Extracto de la transmisión «Interpretación de sueños 52»
Dios te bendiga, amado pueblo del Señor. Hoy es 14 de agosto del año 2024, y estamos aquí nuevamente en una transmisión en vivo. Hoy más temprano, el Espíritu Santo colocaba en mi espíritu avisar al pueblo de Dios que, en este tiempo, muchas personas están recibiendo sueños que no vienen del Señor, sueños que están permitidos por el Señor pero que no vienen de Dios. En la Biblia podemos encontrar palabras como «visiones mentirosas», «sueños mentirosos», «sueños vanos». Y tenemos que tener en cuenta este asunto, porque, como ya he dicho antes, parte del engaño ya está en acción, pero va a incrementarse aún más en estos últimos días, y el diablo va a intentar engañar hasta a los hijos de Dios, si fuera posible, a través de los sueños y de las visiones que van a recibir.
[Jeremías 23:32, RVR1960] He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.
Entonces, podemos ver en este versículo cómo Dios condena a aquellos que profetizan sueños falsos y engañan al pueblo de Dios con sus mentiras. Pero me llamó mucho la atención que dice «sueños mentirosos». Tengan esta frase en cuenta. Desde el día número uno que comencé con este segmento de mi ministerio, que tiene que ver con interpretación de sueños, visiones, y de cómo habla Dios a través de este canal, ya he dicho que no todos los sueños vienen de Dios y que hay distintas fuentes de donde pueden provenir. Una fuente es de Dios. En segundo lugar, un sueño puede provenir de parte del diablo. Y en tercer lugar, un sueño puede mostrar lo que hay en nuestro corazón.
Si bien nuestro Padre celestial es soberano, ciertamente existen, y Él sabe por qué permite que hasta los hijos de Dios puedan tener sueños mentirosos, sueños vanos, sueños engañosos o sueños que no provienen de Él. Ya vimos en Jeremías que existe la frase «sueños mentirosos», y en Zacarías se nos habla de «sueños vanos».
[Zacarías 10:2, RVR1960] Porque los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.
Vemos aquí que los sueños vanos que se nombran en este pasaje se asocian a mentiras y a falsas esperanzas que conducen a la confusión del pueblo. Entonces, la Biblia menciona las frases «sueños mentirosos», «sueños vanos», y también menciona «visiones mentirosas».
[Jeremías 14:14, RVR1960] Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan.
Estos versículos hablan de profetas que proclaman visiones o revelaciones que no provienen de Dios, sino de sus propios corazones o de fuentes engañosas. Avisa a mi pueblo, remarcaba el Espíritu Santo, que hay demonios que han sido enviados específicamente para intentar engañar, si fuera posible, a mis hijos, a mi pueblo, a través de sueños mentirosos y engañosos.
¿Cuáles pueden ser algunas de las razones por las cuales no solamente una persona inconversa, sino también un hijo de Dios, podría recibir un sueño mentiroso? ¿Por qué un hijo de Dios podría recibir un sueño engañoso, un sueño vano o un sueño mentiroso de parte del enemigo? Bueno, porque puede estar en pecado o puede tener alguna puerta abierta. Y cuando hay una puerta abierta al enemigo en la vida de un hijo de Dios, una de las cosas que puede hacer -y que hemos visto en este ministerio- es tratar de engañar a la persona a través de un sueño mentiroso.
En segundo lugar, el Espíritu Santo me ha enseñado que si hay un espíritu de adivinación en una persona o en el ambiente donde está esa persona, y esa persona en ese ambiente no cuenta con la protección de Dios, normalmente porque está en pecado, entonces sus sueños podrían provenir de ese espíritu de adivinación. Leemos en el libro de los Hechos que Pablo expulsó un demonio de una mujer que tenía un espíritu de adivinación. La mujer profetizó, pero estaba profetizando a través de ese espíritu de adivinación, y, de la misma manera, una persona puede tener sueños provocados por un espíritu de adivinación. Por eso los brujos y los hechiceros tienen sueños proféticos, pero la mayor parte de esos sueños normalmente son mentirosos. Son sueños que vienen de parte del enemigo, son sueños que confunden, son sueños que llevan al pueblo al pecado y no a la santificación, son sueños de mentiras.
[Hechos 16:16, RVR1960] Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
Este espíritu de adivinación se llama Pitón. El espíritu de Pitón da profecías falsas y sueños falsos a la persona que lo carga. Hace profetizar mentiras, profetizar engaño, da visiones confusas para hacer caer al soñador y a los que reciban esos sueños. Porque todo lo que viene del enemigo no acerca al Señor Jesucristo, no ayuda a la persona a que se salve, a que se santifique, a que mejore su vida. No ayuda a que tome decisiones sabias caminando el camino que Dios le marcó, sino todo lo contrario. Lo que hace la serpiente a través de estos sueños mentirosos es engañar a la persona para que tome decisiones equivocadas.
Una tercera cosa que puede pasar es que, si nosotros le damos demasiado lugar a los deseos de nuestra alma, entonces vamos a soñar mucho esos deseos que son tan fuertes en nuestra alma. Porque lo que nosotros queremos puede ser más importante en nuestra vida que lo que Dios quiere para nosotros. Al darle tanto lugar a nuestro deseo, a nuestra carne, a nuestro corazón, estamos quebrantando el primer mandamiento, que es: «Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas».
[Jeremías 17:9, RVR1960] Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Entonces, esto puede provocar que nuestros sueños sean muy almáticos, que muestren lo que nosotros deseamos. Y si no estamos atentos, si no pasamos tiempo en el cuarto secreto, si no vivimos en santidad, si se trata más de nosotros que de la voluntad del Señor, entonces estamos en peligro de creer que lo que soñamos viene de Dios y que son instrucciones divinas. Un ejemplo muy común sobre este caso que te estoy mencionando es que hay muchos hermanos y hermanas que a veces sueñan que se casan con cierta persona. A esta persona ya la conocen, y ellos son los que desean en su corazón, con todas sus fuerzas, poseer a esa persona, casarse con esa persona, poder estar con esa persona. Es un sueño, es un ideal en su corazón.
Sucede que, muchas veces, tienen una puerta abierta de idolatría hacia esa persona, de desobediencia hacia el Señor, y esa misma puerta abierta hace que el enemigo les dé un sueño donde se ven casándose con esa persona que desean. El error es no llevarlo a los pies de Cristo Jesús, a los pies de la cruz, no entregar los propios deseos al Señor, no preguntarle a Dios cuál es su voluntad con respecto a este tema en sus vidas. La realidad es que ese sueño no vino de Dios.
Ministrando en interpretación de sueños a lo largo de estos años, hemos visto que este sueño es uno de los más comunes y que normalmente no viene del Señor. Aunque tengo que aclarar que sí hay ocasiones en las cuales el Señor muestra, a través de sueños, cuál es la persona indicada para algunos hermanos. No estoy descartando esta opción. Pero sí estoy llamando a que estén alertas y que disciernan, porque otra de las cosas que he visto, donde se cometen errores muy frecuentemente, es cuando uno tiene sueños con fechas o con números. A veces, el sueño no es el problema, sino la interpretación del sueño. La Biblia dice que Dios es el dueño de las interpretaciones, que Dios da la interpretación de los sueños. Es decir, si el sueño viene de Dios, Él no solamente es capaz de darlo, sino también de dar la interpretación.
Pero cuando no esperamos su interpretación, o cuando queremos llevar la interpretación del sueño hacia nuestros intereses, es muy peligroso, porque lo que terminamos interpretando es lo que nosotros queríamos interpretar, es lo que esperábamos, es la respuesta que estábamos buscando. No siempre lo que soñamos es interpretado correctamente, así que tenemos que menguar a nosotros mismos, y el Señor tiene que crecer en nosotros. Tenemos que renunciar a nuestra propia voluntad cuando no está alineada con la voluntad del Señor, y esto nos va a ir guardando de cometer estos errores.
Vuelvo a escuchar al Espíritu de Dios que me dice: ¡Hijita, alerta, alerta! Alerta, que en este tiempo hay demonios que han sido enviados a la Tierra para engañar, si fuera posible, a la congregación de los justos, a los que esperan en el Señor, a los que creen en interpretación de sueños y visiones, a los que creen y anhelan palabra profética. Diles que tengan cuidado porque están siendo probados en esta área. Diles que disciernan, que me busquen mucho hasta que encuentren la respuesta y la fuente de lo que han soñado. Porque ¡gran, gran, gran engaño viene a la Tierra!, dice el Señor.
Y yo (Noelia) estoy viendo ovnis en este momento, estoy viendo extraterrestres, estoy viendo aliens, los que son «supuestamente extraterrestres», pero que en realidad son entidades espirituales de las tinieblas que están en proceso de aparición ante nuestros propios ojos para engañar al mundo entero. Yo ahora veo un alien que aparece y desaparece frente a los ojos de una persona. Es decir, el enemigo está provocando estas apariciones esporádicas, donde estos demonios se manifiestan materialmente y se dejan ver. Pero va a llegar un tiempo, me dice el Señor, en que estas apariciones van a ser regulares, van a ser más seguidas y mucho más claras.
Los que no estén despiertos, los que no entiendan que son entidades espirituales de las tinieblas que se manifiestan y no seres de otros planetas, entonces van a caer en este engaño. ¿Por qué traigo esto a la mención? Porque, por ejemplo, cuando uno sueña con ovnis, con extraterrestres, con aliens y demás, muchas veces no se trata de ese evento literalmente hablando, sino que el Señor está avisando de un engaño en la vida de la persona que es protagonista en el sueño. Si en los sueños vos estás viendo platos voladores, aliens y extraterrestres, a veces no es que el Señor te está avisando del engaño de los extraterrestres en este tiempo y de las señales en los cielos, de las cuales ya hemos hablado, sino que el Señor te está diciendo: ¡alerta, atento!, el diablo está queriendo engañarte, el diablo está queriendo ilusionarte.
Porque una de las cosas que también está pasando es que el mismo hombre, aconsejado por Satanás y con la ciencia que le ha dado Satanás, proyecta estas cosas en el cielo y en otros lugares para engañar al hombre, para que crea que esas cosas son reales. Parte de estos avistamientos son reales, pero son entidades espirituales de las tinieblas, demoníacas, y no seres de otros planetas o de otros mundos; no son extraterrestres, sino que son demonios. Y otra parte son proyecciones que el hombre está haciendo en los cielos para engañar no solamente a los inconversos, sino, si fuera posible, también a los hijos de Dios.
Entonces, si estás soñando con estas cosas, el Señor te está avisando que hay un engaño que el diablo está intentando hacer en tu vida o en la vida de las personas que están involucradas en ese sueño. Ten cuidado, porque hay gran engaño a través de los sueños en este tiempo. Más aún, si no estás seguro de la interpretación de tu sueño, ten cuidado de publicar esa interpretación, que puede venir de tu propio corazón o del enemigo, y hacer tropezar a otros hermanos. Yo estoy sabiendo ahora que el Espíritu Santo avisa, porque esto es lo que está pasando en las redes en este tiempo.
Y esto tiene mucho que ver con lo que acabo de decir. Cuidado con las fechas, cuidado con los números, cuidado con las cuentas que hay que sacar y que te aparecen en tus sueños. Porque viene juicio a las personas que no administraron bien la interpretación de los sueños que recibieron, que se apresuraron, y que por este motivo están haciendo tropezar a muchos, hablando de paz cuando no hay paz. Hablando, por ejemplo, de la venida del Señor en una fecha precisa, contradiciendo las Escrituras, porque dice la Biblia que nadie sabe el día ni la hora en la que va a venir el Señor.
Como ya vimos, cuidado con los sueños que contradicen las Escrituras: «Porque los ídolos han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor» (Zacarías 10:2). Si recibís un sueño que sí necesita interpretación, pero tu interpretación contradice las Escrituras, entonces ya sabés que ese sueño no viene de Dios, que es un engaño, o que tu interpretación está errada. Porque nunca, nunca, nunca una revelación puede contradecir lo que está escrito en la Palabra. Dios no se contradice.
Sentía la insistencia del Espíritu Santo en esta área. Así que retengan lo bueno de los sueños y visiones que reciban, y desechen lo malo. Porque en este tiempo en particular, Dios está probándolos para ver qué hacen con lo que sueñan y con las visiones que reciben, para ver si son capaces de desarrollar los sentidos. Y como dice la Biblia, discernir en un nivel mayor, para que, cuando se manifieste el anticristo con todo su engaño, que ya está a punto de mostrarse y de abrirse el telón, ustedes sean capaces de discernir y de separar todas las cosas.
Separen las cosas. De todos los sueños que escuchan en las redes, no crean todo. Fíjense en la Biblia en primer lugar, y si el sueño no va acorde a lo que está escrito, entonces deséchenlo. El Espíritu Santo está advirtiendo en este momento que desechen los sueños que van en contra de las Escrituras, que nada tienen que ver con el carácter de Dios. Disciernan, separen las aguas, no tengan miedo de no creer todo lo que escuchan que se está compartiendo en las redes acerca de sueños, visiones y profecías. Límpiense y no deseen más la revelación que a Dios, dice el Señor.
Y el Espíritu Santo me enseñaba que un cuarto motivo por el cual un hijo de Dios puede recibir un sueño mentiroso, un sueño vano o un sueño demoníaco, es porque está deseando más el recibir revelación que el estar junto al Señor. La revelación nunca puede estar por encima de tu relación con Dios. Tu cercanía a Dios siempre tiene que estar primero, ser más importante, y luego, lo que el Señor quiera hablarte, mostrarte o revelarte. No puede ser que concurras a Él solamente porque querés ver, porque querés saber, porque querés recibir.
Es lícito anhelar los dones espirituales, y dice la Biblia que anhelemos los dones espirituales, pero no puede estar en primer lugar. Porque hasta el anhelar la revelación se puede convertir en un becerro de oro en tu vida, y cuando eso pasa, el enemigo tiene la entrada para meter los cuernos y engañarte a través de la revelación que estás recibiendo. Así que no podemos amar más los sueños que a Dios, no podemos amar más la revelación que a Dios, no podemos amar y anhelar más la profecía que a Dios, porque en ese caso estaríamos siendo como está escrito:
[Eclesiastés 5:7, RVR1960] Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.
Así que primero debe ser nuestro amor por Dios y nuestro temor a Dios. Y después Él, si quiere, nos va a hablar o nos va a revelar. Después se va a abrir la puerta de los sueños, lo cual es lícito, vuelvo a repetir, y este ministerio trabaja en esa área. Tu amor por los sueños, visiones, profecías o cualquier tipo de revelación, movimiento y manifestación del Espíritu Santo no lo podés poner primero que tu relación con Dios. Si no tenés un cuarto secreto regular, mejor no pidas sueños porque te vas a equivocar. Porque el enemigo va a ir delante de Dios y le va a decir: «Tu hijo está pidiendo sueños, está pidiendo que le hables por sueños, está pidiendo revelación por sueños. Quiere saber lo que va a venir, lo que va a pasar. Quiere que le muestres cosas por sueños, pero nunca te busca, no ora ni diez minutos al día, no lee la Palabra, y no es justo lo que está pidiendo».
El diablo es acusador y nos acusa, inclusive en estas cosas que parecen detalles, pero no lo son. Un sueño mal interpretado puede hacerte caer al punto de arruinarte la vida, porque si vos te casás con una persona por causa de un sueño, y ese sueño era un sueño mentiroso, un sueño de tu corazón, un sueño que el enemigo te puso para hacerte tropezar, y te equivocaste por no tener un cuarto secreto y por no buscar a Dios en primer lugar, por no hacer su voluntad antes que la tuya, entonces te arruinaste la vida, truncaste tu propósito.
Amablemente, siento decirles que no me pidan que interprete sueños a menos que realmente el Espíritu Santo los empuje a compartírmelos para que los interprete. No me compartan sueños vanos, no me compartan algo solamente por curiosidad, porque entonces ustedes están como jugando a los malabares con la interpretación. Porque no me la están pidiendo a mí, sino al Señor, al Espíritu Santo. Así que tomen este trabajo en serio. Acá no estamos para charlar superficialmente sobre estas cosas o entretenernos con esto, sino para edificar a un pueblo que tiene que entender el peso, la importancia de los sueños, de las visiones y de la interpretación en estos últimos días. No me compartan sueños que realmente Dios no les haya dicho que me los compartan, o sueños que ya hayan sido interpretados y que el Espíritu ya les haya confirmado. No jueguen con la interpretación de los sueños. Quiero alertarlos en relación a lo que el Espíritu me pone.