El Señor me ha estado haciendo sentir en estos días que quiere entregar un mensaje a su iglesia, a su pueblo, acerca de los eventos que están por ocurrir, y hoy vengo a darte de comer palabra profética de parte de Dios para vos, para tu vida, para edificarte, para encontrar guía para que no estés en la oscuridad, dice el Señor. Alabado seas, Padre Santo. Siento el Espíritu Santo ya comenzando a trabajar en este ambiente y el Espíritu profético moviéndose, trayendo palabra de parte de Dios.
Espíritu Santo, háblanos hoy, habla a tu iglesia desesperada por tu palabra. Tráenos luz sobre lo que dicen las Escrituras de las cosas que van a acontecer sobre el mundo y sobre tu pueblo. Padre Santo, te alabamos, te bendecimos; bendecimos tu Nombre, Señor. Te glorificamos, porque todo te pertenece, todo es tuyo, Padre, todo lo creaste con tu mano, Señor. Te adoramos, te alabamos hoy, gracias por las cosas que haces en nuestras vidas. Gracias por hablarnos; gracias por tus voces, por tus bocinas, por tus bocas que levantaste y que estás levantando; por aquellos corazones que de verdad quieren ser vasos de honra para servir a los tuyos, no para su propia vanagloria, no para buscar fama y para volverse ricos, sino para ser un vaso transparente por donde pase tu Palabra Santa. Señor, dales de comer hoy a tus ovejas, aliméntalas con Palabra que viene de lo alto, porque ciertamente, Padre, tu profecía está viva en estos tiempos. Porque tu Palabra dice:
[Joel 2:28, RVR1960] Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Y sabemos que estamos en esa época, Señor, donde tu Palabra está siendo derramada más que nunca sobre la tierra. Gracias, admirable, digno, poderoso y majestuoso Padre celestial. Venga tu Espíritu Santo sobre nosotros, hoy, en esta hora, mostrándonos todas las cosas. El Señor me muestra un ejército de ángeles con caballos que ya están preparados en fila en el cielo. El mismo Dios Padre ha dado la orden a estos ángeles de colocarse en fila. Veo una fila de ángeles que están preparados para bajar a la tierra en caballos y veo que el Señor les da una copa a cada uno de ellos. Es un ejército celestial que el Señor ya ha preparado en el cielo para este tiempo que viene; a cada uno les da una copa, y veo que cada uno de ellos toma la copa estando aún sentados arriba de su caballo y la derrama sobre la tierra. Cada uno va derramando sus copas por orden de fila, me muestra el Señor. Y ahora veo el mapa de la tierra que se despliega ante mis ojos y cada una de esas copas que es derramada por cada uno de estos ángeles pertenecientes al ejército celestial se derrama en diferentes partes de la tierra. Escucho al Señor que dice: porque voy a derramar mis copas sobre la tierra. (Noelia) Son varias, veo ángeles, varios en caballos, una fila bastante extensa de ángeles con copas en las manos, sentados cada uno sobre su caballo. Y veo que, a la orden del Señor, preparado el día, mes y año, escucho, cada una de esas copas empieza a derramarse uno a uno, primero el del número uno de la fila y luego el número dos, el número tres, y así se van derramando esas copas. Cada copa se derrama en un lugar diferente de la tierra, y veo que lo que cae de esa copa, cae sobre un país diferente.
Escucho al Señor que dice: ahora a ustedes, alábenme en este momento para que Yo continúe dándoles mi Palabra que ustedes pidieron. (Noelia) Todos los que están escuchando esta profecía, el Señor está exigiendo ahora en este momento la alabanza de ustedes y la adoración; así que ahora mismo, hermanos, pónganse a alabar al Señor ahora. En este momento, juntos, te alabamos, gracias, Señor. Que nuestras oraciones suban a ti como incienso de olor fragante, agradable a tus narices, Padre.
Lo veo sentado en el trono a Dios Padre, moviendo su mano sobre los ejércitos celestiales, exigiéndonos desde su trono ahora en este momento la alabanza, la adoración nuestra. Señor, te alabamos; hermanos, alaben juntos ahora al Señor, obedezcamos en todo lo que Él requiere de nosotros. Alabado seas, te ofrecemos toda nuestra adoración, nuestra admiración, grande Padre celestial. Tus faldas cubren el templo: hermoso, digno, precioso, tres veces Santo, derrama tu palabra sobre nosotros, Señor. Precioso Creador de la tierra, del mar, del aire, de las montañas, de las flores y los árboles. Tú creaste todo con tu mano, todo te pertenece y está en tu mano derecha. A ti te pertenece el cetro de la justicia, Padre; por eso te respetamos, te honramos, te queremos; queremos sentir ese espíritu de temor al Señor, de temor a Dios; digno eres de recibir alabanza en esta hora.
Dice el Señor: alábenme más para que Yo hable ahora y mis palabras corran como viento tocando a cada uno de ustedes. Veo niños, quiero la alabanza, quiero esa adoración ahora. Alaben, levanten sus manos a mí como un solo corazón, pidiéndome que les aclare muchas cosas, pidiéndome que les abra el panorama celestial. (Noelia) Gracias, Señor, te alabamos, te adoramos juntos ahora, dejamos de lado ahora nuestras iniquidades, nuestros egoísmos, los intereses personales de cada uno, los dejamos de lado ahora para recibir tu palabra profética para la iglesia completa. Dice el Señor: este momento es dedicado a recibir la palabra, la guía sobre mi iglesia; pídanme más ahora en alabanza, en adoración, en corazón contrito, dejando la arrogancia de lado, dejando de pedir para ustedes mismos en este momento. Voy a desparramar mi palabra para toda la iglesia, para eso ha sido creado este momento.
Señor Jesucristo, gracias, Señor, gracias por lo que hiciste en la cruz. Jesús, Hijo de Dios, el único, el verdadero, el primero y el postrero, alabanza hacia ti, Señor Jesucristo; gloria, honra y poder al que vive para siempre. Los ángeles festejan al Hijo de Dios en el cielo, me muestra. Mientras estamos juntos en esta congregación virtual, el Señor me muestra que los ángeles están tocando instrumentos en el cielo, porque se alegran de esta palabra que ustedes van a recibir hoy, se alegran de que los corazones de ustedes en este momento estén hambrientos de recibir la palabra del Señor. Veo arpas en el cielo tocando mientras estamos juntos, mientras la alabanza de todos nosotros llega al cielo, mientras la adoración de todos nosotros está llegando al cielo, como lo pidió el Padre, los ángeles comienzan a tocar sus instrumentos celestiales. Veo diferentes instrumentos en el cielo, que ellos empiezan a tocar ahora. Inclusive veo que muchos comienzan a danzar en conjunto en el cielo, en unidad, en unicidad, por este momento, porque es una alegría, es un gozo. Es una fiesta para ellos que hoy estemos reunidos, me muestra el Señor, para escuchar su palabra.
Reprendemos toda la distracción en esta hora, todo espíritu que se quiere levantar ahora para hacer ruidos extraños, para interferir en esta transmisión. Lo reprendemos y lo echamos afuera, a cualquier demonio de distracción, en el nombre de Jesucristo. Bañamos a todos los hermanos en la sangre del Cordero ahora. En el nombre de Jesús, todo espíritu, todo espíritu que quiera distraernos a nosotros dos o a todos los que están escuchando esta transmisión o viendo este video después de que haya sido transmitido, cancelamos tu misión en el nombre de Jesús. Señor, quita de alrededor nuestro toda distracción, todo ruido fuerte que siempre se levanta justamente en el momento que estamos transmitiendo, porque poderosa es tu mano. El Señor continúa con su palabra ahora y dice: Mientras tanto, hijos míos, mientras Yo voy a darles de comer esta palabra profética, ustedes sigan alabándome, sigan adorándome con sus bocas, sigan levantando sus manos y echando afuera toda distracción, porque Yo voy a hablar, y cuando Yo hablo, demando respeto de mi iglesia.
Y ahora sí veo que el Señor se relaja la espalda en su trono y se acomoda para hablarnos. Pero mientras tanto, dice: recuerden de alabarme y de adorarme mientras Yo estoy hablando mi palabra. Toda boca calle delante de la presencia del Señor, escucho. Ahora veo que la imagen continúa, la profecía que nos estaba dando, y veo que los caballos que estaban en fila preparados en el cielo, comienzan a salir del cielo. Comienzan a bajar a la tierra uno a uno, y los ángeles llevan esa copa que el Señor les dio y que estaban derramando sobre la tierra, y comienzan a desparramarla más sobre la tierra, sobre los diferentes puntos de la tierra que el Señor tiene programados en su plan perfecto, para que sean desparramadas esas copas. Y veo que cuando uno de estos ángeles empieza a derramar esta copa, veo que derrama una de estas copas aún montado sobre su caballo, sobre un río, un mar, un lago, algo así veo, y veo que cuando este ángel derrama esta copa sobre este lago, este lago empieza como a morirse, como a pudrirse todo lo que había adentro. Veo que cuando el ángel termina de derramar esa copa sobre este lago, en cierto lugar del mundo, se va y lleva la copa a otro lugar. Y ese ángel va con la misma copa a otro lugar del mundo y sigue derramando lo que había dentro sobre otro lugar del mundo, sobre las aguas de otro lugar del mundo. Y las aguas van a sufrir, escucho que dice el Señor, las aguas van a sufrir porque las aguas van a ser contaminadas. Dice el Señor: ¿Saben por qué? Por el pecado del hombre que aumenta cada día sobre la tierra. De la misma manera, Yo mando mi ángel en un caballo, con una copa, para que derrame contaminación sobre las aguas.
Y veo que el ángel, luego de terminar su obra, vuelve al trono de Dios y le dice: «Señor Padre, ya hice mi trabajo, ya está completado», y deja la copa vacía en el cielo. Veo un segundo ángel de aquellos que estaban preparados en la fila para bajar a la tierra, en el día, hora, mes, año, para el cual estaba preparado. Este ángel baja a la tierra ahora, pero va sobre los campos, sobre los árboles, sobre lo verde. Dice el Señor que a partir de ahora va a venir fuego, que va a ser derramado sobre la vegetación. Este ángel también va a derramar fuego sobre las ciudades, sobre algunas comunidades pobladas. ¿Saben por qué? Vuelve a preguntar el Señor, por el pecado del hombre es que estoy derramando estos juicios sobre la tierra, pero saben que mi corazón se adolece. Mi corazón no está contento por estas cosas, pero Yo peso en la balanza. (Noelia) Y veo una balanza ahora. Dice el Señor: Yo estoy pesando en la balanza y no dejo pasar la injusticia. Por eso voy a mandar estos ángeles de mi ejército celestial a derramar cada uno su copa. Entonces veo este segundo ángel que lleva su copa sobre la vegetación, sobre los campos y las ciudades, y cuando derrama la copa, el fuego viene a estos lugares. Arde, arde, arde el fuego donde el pecado ha sido derramado, escucho que dice el Señor. A partir de este año, 2019, fuego va a ser despertado en diferentes partes del mundo. Ustedes van a ver y se van a acordar de esta profecía, dice Dios. Cuando yo decía que iban a acontecer fuegos forestales y fuegos en algunas ciudades, ustedes van a ver esto acontecer y se van a acordar de esta mi palabra, que les va a quedar grabada en sus mentes, y van a alabarme cuando se cumpla, porque voy a ser Yo el que va a haber hablado.
Escucho el número tres y veo un tercer ángel que va a venir sobre la tierra a partir de este año y el juicio que trae este ángel en su copa va a ser de espada. Y escucho la palabra armamento, armamento. Y este ángel va a desparramar juicio de espada, eso representa su copa sobre la tierra, y veo que las naciones se van a preparar cuando este ángel derrame su copa, que de hecho ya la está derramando, lo que provoca el derramamiento de lo que tiene esa copa, a través de este ángel. Yo mismo mando. Dice Dios Padre que las naciones se vayan preparando para conflictos bélicos, y veo que la espada empieza a circular sobre la tierra. Y el Señor me trae a la mente, me recuerda al versículo de Mateo 24, donde dice: «Y nación se levantará sobre nación, nación se levantará contra nación». Y veo la mano del Padre, que la coloca debajo de los cimientos de la tierra y empieza a sacudir los cimientos de la tierra, pero no está hablando de movimientos telúricos en esta ocasión; se está hablando de que Él va a sacudir a las naciones para que se levanten unas con otras. Sigue el Señor hablándome de la espada, y veo una espada que se mueve, una espada suelta que se mueve sobre la tierra, sobre las naciones, y el Señor se la da a ciertos líderes de las naciones, les da espada simbólica a ciertos líderes de las naciones. Y escucho: la hora se va acercando, la hora se va acercando en que nación se levanta contra otra nación.
Ustedes no teman y prepárense, dice el Señor, para estas cosas que están a punto de acontecer, porque ustedes ya vieron cómo mi mano se ha movido en el 2018. Cómo mi mano ha hecho maravillas sobre las naciones, ustedes van a ver esto duplicado en el 2019, dice el Padre. (Noelia) Porque veo una olla que arde, veo que el agua de esta olla se va como subiendo la temperatura cada vez más y que la mano de Dios se mueve sobre toda la tierra, sobre las naciones, provocando revueltos, provocando terremotos, provocando inundaciones. Veo cataratas de agua también que corren, los socavones de la tierra, veo lava de los volcanes, aún sigo viendo las lavas de los volcanes que se derraman sobre la tierra. Dice el Señor: voy a seguir moviendo mi mano sobre la tierra, pero cada vez voy a mover mis dedos con mayor velocidad. Cada vez voy a mover mi mano más y más, para agitar más todas las cosas. ¿Saben para qué? Porque voy a provocar que el hombre tome una decisión, porque voy a provocar que los corazones que están apagados se enciendan por Mí, por mi Hijo amado; por lo tanto, vos que estás tibio, calentate en mí. Vos que no estabas leyendo mi Palabra, sumérgete en las Escrituras, come de mi Palabra Santa, ahora más que nunca. Porque voy a hacer cosas en la tierra que nunca viste, voy a traer eventos en lugares impensados. Voy a provocar cosas inusuales, porque los científicos quieren saber, quieren decir lo que ha de venir sobre la tierra antes de que acontezca, pero Yo los voy a sorprender, para que vean que es por mi poder y no por la ciencia.
Por eso vos, dice el Señor, que todavía no tomaste una decisión, que estás en el medio entre la luz y la oscuridad, ponte a cuentas conmigo, porque Yo te estoy dando otra oportunidad. Yo te estoy avisando de todas estas cosas que van a acontecer, antes de que sucedan, para que estés preparado y creas cuando pasen. (Noelia) Y veo que esa fila de ángeles que el Señor me mostraba primero, no son dos o tres, no son cinco, seis o siete, no son ni siquiera diez, son una fila más grande. Dice el Señor que sus copas serán cada vez más grandes; antes de que Yo derrame cada una de estas copas, voy a hablarle a mis profetas, voy a advertirles a través de mis vasos que estas cosas están a punto de acontecer. Porque Yo aún uso bocas que proclaman mis cosas, que abren la garganta y la boca gritando a los cuatro vientos sin miedo, porque aquel que se entrega a mí, Yo lo tomo para Mí y lo utilizo para Mi gloria, para glorificarme en él.
El Señor me muestra mientras estoy profetizando que Él va a levantar a más gente para esta obra. Veo algunas personas que están como durmiendo en el espíritu y el Señor los despierta. Son hombres y mujeres que van a profetizar para Dios. Nuevos vasos que el Señor va a levantar, vasos poderosos, vasos no dudosos, vasos entregados que van a renunciar a sus vidas por Mí, para que Yo los utilice, para que Yo me glorifique a través de sus bocas. Cuando saquen la lengua, simbólicamente va a ser fuego que consuma al pecador, va a ser agua que salga de su boca, porque cuando profeticen, agua va a correr de su boca como río que limpie a la persona que reciba la profecía. ¿Confían en Mí? pregunta el Padre. ¿Cuántos de ustedes confían en Mí y creen lo que estoy diciendo? ¿Creen ustedes que voy a levantar estos nuevos vasos? ¿Lo creen? Porque detesto la incredulidad. Yo voy a levantar, los voy a levantar y ustedes van a ver una legión de profetas, una compañía nueva que se levanta sin miedo, compañía de los últimos días, que traigo ejército de bocas cantantes, escucho que dice el Señor, que van a proclamar mis cosas. Unos de una manera y otros de otras maneras, y ustedes van a ver unciones que no se veían, ustedes van a ver mantos, veo mantos proféticos, que van a ser colocados sobre las espaldas de mis siervos y siervas y lo van a hacer, la obra la van a hacer de una manera inusual, porque Yo utilizo mi creatividad para sorprender al hombre.
Y veo milagros, veo que estas personas van a hacer milagros, van a colocar las manos sobre las personas y van a sentir el poder de Dios. Y escucho las palabras milagros, sanidades y restauración, porque mientras derramo mi juicio sobre la tierra, dice el Señor, mi iglesia me va a conocer, que Yo soy un Dios de poder, que Yo avivo mi obra en medio de los tiempos, como dice.
[Habacuc 3:2, RVR1960] Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
Yo voy a traer un avivamiento nunca antes visto, y de la misma manera como los juicios se van a levantar, la temperatura de mínimo, medio, máximo a más y más y más, de la misma manera, mi iglesia se va a levantar. Lo que voy a hacer, mi obra, el avivamiento que traigo, va a ser correspondiente a los juicios, porque a mayor juicio, a mayor y más grande y con más frecuencia mis juicios, como están siendo, más van a ser mis avivamientos en la iglesia, más grandes van a ser las unciones que levanto sobre mi iglesia, más poderosos van a ser mis servidores, menos miedo y más entregas van a tener, más lejos del mundo van a estar.
Porque, así como Moisés dividió las aguas, así mismo, Yo voy a hacer dos tipos de obras en este tiempo que viene. Por un lado y por otro, las aguas de la derecha van a ser aguas de justicia, aguas de movimiento del Espíritu Santo, aguas de avivamiento del Espíritu Santo, aguas de conversión, aguas de unción, aguas de derramamiento del aceite del Espíritu Santo sobre los siervos y las siervas que me busquen, aguas de renuncia al mundo y de entrega hacia mí, aguas de palabra de poder, aguas de nuevas formas de sanidades, dones de sanidades van a ser desparramados sobre los míos, que van a operar con mayor velocidad cuando mis nuevos siervos que tengan estos dones de sanidades, de la manera que lo voy a hacer a partir de ahora, cuando toquen a una persona, la sanidad va a ser instantánea, más rápida, con mayor unción y escucho doble unción va a ser desparramado sobre mis sanadores, dice el Señor.
Porque, ¿qué piensan, dice el Señor? ¿Que solamente traigo juicios a la tierra? No, dice el Señor. Mientras mi juicio, mientras mi balanza funciona midiendo todas las cosas, mientras mi justicia se derrama sobre la tierra, con mayor ímpetu cada vez, de la misma manera mi mano derecha se va a mover, desparramando más poder sobre mi iglesia y aquellos que estaban dormidos se van a despertar, aquellos que estaban sentados ocupando un asiento aburrido de los domingos en los templos, sin conocerme de verdad, a aquellos los voy a despertar, muchos ojos van a ser abiertos, ojos que estaban ciegos van a ser sanados en el espíritu, párpados que estaban cerrados, Yo los voy a abrir, Yo lo voy a hacer, y lo voy a hacer de la manera que ustedes menos pensaban, para glorificar mi Nombre, mi Nombre va a ser glorificado en esta época.
Dice el Señor: las aguas de la izquierda representan todo lo malo que va a suceder. Todos estos ángeles que tenía preparados, Mi ejército, que está preparado en el cielo, esa fila que le estoy mostrando a mi sierva, una hilera de frente, que está como en el borde del tercer cielo, veo yo, que son los ángeles con los caballos que están a punto de bajar uno a uno, cada uno con su copa. Eso representa las aguas de la izquierda: por un lado, mis juicios; por otro lado, los botones rojos que están en las distintas partes del mundo, que son los volcanes que estoy despertando y que van a seguir despertándose; por otro lado, las inundaciones; por otro lado, el fuego en las cosechas; por otro lado, el fuego en las ciudades; por otro lado, el granizo inusual, escucho la palabra inusual, que va a venir sobre la tierra; por otro lado, agua escandalosa, agua que va a hacer ruido, lluvia que desarma los techos, lluvia que inunda, lluvia que trae hambruna, por un lado va a acontecer todo esto. Yo ya te lo avisé en mi palabra, que iba a ser como una mujer en sus dolores de parto, que sus contracciones comienzan a abundar, que sus contracciones comienzan a ser cada vez más seguidas, y no solamente más seguidas, sino más fuertes, de lo suave a lo fuerte, de lo liviano a lo pesado, de la espada que se mueve suave a la espada que se mueve rápido, de lo tranquilo a lo agitado. De esta manera estoy haciendo las cosas porque la tierra gime a la espera de la manifestación de los hijos de Dios.
Entonces ustedes van a ver cómo mi mano se va moviendo y acuérdense de lo que estoy diciendo, que voy a apretar diferentes puntos rojos alrededor de toda la tierra. Son como botones que me muestra el Señor, que cuando Él aprieta uno de esos botones, algo acontece. Algo que va a despertar al hombre, porque tengo que sacudirlos, porque no entienden que se acerca la hora en que mi Hijo Jesucristo va a arrebatar a los suyos. Todo ya está preparado, hijos míos, la mesa está colocada, las lumbreras están encendidas, las lámparas con velas en el cielo veo que ya están preparadas para iluminar las bodas del Cordero. ¿Están ustedes preparados? ¿Cuántos se han preparado en mí? Yo les he estado hablando, les he estado tocando, aun cuando ustedes pensaban que Yo no estaba ahí. Y veo al Señor Jesucristo al lado de cada uno de ustedes, hablándoles, consolándolos, acariciándolos, tocándoles el hombro. Diciéndoles: hijo mío, hija mía, acá estoy, acá estoy, tómate de mi mano, Jesús les decía a ustedes.
Veo a muchos que estuvieron quebrantados, afligidos, llorando, pasando por momentos terribles de soledad, de enfermedad, de pruebas de aflicción. Sin embargo, el Señor ha estado ahí, Él me muestra, parado al lado tuyo. Yo estaba ahí, consolándote, tocando tu hombro, cuando pensabas que estabas solo, pero no me conociste, no entendiste que Yo estuve con vos todo ese tiempo. ¿Por qué no confiaste en mí? dice el Señor a algunos de ustedes. Si Yo estaba extendiendo mi mano en frente tuyo para que te tomes y camines tomado de mi mano. Yo te estaba diciendo, Yo te estaba diciendo, resiste, resiste que ya termina la prueba, resiste que Yo te voy a sacar victorioso, y algunos, no todos, pero algunos tiraron la toalla. Me muestra que abandonaron, porque no entendieron que Yo nunca los abandono en tanto permanezcan en la vid, Yo nunca los abandono, dice el Señor. Escucho la palabra fiel, porque el hombre no me es fiel, pero Yo no soy hombre, dice el Señor. Yo soy fiel y estuve ahí, ¿cuánto más voy a estar ahora, cuando acontezcan todas estas cosas que han estado aconteciendo y que van a seguir aconteciendo y aumentando? Voy a derramar mi ira sobre la tierra, pero mientras tanto los míos se van a despertar. Amén.
Y el Señor sigue mostrándome esa hilera de ángeles preparados. El Señor me sigue mostrando que uno a uno los ángeles bajan a la tierra y derraman esa copa. Veo otro ángel que derrama la copa sobre los volcanes. Veo a este ángel que vuela en su caballo, se acerca a la entrada de un volcán y derrama su copa adentro, y el volcán comienza a explotar, a largar lava con mucha fuerza. Dice el Señor, aún no he terminado, aún no he terminado con los volcanes. Y escucho la palabra Indonesia, veo que está en rojo, toda esa zona está en rojo, lo veo en el mapa como que está en rojo. Muchos de ustedes estuvieron preguntando por qué acontecieron tantas cosas a Indonesia, cosas que Yo avisé a través de esta mi sierva, ¿saben por qué? Porque estoy realizando una limpieza espiritual sobre esa área, hay un ángel que está pasando una escoba sobre Indonesia ahora. Porque todas estas cosas que acontecieron en el 2018, dice el Señor, sobre Indonesia, fueron para sacudir a las personas. Y escucho la palabra idolatría, y escucho la palabra perversión, y escucho la palabra frialdad, y escucho la palabra… sexualidad inicua, escucho la palabra trabajo infantil acerca de Indonesia, escucho la palabra tráfico y escucho también negocios inicuos, veo tráfico por los mares, negocios sucios, intercambio de mercaderías prohibidas. ¿Ustedes creen que Yo soy injusto? ¿Ustedes creen que no sé lo que hago?
Yo sé muy bien por qué estoy moviendo mi mano sobre esta zona, por qué estoy limpiando esta área y, así mismo, limpiaré todas las cosas. Veo un cartel de «stop» sobre el mapa en Indonesia, un cartel rojo que tiene la palabra «stop» porque el pecado se levanta hasta donde Yo quiero, Yo le pongo un stop al ser humano. Y veo que un río de agua comienza a fluir sobre esta zona, sobre Indonesia. Dice el Señor: después de mis juicios, después de que uno de mis juicios ha sido derramado sobre la tierra, Yo paso un arroyo de aguas cristalinas que limpia toda la zona en el Espíritu. Después de que mis juicios son derramados sobre la tierra, el hombre se arrepiente y viene a mí con corazón humillado, sabiendo que de la tierra vino y a la tierra va a volver.
Escucho el nombre Italia, escucho la palabra Italia. Veo el feminismo levantarse en Italia. Escucho la palabra prostitución, veo mucha prostitución en Italia, declarada o escondida. Voy a traer juicios sobre las mujeres de Italia, dice el Señor. Y escucho el nombre Jezabel y veo a Mikal, la esposa de David, que se reía cuando David danzaba. Dice el Señor: de la misma manera, en Italia hay muchas mujeres que se están riendo de mis adoradores que tocan música en las calles. Y veo a la reina Jezabel, el espíritu de Jezabel está trabajando fuertemente en el país de Italia, levantándose contra la autoridad del hombre italiano, y veo que muchas mujeres en Italia atan a los hombres en el espíritu con una soga y los llevan como uno lleva un asno de carga. Esto, dice el Señor, está sucediendo debido a que el espíritu de Jezabel está entrando sobre muchas mujeres en este país, para tomar dominio sobre el hombre, para esclavizar al hombre, pero mis ojos están viendo todas estas cosas.
De la misma manera, dice el Señor, el espíritu de la esposa de David que se reía cuando él danzaba, dice el Señor. Este mismo espíritu, dice el Señor, está trabajando en Italia, para ridiculizar a mis siervos que me alaban, porque Yo quiero que mis adoradores se levanten, Yo quiero que aquellos que me alaban con danza se levanten, que aquellos que me alaban con música y danza se levanten más que nunca. Por eso el diablo está derramando este espíritu de la mujer de David que se reía cuando él danzaba, sobre estas mujeres, para avergonzarlos. Sépanlo, que a cada obra que Yo hago, el diablo también tiene un plan, el cual Yo permito para probar a los míos. El espíritu de Mikal está siendo derramado de parte de Satanás para que entre sobre las mujeres burladoras de mis siervos. Y veo a esta mujer cuando el rey David danzaba con pasión por el Señor, veo lo que ella sentía cuando él danzaba, el Señor me lo está haciendo sentir ahora, y veo que ella quería apagarlo en el espíritu, que ella quería ponerle una sombra sobre él para apagarlo, que nadie vea cómo adoraba al Señor, abiertamente alababa al Señor. David danzaba sin prejuicios a mí, eso está escaseando en estos tiempos, dice el Señor. También veo plantaciones de tabaco en este país, en Italia. Dice el Señor que voy a prender fuego, voy a poner mi mano sobre las plantaciones de tabaco en Italia. Italia se va a acordar de mí… Y después de esto voy a derramar esta agua, para limpiar. Porque todo tiene un trasfondo espiritual, todo tiene un trasfondo espiritual.
Y escucho la palabra Argentina y el Señor me muestra que hay muchas personas de Argentina que miran mis profecías porque yo soy argentina. Y veo que dice el Señor que mi corazón y el de los argentinos que miran las profecías está encendido en fuego por este país, y veo que hay muchos que están orando sobre el país de Argentina, y veo que muchos corazones encendidos de la Iglesia de Argentina están orando por este país. Yo también estoy pasando mis corrientes de agua sobre este país, de agua cristalina que está pasando por Argentina, por todo el territorio argentino; veo que pasa este arroyo del agua del Señor. Y el Señor dice, voy a limpiar los altares en Argentina, voy a llamar a esos falsos pastores, lobos disfrazados de ovejas, al arrepentimiento, y aquellos que no quieran arrepentirse por quitarle el dinero a mis ovejas, por llevarlas ciegas a los barrancos, voy a derramar mis juicios sobre ellos.
Y veo que la copa de uno de estos ángeles que el Señor me está mostrando se derrama sobre el país de Argentina, sobre los altares de estos falsos predicadores que predican prosperidad, que hacen falsos milagros. Voy a derramar mi copa sobre ellos si no se arrepienten, porque veo que la mano del Señor pasa sobre Argentina. Desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, veo que el Señor pasa su mano. Dios Padre mismo pasa su mano sobre el territorio argentino completo, y veo que cuando el Señor va pasando su mano desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, nuevas luces se encienden. Significa que el Señor está levantando servidores en Argentina, verdaderos, personas que me amen de verdad, que no se comprometan con el hombre. Estoy levantando desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, en el territorio argentino, y de la misma forma, cuando Él va pasando su mano sobre Argentina desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, al mismo tiempo que nuevas luces se van levantando a medida que Él pasa la mano, fuego se levanta en Argentina y va quemando los altares de los falsos predicadores y va destruyendo iglesias falsas. Iglesias, dice el Señor, van a caer. A partir de ahora, cuando voy pasando mi mano sobre el territorio argentino, muchos se van a preguntar: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa que estos templos ya no están? ¿Qué pasa que algunos templos que estaban en Argentina parecían tan firmes van a empezar a caer? Muchos de ustedes van a ver que esto acontece y se van a acordar de mi palabra, que Yo doy hoy a principios de enero, a través de esta sierva de 2019.
¿Y saben qué más voy a hacer en Argentina? Voy a derrocar doctrinas falsas, voy a llamar a Jezabeles a que se arrepientan, hablando de mujeres dentro de la iglesia de Argentina que se creen profetisas, que se creen, dicen ser pastoras, que hablan en mi Nombre y están llevando a la mujer al feminismo aún adentro de la iglesia, que toman anticonceptivos, y secretamente en su corazón están a favor del aborto. Creen que Yo no las veo, pero mis ojos están en todos lados y los ángeles están al lado de estas falsas predicadoras, vestidas de diva, con tacos altos, mostrando los senos, provocando a mis siervos a que caigan en adulterio. Yo traigo mi juicio sobre ellas. El Señor me muestra un ángel, otro de estos que estaban preparados en la fila, que derrama una copa sobre estas mujeres, que tienen el espíritu de Jezabel. ¿Saben para qué? ¿Cuál es el plan secreto? Dice el Señor, del diablo. (Noelia) Que ahora ya no es más secreto porque el Señor lo está declarando a ustedes en este día. Dice el Señor, el diablo coloca espíritus de Jezabel sobre aquellas mujeres que están buscando glorificarse a sí mismas adentro de los templos, y están levantando un ejército de Jezabeles dentro de lo que se llama iglesia, para ensuciar a los míos.
Para que este movimiento feminista que se está levantando en el mundo también se levante adentro de mi propia iglesia. ¿Y saben por qué yo abro las puertas para que esto acontezca? Porque sus corazones no están rectos delante de mí. Prostitutas escondidas, que provocan a los míos con escotes profundos, con las curvas pronunciadas en la ropa ajustada, labios rojos, cabellos teñidos de rubio, extensiones falsas, uñas postizas, rostros desfigurados de tanto maquillaje, adentro de mis templos, que se paran en los altares desfachatadamente, mostrando sus rostros, diciendo que hablan de parte mía. Yo las voy a bajar, dice el Señor (hace señas de chasquidos). Voy a derramar esta copa sobre estas falsas pastoras, falsas predicadoras del evangelio de la prosperidad, del evangelio del libertinaje feminista. Mis ojos están sobre ellas y ustedes, hijas mías, no se dejen engañar. ¿Cómo no ven y leen mi palabra? Cuando dice que yo busco un espíritu afable y apacible dentro de ustedes. ¿Cómo no leen que yo quiero castidad? ¿Cómo buscan aún figurar? ¿Aún ustedes buscan levantarse sobre sus esposos? ¿Cómo puede ser, dice el Señor, que no entiendan que yo quiero un espíritu humillado, un espíritu obediente, un espíritu que se coloque bajo la autoridad del marido, bajo la autoridad del pastor, bajo la autoridad del maestro, bajo la autoridad del hombre en general?
No entienden que yo las amo así, las hice así. A las mujeres de Argentina más que nada, pero también a la mujer de todo el mundo le habla el Señor. Tengan cuidado, porque el Señor me está mostrando que algunas de ustedes, aunque están mirando este video en vivo ahora, el Señor me muestra algunos corazones de muchas de las mujeres que tienen deseos escondidos de vanagloria en su corazón, ustedes quieren subirse a los altares, ustedes quieren figurar, no entendiendo que el llamado no se busca, el llamado lo doy yo, y yo levanto a quien quiero levantar, dice el Señor. Tengan cuidado, porque en ustedes ahora el orgullo se está levantando, y Leviatán se mueve sobre las aguas de su conciencia. El dragón orgulloso se levanta sobre sus columnas para que ustedes se levanten de la mano de Leviatán y de Jezabel, unidos para su ruina y para la ruina de mis siervos y siervas dentro de la iglesia.
La mujer, calle en la congregación, entiendan el orden. Veo mujeres profetizando dentro de la iglesia, hablen, hijas mías, hablen, también compartan mi evangelio. Evangelicen, sirvan, administren, sanen enfermos, oren, intercedan. Dice el Señor, Yo estoy levantando un ejército de mujeres poderosas, pero todo háganlo bajo el orden de mis siervos, todo sea hecho bajo la guía de mi Espíritu Santo. Y a los hombres que amen a las mujeres, traten a mis hijas con suavidad, como a vasos frágiles. Porque dice el Señor, no se crean que porque doy esta palabra sobre las mujeres, ustedes están libres de condenación si las maltratan, porque mis ángeles están mirando lo que hacen. ¿Cuál es el trato de ustedes sobre mis hijas amadas, sobre mis flores delicadas? Así que el Señor me sigue mostrando que pasa su mano sobre Argentina, de sur a norte, y muchas cosas empiezan a moverse, y siguen moviéndose con el tiempo. Muchas cosas que van a ser erradicadas, muchas cosas que van a cambiar, fuego que va a quemar cosas que no me gustan, pero al mismo tiempo agua que va a limpiar para preparar el camino a mi nueva obra que estoy haciendo.
Entonces sigo viendo que todos estos ángeles preparados con los caballos siguen bajando a la tierra, sigo viendo que bajan a la tierra derramando uno a uno los juicios del Señor. Escucho la palabra terremotos y veo el número 7.9. Mientras oro, el Señor me sigue mostrando el mismo número 7.9. México, te voy a mover varias veces, dice el Señor, no querés entender de la idolatría, no querés entender de la brujería, que tu territorio está infectado de veneno por la brujería. Que tu territorio está maldito por la sangre que derramaron los mayas. Pueblo mexicano mío, levanten sus oraciones a mí para que yo limpie el territorio infestado, maldito por tanta brujería, y veo espíritu de muerte. Y el Señor dice, ¿por qué te empeñas en adorar a la muerte en vez de adorarme a Mí, al autor de la vida? México, ¿por qué tengo ahora que posar mi mano sobre tus tierras para moverte, para sacudirte, para sacudir tu rebelión?
Al mismo tiempo, veo que hay una luz en México que se levanta, una luz de profecía que se está levantando en ese país. Yo estoy levantando una luz en los jóvenes de México que van a profetizar realmente porque me aman, que se van a alejar de estas cosas. Jóvenes de México, estoy levantando en profecía. ¿Saben por qué? Para humillar a los ancianos, que se han olvidado del primer amor, para levantar una generación de jóvenes adoradores en espíritu y en verdad. Y también veo un volcán en México que empieza a largar cenizas. Veo ese volcán, me sigue confirmando el Señor, que se va a despertar en México. Y el Señor dice: este volcán es uno de los botones rojos que yo tenía preparado para que sea presionado. Está en México y lo voy a despertar, y veo que se mueve la tierra en México y se despierta este volcán. México, aún te queda mucho por sufrir. Veo muchos rituales que se hacen en México, muchos rituales alrededor de cosas, gente que baila, brujos que bailan alrededor de fuegos, y ese tipo de cosas en México me está mostrando el Señor ahora. Demonios cada vez más poderosos están trabajando en México. Demonios de brujería, cada vez están yendo a México más poderosos por causa de que las brujerías son cada vez más poderosas, por causa de que los brujos y brujas son cada vez más dedicados en ese país. Veo sacrificios de niños en ese país, veo puñales que están siendo clavados sobre los bebés en esos rituales.
Dice el Señor que el poder de Satanás está siendo desparramado con más fuerza en ese país por causa de cuántos siervos que lo sirven, siervos de Satanás que lo sirven. ¿Saben por qué dice el Señor? Porque el diablo les está dando más conocimiento para hacer sus sacrificios con más precisión. Porque sangre está siendo desparramada cada vez en más cantidad para estos sacrificios, sangre de animales, me muestra el Señor, sangre de humanos y sangre de bebés. El diablo les está diciendo más específicamente a aquellos que sirvan al diablo cómo tienen que hacer estas cosas, en cuánta cantidad, cómo debe ser derramada la sangre, a dónde, y más, porque el diablo les está dando conocimiento a los suyos. Toda esta brujería que veo que se levanta sobre México ahora está rondando sobre un volcán que está en México, ese espíritu de brujería está moviendo, agitando los aires donde está este volcán en México. Este derramamiento de sangre en la tierra de México va a hacer que se mueva este volcán. Que la temperatura del volcán se levanta como un termómetro que sube por causa de esta brujería sobre este país.
Oren, hijos míos mexicanos. Yo tengo mi pueblo en México, yo amo a los mexicanos. Levanten sus oraciones fervientemente, porque el diablo no descansa en este tiempo; al contrario, él está preparando a sus hijos para que sean cada vez más poderosos bajo los efectos de la brujería. Y el Señor me muestra que, al mismo tiempo que estas cosas pasan, Él enciende muchas lucecitas en México que representan los intercesores que se están levantando en México. Dice el Señor a los mexicanos: oren por los profetas de México, oren por ellos, porque el enemigo va tras ellos para que no hablen mi Palabra Santa; porque la brujería y la maldición en México son demasiadas. Es mucha, hay como unas tinieblas que se levantan en México por causa de tantos sacrificios, y el diablo va a querer envolver a mis profetas mexicanos. Así que levántense los intercesores en México, porque cuando ustedes oran por los profetas, esto provoca como un escudo envolvente alrededor del profeta. Es un escudo espiritual que se levanta alrededor del profeta y lo protege de toda esta brujería, lo protege de los ataques de las brujas y de los brujos.
Yo escucho la palabra Suiza ahora. Y veo mucho flujo de dinero en este país, en Suiza. Veo que algunas corrientes de dinero son bloqueadas, están como bloqueadas. Y veo al diablo, veo que el diablo está bloqueando corrientes, veo que son como ríos, pero ríos de dinero que circulan en Suiza. Veo que el diablo coloca su mano y bloquea estas corrientes de dinero en el país de Suiza. Entonces el caudal de dinero de esa corriente empieza a fluir hacia otro lado. Es como que el diablo coloca su mano y desvía esa corriente de dinero en este país, la desvía para otro lado, y entonces esa corriente de dinero que es desviada por el diablo empieza a repartirse a diferentes partes del mundo y varios países se ven afectados por esta corriente de dinero que es desviada en el país de Suiza. Y veo bancos que empiezan a tener problemas alrededor del mundo por causa de esto, que el Señor nos está mostrando que va a acontecer aparentemente un problema que va a acontecer con el tema del dinero y los bancos en Suiza. Los bancos empiezan a desequilibrarse alrededor del mundo, empiezan como a temblar, lo muestra el Señor. Problema mundial escucho, veo que el Señor utiliza su balanza para pesar los temas de dinero, los negocios que se realizan alrededor del mundo, los movimientos del flujo de dinero y demás.
Veo una balanza que se inclina a un lado, y que del lado de la balanza donde se inclina está lleno de billetes, de dinero. Dice el Señor que va a hacer esto con la balanza (hace señas de desequilibrar la balanza abruptamente desde un extremo de ella que es el izquierdo) y todo el dinero que estaba acumulado en este lado (derecho) sale volando. Significa como que Él va a sacudir el dinero que está estacionado y lo va a mover alrededor del mundo. Uno de los ángeles que está preparado con una copa, uno de esos ángeles que veo en una hilera en el cielo que estaba preparado para bajar, uno de ellos baja para trastocar los bancos. Y veo el dólar, veo un billete de dólar que vuela alrededor de todo el mundo, simbólicamente veo como que a ese billete del dólar se le colocan un par de alas y ese billete empieza a volar simbólicamente alrededor del planeta Tierra y ese billete se posa en algunos países alrededor del mundo haciendo temblar el país. Entonces, simbólicamente la visión es esta: el Señor me muestra un billete del dólar, el Señor me muestra que se le colocan alas en ese billete y empieza a volar alrededor del mundo ese billete del dólar. Cuando este billete se posa sobre un país, el país empieza a sacudirse, no como terremoto, sino que la economía del país empieza a sacudirse y la economía del país empieza a temblar, ya no está tan estable; es decir, que varios países van a tener problemas que están relacionados con el dólar, muestra el Señor.
Y el Señor cambia la visión, el mensaje, y escucho la palabra catástrofes: diferentes tipos de catástrofes traigo sobre la tierra, no solamente lo que he nombrado hoy. Catástrofes de diferentes tipos van a venir a la tierra, emergencias humanas, rescates van a tener que ser realizados, rescates de personas. Y esto dice el Señor, es porque uno de estos ángeles que tiene una copa preparada. Porque Yo, entiéndanlo, que estoy pesando sobre mi balanza, por eso tengo estos ángeles preparados, cada uno con su copa subido en un caballo celestial, a punto de bajar para derramar estos juicios. Porque estoy pesando en mi balanza, y vuelve el Señor a insistir con lo que ya dijo varias veces, con que Él va a mover el mar de un lado hacia otro, levantando el mar sobre las costas. Inundaciones por lluvias, lluvias de granizo, muestra fuertes granizadas que van a traer destrucción sobre cosechas, sobre autos, sobre casas, sobre personas. Porque estoy haciendo esto sobre el clima, dice el Señor, estoy retorciendo el clima de la tierra, y esto va a provocar catástrofes, voy a retorcer el cielo para mandar granizo a la tierra, granizo que movilice al hombre, voy a retorcer mi mano en el cielo para mandar lluvia de inundación.
Voy a retorcer mi mano sobre los ríos, para provocar inundaciones, desbordes de los ríos. Voy a mover mi mano sobre las costas, para llevar la costa del mar sobre la tierra provocando tsunamis, levantamiento del mar e inundaciones con las olas. Voy a hacer esto sobre el mar, para provocar remolinos en los mares. Voy a sacudir el fondo de los océanos, para provocar movimientos de la tierra debajo del mar. Ustedes, hijos míos, pónganse los cinturones, dice el Señor, como aquel que está a punto de emprender un viaje en un avión, abróchense los cinturones y tómense del borde del asiento. Porque Yo voy a provocar turbulencias en la tierra. Pero ustedes, en cuanto estén ajustados en mí, no teman, aun cuando vean todas estas cosas que desparramo sobre la tierra, aun cuando se sientan como que están adentro de un avión que pasa por una turbulencia, aun así, Yo te cuidaré de la prueba, Yo te cuidaré cuando seas refinado por el fuego. Yo voy a estar con vos, como estuve en el horno de fuego de Nabucodonosor. Yo voy a estar como estuve con mis siervos, que estaban adentro del horno de Nabucodonosor y mi ángel estaba ahí con ellos. De la misma manera voy a refinar a mi iglesia, de la misma manera voy a hacerlos pasar por mi prueba, por prueba de fuego que los va a refinar, pero de la misma forma, mi ángel va a estar con ustedes cuando pasen a través de ese fuego purificador.
Porque dice el Señor, ¿ustedes acaso no saben que mis siervos salieron de adentro del horno de fuego no siendo ya nunca más los mismos?, pregunta el Señor. Porque alguien que pasa por esa prueba de fuego y siente la presencia del Señor, aun en medio del fuego, del refinamiento, nunca más es el mismo. Yo lo voy a refinar, iglesia mía, como se refina la plata. Siete veces los voy a pasar por el fuego para refinarlos, para dejarlos limpios, resplandecientes y plateados; es necesario que estas cosas acontezcan. Crean en mi palabra, infórmense, infórmense en mi palabra, cuando hablo de refinamiento, cuando hablo de que Yo te cuidaré, cuando pases por mi prueba.
[Apocalipsis 3:10, RVR1960] Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
Pero igualmente, dice el Señor, están aquellos predicadores que se suben a un altar y dicen: nada de esto va a acontecer a los suyos, a sus hijos, dicen estos predicadores; sus hijos pueden permanecer tibios, dicen estos predicadores falsos. El Señor me está mostrando que hay falsos predicadores que quieren comprarlos con mentiras, con palabras suaves, de tranquilidad. Mentirosos, porque Yo voy a sacudir ciertamente la iglesia, y mis juicios van a empezar por mi casa. ¿O acaso no recuerdan, no leyeron mi Palabra, donde digo que el juicio va a empezar por mi casa? Mentirosos que quieren convencerlos de que pueden dormirse cada noche estando en pecado, cuando Yo demando santidad de mi pueblo. Así que mantengan blancas sus vestiduras, limpien cualquier posible mancha que puedan tener en sus vestidos, para presentarse a mí relucientes, para que cuando les toque la prueba en el lugar a donde están, ustedes sean protegidos por mis ángeles. Pasen por ese vuelo con turbulencia, pero tengan el cinturón ajustado, para que pasen con tranquilidad, aun cuando todo a su alrededor empiece a sacudirse.
Santidad demando de mi iglesia, pero la serpiente quiere mentirles. La serpiente quiere hacerles creer que aun estando en fornicación pueden mantenerse en mí, que aun estando en fornicación mis ángeles los van a cuidar cuando venga un juicio al área donde están. Mentiras, falsedades; tienen que mantenerse limpios, tienen que ser como las vírgenes que tenían las lámparas llenas de aceite. Yo les he dejado un montón de advertencias en mi Palabra, de que este momento llegaría en que mi iglesia sería probada, pasada bajo el fuego, bajo el refinamiento, y cómo tenían que prepararse. ¿Cuántos de ustedes no tienen el Santo Espíritu, dice el Señor? ¿Cuántos de ustedes jamás sintieron la presencia de mi Espíritu Santo? Pregunta el Señor, ¿cómo puede ser que tantos años hayas ido a un templo, dice el Señor, sin nunca haber sentido mi presencia? ¿Te lo preguntaste? ¿Cómo puede ser que se dejen apagar de semejante manera? Esos son los que tienen la lámpara vacía del aceite, que cuando Yo desparrame los juicios sobre la tierra uno a uno, y que lo estoy haciendo y ya lo están viendo, esos son los que van a querer salir corriendo a buscar aceite, pero ya va a ser tarde, ya va a ser tarde. Hoy es tu momento, ahora ponte a cuentas conmigo, ahora limpia tus vestiduras, ahora mismo apártate del pecado.
Y aquellos que ahora están adorando imágenes falsas, quiten todas esas imágenes de sus casas, dejen de adorar todas esas falsas cosas, dioses falsos, idolatría. Despójense de todas estas cosas, pónganse a cuentas conmigo y pídanme que Yo me presente a ustedes, que Yo los bautice con el Espíritu Santo. Porque ciertamente, aquellos que me siguen en este tiempo que estamos pasando, van a necesitar de mi Espíritu Santo como nunca, y aquellos que no tengan la guía de mi Espíritu Santo no van a poder seguir sus pasos, no van a poder seguir su guía, no van a saber escuchar cuando mi Espíritu les diga que tienen que mudarse de país, de ciudad, porque voy a mandar un juicio a ese lugar. Tienen que pedirme el Espíritu Santo, tienen que ser como perros desesperados que le piden comida a su dueño; que lloran, que aúllan, porque quieren que su amo les dé de comer. De la misma manera, pídanme que los bautice con mi Santo Espíritu. Y veo fuego en las personas que son bautizadas con el Espíritu Santo, necesitan el fuego de mi Espíritu para ser capaces de pasar por estas pruebas victoriosos. Entiendan que necesitan mi poder, el poder del bautismo del Espíritu Santo, entiéndanlo, que lo van a necesitar, porque las hijas del diablo y los hijos del diablo caminan en el poder del diablo. Cuánto más aquellos que se llaman mis hijos necesitan el bautismo del Espíritu Santo, para que caminen encendidos en el fuego del Espíritu, con mi poder dentro de ustedes.
Y escucho que el Señor dice: «Recapacita y escucha esta palabra que te he dado hoy una y otra vez, una y otra vez, para que entre en tus entrañas y remueva todo lo muerto adentro tuyo.» Y veo una piedra preciosa, significa que el Señor hoy les ha dado un regalo a través de esta palabra profética para que se preparen, para que estén al día con Él, para que entiendan que la iglesia va a pasar por tribulación, que la iglesia va a pasar por pruebas, que la iglesia está siendo refinada. Esto no se compara con nada, con lo que viene después del arrebatamiento, porque ciertamente primero vamos a pasar por tribulación, después viene el arrebatamiento y después viene el infierno terrenal. «Yo no estoy hablando de eso», dice el Señor, «no estoy hablando de lo que va a acontecer después de que mis hijos sean arrebatados, estoy hablando de la tribulación anterior, por donde ustedes ciertamente van a pasar, si no es que la muerte los encuentra primero.»
Y el Señor me vuelve a mostrar esta roca encendida en fuego, que viene del cielo. No se concentren en aquellas personas que ahora manda el diablo para distraerlos en el chat, no sean necios, no se distraigan, apunten a la palabra que está dando el Señor. El Señor me muestra esta roca encendida en el cielo que viene desde el espacio. El Señor dice: sigue viajando, hijos míos, no la he mandado para atrás, ciertamente sigue viajando hacia la tierra, va a provocar desastres impensables. Es inimaginable lo que trae, dice, esta roca del cielo para la tierra; solamente quedará hambre, destrucción, desolación. Veo que, dentro de la iglesia, un porcentaje cree y otro porcentaje no cree en esto que mi mano va a traer; un porcentaje cree en esta roca que viene del cielo, pero un porcentaje de mis hijos no creen que Yo soy capaz de hacer estas cosas. Y el Señor me vuelve a confirmar, (Noelia) yo la he profetizado antes en mi canal, que viene una roca del cielo y cae sobre el mar de las Antillas. En el mismo lugar la veo caer ahora, y se levanta al mar descabelladamente cuando esta roca cae al océano. La velocidad con la que van a viajar estas olas, el hombre nunca lo vio, nunca aconteció esto en la tierra.
Y veo que una ola va a entrar en Estados Unidos, en la parte de América del Norte. Esta ola va a entrar, levantada como si estuviera parada, no así ondulada, sino levantada. Va a entrar con una velocidad impresionante, va a ser impresionante la ola que va a levantar esta roca en la parte, especialmente veo, de Estados Unidos, que va a arrasar con la costa este de Estados Unidos. Y veo, el Señor me está mostrando, que Él lo está anunciando con muchas bocas. Hay muchas bocas de diferentes naciones que están avisando esto que traigo desde hace tiempo, porque Yo preparo, no es que me tarde en traer este juicio, sino que Yo preparo al hombre para que venga el arrepentimiento antes de que estas cosas acontezcan; es por mi misericordia que lo hago.
Y ahora veo un ángel que derrama una vasija enorme sobre la tierra, llena de aceite. Después de que este juicio venga, después de que el juicio del asteroide, el meteoro, como se llame, yo veo una roca, no sé cómo se llama, es una roca que viene del cielo. Y dice el Señor: después de este juicio que traigo, aceite va a ser derramado sobre el área de destrucción. Veo un ángel enorme, enorme, que después de este juicio, de esta roca, derrama una vasija enorme de aceite, especialmente sobre las Américas. Es lo que el Señor más me muestra, las Américas. Dice el Señor que después de esto, este aceite del Espíritu va a estar siendo derramado sobre las Américas, pero es como una cantidad impresionante de aceite, es una vasija gigantesca, enorme de aceite que va a ser derramado sobre las Américas después del juicio de la roca. Esto va a provocar que el hombre se humille ante Mí. Esto que viene, esta roca que viene del cielo, es una de las copas que el Señor tiene preparadas arriba con sus ángeles, es uno de los juicios que el Señor tiene preparado para la tierra. Sigo viendo que este aceite es derramado por las Américas en una cantidad abundante. Dice el Señor que después de este juicio del asteroide que traigo, este aceite va a desparramarse sobre las Américas en abundancia y va a trabajar sobre la Tierra. Después de esto, el hombre va a reaccionar de otra manera y muchos que no creían en esta palabra, finalmente van a entender que era Yo el que hablaba.
Pero otros, la mayoría de los que no creían en esta palabra, lamentablemente van a quedar flotando cuando venga el agua sobre las costas por causa de esta roca, porque veo una innumerable cantidad de cuerpos flotando, de cuerpos muertos, inertes, que quedan flotando adentro del agua cuando vengan estos tsunamis que va a provocar esta roca. Muchos de ellos van a ser los incrédulos, que escucharon esta palabra y la rechazaron, se rieron, blasfemaron contra mi Espíritu, dice el Señor, al escucharla y no creyeron. Muchos de ellos, su destino va a ser que van a ser afectados por este juicio que traigo. Dice el Señor que el juicio del asteroide va a traer limpieza, escucho limpieza, sanidad va a traer esto. Luego de que acontezca, el hombre va a bajar la cabeza. Después de que traiga el juicio del asteroide, el hombre finalmente va a entender que Yo soy Dios y va a bajar su mentón, va a bajar su cabeza y va a humillarse ante mí.
Mi iglesia finalmente se va a poner a orar, después de este juicio, porque no entienden que estamos en los últimos días, no reaccionan y no hacen lo que tienen que hacer. Finalmente, entre los míos, se van a ayudar unos con otros, van a tener compasión unos con otros, finalmente van a tener misericordia, finalmente después del asteroide, van a empezar a ayudarse verdaderamente unos con otros, porque el hombre no entiende, tengo que mandar mis juicios para que el hombre reaccione y despierte, y después viene el avivamiento porque reaccionan. Veo a muchos de ustedes que escriben, tomen nota de lo que estoy diciendo y mantengan esta Palabra viva en sus corazones, no la guarden en el cajón, pónganla por obra, prepárense para lo que viene. El Señor insiste en que esta roca está viniendo del cielo, no es que va a venir del cielo, ya está viajando esta roca viniendo hacia la tierra, a una velocidad exorbitante, está prendida en fuego, o al menos la veo encendida en fuego cuando ya esté cerca de la tierra.
Dice el Señor que Él tiene preparado el martillo en su mano. Él tiene preparado el martillo en su mano cuando sea el año, el mes, el día y la hora de que venga este juicio del asteroide a la Tierra. El Señor tiene preparado su martillo en la mano para que cuando Él lo golpee, este juicio finalmente caiga en la Tierra. Y veo que muchas personas están preparándose materialmente, están guardando provisiones, almacenando provisiones. Y el Señor me lo compara con cuando José guardaba alimentos cuando iba a venir la escasez en Egipto por los siete años. El Señor me habla de Noé cuando le dijo que prepare el arca para que se salve él con los suyos. El Señor me muestra a Lot cuando el Señor le dijo que salga de Sodoma y Gomorra antes de que él mande fuego del cielo. Yo dejé estos ejemplos en mi palabra, para que hoy, cuando Yo digo que viene un asteroide del cielo, mi iglesia se prepare. ¿Quién es el hombre para cuestionarme si tiene que prepararse o no? Es por misericordia, es por mi misericordia, es por mi justicia. Él pesa en su balanza todo el tiempo lo que el hombre hace.
Dice el Señor que nos despertemos en oración, que activemos más nuestra oración, que oremos más, que nos levantemos más a orar de madrugada, que abramos más nuestra boca para orar. No soy yo (Noelia), es el Señor el que nos está demandando, es el Señor que está diciendo: hijos míos, abran más su boca, como Daniel oraba tres veces al día. Si Daniel oraba tres veces al día, ¿cuánto más tienen que orar mis hijos que están llenos del Espíritu Santo todo el día? ¿Cuánto más tienen que leer las Escrituras, impregnarse de ellas? El otro día el Señor habló en una profecía también en vivo, que ustedes comen espiritualmente cuando leen la Palabra. Dice el Señor: ustedes hoy tienen que mantenerse llenos todo el tiempo de la Palabra del Espíritu, de la Palabra de las Escrituras, que coman todo el tiempo. Nos exhorta el Señor: coman todo el tiempo la Palabra, las Escrituras, coman de mi Palabra, manténganse llenos de estas dos cosas, de la Palabra de las Escrituras y del Espíritu Santo. Llenos de estas dos cosas, encendidos en el fuego de mi Espíritu, y llenos los espíritus de mi pan espiritual, de la Palabra, de las Escrituras.
Dice el Señor que también está llamando a muchos a que toquen instrumentos, a muchos adoradores, alabadores del Señor. ¿Recuerdan que hace un rato hablé de las aguas de Moisés? Que por un lado vienen juicios, las cosas malas que van a pasar, y por otro lado la obra buena que va a hacer el Señor al mismo tiempo, las dos cosas. Entre las cosas buenas que estoy haciendo y que voy a hacer, mientras todas estas cosas malas acontecen, malas para llamarlo de alguna manera, voy a levantar mucha gente que me alabe. Estoy tocando a muchos adoradores y les voy a dar don de alabanza, les voy a enseñar nuevas formas de alabarme, les voy a enseñar formas creativas inspiradas por mi Espíritu, no por el hombre, por mi Espíritu. Voy a levantar gente que me alabe en formas inusuales, y muchos religiosos van a decir: ese no es Dios, eso no está inspirado por Dios. Eso no es usual hacerlo en las iglesias, pero voy a ser Yo el que levante a estos nuevos alabadores y adoradores, que van a utilizar formas creativas. Creatividad voy a desparramar sobre los míos para que me alaben de nuevas formas santas, no mundanas. No se dejen engañar, pero voy a ser Yo el que mi Espíritu se va a mover de forma circular encima de la tierra sobre los míos para mover la creatividad, y que entre en muchos de mis siervos para alabarme de nuevas formas, con nuevos instrumentos, con nuevas formas de danzar, con formas creativas, porque a mí me gusta renovarme, hacer cosas nuevas. Yo soy el mismo, discípulos míos, yo siempre soy el mismo, pero mi creatividad sigue en movimiento levantando nuevas formas de glorificarme a mí, dice el Señor.
Y escucho que dice el Señor que demos las gracias a Dios por esta Palabra recibida. Escucho la palabra gracias. Él se fija en los corazones agradecidos. Y dice el Señor: no teman por lo que he hablado hoy, no teman por todos estos ángeles que están preparados con las copas en sus manos. Ustedes no deben temer porque el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. No tema la iglesia mía, no tema. Yo los tengo en mis manos, como un Padre que cuida a su bebé en su mano. Pero ustedes, dice el Señor, a partir de ahora observen lo que voy a hacer, observen cómo voy a sacudir todas las cosas: cielo, mar y tierra, y al mismo tiempo levantaré una iglesia poderosa. Gracias, Señor, por esta Palabra.