Bendiciones, amado pueblo del Señor, en este 23 de septiembre del año 2024, tengo la oportunidad de entregar una palabra que tiene que ver con Miqueas capítulo 3:
[Miqueas 3, RVR1960] Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla. Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras. Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho; que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.
Esta palabra me daba el Espíritu de Dios en oración acerca de los profetas.
Dice Dios: Hijitos, hoy mi Espíritu se mueve entre vosotros, entrando en sus corazones para darles entendimiento sobre un grave pecado que se está cometiendo entre mi pueblo en estos días. Hijos, abran los oídos, para escuchar lo que les voy a advertir.
Presten atención y pongan el corazón a medida que van escuchando mis palabras que salen a través de esta boca, porque van a tener que aprender a discernir lo que mis profetas están hablando, y van a tener que entender que no todo lo que se está practicando en la casa de Dios viene de mí.
Hijitos, levanten los escudos de la fe, porque van a tener que defenderse, no de enemigos externos, sino de mis propios profetas, que se están desviando en este tiempo, llevando a mucho pueblo consigo hacia caminos de perdición, de muerte, de confusión y de pecado.
Oh, hijitos, dice el Señor, entiendan que no todo de lo que se está hablando viene de mí y que hay profetas que están usando la posición que les he dado para maltratar a los míos. Reconozcan, de dónde viene cada cosa que ellos están hablando, porque no todo sale de mi boca.
Hay graves pecados que se están cometiendo en este tiempo, entre los profetas de mi pueblo, dice el Señor. Hijitos, disciernan, de algunos de ellos están saliendo aguas amargas, aguas de mara, que entra en sus corazones para amargarlos, para entristecerlos, para hacerlos decaer, en vez de animarlos. Estos profetas que hablan aguas amargas, provocan que caigan, y los dejan peor que antes, porque no vienen de mí.
Hijitos, entiendan que el agua que sale de los míos, de los que verdaderamente están atentos a escucharme en secreto, lo que Yo quiero hablar a mi pueblo, son aguas que calman la sed, que purifican, que santifican, que traen claridad, que animan, que esclarecen, que los lavan.
Hijitos, aprendan a distinguir, si lo que el profeta está hablando realmente viene de mi corazón o de su corazón. Amigos míos, dice Dios, entiendan que se están moviendo aguas amargas, entre las palabras proféticas que se están entregando hoy.
[Éxodo 15:23, RVR1960] Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
Si ustedes dejan fluir dentro de ustedes, dice el Señor, esas aguas amargas, una vez que entran en sus espíritus y van recorriendo sus corazones, lo va contaminando todo, va trabajando dentro de ustedes, provocando exactamente lo contrario a lo que mi Espíritu provoca.
Hijitos, entiendan, que quiero guardarlos en este tiempo, y que no son pocos, los hijos de mi pueblo que no están separando, si lo que se habla en mi Nombre, lo he hablado realmente Yo o no. Hijitos míos, Yo soy un Padre que guarda a los suyos, que quiere cuidarlos, que quiere protegerlos, que coloca un paraguas sobre ellos cuando está lloviendo, que tapa el sol cuando ese calor abrasador los está quemando.
Hijitos, Yo soy el que los viste, Yo soy el que los alimenta, Yo soy el que pone el pan sobre sus mesas, tanto material como espiritual. Pero, dice el Señor, muchos de ustedes comen cualquier cosa que encuentran, sin discernir cuál es el pan que viene de mí y cuál no. Ustedes luego de escuchar palabras proféticas que no son mías, en lugar de ser ovejas sanadas, restauradas, guiadas, alimentadas, apacentadas, ovejas de mi rebaño que estén bien cuidadas, llegan a estar peor que antes.
Al árbol se lo juzga por los frutos, dice el Señor, y ustedes no están juzgando a los árboles. Para ver de dónde vienen esos frutos, no todo lo que están escuchando viene de mí. Amados míos, no permitan que esas dagas encendidas que están enviando a sus corazones ciertos profetas, ingresen. Disciernan todas las cosas, separen las aguas, entre lo verdadero y lo falso, entre lo celestial y lo infernal, entre lo espiritual y lo carnal, porque hay profetas que hablan de su propio corazón. Y ustedes no están discerniendo, si la palabra hablada viene de arriba o no.
Amigos míos, y esto los puede hacer caer, dice Dios. Ustedes están siendo golpeados, los que no disciernen de dónde viene lo que ellos hablan. Yo (Noelia) estoy viendo profetas que cobran la profecía. Profetas que reciben ofrendas y tratan mejor a los que dan que a los que no. Profetas que le miran los bolsillos a las personas y, en base a la cantidad de dinero que ven, deciden si darles una supuesta palabra de Dios o no.
Hijitos, abran los ojos porque por gracia recibieron y por gracia tienen que dar. Esos profetas por gracia recibieron y por gracia tienen que dar. Amados míos, no se dejen corromper porque la palabra no puede ser comprada ni tampoco vendida. Ustedes no pueden ser como aquel mago que quiso comprar al don del Espíritu Santo, dice el Señor. De lo contrario, pagarán las consecuencias.
[Santiago 2:9, RVR1960] pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.
Ciertamente hay profetas, en estos tiempos que están vendiendo las palabras que están entregando y las venden al mejor postor. No sólo que están cobrando para profetizar, sino que profetizan al que más plata o bienes materiales les dan.
[Hechos 8:18-21, RVR1960] Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Hay muchos simones en estos últimos días que quieren comprar lo que viene de Dios. Y hay como una subasta, en la casa de Dios. Porque yo (Noelia) estoy viendo cultos en donde un profeta está predicando, está ministrando, está entregando palabra y los que están escuchando sacan dinero y comienzan a ofrecérselo, tratando de comprar la palabra que quieren que salga de esa boca. Les ofrecen dinero para que les profeticen. Y se genera como una subasta, para ver quién ofrece más dinero y así ganarse el favor de él.
Hijitos, dice el Señor, el juicio a la casa de Dios no solamente viene a estos profetas que venden la palabra que entregan, sino también a los simones que las quieren comprar. Porque ustedes haciendo esto también se están volviendo cómplices de ellos, culpables de negociar con el poder de Dios. Casa de mercado, contra la cual viene el látigo de Dios.
[Juan 2:16, RVR1960] Y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
Amados míos, les dice el Señor, a los hermanos que actúan como Simón el mago: ¿Cómo pueden pensar que las cosas que vienen de arriba tienen un valor terrenal? No hay nada que pueda pagarlas, porque son entregadas por gracia, inmerecida, acorde a mi voluntad.
Arrepiéntanse, porque varios de ustedes han caído en este pecado de pensar que pueden comprar las cosas de Dios, que pueden obtener una palabra a través del dinero, como se hace con los adivinos. Y me viene el pasaje de las Escrituras, en donde Pablo expulsa a un espíritu de adivinación que habitaba en una muchacha, que gritaba todos los días que ellos eran siervos del Dios Altísimo. La cual provocaba ganancias a sus amos.
Disciernan, dice el Señor, porque hay profetas generando ganancias injustas, deshonestas, que terminan moviéndose similar a esta muchacha que tenía espíritu de adivinación.
[Hechos 16:16-18, RVR1960] Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
En estos tiempos hay profetas de Dios que comenzaron bien, pero que terminaron vendiendo el Evangelio y negociando con los dones espirituales que Dios les dio por gracia. Que comenzaron siendo humildes, sabiendo a conciencia que eran siervos de un Dios Altísimo, pero terminaron queriendo ser servidos.
Hijitos, tengan cuidado. Hijitos, les estoy alertando porque muchos de ustedes están recibiendo de parte de otras personas, profecías falsas, palabras que no vienen de mi corazón y que los están destruyendo. Todo lo que viene de mí edifica, restaura, sana, esclarece, guía hacia un camino de salvación, de redención, de purificación, de santidad, y los acerca al Hijo de Dios.
Pero están recibiendo palabras que son como martillos que los están destruyendo. Y dice el Señor que si bien la palabra de Dios puede ser como martillo que quebranta la piedra, como dice la Biblia, que ciertamente hay palabras que sí vienen de Dios, que pueden ser difíciles de recibir, porque son como fuego que quema, como martillo que quebranta la piedra, como flecha que se clava en el corazón, y que divide lo más profundo, lo más interno de nuestro ser. Hay palabra de Dios que tiene el peso o la capacidad de generar este tipo de reacciones. Hay palabras que vienen de Dios que son blandas y otras que son más duras, pero siempre la palabra tiene que traer restauración, edificación y todo lo nombrado anteriormente.
El Espíritu de Dios se refiere ahora a esas palabras que son como martillo, pero no para destruir lo que no viene de Dios en ustedes, sino para destruirlos a ustedes, que es muy diferente.
[Jeremías 23:29, RVR1960] ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
Hijitos, dice Dios, separen todas las cosas porque están en un tiempo de engaño que crece. Son tiempos de apostasía. Incluso están saliendo palabras proféticas de bocas que son del Señor, pero que se están confundiendo, están siendo engañadas, se están pervirtiendo, se están contaminando, se están vendiendo y este tipo de cosas.
Yo (Noelia) estoy viendo ahora que varios de ustedes han recibido palabras proféticas de parte de otras personas que supuestamente son profetas y no venían de Dios. Y esas palabras los confundieron más, los dejaron peor de los que estaban antes de recibir esas palabras. Los alejaron del propósito que Dios tenía para ustedes. Les provocaron una rotura con el mover profético.
[1 Timoteo 4:1, RVR1960] Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.
Dios repite permanentemente que disciernan todas las voces. Aún las voces que una vez estuvieron bien pueden ser que se corrompan, que se perviertan, que se desvíen, que se ensucien, que se contaminen por distintas causas porque estamos en tiempos de engaños. Y quizás las cosas que antes estaban puras, hoy ya no lo están o mañana no lo estén. No confíen en el hombre, no confíen en el hombre. Y me viene el versículo de Jeremías que dice «Maldito el varón que confía en el hombre». Y ustedes están poniendo todas las fichas en las voces proféticas que están escuchando ahora. Sin tomar en consideración que quizás esas personas caminaban recto, pero después se torcieron o sin pensar en la posibilidad de que hoy estén caminando derecho, pero tal vez mañana esto ya no sea así.
[Jeremías 17:5, RVR1960] Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
¿Acaso Dios no ha llamado, comenzando por la Biblia, a discernir todas las cosas? ¿A escudriñarlo todo? ¿A separar todas las cosas? ¿A retener únicamente lo bueno y desechar lo malo? Dice el Señor que muchos de ustedes no están teniendo en cuenta este pasaje de tesalonicenses. Lo han descartado porque se han enamorado de algunos profetas. Ustedes se han enamorado de las voces proféticas. Deténganse ahí antes de que ese profeta que están escuchando se convierta en un ídolo.
[1 Tesalonicenses 5:21-22, RVR1960] Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.
[1 Juan 4:1, RVR1960] Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
[Hechos 17:11, RVR1960] Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
[Romanos 12:2, RVR1960] No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
[Colosenses 2:8, RVR1960] Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Algunos están confundidos porque piensan que, si un profeta que viene de Dios es amoroso, tiene buen corazón, tiene buenas intenciones, no se puede equivocar, no se puede desviar, no se puede corromper, no puede estar engañado o llegar a caer. Y el Espíritu Santo vuelve a repetir que estamos en tiempos de engaño. Y que Dios va a obligar a su pueblo en el sentido no de la voluntad, sino que va a llevar a su pueblo a un punto en donde todo sea tan confuso, todo lo que se habla, que no quede otra opción que escudriñar las Escrituras y que pesar todas las palabras proféticas. Y me viene un pasaje del Nuevo Testamento en donde dice que hay que juzgar a la profecía, y ser pesada.
No hay pecado en juzgar la profecía, me dice el Señor. No se trata de desconfianza de la voz profética, se trata de discernir todas las cosas. Se trata de mantenerse en un territorio seguro, para no caer en cualquier engaño.
[1 Corintios 14:29, RVR1960] Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.
La Palabra no dice: «y los demás reciban sin juzgar todo lo que ellos dicen».
[Mateo 7:15, RVR1960] Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Yo veo una balanza de juicio, y representa esta balanza, que hay que pesar todo lo que se dice, todo lo que se habla, todo lo que se escucha, hay que pesarlo, y hay que compararlo con las Escrituras. Muchos de ustedes no lo están haciendo, porque tienen fe ciega en las voces proféticas, en lugar de únicamente en Dios.
Amados, quiero cuidarlos de los puñales que van a recibir de parte de profetas que se van a corromper en este tiempo. Desde antes de que esto suceda, les estoy avisando, dice el Señor, para que abran el paraguas, y se protejan contra la lluvia que viene, la lluvia profética que viene en contra de mi pueblo. Porque habrá palabras muy similares a la verdad, pero con una parte de error para engañar al pueblo de Dios.
Hijitos, que no haya ningún agujero en esos paraguas, dice el Señor. Que no haya ninguna rotura, para que no ingrese ni una gota de esas mentiras que se les está hablando a mi pueblo. Amados míos, escudriñen todas las cosas, conozcan de memoria las Escrituras, entiendan los principios bíblicos. Se viene el engaño sobre el mundo entero, y el diablo está preparando, no solo a los inconversos, sino a todos los hijos de Dios que se pueda, para la manifestación del anticristo. Y él hablará falsas profecías. Él hablará como si fuera una boca poderosa profética, como un oráculo de Dios, sin embargo, la información que impartirá de su lengua, será engaño, mentiras, decepción.
Amados, si ustedes no pueden hoy discernir lo que se habla entre ustedes, ¿cómo van a discernir cuando él se manifieste, si lo que hable venga de mí o no? Primero tienen que discernir en lo poco, para después ser capaces de discernir en lo mucho. El discernimiento va creciendo. El discernimiento se va desarrollando, es como un sentido que se ejercita. Y la Biblia habla de esto, de los que tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
Ejerciten el discernimiento, dice el Señor, permanentemente entre ustedes cuando dan palabras proféticas. No coman todo lo que reciben sin haberlo pesado antes. Pidan consejo de gente que sabe separar las aguas, porque están tragando veneno algunos de ustedes. Sean como gimnastas espirituales, como alguien que practica constantemente para ser excelente en el deporte en el que está. Ejerciten el discernimiento del bien y del mal. Desarrollen los sentidos espirituales.
Yo (Noelia) estoy viendo que estos profetas de Dios tienen varas en las manos y con estas, a través de las palabras proféticas que hablan, golpean a las ovejas del Señor y muchos de ustedes se dejan golpear, tal cual como dice Miqueas 3.
[Hebreos 5:14, RVR1960] Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
A esto se refería el Espíritu de Dios cuando decía que seamos como atletas espirituales, que de tanto usar nuestros sentidos, estén desarrollados, que el discernimiento crezca, se vaya ampliando. Porque el engaño va a ir creciendo y entonces un mayor monto de discernimiento será necesario para distinguir un monto distinto de engaño.
En esta visión veía a profetas que tienen varas en sus manos y les pegan a las ovejas de Dios. Quiere decir que están utilizando el cargo que Dios les ha dado para maltratar a los hermanos. En vez de consolarlos, les dan palabras falsas que no vienen de Dios y los destruyen, los quiebran, los desalientan, los desvían y muchas cosas más. Pero el pueblo también tiene la culpa, me dice el Señor, porque no desarrolla sus sentidos en el discernimiento del bien y el mal, porque idolatra a los profetas, porque se enamora de ellos.
No tiene nada de malo amar a los profetas. Lo malo es amarlo más que a Dios o convertirlo en un ídolo a través de la admiración. El Señor dice, ustedes no tienen que admirar a los profetas de mi pueblo. Ustedes tienen que escuchar lo que ellos hablan, porque son simples vasos, son solo hombres y mujeres. Y muchos de ustedes están colocando sus miradas únicamente en ellos.
[1 Pedro 1:7, RVR1960] Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
El asalariado huye porque no le importan las ovejas. Y a los profetas pagos o que reciben una mensualidad no les importan las ovejas. Hay profetas que se están vendiendo, me dice el Señor, que se están corrompiendo y que están corriendo detrás de los billetes, al igual que Balaam. Están yendo tras las ganancias. Por lo tanto, los estoy abandonando, los estoy dejando y ya no soy Yo el que les habla.
[2 Pedro 2:15, RVR1960] Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad.
[Judas 1:11, RVR1960] ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
Tengan cuidado, cuiden su vida espiritual y material, porque si ustedes siembran en esos ministerios que están corriendo detrás de su dinero, no lo están haciendo para mí, dice el Señor. Y además me ofenden porque quieren comprar algo que no se puede vender, corrompiendo además al profeta que quiere vender la palabra de Dios. Arrepiéntanse.
Yo (Noelia) inclusive hasta estoy recibiendo que algunos de ustedes hasta tienden a idolatrarme a mí. O sea, estoy viendo que algunos de ustedes han cruzado límites y me admiran al punto de estar a un paso de idolatrarme, de adorarme. Y otros ya no pesan lo que yo digo, sino que simplemente comen los panes que estoy dando sin observarlos primero para ver si verdaderamente vienen de Dios o no. Esto aplica a todas las personas que tienen hoy o tendrán un ministerio profético, incluyendo el mío. Dios repite que solo hombres y mujeres, eso es lo que son.
Ustedes están poniendo sus ojos en mí más que en la Palabra de Dios. Están poniendo sus ojos en mí más que en el Señor. Están comiendo más de lo que yo hablo, que lo que habla Dios cuando lo buscan en el cuarto secreto. Y si ustedes siguen haciendo esto, mi imagen, va a tener que desaparecer del público para que no me sigan idolatrando, y se concentren únicamente en la palabra que Dios quiere hablar a través de mí.
Porque ustedes tienden a poner siempre sus ojos en el hombre o en la mujer, dice el Señor, en vez de en mí. Ustedes quieren algo que se pueda ver, que se pueda tocar, que sea tangible. Ahí nacen las ganas de crear ídolos que se puedan ver, tocar, experimentar con la carne, como ídolos de madera, de acera y demás.
Arrepiéntanse ustedes que me idolatran como profetiza del Señor. No lo hagan, dice Dios, porque no solo ustedes pueden caer a través de este pecado, sino que pueden hacerme caer a mí. Porque no están edificando, sino al contrario. No admiren a los profetas. Tengo que decirles que el profeta no reemplaza al pastor, al evangelista, al maestro, al apóstol, al obispo, ni a ningún otro ministerio que esté nombrado en la Biblia.
El profeta es uno de los cinco ministerios nombrados en Efesios capítulo 4, pero no es el único. Y hay muchos de ustedes que están descartando los otros cuatro ministerios, para solamente alimentarse del profético.
[Efesios 4:11-12, RVR1960] Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
[Apocalipsis 22:9, RVR1960] Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
Si ni siquiera tenemos que adorar a los ángeles, mucho menos a las bocas de Dios. Y ustedes lo están haciendo. Y no solo eso, sino que se están fijando la apariencia de los profetas y su corazón se va tras ellos. Si son de hermoso parecer, peor, me dice el Espíritu Santo. Piensan que, porque la profetisa o el profeta de Dios tiene un buen aspecto, una buena imagen, que ya no tienen que escudriñar lo que habla ese vaso. Y este es un llamado de atención de parte del Señor, de decir no se confundan porque una cosa no asegura a la otra. Porque bien habla la Biblia de los sepulcros blanqueados, que por fuera se ven hermosos, limpitos, ordenados, pero por dentro están llenos de muerte, de corrupción.
[Mateo 23:27-28, RVR1960] ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
El Señor repite que pongan un balance en todas las cosas, que no adoren a los ministros, no admiren a los instrumentos que Él usa. Admiren solo a Dios. Porque lo que hacen esos instrumentos no viene de ellos mismos, sino que viene de Dios. Y si Dios no vertiera de esas aguas proféticas en ellos, no tendrían nada que decir. Están confundidos, y tienen de ídolos a algunos ministerios proféticos que hoy en día están guiando al pueblo del Señor. En lugar de adorar a Dios quien los guía a ellos, a quien los inspira, están adorando a la creación, a la criatura, a el hombre o a la mujer que habla de parte de Él.
No se confundan porque somos un cuerpo, me dice el Señor, y dentro de ese cuerpo todas las partes son importantes. Ninguna de esas partes no necesita a la otra. Ninguna de esas partes deja necesitar a la otra parte. Y ustedes están idolatrando a los profetas, cayendo en pecado ustedes y provocando o tentando al profeta a que caiga junto con ustedes.
El Espíritu de Dios me repite, los profetas son solo personas, simples vasos de Dios. Es más, yo (Noelia) estoy sabiendo ahora que varios de ustedes están recibiendo instrucciones de distintos profetas de que tienen que hacer cosas que supuestamente Dios les dijo que hagan. Y ustedes están obedeciendo todo lo que les dicen estas voces proféticas sin antes pesarlo en la balanza de Dios, sin antes juzgarlo bajo la luz de la Biblia.
Hay profetas que vienen y les están diciendo a ustedes: «Dios me dijo que debes hacer tal cosa». Y ustedes no fueron al cuarto secreto a preguntarle al Señor si era así como les dijo. No pidieron consejo sabio, no juzgaron esa palabra profética y están obedeciendo a estos profetas que estoy viendo que no todo lo que les están diciendo viene de Dios, sino de sus propios corazones o inspirado aún por el enemigo. Los están obedeciendo y se convierten en esclavos de esos profetas.
Porque alguna vez un profeta les dijo algo que era correcto, que sí venía de Dios, creyeron que todo lo que vino después también venía de Dios. Estamos en tiempo de engaños, repite el Señor, y ustedes no están entendiendo la magnitud de ese engaño. Ustedes no están entendiendo lo que se está moviendo a nivel espiritual en todas las áreas de la casa de Dios, pero en este día el Espíritu apunta a la parte profética.
Hay vasos que están siendo corrompidos, hay vasos proféticos que se están desviando, contaminando, ensuciando, confundiendo y que están cayendo en espíritus engañadores. Y ustedes no están pensando todas las cosas. Las cosas pueden cambiar de un día para el otro, de un mes para el otro, de un año para el otro, o de un tiempo para el otro. La gente puede caer, inclusive los que vienen de parte de Dios, los que parecían que más firme estaban por causa del engaño que viene. Ustedes, si no disciernen, van a caer junto con ellos.
Yo veo a una persona que se arrodilla delante de otra y es idolatría hacia los profetas. Ya ni se les ocurre a estas personas que están adorando a estos profetas, ya ni se les ocurre cuestionar absolutamente nada de lo que dicen, de lo que hablan, de lo que les piden. Es como palabra santa, piensan ustedes. Todo lo que diga ese profeta es palabra santa. No se puede equivocar en nada, 100% de lo que dice viene de Dios y ya no juzgan nada. Error, dice el Señor.
[Hechos 10:25-26, RVR1960] Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.
Hijitos, corríjanse y entiendan que los profetas simples vasos son y que si ustedes se colocan debajo de sus yugos, sin juzgar todo lo que dicen o hacen, están en serio peligro de ser desviados ustedes, junto con los que se están corrompiendo. Amados, entren en el cuarto secreto, dice el Señor, y pídanle al Espíritu, al mismo Espíritu que supuestamente les está hablando a ellos, que les hable lo mismo a ustedes o que les muestre si están en error, porque algunos de ellos puede que estén hablando gran parte, que sea verdad, pero también puede ser que se estén equivocando en algún punto.
Disciernan todo lo que escuchan y sepárenlo, coman sólo lo bueno, retengan lo bueno y desechen lo malo, insiste el Espíritu de Dios. Porque, hoy el Internet está repleto de voces que dicen ser voces proféticas de Dios y sólo un bajo porcentaje de ellos si lo son. Y aún entre los que vienen del Señor puede pasar que en algún momento las cosas salen de su corazón y no del corazón de Dios.
Amigos míos, hay interferencia en la comunicación; porque yo (Noelia) veo ahora un teléfono y cuando la persona se lo pone en el oído se escucha como interferencia y lo que habla la voz que está del otro lado del teléfono no se escucha claramente. Esto quiere decir que hay gente que tiene comunicación con Dios pero que está habiendo interferencia por distintas razones. Y en vez de bajar el caudal de profecía o de cuidarse más que nunca, de orar más antes de hablar, de juzgar más lo que recibe para ver si viene de Dios o no, no tienen este cuidado y siguen hablando igual por más que reconocen que hay una interferencia.
Inclusive a muchos de ustedes que son profetas, me muestra el Señor ahora que les está pasando esto. Están recibiendo cosas que les hacen ruido cuando las reciben. Cosas que les generan como un mal sentir puesto por el Espíritu Santo. Pero como Dios les habla lo cual también es cierto piensan que son infalibles, que no pueden equivocarse en nada y que no pueden recibir una palabra que no sea de Dios o entenderla mal, interpretarla mal o mezclarlo con cosas de su corazón o aprendidas.
Dios me dice que tengan cuidado porque el que no reconozca que es un simple vaso de esta manera exaltándose va a ser humillado y se va a equivocar. Si están escuchando y reconociendo que hay interferencia en la comunicación, primero arreglen ese asunto para después continuar hablando de parte de Dios. Porque Dios está probando al pueblo en este tiempo en lo que es profecía, revelaciones, sueños, visiones.
Dios está probando al pueblo en este tiempo y está permitiendo que se manifieste lo verdadero y el engaño al mismo tiempo en sus hijos, para que sepan desarrollar los sentidos en el discernimiento del bien y del mal. Entonces está permitiendo que haya interferencia en las voces proféticas para que estas voces proféticas vayan al cuarto secreto inmediatamente. Busquen aún más la dirección del Señor, límpiense si es necesario, corrijan algún área desordenada, disciernan más que nunca, crezcan en el nivel de discernimiento, para que cuando se manifieste el engaño de los engaños ya estén entrenados y tengan un ojo agudo para reconocer fácilmente lo que no viene de Él y un oído entrenado en discernir si lo que reciben y lo que escuchan de afuera en otras personas, viene de Dios o no.
Hay algunos de ustedes que piensan que son humildes, pero no lo son, me dice Dios. Porque piensan que porque Dios les habla son infalibles, vuelvo a repetir y no se pueden equivocar nunca y no pueden errar, piensan que son más perfectos que Dios y son simples vasos de barro, tengan cuidado porque los que se exalten en este tiempo y no reciban ningún tipo de corrección, están en peligro de caer, los que no quieren escuchar las advertencias que Dios está enviando sobre discernir lo que viene de Él de lo que no, están aún en más peligro de caer por causa de la arrogancia personal que tienen, por causa de creerse perfectos y me vuelve este versículo que dice el que piense que está firme mire que no caiga.
Arrepiéntanse del orgullo profético, arrepiéntanse de la arrogancia en lo profético, arrepiéntanse de creerse infalibles, arrepiéntanse de no juzgar nada, arrepiéntanse de idolatrar a mis vasos proféticos.
[1 Corintios 10:12, RVR1960] Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Arrepiéntanse de reemplazar a ciertos ministerios con otros, arrepiéntanse de idolatrar a esos profetas cualquiera que sea, arrepiéntanse de no venir y preguntarme a mi dice el Señor, si lo que dijo tal profeta era así o no, límpiense, guárdense, cuídense y no coman de todo lo que se les pone sobre la mesa, porque hay palabras proféticas erróneas, insiste el Espíritu en señalar las palabras proféticas erróneas, palabras proféticas erradas, palabras proféticas que mi boca no habló y que los profetas están usando para manipularlos para lograr de ustedes lo que ellos quieren, cuidado no se dejen esclavizar de los hombres porque por precio fueron comprados, para que sean libres, no se hagan esclavos de los hombres.
Quiten sus ojos de mí sierva, quiten sus ojos de Noelia, quiten sus ojos de cualquier vaso profético que estén escuchando o mirando, quiten sus ojos de cualquier hombre o mujer y vuelvan a ponerlos en mí, que soy la Fuente de la profecía, de la palabra verdadera, pura, no adulterada, sin levadura, amén.
Yo (Noelia) veo por el Espíritu de Dios que muchos de ustedes están teniendo sueños que tienen que ver con palabras erradas, están soñando que viene un profeta y les dice una palabra pero es falsa, Dios les está avisando a través de sueños, de su Palabra, de visiones, de profecía, pero mayormente sueños y Dios dice que presten atención en los sueños porque les va a advertir antes de que reciban una palabra falsa o de alguien que quizás caminaba con Dios pero después se apartó, se corrompió o se contaminó, de alguien que alguna vez estaba puro en lo que compartía proféticamente hablando pero después se desvió, presten atención en los sueños porque Dios les va a revelar a ustedes quienes son los que tienen idolatría con los profetas.
Algunos de ustedes se van a ver adorando a los profetas postrados ante sus pies en los sueños y van a soñar con becerros de oro y estas cosas que tienen que ver con idolatría así que presten atención con esos sueños y llévenlos a la oración y actúen y Dios les va a advertir, les va a avisar porque Dios guarda a sus hijos.
[1 Juan 5:21, RVR1960] Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.
Los profetas se pueden convertir en ídolos para ustedes, tengan cuidado con eso, la humildad del profeta o profetisa es buena señal, pero eso no lo guarda del error y de las falsas doctrinas, no hay que llevarse por las apariencias de las personas, sino hay que pesar lo que habla acorde a las Escrituras, llevarlo en oración.
El mensaje ha sido claramente entregado y sigue una línea con lo que Dios viene hablando en estas últimas transmisiones y creo que va a seguir tratando con estas cosas desde distintas perspectivas, lleven esto en oración pésenlo también y guárdense del engaño en estos días.