Bendiciones, amada iglesia del Señor Jesucristo. Acá Noelia Fernández, transmitiendo nuevamente en este 7 de agosto del año 2022 para ministrar al pueblo del Señor Jesucristo acorde a lo que el Espíritu de Dios quiera hacer en este tiempo. Te alabamos, Señor. Bendito sea tu nombre, Padre. Te pedimos en esta hora por aquellos que verán esta transmisión por diferido. Te pedimos que sea tu Santo Espíritu moviéndose sobre las aguas de las naciones, de las personas que se conectan o que lo verán después. Señor, trae sanidad, liberación, claridad, libertad Padre, seas tú respondiendo preguntas de los corazones, respondiendo oraciones. Trae una palabra de aliento a tu pueblo desahuciado, trae espíritu de alegría y de alabanza a tu pueblo deprimido, Padre de la gloria.
En este momento me dispongo a tu servicio Señor, para que, a través de tu Espíritu Santo, hables lo que quieras, oh Padre Santo de la gloria. Escucha los latidos de todos estos corazones que hoy se conectan juntos en un mismo espíritu para buscarte Señor, para ir más cerca tuyo, para acercarnos a tu trono. Te necesitamos, necesitamos escucharte, conocerte más y escuchar tu voz, oh Padre celestial. Estamos hambrientos de saber más de ti, hambrientos por comer de ese pan celestial. Háblanos, Señor, en esta noche, dales de comer a los que están desnutridos espiritualmente hablando. Acuérdate de los solitarios, de los que están sufriendo, de los pobres, de los menesterosos, de los quebrantados.
Mira, Señor, cuántas ovejas de tu redil están quebrantadas, están maltratadas, están desahuciadas, oh Padre celestial. Te ruego en esta noche por ellas, para que traigas vendas, para que traigas sanidad a sus heridas. Señor, tu palabra dice: Yo hiero y yo sano, yo hago vivir y yo hago morir. Oh Señor, te pido en esta noche que seas tú trayendo sanidad a esas heridas, que traigas vida a todos los que están muertos, que reverdezca todo lo que está seco, Señor. Muéstrales la visión de consuelo a aquellos que ahora solamente ven todo opaco, oscuro, apagado, muerto, que no pueden ver nada bueno delante de ellos, que se sienten sin esperanza, que tienen los ojos gastados de llorar.
Padre amado como dicen los Salmos, tienen los huesos debilitados de tanto sufrir. Oh Santo, Santo, Santo, Tú que eres nuestro médico celestial, Tú, Señor, eres el único que puede darnos la medicina en un instante, danos esa palabra Señor, que actúa sanando todo lo que está dolido, todo lo que está roto. Padre celestial, acomoda todas las cosas en su lugar a través de la palabra que vas a enviar en esta noche, en el nombre poderoso de tu Hijo amado, nuestro amado Señor Jesucristo, nuestro Salvador, el dador de la vida, el Espíritu vivificante. Oh Señor Jesús adorado, nuestro Mesías, nuestro Salvador, el Ungido de Dios, el Cristo, te adoramos Señor, te alabamos, eres grande, eres bueno, eres hermoso, el más hermoso entre los hombres.
Señor Jesús, a ti venimos hoy, como aquella mujer que tenía 12 años de estar enferma y no tenía sanidad. Gastó todo su dinero sin encontrar la solución, pero tan sólo un toque tuyo, Señor, tan solo acercarnos a ti, puede no sólo sanar toda enfermedad, sino salvarnos y hacer nuestra alma una otra vez. Oh, gracias Señor, alabado seas, bendito es tu nombre, Padre, por siempre y para siempre. Amén y amén.
Yo escucho al Señor en este momento hablando a su pueblo amado y diciendo: Hijitos, hijitos, ¿por qué están preocupados? ¿Por qué tan cargados? ¿Por qué están afanados? ¿Por qué corren de aquí para allá como si no tuvieran a dónde ir? ¿Por qué hablan palabras desesperanzadas? Eso es porque se alejan de mí, dice el Señor, porque se olvidan de mi poder, porque no confían, dice el Señor, en que yo realmente los estoy guiando con mi vara en mi callado.
Aquellos que se empiezan a alejar de mí, dice el Señor Jesús, son los que empiezan a sentirse desesperados, son los que empiezan a creer lo que el diablo les habla, queriendo convencerlos de que están solos y entonces entran en desesperación y empiezan a equivocarse porque toman decisiones, toman decisiones basadas en ellos mismos, sin mi guía, dice el Señor. Aquellos que se alejan de mi camino salen de un camino de luz para caminar en sendas de oscuridad y cuando empiezan a quedarse ciegos en el espíritu, dice el Señor, porque es como si empezaran a caminar por un callejón sin salida, oscuro y apagado durante la noche, entonces, dice el Señor, el enemigo puede comenzar a perturbarlos con distintos tipos de miedos, con ansiedad, con afán, con preocupación, con desesperanza, como si no tuvieran una salida, dice el Señor.
Aquellos que se alejan de mí comienzan a sentirse de esta manera porque salen de una senda derecha repleta de luz. Cuando ustedes se desvían, dice el Señor, y salen de este camino derecho iluminado por donde los voy guiando, dice el Señor, a través del Espíritu Santo, estos son los que empiezan a equivocarse, estos son los que empiezan a debilitarse, estos son los que empiezan a recibir y aceptar pensamientos equivocados que no vienen de mí.
Dice el Señor, vuelvan aquí, dice el Señor, vuelvan, aquellos que se desviaron y otra vez van a comenzar a sentirse fuertes en el Espíritu, van a comenzar a ver lo que antes no veían, van a recordar por dónde tenían que caminar, otra vez se van a sentir plenos, otra vez, dice el Señor, van a ver que sus mentes empiezan a iluminarse con ideas creativas que vienen de mí. Hijitos, dice el Señor, no se descarrilen, son tan fáciles de atraer a veces para desviarse de las sendas, a veces son como niños a los que se les muestra una golosina y el niño va corriendo detrás de esa golosina sin darse cuenta que la persona que se la ofrece no tiene buenas intenciones hacia él y cuando se dan cuenta, a veces ya es muy tarde.
Hijitos, no se desvíen por cualquier cosa que les ofrezcan, no se descarrilen por cualquier distracción, miren derecho a la meta,» dice el Señor, «enfóquense en mí, dejen de distraerse con las cosas del mundo. Alabado sea Señor, bendito, Santo, Santo, Santo. Me muestra el Espíritu Santo que algunos de ustedes ya están tan cansados, han tirado la toalla, algunos de ustedes han dicho en sus corazones literalmente: ‘¿Para qué voy a seguir?, esto no tiene sentido, no voy a poder, no resisto más, no aguanto más dolor.
Algunos de ustedes tienen el corazón tan quebrado y piensan equivocadamente que el Señor nunca va a poder sanarlos y no solamente eso, sino que piensan que el Señor nunca va a querer sanarlos. El enemigo les ha hecho creer que el Señor no tiene interés por ustedes, pero hoy el Señor te está esperando como el hijo pródigo. El Señor dice: Vuelve, hijito, no creas esas mentiras que te habla Satanás, no te dejes llevar por los comentarios mundanos que te dicen que sos ridículo, que estás en una mentira, que estás engañado, que sos exagerado.
Algunos de ustedes han creído lo que les han dicho de que el Señor no va a volver, no va a venir, para qué seguir esperando, piensan algunos de ustedes. Dios me hace entender ahora que Él escucha estos pensamientos desde su trono. Él escucha los pensamientos de los corazones de los hombres desde allí sentado en su trono y no solamente los escucha, sino que estoy sabiendo ahora por el Espíritu Santo que el Padre se ocupa cuando ve que uno de sus hijos empieza a dejar entrar este tipo de pensamientos y los empieza a alimentar.
El Padre escucha estos pensamientos de desesperanza, estos pensamientos de renuncia, estos pensamientos que quieren convencerte para que vuelvas atrás, para que vuelvas a tu propio vómito, estos pensamientos que te quieren convencer para que tires la toalla y Él no solamente los está escuchando atentamente, cada uno de tus pensamientos, sino que después de haberlos escuchado y ver que este tipo de pensamientos no vienen de él, que no son bíblicos, que no son buenos, que para nada aprovechan y que no edifican, sino que te llevan a caminos de muerte, Él se ocupa de eso y Él manda soluciones a tu vida, y Él manda señales a tu vida, y Él manda ministros a tu vida, tanto personas como ángeles, para que veas y para que pienses y para que creas lo contrario, y ahí depende de ti qué es lo que quieres creer, qué es lo que quieres tomar.
Pero el mensaje aquí es lo que me está diciendo el señor para vos, que Él se ocupa de voz, Él está pendiente de lo que piensa tu corazón, y cuando hay cosas que no están bien, el Señor las trata, aleluya, gracias Padre santo. Sin embargo, el Espíritu me hace saber que muchos de nosotros, cuando pasan estas cosas, no hacemos caso a la ministración del Espíritu Santo para nosotros, o a través de otras personas, o a través de los ángeles o de la manera que el Señor lo quiere hacer, sino que nosotros decidimos persistir en estos pensamientos torcidos, en estos pensamientos mentirosos, nosotros elegimos muchas veces permanecer tristes, nosotros elegimos muchas veces permanecer deprimidos.
Ahora veo muchos de ustedes en depresión, estoy viendo a muchos de ustedes tristes, pero no con una tristeza lícita, sino con una tristeza permanente, con una tristeza ilícita, con una tristeza que es pecado, con una tristeza a la que se acostumbraron, tantos a que no la quieren dejar ir, no la quieren renunciar. Muchos de ustedes han decidido por sí mismos no tener más esperanza en que las cosas podrían cambiar o en que en el Señor está con ustedes, muchos de ustedes han decidido estas cosas y se tienen que arrepentir para que el Señor pueda ingresar en sus corazones y tratar estas cosas y arrancar estas raíces de amargura de raíz y arrancar esta tristeza que ha entrado y tratar esta depresión, pero hay que arrepentirse y creer en los pensamientos que te hacen bien, que te edifican, que te renuevan, que son la verdad, que van acorde a la Palabra del Señor, y ese tipo de pensamientos alimentarlos y descartar todo lo que no viene del Señor, como dice la Palabra en corintios, que llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo Jesús, aleluya, gloria el Señor.
Y yo veo que algunos de ustedes piden oración por sanidad, pero no quieren cambiar estos patrones mentales de los cuales estoy hablando, el Señor me dice, mis hijos están pidiendo oración para sanidad de sus cuerpos, pero no quieren arreglar, no quieren ir a la raíz de cuál es el problema, no quieren arrepentirse de los pecados que están provocando esas enfermedades. Entonces, antes de pedir oración, hay que revisar, ¿cuál es el motivo de esta enfermedad?, ¿por qué me está pasando esto o aquello?, ¿hay algo que estoy haciendo mal?, ¿hay alguna ley que estoy quebrantando para que el enemigo tenga derecho en mi vida?, amén.
Oh gracias Señor Santo, yo veo un martillo de juez, ahora que golpea la mesa. Cuando ustedes se ponen en el lugar del juez, me dice el Señor, en una forma anti bíblica, en una forma que no les corresponde, este pecado provoca o abre la puerta para que ingresen enfermedades en ustedes, porque yo estoy viendo ahora el martillo de un juez, y el Espíritu me hace entender que algunos de ustedes se ponen en el lugar del juez y juzgan a los demás en una manera no apropiada, no lícita, vuelvo a decir, porque hay algunos casos bíblicamente hablando que sí deben de ser juzgados, como dice la Palabra, pero yo estoy hablando de aquellos casos donde no.
El Señor no nos ha llamado a ser los jueces, nos estamos poniendo en su lugar, y esta forma de condenación hacia los demás termina recayendo contra nosotros mismos, porque la palabra dice que como juzgas, como quiere sacarla la vara del ojo de tu hermano, si hay una viga en su propio ojo, ¿no? Entonces, a este versículo se está refiriendo ahora el Señor, que muchas veces un error que cometemos los cristianos es juzgar al otro cuando nosotros mismos estamos en pecado, juzgar al otro de una manera que no es lícita, juzgar al otro como solamente el juez eterno lo puede hacer, y muchos de ustedes, estoy viendo ahora, y el Espíritu Santo va a rehuir quiénes son. La Biblia dice:
[Mateo 7:5, RVR1960] ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
El Espíritu Santo va a redargüir a los que estén cometiendo este pecado, y lo está trayendo el Señor ahora en esta noche, porque está provocando lo que es en medir, porque la Palabra también dice que con la misma vara que midas vas a ser medido. Estos son los versículos que el Espíritu Santo me está trayendo ahora para avalar lo que estoy diciendo, es decir, con la vara que vos estás midiendo, vos estás siendo medido. Amén, aleluya, gloria el Señor. Entonces, este pecado está recayendo sobre aquellos que lo están cometiendo, si no se arrepienten.
Gente, que porque piensa que tiene dones espirituales, que tienen la visión abierta en el espíritu, puede ponerse en el lugar del juez, me muestra el Señor, gente, que porque tiene discernimiento de espíritus, don de ciencia, don profético, don de sabiduría, gente, que porque puede ver en el Espíritu lo que está pasando, gente, que porque puede reconocer lo que está mal en el hermano, cree que puede ponerse en el lugar del juez, pero estas cosas no te son mostradas, dice el Señor, para que golpes el martillo sobre la mesa, sino para que traigas vida sobre aquellos que están muertos en el pecado, para que los rescates del pozo, para que utilices esta información que se te es dada a través de esta revelación, para ministrar a esa persona, para que quizás decida salir, arrepentirse y salir de esas cosas.
Pero hay mucha gente que está utilizando las mismas piedras preciosas que son los dones espirituales que es el Espíritu Santo les ha dado, para golpear al hermano, es como si le tirarán esas piedras preciosas en la cara, en vez de edificar al hermano, en vez de dejar lo mejor de lo que estaba antes, es como si lo dejara peor de lo que lo encontró, porque en vez de utilizar esas piedras preciosas, esos dones espirituales, a través del amor y del fruto del Espíritu Santo, para reconciliar a esa a esa alma con Cristo Jesús, está condenando a la persona.
Sin embargo, hasta Jesús mismo, cuando caminó sobre la tierra, le dijo a la mujer adúltera, ellos no te condenan, ni yo tampoco, y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, y de eso me está hablando el Espíritu Santo ahora, porque se pone en el lugar del único juez. Así, que todo aquel que le esté sonando como resonando esta Palabra en su espíritu, lo invito ahora a arrepentirse, ya evaluar su conducta, y a cambiar.
[Juan 8:11, RVR1960] Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Personas que tienen dones espirituales desarrollados, que piensan que porque reciben este tipo de información a través de la revelación que da el Espíritu Santo, tienen la autoridad sobre esas personas cuando Dios no se las ha dado, el Espíritu me está revelando ahora este tipo de cosas, que recibas revelación a través de los dones espirituales, no quiere decir que tengas autoridad sobre esa persona.
La biblia dice que llegado el momento van a haber personas que le digan «Señor» al Señor, y que Él mismo va a separar a las ovejas de las cabras, aquellas que le dirán a Jesús: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, no echamos fuera demonios, no sanamos enfermos, no hicimos milagros? y el Señor les va a decir: Apartados de mí, hacedores de maldad, y este tipo de personas son las que pienso que el Espíritu Santo me está mostrando mientras estoy hablando por el Espíritu.
Gente que piensa que, porque camina en un nivel de revelación, son superiores a los demás, gente, que mientras miran que se ministra a otras personas, los están condenando en su corazón. Gente que, porque saben a través del don de conocimiento, don de ciencia, por el Espíritu Santo, lo que le está pasando al otro, piensan que tienen el derecho de golpear el martillo de juez sobre la mesa. ¡Cuidado! Porque lo que hagas, aún, cuando estés ministrando a otra persona a través de los dones del Espíritu Santo, si en tu corazón está la motivación de la condenación, si en tu corazón está la motivación de la arrogancia, si te estás sintiendo más importante que esa persona, si en tu corazón estás realizando un juicio ilícito sobre esa persona, si en tu corazón estás murmurando en contra de esa persona a la que inclusive la estás ministrando a través de un don que Dios te dio, el Señor te va a juzgar por eso, y el Señor puede no llegar a tomarlo a tu favor.
Entonces, aún, cuando estamos ministrando a través de cosas que Dios mismo nos ha dado, si la motivación de nuestro corazón no es correcta, Dios puede no tomarlo a nuestro favor, Dios puede no contarlo como una cuenta en positivo, porque mientras estamos ministrando, estamos pecando en nuestro corazón. Entonces, puede que Dios ministre a la otra persona a través de nuestro, pero no quedará a nuestro favor esa acción. Amén. Así que gloria al Señor por esta revelación. La Biblia dice:
[Efesios 2:8-9, RVR1960] Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Así que yo te invito a revisar tu corazón. Yo te invito a escudriñar lo que estás pensando cuando estás ministrando a otra persona, cuando estás orando por otra persona, cuando estás utilizando el don de ciencia o cualquier otro don para ministrar a otra persona. Mientras estás haciendo estas cosas, ¿cuáles son los pensamientos de tu corazón? ¿Estás murmurando contra esa persona? ¿La estás acusando dentro de tu corazón mientras se te es revelado los problemas que tienen, por ejemplo, o las cosas que tienen que cambiar o en los pecados en los que están?
Dios no te llama a condenar a esa persona, sino a rescatar a esa alma del precipicio; para acusar ya hasta el diablo, pero muchas veces, las mismas personas que son instrumentos de Dios, son los mismos que acusan al otro y, mientras le están imponiendo las manos y orando por esa persona, en sus corazones están pensando mal contra ella. Son hipócritas pues lo único que quieren es que se vea el poder de Dios moverse en ellos, pero Dios no ve las apariencias, sino que ve los corazones.
Aleluya, gloria al Señor, por lo que está revelando en mi ministerio. El Señor me ha llamado, parte de mi tarea es revelar los pecados finos, les vamos a llamar cómo limpiar las cosas que van profundo, que están en los corazones, que están mal y que muchas veces las personas no se dan cuenta, pecados no tan comunes, no tan nombrados, pecados que a veces ustedes ni siquiera saben que son pecados, pecados que no se dan cuenta, pecados ocultos, pecados escondidos, cosas las cuales ustedes dicen: Guau, no me había dado cuenta que estaba haciendo eso, pero es cierto, eso es lo que estoy haciendo. El Espíritu en parte me utiliza para revelar lo que está oculto en tu corazón, para que te puedas limpiar, arrepentirte, cambiar esas cosas y encontrar gracia ante los ojos de Dios.
El Señor, en este tiempo, está hilando fino, el Señor está llevando a su pueblo a un nivel a donde recientemente sus hijos están preparados. El Señor está abriendo los ojos de los suyos, aún, más que antes, porque este es el tiempo donde los seres humanos están listos para recibir lo que estaba preparado exclusivamente para este tiempo, hay cosas que el Señor está revelando que ojo no vio y oído no oyó ni han llegado al corazón del hombre. Este es el tiempo, por eso ustedes van a escuchar cosas que para sus oídos son nuevas, pero que para Dios no son nuevas. El Señor está llevando ese hisopo de limpieza aún, más profundo, a un nivel más allá en tu corazón, gloria al Señor por eso.
Su pueblo, aquellos que decían abrir sus oídos y atender y escuchar a la voz de Dios, van a tener un conocimiento más amplio de las cosas espirituales, porque ahora es cuando están abiertos y receptivos y tienen una mente para entender, gloria a Dios, Aleluya. Y yo ahora estoy viendo manos sucias, estoy viendo manos manchadas. Padre, te pido que sea tu Espíritu Santo Señor, revelando cuáles son los pecados que están ensuciando las manos de tu pueblo. Te pido que traigas convicción de pecado, ya que tu Espíritu es el único que puede redargüir y convencer de pecado.
Tengan cuidado cómo manejan el dinero, me dice el Señor, tengan cuidado los trueques que están haciendo, tengan cuidado en dónde están invirtiendo, no siembren para el reino del enemigo, tengan cuidado las cosas que adquieren, lo que compran, lo que venden, lo que guardan, dice Dios. Tengan cuidado cómo fluye el dinero en sus vidas, sean conscientes que lo que ustedes siembren eso van a cosechar. Pregunten al Espíritu Santo: ¿Tengo que comprar tal cosa o la otra?, ¿Tengo que invertir el dinero en esto o en lo otro? Porque muchos de ustedes, me dice el Espíritu, ahora, no están conscientes del poder que tiene el manejo del dinero y que donde ustedes inviertan el dinero, lo que vuelva puede ser del reino de Dios o el reino del diablo, ¿de acuerdo?
Tengo una visión ahora y veo que el dinero es como agua que riega una planta, cuando el dinero sale de sus manos y se dirige hacia algún lugar, ese dinero es como agua que está regando a una planta, pero esa planta puede ser una planta para bien o puede ser una planta para mal, es a agua puede ser una agua de vida o puede ser una agua de muerte y los frutos que saque esa planta, de los cuales ustedes mismos van a comer, puede ser fruto de vida o puede ser fruto de muerte.
Es decir, lo que ustedes estén regando a través de donde invierten ese dinero, las plantas que ustedes estén regando a través de ese dinero, que representa agua en esta visión, los frutos que crezcan de esa visión será lo que ustedes comerán, amén. Pero muchos de ustedes no están conscientes de esto y van por la vida administrando sus bienes materiales y su dinero inconscientemente, y no se dan cuenta que muchas veces les está sucediendo cosas no deseables, cosas malas; están teniendo consecuencias malas en sus vidas porque están regando plantas que dan frutos de muerte.
Cuando ustedes apoyan un negocio ilícito con su dinero, están regando plantas que dan frutos de muerte. Cuando ustedes invierten dinero en algo que es un fraude, están regando una planta que da fruto de muerte. Cuando ustedes visitan a un adivino, a alguien que les tira las cartas o cualquier otro tipo de adivinación y le pagan a esa persona, están regando abundantemente una planta que después les va a devolver fruto de muerte. Cuando ustedes invierten dinero para comprarles cigarrillos a sus hijos, están regando una planta que les devuelve frutos de muerte. Cuando ustedes invierten dinero en vicios que son pecados, las que no están permitidas, están regando una planta que da fruto de muerte, de enfermedad, de destrucción, de ruina y de todas las cosas que vienen del reino de la oscuridad.
Rieguen bien me dice el Señor, inviertan en lo que les va a devolver frutos que los alimenten, inviertan en cosas que traigan vida, inviertan en cosas buenas, rieguen plantas que provoquen salud, no enfermedad, cuiden los recursos, háganlos crecer, no los escondan, porque el recurso del dinero también es una forma de talento, y ese talento no debe permanecer escondido debajo de la tierra, debe utilizarse y que tenga movimiento, que genere movimientos espirituales, que genere consecuencias espirituales.
Cuando ustedes ofrendan a alguien que lo necesita, cuando ustedes ayudan a alguien que no tiene, cuando ustedes avalan un proyecto que ayuda a otras personas, cuando ustedes utilizan ese dinero para darle de comer al que no tiene pan, y todas estas cosas que son edificativas, entonces están regando plantas que les devuelven fruto de vida, fruto de salud, fruto de prosperidad, frutos de multiplicación. Porque más bienaventurado es dar que recibir, dice la palabra. Estos son principios divinos que podemos encontrar en las escrituras, que muchas veces como cristianos las leemos pero que carecemos de conciencia a la hora de manejar el dinero que Dios otorga.
Cuando ustedes se asocian con alguien a través de una firma sobre un papel, en un contrato, literalmente en el espíritu están ligados a esa persona, y esto puede ser por un propósito divino o por un propósito satánico. Así que, a partir de ahora, el mensaje principal es que sean conscientes sobre dónde invierten cada billete que tienen en su poder, y pídanle consejo al Espíritu Santo, cuando alguien les pida dinero prestado, porque veo personas que les han pedido dinero prestado y después que lo prestan, la persona que lo ha adquirido se lo gasta en vicios, en prostitutas, en alcohol, en droga, en cigarrillos, en cosas que son pecados. Entonces, antes de prestar dinero, hay que preguntarle al Espíritu Santo de Dios, y el Señor te va a decir lo que tienes que hacer, porque hasta esto puede ser una forma de ofrendar al enemigo, aunque sea inconscientemente. La Biblia dice: Los que son guiados por el espíritu de Dios, estos son los hijos de Dios.
Entonces, los que tenemos al Espíritu de Dios, tenemos que pedirle consejo a nuestra compañía antes de tomar cualquier decisión, y especialmente las más importantes. Amén. El Señor me dice: Van a tener que contar con mucha sabiduría financiera en el fin de los tiempos, porque si bien es cierto que Dios va a proveer a los suyos, también es cierto que Dios va a probar a los suyos para ver cómo administran lo que Dios les proveyó; porque si bien es cierto que el Señor está levantando los José de los últimos días, los encargados de guardar en los graneros, para que sirva en el tiempo de escasez, para repartirlo también a los que no tienen.
De la misma manera que José proveyó a otras naciones estando en Egipto, el Señor en estos tiempos está levantando a hombres y a mujeres con este mismo tipo de llamado, pero también Él va a probar la manera que se administrarán estos recursos, del mismo modo que probó a José para ver cómo él administraba estos recursos. El Espíritu me dice: Pidan sabiduría financiera, pidan la guía del Espíritu Santo, no caminen solos, pregúntenle al Señor a dónde tienen que invertir, pregúntenle al Señor qué tienen que hacer con cada bien que se les ha sido dado, pregúntenle al Señor qué es lo que tienen que dar y con qué se tienen que quedar, pregúntenle al Señor cómo dividir las ganancias, pregúntenle al Señor cómo multiplicar lo que se les ha dado.
Volviendo a la parábola de los talentos, el Espíritu me hace entender que los recursos materiales que Dios nos da, también deben ser administrados como ese talento que tenía que ser multiplicado. Pidan mi consejo, dice el Señor, y les voy a mostrar por dónde tienen que caminar, pero no sean egoístas, piensen en bendecir a los demás, no se manejan a través del miedo. Yo veo que algunos de ustedes guardan y guardan y guardan y multiplican, pero lo guardan porque tienen miedo de quedarse sin algo, y no entienden que cuando reparten lo que Dios les ha dado, tienen que hacerlo con sabiduría y conforme a la voluntad de Dios, y esto no quiere decir que se queden absolutamente sin nada, pero los que no reparten de una manera sabia, acorde a la voluntad del Señor, y menos si son llamados por el Espíritu Santo y no lo hacen, no entienden que el flujo se va a cortar. Amén.
Dice el Señor: No cierren sus bolsillos por miedo a no tener, porque cuando uno se maneja por miedo financieramente, cierra la canilla de la provisión. Aquellos que no estén sanos en relación a lo económico, a lo financiero, al dinero, a los bienes materiales, pídanle sanidad al Señor, pues hay un sector de la iglesia del Señor Jesucristo que tienen miedo de hablar sobre dinero, miedo de hablar de las cosas materiales, de la provisión, de los recursos.
Sin embargo, no hay ningún pecado en hablar sobre estas cosas. En la misma Biblia podemos encontrar muchos ejemplos y muchas enseñanzas sobre las finanzas del reino de los cielos. Todos aquellos que no se sientan sanos con este tema, pídanle sanidad a Dios, y Él les va a enseñar, pero no escondan esta falta de sanidad, por vergüenza. El Espíritu Santo me está revelando ahora que algunos de ustedes piensan que ni siquiera tienen que hablar de esto, porque está mal, porque es un pecado, pero no vemos a los personajes bíblicos que tengan miedo de hablar de estas cosas, no vemos que la Biblia no mencioné nada sobre las finanzas del Reino de los cielos, entonces es necesario encontrar una balanza, es necesario encontrar sanidad, porque la vamos a necesitar en estos últimos días.
Me dice el Señor, mis hijos cómo van a tener que saber administrar lo poco o lo mucho que tengan, porque en momentos de persecución, los momentos que van a venir de persecución severa, a donde todavía no la hay, no siempre vamos a tener muchas cosas para administrar, pero lo poco que tengamos, vamos a tener que ser sabios para saber lo que tenemos que hacer con eso, y el Señor dice: Hijitos, no tengan miedo, dice el Señor, porque si yo pude proveerle al profeta a través de los cuervos, si le di para comer a través de un ave, ¿cuánto más no puedo proveerle a los míos en estos últimos días? cuando tengan que esconderse en las cuevas. Gracias Señor, alabado sea tu nombre. Así que muchas veces algunos de ustedes le hablan a Dios en sus oraciones pidiéndole sanidad al Señor de muchas cosas en muchas áreas, pero no en el área económica, no le piden al Señor.
Señor sáname, porque siento que no tengo un buen manejo de los recursos materiales, porque no sé cómo manejar mi dinero, siempre tengo problemas en esta área, siempre me falta o estoy endeudado, o estoy todo el día pensando en eso, y siento que no es sano, o tengo codicia, o tengo avaricia, o he hecho cosas que están mal. Señor, ayúdame en esta área, ¿cómo hago?, sáname, libérame de espíritus que me están atando en esta área. Muchos de ustedes hablan de muchas cosas con Dios, pero no hablan de estas cosas, sin embargo, es una parte importante de la vida del hombre, real y necesaria, entonces no tengan mala conciencia de ir delante de Dios y pedirle ayuda en esta área, amén.
El Señor te va a ir enseñando paso a paso, cortando esas cadenas y diciéndote lo que tienes que hacer, ya sea a través de su Espíritu, a través de hombres que enseñan sobre este tema, a través de la palabra de Dios, o como él lo quiera. Gloria al Señor, gracias Señor, santo, santo eres, gracias Dios mío por esta ministración, por qué cada vez nos enseñas algo distinto, nos revelas algo que no podíamos ver, nos hablas de cosas que estaban veladas ante nuestros ojos, nos muestras las áreas que tenemos que limpiar, en las que debemos trabajar, nos ministras por tu Espíritu Santo.
Señor haznos buenos administradores de los recursos que nos das. Señor, danos sabiduría financiera, económica. Padre, y libéranos de espíritus de codicia, de avaricia, de espíritus, Señor, que no nos permiten caminar en esta área en libertad. Padre de la gloria, danos inteligencia para saber multiplicar estos recursos materiales que nos diste, así como ese siervo Señor, que tenía cinco talentos y los supo multiplicar. Enséñanos a no ser negligentes con estas cosas, con los recursos que nos has dado. Señor, aquellos que no tienen, te pido que les abran las compuertas de los cielos para que lluevan monedas celestiales en el nombre de Jesús sobre aquellas billeteras que están vacías de mis hermanos. Te pido Señor, que sean llenadas por tu gracia. Padre, te pido que proveas a esas congregaciones que necesitan recursos para ser de bendición a los demás. Te pido que proveas a esos grupos que me estás mostrando que están llamados para crear nuevos negocios con ideas celestiales Padre, gracias Señor.
Te pido que limpies ahora todo terreno financiero en la vida de todo aquel que escucha este vídeo. Padre, en el nombre de Jesús, corta toda maldición de pérdidas, de ruina, de desempleo, de deudas, Señor. A todo aquel que es falto de entendimiento sobre estas cosas, te pido que ilumines sus ideas para que sepan cómo administrar lo que tienen y cómo generar lo que no tienen en el nombre de Jesús. Padre, a los que buscan atajos rápidos pero que a la larga generan consecuencias negativas, te pido que los redarguyas en su espíritu para que sepan que están yendo por caminos equivocados que les dan soluciones rápidas en el momento, en el presente, pero que los van a afectar a futuro generando deudas largas, difíciles de esquivar.
Padre eterno, tú eres el dueño del oro y de la plata Señor, todo lo que existe te pertenece. Provee todo lo que necesitan estos hermanos en el nombre poderoso de Cristo Jesús. Te pido Señor, esas medicinas que estoy viendo, provee milagrosamente. Padre, así como esos cuervos proveyeron a Elías cuando no tenía para comer, provee esas medicinas, que son tan caras a aquellos que la están necesitando Señor. Llena esas vasijas de aceite, como la viuda que no tenía más para comer Señor, que sobreabunde esta prosperidad celestial Señor, limpia nuestros corazones, toda intención equivocada. Revela más a todo aquel que escuchará esta ministración por diferido. Sigue revelando Señor, de qué nos tenemos que arrepentir para cerrar toda puerta al enemigo, para que no tenga derecho de venir a robar a nuestros bolsillos.
Padre, te pido que pongas un stop a toda estafa, a todo robo virtual, a todo robo de datos en todo aquel que escucha este vídeo, en nuestras familias. Señor, te pido devolución, te pido retribución de todo lo que el enemigo nos robó a través de tarjetas de crédito, de débito, a través de todo tipo de fraudes, Señor, que en este tiempo es tan regular como moneda corriente. Padre, haz justicia a tus hijos, y especialmente a aquellos que se arrepienten del Señor de sus pecados. Padre de la gloria, protege nuestras cuentas, protege nuestros bolsillos.
Da inteligencia financiera también a nuestros hijos, para que aprendan cómo manejarse acorde a tu voluntad y complacerte en esta área Señor, desde que son chicos, en el nombre de Jesús. Santo, te pido que pongas un pan en la mesa de todo aquel que no tiene para comer. Te pido que nos enseñes a partir el pan y a compartir con el que no tiene. Oh amado mío, santísimo Dios eterno, porque todo lo que tenemos no es nuestro, sino que viene de ti. ¿Qué puede hacer el hombre sin tu guía, sin tu dirección, sin tu poder, si todo es tuyo? El Espíritu me dice ahora, pienso que me revela que todo lo que tenemos debemos ofrendar al Señor, en el sentido de ponerlo a su servicio, en el sentido de decir: Señor, esta notebook que estoy utilizando, la ofrendo para ti, es tuya, la pongo a tu servicio, mi celular, mi casa, mi auto, mis cosas, hasta mi ropa Señor, es tuya, santifica todas estas cosas Padre, las pongo a tu disposición.
El Espíritu me indica ahora que así como tenemos la costumbre presentar nuestros hijos cuando recién nacen al Señor, que lo mismo deberíamos hacer con las cosas que son nuestras, con las cosas materiales. Te pudiste comprar un auto buenísimo, gloria del Señor, pero ahora, decidle, este auto lo tengo gracias a ti Señor, te lo ofrezco, lo ofrendo para ti, lo presento ante ti para que lo uses para tus propósitos, y pon tus manos en tu auto o en tus cosas, en lo que tengas, y bendecir ese producto en el nombre de Jesús, y hasta ungir con aceite, para dedicárselo, y así con todas las cosas, y también para que el enemigo no tenga parte ni suerte sobre eso. Gloria a Dios.
Los instrumentos musicales que los adoradores utilizan deberían estar ungidos y entregados a Dios, los micrófonos de una congregación, los parlantes, las sillas, las paredes, todo lo que un cristiano tiene debería estar ungido y entregado a Dios con la Palabra, porque no es lo mismo entregarlo en el corazón que utilizar el poder de la boca de la Palabra para decir, Señor, esto que tengo es tuyo, te pertenece, lo pongo a tu servicio, que cumpla Señor, los propósitos para lo cual fueron creados, en el nombre de Jesús. Gloria a Dios, muy fuerte la presencia del Espíritu Santo. Ahora compártanlo con los otros hermanos que tienen ignorancia de estas cosas, gracias Señor.
Pero desátame de todas las cosas, por más que las tengan, tienen que estar desatados en sus corazones, listos para no tenerlas en cualquier momento, si fuera el caso, teniendo una casa, pero estando listos para no tenerla en cualquier momento, si así Dios lo dispusiera, teniendo un auto, pero estando listos para no tenerlo en cualquier momento, si así Dios lo dispusiera, no atándonos a esas cosas en nuestros corazones, no adorando estas cosas en nuestros corazones, no idolatrando estas cosas en nuestros corazones, si no estando conscientes todo el tiempo que son cosas que Dios nos da, que nosotros de ninguna manera podríamos haber obtenido si no fuera por Él, y gracias a Él, que las tenemos para cumplir nuestro propósito en esta tierra, amén, gloria a Dios.
[1 Samuel 1:28, RVR1960] Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová.
Entonces, todo lo que tenemos, esa es la Palabra que estaba buscando, dedicarlo al Señor, por más que sea una lapicera, por más que sean cosas que para vos no tengan importancia, todas las cosas tienen su trasfondo espiritual, y la iglesia que camina en este tiempo está llamada a entender las profundidades de las cosas espirituales en un nivel mayor, entonces dejemos de ser ignorantes y seamos sabios y entendidos de los tiempos, y tomemos autoridad en aquello que Dios nos haya puesto y dejemos de dormir, ya es tiempo de despertarse, dice el Señor, aleluya, gloria del Señor.
Así que hermanos, ya tenemos tarea, hemos comido de un pan refrescante en esta noche, le damos gracias al Señor, alabado sea Dios, mi corazón se regocija en estas cosas que el Señor ha revelado en esta noche, y sé que va a ser de mucha bendición para muchos de ustedes, para los que caminan en fe, para los que tienen el corazón abierto para recibir esta semilla santa, que es la Palabra de Dios.
Los bendigo en el nombre de Jesús y arriba ese ánimo, no se dejen caer, resistan parados sobre la roca. Veo muchos que están flacos espiritualmente hablando, desnutridos, porque no comen la palabra diariamente, aliméntese, oren, cuanto peor les vayan, más tienen que orar, cuando peor les vaya, más tienen que leer, Amén.
Muy bien, alabado sea el Señor, nos vemos próximamente para lo que el Espíritu Santo de Dios quiere ministrar a su pueblo, bendiciones, saludos desde Argentina.