El Señor te bendiga en este 14 de junio del año 2024. Estamos aquí, nuevamente, transmitiendo a las naciones lo que el Señor quiere hablar a su pueblo, porque Él me dijo: «Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. No te calles, hijita. Habla y habla y habla, y no dejes de hablar. Sé mi boca a las naciones y di lo que Yo quiero decir, escuchen o dejen de escuchar. Abre tu boca para aquellos que tengan oído para oír, y si algunos no quieren escuchar, abre tu boca igual, porque lo importante es que hables y seas fiel a mi llamado.» Por eso estoy aquí, entregándote palabra hoy sobre lo que el Señor quiere hablarte en este 14 de junio del año 2024.
Padre celestial, glorioso Rey, Salvador eterno, perfecto, Señor de la tierra, Señor del cielo, Señor del mar, Señor de lo que está debajo de la tierra, Señor sobre todo lo que existe, porque todo lo creaste con tu mano poderosa, Señor, y con esa misma mano sacaste a tu pueblo, a tu Israel, al que amaste desde que lo creaste, de la tierra de Egipto, de la tierra de esclavitud. El Dios de Israel, el Santo de Israel; ese eres Tú, Señor, nuestro Dios, a quien seguimos, a quien servimos, ante quien hoy estamos aquí congregados para conocerlo más, para entenderlo más, para escucharlo mejor, para recibir su guía santa, para recibir su perdón de todo lo que tengamos que arrepentirnos.
Oh, Señor, ante ti venimos, porque ante ti deberían ir todas las naciones que se encuentran en problemas. Señor, es a ti a quien deberían recurrir, pero no siempre es el caso, así como hoy no es el caso de Israel, que no recurre a ti estando en problemas. Pronuncia tu nombre y se hace alarde de que es tu hijo delante de todas las otras naciones, pero no clama verdaderamente a ti. Y como ellos no lo hacen en esa tierra bendita que fluye leche y miel, entonces venimos nosotros a hacerlo hoy, a clamar por Israel, por tu hijo amado, por aquel que Tú nunca olvidas, por más que se rebela contra ti, así como nosotros, los que somos padres, no nos olvidamos de nuestros propios hijos, aunque se rebelen contra nosotros. Oh, Padre, cuánto te duele el corazón por lo que está sucediendo hoy en el mundo…
Mientras comienzo a recibir lo que el Señor quiere transmitir hoy a las naciones, estoy viendo a la nación de Israel: un país pequeñito, rodeado por otros países que, en general, son enormes en comparación con él. Y alrededor de él, estoy viendo lobos. Israel está rodeado de lobos, dice el Señor, y si Yo quitara el cerco de protección con el que él cuenta, espiritualmente hablando, esos lobos se lo devorarían en un segundo. Y el Espíritu Santo me trae ahora ese pasaje:
[Deuteronomio 7:7-8, RVR1960] No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
Y así estoy viendo ahora en una visión a Israel: nación pequeñísima comparada con las tremendas potencias que lo rodean, algunas más pequeñas, otras más grandes. Pero, en general, el poder que tiene Israel no viene del número de gente que lo conforma, no viene de sus fuerzas de defensa o ataque, no viene de su armada, de sus armas, de sus tanques de guerra, porque si el Señor dejara de soplar de su aliento sobre él, nada de esto con lo que Israel cuenta le serviría para defenderse de la desprotección divina. Porque no es por fuerza ni por ejército, sino por mi Espíritu, dice el Señor, Jehová Tzevaot, Dios de los ejércitos, Yahwe de las armadas.
Yo tengo mi mano poderosa sobre Israel, dice el Señor, conteniendo la furia de las naciones en contra de él, hasta que llegue el tiempo en que se cumpla la Escritura. Pero mientras tanto, la olla sigue elevándose en temperatura, el agua sigue hirviendo, y lo que contiene esa olla está en ebullición. Y el fuego se sigue levantando, que representa la ira de las naciones en contra de Israel, la envidia que tienen las naciones en contra de Israel, el celo que tienen las naciones en contra de Israel.
Ustedes no entienden estos tiempos proféticos, dice el Señor. Ustedes no saben contar los tiempos, no se dan cuenta de que están caminando en un tiempo complejo, proféticamente hablando, donde las Escrituras comienzan a cumplirse delante de sus ojos. Hijitos, recapaciten, porque muchos de ustedes están cómodos, entretenidos, distraídos, y la mayoría de las noticias que ustedes ven, escuchan o reciben de parte de los noticieros provocan este adormecimiento, este acostumbramiento, esta necedad de creer que las aguas están tranquilas cuando no lo están.
Ármense, dice el Señor nuevamente a su pueblo, a su Israel espiritual, que somos todos nosotros los nacidos de nuevo en Cristo Jesús, en Yeshúa, el judío de los judíos, el león de la tribu de Judá, del cual descendemos espiritualmente hablando.
Hijitos, dice el Señor, se agitan las aguas de las naciones, se confabulan los pueblos contra mi ungido. Existen alianzas secretas que ellos están formando detrás de lo que se muestra, detrás de lo que se dice. Se confabulan los pueblos en contra de mi ungido para destruir a mi pueblo escogido. Ellos fraguan planes por debajo de las mesas, dice el Señor. Ellos tejen una red escondida en contra de Israel. Ellos vienen, arman ejércitos, compran armamento, se equipan, se entrenan. Y hoy algunas naciones dicen que es para defender a Israel, pero cuando llega el momento de la verdad, esas mismas naciones que hoy dicen que favorecen a Israel, que protegen a Israel, que están a favor de Israel, que son amigas de Israel, en el momento de la verdad se van a dar vuelta como un panqueque que tiene que darse la vuelta para ser totalmente cocinado.
Así le darán la espalda, dice el Padre, para que Israel quede completamente solo, para que mi nombre sea glorificado en él, no el de ningún hombre, no el de ningún primer ministro, no el de ningún presidente, no el de ningún armamento. No voy a permitir que nada ni nadie me quite la gloria. Por eso es que Israel tiene que ser debilitado, tiene que ser abandonado, como cuando un niño piensa que cuenta con un grupo de amigos que salen a jugar permanentemente juntos, pero cuando vienen a atacar a este niño, aquellos que se hacían llamar sus amigos huyen despavoridamente y lo dejan completamente solo, salvando sus propios pellejos, sin importarles lo que suceda con este niño.
Y así, una vez más, aparecerán los Judas, dice el Señor, que hoy se muestran como amigos y manos derechas de Israel, pero que en su momento mostrarán su verdadera cara y sus verdaderos intereses, abandonándolo, así como alguna vez abandonaron al Mesías. Cuando llegó el momento de defenderlo, de elegir entre declarar su nombre, declarar la fe de Cristo Jesús o negarla, cuando llegó el momento en que todos debían levantar la bandera por él, más lo abandonaron y huyeron, dejándolo completamente solo, para que Yo me glorifique en él.
De la misma manera, me inspira el Espíritu Santo en este momento, Israel tiene que quedarse completamente solo, y los que hoy son sus defensores, en algún momento le van a dar la espalda, lo van a traicionar, lo van a abandonar, van a negar su nombre, al igual que hicieron con Yeshúa en su tiempo, para que el Señor se glorifique en él. Porque, me vuelve a repetir el Espíritu de Dios, no será con fuerza ni con ejército, sino por el Espíritu de Dios.
[Zacarías 4:6, RVR1960] Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Hijitos, dice el Señor, prepárense y abróchense los cinturones para ver cómo se desencadenan las cosas como un dominó, que una vez que alguien hace caer la primera ficha, ya no hay vuelta atrás, y nada ni nadie lo puede frenar. Así será, para que mi nombre una vez más se glorifique en Israel, porque mi poder se perfecciona en la debilidad, dice el Señor. Mi poder se muestra en la debilidad, porque mía es la gloria, y no del hombre.
Por lo tanto, llegado y cumplido su tiempo, cuando el reloj de los minutos, horas y segundos que tiene que dar, Israel no podrá defenderse solo, no podrá con su fuerza, no podrá con su ejército, no podrá contar con los aliados con los que cuenta hoy, para que quedándose absolutamente desprotegido, debilitado, abandonado y solo, Yo manifieste mi poder a favor de él, glorificando mi nombre y no el nombre de él.
Oh, hijitos, ustedes no entienden el misterio de Israel, dice el Señor. Ustedes no entienden el misterio de Israel. Es mi elección, dice el Señor, y todo el mundo va a estar obligado, no le va a quedar otra que mirar a esa tierra tarde o temprano, porque si hay ojos que hoy no están mirando en esa dirección, en algún momento no quedará ninguno que no lo haga. Presten atención y ocúpense de mis asuntos, porque estoy esperando clamor, estoy esperando oración, y ahora los niveles de incienso que están subiendo a mi trono son bajos, dice el Señor.
Espero más, no de los no convertidos, no de los que están y viven en Israel, que no me conocen, sino de ustedes, dice el Señor. Son ustedes, los que sí me conocen, los que deberían estar levantando oración, clamor y ayunos por Israel, para que, escuchando tal vez ese clamor, tenga misericordia de un pueblo perdido, de un pueblo en rebelión, de un pueblo que, debiendo ser mi pueblo, no lo es, pero que igualmente es amado por causa de la elección.
Hijitos, oren y presten atención al llamado de oración que estoy haciendo alrededor de todo el mundo para que los corazones se enciendan y oren con entendimiento por Israel. Amados míos, amados de mi alma, mi alma los anhela celosamente, dice el Padre. Espero contar con sus oraciones, espero contar con ese incienso que suba a mis narices como olor fragante. Despierten y comprendan lo que significa Israel para la iglesia, lo que significa Israel para los últimos tiempos.
Amados míos, se vienen cosas terribles, y ustedes, los que saben escucharme, no están listos. No comprenden, no meditan en mis asuntos, no se preparan, no las esperan, no creen que lo que está escrito se va a cumplir, dice el Señor. Hay corazones que están fríos, que no entienden y no reciben este llamado de intercesión por Israel, y hay corazones que hablan sin saber de qué se trata el asunto. Pero ustedes, los entendidos, escuchen y hagan, y no me cierren sus oídos. No cierren el corazón a lo que les pido, dice el Señor.
Respondan, hijitos, porque estoy llamando a un ejército a levantarse para orar por Israel, y aquellos que lo bendigan serán bendecidos, y aquellos que lo maldigan serán maldecidos. Porque esto es parte de mi justicia, que el que ama lo que Yo amo será amado a la vez por mí, pero el que odia lo que Yo amo será rechazado por mí. Levanten cadenas de oración y formen grupos de intercesión. Oren para que la iglesia entienda la importancia de Israel en todos los tiempos, pero más aún en estos últimos tiempos. No lo dejen solo ustedes también. Oh, hijitos, atiendan el llamado y pídanme inspiración para que sepan cómo orar por él, cómo orar acorde a mi voluntad, dice el Señor. Pídanme que los inspire para que ustedes sepan qué quiero que pronuncien con sus bocas, pero no callen, no esperen, no dejen pasar el tiempo.
Hijitos, los bendigo hoy con entendimiento de lo alto. A muchos de ustedes los estoy llamando en la madrugada para levantarse a interceder por Israel. A otros les estoy enviando señales de distintas maneras para que recuerden y no se olviden que tienen que orar por Israel. Y a otros les estoy hablando por la Palabra, a través de pasajes, para que entiendan este misterio de Israel. No lo desechen, dice el Señor. Recíbanlo en sus corazones, porque él está en mi corazón, y Yo quiero que ustedes tengan en sus corazones lo que Yo tengo en mi corazón, para que hablen, oren, hagan y caminen conforme a mi voluntad y no a la de ustedes y no a la voluntad del adversario.
Yo (Noelia) escucho la palabra ‘traición’ y veo un puñal clavado en la espalda del primer ministro Netanyahu. Él ha sido traicionado por gente que está involucrada en su propio gobierno, dice el Señor, y en estos momentos de prueba para el gobierno de Israel, muchos se están dando vuelta dentro de su propio gabinete, me está mostrando ahora el Señor, traicionando al primer ministro, que por más que no sea perfecto delante de los ojos de Dios, tiene un corazón para esa tierra, para ese pueblo y para esa nación.
Además de esto, hay naciones que se van a dar vuelta, naciones que estaban a favor de Israel, que lo sostenían, que lo defendían, pero que se van a apagar. Y yo (Noelia) veo como luces en distintas partes de la tierra, en distintas naciones, que estaban encendidas, pero empiezan a apagarse una a una. Estas representan naciones que estaban iluminadas, en el sentido de que estaban a favor de Israel, pero que se empezaron a apagar.
Aún se van a apagar más, dice el Señor, aún hay más lazos que se van a cortar, lazos que naciones tenían o que hoy tienen con Israel. La meta de sus enemigos es que desaparezca, que no exista más, que deje de ser. Es la misma meta que el enemigo ha tenido desde que lo vio nacer: devorarlo, eliminarlo sin misericordia, porque el enemigo sabe que me representa a mí, dice el Señor; no en el sentido de que ellos sean santos en Israel, sino en el sentido de que el nombre y la historia de Dios están allí.
Yo (Noelia) veo distintos panes. El Señor va a darle de comer a aquel que abra su boca para interceder por Israel, me dice el Señor. Esta es una de las maneras en las cuales el Señor bendice a los que interceden por Israel: dándoles de comer, con comida literal, con prosperidad económica, con pan sobrenatural que viene del cielo. Es una de las maneras en las que me está revelando ahora el Espíritu Santo que Dios bendice a aquellos que bendicen a Israel, a aquellos que responden a este llamado y que oran por él, a aquellos que ayunan por Israel. El Señor me dice que Él reparte pan al que intercede por Israel.
Yo estoy sabiendo ahora que hay gente que está en pobreza por maldecir a Israel, porque, como dice la Biblia, el Señor bendecirá a los que lo bendigan y maldecirá a los que lo maldigan. Esto es literal. Y aquellas personas que hablan mal de Israel, que murmuran en contra de él, maldiciéndolo directa o indirectamente, dándose cuenta o no, cuando lo que hablan y dicen cuenta como maldición delante de los ojos de Dios, esta maldición, a la corta o a la larga, se empieza a manifestar de distintas maneras, y una de las maneras en que el Señor me está revelando ahora que se manifiesta es a través de la escasez, a través del hambre, a través de la falta de pan en sus casas.
No es cosa menor maldecir algo que Dios bendice. Así que, nuevamente, el Señor hace un llamado a los suyos, a los que escuchan esta palabra hoy, para que tengan cuidado de lo que hablan sobre Israel, porque los ojos del Señor están mirando a los suyos y al mundo para ver cómo lo tratan, porque los oídos del Santo de Israel escuchan las palabras que se pronuncian en contra de él.
Sean conscientes, estén conscientes, dice el Espíritu de Dios, de las consecuencias que les puede acarrear ir en contra de lo que Dios ama. Cuidado con lo que dicen, cuidado con lo que piensan, cuidado con lo que creen, porque muchos de ustedes están errados y hablan de lo que no saben, de lo que no entienden y de lo que no se les ha revelado. Antes de hablar, mejor metan sus lenguas adentro de sus bocas si no saben lo que van a decir, porque así como los oídos del Señor están escuchando lo que la gente alrededor del mundo habla sobre Israel, los demonios también lo están haciendo, para ver si pueden ganar derechos legales en contra de la persona que habla en contra de Israel.
Yo (Noelia) estoy viendo ahora gente que se alegra de los ataques que sufre Israel, del antisemitismo que hoy se está levantando y se va a seguir levantando. Yo veo gente que se puso contenta cuando sucedió el ataque del 7 de octubre, donde mataron, violaron, tomaron de rehenes a tanta gente, y destrozaron sus hogares sin misericordia. Yo veo gente dentro de la iglesia que se pusieron contentos cuando esto sucedió, no entendiendo que en el fondo hay un trasfondo primeramente espiritual, que es ir en contra de los judíos, matar, hacer desaparecer y, si es posible, torturar lo máximo que se pueda antes de quitarle la vida a los judíos. Yo veo hermanos que se gozaron y que se gozan de la situación que Israel hoy está viviendo, siendo atacado desde distintos puntos, siendo atacado alrededor de todo el mundo, no sólo con misiles, drones y demás, sino a través de las palabras. Yo veo hermanos que se gozan cuando las organizaciones mundiales se levantan en contra de él, porque creen que es justicia.
El Señor observa a estas personas, y una de las consecuencias que puede acarrear este comportamiento de festejar cuando se llevan adelante atentados contra los judíos alrededor del mundo o en la misma tierra de Israel es que espíritus de blasfemia entren a sus vidas y comiencen a operar, trayendo consecuencias nefastas para sus vidas.
Yo estoy viendo ahora distintas congregaciones cristianas; algunas que están a favor de Israel, y otras que están en contra de Israel; algunas que entienden cuál es nuestro papel como iglesia para con Israel, y otras que no lo entienden. Y el Señor me está hablando ahora y avisando que Él va a hacer una diferencia entre estos dos tipos de congregaciones: la que está pro Israel, y la que está en contra de Israel. Él me está haciendo entender que los ve como los justos y los injustos, y el Espíritu me indica, me enseña, me habla que el Señor está dividiendo las aguas dentro de las congregaciones cristianas, entre los justos y los injustos.
En esta profecía, el Señor llama justas a las congregaciones que están a favor de Israel, e injustas a las que están en contra de Israel, a las que hablan mal de Israel, a las que son ignorantes de lo que Israel representa para nosotros, para el mundo y para Dios, en estos últimos días. El Señor está haciendo una diferencia entre estos dos tipos de congregaciones, y lo que hagan o hablen esos líderes que están en contra de Israel se les será pagado. Y al otro tipo de congregaciones, a las que hagan, hablen, oren y ayunen a favor de Israel, también se les será pagado, pero como recompensa.
Muchos de ustedes no entienden nada de lo que estoy diciendo ahora, dice el Señor. Y ese no es el problema más importante, sino aquellos que hablan sin entender nada, los que inflan sus bocas hablando en contra de Israel sin comprender la profundidad y la raíz de todas las cosas, de dónde viene todo lo que está pasando y a dónde va, y qué tiene que ver lo que está pasando hoy en Israel con lo que está escrito, con lo que dice la Palabra. El problema no es tanto que no lo entiendan todavía, sino que sigan una corriente que les está vendiendo algo sobre Israel que no es como Dios lo ve, como Dios lo habla, como Dios lo entiende.
Pídanme revelación, dice el Señor, los que sienten que no tienen luz sobre este asunto, pero no hablen si no saben. Hijitos, llega un tiempo delicado, y muchos caerán por haber pronunciado palabras en contra de Israel. Aun cuando sea cierto que Israel se equivoque en algunas áreas, eso no les da el derecho de hablar mal, dice el Señor. Así que arrepiéntanse todos los que tengan la lengua sucia de pronunciar palabras en contra de él, todos los que se hayan llenado la boca opinando cosas que van en contra de lo que Yo pienso sobre él.
El Señor en este tiempo está trayendo luz sobre el misterio de Israel. El Señor está repartiendo entendimiento y abriéndole los ojos a mucho pueblo cristiano que antes no entendía nada sobre esto, y para eso el Señor está levantando personas como yo u otros ministros, a quienes les ha colocado en su corazón el sentimiento que Él tiene sobre Israel, para que hablen desde su punto de vista y no desde el de ellos, para que edifiquen a su pueblo sobre el misterio de Israel, para que oren con entendimiento y entrega.
Oh, hijitos, dice el Señor, entiendan que estos últimos tiempos son clave. Y el Señor vuelve a repetir que aun los que no quieran mirar hacia Israel lo van a tener que hacer igual, porque siempre va a ser el protagonista de la escena, porque siempre va a ser la tierra prometida del Señor a su pueblo, porque siempre va a ser el comienzo y el final de todas las cosas en la vida del hombre, porque siempre va a ser como el actor principal de la escena mundial, siendo tan pequeñito e insignificante a los ojos de todo el mundo. Siempre va a ser grande en influencia, porque Yo me glorifico en lo insignificante, en lo humilde, en lo desechado por el mundo, dice el Señor. Esos son los instrumentos que me gusta usar para humillar a los que se creen grandes, poderosos, soberanos, no entendiendo que si no cuentan conmigo, nada pueden hacer, dice el Señor.
Oren por Israel, repite el Señor, y pídanme la llave para abrir en sus corazones el misterio de Israel, que muchos de ustedes no han captado. Pídanme guía, dice el Espíritu Santo de Dios, para que les provea fuentes de las cuales ustedes puedan beber para entender lo que se está diciendo.
Yo (Noelia) estoy viendo ahora letras hebreas. Estoy viendo distintas letras hebreas escritas en el aire. El Señor está llamando en este tiempo a algunos de ustedes a aprender hebreo. Yo no estoy hablando por mí, sino lo estoy recibiendo ahora, que es el Señor el que está llamando a muchos hermanos a aprender hebreo. Es el Espíritu de Dios el que los está llamando a muchos de ustedes a aprender hebreo. A algunos de ustedes lo está haciendo a través de sueños. A otros simplemente les ha colocado amor en sus corazones por esta lengua. Y me viene a la mente el pasaje bíblico que dice algo como que el Señor iba a restaurar esta lengua.
[Sofonías 3:9, RVR1960] En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento.
Y así fue, porque se había dejado de hablar el hebreo, pero el Señor restituyó esta lengua a su pueblo, al pueblo judío. Pero en estos últimos días, no es solamente que el Señor está dando entendimiento a gran parte de la iglesia sobre lo que representa Israel, sino también que está llamando a muchos hermanos a aprender este idioma.
Y yo estoy aquí hoy para confirmarte que ese sueño en el que veías letras hebreas viene de parte de Dios para llamarte a aprenderlo, que esa curiosidad que comenzaste a sentir por este idioma la colocó el Señor en tu corazón para que comiences a aprenderlo. Porque muchos de ustedes, el Señor no solo los está llamando a una misión de ser intercesores por Israel de una manera regular y constante—que es una tarea específica, una misión de interceder por Israel constantemente y permanentemente—sino que también los está llamando a meterse en las aguas de este idioma en el cual se escribieron los libros del Antiguo Testamento y que hoy en día se habla en Israel.
Esto no es para todos, estoy sabiendo ahora, sino para aquellos que el Señor haya llamado y esté llamando hoy en día. No es una condición para la salvación tampoco, no se confundan, pero es un movimiento que el Señor está haciendo a través de su Espíritu en este tiempo por causa de lo que se viene en Israel y que nos va a afectar a nosotros. Así que, vuelvo a repetir, esto no es para todos. No es una condición sine qua non para tu salvación, sino que es un llamado para algunos de ustedes, que el Espíritu de Dios está haciendo en particular, para cumplir sus propósitos para con Israel y para con el pueblo judío, especialmente para los que aún no han reconocido a Yeshúa como su Mesías y Señor.
Es la trompeta de Dios, que Él mismo está sonando y que muchos de ustedes están escuchando, que los está llamando a interceder por estos temas. No son ustedes que de repente piensan en estas cosas, ni porque solamente Israel está en guerra, sino porque es un movimiento que Dios está haciendo por su Santo Espíritu en la congregación de los justos, en nosotros, en los hijos de Dios, en los hijos de Abraham por fe. Gracias, Señor, porque esto es una confirmación para muchos de ustedes.
Yo estoy sabiendo ahora, por palabra de ciencia, que muchos de ustedes pidieron que el Señor lo confirme a través mío, porque tuvieron sueños específicamente con este tema y en sus corazones interpretaron o tal vez recibieron la interpretación de que era el Señor llamándolos a esta área, de interceder por Israel o por los judíos específicamente hablando, o de aprender hebreo, y le pidieron al Señor que lo confirme a través mío. Y aquí está la respuesta de Dios.
Pero también me dice Dios que sean sabios y que no confundan este llamado con la fe de Cristo Jesús. Se trata de un llamado específico para estos últimos días donde Dios está levantando un ejército de oración que interceda por Israel y un pueblo dentro del cuerpo de Cristo Jesús entendido sobre lo que significa Israel en estos tiempos. Y por distintas causas que el Señor tiene en su plan profético, es necesario que algunos de ustedes aprendan el hebreo. Esto es un llamado que tiene que ver con lo que acabo de decir, y no tiene que ver con guardar la ley de Moisés. Cuidado, porque nosotros estamos bajo la ley de Cristo y no bajo la ley de Moisés en este tiempo, bajo el nuevo pacto instituido con el derramamiento de su sangre.
Yo sigo viendo y sigo sabiendo que en estos últimos días Israel va a ser aún más levantado, cada vez más levantado entre las naciones, como un faro que ilumine al mundo, en el sentido de que va a ser imposible no mirar hacia él, porque va a ser la punta de lanza sobre el destino mundial, donde se va a ver reflejado lo que Dios escribió y su plan profético pensado desde antes de la creación del mundo.
Israel se va a levantar más y más y más, en el sentido de la influencia que va a tener sobre todo el resto del mundo, al punto de que no va a haber nación que no escuche hablar sobre él en estos últimos días. Y la iglesia no puede estar desentendida de esto, porque todas las naciones están prestando atención y van a prestar aún más atención de lo que sucede en Israel, por causa de que es clave en estos últimos días en todos los aspectos de la vida del hombre. Pero a veces los inconversos prestan más atención a Israel que lo debería hacer la iglesia de Dios.
El Espíritu llama a su pueblo a investigar de fuentes fidedignas lo que realmente está pasando en Israel y no lo que cuentan las noticias que todo el mundo mira y que son de fácil acceso. El Espíritu me indica ahora que busquen fuentes, que le pidan al Espíritu de Dios a quien escuchar, y que se informen sobre lo que está pasando allá y por qué está pasando, no sólo para saber, para estar al tanto de eso porque Dios así lo está mandando, sino para interceder fehacientemente y eficazmente sobre eso, no en base a lo que las noticias nos quieren vender. Porque el Espíritu de Dios me repite que los noticieros están pagados, están comprados, están falsificados y hablan a favor de ciertas naciones acorde a sus intereses políticos, económicos y demás. Así que pregúntenle al Señor qué canales seguir, a quién escuchar, cuáles son los que verdaderamente están informando lo que está sucediendo detrás de lo que se dice, para estar al tanto.
Yo veo que el Señor tiene a Israel en su mano. Por más que es un hijo terco, rebelde y mundano, que se revela contra él, no deja de ser su hijo. Y así como ustedes no dejan de orar por sus hijos no convertidos, rebeldes, tercos y mundanos, también no dejen de orar por él, dice el Señor, por su conversión, por su arrepentimiento, por misericordia, para que sus ojos me miren y dejen de seguir a los baales. Oren por él como si oraran por sus propios hijos, porque haciendo esto, ustedes orarían por mi hijo, que ahora no está conmigo, lo cual no quiere decir que no lo amo, dice Dios.
Hijitos, atiendan este llamado, dice el Señor, y serán bendecidos. Y si ustedes lo defienden a través de estos vallados que levantan a través de la intercesión, Yo también los voy a defender a ustedes. Y si ustedes hablan a su favor, Yo también voy a hablar a favor de ustedes cuando vengan a acusarlos delante de mi trono, porque ustedes harían justicia que se les sería pagada si atendieran este llamado. Sean conscientes también de lo que está escrito se va a cumplir de la A a la Z. Esperen noticias fuertes. Pero que se tenga que cumplir todo lo que está escrito sobre Israel no quiere decir que igualmente no tengan que orar por él, dice el Señor.
Yo (Noelia) estoy sabiendo que algunos de ustedes están confundidos y dicen: «¿Para qué voy a orar por Israel si ya está escrito su destino? Ya la Biblia dice lo que va a pasar. ¿Qué sentido tiene orar?» Pero es que no han entendido el poder de la oración, dice el Señor. Ustedes no tienen que orar por lo que piensan que deberían orar, sino por lo que el Espíritu Santo les tiene que inspirar cuando estén orando, porque lo que está escrito, en parte se va a cumplir gracias a su oración.
Los amo, dice el Señor. Ustedes son míos. Pero quiero que más se conviertan a mí, que ahora no están conmigo. El Señor habla de muchos judíos que no están convertidos a Jesús, que no lo reconocen como su Mesías. Oren y no dejen de orar, y Yo los voy a recompensar, dice el Señor.
Gracias, Padre. Yo imparto todo el corazón que me diste para Israel. Todo el conocimiento —que considero que es poquísimo hasta ahora, pero sé que me vas a dar más— sobre lo que significa Israel para ti, para nosotros como tu pueblo santo, para el mundo y para tu plan profético, lo imparto en aquellos que hoy quieren recibir esta impartición. Señor, coloca en las entrañas de todo aquel que me está escuchando lo que colocaste en mí cuando pisé esa tierra santa. Ábreles los ojos como lo hiciste conmigo, Padre, para levantar a este ejército intercesor por Israel, en el nombre de Jesús. Alabado seas, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, cuyas promesas vas a cumplir de la A a la Z, porque eres fiel y justo y no eres hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirte. Alabado seas, Señor. Bendito sea tu nombre, el que se va a glorificar en esa tierra prometida.
Yo (Noelia) veo a Jesús pisando el monte de los Olivos. Hijitos, dice el Señor, no se olviden de que el mismo Mesías que dejó esa tierra, cuyos pies se despegaron de ella cuando se despidió de sus discípulos diciendo que iba a volver de la misma manera, no se olviden de que sus pies volverán a pisar ese monte. No se olviden de lo que está escrito y que está próximo a cumplirse delante de sus ojos. Cuando lo vean, glorifiquen mi santo nombre, que está escrito en Israel, así como en ustedes, dice el Señor.
Los voy a maravillar. Les voy a enseñar cosas escondidas que ustedes no entendían sobre este tema. Les voy a enseñar como un maestro que le enseña a sus alumnos sobre un tema que nunca se les había mostrado. Este es el tiempo de revelar el misterio de Israel en gran manera, dice el Señor. Prepárense para ir conmigo en esta travesía divina de revelación, de ciencia y de entendimiento del misterio de los judíos y de Israel.
[Zacarías 14:4, RVR1960] Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Gloria a Dios, porque nuestro amado Señor y Salvador, Jesús, no vendrá a pisar Argentina, no vendrá a pisar Estados Unidos, Colombia, Guatemala, Ecuador, sino Israel, en el monte de los Olivos. ¡Grande eres, Señor!
Hemos entregado este llamado del Señor a su pueblo santo para que cada uno lo lleve delante de los pies del Señor y le sea revelado o le sea confirmado o le sea aclarado acorde a su voluntad. El que tenga oídos para oír, que oiga, y el que quiere recibir, que reciba. En el nombre de Jesús. Amén. Saludos y abrazos y bendiciones desde Argentina.