Dios te bendiga, amado pueblo del Señor en este primero de enero de este año en el cual estamos entrando, año 2023, para transmitir esta primera palabra profética a las naciones. El Señor quiere hablar en este tiempo para que Sus hijos no caminen en tinieblas, porque nosotros no somos de la noche sino del día, y el Señor coloca luz en nuestro camino para que podamos ver lo que se avecina sobre el mundo y sobre la iglesia, y así poder estar preparados y listos, acorde a las instrucciones por el Espíritu Santo que da a su pueblo para poder resistir a lo que viene.
En el año 2020 compartí una palabra profética sobre ese año, donde el Señor dijo a su pueblo que su pueblo iba a ser refinado como el oro en ese año y en los tiempos que venían de los últimos días, y así fue. Año 2020, donde todo se sacudió, donde la iglesia pasó por una de las pruebas más importantes de los últimos días, por una de las contracciones por donde esta mujer de partos recién está comenzando a sufrir hasta que nazca este nuevo bebé espiritual.
Recomiendo ver, además de escuchar esta palabra que voy a compartir hoy, la última profecía que publiqué en mis redes sociales, que está titulada «¿Cómo serán los días que vienen? 2023 en adelante», donde el Espíritu Santo nos abre los ojos sobre los movimientos de este último tiempo y cómo la iglesia tiene que reaccionar y prepararse frente a esas cosas. El versículo que recibí, clave para este año 2023, es:
[Mateo 24:13, RVR1960] Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
La palabra clave para este año para la iglesia del Señor Jesucristo es: perseverancia, resistencia, vigilancia, observación. El Señor está diciendo en este tiempo:
Hijos, voy a seguir sacudiendo las naciones. La oscuridad se va a seguir manifestando sobre la Tierra, cada vez en niveles mayores, así como mis hijos van a ir emanando cada vez más luz. Los dos polos se van a ir agudizando y la luz iluminará muchísimo más, mientras las tinieblas se van volviendo cada vez más densas. Pero ustedes, hijitos, deberán aprender a resistir. La palabra clave que deben grabarse en sus corazones en este tiempo, entrando en este 2023, es: perseverancia, resistencia. Deberán ser como columnas fuertes que nada pueda derribar. Deberán ser como cuando una tortuga ve venir el peligro y se mete adentro de ese caparazón para resistir los golpes.
Y el Señor me mostraba en esta palabra anterior que así tal cual como son los dolores de parto de una mujer, que está sufriendo para que nazca su bebé, las contracciones comienzan espaciadas primero y son suaves, y entre el medio de ellas hay periodos de descanso para que esa mujer pueda prepararse para sufrir aún más, para que su cuerpo prepare el camino para que una vida vea la luz; que así como una mujer que recién comienza su trabajo de parto tiene contracciones, primero suaves y muy espaciadas, pero después esas contracciones se van volviendo cada vez más seguidas y cada vez más largas y cada vez más dolorosas, así será en este tiempo y así está siendo.
Y esta pandemia que comenzó a fines del año 2019, teniendo su punto máximo en el año 2020 y que aún no ha terminado de dar su coletazo a las naciones, las consecuencias que ha generado han sido una de las contracciones de esta mujer de parto.
Así vendrán otros eventos, me decía el Espíritu Santo, por donde la iglesia del Señor Jesucristo tendrá que pasar y tendrá que ser probada y tendrá que demostrar la fe que verdaderamente tiene, donde la iglesia del Señor Jesucristo entrará en este horno de fuego para ser refinada, para sacar aún más brillo, para tener aún más fe, para que cuando el Señor venga, nos vayamos con un mayor peso de gloria.
Así mismo vamos a pasar por nuevos eventos que van a probar nuestra fe, nuestra resistencia, nuestra perseverancia. Por eso, así me decía el Espíritu Santo: Este año, hijitos, los voy a entrenar, les voy a enseñar a resistir, les voy a enseñar a perseverar, pase lo que pase, venga lo que venga, dure lo que dure, sufran lo que sufran. Y muchos de nosotros vamos a aprender lo que significa cargar con nuestra propia cruz, porque, dice la Palabra del Señor, el que ame su vida la perderá, pero el que deteste su vida y renuncia a ella la ganará.
Muchos de ustedes que aún no entendieron lo que significa llevar la cruz de Cristo y tener el honor de padecer los mismos padecimientos que él padeció lo van a aprender en estos días que vienen. No somos los mismos después de esta prueba que transformó a muchos hijos de Dios, especialmente a los que no se la esperaban. Esta pandemia de COVID-19, y todo lo que vino después en una transformación, en un cambio completo, en un giro de la vida del hombre como también profeticé en el año 2021 en la primera profecía del año, que dije que todo iba a cambiar por el Espíritu Santo, y así fue.
Estos hijos de Dios que no se la esperaban, ellos aprendieron de a poco y van a seguir aprendiendo en este tiempo a cargar con esa cruz, lo que verdaderamente significa ser un hijo de Dios que estuvo creado, hecho con las propias manos de nuestro Señor Dios supremo, todopoderoso, para vivir en este tiempo, porque no te confundas, no estás viviendo en estos tiempos por casualidad. Dios, tu padre, tu hacedor, tu creador, te hizo con las características que necesitas específicamente para vivir en este tiempo, en este año, en estos meses, en estos días, inclusive en el lugar donde estás, y te dio lo que necesitas para poder resistir lo que viene. La Palabra dice:
[Lucas 21:19, RVR1960] Por su perseverancia salvarán sus vidas.
Hay muchos eventos que aún falta que sucedan. Las cosas no son como parecen. Porque muchos de ustedes piensan que las aguas del mundo ya están calmas, pero en realidad por debajo se mueve el leviatán y en cualquier momento va a salir a la superficie del agua para intentar derribarte, para darte un coletazo, para destruirte para que no puedas resistir si fuera posible estos eventos que están dentro del plan de Dios y que tienen que suceder y por donde la iglesia tiene que pasar hasta la venida del Señor Jesús.
No es calmo el mundo en estos tiempos. Estamos ahora solamente pasando por uno de esos periodos de descanso que mencioné, entre contracción y contracción. Pero cuando menos lo piensen, me decía el Espíritu Santo, se viene un terremoto espiritual, se viene un sacudón mundial, se viene una tormenta repentina de esas que no te dan tiempo a prepararte, que no te dan tiempo a correr, que no te dan tiempo para ponerte a resguardo.
Así son los eventos que van a venir, me dice el Señor. Vamos a ver cosas muy fuertes que van a sacudir nuestros corazones, que van a provocarnos a que se muestre lo que verdaderamente tenemos en nuestros corazones guardados. Van a ser cosas tan fuertes que nos van a poner entre la espada y la pared y no nos va a quedar otra opción que mostrar nuestra verdadera cara.
El Señor va a mostrar la diferencia entre aquellos que se dicen ser hijos de Dios y entre aquellos que verdaderamente lo son. Estas cosas que van a venir van a provocarte a que muestres tus reacciones más profundas, a que saques lo que está guardado profundamente en tu corazón, porque solamente a través de las pruebas fuertes, a través de tribulación, el humano realmente muestra quién es.
Tus reacciones y tus acciones y tus obras en estos tiempos peligrosos, difíciles que estamos viviendo y que vamos a vivir, van a mostrar realmente quién sos, y hasta muchos de ustedes se pueden llegar a sorprender, porque al verse en un espejo ustedes creían que veían cierta imagen de ustedes mismos, pero cuando venga esto tan fuerte que va a venir, estos eventos que van a ir transformando el mundo poco a poco aún más de lo que ya ha sido transformado con la pandemia del virus, con la guerra que se está dando en otros lugares del planeta entre Rusia y Ucrania, con los movimientos económicos y las consecuencias que estas cosas y otras más están generando…
Van a venir eventos aún que te van a asombrar. No lo vas a poder creer si no escuchaste lo que los atalayas hablamos, si no leíste lo que la Palabra dice que vendría en estos días. Tus ojos se van a abrir como cuando alguien se sorprende y dice: «No lo puedo creer. No pensaba que era para tanto.»
Así será, hermanos míos, pero entonces vas a mostrar lo que guardabas adentro tuyo, y ahí realmente tu imagen real de quién verdaderamente sos, de lo que tenés en tu corazón, se va a mostrar en el espejo de la verdad de Dios y te vas a sorprender, y te vas a dar cuenta de que no estabas tan limpio como pensabas, y te vas a dar cuenta de que no estabas dispuesto a ir hasta la muerte, si fuera necesario, por el Señor Jesús. Te vas a dar cuenta que no estabas tan lleno de amor, misericordia, perdón y piedad por el prójimo como lo creías. Te vas a dar cuenta que lo que leíste en la Biblia era cierto, que lo que pasó Esteban cuando lo estaban apedreando era también algo un suceso guardado para estos días, que lo que sufrieron los apóstoles y discípulos en los tiempos bíblicos era también un ejemplo para nosotros.
Entonces, ¿por qué Dios te habla tan fuerte hoy? No es para que abras las puertas al miedo, no es para que te dejes vencer, no es para que te desarmes por dentro, sino para que tomes la decisión de pararte firme como un soldado de los últimos días y no solamente resistir a lo que viene, sino atacar a las obras de las tinieblas y llevar fruto para Dios.
Yo sigo escuchando… Se van a sorprender, hijitos, se van a sorprender. Piensen sin límites en lo que puede llegar a venir. No pongan límites a la realidad que va a venir. No piensen que las cosas van a ser fáciles para el pueblo de Dios, porque aún sosteniéndolos en mi mano, dice el Señor, van a ser sacudidos igual por el enemigo, para que cada uno muestre lo que verdaderamente había en su corazón y para aumentar la fe de muchos, para provocarlos a ir de gloria en gloria.
Hijitos, prepárense como cuando alguien entrena en el gimnasio todos los días, y si le tocara tener que pasar por un evento, un suceso o una situación en la que tenga que correr largas distancias, ya estará listo y no va a caer en el camino; para que, si le tocara una situación de supervivencia en la que tenga que ser exigido físicamente, su cuerpo ya estaría listo.
De la misma manera, ustedes vuélvanse atletas espirituales, dice el Señor. Los atletas no se dan largos tiempos de vacaciones, largos períodos de descanso, porque saben que cuando tienen que volver al campo de juego ya no van a poder jugar como antes. No van a ganar, no van a tener la victoria. Otros van a ser superiores a ellos. Y ustedes, ¿cuánto más? dice el Padre, sabiendo que el equipo del oponente le pertenece al enemigo, al enemigo de las almas, al que los quiere destruir, al que les quiere robar la fe para que no lleguen a obtener el trofeo final de la vida eterna.
Hijos, dice el Señor, si ustedes permanecen en mí, Yo los voy a guardar, pero no los voy a quitar antes de que me muestren quiénes son en verdad, no a través de las palabras, sino a través de sus obras, porque si hoy pidiera sus vidas, muchos me la negarían. Así que estén preparados, alístense, estudien las Escrituras, aprendan a resistir, fortalézcanse en mí, ayunen, atiendan al pobre, a la viuda, al huérfano.
Ocúpense de los demás, porque esto también los va a ayudar a prepararse para lo que viene. No endurezcan sus corazones, dice el Señor, porque vienen tiempos de muchísima necesidad, a donde estoy preparando a muchos de mis hijos para ser columnas fuertes para los débiles. Aquellos que son los más fuertes van a ayudar a resistir a los débiles, y así un mismo cuerpo, unido, conectado, en comunión, esperando mi venida, dice el Señor, pueda ser apto para pasar las pruebas que vienen.
Pero, como dije en esta otra palabra que les comenté, el justo y el injusto, ambos serán probados. El trigo está siendo separado de la cizaña, y cada uno tendrá que mostrar cuál camino va a tomar. Cada uno va a tener que elegir verdaderamente qué camino va a caminar.
Los gobiernos del mundo, los líderes, se están reuniendo en las mesas para planificar cuándo es el próximo golpe que pueden dar, y uno de los objetivos de estos golpes es derribar a los creyentes del Señor Jesucristo, porque hasta ellos, hasta los gobernantes, hasta los líderes del mundo, hasta los que manejan el poder en la cima de los gobiernos, hasta ellos saben qué gran parte de los cristianos están débiles, están tibios y se distraen, y apenas viene un tiempo de tranquilidad, bajan la retaguardia.
Se viene un golpe muy fuerte, el próximo golpe, el próximo sacudón, y ustedes tienen que estar listos para poder resistir lo que venga. Primeramente, levantando el escudo de la fe y sabiendo que Yo estoy con ustedes hasta el fin de los días. En segundo lugar, permaneciendo en santidad. En tercer lugar, estando en comunidad, en comunión con otros hermanos, unidos con el resto del Cuerpo de Cristo. En cuarto lugar, habiendo conocido, estudiado, meditado y aplicado las Escrituras. En quinto lugar, habiéndose entrenado en una buena alimentación y en ayunos, porque esto les va a ayudar en caso de necesidades de alimentos. Tienen que aprender a convivir con la falta de los alimentos. En sexto lugar, aprendiendo a adorarme, pase lo que pase, a alabarme, porque la alabanza va a ser un arma poderosa en estos últimos días.
Así como cuando Pablo y Silas comenzaron a alabar al Señor en la cárcel y el ángel los libertó, así mismo en este tiempo van a tener que probar realmente si son capaces de seguir adorándome y alabándome con todo su ser, aun cuando sean apresados, aun cuando tengan hambre, aun cuando sean perseguidos, aun cuando sus libertades individuales sean quitadas, porque en eso estamos, en un proceso de perder todas las libertades individuales. En séptimo lugar, caminando en el poder del Espíritu Santo, en los dones espirituales, los cuales les van a ayudar a estar edificados, firmes, a ser resistentes, a ejecutar la obra que tengo preparada para ustedes mientras estas cosas suceden sobre la Tierra.
Hijitos, no se distraigan. Les voy a dar todas las armas espirituales que necesiten, porque el octavo punto es, van a tener que aprender a resistir en sus mentes, van a tener que aprender a luchar contra los pensamientos que el enemigo les va a intentar colocar, contra las ideas satánicas que estos gobiernos y los países están intentando implantar en la mente de la población. Ustedes van a estar nadando en la misma pileta que ellos, pero van a tener que aprender a no contaminarse.
Inclusive van a ver mártires. El Espíritu quiere que muchos de ustedes sepan esto, porque muchos piensan que en este tiempo no va a ser necesario morir por la causa de Cristo. Pero la realidad es que lo mismo que pasó ayer va a suceder hoy, que los mismos padecimientos que se sufrieron ayer se van a padecer hoy para los verdaderos hijos de Dios, porque vamos a llevar las marcas del Señor Jesucristo en nuestros cuerpos, en nuestras almas, en nuestros espíritus, y la cruz se va a ser tangible en nuestras vidas.
Y como muchos de ustedes piensan o les enseñaron o entendieron que estas cosas les pasaron a los discípulos y apóstoles pasados que están mencionados en la iglesia primitiva, pero no es para este tiempo, Dios quiere abrirte los ojos hoy, porque hay gente que está preparada para ser mártir del Señor Jesucristo en estos últimos días. Hay un llamado especial para ser mártir del Señor Jesucristo para estos últimos días, donde Dios a través de su Espíritu está preparando a muchas almas para poder resistir el momento de entregar sus vidas por causa de la persecución que viene.
Por eso dice la Biblia que el hijo entregará al padre, que la nuera a su suegra, que la persecución aumentaría en este tiempo, porque los mártires irán aumentando a medida que el pecado aumente sobre el mundo y la persecución sobre los cristianos se incremente. Pero lo bueno de esto es que el Señor ya habrá creado a estas almas, equipado a estas almas, enseñado a estas almas y entrenado a estas almas. Las habrá preparado específicamente para cuando llegue el momento de cumplir con este llamado, hasta que se complete el número de los muertos por el Señor Jesucristo, como dice Apocalipsis. La Palabra dice:
[Mateo 10:21, RVR1960] El hermano entregará a la muerte al hermano y el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir.
Esto ya se está dando en algunas partes del mundo. No es que no exista, pero tenemos que entender y prepararnos, porque va a aumentar y se va a dar en todos los países del mundo, poco a poco, porque, así como antes el matrimonio igualitario era una aberración y no estaba permitido en casi ningún país del mundo, y ahora es lo más normal para ellos y cada vez se está dando más, así como algo que antes éticamente estaba prohibido, estaba mal visto, y todo el mundo sabía por sus conciencias que estaba mal, como lo es la homosexualidad, el matrimonio igualitario y todas estas cosas que ahora son normales para el mundo, así será la persecución a los cristianos. Vamos a ser la escoria del mundo. Y aunque ya lo somos en algunas partes de la tierra, esto se va a dar a nivel global, porque la maldad va aumentando y el amor se va enfriando, y aún hasta muchos que decían ser de nosotros se van a dar vuelta para volverse contra nosotros.
Crisis políticas seguirán dándose, violencia política, violencia en los gobiernos. Yo veía complots que se están llevando a cabo detrás de bambalinas, complots que se están formando en los gobiernos de distintos países para derrocar a presidentes de maneras violentas y para hacerlo de una manera que esa cabeza de esa nación quede mal, provocando agitaciones sociales, manifestaciones.
La depresión va a aumentar, la ansiedad va a crecer, la tristeza va a tratar de envolver a mucho pueblo de Dios. Los psicólogos van a estar llenos de trabajo en este tiempo, me dice el Espíritu Santo. Y con esto no estoy diciendo si yo Noelia estoy a favor o en contra de la psicología. Estoy diciendo lo que me muestra el Espíritu Santo, que mucha gente va a concurrir a tratamiento psicológico por causa de que la depresión, la tristeza, la soledad, la ansiedad, las fobias van a incrementar, porque lo que se mueve espiritualmente hablando está creciendo, está en incremento. Y el objetivo número uno del diablo, como ya lo he dicho antes, es la mente de las personas y el miedo.
Así que estas dos armas fundamentales que el enemigo está utilizando en este tiempo van a ir en incremento, porque la gente, al abrir la puerta a causa de los pecados, que también están en incremento, no solo de cantidad sino de gravedad, el diablo tiene más entrada y más comodidad para llenar de miedo, de terror, de brujería y de problemas mentales a la gente, hasta volverla loca.
Y los hijos del Señor que no se cuiden en este aspecto y que no cierren todas las puertas, permaneciendo en santidad y en comunión primeramente con Dios, pero también con los otros hermanos para crecer en un mismo cuerpo, ellos también van a ser afectados por estas cosas. Las enfermedades mentales van a ir en aumento, porque no solamente es que van a venir nuevas enfermedades graves y mortales—esa era otra de las cosas que me ministraba el Espíritu Santo en oración—sino que la tasa de mortalidad va a incrementar.
Y veía muchos bebés que nacían muertos, y niños que morían. Pero no es solo una muerte física y no es solo enfermedades físicas que vienen, porque China y otras naciones ya tienen una agenda de otras enfermedades que van a desparramar sobre el mundo, así como fue con el COVID-19. No se trata solamente de un ataque al cuerpo sino también a la mente, y las nuevas enfermedades que van a venir van a afectar al cuerpo y a la mente. Pero el objetivo real el más importante del enemigo será la mente del ser humano para volverlo loco, para llenarlo tanto de demonios que se comporten como entes espirituales de las tinieblas que caminan sobre la tierra con un cuerpo mortal, con un cuerpo de humano.
La gente va a ser tomada por los demonios a un nivel que ya no tengan dominio propio de ellos mismos por estar tan habitados. Van a ser como una casa que está tan sucia, contaminada, que va a ser habitada por el enemigo con legiones y legiones de espíritus demoníacos. Y cuando las personas llegan a ese punto, son como zombis que tienen un cuerpo, pero ya no deciden por ellos mismos. Van como en piloto automático en el sentido de su personalidad, de ellos mismos, pero en realidad van a ser manejados por estas entidades espirituales que el enemigo va a utilizar para oprimir a los santos, para amedrentar a los santos, para asustar a los santos, para que bajen los brazos, para que se alejen de Dios y no entiendan lo que está pasando, para que piensen que el enemigo ha tenido la victoria, y tantas, tantas cosas más.
Hermanos míos, RESISTIR es la palabra para este 2023, resistir en la mente, la batalla mental, santificar tu corazón y tus pensamientos, porque siempre hay un nivel más. No alcanza con estar salvos. No alcanza con creer. Tenés que aprender a resistir lo que viene, hasta que tu vida se termine y realmente obtengas el trofeo de la vida eterna.
La mente: ahí se va a dar la batalla más grande, porque cuando vengan estas enfermedades distintas, nuevas, contagiosas, que van a provocar altas tasas de mortalidad nuevamente, y muertes repentinas, y muertes violentas, y muertes extrañas, de enfermedades corporales mezcladas con manifestaciones mentales de locura, este tipo de cosas. Cuando veas estas cosas, vas a tener una batalla en tu mente si no estás fuerte en la parte mental. Por eso, una de las cosas más importantes es que aprendas a santificar tu vida mental, que limpies tu corazón y que sepas cómo resistir al diablo en los pensamientos.
Estas contracciones no solo se tratan de enfermedades, no solo se tratan de persecución, no solo se tratan de distintas formas en las que vamos a ser sacudidos y probados mientras el Señor hace una diferencia entre el trigo y la cizaña y todas las cosas se manifiesten. Estas contracciones también hablan de eventos naturales catastróficos que vienen al mundo, porque el nivel de los terremotos que vas a ver te va realmente a sorprender. No se acostumbren a nada, dice Dios, porque van a suceder cosas nuevas y también van a suceder las mismas cosas que antes, pero en formas distintas.
Al ir la violencia en el hombre aumentando, también las cosas que sucedan en la tierra a nivel climatológico, a nivel geográfico, estas catástrofes ambientales, los volcanes, los terremotos, las aguas que van a inundar las costas, tsunamis, tormentas, nieves, frío extremo, como también ya lo dije antes. Y lo estamos viendo ahora, ese frío extremo como nunca antes y ese calor extremo como nunca antes, en zonas de la tierra donde no era regular.
Estas cosas también van a ser parte de estas contracciones, porque la vida del hombre va a ser sacudida de distintas maneras y de distintos frentes. Y los gigantes que vamos a tener que enfrentar como iglesia del Señor Jesucristo van a ser distintos. No van a ser los mismos enemigos. Así como el pueblo de Israel primero enfrentó por ejemplo a los filisteos, después a los amalecitas, a los moabitas y cuántos tipos de enemigos, esto también es un ejemplo para la iglesia de estos días. No vamos a enfrentar siempre lo mismo. Por eso, aun así, el Señor no muestra específicamente quizás que es lo próximo que viene. No se acostumbren a nada y no esperen algo específico, a menos que Dios se los muestre o les hable de alguna manera. Pero la idea de Dios es que estemos listos para resistir lo que venga, cuando sea y donde sea y en el momento que sea.
Nuevas denominaciones falsas van a surgir fuertemente en este año. Se van a formar agrupaciones religiosas que por fuera van a aparecer atractivas. Van a llamar la atención de muchos cristianos que están cansados de lo que pasa en la mayor parte de las iglesias cristianas. Y entonces el diablo va a aprovechar esto para crear nuevas formas de religión que en apariencia van a aparecer bíblicas, van a aparecer de buena doctrina, pero en realidad van a ser panes llenos de levadura, panes podridos que por fuera van a ser gorditos como recién horneados, van a parecer sabrosos, apetecibles para comer, pero una vez adentro del estómago funcionarán como veneno para muchos que no quisieron escuchar la verdad del evangelio y la verdad de las cosas que iban a venir no solo para los incrédulos sino también para los creyentes, aquellos que quieran superficialidad, aquellos que sean tibios y no quieran calentarse por el Señor, aquellos que no estén dispuestos a sufrir por causa del nombre de Jesús, aquellos que quieran las cosas fáciles pero que tengan un pie en el mundo y un pie en el reino de Dios. Esos van a comer de estos panes y se van a unir a estas formas de religiones falsas que estoy viendo que van a surgir en este tiempo.
Por eso tienen que pedir el bautismo del Espíritu Santo, aquellos que no lo tengan, y tienen que conocer tanto la Palabra de Dios escrita, para que cuando quieran venderle un producto nuevo, ustedes ya sepan y estén arraigados y cimentados en la verdad de las Escrituras y guiados y con discernimiento del Espíritu Santo, porque lo que viene va a ser muy atractivo. Van a ser movimientos donde uno va a decir: «Al fin el Señor está levantando a su iglesia, al fin vemos el poder de Dios que se mueve, al fin vemos señales, prodigios y milagros», pero en realidad varias de estas cosas se van a realizar con el poder del diablo y no con el poder de Dios.
Al mismo tiempo el Señor estará limpiando las congregaciones, eliminando la inmundicia, quitando error de sus hijos, y levantando nuevos ministros que realmente estén ungidos y que realmente no les importe nada más que hacer la voluntad de Dios, ministros que no se manejen de acuerdo al dinero, a las ofrendas que les den, de acuerdo a si viajan o no, si visitan congregaciones o son reconocidos o no reconocidos, ministros que tengan un corazón como el corazón de David, que quería adorar al Señor, que a pesar de sus errores le era fiel a Dios.
Así que el bautismo del Espíritu Santo es esencial en estos días para estar en el espíritu y no la carne. Los dones del Espíritu Santo serán esenciales en este año y en los días que vienen para caminar en el poder de Dios y para llevar fruto en este tiempo. Pero también el discernimiento de espíritus. Pidan discernimiento a Dios y prueben todas las cosas, como dice la Palabra: No menosprecian las profecías, pero prueben todas las cosas.
No menosprecien las manifestaciones del poder de Dios, pero prueben todas las cosas. No menosprecien los milagros y el poder que se vea manifestado, pero deberá ser probado para dividir lo que viene de Dios de lo que no, porque dentro de todo ese pan que será fresquito y riquísimo, apetecible para comer, dentro de ese pan estará escondido una semilla de veneno que te puede matar espiritualmente primeramente, pero también en el cuerpo.
Dentro de una parte de la verdad vendrá escondida una porción de error y te vas a contaminar, y una vez contaminado es difícil volver atrás. Es difícil poder discernir, porque uno se ensucia, como cuando uno ensucia sus lentes y ya no puede ver claramente como cuando estaban limpios, cuidado, porque los lobos rapaces brotarán de debajo de la tierra como brota el césped cuando hay sol.
No crean todas las cosas. Prueben todo lo que les dicen. La intimidad con Dios es la clave para que el Señor les hable y se mantengan limpios. Y acercándose al Señor, conociéndolo a Él primeramente personalmente y después congregándose con los demás, esa comunión íntima con Dios, estando cada día en ese cuarto secreto, eso va a ser lo que les ayude a reconocer lo falso, porque únicamente cuando uno conoce lo verdadero después puede reconocer lo que no es verdadero. Cuando uno probó lo que es verdadero, únicamente allí uno puede reconocer lo que no es como lo que ya probó.
Entonces, conociendo a Dios primeramente te va a dar el discernimiento para reconocer lo que no viene de Dios, porque cuando conoces a una persona como tu madre, tu padre, tus hijos, vos sabes cómo esa persona habla, sabes cómo se maneja, sabes lo que le gusta, lo que no le gusta, lo que quiere, lo que no quiere, lo que desea, por lo que lucha. Y estando en cercanía con esa persona conoces los principios que tiene. Así mismo tenés que acercarte a tu Dios, a tu Creador, a tu Hacedor, para poder conocerlo aún más de tan cerca que estás con él, porque convivís con él día y noche y conoces su voz, como dice la Biblia:
[Juan 10:27, RVR1960] Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.
Solamente estando allí en el cuarto secreto, solamente eso, y también teniendo la Espada del Espíritu afilada, que es la Palabra de Dios escrita, te va a ayudar a discernir y a separar los movimientos religiosos que vienen.
Cada vez que le pregunto al Señor: «Padre, ¿qué viene en este 2023 y en adelante?» lo que más escucho de parte del Espíritu de Dios es: tiempos difíciles donde mi pueblo tiene que aprender a resistir y a levantarse cada vez que se caiga, tiempos de asombro, tiempos de sacudón, tiempos adonde la fe será probada, tiempos adonde muchos van a tener que confesar que creen en mí. Muchos que hasta ahora me escondieron abajo de una alfombra, dice el Señor — porque muchos creen en mí, pero no me confiesan — a esos los voy a llevar a un punto a donde tengan que confesar que creen en mi nombre, para que Yo luego pueda confesar sus nombres delante de los ángeles de Dios.
Hijitos, confíen en mí. Hay una razón por la cual tienen que pasar por estas cosas. Crean en mi benevolencia, pero también crean en mi justicia. Crean que estoy con ustedes todo el tiempo, escuchando lo que me hablan, aun cuando no abren la boca. Cuando hablan en sus corazones, cuando me preguntan cosas, estoy mandando a mis ángeles para que trabajen a su favor. Pero aún tienen que seguir caminando por fe y no por vista cuando no vean que las cosas se dan como ustedes quieren o como ustedes piensan que se tienen que dar.
Confíen en mí, dice el Padre, que los guardo en mi mano, pero a veces se van a sentir como si estuvieran adentro de un sonajero que uno sacude para que suene. A veces se van a sentir como si estuvieran adentro de un lavarropas y no pueden salir porque todavía el programa de lavado no terminó. A veces van a sentir que no pueden más, pero en ese momento, dice Dios, Yo les voy a mostrar que por mi fuerza sí van a poder, que cuando son débiles son fuertes, que todo lo que les pedía era fe y que confiaran en mí.
Aférrense a mí y a nadie más. Yo (Noelia) veo que se van familiares. Yo veo que muere gente. Yo veo que las pruebas van a ser muy, muy fuertes, de cosas que son las que más nos duelen, las que más cuestan. Pero, dice el Señor, renueven sus votos conmigo. Vuelvan a creerme cada vez que les toque ser refinados a través del sufrimiento.
Hijitos, la confianza será clave para poder resistir los tiempos que se avecinan, porque voy a sacudir al mundo, y nación por nación sabrá quién soy Yo y quién gobierna realmente en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, porque voy a manifestar mi nombre entre las naciones, y mostrándome y revelándome aún a aquellos que son mis hijos, pero no me conocen bien o solamente conocen un aspecto de mí.
Me voy a mostrar con majestad, les voy a mostrar mi poder derramado sobre las naciones, y voy ciertamente a sostener a aquellos que sigan confiando en mí aún a través de las pérdidas materiales, físicas o de seres queridos. Confíen en mí, porque no todo el mundo está creado para pasar por este tiempo, y va a seguir muriendo muchísima gente, aún dentro de la iglesia del Señor Jesucristo, porque su tiempo se termina simplemente, porque sus almas estaban creadas para vivir por cierto periodo de tiempo. Y si Yo permitiera que ellos sigan caminando sobre esta tierra con las cosas que vienen, no hubieran sido aptos para poder resistir y quizás hubieran claudicado de su fe, hubieran abandonado su fe, hubieran tirado la cruz, hubieran tirado la toalla.
Entiendan que por algo sucede lo que sucede y que estoy en todas las cosas, y que todas las cosas ayudan para bien a los que me aman, a los que me siguen, a los que he llamado con propósitos específicos. Confíen en mí y suelten todo lo que tengan agarrado en este tiempo, porque aquello a lo que se aferren lo van a perder. No voy a permitir ni que se abracen a un poste para resistir ninguna tormenta, si no se toman de mi mano, porque quiero que confíen en mí, y voy a conseguir y voy a ganar sus corazones a través de los procesos que van a pasar.
2023, año de pruebas, año para resistir, año de separación de la verdad de la fe, de los que mienten diciendo que tienen fe. Los voy a refinar como el oro y voy a seguir sacando lustre, porque los amo tanto, dice el Señor, y los he creado para llevarlos al máximo punto de expresión de mi persona en ustedes.
Resistan, hijitos, y no se olviden que estoy con ustedes cada día, cada momento, en cada hora, en cada tribulación. No los he dejado, ni los voy a dejar, ni los voy a abandonar, pero muchos sí los van a abandonar. Muchos sí los van a dejar. Se van a sorprender, porque se van a mostrar las caras de cada cual, y muchas personas que ustedes pensaban que iban a permanecer junto a ustedes no lo van a hacer. Estén listos y suelten a todas las personas en sus corazones, porque hay muchos corazones que se van a enfriar en estos días, a medida que haya que sobrevivir, a medida que la supervivencia se vuelva más difícil y la tribulación aumente, y los productos escaseen y el hambre crezca, y el desorden mundial se lleve a cabo y las guerras se incrementen, porque las naciones se siguen armando.
Se van a sorprender, pero si esperan en mí van a ser aptos de resistir lo que venga, dice el Señor, porque para eso los he creado, hijitos. Son mi remanente amado de estos días. Tienen todo lo que necesitan para poder pasar victoriosos, pero si le creen a la voz del enemigo no lo van a poder hacer, porque la decisión tiene que ser de ustedes.
Ni siquiera deben aferrarse a sus líderes espirituales, en el sentido de tener la esperanza en el hombre y no en Dios. Sí, en el sentido de que el Señor nos va a alimentar y ayudar a resistir a través de estos pilares que Dios coloca en la iglesia y en las congregaciones, pero no se aferren, dice el Señor, no se abracen a ellos, porque aún muchos de ellos no van a poder resistir lo que viene.
Aún muchos ministros que todo el mundo pensaba que iban a pasar victoriosos, que iban a ser los primeros en resistir, los primeros en permanecer, muchos van a caer, por distintas razones. Pero una de las razones va a ser que no se van a haber preparado. No se van a haber preparado porque creían que la iglesia no iba a pasar por estas pruebas en este tiempo, y también por orgullo, por arrogancia, porque van a estar distraídos, buscando bienestar social, económico, político, financiero. Por distintas razones, muchos ministros líderes que ahora son cabezas, que ahora son columnas fuertes, que ayudan a los débiles a resistir este tiempo, a muchos de ellos los van a ver caer.
Por eso no deben aferrarse a nadie más que al Señor Jesucristo, el único que permanece para siempre, el único que no se cansa ni se debilita, el único que no te va a abandonar, el que no se equivoca, el único que te lleva a aguas de descanso. Pero Dios va a destruir muchos de tus ídolos en estos días que vienen.
Permanezcan en la oración, pero aún hasta la oración va a tener que incrementar en intensidad y se va a tener que transformar en estos últimos días en un clamor, en una transpiración, en un sudor que nazca desde nuestras entrañas, porque hasta la oración va a ser transformada en los hijos de Dios. La adoración va a ser transformada. La alabanza va a ser especial, porque hay una unción especial de alabanza para este tiempo. Hijitos, no solo se van a sorprender por las cosas difíciles que van a venir, sino también por las cosas nuevas, en las nuevas manifestaciones de mi Espíritu, las nuevas unciones que van a venir en este tiempo.
Y veo un tablero de ajedrez. Las fichas se están moviendo y los jugadores están jugando. Cartas se envían de una nación a otra, de un presidente a otro, de un líder mundial a otro. Pactos se realizan escondidamente para sus intereses, pero van a afectar a la población entera.
Oren para que sean dignos de escapar de todas estas cosas, como dice la Palabra, y fortalézcanse en mí permanentemente y por todos los días que vienen. Protejan a sus hijos, me dice el Señor, porque todo lo que es malo va a ser cada vez más normal, aún adentro de todas las otras religiones que no son la verdadera religión de amar a Dios con todo el corazón, la mente, el alma, las fuerzas y de amar al prójimo.
Para todas esas religiones paulatinamente va a ser normal todo lo que está mal ante mis ojos, dice Dios, y sus hijos van a beber de estas aguas permanentemente, porque el mundo se está contaminando cada vez más. Por eso ustedes tienen que darle de beber de mis aguas cristalinas, de mis aguas de la verdad, y entrenarlos, y que ellos sepan distinguir la verdad del error, para que cuando sean adultos tengan la capacidad de elegir, pero sabiendo que hay dos caminos y no solamente uno.
Protéjanlos en oración, intercedan por sus casas, porque hay muchos que van a creer que estaban firmes, pero van a caer. Así que hijitos, en medio de todo esto tengan esperanza. Tengan esperanza, porque Yo también los voy a sorprender con bendiciones que no se esperaban, y les voy a dar lo que necesiten para resistir y para llegar al final de sus carreras, y voy a usar métodos, fuentes que no se esperaban, que no se imaginaban, para volver a los corazones a mí. Los voy a sorprender, dice Dios, y les voy a dar una fuerza sobrenatural por mi Espíritu a los que se mantengan en intimidad conmigo, fuerza que nunca habían conocido antes, porque de otra manera no van a poder resistir la tribulación que viene.
Amén. Yo bendigo a todo pueblo que escucha ahora esta palabra y a los que la escuchan después con todo tipo de bendiciones espirituales y físicas. Abro los cielos sobre tu casa. Entrego armas espirituales ahora en el nombre de Jesús. Imparto dones, los dones que te faltan para trabajar para Dios en este tiempo. Imparto profecía por el Espíritu Santo ahora, discernimiento de espíritus, palabra de ciencia y sabiduría. Imparto lenguas y interpretación de lenguas ahora mismo. Cualquier tipo de don de sanidades que haya en mi, lo imparto ahora en el nombre de Jesús, así mismo como los milagros. Imparto ahora el bautismo del Espíritu Santo. Oro para que el Espíritu Santo te bautize ahora mismo en el nombre de Jesús para que empieces a caminar en poder y no solo en palabra, haciendo milagros, prodigios y señales, y hablando por el Espíritu de Dios para edificarte a vos y a tus hermanos. En el nombre de Cristo Jesús alabo al Señor ahora. Aleluya por esta palabra. Gracias, Señor. Gracias, padre Santo. Bendiciones. Saludos desde Argentina en el nombre de Jesús. Amen.