Bendiciones, amada iglesia del Señor Jesucristo. Aquí una vez más Noelia, desde Argentina, en este 7 de octubre del año 2022. El Señor ha colocado palabras en mi espíritu para dar a sus hijos, palabras que Él quiere hablar a su iglesia hoy, palabras importantes. Es necesario que comas este pan que Dios te va a dar hoy para que tu espíritu sea fortalecido y edificado, para que obtengas claridad en la visión que Dios te ha dado, para que entiendas cuál es tu propósito en esta tierra, para que sepas cuál es el camino que tenés que tomar. Para todos aquellos que se sienten perdidos, hoy el Señor va a revelar una de las razones por las cuales esto está sucediendo dentro del pueblo del Señor, inclusive en muchas congregaciones.
El Señor me hablaba en estos días sobre la necesidad de seguir la guía de su Espíritu. El Señor me hablaba de cuál es la llave, cuál es la clave para poder ser fructíferos, para que, siendo como árboles plantados cerca del río de su Espíritu, llevemos aún más fruto del que estamos dando. Esta va a ser una ministración poderosa para la gloria del Santo de Israel. Yo estoy viendo ahora mismo a muchos Hijos de Dios que se preguntan por qué se sienten secos, por qué sienten que no avanzan. Se preguntan: «¿Qué es lo que estoy haciendo mal? «¿Por qué me siento estancado? ¿Por qué me siento quedado en el camino, como si me hubiera detenido?» Yo veo en esta visión a alguien que estaba caminando derecho a su destino, pero que de repente se frenó antes de llegar. Y esta persona que estoy viendo, que está en esa situación, parada en el camino pero sin avanzar, se empieza a preguntar: «Padre, ¿qué está pasando? ¿Por qué no puedo avanzar? ¿Por qué me siento como si me faltara algo? ¿Por qué veo a los otros pasar por al lado mío? algunos caminando, otros corriendo, personas que van a distintos ritmos, pero muchos siguen adelante hacia su meta y yo me siento frenado.»
[Juan 15:2, RVR1960] Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
[Gálatas 5:25, RVR1960] Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Hijitos, es porque es por mi Espíritu, no por lo que ustedes piensan que tienen que hacer, dice el Señor.
[Zacarías 4:6, RVR1960] Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
[Romanos 8:14, RVR1960] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Muchos de ustedes comenzaron bien, siguiendo la guía del Espíritu Santo en sus vidas, el cual les indicaba por dónde tenían que ir, qué tenían que hacer, hasta qué tenían que decir. Pero en algún momento dejaron de escuchar al Espíritu de Dios para darle oído a la voz de los hombres más que a Él. Y entonces, ese árbol que estoy viendo comenzó a secarse y los frutos dejaron de crecer. Poco a poco, este árbol comenzó a sentirse sin vida, porque la savia de la vida dentro de él, que representa el Espíritu Santo en esta visión, dejó de correr.
Hijitos, vuelvan a mi guía, dice Dios. Y yo veo a alguien que delante de él ve huellas, tiene pistas en el camino que debe caminar, pistas que debe seguir. Yo veo también como piedritas blancas que alguien ha dejado en el camino, en el piso, que Jesús ha colocado en el camino, para que nosotros sigamos esas pistas. Estas piedritas representan pistas que nos deja el Señor delante de nuestros pies. Él nos marca el camino constantemente para que nosotros sigamos esas pistas, esas pisadas, y lo hace a través del Espíritu Santo de Dios. El que algunos de ustedes se sientan perdidos y estancados no es porque el Señor ha dejado de guiarlos, sino porque ustedes en algún momento del camino, la mayoría de las veces por supuesto sin darse cuenta, han dejado de buscar estas pistas que el Señor les ha colocado. Han dejado de mirar para abajo para ver la guía que el Señor les ha puesto delante de ustedes y han comenzado a mirar hacia otros lados, en vez de a donde Dios quiere que estén mirando. Algunos, porque en vez de escuchar la voz del Espíritu Santo en sus vidas, empezaron a escuchar la voz de los hombres, quienes les decían lo que tenían que hacer o dejar de hacer; otros, porque en vez de escuchar la voz del Espíritu Santo que les decía lo que tenían que hacer, empezaron a escuchar la voz de su propia mente, la voz de sus propios deseos, la voz de su propio corazón.
[Salmos 68:6, RVR1960] Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra seca.
[Mateo 16:24, RVR1960] Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
[Gálatas 5:18, RVR1960] Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Otros dejaron entrar la confusión en sus vidas, dejaron entrar la incredulidad, dejaron ingresar las dudas, le abrieron la puerta a estas cosas, que provienen del enemigo en sus vidas. Entonces, no era que Dios no te hablaba, no era que Dios no te mostraba, no era que Dios no te aclaraba, sino que en vez de escuchar su voz, escuchaste la tuya. Hiciste tu propio camino en vez del camino que Dios marcó desde antes de los tiempos para que camines en él.
[Jeremías 17:9, RVR1960] Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Yo (Noelia) estoy viendo ahora que una de las razones por las cuales muchos de ustedes se sienten estancados y no pueden avanzar, se sienten secos, como si el agua ya no los regara, sienten que hace tiempo que están en un mismo lugar sin moverse de allí, se sienten aburridos, frustrados y todo este tipo de cosas, es porque en vez de hacer lo que Dios les estaba pidiendo que hagan a través de Su Santo Espíritu, comenzaron a querer concretar sus propios deseos y, entonces, dejaron de ser fructíferos, dejaron de llevar el fruto que estaban llevando, dejaron de trabajar para el Reino de Dios y comenzaron a trabajar para cumplir sus propios deseos, para obtener lo que su corazón les estaba pidiendo, y no lo que el Señor les estaba pidiendo a través de Su Santo Espíritu.
[Efesios 2:10, RVR1960] Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Pero hoy te dice el Señor: Hijito, hijita, volvé a mí, volvé a buscarme en la oscuridad de tu habitación, en ese lugar secreto. Volvé a levantar ese altar de oración a donde te reunías conmigo, a donde te congregabas primeramente conmigo, con tu Creador, antes de congregarte con alguien más. Antes de tener comunidad con los hombres, tenés que tenerla conmigo. Volvé a mí. Yo quiero verte cerca mío, Yo quiero que puedas entender y escuchar mi voz, porque no es que no te esté hablando, sino que no me estás escuchando. Porque al levantar el volumen de las voces del mundo, al levantar el volumen de tu corazón, dejaste que mi voz sea tapada con todo eso. Volvé a mis atrios, entrá a ese lugar secreto, volvé a levantar la vista para mirarme a mí, que estoy sentado en esos lugares celestiales. Volvé a congregarte conmigo primeramente.
[Isaías 55:1, RVR1960] A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
[Mateo 6:6, RVR1960] Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Yo (Noelia) estoy viendo en este momento que muchos de ustedes empezaron a congregarse en iglesias, y eso no está mal, no tiene nada de malo, no es ningún pecado, y cuando es sano y productivo es necesario. Pero muchos cometieron el error de congregarse más con los hermanos que con Dios y se olvidaron de lo primero para establecer lo segundo. Se olvidaron que tenían que permanecer pegados a la mano del Señor Jesucristo en primer lugar, para que después, congregándose con los hermanos, sepan claramente lo que tenían que hacer.
Hijitos, hijitos, salieron de ese lugar secreto para irse a donde hay tantas voces, que es muy difícil escuchar mi voz si no permanecen en la vid. Vuelvan a mí primeramente, porque Yo soy el que les di la vida y Yo soy el que les di la salvación. Yo soy el único que los puede limpiar. Yo soy el único que los puede sanar. Yo soy el único que los puede libertar. Yo soy el único que los puede guiar.
[Hechos 10:30, RVR1960] Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente.
[Marcos 6:46, RVR1960] Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
Están haciendo obras muertas, obras que no tienen vida, obras que glorifican a los hombres, pero no a mi nombre, dice el Señor. Porque las obras muertas no son solamente aquellas que traen muerte espiritual, dice el Espíritu, sino que son las pasajeras, que cuando sean probadas por el fuego no van a poder permanecer. Las obras muertas no solamente vienen de las tinieblas de Satanás, sino que también muchas veces son como castillos que levanta el hombre, pero que cuando vienen vientos se caen. Son pasajeras, son efímeras, no permanecen, porque son cosas que Yo nunca les mandé que hagan, estructuras de hombres que muchos de ustedes están obedeciendo, pensando que están participando de la obra del Señor, pero que en realidad Dios nunca les pidió que hagan. Estas son similares a las obras muertas, porque son obras que no solamente con el tiempo desaparecen, que no son eternas como las celestiales, que son pasajeras, sino que son obras que les cuesta realizar, porque las están haciendo en sus propias fuerzas y no por el Espíritu de Dios.
[Hebreos 9:14, RVR1960] ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
[Mateo 7:24-25, RVR1960] Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Como dice Zacarías 4:6, no por fuerza, ni por ejército, sino por mi Espíritu. Hijitos, ¿entienden el tiempo que están perdiendo cuando hacen cosas que Yo nunca les he pedido que hagan? Y no solamente eso, sino que se van fuera de mi descanso. Salen de mi descanso y empiezan a caminar por sus propias fuerzas, y esto los cansa, les trae estrés. Empiezan a cansarse, a frustrarse, a sentir que les cuesta lo que están haciendo. En cambio, cuando las cosas son hechas por mi Espíritu, no hay nada que ustedes tengan que pensar, no hay nada, no hay ningún tipo de fuerza que ustedes tengan que hacer, porque mi yugo es liviano y ligera mi carga. Pero cuando ustedes hacen las cosas por la carne, cuando ustedes hacen las cosas por sus propias fuerzas, el yugo que ustedes mismos se colocan es pesado, es difícil de llevar.
[Mateo 11:30, RVR1960] Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Cuando ustedes caminan por el Espíritu, siguiendo su guía, son como el viento, que oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. No hace falta hacer planes, salvo que el Espíritu les indique cuál es la temporada, cuándo tiene que empezar y cuándo tiene que terminar ese trabajo que Yo les habré pedido. Pero ni aun así, cuando Yo establezco plazos para que se cumpla algo, el hombre no tiene de qué preocuparse, ni aun así el hombre debe preocuparse, ni siquiera por los tiempos, porque si el hombre camina en mis tiempos y descansa en mí, no tiene que estar pensando cuándo tiene que hacer algo, cómo hacerlo, en qué cantidad, en qué medida, de qué manera. Porque es como una hoja en el viento que es llevada y no es ella misma la que tiene que llevarse, sino que descansa en ese viento y se deja llevar.
[Juan 3:8, RVR1960] El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
[Salmos 37:3, RVR1960] Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Pero algunos de ustedes están apurados, algunos de ustedes están apresurados, están ansiosos. ¿Y saben por qué entra el afán?, ¿por qué entra la ansiedad muchas veces? Porque no están descansando en mí y porque no están siguiendo la guía de mi Espíritu. Entonces están apurados, porque no saben escuchar cuando el Espíritu Santo les quiere decir que están en el lugar que tienen que estar, que están en el tiempo que tienen que estar, que están con la gente que tienen que estar, que están haciendo lo que tienen que hacer, en el momento, en la hora, en el minuto, en el día, en el mes, en el año que tiene que ser. Perdidos miran para todos lados, porque no saben a quién ni cómo seguir. Pero, si ustedes siguen a los hombres, dice el Señor, que no son guiados por mi Espíritu, se van a sentir esclavos de esos hombres y van a sentir que esos hombres les colocan yugos en sus espaldas y van a empezar a sufrir por ese peso, inclusive en lo físico a la larga.
[Salmos 37:5, RVR1960] Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.
[Salmos 118:8, RVR1960] Mejor es confiar en Jehová, que confiar en el hombre.
[Proverbios 29:25, RVR1960] El temor del hombre pondrá lazo. Mas el que confía en Jehová será exaltado.
Muchos de ustedes están teniendo problemas de espalda, literal y físicamente hablando, y de cuello, porque tienen yugos que no les pertenecen, porque los hombres les han colocado yugos sobre sus espaldas que ustedes se han dejado colocar por no seguir mi voz, sino la voz de los hombres cuando no hablaban por mi Espíritu. Ciertamente, hay guías espirituales que son hombres y mujeres de Dios que saben cómo escuchar la voz de Dios y que son como el viento que no saben ni de dónde vienen ni a dónde van, sino que se dejan llevar por el Espíritu de Dios. Y ellos, a su vez, son guías para otros, para que sepan a dónde tienen que ir, lo que tienen que hacer y cómo hacerlo. Porque hay cabezas de cabezas de cabezas, hay órdenes y autoridades, están los que llevan y están los que se dejan llevar. Pero todo tiene que ser por mi Espíritu. Y si ustedes no entran en esa corriente del viento del Espíritu, en vez de volar van a tener que caminar, y van a sentir sus piernas pesadas, y van a sentir que ese caminar les cuesta cada vez más. Porque las consecuencias de no seguir la guía del Espíritu Santo van siendo cada vez más pesadas, se va agravando. Y con los años, si ustedes no aprenden a volar, se van cansando cada vez más, porque son como un motor que alguien está abusando y nunca le da descanso.
[Isaías 9:4, RVR1960] Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
[Salmos 61:6, RVR1960] Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación y generación.
[Isaías 52:2, RVR1960] Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.
En algún momento ese motor se va a romper y va a dejar de funcionar. Así que el que no funcione por mi Espíritu se va a romper y, en algún momento, va a dejar de funcionar, y el cuerpo manda señales de cuando una persona no está caminando por el Espíritu de Dios y no está siguiendo su guía. El cuerpo empieza a avisar que está sufriendo las consecuencias de llevar cargas que la persona no debería llevar. Hijitos, cuídense a ustedes mismos, respétense, abran grandes los ojos, fíjense a quiénes están siguiendo, porque demasiados Hijos de Dios, me dice el Espíritu Santo hoy, están siguiendo a personas que están caminando en sus propias fuerzas, están siguiendo a líderes que se basan en principios de hombres. Y entonces, las personas que siguen a este tipo de líderes que no siguen la guía del Espíritu Santo, que no son guiados por el Espíritu Santo, empiezan a sentirse atadas, controladas, manipuladas, forzadas, estresadas, cansadas. Son como esclavos que llevan las manos atadas. Altos son tus pensamientos, Señor, más que los nuestros. Tus caminos son distintos a los caminos de los hombres.
[Jeremías 17:5, RVR1960] Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
[Isaías 55:9, RVR1960] Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Yo veo una visión, donde para cada uno de nosotros se traza un camino por donde tenemos que caminar. Es como si ese camino lo veo iluminado. Lo veo como trazado, pintado con una pintura flúor o algo así. Sobresale ese camino en medio de la oscuridad. Está bien marcado, demarcado, iluminado este camino que el Señor mismo trazó con sus propias manos para cada uno de nosotros, aun desde antes de nacer, pero el hombre se distrae. Veo que en vez de mirar el camino que Dios te marca, muchas veces te distraés y empezás a mirar el camino de los demás, a envidiar, desear y tener celos del camino de los otros. Y entonces, deseando lo que el hermano tiene, deseando su ministerio, su familia, los dones espirituales que tienen ellos, el estilo que tienen ellos para servir a Dios, deseando el esposo o la esposa que tiene tu hermano o tu hermana, sus características, características que Dios le dio y que son distintas quizás a las tuyas, deseando el tipo de operación en la cual se manifiesta el Espíritu Santo en esas personas, quitás tus ojos de tu camino, que el Señor trazó para vos, y los fijás en el camino de los demás, y así, pecando de envidia, te desviás de donde te llamó el Señor.
[Salmos 37:3, RVR1960] Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino.
[Proverbios 4:27, RVR1960] No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
[Éxodo 20:17, RVR1960] No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Y no es solo esto. También estoy viendo ahora que algunos de ustedes tienen una idea preconcebida de cómo debería ser su camino. Ustedes han creado un ideal del camino que les gustaría caminar y han trabajado en pos de ese ideal que ustedes mismos han dibujado. Es como una ilusión que tienen muy profundo guardada en su corazón. Imágenes vanas, deseos escondidos de vanagloria, orgullo, vanidad, deseos de escalar, de ser reconocidos, y así tu corazón se desvía de donde Dios verdaderamente te está llamando. Pero Jesús le dijo cuando se fue a orar en el Monte de Getsemaní: Padre, que sea Tu voluntad y no la mía. Padre, hágase Tu voluntad y no la mía, totalmente, 100% entregado a Dios como un cordero que va directo al sacrificio e inocente. Así el Señor renunció a lo que Él quería hasta la última gota de sangre, y en Lucas 22:42 dice: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
[Marcos 2:8, RVR1960] Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
[Eclesiastés 1:2, RVR1960] Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
[Lucas 22:42, RVR1960] diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
[Mateo 6:10, RVR1960] Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
[Mateo 26:42, RVR1960] Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Por lo cual, muchos hijos de Dios están equivocados y están errados porque buscan cumplir sus propios sueños, no los sueños proféticos que te entregó el Señor, porque quieren ver manifestado ese ideal de vida que se imaginaron, que tal vez no tiene nada que ver con lo que el Señor ideó para vos. Arrepentíte y pedíle perdón al Señor por idolatrarte a vos mismo, por haber preferido tu voluntad por sobre la del Rey, a quien supuestamente querías servir o estabas sirviendo, cuando en realidad estabas sirviendo a vos mismo y estabas siendo tu propio gobernador, tu propio rey. Arrepentíte de haber creado estos ideales en tu cabeza, de haber ideado cómo tiene que ser tu vida en todos los aspectos, incluyendo en tu servicio a Dios, cómo tiene que ser tu ministerio, cuál tiene que ser tu llamado, de qué manera se tiene que desarrollar, cómo debe manifestarse Dios en tu vida, creyéndote que vos sos más sabio que Él. Creyendo que podés decirle a este Rey de Reyes, que tiene la sabiduría absoluta, que gobierna en el Cielo, en la Tierra y debajo de la Tierra, al Creador de todas las cosas, incluyéndote a vos mismo, el que te da el aliento de vida, al que da la vida y al que la quita, al que hiere y al que sana. Creíste que podías decirle a Él, a ese Dios altísimo, cuyos pensamientos sobrepasan inimaginablemente los nuestros. Creíste que a ese ser divino, al cual nadie se puede acercar porque su luz es tan santa, es tan encandilante, que a cualquier hombre podría quemar. Creíste que a ese ser que está sentado en el Trono más alto que existe, creíste que le podías decir a Él cómo tenía que ser.
[Ezequiel 14:6, RVR1960] Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.
[Lucas 14:26, RVR1960] Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Cuando uno se forma ideales, es como si levantara un altar en el espíritu y le rinde ofrendas a este altar en el espíritu, porque trabaja para que se cumplan esos ideales que tiene en la cabeza y va por su propia fuerza y no por la fuerza del Espíritu. Entonces, sin darse cuenta, está cometiendo el pecado de idolatría, porque está idealizando cómo deberían ser las cosas; son imaginaciones vanas y mentirosas que están en su mente y en su corazón, en su deseo, y ocupa las decisiones de su voluntad para que esas cosas que imagina se cumplan. Entonces, de esta manera, esta persona entra en el pecado de la idolatría y, al abrir la puerta al pecado de idolatría, le permite al enemigo engañarla, le permite al enemigo confundirla, le permite al enemigo que tienda trampas en las que ellos caen.
[Deuteronomio 7:5, RVR1960] Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque si vos te imaginás una familia perfecta, si vos idealizás ese matrimonio que todavía no tenés, pero ya te imaginaste desde antes cómo pensás vos que debería ser. Cuando vos idealizás a ese hombre perfecto que te imaginás en tu cabeza que tenés que encontrar, pero capaz no es como el que Dios diseñó para vos. Cuando vos pensás que te tienen que dar un lugar en la congregación porque te lo merecés, pero quizás no son los planes del Señor ponerte allí, y todos estos ideales. Entonces, el enemigo va a buscar darte en bandeja eso que te estás imaginando, a ese ídolo que estás sirviendo, y te va a tender trampas donde vas a caer. El enemigo va a tejer esas telarañas porque puede discernir, puede entender los deseos que hay en tu corazón y que son vanos; el enemigo se da cuenta de lo que vos estás deseando, que no va con la voluntad del Señor. Porque vos lo estás hablando continuamente, porque lo estás buscando, porque lo estás deseando. El enemigo puede descifrar esas cosas que tu corazón desea y en las cuales tu voluntad está trabajando para conseguir. Y entonces dice: Así que estás esperando un esposo ideal, así que te imaginás que cuando estés caminando en tu ministerio todos tienen que amarte, todos tienen que aceptarte, todos tienen que alabarte, porque sos la gran profeta, el gran maestro, el gran pastor.
[Efesios 4:22, RVR1960] En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos.
Y entonces, todo eso que tu corazón deseaba, pero que el Señor quizás nunca te pidió que hagas, quizás esas cosas que vos estás idealizando, pero que Dios las tiene dibujadas de otra manera y te las quiere dar en otro momento, de otra forma, a través de otros medios, o quizás simplemente no son cosas que Dios puso en tu corazón. El enemigo te las va a presentar con la apariencia de lo que estás idealizando, con la imagen de lo que te estás imaginando, pero cuando muerdas ese fruto te lastime de tal manera que empieces a rechazar al Señor. Vas a caer en la trampa que tu propio corazón forjó. Por eso es tan importante seguir la voluntad del Señor y no la nuestra, porque leímos anteriormente donde dice Jeremías que el corazón es más engañoso que todas las cosas y nosotros no podemos saber qué es lo que mejor nos conviene, sino solamente nuestro Padre Celestial, que es superior.
[2 Timoteo 3:2, RVR1960] Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos.
Nosotros quizás no podemos entender por qué Dios no nos está dando lo que nosotros quisiéramos que nos dé, cuando Él, en realidad, quizás nos está cuidando. Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres, cuando esos hombres no están obedeciendo al Señor. Porque el que no sigue la guía del Espíritu Santo, simplemente algo más tiene que seguir, o tiene que seguir a algo que proviene de las tinieblas que lo está guiando, o tiene que seguir sus propios deseos de su corazón. Cuando alguien no sigue la guía del Espíritu de Dios, camina en oscuridad. Pero dice la Biblia: ¿Cómo un ciego va a guiar a otro ciego? El que no sigue la guía del Espíritu Santo simplemente no sabe por dónde va y es como una oveja que se ha descarriado del redil, siguiendo cualquier otra voz que no sea la voz de su pastor.
[Hechos 5:29, RVR1960] Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
[Mateo 15:14, RVR1960] Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Hijitos, reaccionen, dice el Señor, no se dejen desviar. A muchos de ustedes les estoy hablando, pero no creen que les estoy hablando. Los estoy guiando, pero dicen: «Debo ser yo, estos pensamientos deben venir de mí y no de Dios». Muchos piden la guía del Espíritu Santo, pero después, cuando la reciben, no la creen. Tienen incredulidad y no creen que realmente Dios los pueda guiar. Tienen que arrepentirse, porque muchos de ustedes ahora están siendo redargüidos por el Espíritu Santo. Saben que han cometido y están cometiendo este pecado, porque el mismo Espíritu que les ha hablado se está encargando ahora de redargüirlos, para que sepan en sus conciencias que esta palabra es para ustedes.
[Salmos 78:22, RVR1960] Por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salvación.
Arrepiéntanse, porque muchas veces veo que el Señor ha puesto carteles delante tuyo, carteles como cuando uno va manejando en una ruta y los carteles les van indicando para dónde tienen que doblar. Carteles que van a la derecha, carteles que van a la izquierda, carteles que dicen que tengan cuidado, porque el camino va a ser sinuoso, y todo este tipo de avisos. El Señor ha colocado esos carteles en tu camino, pero también muchas veces actúa la rebeldía, y son como alguien que va manejando en este auto, ve el cartel que dice que, para llegar al destino a donde están yendo, tienen que doblar a la derecha, pero dicen: Ah, pero yo no quiero doblar a la derecha, voy a ir para la izquierda. Y entonces, claro, no van a llegar al destino a donde tenían que llegar, no van a llegar al destino a donde Dios les pidió que vayan, van a llegar a un destino que estaba en sus propios corazones, al destino que ustedes querían llegar, pero no donde Dios les dijo: hijito, te quiero acá.
[Hebreos 3:12, RVR1960] Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo.
Otros ni siquiera buscan la guía del Espíritu Santo, no saben de qué se trata eso, capaz lo han leído por arriba en la Biblia, pero nunca se preguntaron si realmente es así, si realmente el Espíritu Santo los puede guiar. Están en ignorancia, pero tampoco escudriñan las escrituras, tampoco llevan estas cosas delante de la presencia de Dios para decirle: Padre, ¿cómo es esto que dice la Biblia acá, que los que son tus hijos son los que están guiados por el Espíritu de Dios? Piensan que solamente creyendo en Jesús ya está todo dicho. Hay muchas doctrinas erróneas y demoníacas, muchos arroyos de aguas sucias, con los que ustedes están soñando en este tiempo, y por medio de estos sueños, muchas veces, Dios les está advirtiendo y les está avisando: cuidado, hijito, cuidado, hijita, porque te estás metiendo en aguas contaminadas. Estas aguas a donde te estás metiendo no son aguas limpias, ríos y corrientes limpias del Espíritu Santo, así que apártense de todo ambiente contaminado, de todo lugar que está muerto en el Espíritu, donde se le ha cerrado la puerta al Espíritu Santo del Señor.
[Santiago 2:19, RVR1960] Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
[2 Reyes 2:19, RVR1960] Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra es estéril.
Yo veo una persona que está caminando en un bosque petrificado. Los árboles están muertos y sin vida, no hay pasto, la tierra está seca y desierta, hay sequía y hace muchísimo tiempo que no llueve en ese lugar. Los árboles no tienen hojas, mucho menos frutos, son infructíferos, y esta persona que está caminando en este bosque petrificado no entiende por qué ese lugar está así. Siente que hace falta la vida en ese lugar. Siente la sequedad espiritual, que las cosas no se mueven, porque las cosas muertas están quietas, no se mueven, no hay reproducción, no hay nada que te asombre, que te maraville en ese lugar. Está todo quieto, seco, muerto, es aburrido, no pasa nada, no se mueve nada, y te cansa y te dan ganas de no ir más.
[Deuteronomio 11:17, RVR1960] y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.
[Salmos 147:8, RVR1960] Él es quien cubre de nubes los cielos, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba.
[Salmos 107:33, RVR1960] Él convierte los ríos en desierto, y los manantiales de las aguas en sequedales.
Y dice el Señor: ¿Saben por qué sucede esto? Porque hace tiempo que mi Espíritu se fue de ahí, porque cuando el Espíritu quiso hablarles a esos árboles sin vida, no quisieron escuchar. Porque cuando mi Espíritu quiso manifestarse, lo apagaron, como cuando se pone un trapo encima de una llama. Y esa llama se apaga porque le falta oxígeno. ¿Sabés por qué no hay sanidades en ese lugar? ¿Sabés por qué no hay milagros? ¿Sabés por qué no hay profecía? Porque mi Espíritu no está ahí, porque a mi Espíritu se lo echó, porque a mi Espíritu se lo rechazó, porque esos hombres están haciendo obras muertas que no tienen vida, y mi Espíritu contristado se marchó de ese lugar, y las flores que estaban en ese bosque se empezaron a marchitar. Por eso, el Espíritu de Dios se está empezando a ir de las congregaciones que no escuchan su voz, que no son todas, y aclaro para aquellos que tienen los corazones retorcidos y después cambian el color de la Palabra que estoy dando, que no son todas, pero sí muchas, tristemente. Sale y se marcha de estas congregaciones y se va a las calles, y se va a las casas, y se mete allí a donde se está clamando por su manifestación, y se mete allí.
[Efesios 4:30, RVR1960] Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
[Isaías 63:10, RVR1960] Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
[Hechos 7:51, RVR1960] ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
[1 Tesalonicenses 5:19, RVR1960] No apaguéis al Espíritu.
Dice el Señor: ¿A dónde están los sedientos? ¿A dónde están los que no se conforman con un poquito de agua, sino que quieren beber más? Yo estoy avivando lugares que no están diseñados originalmente para que se congregue la gente de Dios. Pero es que Dios no habita en templos de piedra, sino que allí donde el Espíritu Santo está habitando en los templos de carne que están avivados, esos, a través de esos vasos, el agua del Espíritu Santo está siendo derramada abundantemente, y en cualquier lugar donde ellos se congregan, ahí hay un avivamiento espiritual.
[Juan 7:38, RVR1960] El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
[Hebreos 17:24, RVR1960] El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas.
Hijitos, ustedes son el templo de mi Espíritu; a través de ustedes Yo quiero fluir, dice el Señor. Estén dentro de cuatro paredes o fuera de ellas, sean dos, sean tres, sean un grupo, sean 100 o sean miles, el Espíritu anhela vasos que se dejen usar para concretar mis propósitos en la Tierra. Hijitos, entiendan que donde hay dos o más congregados en mi nombre, ahí estoy Yo. Déjense usar, aprendan a escuchar mi voz y se van a deleitar en mis maravillas. Si ustedes siguen mis pisadas, ya no se van a sentir como un árbol seco, ya no van a sentir que están estériles. Si ustedes se dejan impregnar por el río de mi Espíritu, sus ojos van a ver cosas que nunca han visto antes, pero tienen que amar al Espíritu de Dios, tienen que clamar por el Espíritu de Dios, tienen que ayunar por el Espíritu de Dios. Tienen que comer lo que el Espíritu de Dios les da, tienen que obedecer al Espíritu de Dios y tienen que adorar al Espíritu de Dios.
[1 Corintios 6:19, RVR1960] ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
[Juan 4:24, RVR1960] Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
[Mateo 18:20, RVR1960] Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
[1 Corintios 2:9, RVR1960] Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
[Isaías 25:1, RVR1960] Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.
Abran las puertas, dice el Señor, abran las puertas al Espíritu de Dios, dejen de seguir sus propios deseos y sigan los deseos del corazón del Padre, que se pueden concretar solo a través del Espíritu de Dios. De lo contrario, siempre van a sentir que algo les falta, siempre van a sentir esa sequedad, se van a sentir frenados o estancados. Hagan su mente a un lado y déjenme que Yo les hable por mi Espíritu. ¿Ustedes piensan que Pablo seguía su propia voluntad o la de Dios? Claramente, Pablo estaba haciendo la voluntad del Señor y por eso el Espíritu Santo tenía la entrada libre para manifestar Su poder en esa tremenda magnitud en la que lo hizo. ¿Ustedes piensan que Pedro hacía la voluntad de su mujer o la del Espíritu de Dios? ¿Ustedes piensan que Abraham hizo su voluntad cuando el Señor le pidió que entregue a su hijo como sacrificio o la voluntad de Dios? Abraham no obró según lo que su propio corazón deseaba, sino que sacrificó sus propios deseos para cumplir la voluntad de Dios, y ahí el Señor lo justificó por fe.
[Éxodo 23:25, RVR1960] Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
[Salmos 150:6, RVR1960] Todo lo que respira alabe a JAH. aleluya.
[Hechos 16:25, RVR1960] Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
[Mateo 16:16, RVR1960] Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
[Génesis 22:1-2, RVR1960] Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Por eso Abraham era mi amigo, dice el Señor, porque mis amigos están cerca mío y saben escuchar mi voz, porque mis amigos están atentos a lo que Yo les quiero hablar, porque mis amigos buscan mi complacencia y no la de los demás, porque mis amigos están dispuestos, si hace falta, aun a morir por aquel que los salvó. Pero muchos no son como Abraham porque no caminan por fe, sino por vista. Muchos no son como Abraham porque no miran al cielo, a las estrellas, para ver lo que les tengo que decir, esperando que les hable. Muchos no son como Abraham porque no me adoran en espíritu y en verdad. Muchos no son como Abraham porque no quieren seguir una de las pisadas a la vez, esas pisadas que están marcadas en el camino espiritual, sino que quieren ver ya el final, quieren ver más allá de lo que Yo les quiero mostrar. Y por eso se pierden, porque adelantándose a la voluntad de Dios, ya no saben por dónde tienen que caminar.
[Santiago 2:23, RVR1960] Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
[Gálatas 3:6, RVR1960] Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
Hijitos, vayan paso a paso, pista por pista, pisada por pisada, siguiendo mi voluntad para ustedes. Yo (Noelia) veo una paloma blanca ahora, que representa el Espíritu Santo de Dios, cerca de una persona. Cuando ustedes se dejaron bautizar en el agua, dice el Señor, ese bautismo en el agua representa la muerte a ustedes mismos. En ese momento, ese bautismo debería ser como una declaración de decir: «Señor, entrego mi vida a ti. Soy tuyo a partir de ahora. Haz de mí lo que quieras.» Es como un pacto que uno hace con Dios, que debería ser eterno, que debería ser para siempre. Pero muchos pasaron por el agua, pero no murieron a sí mismos para ser una nueva persona en Él, sino que solamente se dejaron mojar, pero no entregaron realmente su corazón a Dios.
[Romanos 6:3, RVR1960] ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
[2 Corintios 5:17, RVR1960] De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Todos aquellos que sientan que esto fue lo que les pasó, arrepiéntanse para que eso que en realidad sucedió en lo físico, pero no en el espíritu, se concrete de una vez. Porque esta puede ser una de las razones por las cuales te sentís estancado, como sintiendo que vos no sos verdaderamente hijo de Dios, aun habiendo estado bautizado. Aquel que no toma su cruz y me sigue, no es digno de ser mi discípulo, porque los que verdaderamente me quieren seguir saben que es necesario renunciarlo a todo para poder responder a ese llamado. Es como cuando Elías tiró el manto sobre Eliseo, y Eliseo se despidió de los suyos para nunca más volver atrás y seguir las pisadas de Elías. Y todos sabemos cómo terminó esta historia, que cuando el Señor se llevó a Elías, a su maestro, Eliseo recibió una doble unción de aquel que lo guiaba.
Así dice Jesús: Ustedes deben seguirme a mí, pero muchos no logran entender o encontrar el propósito de sus vidas porque nunca renunciaron a sus vidas para poder seguir la guía del Espíritu de Dios. Ven y sígueme, te dice el Señor hoy. Y aquel que no deje casas, hermanos, esposos, esposas, aunque no esté suelto de sus hijos en su corazón, poniendo en el primer lugar a Jesús, el Hijo de Dios, que resucitó al tercer día, que está sentado a la diestra del Padre, en el Trono de Gloria, cuyos pies, debajo de ellos, todos sus enemigos serán colocados, aquel para el cual cualquier otra cosa o persona es más importante que el Hijo de Dios, entonces no va a poder avanzar en las cosas espirituales, porque verdaderamente no se habrá entregado al Señor, sino que su entrega persiste, pero para cualquier otra cosa que no sea Él o persona que no sea Él. Así como Abraham soltó a su hijo y lo entregó como sacrificio vivo, no muerto, sino vivo a su Dios, por fe, creyendo en que su Dios era bueno, pero sin saber a ciencia cierta lo que Dios iba a hacer.
[Lucas 9:62, RVR1960] Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
[Mateo 19:29, RVR1960] Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
Así, muchos de ustedes tienen que entregar al Señor aquellas cosas que están amando más que a Dios, porque todo eso que ustedes pongan delante de Dios como primero, antes que a Dios, va a funcionar de traba para poder seguir las pisadas de aquel que los está intentando guiar. Rectifica tu corazón ahora delante del Señor y ponelo primero, primero que todos ellos, primero que tu esposo, que tu esposa, tu pastor, tus hijos, trabajo, dinero y primero que tus deseos. Primero, primero, primero, el número uno tiene que ser Él, porque cómo vas a seguir sus pisadas si estás atado a algo o a alguien más. Esas sogas que te atan no te van a permitir avanzar y eso es lo que les está pasando a muchos de ustedes. Si no resuelven estos temas, no van a poder avanzar, porque quieren poner sus manos en el arado, pero en realidad están mirando para atrás. Tienen que soltar y dejar ir en sus corazones y en sus deseos todo aquello que no les está permitiendo avanzar.
[Isaías 41:4, RVR1960] ¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros.
[Apocalipsis 22:13, RVR1960] Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
En realidad, todavía no me diste ese primer lugar. Decís con tu boca que soy el primero, pero en realidad estoy segundo, dice Jesús. Decís que estás sufriendo por amor a mí, pero no hay ninguna cruz que esté pesando sobre tus espaldas. Yo quiero ser el dueño de tu corazón. Si de verdad querés que te muestre tu identidad en mí, tenés que darte vuelta de lo que estás mirando ahora y poner tu atención en mí, consagrarte a mí y dedicarte a mí. Y muchos de ustedes van y le preguntan a los hombres qué es lo que tienen que hacer para avanzar en las cosas espirituales o para servir a Dios, en vez de ir primero a Dios. Y algunos hombres que tienen el Espíritu de Dios ciertamente pueden hablarles por el Espíritu de Dios, trayéndoles claridad y guía. Pero si esos hombres no están hablando por el Espíritu de Dios y no tienen esta revelación, entonces puede entrar la confusión en sus vidas.
[Isaías 48:12, RVR1960] Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.
[Apocalipsis 1:8, RVR1960] Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
[Apocalipsis 1:17, RVR1960] Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
[Apocalipsis 2:8, RVR1960] Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
[Apocalipsis 21:6, RVR1960] Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
No solo veo algunos que están estancados, sino que algunos están estancados y, después de un tiempo, empiezan a hundirse en este estancamiento. No solo es que no pueden avanzar, sino que se empiezan a hundir, como en tierras movedizas. Inclusive hay gente que tiene este tipo de sueños, que sueña cuando están durmiendo que se están hundiendo en tierras movedizas, de a poco. Y es porque si el Espíritu de Dios no los ayuda, si ustedes no le piden ayuda al Espíritu de Dios, ningún hombre los va a poder sacar de ahí, porque ningún hombre tiene la fuerza para sacarlos de ahí, si no es por mi Espíritu. Hijitos, se están dejando hundir, están dejando que el agua les llegue a sus cabezas y no me están pidiendo ayuda a mí para que los saque de ahí. Se han rendido muchos de ustedes, frustrados y cansados, estresados, incrédulos, han permitido que los engañen, porque se han desviado del camino, porque no han seguido las pisadas del Rey, por el Espíritu Santo. Arrepiéntanse, dice el Señor, y vuelvan a buscar mi guía.
[Mateo 14:30, RVR1960] Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Y hay otros que simplemente están perdidos, estancados, frenados, congelados, frustrados, secos, porque simplemente nunca han nacido de nuevo. Cuando dice Juan, capítulo 3, que de cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y de Espíritu no puede ver el Reino de Dios. De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y de Espíritu no puede entrar al Reino de Dios. Muchos de ustedes se sienten secos espiritualmente porque no han nacido de nuevo por agua y por Espíritu, y al no tener el Espíritu de Dios viviendo dentro de ustedes, sienten que les falta algo, no han nacido de nuevo. Quizás solamente han declarado con sus bocas que creen en Jesús como su Salvador y Señor, como muchas veces les hacen repetir esta frase en distintas congregaciones. Pero eso no implica siempre un nacimiento en el Espíritu de Dios. Les está faltando el agua de la vida, están en un terreno seco, donde el agua no fluye, no riega, por lo tanto, esa planta que son ustedes no crece.
[Juan 3:3, RVR1960] Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
[1 Pedro 1:23, RVR1960] Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
[1 Pedro 1:3, RVR1960] Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.
Pero dice la Palabra del Señor que: Cuánto más no dará el Señor el Espíritu Santo a los que le obedecen. Como dice también Hechos 2:38: arrepiéntanse y déjense bautizar, y reciban el don del Espíritu Santo. No es muy complicado, pero sí tiene que ser genuino. Arrepentíos y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo. Si ustedes no nacen de nuevo por agua y por Espíritu, no pueden conocer las cosas de Dios, no pueden palpar el Reino de los Cielos que se ha acercado. Caminan como ciegos, como nunca habiendo testeado el poder del Señor en ustedes mismos. Son como árboles secos que no están siendo regados. Pero arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesús, y recibirán el Espíritu Santo de Dios, y entonces serán verdaderamente Hijos de Dios. Aprendiendo a seguir la guía del Espíritu Santo, ya no estarán más perdidos, ya no se sentirán más secos, ya no estarán más estancados. Sin el Espíritu de Dios no hay poder, sin el Espíritu de Dios no está la manifestación de los dones del Espíritu de Dios, sin el Espíritu de Dios residiendo adentro de ustedes, no hablarán nuevas lenguas, no sanarán enfermos, no levantarán a los paralíticos, no predicarán con poder para la conversión. Serán lo que hablen, como palabras débiles que salen de sus bocas sin fuerza.
[Hechos 2:38, RVR1960] Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
[Hechos 5:32, RVR1960] Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
[Isaías 42:18, RVR1960] Sordos, oíd, y vosotros, ciegos, mirad para ver.
[Juan 14:12, RVR1960] De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Necesitan el Espíritu de Dios para nacer de nuevo y entonces ver el Reino de Dios y las cosas espirituales. Necesitan el Espíritu de Dios viviendo adentro de ustedes para entrar en el Reino de Dios, para que Dios se pueda manifestar a través de ustedes con poder y gloria, con señales, prodigios y milagros. Necesitan el Espíritu de Dios viviendo adentro de ustedes para que el Señor pueda hablar a través de ustedes. Si quieren ser maravillados, si quieren sentirse como árbol fructífero que está plantado al lado de un arroyo cristalino de aguas sanadoras y vivificantes, necesitan al Espíritu de Dios. Vuelvan, vuelvan, vuelvan a escucharme, dice el Señor, hijitos, todas esas preguntas que ustedes tienen, porque veo muchos signos de preguntas que tienen en su corazón, están buscando las respuestas en fuentes equivocadas, a donde mi Espíritu no está hablando, a donde mi Espíritu no se está moviendo. Si ustedes quieren Palabras de vida, tienen que ir a la fuente de la vida, y la vida está allí, a donde se mueve el Espíritu de Dios.
[Lucas 17:21, RVR1960] ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Hijitos, todos aquellos que se sientan ciegos, que se sientan de lado, como si tuvieran una venda en los ojos, aquellos que no pueden ver, que no pueden saber lo que tienen que hacer, que no saben cómo seguir, que se sienten como un auto que está frenado hace tiempo, guardado en un garaje sin usar. Vengan a mí, que Yo les voy a hablar, pero tienen que buscarme de verdad, tienen que inquirir en mí, para que Yo les dé esas respuestas que tanto buscan, pero deben quitar de en medio toda incredulidad, deben apagar muchas voces que no hablan de parte de mí en sus vidas, para poder entender lo que les estoy diciendo. Porque si ustedes habitan en un lugar donde hay mucho ruido, es difícil escuchar ese silbo apacible. Estoy donde las aguas están tranquilas; me vas a poder escuchar, a donde no hay bullicio, a donde está el silencio, a donde está la tranquilidad. Allí, en ese lugar secreto, en ese cuarto, cerrada la puerta, los dos juntos, conmigo, allí, a donde mi Espíritu se siente cómodo para poder hablarte, para poder mostrarte, para poder revelarte. Y después, quizás los hombres te confirmen lo que Yo ya te he dicho, pero primero subí a la montaña, porque veo gente que sueña que sube a una montaña, y es porque muchas veces esto significa que Dios te está llamando a la intimidad con Él.
[Deuteronomio 4:29, RVR1960] Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
[2 Crónicas 12:14, RVR1960] Roboam hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová.
[Salmos 23:2, RVR1960] En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
Allí, como cuando Yo le hablaba en ese monte a Moisés, allí buscame, dice el Señor; en esas altitudes espirituales es donde te voy a entregar el manual de tu vida. Pero también veo que muchos de ustedes, en vez de seguir el manual de sus vidas que Dios ya les ha entregado o que les quiere entregar, que les ha pedido que cumplan, están siguiendo manuales de hombres que no concuerdan con el manual que el Señor les dio. Porque no estoy diciendo que los manuales de los hombres nunca coinciden con el manual del Señor, pero en el caso de que ustedes estén siguiendo a los hombres más que a Dios, o antes que a Dios, o aun cuando los hombres les están diciendo que hagan algo contrario a lo que Dios les está pidiendo que hagan, entonces ahí es donde se empiezan a secar, y muchas veces esos frutos que van a llevar este tipo de árboles son ilusorios. Son frutos que no perduran, son frutos que desaparecen, que no nutren. Dice el Señor que busques dar frutos para el Reino de Dios y no para el reino de los hombres, y así te vas a sentir vivo nuevamente, porque el Espíritu de Dios es el que te puede vivificar y no el espíritu de los hombres.
[Hageo 1:8, RVR1960] Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.
[Éxodo 24:15, RVR1960] Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.
[2 Timoteo 3:17, RVR1960] Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Hijitos, vuelvan a buscarme primero a mí, y Yo después les voy a indicar a dónde tienen que ir, qué tienen que hacer, con quién tienen que hablar, a quién tienen que obedecer o dejar de obedecer. Yo les voy a indicar cuáles son los pasos que tienen que dar para ser fructíferos en mi Reino y no como la higuera estéril que fue maldecida. Porque esto es lo que provoca que ustedes pongan su confianza en los hombres y no en mí; provoca una maldición que a su vez los mantiene en este círculo de no ser fructíferos para mi Reino, de no poder llevar fruto para vida eterna. Porque la Biblia dice: Maldito el hombre que confía en el hombre, que pone su carne como brazo, que se apoya en él.
[Juan 15:16, RVR1960] No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
[Juan 15:5, RVR1960] Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
[Juan 15:8, RVR1960] En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
[Lucas 13:8-9, RVR1960] Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
Todas las estructuras que están siendo levantadas por los hombres y no por la indicación del Espíritu Santo, todos los edificios que están levantando los hombres sin haberlo indicado el Espíritu Santo, son similares a la Torre de Babel que los hombres construyeron para llegar al cielo, pero de una manera nacida de la carne, porque ellos quisieron levantar esa torre, no porque Yo los mandé, dice el Señor. Y les di un tiempo para que se arrepientan, mandé a avisarles que estaban haciendo mal cuando estaban construyendo esta torre, pero no quisieron escuchar. Les dije que estaban perdiendo tiempo construyendo algo que Yo nunca les mandé construir, en vez de prestar atención a lo que Yo quería que construyan para mi Reino. Pensaron que podían alcanzar altura espiritual por ellos mismos y de esta manera creerse más importantes, hasta que llegó el día en que soplaron vientos fuertes de mi Espíritu y todo lo que el hombre había construido por su propia fuerza se destruyó.
[Génesis 11:4, RVR1960] Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
Así mismo, dice el Señor, en estos tiempos que vienen van a ver caer muchas construcciones de hombres, que Yo nunca ordené que hagan. Voy a destruir estructuras que vienen desde hace muchísimos años, establecidas, arraigadas, colocadas en los fundamentos de muchas iglesias, pero de las cuales Yo nunca les hablé. Y estas cosas las veo debajo del piso de muchas congregaciones, como raíces negras podridas. Porque llega el tiempo en que todo lo que no viene de Dios va a comenzar a desaparecer, previamente alcanzada una apostasía sin igual. Pero me he reservado un remanente que sabe ser como la hoja que se deja llevar en el viento. Me he reservado un bosque glorioso de hombres y mujeres que saben cómo absorber mi luz, a los cuales estoy regando con el Espíritu Santo para que crezcan más y más y más, cuya copa llega a alcanzar el cielo.
[Génesis 11:4, RVR1960] Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
Pero porque yo estoy alimentando esas raíces, porque ningún árbol puede crecer por su propia fuerza sino por mi Espíritu. Yo tengo un remanente que sabe escuchar mi voz, a los cuales estoy guiando y están recolectando canastas de frutos eternos para mi Reino, que nadie puede destruir, que nunca se van a pudrir. Hijitos, si ustedes quieren ser así como estos hijos que tengo guardados en mi mano, como este pequeño rebaño de ovejas que se mantiene cerca de mí, renuncien a sus propios deseos y a los deseos de los otros hombres y comiencen a hacer mi voluntad. Y ahora me dice el Espíritu Santo que todos aquellos que se estén dando cuenta de que no estaban siguiendo la guía del Espíritu Santo, sino quizás sus propios deseos o los deseos de alguien más, inclusive veo algunas personas que estaban siguiendo la voluntad de Satanás en vez de la de Dios, que se arrepientan en este momento, confesando al Señor este pecado de desobediencia, de rebeldía, de obstinación, siguiendo sus propios caminos o los caminos de alguien más que no sea el Señor. Para que, quitando este pecado que te separa de Dios, vos empieces a escuchar más claro lo que Dios te quiere decir y puedas ver, siendo quitadas tus vendas, cuáles son las huellas que Dios te ha dejado delante tuyo.
[1 Reyes 19:18, RVR1960] Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
[Lucas 12:32, RVR1960] No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
[Gálatas 5:16, RVR1960] Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
[Colosenses 3:5, RVR1960] Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.
[1 Juan 2:17, RVR1960] Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Y decile: Señor, me arrepiento, me arrepiento porque alguna vez yo estaba siguiendo tu guía, pero después me perdí, me desvié, me dejé engañar, me obstiné como un burro que no quiere avanzar más. Porque eso veo, que a veces los burros representan simbólicamente obstinación, porque se plantan en un lugar y ya no quieren caminar más. Señor, me arrepiento de no haberme dejado guiar por el viento de tu Espíritu. Me arrepiento, porque en algún momento me planté en cumplir mis propios deseos y no quise escuchar que me estabas diciendo que no, que no era el momento de casarme, que no era el momento de estar en ese ministerio, que no era el momento de cualquier otra cosa que el Espíritu Santo ahora te esté revelando en tu corazón.
[Mateo 6:21, RVR1960] Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
[1 Juan 2:16, RVR1960] Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Señor, me arrepiento, porque no fui como Jesús y dije: sea Tu voluntad y no la mía, sino que me obstiné queriendo hacer mi propia voluntad, como una vez le pasó a Saúl, que se rebeló contra Dios. Padre, ayúdame a limpiarme, recibo ahora Tu perdón y recibo Tu limpieza, para que, borrando todo pecado de mis vestiduras, pueda presentarme en Tu Trono nuevamente sin mancha y mis oídos sean destapados, volviendo a escuchar Tu voz. Decime, Señor, qué querés que haga, guíame por el camino de Tu justicia y no de mi propia justicia, porque no puedo ser justo si no estoy justificado por la fe en Ti. Padre, en este momento renuncio a mis deseos para concretar los Tuyos, suelto lo que a mí me complace para complacerte a Ti. Señor, poné esos carteles en mi camino para que yo pueda saber por dónde tengo que ir, y alertame cuando me esté desviando, para que yo pueda llegar a mi destino, a ese que planeaste para mí. Mostrame cuáles son mis talentos, cuáles son mis dones, a qué me estás llamando a hacer Tú y no los hombres, pero también confirmame si hace falta ese llamado a través de Tus hombres, aquellos que saben escuchar Tu voz. Padre amado, hoy me entrego a Ti en un nivel mayor, renunciando a todo lo que quede atrás y poniéndote primero antes que todas las cosas y personas. Me arrepiento de toda idolatría, inclusive a las mascotas, además de todo lo que nombré antes. Me arrepiento y rompo estos altares en mi vida para volver a levantar este altar solamente a Ti, Señor, de oración, de búsqueda, de clamor, de entrega, de llanto, de lloro, de súplica a Ti. Quiero ver Tus milagros, Tus maravillas, Tus señales en mi vida, el poder de Tu Espíritu manifestado en mi caminar. Iluminame, ilumina mis pensamientos, dame claridad en la visión que estás proyectando para mí. Algunos de ustedes sueñan con pantallas, con cines, con teatros, donde se ve una obra de teatro, que en realidad Dios les está hablando de sus propias vidas, donde se ve una imagen que habla de lo que Dios quiere que hagan para Él, donde se ve una película que les está mostrando lo que Él espera que realicen por su Espíritu.
[Salmos 80:7, RVR1960] Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Muchos de ustedes que sienten las piernas pesadas, si siguen la guía del Espíritu Santo, van a sentir una nueva fuerza, una nueva energía en ese caminar. Toda pesadez se va a ir de ustedes y se va a reemplazar por vida. Ese motor apagado se va a volver a encender, se va a volver a poner en marcha. Te damos gracias, porque no es tarde para buscar Tu guía, Señor. Renunciamos ahora a todo lo que estamos haciendo por nuestra propia fuerza. Porque también veo que muchos de ustedes quieren obtener trofeos, metafóricamente hablando, por sus propios esfuerzos, pero no porque el Espíritu los está llevando, los está fortaleciendo, los está sosteniendo y los está levantando. Son ustedes los que son sus propios dioses y piensan que van a obtener las cosas por ustedes mismos. Pero esto no le da la gloria a Dios, porque Dios se glorifica en vasos que se dejan llenar con Sus aguas.
[Isaías 35:3, RVR1960] Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
[Números 11:14-15, RVR1960] No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
[Éxodo 18:18, RVR1960] Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.
Reconozcan este pecado, porque vuelvo a repetir, no es por fuerza ni por ejército, sino por el Espíritu de Dios. Y así el Señor se va a glorificar en sus vidas. Gracias, Padre, te damos por esta ministración, por abrirnos los ojos, por darnos de Tu luz, por tener misericordia de nosotros, que nos perdemos cuando no somos guiados por Ti. Gracias por tener piedad. Háblanos por Tu Espíritu a partir de ahora a través de diferentes formas, a cada uno de una manera distinta, según Tú quieras hablarnos. Danos de beber de esas aguas vivificantes, para que ya no nos sintamos más secos, estancados y frenados. Quita toda piedra de tropiezo de nuestros caminos. Enséñanos si hay algo que tenemos que dejar de hacer o empezar a hacer, si hay algún lugar donde tenemos que empezar a concurrir o dejar de concurrir, si hay cambios, decisiones que tenemos que tomar en nuestras vidas para poder alinearnos a Tu voluntad, Señor.
Gracias, Padre, porque esto lo vas a hacer por sueños, por visiones, por profecías, a través de ángeles, a través de señales, a través de la voz de Tu Espíritu. Gracias por estas multiformes maneras de guiarnos, tuya sea la gloria, la alabanza, la honra por siempre. Y te pido que en este momento bautices con el Espíritu Santo, Señor, a todo aquel que no ha nacido por el Espíritu de Dios. Te pido ahora que caiga esa lluvia tardía sobre todos aquellos que están bautizados en el agua pero no en el Espíritu. Y te pido que bautices con el Espíritu Santo, ahora, en el nombre de Jesucristo, a todos aquellos que están arrepentidos y han cumplido con esta justicia, que sea el poder de Tu Espíritu Santo manifestándose en todos ellos. A los dormidos, que los despiertes por el poder de Tu Espíritu; a los apagados, que los enciendas ahora por el poder de Tu Espíritu; a los que les falte esperanza, que les impartas ahora por el poder de Tu Espíritu. Dale, Señor, de beber a todos los que están secos en este momento de Tu Espíritu Santo.
[Hebreos 2:4, RVR1960] Además, Dios confirmó el mensaje mediante señales, maravillas, diversos milagros y dones del Espíritu Santo según su voluntad.
Reverdece todo bosque petrificado en donde están mis hermanos ahora. Gracias, Padre, por esas velas que estás usando para encender otras velas. Amén y amén. Nos encontramos, hermanos, si Dios quiere, próximamente para lo que el Espíritu de Dios quiera hablar o hacer o guiar justamente. Los bendigo desde Argentina, los bendecimos mi esposo y yo, y pongan en práctica todas estas cosas y lo que dice la Biblia, la Palabra del Señor, y van a ver cambios en sus vidas. Amén.