Bendiciones, amado pueblo del Señor. Hoy es 23 de agosto del año 2024 y el Señor quiere hablarle a su pueblo sobre este tema del cual se trata el título de esta transmisión, el huracán de Dios está sobre América del Sur.
[Salmos 107:25, RVR1960] Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, que encrespa sus ondas.
Y así te dice el Señor en este año 2024, hablando sobre la situación actual de América del Sur.
Hijitos, hijitos, hay un huracán que está soplando fuertemente sobre América del Sur. América del Sur está siendo sacudida, hijitos, pero por causa de mis Propósitos, y yo (Noelia) estoy viendo ahora un viento recio, es un viento sumamente recio, que gira alrededor de este huracán, volando algunas cosas, arrancando árboles de raíz.
El Señor dice, este viento fuerte que envío yo a América del Sur, este viento fuerte que está soplando, este huracán que se mueve en forma de vientos, en forma de círculo, soy Yo el que está soplando sobre él, soy Yo el que sopla, aliento de mi Boca, para que los vientos huracanados giren sobre América del Sur.
Pero, hijitos, hijos, ustedes tengan esperanza, porque estos vientos huracanados vienen para arrancar árboles de raíz, árboles que ya empiezan a formar parte de una temporada anterior, árboles que son arrancados a través de este huracán espiritual, que envío Yo, para darle lugar a que crezcan árboles nuevos, que sí den fruto, acorde a mi Plan profético que tengo preparado para las naciones.
Hijitos, ustedes van a ver caer árboles de raíz, me vuelve a repetir el Señor. Y en esta visión, estos árboles representan cabezas de naciones, presidentes, dictadores, líderes, que ya terminaron su tiempo, que ya cumplieron el trabajo que tenían que hacer como instrumentos del Altísimo. Haciendo lo que Dios quería que hagan, cumpliendo su Plan profético.
Y mientras interpreto mis lenguas, yo sigo viendo este huracán sobre América del Sur, que gira y gira y está en su punto máximo. Esos vientos huracanados, están en el punto máximo. Están en lo máximo, que puedan soplar. América del Sur, está en el ojo del huracán. Trayendo cambios, trayendo devastación, por un lado, pero que provoca limpieza, que quita lo que no tiene que estar, para limpiar América del Sur y darle lugar a algo nuevo.
Dice el Señor, este viento huracanado trae cambios impresionantes, cambios violentos. La fuerza de estos vientos, va a quitar cosas que ya no me sirven, pero ustedes, tómense fuerte de la Columna fuerte que es Jesucristo, de la única Columna firme que no se va a mover, mientras esos vientos huracanados siguen soplando, arrancando todo de raíz. Todo lo que ya no tiene que estar, todo lo que cumplió su tiempo, me vuelve a repetir el Señor.
Y yo estoy viendo, vuelvo a ver líderes, cabezas de naciones y dictadores, presidentes que son arrancados de raíz, no cortados como Nabucodonosor, que fue cortado según el sueño que él tuvo simbólicamente, pero sus raíces quedaron en el piso. Dice el Señor que algunos de estos árboles que el Señor va a arrancar, no es que los va a cortar, pero su tronco va a quedar arraigado en el territorio, sino que directamente, yo (Noelia) veo que la mano de Dios toma estos árboles y los arranca junto con sus raíces.
Dice el Señor, estos son dictadores, dictadores que pensaban que iban a estar arraigados al suelo de la tierra para siempre, mas no contaron, con el poder de mi Brazo extendido, con mi Fuerza. Y traigo estos vientos, para arrancarlos de raíz, completamente y para siempre.
Este es el caso de Venezuela. Arranco, dice el Señor, a este árbol de raíz, y yo (Noelia) veo un árbol grueso, un árbol grueso, tiene su tronco muy muy ancho, es un árbol que se ha ensanchado, es un árbol que cuyas raíces se extiende lejos, pero en realidad no en profundidad, sino a los costados. Este árbol que está plantado en Venezuela, se ha extendido a lo lejos, a los costados, ha alargado sus raíces a la redonda, pero no profundamente hacia abajo, sino que se ha extendido en el territorio de Venezuela, cubriéndolo todo, y a su vez yo estoy viendo que esas raíces que se extienden a lo lejos, a los costados, a su vez son como las patas de una araña que manipula la tierra de Venezuela, que controla la tierra de Venezuela.
Es un árbol, dice el Señor, controlador, es un árbol manipulador, es un árbol mentiroso, es un árbol engañoso, pero viene mi Mano fuerte, y extendida para arrancarlo completamente y de raíz, porque a mí no me cuesta, arrancar cualquier tipo de maleza de adonde no tiene que estar.
Los hombres piensan que para Mí es difícil, arrancar a este árbol de Venezuela, pero no tienen en cuenta mi Poder y no tienen en cuenta que Yo soy el que pone reyes, y el que los quita. Que Yo soy, el que pone a los hombres en los tronos y el que los saca, que Yo cuento los tiempos y que hay un plazo para todo, y cuando los plazos se cumplen las cosas se terminan, hay un principio y un fin, un alfa y un omega para todas las cosas, y los principios los determino Yo, y los finales también.
[Daniel 2:21, RVR1960] Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
Así que el Señor dice hoy, hijitos, tengan esperanza, tengan esperanza, porque yo (Noelia) veo a Maduro como una estatua enorme de hombre que se eleva hasta el cielo, es una estatua lo que estoy viendo en esta visión, lo veo a él mismo en forma de estatua alta, es de varios metros esta estatua, pero hay sogas que ya están rodeando a esta estatua, y se está tambaleando, yo veo sogas que salen de distintos países de alrededor de Venezuela y rodean a esas sogas, enganchan a los pies de esta estatua, por todos lados, y la estatua que estaba firme comienza a balancearse, Maduro está a punto de caer y cuando caiga hará estruendo en América del Sur, y el estruendo que hará cuando caiga sobre América del Sur va a provocar ondas expansivas de sonido que afectarán a las naciones de alrededor y todo el mundo verá como él quedará avergonzado, que el que se exaltaba será humillado.
Hijitos tengan esperanza, dice el Señor, y oren para que las naciones que están lanzando esas sogas para hacer tambalear a esa estatua, apliquen más fuerza, no teman, para aplicar represalias contra ella, y redoblen sus fuerzas, porque su caída, tiene que ser (me parece entender a mí) como con sogas que no salen de una sola nación, sino de varias naciones juntas.
Yo sigo viendo a esta estatua que se tambalea, a esta estatua de Maduro enorme, una estatua poderosa, una estatua que se eleva alto como las montañas, que él pensaba que nadie podía mover, sin embargo Dios ha colocado sogas a su alrededor, esta estatua ya está envuelta en sogas, y yo veo que aún más sogas se le van a colocar a esta estatua, metafóricamente hablando, que van a provocar que se siga tambaleando cada vez más fuerte hasta que caiga, porque ahora recién comienza, dice el Señor, a moverse este ídolo, recién ahora él está sintiendo que los pies le tiemblan, debajo de la tierra, recién ahora sus rodillas comienzan a temblar un poquitito, y él empieza a sentir cierta inestabilidad.
Pero recuerden, recuerden, recuerden, que viene el huracán, que es un huracán, es un huracán y será por la fuerza, y muchas cosas se van a dar por la fuerza en América del Sur, dice el Señor, por eso tanta violencia, y ustedes van a ver violencia de adentro, violencia de afuera, que estos vientos vienen a agitar a los civiles, vienen a agitar a los gobiernos, vienen a romper pactos entre los presidentes, vienen a cortar ligaduras entre países que se unían, son vientos huracanados de cambio, son vientos fuertísimos, que van a hacer caer muchas cosas, y ustedes van a sentir la potencia de esas cosas a medida que vayan cayendo.
Pero cuando eso pase, hijitos, dice el Señor, abracen a la única Columna fuerte que es inamovible, para poder soportar, mientras el huracán siga soplando y arrancando lo que tiene que arrancar, porque voy a barrer, y estoy barriendo Suramérica, estoy barriendo América del Sur, porque voy a hacer algo grande con ella, o voy a hacer algo grande con ella, pero antes tengo que limpiarla, antes tengo que limpiarla, y ustedes tienen que entender el proceso a donde están, le dice el Señor a los que viven en América del Sur.
Yo vuelvo a ver esa estatua que se levanta alta, es una estatua de Maduro, a modo de la estatua de Nabucodonosor, y dice el Señor, que los venezolanos que están afuera de Venezuela van a ver desde lejos como esa estatua cae, y hace estruendo y sacude todo Suramérica, pero resistan, dice Dios, los vientos huracanados, resistan porque no será fácil, hijitos, créanme, créanme, porque estos vientos vienen de mi parte, estos vientos, son los vientos que traen cambio.
No hay otra forma de mover las cosas como están ahora, si no fuera por la fuerza, tengo que aplicar, la fuerza para quitar lo que está duro, porque el faraón ha endurecido su corazón, y no quiere dejar ir a mi pueblo, por lo tanto tengo que traer vientos recios, no solamente sobre Venezuela, este huracán está soplando, está girando, se está moviendo, porque yo, Noelia, veo a este huracán que cambia de lugar, que está en distintos puntos de América del Sur.
Dice el Señor, no solamente este huracán está provocando desastres y cambios en Venezuela, sino en distintos puntos de América del Sur, cambios políticos vienen a América del Sur, y lo que estaba ya no va a estar, y cosas que estaban arraigadas, parecía que para siempre ya, serán quitadas, tengan esperanza, tengan esperanza mientras vean que el huracán se mueve primero, resistan, hijitos, falta poco, amados míos, falta poco, les dice el Señor a los venezolanos.
Justo en el último tramo, es cuando el atleta, el corredor, quiere renunciar a la carrera porque no da más, porque siente que sus piernas desmayan, justo el último tramo del parto es el más doloroso, la mujer grita en sus dolores de parto, las últimas contracciones son las más largas, las más dolorosas, son insoportables, pero lo que viene después de eso, es hermoso, porque después del dolor viene la vida, después de lo que la madre sufre para parir, se encuentra con su hijo y eso es la recompensa de tanto sufrimiento vivido, dice el Señor, a los venezolanos.
Resistan, amados, resistan porque estoy con ustedes y tengo un plan para Venezuela, tengo un plan para Venezuela y sus vestiduras serán cambiadas, dice el Señor, sus vestiduras serán cambiadas porque yo, Noelia, tengo una visión ahora y veo a Venezuela como si fuera una mujer con vestidos andrajosos, con vestidos de pobreza, con sacos de cilicio, pero veo que Dios manda ángeles y le cambia las vestiduras a esta mujer y la viste de reina, de color violeta, púrpura, y le pone una corona.
Antes de vestirla, dice el Señor, tengo que lavarla, es como cuando uno toma una esclava que estaba sucia, una mujer andrajosa que vivía en la calle pobre y abandonada, dejada, y sucia, es como cuando alguien toma una mujer que está en situación de calle, y la va a vestir bien, pero antes tiene que bañarla, antes tiene que lavarla, antes tiene que aplicar el jabón y el agua, tiene que ser arreglada.
Así como Ester, que antes de ocupar el trono de la reina, antes de ser coronada, dice el Señor, estuvo un tiempo en tratamiento de mujeres, como dice la Biblia, en afeites y todas esas cosas, ella tuvo que ser, preparada para cuando fuera coronada, Venezuela en este momento está siendo preparada para ser coronada, Ester tuvo que ser educada antes de asumir ese reinado, al lado de Azuero.
[Ester 2:12, RVR1960] Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir al rey Asuero, después de haber estado doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres, pues así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra y seis meses con perfumes aromáticos y afeites de mujeres.
Venezuela tiene que pasar por este proceso de preparación para ser presentada como reina a las naciones, tengan paciencia, tengan paciencia, dice el Señor a los venezolanos, resistan, resistan, el último tramo, porque voy a pelear por ustedes, y los voy a sacar de la tierra de Egipto, al igual que saqué a mi pueblo, en la antigüedad, y no va a ser suave, va a ser por la fuerza, al igual que saqué a mi pueblo de Egipto, va a ser a través de sangre, a través de guerra, a través de sufrimiento, pero recuerden, cuando estén en esas últimas contracciones finales, que tienen un propósito, recuerden, cuando estén sufriendo en el punto máximo, que después de eso viene la vida, viene lo nuevo, viene un nuevo camino para Venezuela, que va a reverdecer.
Yo veo ese huracán que veía sobre América del Sur, lo veo ahora sobre Venezuela, los vientos están soplando fuertes, dice el Señor, arrancando cosas, provocando cambios, cambios que vienen a través de la contienda, de la disensión, no son cambios fáciles, no son cambios suaves, no es un parto normal, es un parto inducido, que ha tardado más de lo que debe tardar, no es un parto de nueve meses, sino de doce, y esto tiene que ver, se conecta con los doce meses en los que Ester fue tratada antes de que se acercara al rey Azuero, tiene que ver con esos doce meses de atavíos, hay un propósito, hijitos, hay un propósito, tengan fe, tengan fe.
Porque estoy moviendo todas las cosas, y no sólo eso, sino que lo que va a hacer este huracán, lo que está haciendo este huracán en Venezuela, es traer las cosas que están escondidas debajo de la tierra a la superficie. Este huracán, dice el Señor, está mostrando la raíz de todas las cosas que estaban sucediendo en Venezuela. Este huracán sopla tan fuerte, que está rajando la tierra de Venezuela, y de hecho yo (Noelia) veo un terremoto en realidad. Esto que estoy diciendo también se va a manifestar en un terremoto físico en Venezuela, y ese terremoto, que primeramente está sucediendo en lo espiritual, dice el Señor, cuando se abra la tierra, van a salir a la luz cosas que ustedes no podían ver, se va a mostrar lo escondido, lo oculto, lo que no estaba frente a los ojos de las naciones, estoy exponiendo.
Estoy exponiendo a Maduro para que todo el mundo vea lo que tenía guardado en sus bolsillos. Porque ustedes van a saber que él es peor de lo que pensaban, dice el Señor.
Yo veo dos caras, estoy viendo dos caras, dice el Señor, él tiene dos caras, una que muestra al mundo y la otra, cuál es la verdadera, y él me está revelando ahora el Espíritu de Dios, tiene un problema de doble personalidad, porque él muestra una cosa y está tan acostumbrado a mentir y a mostrarse con una personalidad que no es la real, que ya se ha personificado en eso, y está acostumbrado a actuar, mejor que cualquier actor que verdaderamente tiene esa profesión en realidad.
Él, dice el Señor, y escucho la palabra esquizofrenia, saca el personaje que necesita de acuerdo al momento a donde está, o al lugar a donde está, él se acomoda, pero nunca muestra su rostro real. Sin embargo, Yo veo todas las cosas, Yo veo todas las cosas y voy a dar vuelta esos rostros; es porque yo (Noelia) veo una persona que tiene dos rostros así (refiriéndose que tiene una cara en la parte frontal de la cabeza y otro en la parte trasera donde corresponde a la nuca), uno que muestra y el otro que está atrás, y dice el Señor que hará girar los rostros para que se vea su cara real.
Voy a mostrar su cara real, dice el Señor, y estoy utilizando mis instrumentos para que el mundo vea lo que él es, y lo voy a desnudar, enfrente de las naciones y será avergonzado, porque el que se exalta es humillado por Mí.
Ustedes disciernan, hijitos, dice el Señor, a los que viven en América del Sur, disciernan lo blanco de lo negro, disciernan porque estoy separando todas las cosas a través de este huracán que está soplando sobre América del Sur, y estos vientos están provocando separación de todas las cosas, polarización de la gente.
Este viento huracanado trae guerra a América del Sur. Dice el Señor que América del Sur pensaba en su mayoría, sus habitantes piensan que nunca van a pasar las guerras que se vieron en Europa, pero viene guerra a América del Sur.
La sangre va a correr por varias banderas de América del Sur, y la espada está clavada no solamente en Bolivia, como dije antes, sino en otros países de América del Sur. He aquí que quito la paz, dice el Señor, antes de que venga la calma.
Y yo veo esos vientos, veo ese huracán que sigue soplando fuerte, fuerte, fuerte. No hay nada que lo pueda frenar porque viene de parte de Dios. No es de parte del diablo este huracán, viene de parte de Dios. Y el Señor quiere que sus hijos entiendan que esto tiene que pasar para poder quitar lo que ya no tiene que estar y hacer cosas nuevas antes de que se abra un nuevo un nuevo ciclo. Tiene que cerrarse el anterior y a veces únicamente es posible a través de la violencia.
A veces únicamente es posible la paz a través de la guerra, me dice el Señor. Porque hay cosas que no se pueden cortar sino con el hacha, por la dureza que tienen. Y yo estoy viendo un árbol, el árbol no puede ser cortado con una herramienta blanda. Uno tiene que utilizar un hacha para cortar un árbol, a veces la violencia es necesaria.
Pero ustedes no tengan miedo, repite el Señor. No tengan miedo porque este huracán viene de mi parte, porque soy Yo, Él que está soplando de mi Boca. Para que estos vientos aumenten su velocidad y quiten lo que no tiene que estar y barran América del Sur para plantar cosas nuevas.
Porque yo estoy viendo luz sobre América del Sur. Estoy viendo una luz que brilla y que es vista desde el resto del mundo. Dice el Señor que todo esto tiene el propósito de arrancar todo lo que a él no le sirve, para dejarle lugar a todo lo nuevo. Y una vez que esa oscuridad sea quitada de América del Sur, la luz va a resplandecer en ella.
Y dice el Señor que América del Sur será modelo, será modelo al resto de los continentes. Y el resto de los continentes van a ver la luz de Dios que va a emitir desde América del Sur hacia el resto del mundo. ¿Por qué? Porque lo que se humille será exaltado. Y América del Sur fue humillada y América del Sur está siendo humillada para después ser levantada.
Así que voy a humillar, dice el Señor, a Europa y a Norteamérica, a través de lo que voy a hacer en América del Sur. Nadie se espera lo que voy a hacer, cuando este proceso termine en la América del Sur. Nadie espera, porque antes la corona estaba en Europa, pero próximamente la corona de los continentes va a estar colocada en América del Sur.
Y el mundo se va a sorprender, dice el Señor, porque no van a poder creer que voy a levantar a lo más vil, a lo más pobre, a lo que tiene menos educación, a lo menos progresista. Porque yo escucho la palabra primer mundo, primer mundo.
Las naciones o los continentes que antes eran llamados como primer mundo, o catalogados como el primer mundo, van a dejar de ser el primer mundo. Y se van a invertir los roles y América del Sur va a pasar a ser primer mundo. Y el viejo continente va a pasar a ser, tercer mundo.
Ustedes no me están creyendo, dice el Señor, que voy a hacer esto, porque es demasiado grande para sus ojos. Pero recuerden la historia de Egipto, que era el imperio de los imperios y nadie creía que iba a caer con toda su grandeza, con toda su, digamos, su majestuosidad, con todo su lujo, con todo el esplendor que tenía Egipto, sin embargo, miren lo que hoy es, miren lo que sucedió con este imperio.
¿Qué pasó, dice el Señor, con Babilonia? Y voy a repetir la historia, así como alguna vez estos imperios que parecían indestructibles, que eran los número uno, dice el Señor, en el mundo, cayeron. Lo mismo voy a hacer en este tiempo con aquellos que estuvieron en la cima, pero luego se exaltaron. Y voy a reemplazar ese podio mundial, con América del Sur. Y voy a colocar la corona que estaba en Europa, en América del Sur, porque Europa se viene para abajo.
Europa se hunde, dice el Señor. Juicio viene a América del Norte. Estados Unidos va a dejar de ser lo que era, juicio viene a México. Y todos aquellos que se fueron al continente norteamericano buscando una vida próspera, van a tener que bajar. Van a tener que bajar y van a tener que volver. Y la que era humillada la voy a exaltar.
Ustedes pregúntenme, dice el Señor, lo que tienen que hacer. Pregúntenme, a dónde tienen que estar, porque yo (Noelia) veo hormigas. Hormigas que corren de un lado para otro tratando de hacer un hormiguero, pero cuando lo estaban terminando lo tienen que dejar, para irse a vivir a otro lugar.
Y veo hormigas que son como soldados. Dice el Señor, las personas van a ser como soldados que abandonan la batalla. Porque el enemigo que viene contra ellas es tan grande que saben que no lo pueden enfrentar y abandonan, sus territorios. Y yo (Noelia) estoy escuchando ahora, me viene al espíritu, ese pasaje a donde Jeremías les avisaba que venía la destrucción, que iba a venir la destrucción a Babilonia. Viene la destrucción a Estados Unidos. Herramienta que utilicé para atraer a juicios a otras naciones. Instrumento de mi Mano, que va a dejar de ser. Y aquel instrumento que una vez me sirvió, para provocar distintas cosas en el resto del mundo, voy a dejar de usarlo, a este instrumento voy a dejar de usarlo.
Y los que se fueron a vivir para allá, dice el Señor, van a tener que huir de allí. Mi pueblo sigue poniendo, su esperanza en los hombres, en los presidentes, en las cabezas, en las naciones, en vez de en Mí. Y voy a provocar que cada cual que ha puesto su esperanza en Estados Unidos, deje de ponerla, para ponerla en Mí.
Voy a destruir todos los ídolos de las naciones y de los políticos y de los gobiernos en los que ustedes han puesto su esperanza. Y voy a provocar que vuelvan a depender de Mí. Hijitos, no pongan su confianza en nadie. Porque yo (Noelia) estoy sabiendo ahora que muchos venezolanos tienen todas sus fichas puestas en Corina Machado y en Edmundo. Pero dice el Señor, ¿por qué ponen su esperanza en los hombres o en las mujeres? En vez de Mí.
Abandonen la idolatría, pueblo mío, dice el Señor. Dejen de idolatrar a estos hombres y mujeres, cuya fuerza de sus brazos es extremadamente limitada. Nada pueden hacer sin Mí. Se están equivocando, hijitos, porque sus ojos están mirando a los líderes en vez de a Mí. Renuncien, a la idolatría. Renuncien, a poner todas sus fichas en ellos en vez de confiar en Mí. No he dicho, que los iba a rescatar. ¿Por qué confían en ellos y esperan en los hombres en lugar de en mis maravillas, milagros, señales y prodigios?
Yo lo voy a hacer, dice el Padre, pero lo voy a hacer a mi tiempo y a mi manera. Y no es la manera que ustedes están esperando. Sin embargo, vuelvo a ver esta estatua de maduro caer, y cuando cae hace gran estruendo, que retumba en las naciones de alrededor.
Hijitos, tengan esperanza, tengan esperanza, mientras estos vientos de cambio siguen soplando. Y recuerden que vienen de Mí. Entiendan el proceso que tienen que pasar para ser lavados, para después ser vestidos. Estoy purificando a las naciones, estoy purificando a América del Sur. Pero este proceso aún no se ha terminado. Pongan su esperanza en Mí, y en nadie más.
Tranquilicen sus espíritus, dice el Señor. Y vuelve a repetir por tercera vez, que se abracen a la única Columna fuerte que resistirá todo viento huracanado, la cual no puede ser conmovida, ni quitada, ni arrancada, ni destrozada, quien es Jesucristo el Señor.
Porque la fe de ustedes será probada en medio de este huracán de Dios espiritual, que está soplando y que va a seguir soplando un tiempo más sobre América del Sur trayendo cambios.
Vientos recios, vientos recios que soplan. Vientos recios que hacen temblar a distintos presidentes que sólo van a resistir, si hacen lo que Yo quiero que hagan. Oren, dice el Señor, por las autoridades. Oren para que mi pueblo tenga más fe. Oren para que su fe no falte y sean obedientes.
Yo estoy sabiendo ahora que hay una parte del pueblo de Dios que consulta a los brujos para preguntarles qué les espera a sus naciones. Yo estoy sabiendo ahora que algunos de ustedes están siguiendo a adivinas que comparten lo que ven en las cartas a través de internet. Porque no tienen paciencia de ver que Dios cumpla su Palabra.
Porque son como Saúl, dice el Señor, que como Dios no les daba la respuesta que quería, diciendo exactamente cuándo van a ser liberados. Entonces recurren a una adivina. Así como Saúl, que cuando Dios no le contestaba, dice la Biblia, ni por Urím, ni por Turím, ni por los profetas, ni de ninguna manera fue y consultó a la adivina de Endor.
¿Cómo me ofenden de esa manera? dice el Señor. No solamente no son pacientes los venezolanos, sino que me cambian, adulteran y fornican enseguida, preguntándole a otros dioses qué va a venir para su nación. Arrepiéntanse.
[1 Samuel 28:7, RVR1960] Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación.
Ustedes están haciendo esto, dice el Señor, y en vez de escuchar las voces de mis profetas, están buscando por desesperación escuchar adivinas y adivinos, brujos y brujas, que tirando las cartas están, adivinando sobre el futuro de Venezuela.
Arrepiéntanse, dice el Padre, antes de que sus casas sean cortadas por este huracán, si no se arrepienten y retroceden de este error. Así como Saúl fue cortado. Vientos de cambio, escucho, vientos de cambio para América del Sur. América del Sur está siendo sacudida, América del Sur está siendo preparada, está siendo lavada, está siendo enjabonada, pero está muy sucia, demasiada mugre hay en ella.
No es, no puede ser limpiada, dice el Señor, en cuestión de un día. Necesita tiempo para realizarse esta limpieza. Y después de la limpieza necesita tiempo para ser sanada, para ser restaurada y para ser preparada para después ser coronada.
Tengan esperanza, dice el Señor, pero sean sabios y sepan resistir a la prueba. En vez de pecar por ansiedad, por desesperación, renunciando inclusive, algunos de ustedes, a la fe de Dios.
[2 Reyes 1:3, RVR1960] Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?
Escuchen a mis voces, dice el Señor, que van hablando a mi pueblo en medio del proceso. Yo veo a los hebreos salir de Egipto pasando por el Mar Rojo y mientras el pueblo pasa, Dios le va hablando a ese pueblo a través de Moisés para que no estén a ciegas, para que entiendan el proceso, para que sepan por dónde tienen que ir, para que no se sientan solos, para que reciban consuelo, guía, dirección. Lo mismo está haciendo con los pueblos oprimidos de este tiempo.
Él tiene sus bocas para hablarle a su pueblo mientras van pasando por ese proceso de salir de la esclavitud y llegar a la libertad. Pero el pueblo muchas veces es igual a los hebreos que una vez que llegaron al desierto se hicieron un becerro de oro, porque Moisés no volvía por 40 días. Impacientes, dice el Señor, sepan esperar hasta ver su redención.
Vientos huracanados que vienen de Arriba, que son del cielo, que traen cambios, destitución, rompimiento de cadenas, levantamiento de cosas para ser quitadas, como cuando el huracán levanta las cosas hacia arriba. Vientos huracanados que arrancan árboles de raíz y una vez arrancados son destrozados en el aire a través de esos vientos.
Cambios terribles, impresionantes, enfrentamientos militares vienen a América del Sur, bombas que caen en territorios conflictivos, peleas por territorios. Vienen muchas cosas a América del Sur, pero cuando las vean cumplirse, recuerden que tienen un propósito celestial, para que cuando el ciclo donde estaban estas naciones se terminen, se levante el sol sobre este continente.
Así que el mensaje del Señor es que sus hijos tengan esperanza. Mientras sufren las últimas contracciones para ver las cosas de Dios nacer, los planes de Dios nacer. Muchas cosas van a salir a la luz en este tiempo que estaban escondidas, no solamente de Nicolás Maduro, sino de otros presidentes, así como está sucediendo, me habla ahora el Espíritu Santo en Argentina con el expresidente Alberto Fernández, que están saliendo a la luz la corrupción en la que él se movía, y nadie esperaba que se destape esta olla.
Dice el Señor, es Él el que está haciendo esto a través de estos vientos huracanados. Y el Señor ya lo había dicho, me trae al recuerdo ahora El Espíritu Santo, que Él iba a exponer a cabezas corruptas y a dictadores. Que Él iba a sacar a la luz lo escondido. Redes de corrupción iban a ser expuestas y es lo que estamos viendo en este tiempo y está sucediendo por causa de este huracán espiritual que el Señor está soplando.
Es tiempo de que el pueblo vea lo que ellos hacían en lo escondido, dice el Señor, para provocar a celo a los ciudadanos y que se muevan a favor de su libertad. Hijitos, soy Yo el que lo está haciendo, y cuando Dios habla de cabezas que Él está quitando y que va a quitar de presidentes, de dictadores, de líderes, no solamente lo habla sobre gente que están actualmente ahora en esos cargos, sino de gente que estuvieron en esos cargos.
Como el presidente de Chile, Piñeira, que también falleció hace unos meses. Estas cosas no son por casualidad, el Señor lo dijo y lo está haciendo. Y el hacha se sigue moviendo sobre cabezas que hostigaron a las naciones donde fueron colocadas, bajo el punto de vista de Dios.
El Señor está haciendo justicia y para traer esa justicia tiene que haber violencia, porque la justicia que Dios está aplicando tiene que ser por la fuerza en este tiempo tempestuoso.
Así como fue por la fuerza de Dios que el Señor sacó a los hebreos de la tierra de Egipto, de la esclavitud de Egipto, y pereció Faraón junto con todo su séquito. Van a haber cosas terribles, las van a seguir viendo. Cómo se ponen las cartas sobre la mesa y se exponen a los líderes de las naciones que se hacían ver de una manera cuando no lo eran.
Porque hay un pueblo que lo pidió, dice el Señor, porque hay un ejército de intercesores que lo clamó. Señor, trae a la luz lo que está escondido, muestra quiénes son nuestros presidentes. Muestra la verdad de los líderes que están sobre nosotros, pidieron ustedes y estoy respondiendo esas oraciones.
Así que no se asusten, dice el Señor, sino que sean justos, guarden sus casas. Pregúntenle al Espíritu Santo quiénes de ustedes tienen que guardar provisiones, también me dice el Señor. Almacenar alimentos y demás, porque viene guerra a América del Sur, entre otras cosas. Además de las pestes y todo esto que andan dando vueltas, que ya también el Señor lo había avisado.
Prepárense y sean sabios y ya no naden en la superficie. Porque el que no atienda al llamado a prepararse va a sufrir doblemente, dice el Señor. Por su propia pereza, por no escuchar, por no atender al aviso.
Pero lo estoy haciendo Yo, repite el Señor, porque el Espíritu me hace entender (Noelia) que muchos de ustedes piensan que todo esto está pasando al azar o que es el diablo, el que está atacando a las naciones y no entienden que es Dios el que pone y el que quita reyes y el que está provocando todas estas cosas tremendas que se están viendo en este tiempo en América del Sur, en todo el mundo, pero esta palabra es para América del Sur.
Sin embargo, el mensaje principal que quiere Dios hacerte llegar hoy es, es parte de mi Plan que se va a cumplir de la A a la Z y que tengas esperanza de que algo nuevo viene después de todo esto, antes del final de todas las cosas y que tienes que prepararte en Él y fortalecerte en la fe, mientras lo que Dios te está avisando que viene y que se está dando, pero que aún no termina, está sucediendo.
Así que el Señor te dice ahora, hijitos tengan paz y mientras vean la tempestad que se levanta alrededor de ustedes, recuerden que estoy en el mismo barco, recuerden que estoy con ustedes, y si ustedes se apegan a Mí, van a poder no solamente resistir a lo que tienen que pasar en medio de este huracán, sino que van a salir mejor que antes, porque los estoy refinando a través de este proceso, mi proceso.
Así que yo Noelia oro para que reciban paz ahora en el nombre de Jesús, para que reciban entendimiento ahora en el nombre de Jesús, para que reciban sabiduría de lo alto ahora, para que cada uno, de acuerdo a donde esté, sepa lo que tiene que hacer, cómo manejar su vida, su trabajo, su casa, su familia.
El Señor tiene su Mano sobre los justos, que no van a ser conmovidos mientras ven que todo vuela a su alrededor, si están parados sobre la Roca.
Muy bien hermanos, hemos cumplido con un nuevo mensaje, mediten sobre esto, oren, presten atención a sus sueños, porque Dios está confirmando lo que estoy hablando a través de sueños y visiones. Oren sobre esos sueños, oren sobre esas visiones, y no se entretengan, y cuidado con buscar profecías de adivinos, profecías por llamar de alguna manera.
Cuidado con lo que ven, con lo que escuchan, inclusive no lean los horóscopos, me avisa ahora el Espíritu Santo para que los alerte, porque hasta en eso están ustedes poniendo su foco, su atención, en vez de lo que Dios quiere hablar a través de sus bocas verdaderas, o a través de sueños, visiones, profecías, a ustedes mismos.
Cuidado, dice el Señor, con los astrólogos, que anuncian lo que viene para las naciones que a ustedes les interesan. Si estaban en esto, arrepiéntanse y pídanle a perdón al Señor, para que los lave y tenga misericordia de ustedes por haber cometido este pecado.
Todo lo que quieran que Dios hable, vayan a Él a preguntarle para que Él responda a través de sus vasos proféticos.
AMÉN 👑, gracias SEÑOR 👑
Estimada hermana Noelia,
Soy de México y he estado orando fervientemente por mi país. Mi corazón anhela ver el avivamiento de Dios llegar a todas las personas de México, incluso a aquellas que jamás imaginamos, y que nos redima.
Me gustaría saber si, además del juicio correctivo de Dios, hay una palabra de esperanza y restauración para México. Ya que Dios ha estado hablando del avivamiento, pero queremos saber si Dios tiene algo para mi país
Bendiciones
Amèn , gracias por advertirnos Dios de los ejercitos.