[Jeremías 15:2, RVR1960] Y si te preguntaren: ¿A dónde saldremos? les dirás: Así ha dicho Jehová: El que a muerte, a muerte; el que a espada, a espada; el que a hambre, a hambre; y el que a cautiverio, a cautiverio.
Yo soy Jesucristo, el Hijo de Dios, el Todopoderoso, el majestuoso, el único Rey que gobierna sobre las naciones. Yo soy el que rescata a las ovejas de los barrancos, Yo soy el que busca a la descarriada, Yo soy el que libera a las oprimidas. Yo, el Rey redimidor, y ahora voy a hablarle a mi pueblo en Venezuela, a aquellos que escuchan mi voz, levántense y abran sus oídos para escuchar lo que les tengo para decir, porque Yo tengo un plan para este país, que no permitiré que se destruya del todo. Confíen en mí y verán mi mano obrar en esta nación rica y abundante, que Yo mismo creé. Aliéntense, mis hijos, porque está por venir una catástrofe humanitaria grave en este país. Pero, aun así, mis ángeles estarán allí trabajando al lado de los míos, al lado de los pobres, al lado de los hambrientos, al lado de los enfermos y lastimados, al lado de los desesperados en esta nación que van a ver con sus ojos la gran tormenta que está por venir. Trabajen, hijos míos, no se detengan en la obra del Reino. Mientras todo esto acontece, sean ejemplo para aquellos que aún no me conocen, sean la luz del mundo, compadézcanse de aquellos que son más débiles, de aquellos que no pueden levantarse del piso de esta caída. Amen, amen, amen, dice el Señor. Aprovechen esta oportunidad para desparramar mi amor por las calles.
¡Ay, Venezuela! Venezuela está por entrar en el ojo de la tormenta. Ya el hacha ha sido preparada para cortar a aquellos que oprimen a mi gente. No te distraigas, Venezuela, pon tus ojos en mí y mira lo que voy a hacer, porque voy a talar a aquellos que se han adueñado de esta nación. No tengas miedo, Venezuela, y resiste lo que has de vivir. Porque aún ha de venir opresión en las calles, saqueos, desbandes de todo tipo, pero todo esto tiene que acontecer para que mi pueblo se despierte y comience a adorarme a mí. Hay un ejército de valientes que se están levantando en Venezuela. Algunos pondrán su vida por ella, porque los militares oprimirán al pueblo, los golpearán, los castigarán, los torturarán, queriendo doblegarles la voluntad, pero Yo he determinado que mi pueblo se levante y alce la voz en esta nación, porque estoy forjando el carácter de aquellos que se habían quedado dormidos y estaban apagados en esa tierra. No te amedrentes, Venezuela, escucha mi voz, ora y ayuna para que Yo te rescate de este infierno de manipulación y de control adonde te hayas metida. Resiste y camina conmigo, porque Yo estoy contigo como poderoso gigante y ningún ejército enemigo puede resistírseme a mí.
No te preocupes, mi querida. Sé mi amiga y Yo te rescataré de esa situación que parece no tener fin. Yo doblegaré la voluntad de los duros corazones que están al mando del ejército y habrá una revuelta adentro del mismo mando de los comandantes y generales, quienes ya están cansados de obedecer al líder de esta nación por sus acciones injustas. Cansado está mi pueblo de sufrir y de ver pasar la injusticia delante de sus ojos. Yo voy a limpiar esta nación, Yo voy a desmantelar los planes de Maduro y le voy a quitar sus instrumentos. Tú lo verás y recordarás estas mis palabras que Yo ya he decretado contra él, porque perderá dominio y habrá una invasión de ejército extranjero que será superior al ejército local.
Amantes de mi palabra, aliéntense en mis dichos, no desfallezcan y tengan fe, porque Yo he puesto mi mano sobre Venezuela, agitando las aguas, las cuales son las gentes. Afiánzate en mí, mi país rico en recursos naturales, porque soy Yo quien te hizo rica y llena de piedras preciosas. Mírame y búscame. Yo sabré qué hacer contigo y con tus rebeldes que desmantelan la nación. Yo sabré qué hacer con los que saquean las aljabas. Mírenme, mi gente, sean valientes y no desmayen, porque viene un proceso de putrefacción de lo que está muerto en Venezuela. Estoy barriendo la nación para volverla a levantar, estoy quemando la inmundicia de las gentes que se amotinan contra mí. Voy a destruir al opresor, lo voy a llevar atado en un burro de carga que lo arrastrará por el piso. Así voy a hacer con los que desprecian mi nombre, cada uno de ellos será humillado y quebrantado.
Ya he dado la orden a mis ángeles y están preparados, cada uno con su elemento de destrucción, para cuando el pueblo se levante en este país contra Maduro y ese pueblo sea reprendido, pero nada de esto va a acontecer si mi pueblo no se arrepiente, porque demando arrepentimiento desde lo más profundo de las entrañas, llanto, cilicio, clamor. Estén atentos a mi llamado, escuchen mi voz, no hagan oídos sordos, ¿no ven que no tienen escapatoria sin mí? Solo Yo los puedo rescatar de este infierno de iniquidad y perturbación. Hijos míos, escuchen lo que digo, que el presidente será quitado y removido de su lugar. Yo enviaré a una persona recta y justa, temerosa de mí. Ustedes no teman, pues ya he dado la orden de establecer un nuevo mandato en este país, para que mi pueblo vea la libertad. Colocaré a un nuevo líder que se apiadará de mi pueblo destruido y tendrá misericordia en su corazón, y recordará al desvalido y al que se muere de hambre. Ya no tendrán que comer carne de perro, ni de caballos, porque Yo los iré sanando y restaurando paso a paso. Yo iré levantando una torre, a donde un edificio se había desmoronado.
Tengan fe, no desfallezcan y tómense de mi mano, porque Yo vendré con mi ejército a liberarlos de la opresión y la locura de quien está ahora a cargo. Pero para eso falta un tiempo: tiempo de opresión y amargura, tiempo de espera y de quebranto, tiempo de sangre derramada por las calles del país. Caracas verá llanto y sufrirá pérdida de sus hijos, y los niños sangrarán y sus madres llorarán por el desastre que viene a sus calles. No temas, que Yo estoy ahí; mi justicia aún está presente, aunque no la puedas ver. No temas, pueblo mío, arrodíllate a buscarme para que acelere el proceso de limpieza que traigo. Permanece anclado a mi Palabra y come de ella diariamente, mirando y esperando lo que todavía no ven, que se manifiesta en la presidencia, pero sabiendo que Yo ya lo tengo preparado. Sumérgete en mí y respeta mis estatutos y ponlos por obra, y Yo quebrantaré a Maduro. No temas y resiste, hazte mi amigo para que Yo raiga de esta tierra a todos los altivos que tomaron mando ilícito sobre el pueblo.
Concéntrate en mí y clama que te rescate; no te desconsueles, ni te duermas, sino que por el contrario debes venir más cerca de mi lado, para que entiendas lo que estoy haciendo y lo que voy a hacer, y así solo esperes a que se cumpla en mí, porque Maduro va a ser arrancado del puesto que usurpó ilegalmente, en contra de mis preceptos y estatutos. Él va por la izquierda, pero Yo con mi derecha lo voy a quitar del puesto de poder que él anhelaba, porque en su corazón abunda la codicia de poder, y él cree que es invencible. Entonces Yo le voy a mostrar quién manda. No teman, habitantes de Venezuela, sino confíen en su Redentor y Salvador, entréguense al verdadero Rey, a Jesucristo el Señor, y llámenlo para que los redima de esta catástrofe humanitaria sin precedentes en la historia venezolana. Solo obedézcanme a mí, dice Dios, para que la rectitud de ustedes me aliente a acelerar todas las cosas, porque el agua clara de mi Palabra pasará por esta nación lavando el desastre que quedará cuando todo se desencadene.
Tengan fe y pongan su confianza en el Dios de maravillas, y Yo restauraré a esta nación cuando los tiempos se cumplan. Mírenme a mí, hijitos, no sean ustedes también rebeldes y altaneros, y sométanse al Rey potente y real que reina desde las alturas. No llamen a la puerta de los diablos para encontrar respuestas a sus malestares por los que están pasando, sino que busquen al verdadero Rescatador de las almas que se limpian. No sigan embrujando a Venezuela, corten toda actividad de brujería, aléjense de toda bruja o brujo, y levántense todos los que son luz para hacer guerra contra la oscuridad que se encuentra por encima de esta nación. Iluminen para contrarrestar el mal, porque viene rebelión del pueblo y opresión como respuesta. Vienen discordias, arrebatos, disturbios, revueltas, agitaciones, asesinatos, homicidios, planes de guerra de invasión y de saqueo de los recursos naturales de esta región, pero Yo detendré todo a tiempo, antes de que Venezuela desaparezca del mapa como es conocida ahora. Yo activaré lo que tengo que activar y desactivaré lo que tenga que ser desactivado, para que mi plan de redención del país se ponga en marcha en los tiempos acordados. Amén.
(Noelia) ¿Cómo están, hermanos y amigos? Bendiciones en el nombre de Jesús. Mi nombre es Noelia Fernández, soy de Argentina y hoy vengo a comentarles en mi canal Noelia Ama Jesús, un poco las visiones y lo que me contaba el Señor que Él está haciendo en Venezuela y lo que va a hacer. Hoy vengo a aclararles un poco la palabra profética que recibí ayer, el 13 de febrero de 2019, para la gloria del Señor Jesucristo. Voy a orar un poquito para que sea el Espíritu Santo dirigiendo este vídeo. Señor, en el nombre de Jesús, te pido que guíes mis palabras en esta hora, que sea tu Santo Espíritu trayendo claridad, luz a esta nación entenebrecida por el pecado. Padre Santo, te pido que hoy esta palabra sea de lumbrera para el camino de todos los venezolanos que están escuchando tu voz. Gracias, Padre. Y también te pido, en el nombre de tu precioso Hijo Jesucristo, que sea tu Espíritu confirmando este mensaje a tus hijos en este país y a todos los que quieran saber sobre lo que estás haciendo en esta área, en esta región, Señor. Y te pedimos juntos también por nuestros hermanos venezolanos que están sufriendo de diferentes tipos de formas, Padre. Pero confiamos en ti, Señor, en todo lo que haces y en cómo se mueve y se está moviendo y se va a mover tu mano en este país. Gracias, Señor, te damos por este momento y por este mensaje en el nombre de Jesús. Amén y amén.
Así que, queridos hermanos, el Señor, cuando me entregaba esta palabra ayer, 13 de febrero del 2019, yo veía diferentes visiones y Él me explicaba lo que estaba pasando en Venezuela y lo que va a pasar, el porqué está pasando y lo que Él está haciendo en esta región. Y lo que Él me explicaba era que Venezuela está pasando por un proceso, ahora, por un proceso de limpieza. El Señor me mostraba que Él estaba barriendo este país, me decía: Recién ahora esta nación está entrando en el ojo de la tormenta, aún no se ha terminado la tribulación en este país, la angustia, el lloro, el llanto, el sufrimiento, y aún no se terminan los disturbios. Veía cómo muchos disturbios aún van a llegar a esta nación, se van a desencadenar más protestas, amotinamiento de las gentes, y yo veía más saqueos, veía cómo el pueblo se levantaba en esta nación y cómo eran oprimidos. Veía diferentes sucesos, el Señor me mostraba muchos movimientos con militares y veía cómo los militares comenzaban a oprimir al pueblo, veía sangre correr por las calles y diferentes eventos, y el Señor me decía: Venezuela recién ahora está por entrar en el ojo de la tormenta, aún no ha llegado lo peor, pero a la vez el Señor me decía que esto se está dando porque se está limpiando la mugre de este país y que Él va a arrancar a muchos de los que oprimieron al pueblo y que lo están oprimiendo, incluyendo a Maduro. Y veía que cuando el Señor me decía: voy a arrancarlo del mando, veía cómo la mano misma de Dios era la que lo tomaba de la tierra y lo quitaba directamente.
Pero bueno, el Señor también me decía, para consolar a los venezolanos, para darles una palabra profética de consuelo, que cuando este proceso se termine en Venezuela, Dios va a limpiar el desastre que quedó, que va a quedar, y va a levantar esta nación, y el pueblo va a ver la libertad y la restauración a través de un nuevo presidente que el Señor iba a colocar, y que va a ser una persona que se recuerde de los hambrientos, de los dolidos y los desvalidos en esta nación. Así que, bueno, paso a comentarles algunas de las cosas de las visiones que vi mientras el Señor me entregaba esa palabra. Y como les decía, vi más opresión, saqueos, bandos, discordias, arrebatos, disturbios, revueltas, agitaciones, asesinatos, veía homicidios, confabulaciones, complot, planes de guerra, de invasión y de saqueo de esta nación venezolana. Veía también terremotos. Ustedes saben, los que escuchan las profecías de mi canal, que ya he profetizado un terremoto para la nación de Venezuela, y el Señor como que me confirmaba que, además de todas las otras cosas que están por acontecer en el país y que están aconteciendo, además de eso, el Señor me mostraba un fuerte terremoto, al menos uno, que venía a la nación de Venezuela.
Otro de los sucesos es que veía yo cómo el pueblo se levantaba y los militares aplicaban violencia contra ellos. Estos días estuve muy compungida por este país, como que el Señor me colocó esa carga en mi corazón, y yo comenzaba a preguntarle: Señor, ¿qué va a pasar con esta nación? Me siento angustiada, me siento compungida por lo que está sucediendo en Venezuela. Y el Señor comenzaba a mostrarme visiones y me hablaba como constantemente a mi corazón en respuesta a mis preguntas, y el Señor me mostraba militares golpeando a la gente en las calles sin misericordia: a niños, ancianos, adultos; de todo tipo de personas eran oprimidas, eran golpeadas, eran maltratadas por estos militares que trataban de sujetar al pueblo con violencia. Pero además de eso, no solamente veía rebelión del pueblo en las calles; otra cosa que el Señor me mostraba era que el mismo ejército comenzaba a rebelarse y dentro, adentro del mismo ejército de Venezuela, algunas personas que están en el mando del ejército se rebelaban contra el régimen. Entonces, la rebelión no viene solamente de parte del pueblo, viene también de parte del ejército de Venezuela, de parte del ejército de Venezuela.
Y otra cosa que el Señor me mostraba, para aclararles un poco la palabra profética que acabo de compartirles, es que yo veía como un ejército extranjero entraba en Venezuela y lo invadía. El Señor me dijo: «Invasión, viene una invasión de un ejército extranjero superior al de Venezuela». Después, el Señor me mostraba la ciudad de Caracas y me mostraba cómo corría la sangre en Caracas, y veía cómo las madres lloraban a sus niños, por sus hijos, y veía mucha sangre correr lamentablemente en esta ciudad. Me recordaba el Señor el versículo donde Raquel llora a sus hijos, y esta palabra me compungía muchísimo, pero confiamos en que el Señor sabe lo que hace y que en su mano están todas las cosas, y que esto va a ser todo lo que está pasando. Ustedes tienen que entender que va a desencadenar en la libertad de Venezuela. El pueblo finalmente va a ver la luz cuando termine de pasar por este túnel, que aún no se termina.
A la vez, respecto al presidente Maduro, el Señor me mostró que Él desmantelaba los planes de Maduro y le quitaba sus instrumentos, y no sólo eso, sino que lo humillaba. Me dijo el Señor que lo va a humillar, que lo va a quebrantar, y que Él mismo, con su propia mano, lo va a quitar. Y cuando Él me hablaba eso, como les dije antes, lo quiero remarcar, porque es el mismo Dios el que va a quitar a Maduro. Él lo quitaba de la tierra, me mostraba su mano que lo quitaba de la tierra con su propia mano. Así que Dios me dijo que Maduro será arrancado, luego de esto, luego de todas estas cosas que se avecinan a Venezuela. El Señor me mostraba que finalmente Venezuela salía de esta tormenta, salía de este proceso, salía de este túnel por donde estaba pasando ahora, y cuando eso pase, el Señor va a colocar un hombre recto y misericordioso que va a gobernar esta nación, y Venezuela va a ver la libertad con este nuevo presidente que el Señor me mostraba, y luego de toda esta catástrofe. Luego de que Venezuela toque fondo, por decirlo de alguna manera, va a ser levantada y va a ser restaurada, y el Señor me decía que ustedes tengan fe, que confíen en Él.
El Señor me decía que Él está esperando más arrepentimiento, más oración, más ayuno, más guerra espiritual sobre Venezuela. No para que estas cosas no sucedan, porque estas cosas van a ciertamente suceder, ya están decretadas sobre esta nación, tanto lo malo que les dije o lo que podría llegar a verse como malo, pero en realidad, parte de este proceso, como cuando sale la luz en Venezuela, ya están decretadas estas cosas, ya está decretado que Venezuela, después de pasar por todo esto, vea finalmente la libertad y la luz, y todas las cosas sean redimidas en este país. Pero el Señor me decía que Él está esperando más intercesión, oración, arrepentimiento principalmente, y ayuno para que este proceso sea acelerado, no para detenerlo, sino para que el proceso se acelere y Dios mueva su mano para que todas estas cosas, para que el tiempo en el que Venezuela tiene que pasar por esto, sea acortado.
Así que, para que ustedes lo sepan, amigos míos, Venezuela pasará igualmente por este proceso y Él no va a volver atrás con lo que ya ha decidido, pero Dios puede acelerarlo, me decía, y para eso está esperando que la iglesia intervenga, que la iglesia se levante en Venezuela y que la iglesia abra su voz, su boca, que la iglesia se mueva y que no solamente eso, sino que los que trabajan para Él, sus obreros, se levanten y comiencen a evangelizar más que nunca a las personas que aún no lo conocen, y que aprovechen este proceso de purificación y de lavamiento que el Señor está haciendo en Venezuela, para andar por las calles siendo de luz en esta nación, y trayendo almas al Reino del Señor Jesucristo. Así que, hermanos, espero que esta palabra sea de mucha bendición para ustedes, Dios los bendiga muchísimo en el nombre de Jesucristo, y tengan esperanza y tengan fe, que va a ser el mismo Señor que está trayendo estos juicios a Venezuela por causa del pecado, de la brujería, va a ser el mismo Dios que la va a levantar, que la va a restaurar, y ustedes van a conocer la libertad a través del Señor Jesucristo.
Porque el Señor me mostraba que todo esto que está aconteciendo en esta nación es por causa del pecado que había en Venezuela, y que hay, y por sobre todas las cosas, me mostraba mucha brujería. Que todo este satanismo o brujería ha generado muchas maldiciones en esta nación, y que todo eso, o sea, se levantaba y quedaba como suspendido arriba de esta nación de Venezuela, y que este país ha estado maldito por tantos brujos y brujas, por tantos hechiceros, satanistas, luciferinos, masones, y por todo este ocultismo, y este pecado de brujería con el cual Venezuela ha estado fornicando en contra del Señor. Así que, debemos arrepentirnos, debemos llorar ante el Señor, caer ante sus pies, y pedirle perdón por el pecado cometido en Venezuela. No solamente es por la brujería, sino por todos los pecados que hay en Venezuela.
Pero por sobre todas las cosas, el Señor me mostraba que la razón principal por la que Venezuela se encuentra metida en estos sucesos, en esta situación, es por causa de la fornicación espiritual, de la idolatría, de la brujería. Así que, ya saben, hermanos, hacia dónde dirigir sus oraciones. Lleven todo esto delante del altar del Señor para que sea Él confirmándoles, para que sea Él hablándoles a su corazón, ya que ustedes también tienen el mismo Espíritu Santo que hoy les habló. Bendiciones, hermanos, en el nombre de Jesús. Amén.