protegido. Porque no es una cárcel lo que veía. Pensé que era eso, pero no.
El Espíritu me dijo que es como un lugar que está enrejado. Que está seguro. Que está protegido. ¿Sí? Dice Dios. Esos son los que se mantienen velando. Los que están despiertos. Los que cuestionan, pero en una manera sana, todas las cosas. Juzgan. Juzgan lo que se dice y se hace en el nombre de Dios.
Esos somos nosotros los que caminamos prudentemente, dice el Señor, por el Espíritu de Dios. Yo los guardo, si ustedes quieren ser guardados, no salgan de esa protección. Porque el lobo ciertamente está esperando que la oveja salga de ese redil para comérsela.
Sean sabios, dice el Señor. Iluminen a otros que están en oscuridad. Adviértanle a otros que están engañados. No se queden callados, amen a sus hermanos. Y avísenles, cuando estén fuera de la doctrina verdadera, exhórtenlos, redargúyanlos, corríjanlos con amor. Como si fueran sus propios hijos que quieren rescatar del error.
No se queden callados, dice el Señor. Abran sus bocas y defiendan la Verdad. Y levanten la bandera en favor de ella. Por amor a mi Nombre. Honrándome a Mí, y no se olviden que estoy con ustedes hasta el fin de los días. Hasta el fin del mundo. Amén.