El Señor nos bendiga a todos los hermanos que se van conectando en este 26 de abril del año 2024, preparados para comenzar este fin de semana con una palabra refrescante de parte de nuestro Dios, con una palabra edificante, con una palabra que trae claridad, con una palabra que trae dirección, con una palabra que bendice, tal vez hasta que corrige. Pero cuán necesarias son las palabras de nuestro Dios en estos últimos días: días pervertidos por causa de que el mal se incrementa; días complicados por causa de que el amor se enfría; días en que, si el Señor no coloca luz en nuestros pasos, es muy fácil desviarse.
El Señor sabe que hay un pueblo que está saliendo de Egipto y que necesita esa nube de día y esa columna de noche para que su camino sea iluminado y sepa fehacientemente y sin dudar por dónde tiene que ir. El Señor te guarde, el Señor te ampare, el Señor te dé entendimiento y claridad sobre lo que Él va a hablar hoy a sus escogidos, a aquellos que han decidido seguir a Jesús como su Salvador.
¡Aleluya! La gloria, la honra, el imperio, la potestad y todo don perfecto le pertenecen a Él, al Padre de las luces, al Padre de los Espíritus, a un Padre que nos ama tanto que envió a su único Hijo, a su Hijo Unigénito, para ser entregado en ese matadero por nosotros. Así nos amó ese Dios todopoderoso en el cual creemos, al cual adoramos, en quien tenemos puestos nuestros ojos y nuestro foco. Oh, gracias, Señor, porque hoy abres las ventanas del cielo para derramar de esa agua que tienes para darnos de beber y que ya no tengamos sed, la única agua que calma verdaderamente nuestra sed.
Y yo escucho al Espíritu de Dios que le dice a todo aquel que tiene oídos para oír: Hijitos, estoy escudriñando sus corazones. Y yo (Noelia) veo muchos signos de pregunta en sus corazones. Hay muchas cuestiones que tienen que ser tratadas y que están en sus corazones, dice el Señor. Hay muchas preguntas, preguntas para las cuales ustedes han encontrado respuestas, pero solamente hasta un punto, hasta un nivel, y Yo quiero traerles claridad a través de mi Palabra para que completen esas respuestas y sean entendidos en todas las áreas de su vida y en todas las cosas, especialmente las espirituales.
Porque en este último tiempo, dice el Señor, estoy preparando a un pueblo, le estoy dando entendimiento, un entendimiento especial que estoy derramando para estos últimos días. Por eso dice el Libro de Daniel que los entendidos resplandecerán, porque en estos últimos días estoy derramando desde el cielo hacia la tierra, sobre aquellos que son dignos de recibirlo, un entendimiento mayor, un entendimiento que las generaciones anteriores no eran vasos preparados para recibir este tipo de entendimiento. Pero los vasos de estos últimos días sí son vasos hechos y preparados para recibir este tipo de entendimiento.
[Daniel 12:3, RVR1960] Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
El Señor dice: Hijitos, abran sus corazones, abran sus oídos, despejen su mente. Relájense. Aquieten las aguas de sus espíritus, para que cuando Yo les hable lo que les quiero hablar, estén aptos para recibir esa palabra, como cuando una flor está abierta y puede recibir la luz del sol, pero cuando está cerrada no la puede recibir. Ustedes sean como esa flor, que cuando está abierta, está apta para recibir la luz del sol. Hoy los quiero iluminar, iluminar sus mentes, iluminar sus corazones a través de esta palabra. Pero ustedes tienen que ser receptivos, para que cuando Yo hable, esas palabras ingresen sin encontrar obstáculos en ustedes, para que cuando Yo hable, esas palabras no sean retenidas por ningún bloqueo, por ninguna incredulidad, por ninguna duda, por ninguna confusión que los esté queriendo atacar.
Ábranse para recibir estas flechas que voy a enviar para dar en el blanco de sus corazones, dice el Señor, porque hoy traigo claridad, y muchas dudas que ustedes tenían se van a disipar. He escuchado las preguntas de mi pueblo y me estoy disponiendo a responderlas, porque soy un Dios misericordioso que escucha las inquietudes de sus hijos, aún más que cuando un padre terrenal escucha las inquietudes de un hijo terrenal. No hay nada al azar, dice el Señor, y no hay preguntas que estén en sus corazones que se me escapen. Estoy consciente de absolutamente todos los procesos que están sucediendo en sus corazones al mismo tiempo, y no solo eso, sino que me estoy ocupando de ellos, de ponerles un principio y un final. Pero sepan que aquellos procesos que son dolorosos tienen un final, si ustedes se disponen a hacer su parte para que mi propósito en ellos se cumpla.
Hijitos, estoy al tanto de todo lo que les pasa, de todo lo que hablan, de todo lo que no hablan. Estoy al tanto de lo que piensan todos los corazones de los hombres al mismo tiempo. Hijitos, soy un Dios que todo lo sabe, dice el Señor, que todo lo contempla, que todo lo pesa en su balanza, incluyendo los pensamientos de los corazones. Tienen que prestar más atención a lo que piensan sus corazones, porque a veces el enemigo no tiene éxito atacándolos por fuera o tentándolos por fuera de sus corazones. Sin embargo, encuentra un área desprotegida adentro de ellos y encuentra un terreno donde puede moverse con bastante libertad. Hijitos, presten atención a los pensamientos, dice el Señor. Es más importante de lo que ustedes piensan, porque todo parte del corazón. Todo comienza en algún lugar, y antes de que cualquier acto de la vida del hombre sea concretado, primero se piensa. Antes de que un plan se lleve a cabo, primero se piensa. Antes de cometer un pecado, primero es pensado.
[Proverbios 4:23, RVR1960] Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
Hijitos, dice el Señor, algunos de ustedes tienen el corazón partido a la mitad. La mitad de su corazón me pertenece, pero la otra mitad no me pertenece. Ustedes han decidido seguirme a medias y no de todo corazón. Por lo tanto, los resultados que están viendo en sus vidas son a medias y no totales. Caminan mitad en la verdad y mitad en mentira. Por lo tanto, sus vidas están divididas. En algunas cosas ven resultados positivos, mas en otras cosas ven resultados negativos. Hijitos, en la medida que ustedes apliquen las cosas que les he mandado, de acuerdo con la obediencia que tengan, va a ser el éxito que tengan en sus vidas. Pero algunos de ustedes no están conscientes de que tienen un pie en el reino y un pie en el mundo. Están indecisos. Son fluctuantes. Tienen doble ánimo. Un día dicen que me aman y se casan conmigo, pero al otro día se divorcian de mí y se van tras los baales.
[Santiago 1:8, RVR1960] El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
[Mateo 6:24, RVR1960] Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Como cuando un famoso tiene tanto dinero que no tiene problemas económicos y que no vacila en que, cuando conoce a alguien del cual tiene un flechazo, se casa con esa persona, pero tomando esta decisión sin contar los costos, al mes se divorcia de ella. Y así son muchos famosos que suelen hacer este tipo de locuras, casándose con alguien que recién acaban de conocer, y a veces no pasa ni siquiera un mes y se divorcian de esa persona, porque no contaron los costos antes de realizar ese pacto. No conocieron a la persona para realmente llegar a una decisión sabia, sino que decidieron por impulsos, jugaron con el pacto matrimonial, se comprometieron supuestamente para siempre, pero al poco tiempo, sin dudar y sin tener mala conciencia, dejaron todo eso que confesaron unos minutos atrás.
Hijitos, ¿a ustedes les suena fuerte lo que estoy diciendo, dice el Señor? A mí mucho más. Porque muchos de ustedes se casan conmigo y al poco tiempo se divorcian de mí. Muchos de ustedes se comprometen, pero se comprometen a medias, y cuando ven que ya no les conviene, o que no pueden sostener ese compromiso, o que no quieren sostenerlo, que no quieren guardar ese pacto conmigo, lo destruyen y juegan con mis cosas. Así como esos famosos juegan con el matrimonio, cuando hacen estas cosas de conocer a alguien y casarse inmediatamente, simplemente por capricho, para después divorciarse lo más pronto posible.
Hijitos, no sean livianos. Si se van a poner el anillo matrimonial en sus manos, que sea para siempre. Si van a entrar en un pacto conmigo, dice Jesús, que sea eterno y no solo por un tiempo. Porque cuando Yo me entregué en ese madero, dice Jesús, no me entregué a medias, no di la mitad de mi cuerpo, no dejé incompleto ese sacrificio, sino que fui en obediencia hasta el final, para que todo aquel que crea en Mí entre en un pacto eterno conmigo, en un nuevo pacto en mi sangre.
[Juan 13:1, RVR1960] Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Hijitos, muchos de ustedes no están comprometidos conmigo, sin embargo, dicen que me siguen, y esa es la razón principal de todos sus problemas, porque están jugando con mi pacto. Porque algún día se habían puesto el anillo de casamiento en sus manos, pero después se lo quitaron. Arrepiéntanse, dice el Señor, de ser inconstantes, de tener doble ánimo, de un día querer seguirme y al otro día darme vuelta la cara, de un día decirme que me aman y al otro día no querer saber nada de mí.
Y de hecho, yo (Noelia) estoy sabiendo que muchos de ustedes tienen problemas en sus relaciones de pareja, inestabilidad, porque ustedes son inestables con el Señor, porque ustedes juegan con el pacto del Señor. Por lo tanto, como consecuencia de este pecado, les pasa lo mismo en su vida matrimonial. E inclusive los que todavía no están casados notan que normalmente los pretendientes que tienen nunca llegan a comprometerse verdaderamente con ustedes, sino que un día vienen y les dicen que los aman, pero al otro día no quieren saber nada de ustedes. Y muchas veces esto pasa porque ustedes tienen esta actitud para con el novio perfecto, para con nuestro Señor Jesucristo.
[Gálatas 2:20, RVR1960] Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Hijitos, dice el Señor, ustedes tienen que entender lo que significa la palabra compromiso. Porque no solamente es que no se comprometen conmigo, sino que les cuesta comprometerse con cualquier cosa, con cualquier tipo de relación. No se comprometen con los trabajos, no se comprometen con sus amistades, no se comprometen con sus esposos, dan una palabra y después no la cumplen, y no tienen conciencia de las consecuencias que provoca que estén fallando en este área. Mi pueblo tiene falta de compromiso, dice el Señor, y le está afectando para su mal. Y me viene la porción de la Escritura que dice que el pueblo perece por falta de conocimiento.
[Oseas 4:6, RVR1960] Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Mi pueblo subestima lo que es el compromiso, dice Jesús. Y no se ha casado conmigo verdaderamente y para siempre. Es sólo un remanente, que realmente me son fieles de todo corazón y que saben que cuando se comprometieron conmigo lo hicieron para siempre, aun si es necesario pasar por la muerte. Hijitos, la falta de compromiso en todas las áreas de sus vidas, no solamente con lo que tiene que ver con el reino de los cielos, los está afectando de distintas maneras y ustedes no son conscientes de ello. Por eso hoy vengo a ponerles un espejo enfrente de sus rostros para que puedan reconocer que están fallando en esta área y, quizás restaurándola, encuentren paz y orden, y muchas cosas en sus vidas comiencen a funcionar.
El Señor dice: compromiso. Quiero que se comprometan de todo corazón y dejen de jugar con el pacto que tienen conmigo. Porque muchos de ustedes son como niños espirituales que no han crecido, niños que cuando van a un restaurante piden cierta comida, pero a los 10 minutos se arrepienten de lo que pidieron y cambian de opinión y quieren otra comida. Mis hijos son caprichosos y a la hora de tomar decisiones no las toman con seriedad, no están verdaderamente decididos por dentro muchas veces cuando deciden. Por lo tanto, no se comprometen con eso que decidieron, es decir, eligieron algo, pero en realidad muchas veces nunca tomaron una decisión asentada y segura en sus corazones.
[Santiago 1:22-24, RVR1960] Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la Palabra, pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro, se ve a sí mismo, luego se aleja y se olvida de cómo es.
Algunos de ustedes se casaron con una persona, pero con el tiempo se arrepintieron de haberse casado con esa persona porque en realidad cuando decidieron entrar en ese pacto matrimonial no estaban 100% convencidos por distintas razones. Hijitos, tienen que entender la importancia del compromiso. Porque en la medida en la que se comprometan en cualquier área, en cualquier aspecto, en esa misma medida van a ser los resultados que van a tener en ese área.
Y yo (Noelia) estoy sabiendo ahora que muchos de ustedes encontraron un trabajo nuevo, tienen un trabajo nuevo. Pero en realidad tomaron ese trabajo porque no tenían otra opción, pero por dentro no estaban comprometidos con ese trabajo, nunca se comprometieron. Dijeron: «Bueno, voy a probar cómo me va en este trabajo», pero nunca en sus corazones tomaron conciencia de que era necesario comprometerse con ese rol en el que entraron en ese trabajo. Por lo tanto, los resultados que están viendo en sus trabajos son inestables, porque ustedes son inestables primeramente por dentro, dice el Señor.
[Isaías 55:10, RVR1960] Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Aprendan a ser asentados, a comprometerse, a dar la palabra y a cumplirla, porque todo lo que yo dije que iba a hacer lo hice. Mi sí nunca fue no y mi no nunca fue sí. Pero ustedes muchas veces dicen sí y por dentro es un no, y muchas veces dicen no y por dentro es un sí, y siguen siendo livianos en todo tipo de compromisos. Hijitos, quiero que mi pueblo madure, dice el Señor, y que entienda que las cosas espirituales son serias. Que entiendan que las decisiones que ustedes toman van a acarrear consecuencias, y aún el nivel del compromiso en las decisiones que tomen va a influir en el nivel de las consecuencias que van a afrontar después. Hijitos, sean sabios, y cuando vayan a dar un paso, piensen bien primero, y cuando vayan a empezar a formar parte de algo, comprométanse 100% en eso en lo que van a formar parte.
[Mateo 12:36, RVR1960] Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Porque yo (Noelia) también estoy viendo a algunos de ustedes que comienzan, por ejemplo, un curso de cocina, pero tampoco se comprometieron a terminar ese año escolar de ese curso de cocina o a terminarlo desde el principio hasta el final. Si ese curso de cocina, por ejemplo, durara cuatro meses, ustedes se inscribieron en ese curso de cocina, pero en sus corazones no decidieron nunca realmente estar comprometidos con esa actividad. Entonces van a tomar esas clases, pero su corazón está ahí a medias y la otra mitad no está en esa clase. Están atentos a lo que el profesor habla, pero el interés está en un nivel medio y no total; por lo tanto, los resultados que van a tener son mediocres, dice el Señor.
Y ustedes ahora, algunos de ustedes, están pensando: «¿Por qué el Señor nos habla de estas cosas que no son importantes?» Y no están entendiendo que, si ustedes no son fieles en lo poco, el Señor no los va a poner en lo mucho. Porque el compromiso que tienen conmigo se muestra en el compromiso que tienen con el resto de las cosas de su vida. Es decir, si ustedes no saben comprometerse con sus propias parejas al nivel que deberían haberlo hecho desde el principio, cuando nació ese pacto matrimonial, si ustedes no se comprometen con sus parejas, tampoco lo van a hacer conmigo. Si ustedes manejan las cosas de su vida de una manera superficial, van a tener una relación superficial también conmigo, porque la vida se maneja en patrones, y como son en ciertas áreas de su vida, es como son conmigo. Tengan cuidado, dice el Señor.
[Lucas 16:10, RVR1960] El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
[Lucas 19:17, RVR1960] Y él le dijo: Bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrá autoridad sobre diez ciudades.
Y yo (Noelia) veo un edificio que está desarmado. Ese edificio son algunos de ustedes que no se sienten firmes, son inconstantes. Un día quieren una cosa, al otro día quieren otra cosa, indecisos, y las decisiones que toman son a medias, no son decisiones al 100%, no están 100% convencidos cuando toman ciertas decisiones. Por lo tanto, son como un edificio que es fácil de derribar porque no tienen determinación a la hora de tomar una decisión y porque no se comprometen con lo que decidieron, porque nunca estuvieron seguros de lo que decidieron. Sin embargo, una persona que es indecisa y que no se compromete nunca va a tener estabilidad en su vida, en ningún área.
[Santiago 1:6-8, RVR1960] Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
[Efesios 4:14, RVR1960] Para que no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.
Y yo (Noelia) vuelvo a ver a un hombre que un día quiere comprometerse con su novia para casarse, pero después que pasan unos días se arrepiente. Es como si se pusiera el anillo de compromiso, pero a los pocos días se lo saca, y después se arrepiente de eso y se lo vuelve a poner, y después se lo saca. En realidad, nunca se comprometió al 100%, sino que está jugando, a sabiendas o inconscientemente, está jugando con ese compromiso, está jugando con el corazón de esa persona, con la vida de esa persona, con el futuro de esa persona. La falta de compromiso genera mucho daño, dice el Señor, daña los corazones, y ustedes son inconstantes, inclusive cuando han dicho que se comprometían con algo o con alguien.
[1 Juan 2:19, RVR1960] Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Y me repite el Señor. Me habla sobre las amistades y dice: algunos de ustedes hicieron nacer cierto tipo de amistades, pero en realidad nunca se comprometieron con esas amistades, sino que jugaron con esas amistades. Porque un día querían seguir siendo amigos o amigas de esas personas, pero después de unos días o cuando hubo problemas, renunciaron a esa amistad. Es lo mismo que con el casamiento, se casaron con esos amigos y después se divorciaron, metafóricamente hablando, se comprometieron, pero después se arrepintieron de haberse comprometido con esas amistades y entonces las abandonaron.
Hijitos, la falta de compromiso daña, dice el Señor, lastima, deja marcas profundas, deja traumas en el alma de la otra persona. No jueguen con el corazón de los demás. Tomen decisiones que nada ni nadie pueda cambiar, comenzando por seguirme a Mí. Porque muchos de ustedes son como el que va y viene, dice el Señor. Dice Salmos 15:4: «Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que le temen a Jehová, el que aun jurando en daño suyo no por eso cambia. El que hace estas cosas no resbalará jamás.»
Y yo (Noelia) veo a una persona que está lastimada, está como si le hubieran cortado con cuchillos los brazos y tiene el corazón con puñales. Es como si fuera una oveja que está dañada, una oveja que está lastimada. Y el Señor me hace saber que esta visión representa a algunos de ustedes que están en ese estado: dañados, lastimados, traumados, dolidos, sangrando por dentro. Y el Señor nos hace saber hoy que la falta de compromiso es una de las razones por las cuales su pueblo está sufriendo tanto.
Si ustedes, dice el Señor, verdaderamente se casaran conmigo para siempre, nuestro casamiento tendría un principio, pero no un final. Verdaderamente empezarían a conocer lo que es la estabilidad en sus vidas. Si ustedes verdaderamente decidieran seguirme de todo corazón, siendo conscientes de que van a pasar por momentos difíciles y por momentos no tan difíciles, por momentos de alegría y por momentos de tristeza, estando conscientes de que van a tener que pagar un precio, que es la aflicción y la tribulación para poder seguirme hasta el final.
Si ustedes se comprometieran conmigo al 100% con todo su corazón, aun sabiendo las cosas que posiblemente van a tener que enfrentar y por las cuales van a pasar, aun sabiendo el sufrimiento que les va a tocar, la persecución, el perjurio y todas las cosas que duelen. Si ustedes igualmente tomaran esa decisión al 100% de todo corazón, dice Jesús, entonces muchas cosas en sus vidas se solucionarían. Porque es la falta del compromiso conmigo, en primer lugar, la que se está reflejando en el resto de las áreas de sus vidas. Porque para ir al cuarto secreto y pedirme que les solucione todas las cosas de un momento para otro, para eso no dudan, mas sin embargo no están comprometidos conmigo.
[Isaías 54:5, RVR1960] Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
El Señor dice: Yo quiero casarme con muchos de ustedes. Yo quiero ser el marido de todos los que se sienten solos, de todos los que necesitan una compañía. Porque yo (Noelia) estoy viendo ahora que muchos de ustedes literalmente están solteros y anhelan un esposo, una esposa. Les hace falta esa ayuda idónea, esa compañía, tener a alguien para charlar, para compartir, para tomar un mate, se dice en Argentina. Porque eso veo, a alguien que anhela tener a alguien para tomar un mate con esa persona, para contarle cómo está, cómo se siente, para tomar decisiones en conjunto, para preguntarle por opiniones, para que cuando se vaya a dormir en la noche se sienta acompañado y no tan solitario. Muchos de ustedes están solteros y saben lo que es anhelar una pareja.
[Oseas 2:19, RVR1960] Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Pero el Señor te dice hoy: Yo te anhelo más de lo que estás anhelando a esa pareja. Yo soy un esposo que se compromete 100% y para siempre, que no abandona a su esposa y que no le es infiel. Yo permanezco para siempre al lado de los que me eligen. Si ustedes primeramente se casan conmigo y se comprometen de todo corazón, de verdad y no sólo en las palabras, muchas cosas serían sanas en sus almas. Y para cuando venga esa pareja que están esperando, no se convertiría en un ídolo para ustedes, porque Yo estaría primero que ella. Pero algunos lo que anhelan cuando están buscando pareja desesperadamente por causa de la soltería es poner a esa persona en mi lugar, y no se están dando cuenta. Pero Yo quiero estar primero en todas tus cosas. Yo quiero ser lo primero en lo que pienses en las mañanas cuando te despiertas y no tu pareja. Yo quiero ser tu amigo más fiel, el que nunca te abandonó y el que se comprometió con esa amistad, teniendo un principio, pero no un final. Yo quiero ser el primero en tu corazón. Yo quiero que te pongas ese anillo y te cases conmigo, pero para siempre y que no dudes ni un día.
[Oseas 2:20, RVR1960] Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.
[Isaías 40:28, RVR1960] ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los continentes de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con el cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
[Deuteronomio 6:5, RVR1960] Y amarás a Jehová de todo tu corazón, de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Hijitos, dice el Señor, para los que están casados, ¿acaso no duele cuando sus parejas les dicen que ya no quieren saber nada de ustedes? ¿Acaso no es doloroso cuando ustedes aman a sus esposas, a sus esposos, y ellos les dicen que ya no los quieren más, que ya no quieren vivir a su lado? ¿Acaso no es una de las cosas más dolorosas que pueden escuchar? Imagínense si ustedes, no sabiendo amar como deberían amar, si a ustedes les duele así, cómo me duele mi corazón cuando ustedes me dicen lo mismo a mí. Cuando ustedes son más fluctuantes que con sus parejas terrenales, porque conmigo juegan más porque no me ven.
Hijitos, quiero que mi pueblo se comprometa. Quiero que mi pueblo haga pacto eterno conmigo, quiero que mi pueblo tenga conciencia de la importancia del compromiso, de ir hasta el final. Y yo (Noelia) estoy viendo ahora que cuando dos parejas se casan, la persona que los casa, normalmente, creo que depende de los países, es distinto lo que se declara, lo que se dice en el momento de sellar el matrimonio, pero una de las cosas que se suele decir es algo como: ¿Estás dispuesto a seguir con tu esposo o tu esposa hasta que la muerte los separe? ¿Estás dispuesto a pasar por alegrías, por tristezas, por tiempos difíciles? Hay una frase muy conocida que es «hasta que la muerte los separe», casarse hasta que la muerte los separe. Y la persona en el lugar, en el momento que se realiza el matrimonio, tiene que responder y tiene que dar testimonio con su boca de que lo decide, entonces tiene que decir: sí, quiero, por ejemplo.
Y el Señor trae este ejemplo, porque en realidad todo el mundo sabe, en su conciencia, porque las leyes están escritas en los corazones, que un pacto matrimonial debería ser para siempre, esa es la idea. Y me viene el libro de Génesis donde dice: y el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Esta es la idea de Dios y todo el mundo sabe que es así, que así debería ser y que así son las leyes del Señor; que cuando dos personas se unen, varón y hembra, debería ser para siempre.
[Génesis 2:24, RVR1960] Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Jesús reivindicó a lo que estaba escrito en Génesis por causa de que estaban hablando sobre el divorcio.
[Mateo 19:5-6, RVR1960] Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Es decir, todo el mundo sabe en su corazón que por más que hoy en día la gente, especialmente los que están en el mundo (pero no solamente los que están en el mundo, lamentablemente), se casan y se divorcian cuando quieren, como quieren, acorde a sus criterios, o a sus ganas, a sus decisiones livianas, sus impulsos y demás. Igualmente, todo el mundo sabe en su corazón que no debería ser así, que un pacto matrimonial está creado para resistir el fuego, para resistir las aguas, para resistir la tormenta, el viento, lo que sea que venga contra ese pacto. Está hecho y está ideado para ser para siempre hasta que la muerte los separe.
Y muchos de ustedes no han entendido lo que es entrar en mi pacto, dice Jesús, porque muchos de ustedes no entienden lo que es un pacto. Y que cuando ustedes en el matrimonio simbólicamente se colocan un anillo en sus manos, es un símbolo de que le pertenecen a la persona con la que se casaron para siempre y por siempre, hasta que la muerte los separe. Hoy quiero que empiecen a ser serios con el compromiso. Y que estudien y entiendan lo que es un pacto; que cuando se establece un pacto, hay un antes y un después de ese pacto, y las cosas cambian. Porque después de un pacto las cosas nunca son las mismas que como eran antes, no son iguales. Así como cuando uno es soltero, después de casarse, la vida cambia rotundamente, un pacto cambia todas las cosas, y muchos de ustedes no han entendido lo que es entrar en mi pacto, dice Jesús.
[2 Crónicas 34:31, RVR1960] Y el Rey se puso en pie en su lugar, e hizo pacto delante de Jehová, de andar en pos de Jehová, y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, haciendo cumplir las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.
Hijitos, hoy los estoy llamando a que entiendan, a que escuchen y comprendan la seriedad de un pacto, el compromiso que requiere un pacto, las consecuencias de respetar ese pacto o de no respetarlo, las consecuencias de honrar ese pacto o de no honrar ese pacto. Hijitos, dice el Señor, entiendan que les estoy hablando sobre cosas espirituales profundas que afectan sus vidas materiales. Y que si ustedes son capaces y logran entender a dónde los quiero llevar con lo que estoy hablando, van a encontrar libertad, sanidad, liberación y bendición en muchas áreas. No escuchen estas palabras y digan «no entiendo, mejor me voy y no las escucho más»; escuchen y entren en un principio de entenderlas para que después esa palabra siga trabajando adentro de ustedes y los lleve a toda verdad y a toda libertad.
[Deuteronomio 29:12, RVR1960] Para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo.
[Juan 17:21, RVR1960] Para que todos sean uno; como Tú, oh, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste.
Hijitos, tengan fe, dice el Señor, porque si les estoy hablando de estas cosas es porque los hice aptos de entenderlas; nada más que todo tiene un tiempo, y a veces las palabras tienen que ser procesadas, tienen que ser digeridas, hay que darles un tiempo porque hay un tiempo para todo. Y así como cuando el cocinero espera a que la comida esté lista y no la consume antes de tiempo porque está cruda, sino que sabe que tiene que darle un tiempo para que esté lista, para que cuando la coma no le haga mal. Así a veces ustedes tienen que darles un tiempo a las palabras que entran en sus espíritus para que maduren, para que llegue un momento a donde finalmente las entiendan. Pero por eso no van a dejar de comer, no van a dejar de alimentarse; ustedes no dejan de alimentarse porque la comida necesita un tiempo para cocinarse, no dejen de alimentarse espiritualmente hablando, aun cuando todavía no puedan digerir lo que se está diciendo.
Sean pacientes, porque mi Espíritu, mientras Yo estoy hablando, el Espíritu Santo, está obrando en ustedes para preparar sus espíritus para que puedan entender y está cocinando esta palabra dentro de ustedes. Pero sean pacientes, dice el Señor.
Mediten sobre estas cosas; estudien en la Biblia sobre lo que es un pacto, pidan entendimiento de lo alto, revelación. Porque este es el tiempo donde hablo a un pueblo que estaba ciego sobre muchas cosas. Son pocos los que entienden sobre estas cosas realmente, que las saben cómo deberían saberlas, que tienen conocimiento espiritual verdadero sobre lo que estoy hablando.
Y, es más. Yo (Noelia) estoy viendo que muchas mujeres que están escuchando ahora dicen: «Yo no entiendo sobre pactos, sobre esas cosas. No entiendo nada. Yo no estoy hecha para entender sobre eso.» Pero el Señor te está llamando a que madures espiritualmente hablando y a que le creas que Él es el que te está hablando estas cosas también para vos, y Él es el que te va a dar la capacidad y de hecho ya te la está dando para que empieces a entender cosas bíblicas profundas que antes no entendías. Este es tu tiempo, pero tenés que ser paciente y tenés que comprometerte con la digestión de estas palabras.
Y, es más, con el tema del compromiso, dice el Señor, que no rompan este compromiso de escuchar estas palabras, que no entren por un rato y después, si no les gusta o no entienden lo que el Señor habla, no se vayan. Porque al final otra vez se estarían comprometiendo con algo sin terminarlo, al igual que cuando alguien se comprometía con un curso o con una clase y después no terminaba ese curso. Porque muchas veces, antes de que su entendimiento se abra, ustedes renuncian, justamente en el momento donde el Señor iba a iluminar sus mentes para que puedan entender lo que Él estaba hablando; antes de ese momento ustedes renuncian. Sean pacientes y entiendan, dice el Señor, y coman esta palabra, y dense tiempo para que la palabra se cocine adentro de ustedes.
Hay pactos que son eternos, dice el Señor, que tienen un principio, pero no tienen un final; no hay forma de romperlos, no hay forma de inhabilitarlos, no hay forma de desactivarlos, porque son pactos iniciados por Dios y no por el hombre. Y cuando Dios establece un pacto eterno con la humanidad, no hay hombre que lo pueda quebrar, y por eso, por ejemplo, dice la Biblia que lo que Dios unió no lo separe el hombre. Esto quiere decir que un matrimonio que el Señor unió no puede ser separado por el hombre, porque fue Dios el que estableció ese pacto.
[Mateo 19:6, RVR1960] Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
[Mateo 24:35, RVR1960] El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Y así, los pactos a los cuales el Señor les da un comienzo, pero no un final, no pueden ser deshabilitados. Es decir, hay papeles de divorcio que no cuentan; porque el hombre puede escribir lo que quiera en un papel, pero si ese papel no está respaldado por las leyes espirituales de Dios, no cuenta. Si esa unión viene del cielo, no hay hombre que la pueda cortar. Así que, cuidado, hijitos, dice el Señor, porque ustedes quieren quebrar ciertos pactos que Yo no he quebrado. Ustedes quieren soltarse, liberarse de ciertos compromisos de los cuales no pueden liberarse. Recuerden que se comprometieron hasta el final y sean fieles a la palabra que dieron, como Yo soy fiel con nuestro pacto.
[Mateo 19:10-11, RVR1960] Le dijeron sus discípulos; Sí así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
[Lamentaciones 3:22-23, RVR1960] Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Así que yo (Noelia) escucho la palabra «seriedad» nuevamente. No jueguen con los pactos y no jueguen con las cosas espirituales. Sean serios, comprometidos con todo lo que hagan, una vez que deciden hacerlo. No se vuelvan atrás al primer problema que enfrentan con ese compromiso; defiendan ese compromiso en el cual se hicieron parte, fortalezcan esos compromisos en los que entraron, sanen esos compromisos que se enfermaron, dice el Señor.
Y yo (Noelia) veo una ovejita que corre lejos de su redil, que se escapa, que se va por el bosque. Y el Señor dice, es que muchos de ustedes son así, que quieren irse y correr lejos de mí, pero como son mías y me pertenecen, y como Yo sí soy fiel, siempre voy a buscarlas. Esos son muchos de ustedes, dice el Señor, que entraron en un pacto conmigo, pero no están conscientes de que están en ese pacto conmigo, sino que piensan que se pueden ir y volver cuando quieran. Hijitos, no se confundan. Sean serios en todas las cosas que hagan, repite el Señor, porque todas las cosas que hacen traen sus consecuencias, para bien o para mal, y antes de hacerlas, piensen en cuánto les va a costar, cuáles van a ser esas consecuencias.
[Lucas 15:4, RVR1960] ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
[Juan 10:11, RVR1960] Yo soy el buen Pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.
Y ahora muchos de ustedes tienen dudas, porque esta palabra ha movido las aguas para llevarlos a hacerse preguntas; es decir, el Señor intencionalmente ha hablado sobre este tema para mover sus corazones, para hacerse preguntas. Porque muchas veces las palabras que da el Señor, las da de cierta manera, intencionalmente, justamente para agitar las aguas, para que se muevan a preguntas, para que se hagan preguntas y para que después el Señor se las responda y ustedes ganen más conocimiento, entendimiento y claridad y ya no sean ignorantes de esas cosas como antes.
Así que el Señor dice: todas esas preguntas que he generado hoy, intencionalmente, diríjanlas a mí y vayan a la Palabra, donde ya están contestadas la mayoría de ellas. No hace falta que alguien profetice ciertas cosas para que ustedes las sepan; simplemente, van a la Palabra y encontrarán las respuestas. Porque yo (Noelia) ni siquiera puedo leer el chat mientras estoy profetizando, pero sé que ustedes ya tienen un montón de preguntas, especialmente sobre el matrimonio. Pero el Señor dice: no hace falta que le pregunten al vaso profético, porque las respuestas las van a encontrar en la Biblia; y a propósito, el Señor lo hace así para que ustedes vayan a la Biblia y no a los profetas.
Hijitos, los amo y hoy los llamo a renovar sus votos para conmigo. Y yo (Noelia) veo una pareja; es una visión simbólica, no es una pareja física, pero es como que se habían separado el uno del otro, pero se acordaron del compromiso que tenían y vuelven a juntarse y a ser uno los dos juntos. Y la novia vuelve a ponerse el vestido del casamiento y el novio vuelve a ponerse el traje del casamiento. El Señor dice: renueven su pacto conmigo, acuérdense de que algún día entraron en ese pacto conmigo y honren ese pacto, dándole el valor y el respeto que se merece. Hijitos, entiendan que de lo que se trata esta palabra es de que se comprometan conmigo y de que sean serios en los compromisos a donde entran, cualquier tipo de compromisos donde dan su palabra. Estudien, repite de nuevo el Espíritu Santo, sobre la palabra «pactos» en la Biblia, y ahí encontrarán las respuestas que necesitan, que hoy se han gestado en sus corazones.
Es más, yo (Noelia) veo a mucha gente que tiene un montón de problemas que tienen que ver con el matrimonio. El Señor ha hablado esta palabra intencionalmente, porque para algunos de ustedes el Señor les quiere responder cosas que tenían en sus corazones, dudas; y a otros el Señor los quiere corregir porque están mal en algunas cosas. Y por eso, el Señor habló esta palabra sobre este tema tan delicado y controversial, porque quiere que resuelvan ciertas cosas, que busquen esa respuesta a la pregunta que se generó hoy en sus corazones.
Así que, ahora queda en sus manos ir y pedirle al Espíritu Santo que les conceda la respuesta a sus conflictos y a sus dudas en esa área. Queda en ustedes pedirle al Señor que les responda a esas preguntas e investigar las respuestas en la Biblia. Para eso el Señor dio esta palabra, entre otras cosas, para que enfrenten, para que vean que hay un problema en esa área y hagan algo sobre eso, para que no sigan igual como están; sino que se den cuenta: hay un problema en esta área en mi vida y ahora lo tengo que enfrentar, lo tengo que solucionar, necesito la ayuda del Señor.
Y yo (Noelia) estoy viendo los anillos del casamiento de un hombre y de una mujer. Y cuando una persona se casa y se los pone, sabe que ese anillo les recuerda constantemente que están comprometidos con el otro. En realidad, no es lo que establece el pacto en sí, porque simplemente es un símbolo físico del compromiso. No es que, si el anillo no está, el compromiso no está; no es relevante espiritualmente hablando del compromiso hasta ese punto, pero sí es como un símbolo que le recuerda a la persona que está comprometida para siempre con el otro. Y la persona sabe que ese anillo es algo como que marca ese compromiso.
Y muchos de ustedes, esto está hablando el Señor, están soñando con un anillo en sus dedos. Están soñando que se les ha dado un anillo o que encuentran un anillo o que les regalan un anillo de compromiso o que les ponen un anillo. Y justamente es porque el Señor les está hablando sobre el tema de compromiso, porque no se están comprometiendo en ciertas áreas de su vida o porque nunca se comprometen con nada o porque tienen miedo a los compromisos o porque no tienen un compromiso real con Jesucristo. Y a través de estos sueños, el Señor les está revelando esta debilidad en sus vidas para que lo enfrenten y lo arreglen. Esto es lo que significa para muchos de ustedes este anillo con el cual están soñando, y más aún, los que sueñan con este anillo de manera seguida. Es el Señor que les está diciendo: quiero que enfrentes este problema, quiero que resuelvas el problema del compromiso en tu vida, quiero que te comprometas verdaderamente con tu esposo o con tu esposa. O quiero que te comprometas verdaderamente conmigo, porque eso es lo que simboliza colocarse ese anillo.
Así que les recomiendo por el Espíritu Santo orar y decir: «Señor, tengo un problema en comprometerme con las cosas, soy inconstante. Doy una palabra, pero después no la cumplo. No soy fiel con los que me comprometo.» El Espíritu Santo los está redarguyendo a muchos de ustedes para que sepan que su compromiso con su pareja, con su esposo o su esposa, está débil. No están cuidando ese compromiso, lo están dejando que se debilite en vez de fortalecerlo. Y esto, aunque ustedes no lo sepan o no lo entiendan hasta hoy, les afecta en su compromiso con el Señor. Porque dice la Biblia que lo que hagamos para el prójimo, lo hacemos para Él.
[Mateo 25:35-40, RVR1960] Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. … De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Como nosotros nos manejamos con el prójimo, es en realidad como nos manejamos con Él, porque Él se manifiesta a través del prójimo, y lo que nosotros hacemos para el prójimo, lo hacemos como si fuera para Él.
Entonces, oren y pidan revelación al Espíritu Santo, y el Espíritu Santo les va a revelar en qué nivel de compromiso se manejan en sus vidas. ¿Qué tan comprometidas están como esposas con sus esposos? ¿Qué tan comprometidos están como esposos con las esposas? ¿Qué tan comprometidos están los que dijeron que se van a casar con alguien? ¿Qué tan comprometidos están con sus roles paternales o maternales? ¿Cuántos se comprometieron con sus trabajos, con las actividades que están haciendo, con el servicio a Dios? Algunos de ustedes dijeron que iban a servir al Señor en distintas áreas y después fallaron a ese compromiso. Hay muchas formas en las que este problema se puede manifestar y hoy el Señor lo pone sobre la mesa para que lo enfrentes, lo ores y lo soluciones, porque esto es la llave para la solución de muchos problemas en tu vida y para con la relación con el Señor. Porque el que es fiel en lo poco, también lo va a ser en lo mucho, pero si no es fiel en lo poco, no lo va a ser en lo mucho y, de hecho, el Señor no lo va a poner en lo mucho.
Hoy nos ponemos ese anillo de compromiso, Señor, que nos recuerda nuestro matrimonio contigo, Señor, nuestro pacto con Jesús, pacto establecido mediante el derramamiento de su sangre. Oh, Señor, hoy nos volvemos a comprometer contigo y decidimos serte fiel hasta la muerte, hasta que la muerte nos separe, simbólicamente hablando, como dicen cuando nos casan. Señor, sana toda falta de compromiso, toda indecisión, todo miedo, porque yo estoy sabiendo que muchos de ustedes tienen miedo a comprometerse porque piensan que comprometerse les quita libertad, pero cuando ustedes se comprometen con Jesús eso les da libertad, es al revés de como el diablo les enseña. Arrepiéntanse de ese miedo a comprometerse con Él.
[Juan 11:25, RVR1960] Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá.
Yo (Noelia) los bendigo, bendigo los matrimonios que están escuchando ahora. Bendigo a esas personas que están casadas, bendigo a los que están comprometidos a punto de casarse. Señor, fortalece esos lazos matrimoniales, fortalece los lazos de amistades, fortalece los lazos entre hermanos, todo tipo de compromiso, Señor, que los hermanos traigan ahora sobre la mesa. Yo bendigo esos compromisos y los fortalezco en el nombre de Jesús. Unjo esas uniones espirituales que vienen de Ti, Señor, en el nombre de Jesús.
[Juan 2:1-11, RVR1960] Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más Tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Y el Señor me dice que en todo compromiso tiene que estar Él, que cordón de tres dobleces no se puede romper, y uno de esos tres dobleces lo representa a Él. Si entre un compromiso entre dos personas está también el Señor, ese cordón no se va a romper. Pónganme entre todas las cosas, dice el Señor, pónganme primero en todas las cosas, primero en sus matrimonios, primero en cualquier tipo de compromisos, para que sean fortalecidos en esas áreas. Yo bendigo a todo aquel que se compromete ahora.
[Eclesiastés 4:12, RVR1960] Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Y el Señor te dice, hijita, hijito, no tengas miedo de comprometerte conmigo. No te vas a arrepentir, te voy a cuidar hasta el final, porque de hecho ya me entregué por ti. ¿Acaso algún esposo o alguna esposa se entregaría por su pareja hasta la muerte? Mas, sin embargo, Yo sí lo hice, ya me entregué por ti. Soy tu esposo, dice el Señor, porque ya entregué mi vida hasta la muerte por ti. Fiel hasta la muerte fui por ti, cuidé este compromiso hasta la muerte. Porque lo que sucedió ese día en el establecimiento del nuevo pacto en la sangre de Jesús repercutió para toda la eternidad. Y entonces, todos aquellos que entren en ese pacto, Él ya murió por nosotros de antemano como un esposo que se entrega por su esposa.
Dice el Señor: vengan, comprométanse conmigo todos aquellos que se habían ido, que me habían abandonado. Yo soy como un esposo que, cuando la esposa se va, la espera incondicionalmente y le es fiel hasta que vuelve. Sean ustedes así conmigo y también con sus prójimos, ámenme de verdad y quédense conmigo a mi lado siempre, por más que llueva, truene o nieve. Hijitos, comprométanse, hagan sus votos hasta el final, resistan en este matrimonio porque estamos juntos y no están solos. Los amo más que sus esposos aman a las esposas, más que las esposas aman a los esposos, más de lo que los padres aman a sus hijos. Yo los amo aún más. Los amo con un amor perfecto que no falla, que no engaña, que no es infiel, que no se divorcia de ustedes. Ámenme, dice el Señor, más. Esta es la solución para muchos de sus problemas. Séanme fieles y van a ver mi fidelidad reflejada en sus vidas, en las cosas que ahora los acongojan. Los amo, hijitos. Y me viene El Cantar de los Cantares, para que leamos El Cantar de los Cantares.
Pero también estoy sabiendo que Salomón pecó por no ser fiel; su corazón era promiscuo y no quería comprometerse 100% con una sola persona. Esto lo estoy sabiendo yo (Noelia); la Biblia no lo dice así, tan explícitamente. Pero el Espíritu me está haciendo saber que el corazón de Salomón estaba partido en muchos pedacitos, y él regalaba un pedacito de su corazón a cada mujer con la que se juntaba. Esta infidelidad lo llevó a caer, a serle infiel a su Dios. Y esto muestra lo que dijo el Señor más temprano, que, así como uno es fiel con su pareja o con sus otras relaciones, o con sus trabajos, actividades y demás, así lo es con Dios. Un ejemplo de esto es Salomón. Dice 1 Reyes 11:4-6: «Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.»
Así, los que no son fieles con sus matrimonios, ni sus otras relaciones y cosas que hacen, tampoco lo son con Dios, porque es el mismo corazón el que se inclina a la infidelidad, dice el Señor. Ustedes no sean como Salomón; comprométanse con una sola persona y con un solo Dios, y denme su corazón completo. No partan su corazón al medio, porque Yo quiero todo el corazón de ustedes y no una parte. Aprendan a darme el corazón completo, que me pertenezca de verdad, para que no caigan por causa de compartir su corazón, de tener su corazón partido, y que no me pertenezca totalmente.
[Génesis 2:24, RVR1960] Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Así que el Señor ya nos ha dado varias escrituras para estudiar sobre esta palabra, para entenderla mejor, porque es clave para que podamos resistir estos tiempos. El compromiso será clave para que podamos resistir en estos tiempos lo que viene, y para poder entregarnos hasta la muerte a los que seamos llamados a ser mártires para Jesús. Así como Esteban, que se comprometió hasta la muerte, o los apóstoles de la Biblia que se comprometieron hasta la muerte, el compromiso es clave. Por eso el Señor habla sobre estas cosas, porque sin haber llegado a ese nivel de compromiso, que realmente sea hasta la muerte, los que seamos perseguidos y muertos por causa de su nombre, entonces no vamos a resistir a esa prueba final.
[Mateo 24:12, RVR1960] Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Y ni tampoco van a resistir los que estén a medias comprometidos con el Señor a los tremendos dolores de parto que vienen, que son mucho peores de lo que se han dado hasta ahora. El compromiso es clave para poder resistir hasta el final, así como el compromiso en un matrimonio es clave para poder resistir hasta el final. Tomen conciencia sobre esto, dice el Señor. Y tomen una decisión de comprometerse conmigo, pase lo que pase, hasta el final. Y cuando pasen por pruebas y tribulaciones y aflicciones y momentos de desesperación y de debilidad, acuérdense de que espiritualmente hablando tienen ese anillo de compromiso conmigo colocado en sus manos, en el Espíritu.
[Apocalipsis 20:4, RVR1960] Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la Palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Acuérdense de que están en un pacto conmigo, y eso los va a fortalecer. Y digan: «Estoy casado con Jesús, yo estoy casado con Jesús». Recuerden, cuando pasen por esas cosas, que están en este pacto. Y eso los va a ayudar. Inclusive yo estoy sabiendo que muchos de ustedes están pasando por cosas difíciles, por pruebas y tentaciones, por ganas de renunciar a la fe, enfermedades, un montón de cosas. Y esto es una clave que el Señor les ha dado, de decir: «Yo me acuerdo de que estoy casado con Jesús, es decir, que tengo este anillo de compromiso para con el Señor y no me lo voy a sacar». Dice Apocalipsis 19:9: «Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios».
[Romanos 6:3-4, RVR1960] ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Recuerden que les espera esa cena de las bodas del Cordero. Cuando pasen por esas cosas difíciles, mírense las manos y recuerden que en el Espíritu tienen un anillo de compromiso colocado, están comprometidos conmigo y decidan mantenerse firmes en ese compromiso hasta la cena de las bodas del Cordero.
Y lo veo a Jesús esperando ese momento, lo veo a Él que mira desde arriba a la tierra y nos ve a todos con un amor tan grande, como el amor de un esposo que está absolutamente enamorado de su esposa, perdidamente enamorado de ella. Y Él, Jesús, nos anhela en su corazón tremendamente, ya quiere que llegue esa hora, la está esperando con ansias, por decirlo de alguna manera. Es alguien que ya quiere que sea hoy para casarse con ella, es un novio que verdaderamente llega al altar absolutamente convencido de que quiere casarse con ella. Así es Jesús. Y el Señor habla estas palabras para motivarte, para que quizás tu corazón se encienda y cuando pienses en renunciar te acuerdes de esta palabra y no lo hagas, porque ese novio te está esperando y esas bodas, esa cena ya está servida.
Los amo, hijitos. Renuncien al mundo y cásense conmigo, dice el Señor, por siempre y para siempre, para que estemos juntos, eternamente y para siempre. Y ya no se van a acordar de las cosas que ahora están sufriendo. Todo eso va a quedar lejos, como si nunca hubiera existido, para estar eternamente y para siempre juntos, en un pacto inquebrantable.
[Romanos 12:2, RVR1960] No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.