Mensaje profético recibido el 25 de noviembre del 2024
Yo soy Jesús, el amigo fiel, no de los que abandonan, no de los que se van, no de los que están a tu lado para tomar ventaja de ti. Yo soy Jesús, el Rey eterno, el que se ocupa de tus cosas, el que está a tu lado cuando estás bien y también cuando estás mal. Yo soy el que permanece para siempre a tu lado, si tú decides quedarte conmigo.
Dice el Señor: Nunca dudes de mi amor, porque Yo te hice para amarte y para deleitarme en ti. Tú eres importante para mí, único. Yo te amo con un amor que nunca se equivoca y que no busca negociar contigo, con un amor que busca sanarte y hacerte libre. Mi amor es sanador. Mi amor corrige todas las cosas. Tú eres mío, me perteneces y Yo me ocupo de ti.
Acércate a mí, entrégate a mí, confía en mí, porque Yo soy bueno y quiero hacerte bien y no mal. No hay malas intenciones en mí para contigo. Mis pensamientos acerca de ti son puros y no están contaminados. Yo vine para rescatar lo que se perdió, para socorrer a los desesperados, para ayudar a los lastimados, para liberar a los cautivos. Yo vine para enseñar a hacer el bien y para ayudarte a corregir tus sendas.
Dice el Señor: Confía en mí. No te he dejado solo. Estoy escuchando tus oraciones. Estoy trabajando en tu vida. Sé que a veces te sientes solo, pero tienes que entender que tus sentimientos a veces te mienten, que tus suposiciones acerca de mí no siempre son verdad.
Entiende esto, que Yo estoy para ayudarte y no para dañarte, que Yo me encargo de ti, que Yo no te abandono. Créeme a mí y no a lo que tus sentimientos te dicen, y tu ánimo mejorará.
La serpiente habla mucho, pero tú tienes que ser astuto y no dejarte engañar. Deja de escucharla y recibe mi amor, recibe mi perdón, recibe mi abrazo y mi bendición, dice el Señor.
Hijitos, resistan. Ustedes pueden hacerlo por el poder de mi fuerza, porque Yo los hice con la capacidad de resistir cosas que ni ustedes creen que son capaces de resistir. Sin embargo, el que no lo crean no cambia la realidad de lo que son. Cada uno de ustedes está hecho para resistir todo lo que se les presenta, pues soy un Dios bueno y justo, y si ustedes realmente no tuvieran la capacidad de resistir las cosas que están llamados a resistir, entonces Yo no sería justo, porque les estaría dando más carga de la que pueden llevar.
Mis amados, no tengan miedo. Estoy con ustedes siempre, mientras ustedes me sigan eligiendo. Yo no me aparto. Estoy ahí, aunque no me puedan ver. No me he ido de su lado. Yo los acompaño en todo momento. Soy bueno, justo y fiel, y cumplo con mi palabra. No me he olvidado de ustedes, ni siquiera en los momentos donde ustedes sí se han olvidado de mí.
Búsquenme en la intimidad. Acérquense más. Los anhelo. Ustedes no me causan molestia; al contrario, me deleito escuchándolos cuando me hablan en el secreto y también cuando me hablan en lo profundo de sus corazones con el pensamiento. No desconfíen de mí. Si pudieran escudriñar mi corazón, no podrían encontrar ni un solo pensamiento en contra de los míos, sino pensamientos de bien.
Yo no soy un Dios malintencionado hacia los que lo adoran y lo aman, sino que estoy lleno de misericordia, de bondad, de perdón. Conózcanme más, porque conocerme les traerá más libertad, más sanidad, más alegría.
Amigos, estoy llamando a las naciones a servirme, pero se me resisten. Prefieren servir al dios de este mundo, pero ustedes hagan la diferencia y amen como Yo amo, perdonen como Yo perdono, hagan el bien como Yo lo hago. Enséñenle al mundo que hay otra opción, que hay un camino de luz para elegir. Traigan esperanza a los corazones oscurecidos y desesperanzados. Sean buenos como Yo soy bueno. Den buenas oportunidades como Yo las doy. No sean rencorosos. Levanten la bandera de la paz.
Los amo, hijos. Ustedes son muy importantes para mí. No lo duden nunca jamás y crean lo que está escrito sobre mí. Amén.
[Mateo 28:20, RVR1960] enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.