El Señor te bendiga. Hoy es 7 de marzo del año 2024, y cuando le pregunté a nuestro Dios sobre qué quería que hable en el día de hoy, la respuesta contundente fue: sobre Mateo 24.
Diles que las escrituras se están cumpliendo delante de sus ojos, y mis hijos no están prestando atención. Diles que muchos de ellos, no todos, pero muchos, ni siquiera saben que están caminando en los últimos días.
Adviérteles de lo que va a venir, de que los dolores de parto se van a agravar, y para comenzar con esta Palabra que hoy te voy a compartir por el Espíritu Santo de Dios, vamos a repasar una parte de las escrituras en Mateo capítulo 24, desde el versículo 3 hasta el 8, pero te recomiendo que leas todo este capítulo porque tiene que ver con estos días a donde vos estás caminando, a donde hoy estás viviendo.
Estas palabras que el mismo Señor Jesucristo habló en Mateo 24 son para ti, y tenés la obligación y la responsabilidad no solo de prestarle atención a lo que el Señor te dijo en ese momento cuando estaba sentado en el Monte de los Olivos y le habló a sus discípulos, sino también de aplicar estas palabras, porque el Señor te va a pedir cuentas para ver qué hiciste con ellas.
Señales antes del fin dice: Y estando Él sentado en el Monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo.
Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin.
Y estos versículos siguientes son claves, porque de esto quiere hablar el Señor hoy: Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares, y todo esto será principio de dolores.
La gloria sea para el Señor por habernos dejado escrito todo lo que iba a venir en este tiempo, los tiempos postreros le llama la Biblia. Así que para todos ustedes, los que tengan un oído para oír, el Espíritu de Dios dice hoy: Hijitos, estoy hablando y hablando a mi pueblo escogido, pero no está escuchando.
Mi pueblo es un pueblo distraído que está mirando para otro lado y no pone su atención en mí. Hijitos, hoy utilizo vasos proféticos como esta sierva mía que me pertenece para llamarles la atención, para que tal vez, tocando su espíritu a través de estas palabras que envío a través de ella, reaccionen.
Porque lo que viene es fuerte, hijitos, lo he dicho una y cientos de veces, pero tengo que repetirlo como un disco rallado, porque los míos escuchan las palabras que hablo, pero les entra por una oreja y les sale por otra. Tengo que insistir, dice el Señor, en que lo que está escrito se va a cumplir de la A a la Z, y no va a quedar nada sin que se cumpla.
Y muchas de las cosas, dice el Señor, que ustedes pensaban que eran metafóricas, serán literales. Cuando la Biblia dice que las estrellas caerán del cielo, eso es lo que sucederá, dice el Señor. Cuando la Biblia dice que habrá caos, confusión de las gentes, que correrán de un lado para otro por el temor y el terror que provocarán el bramido de las olas del mar, eso exactamente es lo que sucederá, hijitos.
Entiendan, dice el Señor, que hay una parte de las Escrituras que tienen que tomar como metáfora, y otra parte que es literal. Los principios de los dolores duelen, y no es una metáfora, dice el Señor, a la mujer que está de parto. La mujer que está de parto sufre, y va incrementándose ese dolor, y el sufrimiento va en escala, dice el Señor, de poco a mucho, de contracciones espaciosas a contracciones regulares cercanas, y el dolor es cada vez más intenso, el sufrimiento se intensifica, y la mujer se retuerce, dice el Señor, en su lecho de parto, hasta que ve finalmente que tiene ese bebé en sus brazos, que salió de sus entrañas.
Ustedes tienen que entender, dice el Señor, pero no para entrar en temor, sino para armarse, para prepararse, para edificarse, porque quiero encontrarlos justos, limpios, con sus vasos llenos del aceite del Espíritu de Dios, porque los amo.
Hijitos, dice el Señor, es que hoy les estoy hablando nuevamente de estas cosas, porque los quiero, quiero que permanezcan en mi mano, dice el Señor, ustedes me pertenecen, son míos, y no del mundo, y voy a hacer lo que tenga que hacer, dice el Señor, para que me sigan perteneciendo, y cuando él los quiera robar de mi mano, y de hecho a veces lo logra por un tiempo, dice el Señor, yo hago todo lo que tengo al alcance para recuperarlos. Y esta es una de las maneras que utilizo, dice el Señor, para recuperar a los que una vez eran míos, pero que luego huyeron de mí y volvieron al mundo.
Hoy les hablo a todos, dice el Señor, a los conversos y a los no conversos, a los santos y a los que tienen sus vestiduras manchadas. Todo el mundo tiene que escuchar lo que tengo para decir, dice Jesús, porque lo que viene es tremendo, y va a sacudir toda la Tierra, mientras el Santo Espíritu de Dios se derrama sobre todo el mundo, realizando señales, prodigios, maravillas, sanidades y milagros asombrosos, nunca antes vistos sobre la Tierra, dice el Señor, de una manera y en operaciones, en operaciones que no se conocían.
Mientras esto sucede, la tierra se va a sacudir debajo de sus pies, los volcanes van a explotar con una fuerza contundente, la gente no va a poder escapar en algunas ocasiones de estas erupciones, porque mi voz, dice el Señor de las alturas, está llamando a despertarse. Y yo, Noelia, estoy sabiendo en este momento que cada uno de los volcanes que existe sobre la Tierra, el Señor a cada uno de ellos les ha colocado un nombre, y Él llamando por su nombre a cada volcán, a que se despierte en este tiempo. Y el volcán obedece.
Dice el Señor, no hay ninguna cosa que ocurra por casualidad. Ustedes piensan que lo que está sucediendo sobre la Tierra es obra de la naturaleza, o que solamente el hombre puede llegar a maniobrar mi creación, dice el Señor, conforme a su voluntad, sin que yo se lo permita. Están confundidos y no saben a qué Dios es al que le sirven, dice el Padre.
Hijitos, prepárense, porque yo lo veo, al Señor, yo Noelia, veo al Señor llamando a los volcanes a despertarse. Los llama por sus nombres en distintos lugares de la Tierra, para que hagan erupción, y lo hagan sin perder tiempo. Y los que no estén apercibidos, los que viven cerca de esos lugares, de esos volcanes a los cuales el Señor está llamando por su nombre en este tiempo para que erupcionen y cumplan el propósito para el cual fueron creados, los que no estén apercibidos serán alcanzados por esa lava, serán alcanzados por esas cenizas.
Serán como las personas de Sodoma y Gomorra, que no van a llegar a escapar del fuego, del azufre, del calor abrasador, que consumirá cuerpos completos, que quedarán en la misma pose en la que iban escapando, así como la mujer de Lot que miró hacia atrás y no obedeció a la voz de Dios a través del profeta, así muchos que hoy no van a obedecer a la voz de Dios a través de los profetas, a través de las Escrituras, o de cualquier manera que hayan recibido las advertencias del Señor, van a quedar paralizados, van a quedar convertidos en estatuas por causa de la erupción de esos volcanes.
Hijitos, entienden, dice el Señor, la magnitud de lo que se acerca. Porque muchos de ustedes están sentados como escuchando un cuento de hadas, se divierten, dice el Señor, se entretienen escuchando las palabras de los profetas de los últimos días, que están recordando lo que ya está escrito desde hace miles de años atrás, para que quizás entiendan que se tienen que preparar, porque eso es lo que estaba escrito para estos días.
Se entretienen, se conectan para pasar el tiempo, para escuchar palabras bonitas, palabras llamativas, para ver a personas que tienen carisma dado por el Espíritu Santo de Dios, pero después de ahí vuelven a la rutina. Ese tipo de personas, dice el Señor, son las que van a quedar como la mujer de Lot. Y no van a llegar a alcanzar por la erupción de los volcanes que estoy llamando en estos últimos días, a que se despierten para hacer lo que tienen que hacer.
Por si ustedes no lo sabían, dice el Padre, en esta palabra fuerte que nos está hablando hoy, yo he creado cada cosa, cada elemento de la naturaleza con un fin específico, con un propósito ya marcado desde antes de la fundación del mundo. Y cuando le puse el nombre a estos volcanes que en este tiempo voy a llamar a erupcionar y no saben de qué manera, porque no se lo imaginan, dice el Señor.
Cada uno de ellos está hecho con un propósito específico para un tiempo específico y este es el tiempo del cumplimiento. Ellos esperan que yo los llame, dice el Señor, estos volcanes y estos elementos de la naturaleza esperan, esperan a ser llamados por mí. Por eso la Biblia dice que la naturaleza gime, gime con dolores de parto, que la Tierra gime y está desesperada por ver la manifestación de los hijos de Dios.
¿Saben lo que eso significa, dice el Señor, saben lo que eso significa?, significa que todas las cosas tienen vida. Por más que la ciencia les haya mentido, dice el Señor, los volcanes están vivos y escuchan mi voz. Los truenos responden, dice el Señor, a mi llamado. Las montañas me alaban, todo lo que está creado, dice el Señor, se mueve a través de mi Palabra. No es como la falsa ciencia les han enseñado, dice el Señor, saben qué significa cuando Romanos 8:22 dice: Porque sabemos que toda la creación gime a una y a una con dolores de parto hasta ahora.
¿Saben lo que significa que la creación espera por la manifestación de los hijos de Dios?, significa que esos elementos, esas montañas, la Tierra que se prepara para terremotos específicos que se van a dar en el tiempo perfecto de mi reloj profético, significa que el mar está esperando mi llamado, significa que esos volcanes están ansiosos de ser llamados por mi voz, para que yo los envíe a cumplir sus propósitos, significa que toda la creación gime y es literal.
Ustedes no entienden muchas veces las cosas espirituales, dice el Señor, creen que saben muchas cosas pero no las saben como deberían saberlas, aún falta mucho por conocer. Humíllense delante de mi presencia, rogándome que quizás puedan escapar de todo lo que viene, y yo vuelvo a ver la voz de Yeshua, la voz de Jesús, llamando a gritos por sus nombres a ciertos volcanes, a que se levanten y destruyan, a que se levanten y coman, a que se levanten y maten, ¿hijitos entienden lo que esto significa?, dice el Señor.
Los juicios que están decretados sobre la Tierra, ya se están derramando sobre ella, y gran parte de mi iglesia sigue como si esto no sucediera, como un ciego que no puede ver lo que sucede enfrente de sus ojos. ¿Cuántas cosas más tengo que hacer para que se entreguen a mí? ¿De qué manera les tengo que hablar? Si les hablo suave no me toman en serio. Y si les hablo fuerte me tachan de malo.
¿De qué manera quieren que les muestre mi amor, dice el Señor, para que tal vez se levanten de las sillas a donde están, tibios, quedados, perezosos, no diligentes? ¿De qué manera quieren ustedes, dice el Señor, que les hable para que se despierten del sueño?.
Estoy utilizando todos los medios, todos los medios que tengo, dice el Señor, para llamarlos, para alertarles. Estoy haciendo sonar la alarma, inclusive mientras duermen, pero no funciona. Son como aquel que se tiene que levantar a trabajar y escucha que el reloj de la alarma ya suena, pero dice: «voy a seguir durmiendo un ratito más», irresponsables con la salvación que les di.
Hijitos, prepárense para mirar las noticias, porque parte de la destrucción que viene será a través de la erupción volcánica, y verán territorios completos consumidos por lo que sale de esos cráteres de los volcanes.
Oren, dice el Señor, para saber si algunos de estos focos de destrucción que estoy despertando con mi propio dedo, dice el Señor, están cerca de a donde ustedes están. Estén alertas y prepárense, porque cuando la Biblia dice en Mateo 24 que van a tener que huir, que van a tener que huir, dice el Señor, y que van a tener que orar para tal vez ser dignos de escapar de estas cosas, es literal.
¿Están escuchando mi voz a través de las Escrituras?, dice el Señor. Yo Noelia estoy sabiendo en este momento, mientras profetizo, que en gran parte de las congregaciones de estos días no se predica el capítulo de Mateo 24, ¿saben por qué?, dice el Espíritu Santo, por miedo a perder a los congregantes, junto con lo que diezman, porque muchos pastores tienen el signo dólar en los ojos, en vez de tener el fuego del Espíritu de Dios.
Sobre ellos también viene la lava, dice el Señor, y los va a alcanzar. Y ustedes se van a preguntar, ¿pero cómo, cómo puede ser que los hijos de Dios también enfrenten este tipo de juicios que el señor está enviando sobre la Tierra?. Es que mi paciencia tiene un límite, dice el Señor.
Sí, claro que soy tardo para la ira, lento para airarme, dice el Señor, y que doy muchísimas oportunidades, y que mi nombre es misericordia, piedad y perdón, pero de mí nadie se burla. Por lo tanto, la lava viene sobre casas pastorales, la lava viene a arrasar con los y las esposas de los Lot de estos días.
Y en esta palabra estoy sabiendo que el Espíritu de Dios llama esposas de Lot en esta profecía a esposas de pastores que lo único que quieren es obtener el dinero de los congregantes, para ir a la peluquería a gastar miles de dólares en sus peinados, que lo único que quieren es que la gente ofrende todo lo que se pueda para decorar sus palacios encantados, dice el Señor.
Esas son las esposas de Lot que no miran hacia delante, hacia donde yo les digo que miren, sino que miran hacia atrás y nunca avanzaron, y nunca salieron de Egipto, porque Egipto les gustaba, y si salieron quisieron volver, por causa de las riquezas, entre otras cosas. Son esposas de Lot que no me aman, dice el Señor, que no me sirven, sino que se sirven a sí mismas.
Se van a sorprender por lo que viene a la casa de Dios, dice el Señor, porque parte de los dolores de parto van a tocar a muchos creyentes, las catástrofes mencionadas en Mateo 24, dice el Señor, no son solamente para los que están en el mundo, que no quieren saber nada de mí, también son para los que supieron de mí y me abandonaron, dice el Señor, ¿Sabían esto?.
Porque yo peso en mi balanza y a algunos los he encontrado justos, pero a otros su balanza deja mucho que desear, y mi ojo no perdonará ni tendré misericordia, dice el Señor, de que el que sabía cómo hacer el bien, pero no quiso hacerlo.
Así que una de las formas en que se van a manifestar los juicios de Dios en estos días es a través de erupciones volcánicas impresionantes, rápidas, destructivas, que van a cambiar el terreno de los lugares alrededor de esos volcanes, así como sucedió me parece que fue con Hawaii, ¿verdad?, porque el Espíritu me está hablando de un ejemplo que sucedió no hace muchos años, y creo que fue en Hawaii; dice el Señor, así como sucedió en ese lugar y la destrucción quedó allí de una manera asombrosa, sorprendente, y todas las cosas cambiaron, dice el Señor, eso es un ejemplo de lo que se va a repetir.
Oren por esto, dice el Padre, oren, porque los muertos, los muertos, los muertos se van a incrementar, los hospitales se van a llenar de gente quemada, de gente asfixiada, de gente que va a perder sus extremidades por causa de estas cosas.
La vida del hombre ya no va a ser igual, no pueden seguir ustedes livianos, dice el Señor, con mis cosas. Tienen que aprender a amarme de verdad. No es muerte lo que viene, es mortandad, son olas de muertos, bolsas y bolsas y bolsas llenas de cadáveres, zanjas a donde van a meterse los muertos para que las olas expansivas de la muerte no se siga propagando. Piensan que es fuerte lo que digo, dice el Señor, pero cómo fuera si no se los diría, ¿acaso ustedes no alertan a sus propios hijos, aunque la advertencia les suene fuerte. ¿Acaso no preferirían ustedes mismos ser avisados si algo viene a la ciudad a donde habitan, que no saber nada?
Por qué creen, dice el Señor, que les hablo en este tono, es porque mi alma se duele, porque no quiero que sufran, y porque entiendan que no solamente tienen que prepararse para ser probados y refinados, porque la iglesia aún va a estar en estos días mientras estas cosas suceden. Por eso dice la Biblia:
[Mateo 24:29-30, RVR1960] E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, escuchen y comprendan, les dice el Señor. Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días ustedes van a estar en esos momentos, porque tengo que refinar a mi iglesia, porque tengo que sacar lo mejor de mis hijos. Porque si yo viniera hoy, no pudiera llevármelos. Serían muy pocos los levantados en el arrebatamiento.
Tienen que pasar por el horno de fuego, así como los hebreos que entraron allí, pero confiaron en que estaba con ellos. Escuchen y comprendan, dice el Señor, que lo que viene no es suave, no es leve. Ustedes se tienen que preparar, dice el Padre, para ver morir a seres que aman, para enterrar rápidamente a algunos de ellos, e inclusive para saber de la muerte de otros, pero no poder verlos.
¿Están dispuestos, dice el Señor, a pagar el precio?. ¿Hasta dónde piensan que pueden resistir? Se han preguntado, dice el Señor, estas preguntas profundas que normalmente sus pastores no les hacen. Pero el que verdaderamente los ama les va a hablar con la verdad y no con el error, el que verdaderamente te ame, dice el Señor, te va a hablar las cosas como son y no las va a pintar de otro color.
Y aquí estoy, dice Jesús, para advertirles que viene la muerte, que viene mortandad, que los terremotos que vienen no van a dar tiempo a nada, muchos no van a poder escapar y se van a dar terremotos en lugares que no son sísmicos normalmente, que no se los considera lugares sísmicos, porque voy a hacer cosas excepcionales, dice el Señor, distintas, y voy a maravillar a la gente y a los científicos, que no van a entender por qué se dan situaciones en lugares que normalmente nunca se dieron.
Es que voy a hacer una cosa nueva, dice el Señor, y donde no se solían dar tornados, ahí los van a ver, a donde no se movían ciclones hasta allí van a llegar. Y en donde nunca hubieron sismos, allí se van a comenzar a dar, porque nada escapa de mi mano, dice el Señor, y yo hago lo que quiero, cómo quiero, donde quiero y cuándo quiero.
¿Quién es el hombre para preguntarme por qué?, dice el Señor, pero hijitos, el propósito de estas palabras, que son como martillo que quebranta la piedra, es agitar sus espíritus, es movilizarlos, es despertarlos, es que reaccionen y tomen medidas, tanto en lo físico como en lo espiritual, también en lo mental.
Muchos de ustedes están retrasando la sanidad del alma que saben que están necesitando, y no me buscan para ser sanos, pero para poder resistir lo que viene van a necesitar de cierto nivel de sanidad del alma para poder resistir mentalmente lo que se viene, lo que van a ver sus ojos, tienen que estar fuertes, dice el Señor, espiritualmente, mentalmente, emocionalmente y físicamente; cuerpo, alma y espíritu, preparados para la venida del Señor.
Pero para prepararse para la venida del Señor, justamente tienen que pasar por la prueba que viene al mundo entero, pero el que quiere mal entender las Escrituras, que las malentienda, dice el Señor, yo hoy les hablo a los que quieran escuchar mi voz. Yo hoy les hablo a los que deciden abrir sus oídos para recibir y digerir y aplicar.
Hijitos, ustedes son míos y están en mi mano, pero muchos de ustedes no están entendiendo porqué tiene que suceder lo que estoy hablando que va a suceder. Sin embargo, si ustedes se dedicaran a buscarme en el cuarto secreto, yo les respondería. Si ustedes estudiaran las profecías, dice el Señor, de la Biblia, serían entendidos de los tiempos, entenderían el porqué de todas las cosas, porqué tiene que ser así.
Anímense, dice el Señor, a sumergirse en las profecías bíblicas que hablan sobre los juicios que vienen, no le teman a esta parte de las escrituras. Porque muchos de ustedes leen una parte de la Biblia, pero no toda, son selectivos y solamente se dedican a entender, a comprender y a aplicar la parte blanda, que es como la miel, que les deja una buena sensación en el estómago, dice el Señor, pero no se ocupan de la otra parte, que es dura, pero que también es necesaria para que sean aptos para subsistir en los tiempos finales.
Y unos simplemente están equivocados, dice el Señor, porque piensan que nada de eso que está escrito en Mateo 24 les va a tocar, ni a ustedes, ni a sus familias, ni a sus seres queridos.
Y en esos casos, si te llegara a tocar, dice el Señor, y no te preparaste, habiéndote yo advertido, dice el Padre, ¿qué excusa vas a tener para acusarme? Porque te estoy diciendo que vas a ser probado, dice el Señor, que vas a ser sacudido, que vas a ser refinado para realmente que tu fe salga a mostrarse y no quede solamente en las palabras, y que ahí pueda incrementarse, y esa misma fe que se incremente durante esos juicios y esas cosas que están profetizadas por el mismo Señor Jesús, en Mateo 24, va a ser la que te ayude, la que incrementándose te ayude a mantenerte de pie.
Mientras más cosas vengan, pero si te escondes detrás de la puerta y no querés escuchar estas palabras duras, eso no te va a resultar para bien, porque lo que viene va a venir igual, lo creas o no, te prepares o no, lo entiendas o no lo entiendas, lo que está escrito se va a cumplir igual, la elección es tuya, dice el Señor, sobre qué vas a hacer con esa información.
Hijitos, levanten sus voces en cuello, dice el Señor, y anuncien las cosas que estoy hablando, compartan las escrituras, pero incluyendo Mateo 24 con el resto de sus hermanos. No salten esta parte, dice el Señor, porque justamente es clave para entender estos tiempos y para prepararse.
Hijitos, muchos de ustedes son como alguien que va dando un paseo por el bosque y salta un charco para no ensuciarse los pies, no quieren meterse en este área de las palabras proféticas que están en la Biblia.
No es que mis profetas están hablando algo distinto a lo que hablaron los profetas de la antigüedad, solamente están anunciando y repitiendo que lo que está escrito está por cumplirse y se está cumpliendo delante de sus ojos, dice el Señor. Métanse también en esas aguas, no tomen solamente las partes de las palabras agradables de recibir, porque las que más llevan fruto para sus vidas son las más difíciles de escuchar.
Tengan una balanza equilibrada, dice el Señor, de lo que reciben, de lo que escuchan, de lo que estudian, de lo que meditan, porque yo soy amor, pero también soy fuego consumidor, porque soy un Dios bueno, pero también soy severo, dice el Señor.
Hijitos, este es el tiempo de la revelación de Juan, hijitos, este es el tiempo de estudiar el Apocalipsis, porque las cosas que están escritas en ese libro son las que se están revelando en este tiempo, porque estaban veladas muchas de ellas hasta este tiempo, pero este es el tiempo de la revelación de profecías veladas, porque no era el tiempo de que fueran abiertas.
Hijitos, estudien el libro de la Revelación, estudien el Apocalipsis, muchos de ustedes tienen miedo, otros nunca en sus vidas lo han leído, no lo conocen, otros comienzan a leerlo, pero después lo abandonan porque tienen miedo o porque no tienen entendimiento a la primera.
Hijitos, esto es ser negligente, dice el Señor, es negar la verdad, es negar mi palabra, es negar la verdad de lo que viene, es negar lo que le compartí a mi siervo Juan para que comparta con ustedes. Sean serios, dice el Señor, con las cosas del reino, y cuando estudien la Biblia, estúdienla completa, no desechen las partes que no sean agradables, porque justamente no es agradable lo que viene.
La negación, el escaparse, el temer, no va a hacer que las cosas cambien, lo que viene va a venir igual, y van a ser probados igual. Y me viene esa porción de las escrituras que dice: Meteré la tercera parte, y la probaré como se prueba la plata. O los refinaré como se refina el oro, algo así dice esas escrituras. Me viene esa porción de las escrituras que ahora vamos a compartir en pantalla.
Lo que vengo anunciando, lo vengo anunciando desde la antigüedad, dice el Señor, y lo mismo que pasaba antes se repite en este tiempo una y otra vez. Mis profetas anuncian, mis hijos no les creen, y cuando sufren el daño, dicen: ¿Por qué Dios no me guardó?, dice Zacarías 13:8-9. Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos partes serán taladas y se perderán, mas la tercera parte quedará en ella. Y meteré a la tercera parte en el fuego, los refinaré como se refina la plata.
Lo vengo diciendo desde tiempos antiguos, dice el Señor, cuando el hombre ni siquiera se imaginaba lo que iba a acontecer en este tiempo. La inteligencia, la inteligencia artificial, avanza más rápido que ustedes, dice el Señor. La inteligencia artificial está cerca de ser más inteligente que ustedes, ¿cómo puede ser que el hombre se quede tan atrás?, dice el Señor, que hasta sus propias cosas creadas estén más adelante que él, esto no debería ser así, dice el Padre.
Y lo que el hombre está creando se va a volver en su contra. Esto está escrito, pero ustedes no saben leerlo, dice el Señor. No saben interpretarlo, no saben encontrarlo en las escrituras. Las mismas creaciones del hombre son las que se van a volver en su contra. Son cosas que el hombre no se imagina las que van a acontecer hasta que verdaderamente venga el fin de todas las cosas y los míos no van a ser quitados del medio hasta que no respondan a mi llamado, hasta que no caminen honrandome como deberían.
Hijitos, los científicos ya tienen todo un programa preparado. Yo Noelia, escucho la palabra nuclear. No son solamente las explosiones de los volcanes terribles que se vienen en los tiempos en estos días que vienen, en estos próximos meses, sino las explosiones nucleares que van a destruir ciudades enteras, porque el hombre no está mejor que antes, sino peor.
Y si antes el hombre fue capaz de exterminar al hombre con una sola arma de destrucción; ¿Qué piensan que va a suceder en los días que vienen? Las armas de destrucción masiva que los hombres han creado también escuchan mi voz, dice el Padre, y yo voy a llamarlas para que sean utilizadas como juicios sobre los hombres perversos en momentos concretos, porque no hay nada que no responda a mi voz, dice el Señor, y yo puedo usar lo que considere, cualquier tipo de herramienta, dice el Señor, para concretar mi plan profético, para la redención de todas las cosas.
Pero antes de la redención de todas las cosas viene la destrucción masiva sobre los hijos de los hombres; la física, la química, la ciencia ha aumentado, como dijo Daniel, que la ciencia aumentaría, y el hombre correría de acá para allá, de un lugar a otro. Ustedes, la mayoría de ustedes, no tienen conciencia de hasta dónde ha llegado, dice el Señor, el conocimiento de la física, de la química, de la astronomía y de muchas otras ciencias.
Ustedes no se imaginan, se están quedando muy atrás, están atrasados. Investiguen, dice el Señor, pero no por curiosos, sino para entender en qué tiempos, en qué tiempo están y lo que se viene, lo que se está forjando en la oscuridad.
Están muy atrasados, son como personas anticuadas, son como personas que no pueden, que no se ponen al día con lo que va pasando, están atrás de lo que está sucediendo; ni siquiera en las escuelas, ni en las universidades les están enseñando lo que de verdad ellos saben, dice el Señor, las mezclas que se están realizando entre partes humanas y de otras naturalezas, son como películas de ciencia ficción. Ustedes van a ver los que queden vivos para ese tiempo, mezclas, enfrente de sus ojos, de hombres con espíritus, espíritus de las tinieblas.
Ustedes van a ver criaturas que pensaban que eran solamente personajes de esas películas, vienen cosas distintas, vienen cosas nuevas, vienen cosas terribles, vienen cosas inimaginables que se pudieran dar en la llamada realidad. Todo lo que ustedes vieron en esas películas de ciencia ficción, los fue preparando para este tiempo. Ellos solamente están esperando el tiempo para lanzar estas creaciones que se pueden llevar a cabo por el poder que Satanás les da a través de su obediencia.
Oh, hijitos, todo tipo de enfermedades está reservada en los laboratorios de ellos, lepra… y yo, Noelia, estoy viendo distintos tipos de enfermedades que son contagiosas, pero no sé cómo se llaman. Son algunas enfermedades, son supuestas enfermedades que fueron erradicadas, pero no fueron erradicadas del todo. Ellos se guardaron esas semillas, que así les llama el Señor, para hacerlas crecer en el momento indicado, para exterminar olas de niños, otras son para erradicar de la faz de la Tierra millones de ancianos que no pueden resistir a ese tipo de pestes específicas.
Ellos ya saben a qué sector de la población enviar cada tipo de enfermedad y calculan más o menos, cuánta es la gente que pueden borrar de la faz de la Tierra a través de esos lanzamientos. Hay laboratorios de destrucción, dice el Señor, que son igual que las armas masivas, pero de una manera biológica.
Hijitos, la pregunta de todo esto es, ¿ustedes, si hoy los llamara a venir a mi presencia, estarían preparados?, porque muchas de estas cosas van a suceder de la noche a la mañana, de la noche a la mañana. Los va a tomar por sorpresa. Por eso la Biblia insiste tantas veces que si el Padre de familia guardaría su casa, velarías sobre su casa, tendría su casa preparada y que el ladrón viene en el momento que menos se lo espera y todas estas cosas.
Por eso la Biblia dice así, porque así van a ser todas estas cosas, de la noche a la mañana, no van a tener tiempo de hacer lo que no hicieron en todo el tiempo pasado que les di para que se preparen, dice el Señor.
Entiendan que es por misericordia que hoy les aviso, les advierto y les insisto. Prepárense, hijos, porque yo veo a un hombre cerrando su casa, sus puertas, sus ventanas, pero no como el covid-19. Lo veo poniendo, como tapando las ventanas con madera, con clavos, sellando su casa. Este es el nivel de protección que va a buscar la gente con desesperación por causa de las cosas que vienen.
No sé… escucho una palabra, pero no sé qué es… Malburgo, marburgo, algo así. Creo que es una enfermedad, pero no la conozco. Cosas raras así como las pestes de Egipto que afectaron a los animales, dice. Las plagas van, van a volver, plagas, dice el Señor, que maten no solamente a las personas que afecten a la naturaleza y a los animales. Marburgo, acá dice un usuario, escucho eso, dice el señor. Viene eso, yo no sé. Después voy a investigar qué es eso, porque no la conozco.
Dice aquí: Una enfermedad viral grave causada por el virus, similar al ébola. Bueno, este tipo de cosas, todo este tipo de cosas, son las que vienen, y algunas se van a dar por repetición, plagas que son como olas del mar, que vienen, toman muertos, matan a las personas en las orillas, tsunamis que vienen y matan a las personas que están en las orillas, y se vuelven a retraer las olas para atrás y después de un tiempo vuelve, vuelve esa misma ola y trae más mortandad a la gente que está ahí en la orilla del mar, y después se vuelve para atrás, y así estos virus, estas bacterias, estas enfermedades que estoy sabiendo porque veo distintos, distintas cosas que vuelan en los aires y que también están en las aguas y en los alimentos, dice el Señor, que se comportan como olas, que van y vuelven, desaparecen por un tiempo, pero no es que están erradicadas del todo, sino que van y vuelven, van a volver, van a volver, muchas cosas que les hicieron creer a ustedes que están erradicadas, es mentira, dice el Señor, van a volver, y las van a utilizar para matarlos.
Hijitos. Prepárense no solamente para resistir ustedes esta prueba, este refinamiento, sino para ayudar a los que me necesiten cuando estas cosas vengan, porque plagas, plagas velocícimas son las que se van a enviar, las que están propagando los cuatro jinetes que ya han sido soltados, que son nombrados en el Apocalipsis capítulo 6, ellos ya han sido soltados, estos cuatro jinetes cabalgan sobre toda la Tierra, lanzando muerte, enfermedades, pestilencias y todo tipo de cosas, guerras, enfrentamientos bélicos, no hay paz, porque es tiempo de guerra y no de paz, estos cuatro jinetes están lanzando, obedeciendo al Señor, estos juicios sobre la Tierra.
Y todo aquel que no esté bien parado sobre la roca, no va a resistir, y se va a caer, no hay nada nuevo debajo del sol, dice el Señor, en el sentido de que muchas enfermedades que ocurrieron en el pasado van a volver, y que supuestamente por la actividad científica ya se debería tener el antídoto, pero muchas de ellas que se habían, como creado el antídoto, fue solamente ese, ese antídoto, fue solamente como una, una pausa para esa enfermedad, no fue un stop, y durante esa pausa, esas enfermedades ganaron fuerza, ganaron poder, porque él fue ganando poder durante todos estos años, a través del pecado del hombre, que fue en aumento, y no solo en aumento, en la calidad, sino en la cantidad.
Entonces, ese pecado del hombre es el que le da el derecho legal a él, para empoderar a estas enfermedades, para que vuelvan a proliferarse, para que sean más resistentes que en el tiempo anterior de su manifestación, porque los grises desaparecen, recuerden, y lo malo será más malo, incluyendo las enfermedades.
Así que yo veo también como virus cerebrales, virus que atacan el cerebro y vuelven locas a las personas. No sé de qué tipo de virus o bacterias, no sé, pero veo que una vez que entra en el cerebro va infestando todo y el cerebro se va hinchando y todo esto y la persona se vuelve loca, pierde la conciencia, pierde la cordura y esto tiene conexión con la manifestación de personas como si fueran zombies que ya lo he dicho en otras transmisiones que esto se va a dar, que la gente se va a comportar como zombies.
Van a ser como alguien que todavía está dentro del auto pero ya no tiene el manejo de ese auto, no tiene el control de ese auto, es decir, el espíritu y el alma de la persona que se va a manifestar como zombi todavía va a estar adentro de ese cuerpo pero prácticamente va a haber perdido el control de ese cuerpo, los demonios lo van a tomar, las legiones van a dominar ese cuerpo.
Y entonces el hombre que se levanta contra el hombre y lo peor de todo es que muchas de esas cosas serán contagiosas, muy contagiosas, pero también voy a derramar de mi poder, dice el Señor, y el que verdaderamente esté lleno del Espíritu Santo y esté verdaderamente caminando en mi santidad, dice el Señor, para muchos estas cosas no los van a tocar, sin embargo, también habrán muchos mártires, por amor a mi nombre.
Pero ellos sabrán quiénes son los que voy a llamar a morir por mi nombre, dice el Señor, porque tienen que completarse el número de los mártires que claman por justicia; encima de todas estas cosas, la persecución que viene, dice el Señor, será desbordante, se van a tener que esconder, van a tener que huir, van a tener que sufrir traiciones impensadas, por eso dice la Biblia que el hijo se levantará contra el padre y la nuera contra la suegra y demás.
Van a tener realmente que aprender a caminar en una fe individual en primer lugar, sin depender del afecto de ningún hombre, de la aprobación ni de la fidelidad, porque los hombres se van a volver locos a un extremo brutal. Oh, hijitos, lean y entiendan, repite el Señor, en este caso, en esta transmisión, el capítulo de Mateo 24, lean y entiendan, lean y escudriñen, lean y crean, lean y pregunten, dice el Señor.
No escapen del Apocalipsis, lean el libro de Daniel que habla sobre los sucesos de estos últimos días y conecten todas las partes de las escrituras que arrojan luz sobre el rompecabezas de los días finales.
Hijitos, les he dejado todo, solamente tienen que poner luz de revelación, tienen que pedirme que les dé la luz de la revelación para que puedan entender y conectar las distintas piezas del rompecabezas que son los distintos pasajes bíblicos para poder entender lo que está programado, hijitos, los amo, dice el Señor, pero abran grandes los ojos, Porque además de estos sucesos infernales, el engaño se presentará de una manera muy difícil de distinguir, de discernir.
Es contracción sobre contracción, gemido sobre gemido, dolor sobre dolor, hasta que nazca una nueva Tierra, un nuevo cielo, hasta que realmente acontezca La redención de todas las cosas no hay otra manera de que suceda a través de la aflicción, hijitos, dispuestos a sufrir los mismos padecimientos que yo sufrí, dice Jesús, dispónganse a ser probados, dice el Señor, porque es porque los amo, porque ustedes son oro para mí, pero el oro tiene que ser probado y tiene que ser refinado, estoy con ustedes, dice Jesús, resistan!
Porque solo los que resistan esos serán salvos. Oh, aleluya, aleluya, esta es una alerta roja, sos, llamado de atención, alarma, cuidado, Stop, señal de advertencia. Los amo, dice el Señor, y por eso les abro los ojos y el Espíritu insiste por tercera vez en que los que no lo han hecho hasta ahora, y esta es la tarea que les queda a ustedes después de haber escuchado estas palabras por medio del Espíritu Santo, es que lean el Apocalipsis, que pidan entendimiento sobre este libro, que pidan revelación, que pidan sueños, que pidan palabra profética, que pidan que les abra el corazón para poder recibir lo que está escrito.
Esta es la tarea que les dejo a muchos de ustedes que no lo han hecho hasta ahora y los que lo han hecho que se metan aún más adentro, dice el Señor, porque es clave tener presente este libro en este tiempo, así como el libro de Daniel, así como Mateo 24, Lucas 21, Marcos 13 y tantos otros pasajes de las escrituras de los Profetas que hablaban sobre los últimos días, pero muchos de ustedes leyeron toda la Biblia menos el Apocalipsis, eso es a lo que apunta el Espíritu de Dios ahora y léanlo más de una vez, lean, lean, lean y repitan la lectura, repitan la lectura, hasta que el auto se encienda y comience a funcionar.
Insistan en el cuarto secreto para que les hable sobre eso, dice el Señor, Gloria a Dios y yo veo los Jinetes del Apocalipsis otra vez, porque ellos no se van a detener, dice el Padre, Y si ustedes no entienden van a ver lo que sucede pero no lo van a comprender y no van a saber por qué, porque lo que hago, dice el Señor, el fin de todas las cosas es traer redención y no perdición, es provocar al hombre a que se despierte y me busque y me pregunte y me acepte y entre en la vida eterna todo esto que será terriblemente difícil, duro, duro de vivir, duro de escuchar, duro de ver pero el propósito es eterno, dice el Señor.
Entiendan y sean comprendidos, entendidos, entendidos que resplandezcan como las estrellas del cielo como dijo Daniel los amo, hijitos, y los lleno de poder para ser capaces de resistir hasta el final, no lo duden, pero seanme fieles porque solamente los soldados fieles van a resistir la batalla final. Amén, aleluya, alabado sea el Señor, alabado sea el Señor, Dios de majestad, Aleluya, gracias, gracias, Padre.
Mateo 24, escucho Mateo 24, predíquenlo, dice el Señor, a los pastores que escuchan, se termina el tiempo que les he dado, dice el Señor, para que escuchen mi llamado de enseñar sobre Mateo 24, hago un último llamado, dice el Señor, a que prediques y enseñes a las ovejas que te he confiado en tu redil sobre Mateo 24, sé valiente y no te acobardes, le dice el Señor a estos pastores y predicadores y habla sobre lo que va a venir, para que tal vez puedas salvar a muchos que hoy se perderían.
Amén, gracias Señor bendito, Gracias Señor, a ti sea la gloria y la honra por siempre, Amén, Wow, amados hermanos, siento como si me hubiera sacado una mochila de mis espaldas, como si la palabra que el Señor había derramado adentro mío hubiera sido quitada literalmente, como liviana, como vacía de palabras por haber entregado el mensaje que había comido, el rollo que había comido.
Gloria a Dios. Gracias, Señor.