Bendiciones, amados hermanos, hoy es 22 de mayo del 2024 y estamos acá transmitiendo nuevamente en vivo a las naciones, en esta oportunidad para ministrar con esta oración profética al pueblo del Señor.
Así que, Padre Celestial, amado Rey de Majestad, Señor de las Luces, médico perfecto que no tarda en auxiliar a los heridos, el que resucita a los muertos, el que da el alimento necesario justo a tiempo, aquel que responde al que le busca, aquel que abre al que golpea su puerta, aquel que no tarda en ayudar a todos aquellos que están necesitados de su ayuda y que son capaces de reconocer que necesitan un Salvador, un ayudador.
Gracias, Señor, porque sos bueno, porque para siempre es tu misericordia, porque sos piadoso, porque sos perdonador. Gracias, Padre Celestial. Te pido, Dios mío, que a través de esta transmisión bendigas a todos aquellos que creen, a todos aquellos que vienen a comer de tu mesa, Señor, a todos los que vienen con un corazón honesto, dispuesto, entregado a escuchar Tu voz y a recibir esas palabras que tenés para hablar, palabras que traen sanidad, soluciones, respuestas a problemas, libertad, palabras que tal vez redarguyen, que corrigen, pero que son necesarias, Padre, para poder salir del pozo donde muchos sienten que están.
Oh, Señor, toda la gloria sea tuya, toda la honra, toda alabanza, Señor, te corresponde, porque sólo Tú eres la fuente de la vida, sólo Tú eres la fuente de la verdad. Oh, Señor, de donde emanan esas aguas que llegan hasta nosotros los que te buscamos, que llegan hasta tus hijos, Señor, y que no sólo nos limpian, sino que nos bendicen de todas las maneras.
Gracias, Señor, por esta lluvia del Espíritu Santo que nos vas a dar hoy, por esta guía, por el Espíritu Santo que nos vas a dar hoy. Gracias, Padre Celestial, toda la honra, toda la gloria sea para ti, para el Padre de los espíritus, para el Rey de reyes y Señor de señores. Amén.
Así que, amados hermanos, en este miércoles 22 de mayo voy a orar por ustedes. Ya estoy leyendo sus comentarios en el chat para ver qué tienen para decir, para escuchar al mismo tiempo lo que el Espíritu les quiere hablar. Alabado sea el Señor, justo y poderoso. Gracias, Señor.
Yo escucho la palabra «profecía» ahora. Recibo que aquellos que tienen el don de profecía, que este don les ha sido entregado para la edificación de la Iglesia, para la edificación de los demás, debe ser ministrado bajo la guía del Espíritu Santo y no cuando nosotros queramos.
Pero tampoco debe ser guardado en un cajón, me dice el Señor, sino que aquellos que posean el don de profecía, que lo utilicen para edificar a los otros. Que no se lo guarden en el bolsillo. Y que el uso de este don sea de una manera balanceada.
Al mismo tiempo, no abran la boca cuando ustedes quieran, pero sí cuando el Señor lo quiera. Y cuando sientan por el Espíritu Santo que el Señor quiere que profeticen, más vale que lo hagan, en el sentido de no dejar ese don guardado en el cajón, si realmente es el Espíritu Santo el que les está pidiendo que hablen. Porque este, uno de los nueve dones mencionados en el pasaje de 1 Corintios 12, es uno de los dones más importantes con los que cuenta un hijo de Dios.
La Biblia dice que el que profetiza habla a los hombres para edificación, consolación y exhortación. Y también dice que el que profetiza es mayor que el que habla en lenguas, porque el que habla en lenguas se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la Iglesia. A menos que esas lenguas sean interpretadas.
Así que en primer lugar estoy recibiendo ahora de parte del Espíritu Santo para ustedes, que hay muchos de ustedes que tienen el don de profecía, pero no lo están usando en la medida que Dios espera de cada uno de ustedes para bendecir a los demás, sino que se lo están guardando en el bolsillo, mezquinando ese don, esas palabras proféticas.
Aclaro, no estoy diciendo que utilicen este don cuando ustedes tengan ganas, cuando ustedes quieran, sino que cuando el Espíritu Santo les coloque el sentir o les dé la dirección de hablar por palabra profética a alguien, entonces que obedezcan a esa guía del Espíritu Santo para llevar mucho fruto. Dice la Palabra:
[1 Corintios 14:5, RVR1960] Así que quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis, porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la Iglesia reciba edificación.
Amén. ¡Alabado sea el Señor! Dice aquí Roxana, yo tengo don profético y de profecía, ¿es lo mismo? ¿Podés explicar? El don de profecía es uno de los nueve dones espirituales mencionados en 1 Corintios 12, Roxana, te aconsejo leer ese pasaje. Don no es lo mismo que el ministerio, no es lo mismo que los cinco ministerios que están nombrados en Efesios capítulo 4. Don profético y de profecía, sí, es lo mismo, son distintas maneras de llamarlo, pero es el mismo don.
Gloria al Señor, qué bueno que lo tengas. Te invito a estudiar en la Palabra del Señor todo lo que tiene que ver con lo profético, con profecía, con sueños, con visiones, con la interpretación de las visiones que están escritas, con la interpretación de los sueños que están escritos, y te invito a investigar cuál es la diferencia entre tener el don de profecía y ser profeta o profetisa, que no es lo mismo. Una cosa es un don y lo otro es un ministerio.
Y dice acá Let, ¿cómo sabemos si tenemos el don de profecía? Yo lo anhelo. Bueno, porque profetizás, porque podés profetizar, el que tiene el don profetiza simplemente, y muchas veces este don se manifiesta en primer lugar a través de sueños que se cumplen, a través de sueños proféticos, y más tarde la persona, aunque no siempre es así, comienza a profetizar.
Pero, ¿cómo saber si tenemos el don de profecía? Porque podemos profetizar. ¿Cómo sabemos si tenemos el don de lenguas? Porque podemos hablar en lenguas. ¿Cómo sabemos si tenemos el don de sanidades? Algunos de los dones de sanidades, porque cuando oramos por alguien se sana, simplemente, se manifiesta el don. Sí, hay mucho que hablar sobre esto, pero es una respuesta corta. Siento que el Espíritu quiere hablarnos hoy sobre esto.
Dice acá Eva, yo tengo don de visiones, pero necesito que me restaure. Es que las visiones, entiendo que no son un don por sí, no están así nombradas en la Biblia, sino que es una manera en la que se manifiesta el don de profecía, el don de revelación. El don de profecía muchas veces también se le llama don de revelación, y esa revelación que se recibe a través del don de profecía puede llegar a través de palabra que uno escucha, a través de visiones que uno tiene, a través de sueños que uno sueña, y de distintas maneras.
Pero las visiones en sí no son un don, son un medio por el cual se recibe la revelación. Sí, necesito que me restaure. Amén. Es muy importante que si ustedes tienen el don de profecía, o si el Señor los está preparando para operar en el ministerio de profeta, se dejen sanar por el Señor, se dejen liberar por el Señor, se dejen restaurar por el Señor, porque cuanto más limpio está el vaso, más clara va a salir esa palabra que el vaso recibe, y más claridad va a tener para aplicarla.
Así que es muy importante. Pero si ustedes tienen el don de profecía, déjense llevar por el Espíritu Santo para utilizarlo, sigan la guía del Espíritu Santo, pregunten al Espíritu Santo cómo, cuándo y dónde hablar, y cómo, cuándo y dónde callar, y de esta manera van a ir creciendo.
Mientras estudian en la Palabra sobre este tema. ¿Qué es profetizar?, dice Sandra Contreras. Profetizar, tengo entendido, es hablar de parte de Dios, y cuando Dios habla, Él puede hablar sobre el pasado, el presente o el futuro, pero también se le llama profetizar a predecir eventos del futuro. Pero más que nada, profetizar es hablar de parte de Dios.
Por eso uno no puede decir «yo profetizo que mi día va a estar bien», como hacen muchos que utilizan esta forma de pseudo profecía. No, no funciona así, porque la profecía no sale del espíritu del hombre sino del Espíritu de Dios, es dada a través del Espíritu de Dios.
Entonces hay como una falsa doctrina ahora, donde en muchos lugares hay ministros que enseñan que uno puede profetizar, digamos, de esta manera que mencioné recién, pero eso no es como es la profecía realmente, no es bíblico, no funciona así, porque en realidad cuando uno está profetizando habla de parte de Dios a través de su Espíritu, no habla uno a través del espíritu de uno. Entonces uno no puede profetizar cosas si no vienen de Dios.
Dice Mina, yo sueño que alzo las manos y sale brujería. Bueno, entonces este sueño interpreto que el Señor te está diciendo que necesitas liberación y sanidad, así que orá sobre eso, ayuná y orá, porque hay géneros que no salen sino con oración y ayuno, dice la Biblia.
Let Nazar, a veces siento algo que va a suceder y luego sucede, ¿eso qué sería? Podría ser una forma de profecía, una forma de recibir, digamos, revelación sobre el futuro, es sentir que algo va a suceder. Por eso digo, hay distintos medios que se utilizan para recibir la revelación, puede ser palabra, puede ser visión, puede ser sueño, puede ser un sentir.
De distintas maneras Dios habla, dice Job 33. Dice Juan, yo a veces tengo una combinación de sueño y visión, pero no sé cómo se interpretan. Bueno, hay un par de consejos, uno es que cuando tengas un sueño o una visión, lo primero que tenés que hacer es ir y orar y buscar en el secreto al Señor para que te dé la interpretación.
Lo segundo es estudiar en la Biblia los símbolos que viste en ese sueño o en esa visión. Lo tercero es hasta se puede ayunar para pedir la interpretación al Señor, esto no garantiza que Dios te lo va a dar, pero en algunos casos Dios espera este tipo de sacrificios, que uno golpee la puerta insistentemente y haga este tipo de ofrendas, digamos, hacia Él para que Él responda con la interpretación, aunque no siempre funciona así.
Lo tercero es que el Espíritu Santo te puede decir, no quiero darte la interpretación de esto a vos, pero sí se lo voy a dar a otro hermano y te va a poner una inspiración de preguntarle a otro hermano, así que Dios lo puede hacer de distintas maneras.
Desarrollate, bueno en este canal tenemos varios videos de interpretaciones de sueños, te invito a mirar desde el número uno porque ahí vas a recibir impartición del Espíritu Santo para poder interpretar sueños y visiones.
Es verdad, dice Walter, así no es la profecía, amén. Profetizar y ser atalaya es lo mismo, ¿cierto? No, no es lo mismo, uno puede tener el don de profecía y no ser atalaya ni profeta, uno puede ser profeta y no atalaya. Es decir, el atalaya normalmente o tiene don de profecía o es profeta, porque el atalaya es una tarea, es como una especie de ministerio que tiene la persona de avisar lo que va a venir y para eso necesita revelación.
Pero no todo atalaya es profeta, hay gente que atalaya lo que va a venir, que avisa lo que va a venir, pero no está en un ministerio de profetas, sino que tiene dones de revelación, que hay distintos dones de revelación en 1 Corintios 12 nombrados, no sólo el de profecía, o tiene sólo el don de profecía. No es lo mismo.
Andrew dice, yo sueño muchas cosas que pasan. Bueno, son sueños proféticos, y normalmente el Señor lo da o para avisar o para que avises a otras personas o para orar, para que algunas de esas cosas quizás no pasen, para interceder sobre eso. Esa ya es tu tarea, Andrew, de saber qué hacer con eso.
David dice, ¿puede ser que yo tenga el don de profecía pero que no esté activo aún en mí? Puede ser que esté el don de profecía pero que una persona no lo esté usando, porque eso de activar o desactivar un don no lo he encontrado bíblico, ni tampoco he visto confirmación ministrando a tantas personas que nosotros ministramos, porque hay gente que viene y dice, activo tu don, activo un don profético en vos, y no se trata de activar, se trata de impartir en ese caso. Los dones se pueden impartir.
Ahora, puede haber un don que la persona no esté utilizando, no esté caminando en ese don como Dios esperaría. Eso es otra cosa, pero puede ser. Simplemente, la persona que tiene un don profético tiene que profetizar, tiene que orar, alabar a Dios y profetizar. A veces pueden haber ciertos bloqueos que estén trabando, digamos, por usar una palabra, un don de profecía, pero eso no quiere decir que esté inactivo. O sea, los dones están para usarlos, ¿se entiende?
Por ejemplo, la incredulidad es un bloqueo para utilizar el don de profecía; las dudas también lo son. Hay que arrepentirse de estas cosas para que el don pueda fluir. Pero eso no significa que esté inactivo, no sé si se entiende la diferencia. Gracias, dice Ana, de nada. Amén, aleluya.
Acá también Rosa dice: «Yo recibo visiones, pero no comprendo todavía». Bueno, ya le di algunos consejos al otro hermano anterior, pero la clave siempre es la oración en la intimidad, la insistencia, horas de rodillas, hasta que uno empieza a llenarse del Espíritu Santo. Y el mismo Espíritu Santo que te dio esa visión va a ser el que te dé la interpretación, a menos que Dios no quiera dar la interpretación en algún caso en particular, que también Él lo hace. Pero normalmente no es así; normalmente Él lo quiere dar, pero quiere que nosotros lo busquemos hasta que Él se muestre, hasta que Él responda. Pedir también sabiduría es muy importante para saber cómo utilizar ese don.
Profetizar es hablar de parte del Señor. Gracias, Yasmina. Dice Rox: «Explica por favor qué es vocera del reino». Alguien que habla de parte del reino de los cielos. Hermana Noelia, he soñado con un cerco de bloques. Bueno, ¿dónde estaba ese cerco? ¿Qué estaba encerrando el cerco? Porque un cerco puede ser bueno, como los cercos que hay en los jardines para proteger al jardín de animales y otras cosas, o un cerco puede ser malo en el sueño y puede representar algún tipo de bloqueo. Si son bloques como de cemento, decís, entonces puede ser algo que esté bloqueando el paso a algo, pero no tengo mayores detalles.
Meditá en estas cosas que dije, Marlene, y quizás entiendas qué estaba mostrando el sueño. Quizás hay algo que está bloqueando algún aspecto de tu vida y el Señor lo está revelando en el sueño para que trates con ese bloqueo.
María José, una vez estaba durmiendo y una voz tremenda vino como del techo de la habitación y me dijo: «Profetiza». Bueno, parece que está bastante claro, María José. Si sos la misma que el otro día interpreté un sueño tuyo, creo que ya te confirmé que tenés un don profético. Y si no, te lo confirmo ahora, profetiza para la gloria de Dios. Adelante, para la gloria de Dios.
No sean como los que escondieron su talento debajo de la tierra, porque el Señor va a pedir cuentas de lo que Él nos dio para ver cómo lo administramos.
Olimpia dice: «¿Será que Dios me ha dado ese don de profecía? Yo le dije a mi hijo: ‘Tú vas a tener un hijo’. Pues yo les aconsejaba a mis hijos menores no tenerlos, y él se asombró, y yo sentí como si algo se hubiera activado, y pues sí, tuvo el niño».
Bueno, hay que ver, porque a veces uno dice cosas por decirlas y justamente da en el blanco, porque era un deseo propio de que eso sea así, y justamente eso iba a ser así. Pero no quiere decir que uno estaba profetizando, no sé si soy clara. Y otro caso es cuando uno profetiza y no se da cuenta de que está profetizando.
Entonces hay que aprender a discernir, porque el corazón es muy engañoso, dice Jeremías, más que todas las cosas, sí, y esto pasa muchísimo en la Iglesia. No digo que sea tu caso, Olimpia, pero estoy explayándome en tu comentario para que todos nos edifiquemos. Sucede mucho que se mezclan los deseos personales con la voz de Dios. No estoy diciendo que a veces los deseos personales no coincidan con la voz de Dios, porque también es posible. Dice la Palabra:
[Jeremías 17:9, RVR1960] Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿quién lo conocerá?
Es decir, que a veces hasta nuestro propio corazón nos puede engañar. Entonces uno con el tiempo tiene que aprender a discernir cuál es la fuente de lo que uno dice, y normalmente el Espíritu Santo confirma a nuestro espíritu que es Él el que está hablando. Es decir, cuando uno está profetizando, el Espíritu Santo te da testimonio de que es Él el que está hablando y no vos.
Pero a veces es tan fuerte el deseo que nosotros tenemos en nuestros corazones que se hace difícil discernir entre una cosa y la otra. Entonces lo mejor cuando esto pasa es menguar cada vez más nosotros para que se manifieste el Espíritu Santo en nosotros, renunciar a nuestros propios deseos, y más aún si tienen que ver con la vida de otra persona y no nos incumben en realidad, para que escuchemos más claro lo que Dios quiere.
Porque si nosotros deseamos mucho y queremos que pase algo sí o sí, o sacamos cuentas premeditadas antes de tiempo, o hacemos suposiciones, o utilizamos mucho la lógica para deducir lo que puede llegar a pasar, todas estas cosas no son convenientes porque nos puede engañar nuestro corazón y en realidad no es Dios el que estaba hablando sino nuestro propio corazón.
Entonces lo mejor es tratar de no desear nada, decirle al Señor: «Señor, sea tu voluntad y no la mía, en mi vida o en la de los demás», y ser como un vaso que se vacía para que el Señor lo llene de su Palabra. Por eso siempre les digo que yo, muchas veces, casi no escucho a ningún otro profeta, salvo que el Espíritu Santo me indique escuchar a tal persona o me quiera confirmar algo que yo dije, y el Espíritu entonces como que me indica que escuche a tal persona que habló de lo mismo que yo dije.
Pero en realidad trato de no escuchar a otras voces proféticas para que después no sea yo repitiendo eso, sino que esté vacía y reciba sin estar influenciada por otras voces. Pero no estoy diciendo que no se pueden escuchar distintas voces proféticas al mismo tiempo, no. Eso tienen que saberlo ustedes en oración con el Señor.
Dios bendiga todas las voces proféticas y menos mal que hay muchas, porque si fuera una sola, ¿cómo se confirmaría la Palabra o cómo sabríamos si está hablando la verdad de parte del Señor, además de comparar lo que dice con la Palabra, no?
Dice Natalia: «Lo de los manuales que Dios te mostró, estoy pasando». Bueno, qué bueno que el Señor te haya hablado. Bueno, cómo saber entonces. No terminé de responderte, porque normalmente si uno tiene el don profético no sucede esto una sola vez, sino que sucede regularmente.
Cuando hay un don, no es que funciona una sola vez y después nunca más, porque es un don, es un regalo, es algo con lo que uno carga y los dones y el llamamiento son irrevocables, dice la Biblia.
Cuando uno tiene un don, el don se manifiesta regularmente. Entonces normalmente no es una sola vez que sucede esto que a vos te pasó, sino que te debería suceder regularmente durante el tiempo. Así que ahí uno tiene una pista de que tiene el don profético.
¿Cómo sé si tengo el don profético? Le pregunto al Señor: «Señor, ¿tengo el don de profecía? Confirmámelo, revelámelo» y demás, y el Señor lo va a hacer. ¿Cómo sé si tengo un don profético? Porque muchas veces se manifiesta cuando uno está orando, cuando uno está alabando, cuando uno está en comunión con otros hermanos. Donde se mueve el Espíritu de Dios en comunión, es como que los dones fluyen aún más porque el Espíritu Santo está ahí en la reunión. Muchas veces los que tienen un don de profecía sienten más fuerte el impulso del Espíritu Santo para profetizar.
En esos momentos es muy favorecedor ir desarrollando el don en comunidad. Y aparte, es más seguro porque al principio es mejor utilizarlo en reunión, en comunión. Dice la Biblia que todos pueden profetizar uno por uno, todos pueden profetizar uno por uno. Es decir, que este don está disponible para todos, que no es lo mismo que ser profeta o profetiza, pero que dice que los demás juzguen, es decir, algunos profeticen y los demás juzguen.
Y cuando uno profetiza en comunión, en reunión, es muy bueno practicarlo con la guía del Espíritu Santo en comunión, más que nada en los primeros tiempos. Aunque también es bueno profetizarse a uno mismo en la intimidad, pero es como que te mantiene guardado al tener otras personas escuchando lo que profetizás para que juzguen lo que uno está profetizando.
Dice acá: «Wow, parece que este es el tema por el cual el Señor dice: ‘Sueño con momentos que pasan y pasan los días y suceden las cosas’», dice Vicente. Bueno, de nuevo, sueños que se cumplen son sueños proféticos. Sueños regulares que se cumplen son sueños proféticos, es decir, son mensajes que avisan cosas que van a suceder por medio de sueños.
¿Cómo saber si es literal o simbólico lo que el Señor te muestra? Esa es una pregunta profunda, ahí nos metemos en terreno para hacer un solo vivo sobre eso. Pero depende de lo que ves, depende de lo que el Señor te muestra. El Señor normalmente da un mensaje. Si es el Señor el que dio ese mensaje, nuestra tarea es buscarlo hasta que Él aclare esas preguntas.
Lo importante, si uno tiene el don, es practicarlo porque con el tiempo uno va aprendiendo esas cosas. Pero si uno no lo usa para la gloria de Dios y la edificación del cuerpo de Cristo, entonces nunca va a aprender a diferenciar ni va a desarrollar la interpretación y demás, porque cuanto más usa uno un don, más se desarrolla.
Al que tiene más se le dará, dice la Biblia, y al que no tiene, aún lo poco que tiene se le será quitado. Este principio es válido en el uso de los dones espirituales que concede el Espíritu de Dios.
Cuanto más lo usa uno, más crece, si lo usa bien por el Espíritu de Dios, y más crece en todas las áreas: en recibir revelación, en interpretar la revelación, en saber cómo entregarla y demás, en administrar la revelación. Pero si uno tiene este don y no lo aplica, entonces siempre se va a quedar en donde está, o hasta puede llegar a empeorar, porque uno es negligente con lo que Dios le ha dado.
Dice Natalia Cabaña: «Yo antes que gane Milei soñé, yo no entendía qué era eso». ¿Qué soñaste, que ganó Milei? Si fue así, entonces era un sueño profético. Y es que vos tenés muchos sueños proféticos, estoy viendo, pero no sabés qué hacer con eso.
Estudiá la Biblia, de nuevo, estudiá en la Biblia sobre todo lo que es profecía, visiones, sueños, interpretación, parábolas, todas las maneras en las que habla el Señor. ¿Cómo hablaba Jesús cuando profetizaba? Si uno tiene algún tipo de don, uno tiene que esmerarse en desarrollarlo, en crecer en eso. Uno tiene que ser como un maestro en eso que hace, desarrollarse en eso.
Esa es la parte que tenemos que hacer nosotros. El Espíritu nos guía, pero si nosotros no hacemos nada, eso va a quedar como está. O va a estar ahí, pero va a ser como una llama que disminuye en vez de aumentar.
Rosa, yo sueño que estoy nadando en agua, pero desesperada. Me estoy ahogando. Bueno, esa es la sensación de tu alma, Rosa, es el estado en el que vos estás ahora, en el que tu alma está ahora.
Es decir, en un estado de sentirte que te ahogás, en un estado de sentir que el agua te llega al cuello. Se dice en Argentina, hay un dicho que cuando uno se siente ahogado, se siente como sobrepasado por la situación que está viviendo, se dice como: «El agua me está llegando al cuello», como decir: «Ya no doy más, en algún momento me ahogo, todo se viene abajo».
Entonces, bueno, eso es lo que muestra tu sueño, ese es el estado en el que vos estás. A veces los sueños muestran el estado de nuestra alma. Cómo estamos durante el día a veces se muestra durante la noche cuando dormimos a través de los sueños.
¿Por qué? Porque el Señor apunta a que uno haga algo con eso. Es decir, si vos te sentís que te estás ahogando, desesperada, que necesitás ayuda y no la encontrás, si no ves salida para alguna situación que estés pasando; entonces el Señor quizás te dice, hijita, mirá, este es el estado en el que está tu alma, pero yo quiero que confíes en mí, quiero que vengas a mí para que descanses en mis brazos. Acordate que mi yugo es liviano. Hacé algo con esto por donde está pasando tu alma, en el sentido de que a veces uno no puede cambiar la situación, no puede hacer nada al respecto de la situación, pero sí en cómo respondemos mientras pasamos por esa prueba, ese ataque, esa aflicción o esa tribulación.
Y el Señor permite este tipo de sueños que revelan nuestro estado de ánimo o el estado de nuestra alma para llamarnos la atención porque muchas veces no nos damos cuenta del lugar que le estamos dando en nuestra vida al miedo, a la desesperación, a la angustia. No estamos confiando realmente en Dios, pensamos que realmente nos vamos a ahogar y demás. Así que, bueno, gloria a Dios por la revelación que Él nos está dando.
Carol dice, yo sueño mucho y sueño cosas que pasan, por ejemplo, que alguien muere en el sueño pero le pasa a otra persona. Bueno, yo lo que siento en tu caso particular, Carol, es que sos intercesora en este tiempo. El Señor lo que más espera de vos en este tiempo es que intercedas por las cosas que Él te está mostrando en el sueño. Y si te pasa esto de que soñás que alguien se muere y después resulta que falleció otra persona; esto suele pasar, yo lo expliqué el otro día en el vivo de interpretación de sueños, creo que fue el número 47, 48 o el anterior. Fijate, Carol, si no lo escuchaste, que a veces uno sueña que le va a pasar algo a alguien pero resulta que después no le pasa a esa persona, le pasa a otra que quizás tenía algo en común con el personaje que apareció en el sueño.
Entonces, ¿qué hacer con esto? Cuando te pasa eso, ya sabiendo que a veces la persona que aparece en tus sueños no es la que después le pasó lo que le pasaba en el sueño, entonces orás e intercedes por esa muerte. Orás así: Señor, cualquier persona que esté por morirse, sea la persona que apareció en el sueño o alguien más, te pido por esa persona en el nombre de Jesús y ahí el Espíritu Santo te va a dar la inspiración para orar por esa persona acorde a lo que sea necesario.
Porque no siempre hay que orar para que no se muera la persona con la que uno está soñando. Quizás su muerte ya está determinada, ya cumplió su tiempo, sus años de vida que le dio el Señor para cumplir su propósito en esta Tierra y entonces, por más que oremos, la persona igualmente va a fallecer. Pero el Espíritu lo revela a alguien o a varias personas para interceder para que la persona se arrepienta antes de fallecer, para interceder para que la persona prepare su casa antes de fallecer, para que se ponga a cuentas o para que la familia se prepare, para que el Señor también le avise a la familia o a la misma persona, etcétera.
Pueden ser muchas las razones por las cuales el Señor te puede dar este tipo de sueños, pero como sos intercesora no dejes de interceder. No sé si lo sabías o no, pero te lo digo o te lo confirmo ahora, Carol, el Señor quiere que intercedas por esos sueños.
Dice Gómez Eduardo: Despierto en la madrugada, leo la Biblia y al dormir de nuevo mis sueños no son los mejores. ¿En qué territorio estás, Eduardo? Porque a veces lo que sucede es que uno está en santidad, no tiene puertas abiertas al enemigo, e igualmente tiene pesadillas o el diablo viene a atacarte en los sueños. Y no estoy hablando de una noche en particular o una noche esporádica sino regularmente.
Cuando tenemos sueños feos regularmente algo está pasando, o son sueños de guerra espiritual donde Dios está entrenando a la persona y entonces se pelea regularmente con brujos… Dice él en Argentina, sí, pero ¿en la casa donde estás, donde vivís, es tuya, es de alguien más? Gracias igual por la aclaración.
Estaba diciendo, puede ser que uno esté en un periodo de entrenamiento donde el Señor te está preparando para ser un guerrero espiritual. Si no hay pecado, si todo está bien en tu vida y el diablo no tiene razón ni derecho para atacarte durante las noches, esta podría ser una posibilidad.
Pero hay otras posibilidades, hay muchas razones por las que esto puede pasar. Normalmente es por pecado, porque hay gente que lee la Biblia, ora, escucha alabanzas, pero igual está en pecado. Y esto es lamentable, es una realidad de hoy donde hay mucha gente que se dice ser hijos de Dios.
En mi casa vivo solo, dice Eduardo. ¿De quién es la casa, es tuya? Que se dicen ser hijos de Dios y que van a la iglesia inclusive, leen la Biblia y demás, y después están en pecados como fornicación, masturbación, pornografía, una ira permanente, falta de perdón. Bueno, muchas otras cosas. Robo. Están robando distintas cosas. Están robando música que no compraron. Están robando en el trabajo. Están pagando mal a sus empleados injustamente, ni siquiera llegan a lo que les corresponde.
Hay muchísimos pecados. Están blasfemando, quizás, contra siervos de Dios, contra manifestaciones del Espíritu de Dios. O sea, hay muchas cosas que se pueden contar como pecado y que pueden influir a la noche en nuestros sueños. Entonces, lo más normal, y no digo que sea tu caso, sino que lo más normal cuando esto pasa es pecado, cuando pasa regularmente.
Si no es pecado, entonces puede ser que Dios te esté preparando. Si los sueños son de guerra espiritual, es decir, si te enfrentás con brujas en el sueño, con hechiceros, demonios, animales y demás, y en el sueño tenés que atacar, aprender a defenderte, a atacar y demás, esto a veces pasa porque Dios está entrenando a la persona para que aprenda cómo defenderse espiritualmente hablando.
Otra de las cosas que puede pasar, y por eso te preguntaba si es tu casa, es que a veces la persona está en santidad, no hay nada que esté mal, no hay ninguna puerta abierta, pero está en una casa que es territorio del enemigo. Entonces, por ejemplo, vos dormís todo el año en tu casa, pero te vas de vacaciones, dormís una semana en un hotel y tenés todos los días ataques espirituales en los sueños. Y decís, ¿qué está pasando si yo estoy bien, estoy en santidad, no estoy en pecado, nada? Pero es que el territorio, quizás ese hotel fue entregado a Mamón, o el dueño es un masón, entonces ese territorio fue dedicado a Satanás.
O en esa habitación donde vos dormís una semana se hicieron hechicerías en la cama o en todos lados, y más siento ahora el fuego del Espíritu Santo porque me anima a continuar con esto. Es decir, cuando uno duerme en territorio que es del enemigo, legalmente hablando, que los dueños de ese lugar no son hijos de Dios, son del enemigo…
Dice Eduardo: Sí, es un departamento y sé que murió un chico en la construcción del edificio. Bueno, viste, por eso yo sentía de preguntarte esto instantáneamente cuando oré en lenguas, porque cuando yo oro en lenguas en los vivos, les aclaro, no oro por orar en lenguas, oro para recibir revelación, porque cuando yo oro en lenguas es como si los cielos se abrieran y yo puedo saber lo que no sabía antes de orar en lenguas.
Porque una de las cosas que pasan cuando uno ora en lenguas del Espíritu Santo es recibir revelación, recibir misterios, ver y demás. Bueno, pero como que me apasionan estos temas, pero no vamos por ahí, vamos con lo que estamos hablando porque es importante para todos lo que estoy diciendo.
Cuando uno está en territorio enemigo, el enemigo habita en ese territorio, entonces te va a atacar, seas hijo de Dios o no. Ahora, lo normal es que si uno está bien y está fuerte espiritualmente hablando, está edificado y demás, uno pueda defenderse en esos sueños, pero igual el diablo te molesta, se sale con la suya en ese sentido porque te molesta, te quita el sueño, no te deja descansar horas corridas y demás, ¿cierto?
Entonces, si esto pasa, depende de la situación, hay que estudiar cuál es la situación particular. Por ejemplo, hay chicas que nosotros ministramos a veces, chicas jóvenes que son solteras, que están estudiando y todavía viven en la casa de sus padres y sus padres no están convertidos, no son hijos de Dios y encima hacen hechicería. Y en la casa hay altares a los brujos, en la casa donde ellas viven, hay velas encendidas a los muertos o demás, ¿no?
Hay estatuas de distintas vírgenes, no sé, estoy tirando ejemplos, ¿no? Que son muy comunes. Por más que esa chica sea hija de Dios y el Señor la proteja, eso no quiere decir que el enemigo no la moleste igual o que no intente amedrentarla, molestarla durante la noche, ¿por qué? Porque esa casa es del diablo, no es de Dios.
Entonces, los espíritus que se van a mover en ese lugar no vienen de arriba, sino de abajo. Por más que el Señor igual pueda mandar uno o más ángeles a proteger a esa hija que es de Él, y el Señor lo hace, pero esa persona que habita ahí va a sentir una batalla espiritual constante en ese lugar.
Y ustedes, de hecho, los que más tienen discernimiento de espíritus, saben que cuando uno entra, por ejemplo, en una casa que está dedicada a Dios, en una casa donde se escucha alabanza permanentemente, donde todos están convertidos y más todavía donde se sirve a Dios, uno entra y siente instantáneamente la presencia del Espíritu Santo, o sea, como que el ambiente es de paz, uno sabe que Dios está ahí, uno duerme como si estuviera durmiendo en nubes de algodón, digamos, uno tiene paz en ese lugar.
De nada, de nada Eduardo, también he visto que me has apoyado en algún momento y me parece que reconozco tu nombre, así que muchas gracias también por eso.
Pero estaba diciendo, lo mismo pasa cuando uno entra en un lugar que le pertenece al enemigo, es instantáneo, o sea, somos distintos, algunos de nosotros somos más perceptibles que otros. Como más proféticos que otros y demás, algunos tienen discernimiento de espíritus, otros no, y dentro de esos dones hay distintos niveles de desarrollo de esos dones también.
Es decir, yo personalmente, cuando estoy en distintos lugares, sé lo que se mueve en cada uno de ellos, pero quizás ustedes lo pueden discernir un poco menos, un poco más, pero creo que hasta los no conversos se dan cuenta cuando en un lugar hay cierto nivel de paz o no.
Y esto se debe porque ¿a quién le pertenece ese territorio? ¿A quién le pertenece ese lugar? Entonces, esto puede ser que el lugar esté maldito, puede ser que el lugar esté embrujado, esto es real, existe, ¿sí? De nada, de nada, bendiciones, bendiciones.
Puede ser que el lugar esté embrujado, puede ser que en el lugar hayan sucedido cosas y por eso esté maldito, como vos decís, y falleció alguien, y es una muerte dudosa, digamos, o haya habido un homicidio o lo que sea en ese lugar, entonces es muy posible que el lugar haya quedado maldito. Entonces, cuando uno duerme, todas esas cosas tienen influencia en nuestra vida espiritual cuando estamos durmiendo.
Porque nuestra vida espiritual no solo incluye la vigilia o cuando estamos despiertos, sino también cuando estamos durmiendo. Así que, orá sobre esto, ungí ese departamento con aceite. Yo simplemente, porque ahora todos van a preguntar cómo se unge el aceite, tomo aceite de oliva virgen, le pongo mis manos y lo bendigo en el nombre de Jesús y digo: Señor, este aceite lo voy a usar para ungir lo que sea necesario, ya sean personas o lugares y listo, o sea, porque es por fe. No hace falta hacer mayores rituales, en mi entendimiento, para ungir un aceite, no tiene que ser un aceite especial, porque en realidad estas cosas se operan por fe.
Entonces, tomá aceite consagrado para el Señor, orado en el nombre de Jesús, y ungí ese lugar. Echá fuera todo espíritu, todo demonio, cortá toda maldición que el Espíritu Santo te revele. Decíle al Señor que ese lugar está dedicado a Él. Si vos orás y dormís en ese lugar, que supongo que sí porque es tu casa, entonces santificá ese lugar. A veces hay territorios que llevan un tiempo en ser conquistados, por más que uno esté haciendo las cosas bien, haya ungido el lugar, orado por él y dedicado a Dios; igualmente, a veces el diablo se resiste por un tiempo.
Y me viene a la mente la conquista de Israel en la Tierra Prometida, no fue fácil. Hay que enfrentar algunas cosas que se movían en la tierra primero, enemigos, hasta que, digamos, el lugar fue conquistado por los hebreos. En los territorios espirituales sucede lo mismo, ¿sí? Pero bueno, creo que se entendió. Si haces todo esto y ves que no cambia nada, ungís el lugar, lo rededicás para Dios, cortás las maldiciones, echás afuera todo demonio que esté ahí y sigue el problema, pedile al Señor que te muestre cuál es el problema, cuál es la estrategia.
Pero no sé por qué, me viene aconsejarte que unjas ese lugar por 40 días con aceite en el nombre de Jesús. No siempre hay que hacerlo así, yo normalmente unjo un lugar una vez, salvo que el Espíritu me dé otra indicación y con eso ya está arreglado el problema. Por ejemplo, en mi casa cada tanto el Espíritu Santo me dice que hay que ungir de nuevo. Pasan meses o años y otra vez el Espíritu me dice que unja la casa por tal y tal cosa. Por eso es importante la guía del Espíritu Santo en todo. Pero bueno, me parece que este consejo es para vos, orá antes de dormir.
Prohíbele al enemigo que entre en tus sueños, que te oprima en tus sueños, que te amedrente, que te haga confundir. Él quiere confundirte y perturbarte. Si uno unge el lugar y no ve un cambio cuando pasan estas cosas, es porque hay otro problema que hay que arreglar antes de ungir. Gloria a Dios, Dios me pidió hacer eso de ungir después de un tiempo, dice Adrián. Bien, gracias por tu testimonio.
Amira dice: Siempre sueño y todo lo que sueño se me cumple, me pasa. También veo perros endemoniados y los reprendo y se van. Bueno, creo que ya te he hablado de tu don profético. ¡Qué bueno! Evelyn, gloria a Dios. Gracias. Zenaida, gloria a Dios. Rosa, ¿es la misma Rosa de antes? No, otra Rosa, ¿no? Otra. Sueño muy seguido que vivo en otras casas. A veces profetizo en las reuniones. Tendrías que contarme algún sueño específico sobre esto, ¿sí? Pero qué bueno, gloria a Dios por tu don profético.
A mí me parece que vos soñás que estás en otras casas porque el Señor te revela cosas de la gente. No solo tenés un don profético, sino también tenés un don de ciencia, que son dos cosas distintas. El don de ciencia es saber por el Espíritu Santo de Dios cosas sobre una persona, grupo, lugar, del pasado o del presente. Es saber.
El don de ciencia es tener conocimiento de algo de manera sobrenatural, que tiene que ver con el pasado o con el presente, no con el futuro. Cuando uno sabe algo que va a suceder en el futuro, ahí ya entra en juego el don de profecía, que también es cuando Dios habla a través de la persona o a la persona.
Y yo recibo que vos soñás seguido que vivís en otras casas porque el Señor te revela cosas de sus lugares. Esto tiene que ver con el don de ciencia, que es saber o tener información de la vida de las personas, naciones o lugares. Es saber del pasado y del presente.
Qué bueno, tenés distintos dones de revelación, Rosa, gloria a Dios. Y también veo que los usás para la gloria de Dios, para bendecir a otros, así que te animo y te confirmo. Adelante, gloria a Dios.
Cira dice: El don de ciencia es muy anhelado por mí. Bueno, dice la Biblia que pidamos los dones, que anhelemos los dones y también es lícito pedirlos, ¿sí? Gracias, Marisol.
Alejandra Cortinas dice: Hace rato oraba por mi familia para que nos liberara de aquello que nos impide acercarnos a Él. Entré en oración y sentí que me dijo «los libero», ¿no sé si fue el Señor o un pensamiento mío? Bueno, ¿cómo se puede saber si fue el Señor o un pensamiento tuyo? En este caso, simplemente con los frutos que vas a ver en el tiempo. Si ves que esta palabra se cumple en la vida de ustedes es porque fue el Señor y si no, no.
Pero tengo un sentir de que sí fue el Señor. Así que gloria al Señor por eso. Y el Señor suele hablar de esa manera, suele responder de esa manera. Así que tené confianza y buscá más al Señor porque Él quiere hablarte más, Alejandra. Pero tenés miedo, divorciate de ese miedo, rechazalo, créele al Señor. Lee lo que está escrito cuando los miedos vengan a decirte que Dios no te habla, que quizás no es Él y demás.
Porque si lo que vos estás recibiendo es bíblico y tiene que ver con los principios bíblicos y con el carácter del Señor que se refleja en la Biblia, entonces muy posiblemente sí venga de Él. Pero si sos incrédula o le das lugar al miedo, a la duda y demás, entonces no vas a poder crecer al nivel que Dios espera porque esas cosas bloquean nuestro crecimiento.
Rubén dice: Yo también discerní que fue Dios quien le habló, amén. Ana Maribel dice: Dios habla en sueños, visiones y audiblemente, y más todavía. Sí, y más. De muchas maneras habla Dios, la gloria es para Dios. Qué bonito, ¿no? Aleluya.
Octavio dice: Don de ciencia, de interpretación de sueños, de sabiduría, de discernimiento, de lenguas, amén. ¿Qué querés decir? ¿Estás gozándote en los dones que otorga el Espíritu Santo? Amén, gloria a Dios.
Mauricia dice: Tengo el don de lenguas pero aún no me sano de una dolencia que padezco. Es que no siempre tiene que ver, de nada Alejandra, una cosa con la otra. O sea, uno puede tener los nueve dones del Espíritu Santo que están mencionados en 1 Corintios 12 y puede ser apóstol, por ejemplo, y tener una enfermedad como Pablo.
No tiene que ver la manifestación del poder de Dios en nosotros con el estado de nuestro cuerpo, en ese sentido que estamos hablando. Hay ministros que están enfermos e igualmente tienen muchos de los dones espirituales que están nombrados en la Biblia.
Yomar dice: Sí, Dios habla de muchas maneras, pero a veces estamos muy distraídos, demasiadas veces, y no lo buscamos para entender lo que nos dijo. Como dice Job 33, que es uno de mis versículos favoritos, 33:14-15, en dos o más maneras habla Dios pero el hombre no entiende. Y después empieza a mencionar distintas maneras en las que Dios habla. Tremendo ese pasaje, léanlo, Job 33, gloria a Dios. De nada, Mauricia.
Marisol dice: Yo he soñado cosas que luego pasan y me alerta el Señor de algunas cosas que me van a pasar. ¿Qué don es este? Puede tener que ver con un don profético. Aquí está el pasaje que les decía:
[Job 33:14, RVR1960] En una o dos maneras habla Dios pero el hombre no entiende, y después sigue relatando en sueño, en visión nocturna, cuando el hombre está en su lecho y las visiones de su cabeza, no, es tremendo ese versículo, me apasiona. Gloria a Dios.
Eva dice: Yo quiero el don de lenguas pero solo he soñado unas dos veces que hablo pero no hablo en lo físico. ¿Pero intentaste hablarlas, Eva? No en el sueño sino en tu vida, en tus momentos de alabanza, de adoración. Muchas veces los dones fluyen más, no es que se activan o no, sino que fluyen más en la alabanza, en el medio de ese ambiente de alabanza, de adoración.
Eva dice: No, no sé cómo. Simplemente cuando uno tiene el don de lenguas las habla, es decir, las primeras palabras extrañas que vengan las repite a través de la boca. Lo que es bueno cuando alguien está en una situación como ella es porque ya se le ha sido confirmado que tiene el don a través de estos sueños, dos veces encima. Entonces es comenzar a orar en español. En tu lengua. Comenzás a orar, comenzás a alabar al Señor, comenzás a adorarle. Le pedís al Señor.
Es más, ahora siento como el fuego del Espíritu mientras les doy este consejo, como la confirmación del Espíritu de que lo tenés. Uno tiene que arrepentirse del miedo de hablar en lenguas, de que las lenguas no sean de Dios, de no creer que Dios te lo quiere dar. Yo veo estas cosas en vos, por eso lo estoy diciendo. Tenés que pedirle perdón al Señor porque Él no va a dar una piedra al que le pide un pedazo de pan, dice la Biblia.
Él guarda a sus hijos y si ya te confirmó dos veces en el sueño que estabas hablando lenguas, que las tenés, entonces hay que hacer algo con eso. Dice: Sí, porque una vez estaba orando y luego me acosté y vino como un ataque y hablé en lengua. ¿Viste? Ya las hablaste en las lenguas, claro, pero las hablaste en un momento de emergencia nada más. Ahora tenés que hablarlas en todo tiempo, porque Pablo dijo: Yo hablo en lenguas más que todos vosotros.
Es muy importante hablar en lenguas, en especial en la intimidad, porque hay un orden para ejercer este don, ¿verdad? Un orden bíblico, que cuando uno está en una congregación, si no hay intérprete, mejor cállese, dice la Biblia, y hable consigo mismo, con Dios, en la intimidad, algo así. Pero cuando uno habla en lenguas, dice la Biblia, uno se edifica a sí mismo. Mi espíritu se edifica, dice la Biblia. Cuando hablo en lenguas, mi espíritu se edifica.
Es muy importante hablar en lenguas, por más que no las podamos interpretar, es muy importante. Así que hablá simplemente. Eva, te dije, empezá a orar, empezá a alabar, empezá a orar, poné alabanzas que te enciendan espiritualmente hablando, o andá a reuniones con hermanos, donde esté la presencia del Espíritu Santo, donde se mueva el poder de Dios, que son como piletas refrescantes en donde los dones fluyen aún más.
Y comenzá a pronunciar esas palabras que te vienen. Más que nada, si no tenés tanta confianza al principio, porque todo esto en realidad no hace falta. El que tiene el don de lenguas lo habla cuando quiere, normalmente si no hay ningún problema.
Entonces, no hace falta todo esto, pero al principio quizás puede ayudar para que uno se suelte. Así que bueno, adelante. Ahora mismo podés hablar en lenguas. Hablá en esas lenguas. Veo el Espíritu Santo encendido en vos. Amén.
Acá dice Octavio en todo tiempo levantando manos. Así es, gloria a Dios. Pero si lo tenés, te lo confirmo por el Espíritu Santo. Una de las cosas que hacen los profetas normalmente es confirmar los dones que la Iglesia tiene, o los ministerios a los cuales son llamados. Y desde mi rol de profetisa te confirmo que tenés el don de lenguas dado por el Señor. Gloria a Dios por eso.
Bueno, wow, ya hace una hora. Pero sentía que teníamos que charlar un poco sobre este tema. Hay muchas cosas para hablar. Maggie dice: Yo hablo muchas lenguas pero no puedo interpretarlas. Bueno, pero por eso no dejes de hablarlas, ¿sí? Alejandra dice: ¿Cómo hablar en lenguas? Por el don del Espíritu Santo. Pedí el don de lenguas. Y leé 1 Corintios 12. Amén, amén.
Amalia dice: Eso mismo me pasó. Durmiendo vi una sombra entrar a mi habitación y me puse a orar en lenguas. Fluyó solo. Me desperté y continué orando. La atmósfera seguía pesada. Sí, hay que orar e insistir, orar en lenguas e insistir en lenguas y en español, en lenguas y en español. Reprender y demás hasta que el diablo entienda que se tiene que ir y que no tiene derecho de estar ahí a menos que lo tenga. Que eso es otra cosa.
Loriani: Una vez alguien ministró mi vida. Vas a profetizar para Dios, hace como siete años, pero aún no lo he visto manifestado en mí en lleno. O no será el tiempo de Dios.
Siento que te ha faltado alguien que te guíe para poder desarrollar tu don, en tu caso. Porque el don está en vos y lo has usado, pero no al nivel que lo tendrías que estar usando ahora por distintas cosas.
Y la mayor razón que yo percibo ahora es falta de conocimiento sobre ese don. La falta de conocimiento es un gran bloqueo para el crecimiento de un don, para el desarrollo de un don. Es una de las peores cosas, junto con la incredulidad de los dones espirituales.
Yo te recomiendo, Loriani, que entres en las piletas de la enseñanza sobre qué es un don profético, cómo se desarrolla, cómo se aplica y demás, de manera intensa.
En el sentido de que estudies la Biblia, de que le pidas al Espíritu Santo alguien que te discipule en esta área. Eso siento para vos, específicamente hablando. Porque a veces uno no crece porque no tiene a nadie, humanamente hablando, además del Espíritu Santo, que lo discipule en esa área. Es decir, no todos son como Eliseo, que necesitaba un mentor, por usar una palabra. Pero a algunos, sí, el Señor les coloca una cabeza sobre ellos, en algún área específica espiritual, para ayudarlos a desarrollarse, para discipularlos en esa área.
Y yo siento que a vos te ha faltado esto. Pedile esto al Señor, si es que vos lo sentís igual que yo o el Espíritu te lo confirma. Y estudia mucho sobre el don de profecía. No lo dejes atrás, no lo dejes donde está. Es importante que lo desarrolles. Pero está ahí.
Cassandra: Usted me dijo que tengo el don, no entiendo muchas cosas, y el Señor me dijo que me transicionó a ministerio. No, dije al principio que no es lo mismo el don profético que el ministerio profético. Si recibiste esto de parte del Señor, gloria a Dios, Dios lo va a confirmar, te va a preparar. Para que trabajes en el ministerio profético. Un ministerio profético sí o sí tiene que tener un don profético.
Pero alguien que tiene un don profético no tiene un ministerio sí o sí. Son dos cosas distintas.
Soñar con personas que ya murieron. Bueno, no hay ninguna pregunta en tu comentario, pero interpreto que querés saber qué significa. Muchas cosas pueden significar…
De nada, Loriani. Cassandra dice, pero no tengo congregación. Bueno, pero pregúntale, pedile al Espíritu Santo, si lo sentís así, por supuesto, que te ponga una cabeza profética para que te ayude a desarrollar tus dones. Un Elías. Pedile al Señor que te mande un Elías. Y todo lo que el Espíritu Santo te vaya indicando para que hagas en este área, hacele caso y vas a ir viendo frutos y vas a ir creciendo. Pero no te desesperes ni te enojes si no ves el crecimiento que esperás.
¿Dónde estábamos? Personas que ya murieron. Solamente voy a nombrar algunos de los significados porque pueden ser muchísimas cosas. Pueden representar a la persona real que ya murió en el sueño. O sea, el sueño puede estar hablando sobre esa persona que ya murió. Pueden representar a personas que están muertas espiritualmente hablando, o sea, en pecado. Puede representar a aspectos de algunas personas o de uno mismo que están muertos o que se van a morir.
Pueden querer decir que hay cosas que faltan sanar en nosotros que tienen que ver con esas personas que ya murieron. Pueden mostrar estos sueños que no dejamos ir en nuestro corazón a alguien que ya falleció. Pueden mostrar que en nosotros hay falta de perdón para con esa persona que ya falleció. El Señor puede estar hablando sobre una característica de esa persona que ya murió, pero no de la persona en sí.
Es decir, si soñás con un profeta que era muy conocido pero ya falleció, el profeta en el sueño puede representar al ministerio de profeta, pero no a esa persona en sí. ¿Se entiende? Si soñás con alguien que tiene dones de sanidad muy importantes y que es muy conocido en la congregación de los santos y ya falleció, puede ser que esa persona represente a los dones de sanidad, pero no a esa persona. Así que bueno, pueden ser muchas cosas.
Pueden ser también espíritus inmundos que se muestren en el sueño en la forma de personas que están fallecidas. Pueden ser brujos que trabajan en el sueño con la imagen de una persona que está fallecida. Es decir, pueden ser muchísimas cosas.
Pueden ser más cosas que acá no he nombrado. Depende de lo que pasó en el sueño. En los vivos que hice, en alguno hablé más extenso sobre interpretación de sueños, pero no me acuerdo cuál es. Pero en uno de los 47 vivos de interpretación de sueños que hice, en uno de ellos nombro, creo que más de 10 posibles significados de una persona que está muerta en un sueño, pero no me acuerdo cuál era.
Soñar con zapatos blancos es caminar en santidad, caminar en pureza, caminar en un camino santo, digamos. Sí, pero depende del contexto. Porque el blanco puede tener un significado negativo, ¿sabían? Blanco, normalmente uno lo conecta en sueños y visiones con santidad, con pureza, con rectitud, con estar limpios y estas cosas.
Pero también hay que tener cuidado porque el blanco, en sentido negativo, puede representar falsa religiosidad, por ejemplo. Como los sepulcros blanqueados. Por fuera se ven blancos, pero por dentro están llenos de muerte. Si uno sueña, por ejemplo, con una serpiente blanca, en este caso no representa pureza, santidad. Puede ser que esa serpiente blanca represente a un espíritu de religiosidad que se está mostrando en el sueño.
Sí, entonces recuerden siempre que no hay que estructurar los símbolos porque Dios los puede usar de distintas maneras y el diablo también.
Cuando soñamos que alguien profetiza sobre un ministerio. ¿Esa sería una confirmación del Señor? Puede ser, lo que pasa es que si no sé cuál es el sueño en sí, es muy difícil. A menos que el Espíritu me dé la respuesta sin yo saber exactamente cuál es el sueño.
Es más concreto, más fácil leer el sueño completo y darte la interpretación que solo una porción del sueño. Y no saber los detalles o lo que pasaba, cómo se desarrolló. Cuando soñamos que alguien profetiza sobre un ministerio. ¿Ese sería? Sí, puede ser, puede ser, pasa muchas veces.
Un perro blanco en visión también, un falso hermano, por ejemplo. Sí, un hermano religioso, podría ser, o un espíritu religioso. Bueno, acá entramos en los sueños y ya volamos. Se toca el tema de los sueños y todos, casi todos, tienen sueños. Díganme si les edifica este tipo de vivos, de transmisiones.
Normalmente hablo de parte del Señor, pero hoy el Espíritu me dijo que los ministre de manera más personal, que responda preguntas y que Él iba a dar los temas de la transmisión.
No, no, todo el mundo sueña, todo el mundo sueña. Y, Janet, hay gente que dice que no sueñan, pero la mayoría sí. Y más los hijos de Dios, pienso yo.
Porque es un medio de comunicación, soñar no es un don, es un medio de comunicación que el Señor utiliza para comunicarse con el soñador. O que el diablo utiliza para comunicarse con el soñador. O donde se muestran cosas de nuestra propia alma, de nuestro propio corazón. Pero es muy importante.
Bueno, me alegro que sea de edificación. Vamos a tratar de hacerlo, entonces, bajo la guía del Espíritu Santo. Un poquito más seguido, este tipo de transmisiones.
Soñé con un ángel de color gris que me alertaba. Bueno, escuchá lo que te alertó y vas a saber si vino del Señor o no. Porque dice la Biblia que hasta el enemigo se disfraza de ángel de luz. Así que hay que tener cuidado. Hay que discernir siempre. Pero sí, lo que te dijo es bíblico. Me llama la atención el color gris, por eso te digo esto. Pero… Fíjate lo que te dijo y orá sobre eso.
Fíjate si va con los principios bíblicos y si es algo que te lleva a estar mejor con el Señor. Que antes acerque a las cosas de Dios y no que te lleve al pecado o que sean consejos que son dudosos.
Acá dice, el Señor me levantó como atalaya. ¿Es lo mismo que ser profeta o tener don de profecía? ¿Cuál es la diferencia? Esto hablamos al principio del video. No, no es lo mismo. El atalaya es alguien que avisa. Y para eso normalmente necesita revelación, dijimos. Pero no es lo mismo que ser profeta. Y ser profeta no es lo mismo que tener don de profecía. Pero mirá el video desde el principio.
También en el canal de mi esposo que es maestro y pastor hay un video sobre atalaya. Que les aconsejo ver a todos los que el Señor está llamando como atalayas. Pero no, no es lo mismo. Se confunde porque tiene cosas en común o similares. Pero básicamente la distinción es la función. ¿Sí? Pero bueno, no vamos a explayarnos sobre esto ahora. Ahí mi esposo lo compartió en el chat.
Dice, Profeta que dure tres horas este tipo de video. Gracias al Señor por su vida y la del pastor. Bueno. Bueno, lo vamos a pensar. De hecho, estamos pensando en hacer una especie de vigilia. Acá está conmigo el maestro, el pastor. Digo así porque su primer llamado es maestro. Y como segundo ministerio el Señor lo llamó como pastor. Y por eso lo menciono así.
Y también para reivindicar el ministerio de maestro hoy en día. Del cual casi nadie habla. Todos en Latinoamérica son llamados pastores. Y no son todos pastores. Entonces es importante llamar a las cosas como son. Por eso siempre les digo, no me digan pastora. Es más, no me gusta que me lo digan. Porque no es mi ministerio. No lo entiendo así tampoco bíblicamente hablando para una mujer.
Y además es muy delicado colocarse un título que Dios no te dio. Y también es muy delicado no utilizar un título que Dios sí te dio. Por eso el Señor me dijo, no tengas vergüenza de hacerte llamar profetisa. Porque eso es lo que sos. Porque ese ministerio nadie te lo dio sino Yo. Aunque ya saben ustedes, no pretendo ni lo busco ni me interesa tener títulos. Lo hago más que nada porque pongo mi nombre así ahora en los vivos. Porque no quiero que me digan pastora. Y porque no quiero que me llamen algo que no soy.
Entonces tengan en claro cuál es el ministerio que cada uno ejerce. Y mi consejo es llamen a las cosas como son. Y no como les gustaría a las personas que sean o como suponen que son. Y dejen claro lo que ustedes son. Bueno, eso es otra cosa. Pero estamos pensando algún viernes o sábado poder hacer alguna vigilia. Y dedicar más tiempo a orar, a interceder por ustedes, a darles palabras, a responder preguntas.
Y aparte porque el Señor nos está llamando a eso en las últimas transmisiones, ¿verdad? Así que les vamos a estar avisando un par de días antes y estemos orando sobre esto. Mañana, dice mi esposo, ya lo quiere hacer. Pero bueno, hoy es miércoles. Este fin de semana, esto ya lo venía como meditando en mi espíritu, preguntando al Señor. Y ya si estoy bien de salud, hoy me siento sinceramente un poquito más o menos.
Ahora cuando ministro es como que el Espíritu Santo me levanta sobrenaturalmente y no se nota nada. O sea, me siento más que bien. Pero después de esto es como que hasta que empecé a transmitir no me sentía del todo bien, hoy en día. Como que algo no estaba bien en mi cuerpo y bueno, voy a ver cómo sigue esto. Si estoy bien, la idea sería que lo hagamos el viernes o el sábado. Más bien me suena más el sábado. De hacer una vigilia con ustedes y dedicar más tiempo para estas cosas.
Porque de mi parte, mucho profetizo de parte del Señor cuando hago las transmisiones. Pero dedico poco tiempo en contestar preguntas personales. No porque no quiera ni me importe, sino porque lo que más el Señor me dice es, habla de mi parte, profetiza de mi parte. Yo quiero hablar, quiero usar tu boca. Pero también siento que es importante la otra parte y también viene del Señor y hay que buscar un balance y ver cómo lo podemos llevar.
Gracias, Mauri. Dice que está orando por nosotros, gloria a Dios. Bueno, oro por ustedes unos minutos y cerramos. Ya están preparando las Biblias, ya están preparando los anotadores, ya se están preparando para la vigilia.
Amado Padre Celestial, Dios de gloria, Dios de majestad, Dios eterno, Dios hermoso, Dios bendito. Gracias, Señor. Te pido, Padre amado, te pido, Señor, que ministres ahora a estas almas, a estos corazones, a estos espíritus que están sedientos. Señor, que te necesitan, que te buscan, que te anhelan.
Todos los que estamos acá reunidos en Tu nombre te amamos. Señor, estamos tan agradecidos por tus sacrificios, Señor, por la entrega de Tu Hijo unigénito. Señor, por nosotros que estábamos en el barro, que éramos despreciables, porque estábamos en todo tipo de pecados. Señor, nadie daba un peso por nosotros, pero vos diste tu Hijo amado, lo único, lo más preciado que tenías, lo más perfecto, Señor.
Lo entregaste por nosotros siendo tan inocente, Señor, como un cordero inocente que era llevado al matadero sin quejarse, sin abrir su boca, y sufrió por nosotros, por nuestra maldad. Y estamos aquí tratando de honrarte, de glorificar tu nombre en estas transmisiones, de entenderte más. Limpia nuestros corazones, Padre, limpia los corazones que se conectan, que escuchan esta palabra ahora o después, porque todo es posible para ti.
Inspira, Señor, por el Espíritu Santo a cada uno lo que tiene que hacer ahora, porque muchos de ellos, yo sé ahora, Señor, que quieren servirte, que anhelan servirte de verdad, pero no saben cómo, Padre. Te pido que respondas esas oraciones, porque no se puede ministrar a mil personas, a miles de personas, en una sola transmisión, si no es en masa.
Pero yo te pido, Señor, que respondas toda cuestión individual a ellos personalmente, que te muestres, que te glorifiques como lo venís haciendo. Que los ayudes a crecer, que quites todo bloqueo que esté trabando sus lenguas, sus dones de profecía, en el nombre de Jesús. Todo don que les hayas dado, que esté ahí como pausado, en el sentido de que no lo estén usando, por ignorancia o por lo que sea.
Te pido, Señor, que enciendas esa llama en este momento, para la edificación de ellos y de tu pueblo. Padre, aclara las preguntas que hoy han sido colocadas en el chat, pero que no se pudieron responder por causa de la cantidad. Señor, en el nombre de Jesús te pido que les des sueños, que respondan a las preguntas que yo hoy no pude responder, por causa de mi capacidad limitada.
Pero tú no tienes capacidad limitada, Padre. Tú puedes dar miles de miles de respuestas al mismo tiempo, porque tú eres Dios y yo no. Padre, responde, bendícelos, coloca un pan en sus manos a los que están necesitados de material y espiritual. Libéralos, Padre, en esta noche, en los sueños. Muéstrales el poder de los sueños. Manifiéstate en los sueños, Padre. Glorifica tu nombre en sus vidas.
Ábreles las puertas que están cerradas por causa del enemigo, Señor. Corta toda maldición en ellos. Imparto ahora dones que me hayas dado, porque no vinieron de mí, sino de ti. ¿Y quién soy yo para guardármelos solamente para mí, Señor? Yo imparto don de profecía ahora. Imparto don de lenguas. Imparto interpretación de lenguas ahora. Imparto don de ciencia ahora. Imparto don de sabiduría, todo don de sanidades que me hayas dado lo imparto ahora.
Si me diste milagros, Señor, los imparto ahora. Imparto todo don que yo ahora no esté nombrando, Padre, que esté en 1 Corintios 12 y que hayas puesto en mí. Señor, ayúdame a multiplicar esto y ayúdalos a ellos a multiplicarlo. Oh, Señor, danos sabiduría para usar esos dones. Señor, libera de todo miedo, porque yo veo mucho miedo que está estancando a mis hermanos para que no crezcan en lo que les diste, para que no crean en lo que les diste.
Señor, confirma. Así como hoy algunas hermanas compartieron que tuvieron sueños de confirmación de que ya tenían el don de lenguas, o que tenían sueños que se cumplían y demás. Padre, confirma todo tipo de dones, a través de los sueños y de otras maneras en el nombre de Jesús. Pero, más que nada, danos amor, porque dice 1 Corintios 13, si entendiera todos los misterios, como diciendo, si caminara en todo el poder, si tuviera todos los misterios, la profecía, las lenguas y demás, pero no tengo amor, nada soy.
Señor, danos amor más que todo para movernos en esos dones, pero a través del amor, y no a través de la arrogancia, el orgullo, la soberbia. Señor, porque Tú eres la fuente de las cosas buenas, el dador de todo lo bueno, y no nosotros. Somos simples vasos. Gloríficate en nuestras vidas. Bendice a estos hermanos, dales claridad en sus mentes ahora. En el nombre de Jesús.
Porque dice 1 Corintios 13, si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como el metal que resuena, como címbalo que retiñe, y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda fe y demás, y no tengo amor, de nada sirve. Oh, Padre, dales claridad ahora en sus mentes.
Yo despejo toda confusión, toda duda, toda nube en sus mentes para que entiendan. Oh, Señor, revela Tu palabra escrita a ellos. Imparte ahora entendimiento bíblico en el nombre de Jesús. Gracias, Señor, por la liberación que estás dando ahora a ellos, por la sanidad en sus corazones, porque veo algunos que están llorando, pero es porque están sacando las cosas que tienen que salir de adentro de ellos, cosas estancadas que necesitaban sanidad y salir, ser liberadas.
Señor, ayuda a perdonar a todo aquel que está estancado en la falta de perdón, en el nombre de Jesús. Ayuda a resistir a las injusticias, a los que son maltratados. Ayuda a bajar la cabeza a los que tienen que bajarla, por causa del orgullo, para ser refinados. Oh, Señor, ayúdanos a complacerte, a agradarte, a que digas de nosotros: esta es mi hija amada, este es mi hijo amado, así como dijiste sobre Jesús: este es mi hijo amado, en él tengo complacencia, a él oíd.
Oh, Padre de la gloria, gracias, Señor, avísanos todo lo que va a venir para que nos preparemos, Padre. Alerta nuestros espíritus, danos sabiduría, estrategias para vencer al enemigo. Así como hoy le diste la estrategia a este hermano, sobre el departamento donde vive. En el nombre de Jesús, danos estrategias a cada uno en particular sobre lo que hay que hacer. Como cuando Josué supo que tenía que dar siete vueltas alrededor de Jericó para conquistarla. Danos estrategias específicas de acuerdo a lo que cada uno esté pasando, Padre.
En el nombre de Jesús, otorga soluciones y respuestas. Ahora, por Tu Espíritu Santo. Habla, Señor. Muestra Tu poder. Restaura la profecía en Tu Iglesia, Padre. Ayúdanos a discernir, a ser inteligentes, despiertos, a orar por todo, Señor, a buscarte por todo, porque querés ser encontrado. Gracias, Padre. Gracias, Señor. Yo imparto amor a los hermanos que están solos, amor fraternal, en un abrazo de mi espíritu a todos aquellos que se sienten solos ahora. No están solos, dice el Señor. Estoy con ustedes, hijitos. Y los amo, los sostengo, los guío, los cuido y los abrazo.
No tengan miedo, porque no están solos. Son más los que están con ustedes que los que están contra ustedes, dice el Señor. No teman. Porque soy el grande de Israel, el defensor de Israel. Y ustedes son míos. Amén. Gracias, Padre. Santo eres, Señor. Imparto interpretación de sueños y visiones ahora, en el nombre de Jesús. Y te pido especialmente que a todos esos atalayas que estoy viendo que vienen a estas transmisiones, les hables claro, conciso y les confirmes el trabajo que les estás dando, Padre. En el nombre de Jesús.
Y les des denuedo y valentía para hablar lo que están viendo que viene. En el nombre de Jesús. Amén. Aleluya. Nos vemos este viernes, pasado mañana, si Dios quiere, para la gloria de Dios. Y les avisamos sobre el tema de la próxima vigilia, también para la gloria de Dios. Amén. Saludos desde Argentina, de mi esposo y mío. Y estén en permanente oración, sin bajar las manos. Como cuando Moisés tenía las manos permanentemente levantadas.
Mientras ustedes levanten sus manos para alabar, bendecir, glorificar al Señor, la victoria la van a tener. Pero si ustedes bajan sus manos, así como cuando Moisés bajaba las manos, Israel perdía la batalla. Pero cuando subía sus manos, Israel ganaba la batalla. Si ustedes bajan sus manos en la oración, en los ayunos, en la alabanza, en la consagración a Dios, entonces no van a ganar la batalla. Lo mismo que sucedía con su siervo Moisés. Amén. Saludos y bendiciones.