Amado pueblo del Señor Jesucristo en Argentina, mi nombre es Noelia en mi canal «Noelia ama a Jesús, y hoy vengo a compartirles lo que vi en visión sobre Argentina y un mensaje que recibí mientras intercedía con otras hermanas por este país.
Las visiones fueron tres, y significaban lo mismo. En una de estas visiones, veía un territorio minado, y el Espíritu me hacía entender que ese territorio era Argentina, y que las minas eran el pecado de quienes vivían en ese territorio, y el suelo se iba poniendo cada vez más peligroso, porque las minas iban aumentando en cantidad.
En otra de las visiones vi a un hombre que conducía un auto a alta velocidad, y este auto iba derecho a estrellarse contra una pared. El auto representaba a la Argentina, el conductor era el presidente de la Nación, y el hecho de que iba derecho a estrellarse significa que ese es el destino de este país, si no hay arrepentimiento, clamor y cilicio.
Por último, en la última de las visiones que tuve, yo veía un barco grande que se iba hundiendo de a poco, y cuando miré hacia adentro del barco pude ver que se estaba hundiendo porque se estaba llenando de bolas grandes de cemento que lo iban haciendo cada vez más pesado.
Al mismo tiempo pude ver que a medida que el agua iba ingresando en el barco, había gente que intentaba sacar el agua con baldes, pero no daban abasto, porque las bolas de cemento seguían entrando en el barco y cada vez en mayor cantidad y más rápido y superaban a los esfuerzos de los que sacaban el agua con los baldes.
Y vi que quién estaba en el timón de ese barco, estaba guiado por la serpiente, él escuchaba la voz del diablo, pero no la del Señor. Entonces el Espíritu me dio la interpretación de estas cosas: Ese barco era Argentina, las bolas de cemento eran los pecados de su pueblo. Quién manejaba el timón era el presidente, y los que trataban de sacar el agua con baldes eran los intercesores del Pueblo de Dios.
Y la razón por la cual el pecado del pueblo aumentaba era porque el gobierno estaba a favor de quebrantar las leyes de Dios, y les daba libertad y el permiso a sus habitantes con su apoyo mediante decretar leyes inicuas. Yo veía cómo los argentinos rompían las tablas de los mandamientos en mayor medida que antes, y que el gobierno no solo los incentivaba, sino que los aplaudía, permitiendo de esta manera que el barco se vaya hundiendo por el agua que iba entrando por demás por causa del pecado que aumentaba.
Entonces el Espíritu me dijo: ¡Clamen a mí! ¡Clamen! Porque este barco se va hundiendo. Las leyes inicuas que se van decretando en Argentina van permitiendo que la iniquidad se levante más y más llegando a mis narices como olor a putrefacción. Esto es lo que estoy oliendo en Argentina y por eso la copa que derramo en este país. Yo llamo a la Argentina al arrepentimiento.
Yo quiero que aquellos de mis hijos que aún están en la brecha NO PAREN, SINO QUE SE VAYAN ROTANDO. Llamo a la Argentina a una INTERCESIÓN FUERTE, a que nunca deje de haber intercesores clamando, sino que cuando uno termine de interceder que siga el otro, rotándose día, tarde y noche.
¡Organícense! Clamen para revertir esta situación, clamen para que este auto que ahora va derecho a estrellarse contra una pared se de la vuelta. Espero clamor, arrepentimiento y cilicio. Amén.
Esto es una ALERTA ROJA Repito: ¡ALERTA ROJA! Porque no es que no haya hermanos que intercedan por Argentina, sino que el pecado de la Nación va aumentando más y más, y con esto, el olor a pecado que sube a las narices del Señor supera al perfume de oración del pueblo que ora y ayuna por Argentina.
De modo que con este mensaje el Espíritu llama desesperadamente a más intercesores a que se pongan en la brecha, así como a aquellos intercesores que no están activos o que están haciendo su trabajo a medias, que han disminuido los ayunos, las oraciones de madrugada, la súplica con llanto, el clamor y el gemido por una nación que se hunde en la inmundicia del pecado.
El Espíritu Santo me revelaba que este gobierno no admite o no escucha la voz de Dios en la Casa Rosada, pero sí la de Satanás a través de sus voces. Debemos orar entre otras cosas para que quizás preste oído a las voces del Señor, para que reciba inspiración de parte de Dios para tomar decisiones correctas que frenen el hundimiento de este barco, para que se arrepienta de llevar una agenda satánica y de amar y apoyar la iniquidad y la corrupción.
Debemos clamar incesantemente con sinceridad pidiendo perdón al Señor por los pecados de la Nación. Si Argentina NO SE ARREPIENTE, sino que sigue avanzando en el camino de la maldad y más leyes inicuas se siguen decretando, y nosotros como pueblo de Dios NO HACEMOS NUESTRA PARTE COMO SE REQUIERE, el barco tristemente se seguirá hundiendo, y las consecuencias serán nefastas, mucho peor de lo que se está viviendo ahora.
[2 Crónicas 7:14, BTX3] y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi Nombre, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
[1 Timoteo 2:1-3, BTX3] Exhorto pues, ante todo, que sean hechas peticiones, oraciones, súplicas, acciones de gracias, por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en eminencia, a fin de que podamos vivir quieta y sosegadamente, con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador,
[Isaías 10:1-4, BTX3] ¡Ay de quienes decretan decretos injustos, Y legislan leyes inicuas, que privan de justicia al débil, y niegan el derecho a los pobres de mi pueblo; que hacen de las viudas su presa, y despojan a los huérfanos! ¿Qué haréis el día del escarmiento, cuando la tempestad lejana se os venga encima? ¿A quién acudiréis por auxilio? ¿A quién ofreceréis vuestra riqueza para no marchar encorvados con los cautivos, para no caer entre los asesinados? Y con todo, no se aplaca su ira: Su mano sigue extendida.