Bendiciones, gracias y paz a sus vidas, de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo. ¿Como están, amada iglesia del Señor Jesús? Bendiciones a todos los países que se van conectando alrededor del mundo, especialmente a los países latinoamericanos. Bendiciones también a aquellos hermanos que están en los países que no son de habla hispana. ¡Aleluya, gloria al Señor! En esta oportunidad, hoy es 23 de noviembre del 2021 y estoy aquí con ustedes para cumplir con la asignación que me ha entregado el Señor, entregarle una palabra profética a la iglesia que recibí en la madrugada del 21 de noviembre del 2021, y la palabra dice así:
[Apocalipsis 3:10, RVR1960] Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
Las naciones confían en su propia fuerza. Las naciones preparan armas de destrucción masiva, creyendo que la más potente es la que gana. No entienden que sin mí no hay victoria, no hay escape. Las naciones piensan y maquinan para destruirse los unos contra los otros. Ellos no tienen en cuenta que el cetro lo tengo Yo. Corren y se apresuran para ver quien diseña un arma aún mejor, y en ella ponen su confianza; acorde al armamento que cada uno posee es lo grande que piensan que son.
¡Necios! Han perdido la cordura. No se trata de ver quien tiene el arma más poderosa de la tierra, ¡se trata de quien confía más en su DIOS! en aquél en cuyo refugio habita el cansado, a cuyos brazos vienen los oprimidos para ser liberados, en quien habita la deidad eterna que ha existido siempre y que existirá.
Sus armas son perecederas. Sin espíritu no funcionan. Ellos creen que pueden hacer cosas sin que Yo los vea. Ellos piensan que pueden abrir puertas que Yo no he abierto. ¡Qué pequeño es el hombre! Sin embargo, cree que es más que Dios.
Se mueven las olas de las gentes. Se mueven para adonde los hombres las llevan. Ellos creen que tienen las riendas, pero no es así. Yo Soy el Todopoderoso. El mundo es mío, y los que habitan en él. Llega la hora de la prueba, y todos serán testeados, pero voy a acercar a los míos a mí. Quiero dejarles saber que no hay planes escondidos para mí.
Todo lo que hacen Yo lo veo, todo lo que dicen lo puedo escuchar, porque aún antes de que la palabra ya esté en sus bocas, Yo ya la conozco toda. Nada hay oculto para mí. No existe cuarto secreto adonde Yo no esté. No hay paredes blindadas por donde Mi Espíritu no pueda ingresar. Todo está abierto ante Mis ojos. Todo está anotado en Mis libros.
Por lo tanto, hijitos, no deben temer, porque ustedes habitan en mí y Yo en ustedes, y somos uno, y Mi mano los guarda del mal. ¡Oh hijitos, he aquí que viene, he aquí que viene la calamidad sobre el mundo entero! Se avecina la hora de la verdad. Ya viene la hora de la prueba. ¿Qué vas a hacer si no estás conmigo? ¿Cuál será tu refugio? ¿Adónde morarás? ¿Quién será tu escudo en aquella hora? Porque solo Yo Soy el Grande de Israel, solo Yo Soy el Dios de Jacob.
¡Tú eres mío! Ven para que te abrace y seas guardado de la hora de la tentación. Aquieta tu espíritu y escucha Mi voz. Escucha hijo: Se avecina el mal sobre toda la tierra: peste, hambre, guerra, muerte y destrucción. ¿Cómo vas a resistir si no tienes Mi Espíritu? ¡Reflexiona ahora y piensa que necesitas un Salvador!
Ven y conóceme y acércate a mí, porque solo Yo te daré paz en medio del caos. Siéntate a Mi mesa y comamos juntos para que ya no andes errante, sin saber para qué fuiste creado. Invierte en Mi Reino. No seas terco como la mula, y muévete hacia donde el Espíritu te quiera llevar.
Hijo, escucha: Yo Soy Dios, y tú no. Yo te hice a ti, y no tu a mí. No yerres, y abandónate a mí. Renuncia a tus caminos y camina mi camino, el camino que he trazado para ti. Ven, hijo, cerca. Me vas a necesitar cuando la oscuridad baje más y más cómo tela de cilicio sobre todo morador del mundo. Vas a necesitar de Mi luz para poder ver bien, porque las tinieblas serán tan profundas que, si no estás en luz, no podrás distinguir tu izquierda de tu derecha. Andarás tanteando como un ciego que no puede reconocer lo que hay delante de él.
Toma mi bastón. Ármate de paz y de libertad en medio de la opresión, porque aumenta la presión de la olla. Vas a necesitar de Mi amor en medio de tanto odio, para que no te seques como una planta sin sol. ¡Despierta hijo! El mundo se sumerge en caos y opresión, y necesitas refugiarte en Aquél en Cuya mano están todas las cosas.
Tú no eres un número más. Lo eres para ellos, más no para mí. ¡Conviértete! Permíteme rajar el velo de tu corazón e ingresar a vivir en ti. Porque se hace de noche, y las computadoras no duermen, calculando los datos de las masas, y ellos siguen creando planes para manipularlas. Llega la hora del tentador, y muchos que iban bien se van a torcer y van a volver atrás.
No todos van a resistir. Una gran cantidad se va a enfriar y van a abandonar la carrera por falta de resistencia, por falta de entrega, por desamor, por miedo, por carnalidad, por egocentrismo, por idolatría, por seguir a los deseos de los ojos, por amar la vanagloria de la vida. Y el que esté tibio fácilmente cederá ante la tentación de renunciar a Mi nombre. Volverán atrás, cómo retrocede el que no cuenta los costos antes de construir.
Llega la hora adonde todos serán probados, pero no todos pasarán bien la prueba, sino solo los que verdaderamente habitaban en mí, porque el diablo los conoce bien, y sabe cómo tentarlos, y ha ideado escenarios para hacerlos caer. Él es estratégico y observa lo que ustedes desean para luego dárselos servido en bandeja de plata, hermosa y adornada.
Deben resistir, ¡deben llegar hasta el final! Deben recordar quienes son en mí y nunca olvidar que están crucificados juntamente conmigo desde el día en que decidieron ya no mirar nunca más atrás. ¡Resistan! No coman del fruto que les mandé que no coman. Vivan por mí.
La presión va en aumento, y van a verse tentados a renunciar, pero Yo vencí primero, para que ustedes venzan después. Confíen, hijitos, confíen en que no los he abandonado, ni los abandonaré. ¡Plántense firmes y no desistan! Yo estoy aquí con ustedes hasta que hayan pasado la prueba, y aunque no me vean, saben que YO SOY.
Bienaventurado el que resista hasta el final. A éste le espera la gloria y la alabanza de su Creador por los siglos de los siglos. Amén.
[Mateo 24:12-13, RVR1960] Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
Gloria al Señor por esta palabra! Gloria a ti, Dios mío! Cuando el Espíritu Santo me entregaba esta palabra, me traía el versículo de Apocalipsis 3:10: «Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.»
Y el Espíritu Santo me hacía entender que cuando la palabra de Dios dice «yo también le guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero», Él me hacía entender que esta prueba tiene que ver con la tentación de renunciar al nombre del Señor Jesucristo.
Cuando la presión de esta olla, que es el mundo, a medida que la presión de esta olla va en aumento, los hijos de Dios van a pasar por esta fuerte prueba y se van a ver tentados a renunciar al nombre del Señor Jesucristo; se van a ver tentados a renunciar a la fe, mientras todas estas cosas que mencioné a través de esta palabra profética: peste, hambre, guerra, destrucción y cuántas catástrofes naturales que sabemos que aún faltan por cumplirse, y que tienen que ver con la palabra que ya está escrita en Mateo 24 por ejemplo; el Espíritu me mostraba como muchos hijos de Dios empezaban a retroceder; como muchos que habían creído, mejor dicho, al verse envueltos en pruebas fuertes de fe, comenzaban a retroceder, como cuando empezaban a obligarlos para que participen en las obras de las tinieblas que todos estos grupos de élite están planeando sobre el mundo entero.
Yo veía muchas personas que empezaban a retroceder y renunciaban y daban un paso atrás. Dice la palabra del señor en Mateo 24:12-13: «Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo.» Y yo veía en estas visiones cuando recibía esta palabra profética, que muchos creyentes no podían soportar lo que venía sobre el mundo entero y que mientras las cosas que «ellos», como llama el señor en esta palabra profética, porque cuando en esta palabra profética el espíritu dice «ellos» están maquinando planes sobre el mundo entero, habla de los grupos de élite que en realidad tienen el dominio global de la población y tienen una agenda marcada y establecida por el mismo satanás, especialmente diseñada, no solo para llevar al infierno a las masas, sino que su punto, su foco especial, su objetivo principal es hacer caer a aquellos que siguen al señor Jesucristo. Entonces cuando esta palabra dice «ellos», se trata de estos magnates que están dominando la tierra en este tiempo y que ya en varias oportunidades he hablado sobre estas cosas y de estos planes escondidos, planes macabros, que los magnates del mundo, los que están al control, los titiriteros de la población mundial están llevando a cabo. Ellos son los que están dominando a las naciones, a las masas, y ya saben cuál es el paso que les sigue después de haber lanzado este virus mortal, que fue el COVID-19, con todo lo que conllevó esta pandemia.
¡Aleluya, gloria al señor! Y el señor me decía, que tenía que avisarles sobre que la presión de la olla va a ir en aumento, esto no está listo, esto no está terminado, simplemente es como los dolores de parto que viene una contracción y después viene un descanso, después viene otra contracción y después viene otro descanso y cada vez las contracciones son más fuertes y más difíciles de soportar, hasta el punto que a veces la mujer que está de parto ya no quiere tomar más, siente que ya no puede resistir tanto dolor y quiere que ese bebé, que ese niño nazca de una vez. Lo mismo va a suceder con nosotros, si apenas en este tiempo de pandemia, apenas hubo un remanente que fue capaz de soportar este sacudón ¿qué va a pasar cuando venga lo peor de lo peor? porque te vuelvo a repetir, el Espíritu me hacía entender y yo veía esta olla que estaba en el fuego encendido y que la tapa, por causa del calor y del vapor del agua que estaba ardiendo dentro de esta olla, comenzaba ya a moverse, en cualquier momento se va a destapar de tanta presión, en cualquier momento el agua de esta olla va a salir hacia afuera provocando desastres, y nosotros estamos dentro de ella; y el señor quiere que entiendas que todo el mundo va a pasar por esta prueba, como dice Apocalipsis capítulo 3 versículo 10: «Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero.» No dice sobre parte del mundo, no dice que él nos va a quitar de la hora de la prueba, dice que si guardamos la palabra de su paciencia, él también va a guardarnos de la hora de la prueba, que yo entendía a través de esta palabra, qué es la hora de la tentación, la hora dónde vamos a ser tentados como nunca antes fuimos tentados, y allí realmente se verá quién está de pie, parado sobre la roca que es nuestro señor Jesucristo, o quien estuvo jugando con un evangelio liviano, con un evangelio tibio, pensando que solamente por creer ya era suficiente.
Pero dice la palabra del señor que los demonios también creen y tiemblan; y me venía el pasaje de la biblia, de cuando los muchachos hebreos entraron en el horno de fuego, en el libro de Daniel; no fue que el Señor los previno de entrar en el horno de fuego, ellos tuvieron que entrar, sino que el señor o su ángel estuvo con ellos dentro, mientras metafóricamente su fe estaba siendo probada ¡Aleluya, gloria al señor! porque estaba diciendo, su fe estaba siendo probada.
Pero esto es como una imagen de lo que la iglesia va a pasar en estos días y que ya ha comenzado, nosotros vamos a pasar por esa refinación, nosotros vamos a pasar por ese horno de fuego siete veces calentado, para ver si realmente estamos dispuestos a ir hasta la muerte por el señor Jesús. Pero Él, así como estuvo junto con sus hijos en ese horno de fuego, y no los abandonó, y ellos pudieron resistir a esa prueba y a esa tentación de renunciar al nombre de su Señor y no lo hicieron, así mismo hoy, en estos últimos tiempos, el Señor va a estar con nosotros mientras transcurre la hora de la prueba sobre el mundo entero.
Yo veo muchos corazones ahora que están viendo este vídeo y que se están preguntando: ¿realmente dónde estoy parada, ¿dónde estoy parado? Realmente ¿cuánto es lo que puedo soportar por causa del nombre del Señor Jesucristo? ¿dónde está mi fe cuando vienen las pruebas y las tribulaciones? ¿cómo reacciono cuando soy tentado? ¿me es fácil resistir o siento que viene el lobo y sopla y destruyen mi casa?
Yo veía en estas visiones cuando recibía esta palabra, como todo lo que está escrito en el pasaje de Mateo 24 se cumplía de «pe a pa» (Arg. de principio a fin), donde dice desde el versículo 3: «…Y estando Él sentado en el monte de los olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo. Respondiendo Jesús les dijo: Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras, mirad qué no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin.»
Se entiende lo que dice la palabra del señor, «mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin, porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares, y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán, y muchos falsos profetas se levantarán, engañarán a muchos, y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará, más el que persevere hasta el fin, éste será salvo.»
Yo quiero preguntarte hoy para que lo medites en tu corazón: ¿estás preparado para que te entreguen a tribulación, para que quieran matar a tu familia, para ser aborrecido por todos por causa del nombre del señor Jesucristo? ¿Estás preparado para que quizás tu propia familia te entregue y te aborrezca, como dice el versículo 10 de Mateo 24, porque muchos se enfriarán, y dentro de ese «muchos» va a haber mucha gente que vos conoces, pero que en el momento de tener que resistir, en el momento de tener que renunciar a muchas cosas de este mundo, en el momento de que tu fe sea probada al extremo si así lo quisiera el señor, van a haber muchos que se dicen ser hijos de Dios, que se van a dar vuelta como una tortilla, tan fácil que no lo vas a poder creer.
Alabado sea el señor, gracias, señor por hablarnos esta palabra, gracias, señor. Este es un aviso para toda la iglesia, hermanos; este es un aviso para que nos preparemos; este es un aviso para que las partes de nuestro corazón que aún no le entregamos al señor Jesús, ahora se las entreguemos, para que cuando venga el tentador sobre nuestras casas y sobre nuestras vidas, no tenga nada de dónde agarrarse.
Dice esta palabra profética que les acabo de compartir que me entregó el Espíritu Santo en la madrugada, que las naciones preparan armas de destrucción masiva; dice que están corriendo y se apresuran para ver quién diseña un arma aún mejor; dice que acorde al armamento que cada uno posee, es lo grande que ellos piensan que son, pero también dice la palabra del señor: no se trata de ver quién tiene el arma más poderosa de la tierra, se trata de quien confía más en su Dios.
Y este Dios que yo recibí por el Espíritu para escribir en palabra profética, está escrito con mayúsculas; aquel en cuyo refugio habita el cansado. Mi pregunta es ¿estás habitando en el Señor? ¿Estás yendo a sus brazos cuando te sentís oprimido, cuando estás turbado? o estás acudiendo al mundo para que te dé seguridad y solución ¿Dónde está tu fe? ¿Dónde está tu confianza? ¿Dónde está tu seguridad? es la pregunta que te dejo hoy como exhortación.
Porque sin Él, dice el Señor, sin Su Espíritu que te sostenga cuando todo sea sacudido bajo nuestros pies muchas veces más, y creo que no nos podemos imaginar ni siquiera lo que viene, más todavía porque nos han mentido por tantos años diciendo que la iglesia no va a pasar por pruebas; los que no entiendan que nuestra fe tiene que ser probada, igual que la fe de los apóstoles de antaño fue probada cuando los perseguían para matarlos por causa de la fe en el Señor Jesús, y ellos tenían que andar corriendo, escapándose de los soldados romanos, de los judíos y demás; lo mismo así como fue antes ,es hoy en algunos países, pero esto se va a convertir de forma global en todo el mundo, y el Señor quiere que lo entiendas y que te prepares.
Viene persecución sobre la iglesia del Señor Jesucristo, los magnates, los grupos de élite mundiales, que son reales y existen, y que aquí en esta palabra profética, el Señor mismo está diciendo que está al tanto de lo que ellos están organizando, de lo que están planificando contra todo el mundo, pero más contra los hijos de Dios para hacerlos caer; ellos tienen cosas preparadas contra nosotros primeramente, que ni siquiera nos podemos imaginar, pero para eso el Señor está revelando en este tiempo lo que está pasando en lo oculto, en lo escondido, porque Dios es un Dios que revela los misterios, que revela lo que está escondido, y que le muestra a sus hijos, para que caminen en luz, lo que está sucediendo en la oscuridad, lo que ellos no quieren que sepamos ¿amén? ¡Aleluya, alabado sea el Señor, gloria a su nombre, gracias, Señor mío!
Dice la palabra profética: llega la hora de la prueba y todos serán testeados, si hasta el mismo Señor Jesucristo tuvo que mostrar obediencia hasta la muerte, siendo el Hijo de Dios perfecto, inmaculado, sin mancha y sin pecado, ¿cuánto más nosotros que nos hacemos llamar hijos de Dios?
El Señor sigue avisando una y otra vez, a través de los atalayas de este tiempo, que nos pongamos a cuenta con Dios, que nos acerquemos a él, que tengamos nuestras vestiduras limpias, nuestras casas organizadas, limpias, que estemos velando. ¿Cuántas veces dice la palabra del Señor en Mateo 24, en Lucas 21, en Marcos 13, en Apocalipsis, que velemos en todo tiempo, porque se acerca la noche, y los que no caminan en la luz de Cristo no van a poder ver lo que está pasando?
Y aquí el Señor, en esta palabra profética, en realidad no está anunciando nada nuevo que no haya sido anunciado desde hace miles de años, cuando vino el Señor Jesucristo, y aún desde los profetas de antes de que él haya caminado sobre la tierra. Pero resistan, dice el Señor: «He aquí viene la calamidad sobre el mundo entero, se avecina la hora de la verdad».
¿Cuál es la hora de la verdad? La hora de la verdad es la hora de mostrar tu fe, porque la fe no se muestra cuando uno está bien, la fe no se muestra cuando uno está en prosperidad, la fe no se revela cuando uno está tranquilo sentado en la silla de su congregación sin mover un dedo para ayudar a tu prójimo y mucho menos al Señor. La fe se revela cuando uno es sacudido, y allí realmente se muestra si confías en que existe un Dios que es el YO SOY, que te va a sostener cuando todo se sacuda a tu alrededor, ¿amén?
¡Aleluya, gloria a tu nombre Señor! gracias, Señor, gracias, Dios mío. Yo aún sigo viendo mientras estoy compartiendo esta palabra que muchos de ustedes están incrédulos, que muchos de ustedes prefieren aferrarse a las viejas doctrinas de que el Señor viene ahora, de que su venida es inmediata, de que todo está cumplido, pero todos aquellos que estudiamos la palabra de Dios podemos ver que aún faltan cosas por cumplirse, y que los dolores de parto recién están comenzando. Yo no te voy a obligar a que vos creas algo que yo te estoy diciendo, pero te quiero invitar a que estudies lo que te estoy compartiendo en la palabra del Señor para que puedas encontrarlo por vos mismo si lo que estoy diciendo es bíblico o no, porque la hora va a llegar igual, la creas o no la creas.
Vemos que el Señor, cuando vino el diluvio, no sacó a Noé y a su familia, que solamente eran 8 personas, no los sacó de la tierra antes de que venga el diluvio, los guardó del diluvio en esa arca, que entiendo que representa al Señor Jesucristo, hoy. Vemos que cuando el Señor destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra, él avisó primero al sobrino de Abraham para que haga lo que tenga que hacer ¿amén? No dice Apocalipsis capítulo 3, versículo 10, que él nos va a quitar de la hora de la tentación, porque si no, ¿dónde estaría refinada nuestra fe? ¿Cuándo sería probada como el fuego, más valiosa que el oro?
Alabado sea el Señor, aleluya, gloria a tu nombre, Señor. He cumplido Padre, de entregar esta palabra a tu iglesia. Señor, te pido que trabajes en los corazones incrédulos, te pido Señor, que quites todo velo, Dios mío, de todos los hermanos que han comido doctrinas e interpretaciones falsas de hombres, Señor, que lo único que han logrado es que la iglesia se acueste a dormir, y no esté como las vírgenes prudentes que tenían a sus lámparas llenas de aceite para la venida del Señor, para la venida del esposo. Oh, Padre santo, santo, santo, Señor, confirma esta palabra en sus corazones, quita toda confusión de sus mentes Padre, háblales por el Espíritu Santo Señor, para que se puedan preparar para lo que viene, para que cuando esta presión aumente, todos estemos capaces de resistir la tentación de renunciar, a llevar nuestra cruz.
Oh, Padre de la gloria, santo, santo, santo, gracias, Señor, porque tú nos avisas, porque tú no dejas nada Señor a la deriva, porque tú colocas tu palabra, es como linterna que alumbra a nuestros pies, mientras nos vamos hundiendo en las tinieblas de este siglo. Viene muerte, viene hambre, viene destrucción, vienen enfermedades mortales, vienen otros virus, bacterias, guerras, a dónde se van a mostrar y utilizar armas que nunca se vieron.
El corazón del hombre se va endureciendo cada vez más, de aquellos que no siguen al Señor Jesucristo, el corazón de luz de los iluminados por el amor de Dios se va a ir ablandando cada vez más, se va a ir llenando cada vez más de luz, pero el corazón de aquellos que no acepten creer en el Hijo de Dios, que murió por muchos en esa cruz, y resucitó al tercer día para sentarse a la derecha del trono de la majestad, aquellos que no crean y que no se abracen de esta fe, sus corazones se van a ir endureciendo como una roca, y no les va a importar nada si tienen que matar a un cristiano por no seguir las reglas que los magnates del mundo van a ir imponiendo sobre la tierra.
Aleluya, gracias Señor, porque estás avisando a los que creen y a los que no creen, Señor, para que igualmente tú das oportunidades a todo el mundo, Padre, te pido Señor, que aquellos que no tienen resistencia espiritual, que les ayudes, que les enseñes, que les des herramientas, que les hables a través de tu palabra, para que sepan cómo resistir a las tentaciones que vienen, cómo resistir a los sacudones que vienen, cómo estar desprendidos de todo lo material, cómo estar desatados de toda ligadura personal con otras personas, de toda dependencia de madre, padre, hijos, abuelos, familiares, amigos e inclusive hermanos.
Ayúdanos a estar tomados únicamente de tu mano, porque tu Santo Espíritu va a ser el único que nos va a ayudar a pasar por este valle de la decisión, porque eso escucho, que la iglesia del Señor Jesucristo va a pasar por el valle de la decisión, y van a tener que realmente decidir; aquellos que no lo hayan decidido para ese momento van a tener que decidir si realmente están dispuestos a ir un paso más allá por causa del nombre del Señor Jesús, porque va a haber un remanente, van a haber algunos que ya van a haber tomado esa decisión mucho antes de que todas estas cosas que tienen que venir y que el Señor está anunciando, no sólo por su palabra escrita, sino a través de distintas voces proféticas, para confirmar, para recordar, para despertar, para traer claridad a su iglesia, ellos ya van a haber tomado esa decisión desde antes de que todas ocurran, y cuando ocurran ellos ya van a estar fuertes y no les va a costar resistir a la tentación, porque van a haber estado velando en oraciones, en vigilias, en ayunos, congregándose con otros hermanos en unidad, compartiendo el pan y el vino, orando los unos por los otros, fuertes, fortalecidos en Cristo Jesús, quien es la cabeza del cuerpo.
Ellos, los entendidos, los que resplandecerán como las estrellas del firmamento, como dice Daniel, estos ya van a haber tomado una decisión desde mucho tiempo antes, pero aún quedan mucho pueblo dormido, aún quedan mucho pueblo por despertar, y por eso el Señor sigue hablando, sigue trayendo claridad, sigue anunciando lo que va a venir.
Hermanos, vuelvo a repetir, llega la hora donde todos serán probados, llega la hora donde todos serán tentados, pero no todos pasarán bien la prueba, sino solamente los que realmente estén habitando en el Señor Jesucristo, y por más que el diablo los sacuda, los tiente, los mueva, les provoque angustia, tribulación, aflicción, ellos van a haber entendido que la fe tiene que ser probada, de la misma manera que nos muestran los pasajes bíblicos que fue probada cuando la iglesia nació, en los tiempos a donde el Señor Jesús se fue en la nube y vino el Espíritu Santo de Dios a llenar de poder a los suyos ¿amén?
Aleluya, gloria al Señor, gracias, padre, gracias, Señor amado, santo, santo, santo. Yo te invito a escuchar nuevamente la palabra profética que compartí al principio del vídeo, y que la voy a compartir por escrito para que la tengas, y para que la puedas corroborar juntamente con los versículos bíblicos, con los pasajes que hablan de las cosas que aún faltan por acontecer sobre el mundo entero, y durante las cuales, en parte, la iglesia aún va a estar en este mundo.
Y te invito a escudriñarte, a escudriñar tu vida espiritual, a preguntarle al Señor para que te revele realmente a dónde estás parado, vos y tu casa, para ver si realmente hoy, si hoy, por ejemplo, viniera un terrible terremoto a tu casa, hablando en sentido físico y real ¿cómo reaccionarías?, ¿a dónde quedaría tu fe?, ¿qué pasa si una de estas pestes le toca a uno de tus hijos?, ¿qué pasaría con tu fe en el Señor Jesús?, ¿qué pasaría si te encarcelan? ¿estarías alabando al Señor Jesucristo y todos los presos escuchándote como Pablo y Silas, o estarías renegando y renunciando a tu fe en la primera de cambios?
Porque no son solamente acontecimientos físicos los que van a venir y ya están incrementándose en intensidad y en regularidad; es persecución, es muerte, muchos van a ser mártires, es aflicción, es aislamiento, enfermedades, presión de los gobiernos, cosas en las cuales ya los cristianos no van a poder participar ¿Estás listo para eso? ¿Dónde está tu fe realmente, o solamente sos un número más que va los domingos a tu iglesia, a calentar el banco y aplaudir cuando el pastor habla de lo que ni siquiera te acordás que dijo?
Calentate por el Señor, preparate en el Espíritu Santo, aprende a ayunar, intercede para que en todo este movimiento, cuando la olla se va calentando y la presión va subiendo, todos podamos resistir; intercede para que las almas vengan al reino de Dios mientras todo esto acontece, pedile al Señor que te dé lo que te falte, preguntale al Señor cómo se hace para estar velando, cómo proteger tu casa para que el enemigo no la mine (colocar minas o trampas), porque eso estoy viendo ahora, el enemigo minando muchos hogares de los hermanos.
¡Aleluya! gloria del Señor! gracias, Padre ¡grande es tu nombre Señor! Escucho al Señor ahora que dice: «Yo me glorificaré, me voy a glorificar a través de los míos, me voy a glorificar a través de aquellos que entiendan que morir por mí es ganancia» ¡Aleluya! me voy a glorificar cuando los esté refinando, cómo se refina la plata, me voy a glorificar cuando venga el tentador a querer hacer caer a muchos de los míos y se dé cuenta de que no puede tumbarlos, porque van a contar con una fe tan grande que nada los va a poder mover de aquellas decisiones que habrán tomado para ese momento. Hijitos, ¿ustedes quieren ser esos? pregunta el Señor; entonces renuncien a las cosas del mundo y entréguese a mí, porque muchos dicen seguirme, pero no me obedecen, muchos dicen seguirme, pero se quedan quietos en el mismo lugar; los llamo, y los llamo, y no reaccionan, y no se levantan para seguir mis pisadas; muchos dicen amarme, pero no lo demuestran a través de su acción, porque cuando les pido que hagan algo, cuando les entrego un mensaje, cuando los llamo a poner las manos en la mies, no me hacen caso, pero aquellos entendidos van a empezar a resplandecer como los ángeles del reino del Señor, con una luz que va a comenzar a iluminar a kilómetros a la redonda de donde ellos estén, porque así como dice la palabra, cuando vino el Señor Jesús, que una ciudad asentada se vio en gran luz, lo mismo va a suceder, dice el Señor, con aquellos que se dejen pulir para que yo los haga brillar aún más.
¡Aleluya, gloria a Dios! Deben tomar su cruz, dice el Señor, y seguirme; entiendan que vendrán distintos obstáculos en frente de ustedes, y veo un corredor, veo un maratonista o algo así, alguien que va corriendo una carrera literalmente, pero hay vallas, mientras él está corriendo, hay distintas vallas que él tiene que saltar, hay distintos obstáculos que él tiene que ir pasando para ir avanzando hasta llegar a la meta; y el Señor me muestra que cuando una persona, literalmente en lo físico, está corriendo una carrera, a veces se siente tentado de renunciar y de abandonar esa carrera antes de tiempo, antes de llegar, y tiene que luchar con esa tentación de abandonar antes de tiempo, antes de terminar el camino, y él mismo trata de conseguir motivación para no renunciar antes de tiempo, y el Señor me dice que nos concentremos en su cruz, que podamos ver adelante de esta carrera, la cruz de nuestro Señor Jesucristo, donde está el podio, en vez de ver un trofeo; porque ellos corren por un trofeo mundano, me dice el Señor, pero ustedes corren para alcanzar la promesa ¡Gloria al Señor! y veo en el fin de esa carrera, veo la cruz del Señor Jesucristo, lo veo a él crucificado.
Resistan, dice el Señor, no renuncien antes de tiempo, sean valientes, pídanme que los fortalezca por mi Espíritu cuando se sientan tentados a decir que no creen en mí, cuando se sientan tentados a participar de las obras de las tinieblas que los grupos de élite están provocando a que las masas participen de ellas en el mundo; porque solos no van a poder resistir dice el Señor, pero al que habita en mí, el que verdaderamente habita en mí, puede entender que cuando él va corriendo esa carrera, en realidad, yo voy corriendo dentro de él ¡Gloria a Dios, Aleluya! ¡Gracias Señor!
Estoy con ustedes dice el Señor, hasta el fin del mundo, hasta que terminen los voy a ir empujando, dice el Señor, cada vez que sientan que no pueden avanzar, los voy levantando, dice el Señor, cada vez que sientan que se caen, pase lo que pase sigan adelante, dice el Señor Jesús, creyendo en mí, recordando mis palabras, entendiendo los tiempos, ¡Gloria a Dios, amén, gracias, Señor, santo, santo, santo, aleluya!
¡Gloria a tu nombre Señor! empodera ahora Señor, empodera a los tuyos con tu Espíritu Santo, se enciende el fuego ahora del Espíritu Santo en todos los que están mirando esta transmisión; en el nombre de Cristo Jesús, enciende Señor este fuego ahora, no permitas que ninguno de los tuyos se pierda Padre; Señor, a aquellos que están descarriados, buscalos Señor con tu cayado, traelos de nuevo Señor a su redil, Santo, oh Señor, abreles los ojos a los que están ciegos y no pueden ver el engaño del mundo Padre, úngenos Señor con fuerzas sobrenaturales para poder resistir a la hora de la tentación.
Padre Santo, todas estas palabras que hablaste, haz que queden grabadas, impregnadas en nuestros espíritus, para que cuando pasen estas cosas, podamos recordar tu palabra hablada Señor, y saber lo que tenemos que hacer, entender que ya nos habías avisado Señor, antes de que acontezca; Padre, danos sabiduría de lo alto, danos inteligencia, haznos astutos Señor, para poder escapar de las cosas que han de venir, si así lo quieres, en cada uno de nosotros Padre, danos soluciones santas para poder resistir hasta el final, Señor, para ser resistentes, para perseverar, Señor, revístenos con una armadura nueva, danos herramientas, armas espirituales nuevas y mayores para poder resistir al tentador y para poder atacar y vencer Padre, en el nombre de Jesús. Santo, santo, aleluya. Alabado sea el Señor. Bendito sea tu nombre. Gracias Señor; gracias, Señor. Gracias, Padre de la gloria. ¡Aleluya! Gracias, Dios amado. Bendiciones a todos.
Abrazos desde Argentina en el poderoso nombre de Cristo Jesús. ¡Y gloria sea al Rey eterno que vive para siempre, al único que se merece la honra y la gloria y la alabanza por siempre! A nuestro Señor Jesús, el Hijo de Dios, el Rey hermoso, perfecto, bondadoso, nuestro Salvador, y lo único que puede ayudarnos a pasar por lo que ha de venir. Amen y amen.