El Señor te bendiga, amado pueblo de Dios. ¿Cómo estás en este 9 de agosto del 2024? Nosotros, mi esposo y yo, el pastor y maestro Mándala, aquí al lado mío, y quien les habla, Noelia, vamos a realizar esta transmisión, porque entendemos que el tiempo es corto, que hay que redimir el tiempo, hay que aprovecharlo mientras estemos caminando sobre esta tierra; porque en esta noche el Espíritu Santo quiere hablar a las naciones de la tierra.
Yo escuchaba algunos nombres de esas naciones, como Bolivia nuevamente, como Ecuador, como Panamá, como Guatemala, y me venía a la mente lo que está escrito en los libros de los profetas. Podemos leer que los profetas iban profetizando para distintas naciones. Por ejemplo, en Isaías 13-14 podemos encontrar profecía contra Babilonia; en Isaías 15-16 podemos ver profecía contra Moab; en el capítulo 17, profecía contra Damasco; capítulo 18, profecía contra Etiopía; Isaías 19-20, profecía contra Egipto; Isaías 21, profecías contra Edom y Arabia; Isaías 22, el profeta profetiza contra Jerusalén; y Isaías 23, profecía contra Tiro. Cuando el Señor levanta un profeta a las naciones o un atalaya llamado a avisar lo que se viene para las naciones, es regular que el Señor lo utilice para dar distintas profecías a las distintas naciones de la tierra, y eso es lo que el Señor está haciendo en estos últimos días.
Amado Padre Celestial, Rey de gloria y majestad, bendito Dios eterno, Tú que eres bueno, Tú que eres poderoso, Tú que te encargas de cada nación de la tierra, porque por tu mano fueron creadas y a ti te pertenecen, y Tú haces lo que quieres con ellas. En este momento, heme aquí como vaso dispuesto, con una voz un poco quebrada, pero que aún te sirve para usarla, para que hables lo que quieras decir. No necesito pedírtelo porque yo sé que, como Tú me envías, Tú me vas a ayudar para que pueda terminar esta transmisión, para que pueda profetizar lo que Tú quieras, porque por tu Espíritu soy sostenida. Desde antes ya te agradezco por usarme, por elegirme, por enviarme, por más difícil que sea, por más que tanto duelan los golpes, los vituperios, las burlas, las acusaciones falsas, cualquier tipo de aflicción y dolor por los cuales tenga que pasar por amor a tu nombre.
Señor, heme aquí igual de todas maneras, porque si eso te glorifica, no hay nada mejor que entregarse a ti y que sacrificarme a ti, como Tú lo hiciste conmigo. Oh Espíritu Santo de Dios, comienza a moverte entre las aguas mientras vas fortaleciendo mi voz, comienza a abrir los corazones para que entiendan, comienza a abrir los oídos para que reciban esta palabra, comienza a revelar, comienza a colocar tu luz en las frentes de todos aquellos que quieran recibir la revelación de lo que vas a hablar hoy. Oh, Señor, empieza a colocar amor por tu palabra, no solamente por la palabra escrita, sino por tu palabra oral que hablas a través de tus voces proféticas de los últimos días. Oh, Señor, además te pido que confirmes todo lo que se va a decir que venga de tu parte durante este vivo. Tuya es la gloria, tuya es la honra, para ti es la alabanza. A ti, corresponde toda felicitación, toda admiración, Señor.
Nuestros ojos están puestos en ti y no en este vaso profético, que es solamente un instrumento para que Tú te glorifiques. Oh, Padre celestial, te amo, te amamos. Gracias por lo que vas a hablar hoy, porque tu pueblo necesita dirección, tu pueblo necesita guía. Tu pueblo no necesita saber absolutamente todas las cosas para amarte, para seguirte, para confiar en ti y para tener fe. Pero sí, dice la palabra, la Biblia, que tu palabra es lumbrera, a nuestro camino. tu palabra es lumbrera a nuestro camino. Señor, necesitamos de esta linterna que hoy vas a encender para iluminar a nuestros pies, para saber a dónde estamos parados y hacia dónde vamos, y para recibir las instrucciones que nos vas a dar, acorde a lo que se nos va a hacer revelado. En el nombre poderoso de Cristo Jesús, de Yeshúa, el Señor y el Salvador, amén.
[Salmos 119:105, RVR1960] Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
Yo vuelvo a ver la bandera de Bolivia, y el Señor quiere hablar sobre Bolivia. Anoche, cuando me acosté, me desperté varias veces porque soñaba que profetizaba para Bolivia. Soñaba que profetizaba para Bolivia y me despertaba con ese sueño, y cuando me volvía a dormir, volvía a profetizar sobre Bolivia. El Espíritu Santo me insistía para que vuelva a hablar sobre esta nación, por más que ya he hablado algunas veces, y no hace mucho publiqué una palabra corta sobre ella. Pero entendí que el Espíritu Santo quería volver a traer luz, porque se vienen tiempos complejos para Bolivia. Entonces, cuanto más es la complejidad, normalmente Dios habla más, para que su pueblo no esté a ciegas y entienda por qué está pasando lo que está pasando y por qué va a pasar lo que va a pasar. Así que aquí me dispongo como vaso abierto para que el Espíritu de Dios les diga a nuestros hermanos bolivianos lo que quiera, en el nombre de Jesús. Alabado sea el Señor.
Yo ya escucho al Espíritu de Dios diciendo: Bolivia, Bolivia, te llamo al arrepentimiento. Oh Bolivia. Yo (Noelia) veo que del mapa de Bolivia cae sangre. Veo el mapa de Bolivia y veo sangre chorrear en ese mapa. Y el Señor les dice a los bolivianos hoy: Hijitos, prepárense, prepárense, prepárense para lo que viene a Bolivia. Hijitos, prepárense, porque viene la espada, porque va a correr sangre en Bolivia. Y otra vez vuelvo a escuchar para Bolivia: agitaciones sociales, caos; caos social, caos social. Intercesores, levántense, dice el Señor, levántense a orar por Bolivia, porque viene la espada desenvainada y ya está llegando. Yo (Noelia) veo un jinete. Veo el jinete de color rojo nombrado en Apocalipsis 6 recorrendo el mapa de Bolivia, trayendo guerra.
Oh, sí, caos en las calles, sangre, muertos, enfrentamientos, enfrentamientos, enfrentamientos del pueblo contra el pueblo, enfrentamientos de los militares contra el pueblo, enfrentamiento del pueblo contra el gobierno, levantamiento del pueblo en Bolivia contra el gobierno. Veo gente en las calles que se pegan con palos, que toman herramientas para golpearse unos a otros, y anoche, cuando profetizaba dormida, escuchaba «estallido social». Hay estallido social que viene a Bolivia. Yo estoy sabiendo ahora que muchos de ustedes están pensando: «Sí, pero si en Bolivia regularmente pasan esas cosas, esas cosas son normales.» Y dicen: «Sí, pero Bolivia es ya inestable. No está diciendo nada nuevo.»
Sin embargo, yo veo una olla que arde y levanta su temperatura, pero aún no se le ha salido la tapa. Esta olla no está destapada, dice el Espíritu Santo de Dios. Todo lo que han visto hasta ahora es solamente una preparación de lo que se viene, porque va a estallar la olla. Prepárense, mis hijitos en Bolivia. Preparen la espada del Espíritu. Preparen la espada del Espíritu para batallar, porque esto es primeramente espiritual, porque el caballo rojo ha sido enviado. El caballo rojo ha sido enviado en lo espiritual a Bolivia, por eso esto que va a pasar, se está gestando en lo espiritual, porque el caballo rojo se ha enviado a Bolivia.
[Apocalipsis 6:3-4, RVR1960] Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
Y eso es lo que viene para Bolivia: el caballo de color bermejo, como dice esta versión, ha sido enviado a recorrer Bolivia, y al que lo monta le ha sido dado el poder de quitar la paz de sobre Bolivia y que se maten unos a otros. Se le dio una gran espada, y eso es lo que yo veía en esta visión: una gran espada clavada en Bolivia. Dice el Señor que sus hijos en Bolivia se tienen que armar, se tienen que preparar, porque van a tener que pelear una batalla espiritual en Bolivia. Que se pongan la armadura de Dios para pelear esa batalla, que se van a tener que defender con el escudo de la fe. Van a tener que pelear, dice el Señor, con la espada del Espíritu contra lo que se viene, contra lo que van a vivir.
Pero dice el Señor a los hijitos en Bolivia: tengan fe, amados míos. Los tengo en mi mano, a los míos, a los rectos, a los puros, a los obedientes, a los que han sido pesados en balanza y no me han fallado. A los que no me han fallado, a los que no han sido encontrados faltos en Bolivia, los voy a guardar, los voy a guardar. No es el juicio para ellos, no es el juicio para ellos. Pero sí serán probados, sí será probada su fe, y el Señor avisa lo que va a venir, porque veo esta olla ardiente, yo veo esta olla ardiente que se destapa, y cuando se destapa, salen militares de adentro, con armas, militares con armas. Prepárense para ver sangre, dice el Señor a los bolivianos. Prepárense, hijitos, para ver sangre en Bolivia, preparen sus corazones.
Porque viene guerra del pueblo contra el pueblo, estallido social, estallido social. Porque la espada, dice el Señor, a ese jinete se le ha dado una espada, para que la clave en Bolivia, y entonces quite de Bolivia la paz. Y yo anoche, mientras profetizaba, cuando dormía, el Espíritu me decía: en La Paz no va a haber paz. En La Paz en Bolivia, no va a haber paz. He aquí que quito la paz de Bolivia, dice el Señor, así como le quité la paz a Jerusalén, que es la ciudad de Salem de Paz. Así le quito la paz a La Paz de Bolivia. He aquí que quito la paz de algunas naciones de la tierra, que se han rebelado contra mí, que han seguido sus propios caminos, naciones a las cuales les he dado un tiempo para que se arrepientan y no me han buscado como se debe, no se han dedicado a mí. Mi pueblo no se ha arrepentido, no ha doblado rodillas, no ha ayunado como he indicado, no se han unido.
Y me vuelve a repetir el Señor que, así como en Israel, parte de lo que pasa es por la desunión que hay entre el mismo pueblo. Además de que no reconocen al Señor Yeshúa como Salvador, como el Mesías, además de la rebelión, otra de las razones por las cuales el enemigo entró como agua en Israel es porque ellos mismos están divididos, porque Israel está dividida. Entonces, dice el Señor que un pueblo dividido no puede permanecer, y como el pueblo de Dios en Bolivia no está unido, no puede permanecer y no puede contrarrestar lo que se está forjando en lo espiritual. No es, dice el Señor, más alto el clamor de mi pueblo que de los brujos en Bolivia, que la iniquidad, de la corrupción que hay en los gobiernos, en la sociedad, en el pueblo. es más alta la corrupción que la intercesión, que la fuerza de la intercesión y del ayuno del pueblo boliviano. El pueblo de Dios en Bolivia tiene que tomar conciencia de que se tiene que unir, se tiene que unir, y esto que traigo va a provocar que reflexionen en sus corazones y que entiendan que sin unión no van a lograr nada. Y me viene ese versículo que dice:
[2 Crónicas 7:14, RVR1960] Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Si se humillare mi pueblo, si se humillare mi pueblo, hijitos bolivianos, humíllense ante mí, dice el Señor. Entiendan que esta espada no es que va a venir, ya está clavada en el mapa de Bolivia, ya está clavada en el mapa de Bolivia esta espada y está clavada en lo espiritual para que después se manifieste en lo físico, quitando la paz del pueblo. Tengan fe, mis hijos, tengan fe. Yo veo gente de afuera también que interviene en Bolivia, o que viene como enemigo, no lo sé, pero veo gente entrar de afuera hacia Bolivia y me hace entender el Espíritu de Dios que, así como en Israel el enemigo entró como agua por afuera, como ríos por afuera, lo mismo va a pasar en Bolivia. Recuerden que lo que pasó en Israel el 7 de octubre de 2023 es una señal para muchas naciones de la tierra, y lo mismo que pasó allá se va a dar duplicado en otras naciones.
Israel fue la punta de lanza, Israel fue la señal, Israel fue el inicio de una serie de acontecimientos que se van a dar en las naciones, igual que lo que pasó en Israel o similar, en el mismo formato, en el mismo modelo se van a dar en otras naciones de la tierra. El Señor dice que este patrón que sucedió en Israel se va a repetir en naciones como en Bolivia, que el enemigo entre como agua desde afuera para quitar la paz. Así que estoy entendiendo ahora que no es solamente, que este jinete que quita la paz en Bolivia la quita de distintas maneras. El pueblo no va a tener paz con el mismo pueblo, el pueblo no va a tener paz con el mismo gobierno, los militares no van a tener paz ni con el pueblo ni con el gobierno y, además de eso, vendrán enemigos de afuera, porque las naciones no tienen unidad, porque las naciones están desunidas y mi iglesia no está unida, dice el Señor. Mi iglesia no está unida, si tan solo los míos se unieran para clamar.
Dice el Padre: Si tan solo los míos se unieran para clamar verdaderamente por su nación, las cosas darían un giro de 180 grados. Pero la iglesia está dormida, dice el Señor, y toma todo liviano, superficial y no escucha las advertencias de los atalayas. Hijitos, sean prudentes y escuchen este aviso y ármense también ustedes, dice el Señor al pueblo boliviano, ármense del escudo de la fe y de toda la armadura. Dice Dios: Ayunen de manera también individual para ustedes, para tener fuerza, para que tengan fuerza de resistir esto que viene. Oh, hijitos, escuchen lo que el atalaya avisa, escuchen, lo que los atalayas están avisando, hagan algo. Hijitos, reaccionen, reaccionen, porque cuando caiga la sangre en Bolivia no va a estar en las manos de los atalayas que avisaron, dice el Señor, va a quedar en sus propias manos. La sangre derramada, la culpa de esa sangre la van a llevar aquellos que no escucharon las advertencias, no mis atalayas que advirtieron, como dice Ezequiel.
[Ezequiel 3:17-19, RVR1960] Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.
Entiendan que lo que se viene es grande contra Bolivia, dice Dios, que voy a destapar la olla, que va a haber arrestos de políticos. Veo arrestos de políticos, veo arrestos de políticos en Bolivia. Va a ser una olla que se destapa, dice el Señor, y trae caos, trae confusión y trae conflictos desatados, conflictos armados, conflictos violentos. Porque recuerden que este es un tiempo violento, como dijo el Señor desde hace tiempo en este ministerio, este año donde dijo el Señor que vendrían cambios violentos al mundo. La violencia se dará como moneda corriente, dice el Señor, más aún de lo que se está dando ahora en el mundo, hijitos. Y ustedes siguen mirando, cualquier cosa menos a mí. Y ustedes siguen entretenidos, en vez de enfocarse en mí. Ustedes siguen, buscando carrera, buscando concretar sus proyectos personales, en vez de levantarse a ustedes mismos como un edificio en mí.
Hijitos, ármense y oren por Bolivia, porque Bolivia es una de las naciones que en este tiempo necesita más oración, más clamor, más intercesión. También me viene que aún, aún si el pueblo de Dios en Bolivia no hace lo que tiene que hacer, no clama como el Señor espera, no ayuna como el Señor espera, no toma en serio los avisos y reacciona, no se une como Dios espera; que aún si ellos no responden, entonces, el Señor dice, los hermanos de las naciones de alrededor pueden, provocar una reacción o una disminución de este juicio por su clamor, por su ayuno, por su unión. Porque aún el Señor dice que, si un pueblo, cuando viene el juicio sobre un pueblo, cuando viene un juicio sobre un pueblo, si el pueblo de adentro de esa nación no responde, estamos hablando del pueblo de Dios, de los hijos de Dios adentro de la nación, aún el Señor puede escuchar si el resto del pueblo de Dios clama, que está desparramado en las otras naciones. ¡Oh, aleluya, alabado sea el Señor!
El enemigo no quiere que se dé esta palabra, el enemigo no quiere que se dé esta palabra porque sabe que es importante para el pueblo de Dios en Bolivia. Y el Señor vuelve a hablarle a los hermanos bolivianos: Hijitos, resistan, resistan, mientras esta tormenta pasa. Resistan, mientras remuevo todo lo que no tiene que estar en Bolivia. Resistan, dice el Señor, mientras remuevo todas las cosas que están ensuciando a Bolivia. Resistan la barrida, resistan la barrida. Hijitos, tengan fe en mí, que yo los estoy mirando. Hijitos, dice el Señor, pongan sus ojos en mí y resistan, porque estoy barriendo la casa, estoy limpiando la casa, dice el Padre. Estoy limpiando los muebles, estoy limpiando el piso, estoy prendiendo la luz que estaba apagada en Bolivia, resistan, mientras sacudo a esta nación, porque yo veo un terremoto en Bolivia otra vez.
Ya en el año 2019, publiqué una profecía sobre este tema, donde la espada, dijo el Señor, estaba clavada ya en Bolivia. Ahí el Señor ya me mostró que venía un terremoto a Bolivia, y ahora me lo repite de nuevo el Padre. Dice el Señor que va a sacudir la tierra boliviana, va a sacudir la tierra boliviana, y esto va a ser una señal del sacudimiento que viene a Bolivia. Yo veo temblar la tierra en Bolivia, y yo sé que mientras estoy hablando, algunos de ustedes que son bolivianos, o que son intercesores o profetas, están recibiendo lo mismo que yo recibo en el espíritu. Dice el Señor que Él va a sacudir todas las cosas en Bolivia, porque ha llegado el tiempo de la retribución, pero también es para limpiarla, porque Bolivia ha sido pesada en la balanza de Dios y ha sido encontrada falta, y ha salido una sentencia contra esta nación, que será de juicio.
Pero al mismo tiempo, para los hijos de Dios, que Dios va a guardar, será de prueba y no de juicio. Será de prueba para ellos y no de juicio. Y el Señor les dice que resistan mientras Él cumple sus propósitos en Bolivia. Alabado sea el Señor. Y el Espíritu me repite: intercedan, porque viene sacudón, porque viene inundación. Es terremoto, son inundaciones, es rebelión popular, políticos que van presos, caídas y cortes de cabezas, agudización del problema económico. Sí, la economía se viene un poco más abajo, me dice Dios. Ahora, para los impíos, esto es juicio, pero para los hijos es prueba. Voy a probar a mis hijos bolivianos, voy a probar a mis hijos bolivianos, para ver si realmente me aman como dicen, porque están muy cómodos, sentados en las congregaciones en Bolivia, diciendo y proclamando la fe y el amor que tienen por Mí, dice el Señor.
Pero ahora quiero ver que me demuestren lo que dicen. Yo los voy a guardar, pero voy a ver cuántos de ellos son fieles, y voy a aprovechar esta limpieza que traigo, para calentar a los que ahora están tibios. Y vuelvo a ver que el Señor hace así, a la nación de Bolivia, la hace temblar. El piso se va a mover debajo de los pies de los bolivianos porque derramo de mi copa sobre ella, dice el Señor, derramo de mi copa sobre ella. Así que el Señor lo ha hablado con este ímpetu, con esta fuerza, con esta insistencia, para que todos los que interceden por las naciones entiendan que la situación es seria, que la situación se va a complicar en Bolivia, y si no hay los suficientes intercesores en el vallado, esto no va a disminuir, porque este juicio no va a frenar, no hay forma de frenar este juicio, porque es consecuencia del pecado de hace mucho tiempo de Bolivia, me dice el Señor.
Pero sí podría ser menguado, y tenemos que interceder para que los hermanos bolivianos puedan resistir y ser fuertes en medio de esta tormenta que viene, amén. Para que muchos se conviertan y sean evangelizados durante este estallido social que vuelvo a escuchar. Yo amo a Bolivia, dice el Señor, y al que amo lo disciplino. Yo al que amo disciplino. Yo del que amo me ocupo, y le voy a cambiar las vestiduras a esta dama boliviana. Voy a cambiar sus vestiduras, y le voy a mostrar su verdadera identidad. Porque yo, Noelia, sé ahora, por revelación, que sobre el país de Bolivia hay una potestad de inseguridad. Es como un espíritu territorial que se encarga de hacer sentir inseguros a los bolivianos, como desmerecerse, desvalorizarse, y esto está tan generalizado en las personas que son de Bolivia porque hay una potestad que gobierna sobre los aires en Bolivia.
Que está encargada, especializada en tergiversar su identidad, en hacerles creer que no sirven, que no valen, que no cuentan, que son menos, y en hacerlos sentir inseguros. Y también de miedos, hay muchos miedos generalizados en los bolivianos. Así que el Señor revela esto para que todos los bolivianos que escuchen esta palabra peleen contra estas cosas, se divorcien de estas cosas, no crean lo que el diablo les habla al oído cuando les habla de miedos, de inseguridad, de desvalorización y demás. Porque sin querer, hasta los hijos de Dios han hecho pacto con estos principados, se han casado con estos demonios de inseguridad, de desvalorización, de miedos, de distintos miedos. Ellos no conocen su verdadera identidad, hay una falta de sanidad de la identidad en Bolivia de forma generalizada, me dice el Señor. Es algo generalizado que tienen la identidad tergiversada, no se pueden ver al espejo de la palabra como realmente son.
Se perciben o se auto perciben mal, de una manera diabólica, de una manera demoníaca. Y el Señor habla esto para que estemos orando, intercediendo para que Dios sane a los bolivianos y quizás les pueda quitar esos derechos legales que tienen estos principados, y para que el Señor los remueva de los aires de arriba de Bolivia, como lo estoy viendo ahora. Tengan fe, dice el Señor, y escucho la palabra bendición. Tengan fe, y resistan el trato, porque después de la tormenta sale el sol. Después de la tormenta va a salir el sol, pero tengo que tratar, dice el Señor, con los pecados de Bolivia. Y vuelvo a escuchar la palabra bendición. Después de que la tormenta sobre Bolivia sea menguada, sea quitada, sea removida, las nubes se van a abrir, el sol va a comenzar a brillar y va a llover provisión del cielo nuevamente. Pero primero el Señor va a tratar con esta tierra muy fuerte.
Y una vez que esa espada, que ya está clavada en el territorio boliviano, sea quitada, porque yo, veo la mano de Dios que toma esa espada y la quita de Bolivia, una vez que termine el trato con ella, Bolivia va a comenzar un proceso de sanidad. Bolivia va a comenzar un proceso de restauración. Pero primero viene el caos. Recuerden que el Señor ha hablado. Entiendan que es necesario que venga esto, dice Dios, para que después de borrar lo que no sirve, después de soplar con lo que no tiene que estar, después de quitar lo que tiene que ser removido de Bolivia, después de limpiarla, Él la va a comenzar a sanar, y Él le va a comenzar a proveer y la va a levantar de ese golpe. Pero esto viene para humillación de Bolivia, esto tiene que traer humillación, porque lo que se exalte tiene que ser humillado, y lo que se humille tiene que ser levantado, y después de la humillación viene el levantamiento, así como Venezuela fue humillada y sigue siendo humillada, pero el Señor la va a levantar. gloria a Dios. Gracias, Padre.
[Mateo 23:12, RVR1960] El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Yo, Noelia, veo que esta palabra ha sido clavada en el corazón de los bolivianos. Sienten que tienen una daga en el corazón, los partió al medio. Pero dice el Señor que su Palabra es así, que su Palabra es como martillo que quebranta la piedra, que su Palabra es como espada de doble filo que, cuando entra en nuestro corazón, lo divide. Y duele la Palabra de Dios, pero dice el Señor que la verdad a veces duele y que es una forma de amar, que elijan siempre la verdad por más que duela, y que Él les avisa a los suyos lo que viene a través de atalayas como yo. Para que sepan desde antes de que suceda, para poder prepararse, para poder ir en ayunos y oración al cuarto secreto, a buscar a Dios, para poder fortalecerse espiritualmente y materialmente también prepararse, para resistir lo que viene. Por eso Él habla, amén. Porque Él no deja ciegos a sus hijos, no los deja a sus hijos en callejones sin salida, en oscuras.
Entiendan que esto tiene que pasar, no lo nieguen, dice el Señor, porque yo veo algunos que dicen: no puede ser, no puede ser, porque esto no los va a ayudar. Negar la verdad no los va a ayudar, sino más bien entender que esto viene de Dios, que esto tiene que pasar para que Bolivia sea limpiada, levantada y restaurada, y que el Señor les avisa porque los ama y porque no deja a sus hijos a oscuras sin avisarles lo que viene. Amén. La gloria sea para Dios. Gracias, Señor. Yo veo que, durante este proceso boliviano, el Señor va a levantar a muchos profetas, porque en tiempos de crisis y de dificultad el Señor habla más para que la gente, su gente, no se sienta sola, para que su gente sepa lo que Dios va haciendo y lo que espera de nosotros y reciba las instrucciones. Y yo veo que, mientras este proceso se da en Bolivia, el Señor va a levantar muchas voces proféticas, que vayan avisando lo que va a venir, lo que va a pasar.
Así como hizo con Venezuela, que cuando comenzó la destrucción sobre Venezuela, la caída de Venezuela, Dios levantó muchos profetas para que profeticen sobre Venezuela, para que sus hijos tengan luz en el camino. Lo mismo va a hacer Dios en Bolivia, la gloria sea para Él. Así que el Señor les dice: Hijitos, he aquí que les pongo lumbreras en sus caminos, focos que alumbren en medio de esa oscuridad por la cual van a pasar. Escúchenlos a los que vienen de mí, a los atalayas verdaderos, porque se les va a avisar, los tiempos por donde van a caminar, y van a ser probados para ver si los escuchan en primer lugar, y en segundo lugar, para ver si reaccionan después de escuchar esos avisos que envío a través de ellos, dice el Padre. Amén. Aleluya, gracias, Señor.
Protejan a sus hijos, dice el Padre. Oren por sus hijos, oren para fortaleza de sus hijos, prepárenlos, avísenles lo que va a venir, para que ellos también se sientan fortalecidos en la Palabra y vean que el Señor avisa lo que viene desde antes de tiempo. ¡Aleluya! gracias Padre amado. Pero yo, Noelia, vuelvo a ver que después de esta tormenta, la bandera de Bolivia, que antes la veía sangrando al principio de esta palabra, yo veo ahora que empieza a limpiarse de esa sangre, que empieza a brillar, que empieza a resplandecer, y que el sol sale para Bolivia y empieza a alumbrar esta bandera. Tengan fe, dice Dios, y confíen en mí. En medio de los tiempos duros, Yo muestro mi misericordia. ¡Aleluya!
Porque hay muchos comedores, comedores para darle de comer a la gente que se van a levantar en este tiempo en Bolivia, comedores para ayudar a los pobres. Se van a levantar por orden del Señor, y esto es confirmación para algunos de ustedes, para darle de comer a los que tengan necesidad. Aleluya, porque a los hijos de Dios que estén en justicia y que no tengan que ser probados en esa área, el Señor les va a proveer todo lo que necesiten. Así que limpien sus vestiduras, caminen en justicia y arrepiéntanse de lo que tengan que arrepentirse, para que el Señor coloque su mano sobre ustedes, mientras esto viene a Bolivia. Amén. ¡Aleluya! gracias Padre, gracias poderoso Dios eterno.
Bendecimos a todos los hermanos bolivianos que están escuchando, que van a escuchar esta palabra. Señor, imparte fe, que la fe no les falte en medio de esta prueba, Padre. Que la sabiduría no les falte, para que sepan lo que tienen que hacer, lo que tengan que hacer, y que la valentía de predicar y de hablar de parte de Dios aumente, en tus hijos bolivianos, mientras Bolivia pasa por este proceso. Alabado sea el Señor, en el nombre de Jesús, amén. Guau, ahora sí siento como si me hubiera descargado de este peso que tenía por Bolivia desde anoche, mientras profetizaba en sueños. gloria a Dios, alabado sea el Señor bendito Rey Eterno.
Y ahora yo, Noelia, escucho la palabra Panamá, escucho la palabra Panamá. Yo veo un lingote de oro en Panamá, y veo ahora una moneda de oro en Panamá. Yo veo una moneda de oro en Panamá, vuelvo a escuchar Panamá, y el Señor dice: oren, hijitos, oren por Panamá. Oren, por la sequía, oren, por los problemas hídricos de Panamá, porque a mí me parece ver el canal de Panamá como que el agua va para abajo, como que el agua disminuye en el canal de Panamá. Veo falta de agua en Panamá y veo el canal de Panamá por donde pasan los barcos, y veo que el nivel del agua baja, y hay una sequía, y escucho Panamá, Panamá, Panamá, y yo veo un calor terrible en Panamá, como un calor abrasador y al mismo tiempo falta de agua, muchísimo calor, las temperaturas muy altas en verano y al mismo tiempo el agua que baja, y escucho la palabra sequía. Oren por Panamá, dice el Señor, porque se vienen tiempos difíciles en lo que es el clima.
Veo el clima complicado en Panamá, los recursos naturales, y también veo una selva en Panamá y veo una lluvia torrencial en la selva. Y veo que en esa selva llueve torrencialmente, inundando un poco la selva, y escucho el Darién, el Darién, y veo que en la selva llueve torrencialmente y queda como inundado el terreno, con barro, con troncos tirados, con ramas tiradas, y escucho la palabra intransitable. Y veo que ahí en el Darién, que es, si no me equivoco, una selva que está entre Panamá y Colombia, yo veo ese lugar como si fuera una trampa de ratones. O sea, en la selva veo una trampa de ratones en esta visión, que se traga a las personas. Yo veo la selva de Panamá y veo en la selva una imagen, una visión, donde en la selva hay una trampa grande, esas trampas que son como que se abren y cuando el ratón entra se cierra o algo así veo, no las conozco, pero veo eso. Y veo que esa trampa, cuando las personas entran a esta selva, esa trampa se las traga, las atrapa.
Yo veo que esta trampa se traga a las personas. Veo una trampa grande que está esperando que entren las personas para tragárselas, digamos, para que esta trampa los atrape. Y la veo cercada a la selva, veo un cerco alrededor de la selva. Oren, dice el Señor, para que las personas no pasen por ahí, porque la situación se va a agravar y esta trampa se va a comer a más inmigrantes, a más personas. Oren, para que se pongan más límites, más fuertes alrededor, para que la gente no pueda entrar en ese lugar. Porque yo veo que, espiritualmente hablando, tiene como un agujero ese lugar; en el espíritu es como un hueco a donde los que entran caen ahí adentro. Muchos de los que entran caen ahí adentro.
Y tiene cercos puestos alrededor. Estoy viendo como rejas. Alrededor tiene puestos, pero la gente entra igual, y no entienden que ahí se mueven espíritus de muerte, me dice Dios, que los están esperando para que entren y quitarles la vida, si fuera posible. Porque este pozo que está en el Darién, espiritualmente hablando, anhela almas. Es un lugar oscuro, y no saben los inmigrantes que cuando entran para cruzar por ahí, ¿dónde se están metiendo? Que se están metiendo en la boca del lobo, pero esto no es en primer lugar algo físico, sino espiritual, dice Dios. Y el Señor está revelando esto porque dice que los intercesores oremos para que los gobiernos que están involucrados en este canal, escucho yo, en este paso, tomen medidas extremas para que la gente no ingrese en ese lugar. Oren para que este paso se cierre de verdad.
Yo veo muros como la muralla china, veo muros de concreto, veo muros de cemento que se han colocado; Veo muros que dividen fronteras para que no pase la gente. Veo muros de cemento, y me dice el Espíritu que oremos para que los gobernantes que están involucrados en ese paso levanten murallas para que la gente no entre, porque de otra manera este lugar espiritual se va a seguir comiendo a mucha gente. Es decir, intercedamos, me dice el Señor, para que los gobiernos hagan algo serio, para que no se lleve más gente este lugar. Yo veo un muro, como los muros de cemento que se suelen levantar en las fronteras de los países para que no se crucen directamente de un lado a otro. Y yo veo que esta es la solución por la cual hay que orar. Dice el Señor que intercedamos por estas personas para que no pasen por ahí, para que esta catástrofe de muertes frene, para que los gobiernos realmente hagan algo fuerte al respecto. Hijitos, tengan misericordia, porque las personas que pasan por ahí están desesperadas, piensan que salen a buscar un futuro mejor, que tienen que cruzar ese Valle de la Muerte. Escucho Valle de la Muerte, para que las personas no pasen, dice el Señor, ustedes oren.
Oren para que estas personas que quieren pasar por ahí, pensando que van a encontrar una vida mejor, no encuentren la muerte en su lugar, dice el Señor, porque ese es un Valle de la Muerte que no está hecho para que pasen por allí, y que justamente esa selva está puesta ahí como barrera natural. Pero que, si no se respeta, entonces se pagan las consecuencias. Intercedan por esto, dice Dios, intercedan con fe, hijitos. Oh, aleluya, gracias Padre. Y me viene que, en otras palabras proféticas, el Señor ha dicho que en estos años que vienen la migración de país en país iba a ser tremenda. ¿Cuántos de ustedes escucharon esa palabra? El Señor dijo a través mío que iba a haber tantos cambios en los países, tan violentos y tan graves, que mucha gente se iba a mover, pero en un nivel aún mayor de lo que está sucediendo ahora. Yo veía pájaros que cruzaban de un lado a otro en esa visión, y que la migración iba a aumentar.
Entonces, lo que está diciendo el Espíritu de Dios ahora y recalcando es que los problemas migratorios van a agravarse; los problemas migratorios entre las naciones van a ser peores. Porque recuerden que, como hemos dicho, las naciones que están abajo, algunas van a levantarse, y las naciones que están arriba, algunas de ellas van a caer. Entonces, en estos cambios, los que se habían ido a las naciones que están bien, como Estados Unidos, van a regresar a sus países, si es que el Señor levanta esos países, y si no, van a salir de Estados Unidos y se van a ir a otros países. Es decir, que van a venir movimientos. Entonces, el Espíritu me indica que oremos por esto también y que sepamos que la migración va a ser un problema en los últimos tiempos.
Y escucho la palabra nómadas, escucho la palabra nómadas. Muchas personas van a ser como nómadas, como lo que sucedió en la antigüedad va a volver a repetirse en este momento, porque la gente no va a encontrar descanso, me dice el Señor. La gente no va a encontrar descanso, van a irse de los países en los cuales se vengan abajo o que pasen por procesos fuertes. Se van a ir de sus países pensando que se van a un lugar mejor, y lo que les va a pasar a muchos, que no estén dirigidos por el Espíritu de Dios, es que les va a salir exactamente lo contrario de lo que buscaban. Entonces, como vengo diciendo hace como un año por el Espíritu Santo, va a ser clave en este tiempo. El libro del Éxodo es clave en este tiempo porque es lo que está pasando y lo que va a pasar en muchos aspectos de la vida del hombre. Así que yo vuelvo a escuchar la palabra migración, migración.
Panamá, yo escucho que en Panamá se va a agudizar el problema migratorio que tiene, porque veo muchos pájaros que llegan de distintos lugares a Panamá. Y veo que Panamá ya tiene un problema migratorio, pero el Señor dice que esto se va a agudizar y que estos problemas migratorios en distintos países van a provocar levantamiento del pueblo porque va a haber tantas diferencias culturales. Adentro de una misma nación va a haber tanta mezcla de gente que se van a encontrar esas cosas, no se van a llevar bien. Entonces, así como cuando a Israel se le mezclaban los pueblos de afuera y venía demasiada gente de afuera y se mezclaba la cultura de los de afuera con los de adentro y demás, esto a la larga provocaba problemas y pecados para con Dios y provocaba que los israelitas se contagiaran de los ídolos que traían los extranjeros y demás, esto mismo se va a repetir en este tiempo, en estos últimos tiempos.
Cuando en realidad el hombre ya debería haber aprendido a estar estable, a estar en paz y demás, el espíritu dice que va a hacer lo contrario, que las cosas se van a agravar y que la gente se va a mover de un lado a otro. Yo veo mucha gente con valijas yendo para el norte y después volviendo para el sur, y cuando vuelve para el sur no encuentra la paz. Entonces se van para el este, y así la gente va a ser como nómadas, va a ser como nómadas. No van a saber, no van a tener descanso de sus pies, me dice el Señor, menos aun los que no estén guiados por el Espíritu de Dios. Por eso el Señor avisa sobre estas cosas, para que los suyos, para que sus hijos entiendan que tienen que aprender a seguir la guía del Espíritu Santo. Si ustedes no aprenden a seguir la guía del Espíritu Santo, van a estar en problemas, porque van a caer en trampas, migrando o emigrando para lugares donde Dios no los ha llamado. Entonces dice el Señor que tengamos cuidado, que nosotros, los que somos guiados por el Espíritu de Dios, como dice la Biblia:
[Romanos 8:14, RVR1960] Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Si le preguntamos al Señor a dónde tenemos que estar, si nos tenemos que quedar en nuestra nación, o si tenemos que ir al norte, al sur, al este o al oeste, esto va a ser clave para guardarnos.
[Daniel 12:4, RVR1960] Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.
Porque esa profecía es para ahora, muchos correrán de aquí para allá. Y no estaba hablando, Daniel, solamente de que íbamos a poder volar en aviones, y de que la ciencia aumentaría y eso, sino que está hablando de los problemas migratorios de este tiempo. Amén.
[Deuteronomio 28:65, RVR1960] Ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma.
Que esto no nos pase a nosotros, los hijos de Dios, sino que aprendamos a seguir a la paloma blanca, me dice el Señor, que en esta visión representa al Espíritu Santo. Sigamos a la paloma blanca, que la paloma blanca va a guiarnos para decirnos lo que tenemos que hacer. Muchos de ustedes ya saben que viene juicio a Estados Unidos, que hemos profetizado, no solamente yo, sino varios profetas, atalayas a las naciones, que Estados Unidos se viene abajo en muchos aspectos de la vida del hombre, y que los que se fueron para allá buscando una vida mejor van a tener que salir de ahí. Pero pregúntenle al Espíritu Santo lo que tienen que hacer, porque también Dios se va a guardar un remanente adentro de las naciones en juicio, justamente para hacer la luz en medio de la oscuridad. Es clave que le pregunten al Espíritu de Dios hacia dónde moverse, si moverse o no, si quedarse o salir, y cuánto tiempo y demás, ¿de acuerdo? ¡Aleluya!
Porque en este tiempo, me dice el Señor que, así como va a aumentar la migración entre los países, el Señor va a levantar más misioneros, misioneros que van a ser como pájaros blancos y resplandecientes en medio de esas bandadas de pájaros que vuelan de un lado a otro emigrando. Porque yo veo eso ahora, ¿vieron que los pájaros vuelan de un lado a otro de acuerdo a la estación, ¿verdad? Pero el Espíritu compara la migración de las personas con el comportamiento de los pájaros, que los pájaros se cambian de lugar, inclusive de continentes, yendo de un lugar a otro acorde a lo que van necesitando. Bueno, lo mismo se va a agudizar con las personas en el mundo, y en medio de esas bandadas de pájaros, van a estar los pájaros blancos del Señor, que representan a los misioneros de estos últimos días. ¡Aleluya!
En medio de estas bandadas de pájaros van a estar los misioneros de Dios volando de un lado a otro, llevados por el Espíritu de Dios. ¡Aleluya! Llevando la Palabra de Dios de un lado a otro, me dice el Señor, gracias Padre. Hijitos, estoy poniendo luz en estos últimos tiempos. Y yo veo que muchos de ustedes están contentos con lo que Dios está hablando hoy, como que se sienten llenos de la Palabra de Dios, reconfortados, guiados, porque no es lo mismo saber, es decir, no es lo mismo que venga algo difícil sin que uno esté avisado, que venga algo difícil y que uno ya lo haya sabido. Porque dice la Biblia que el avisado ve el mal y se esconde.
[Proverbios 27:12, RVR1960] El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y llevan el daño.
Y también podríamos decir, se preparan. El avisado ve el mal y se esconde, sí, porque dice la Biblia que el avisado ve el mal y se esconde. Y también podríamos decir que se preparan, sí, el avisado ve el mal y, si es sabio, se prepara, agrego yo. Amén, ¡Aleluya! gracias Padre, misericordioso, que estás moviendo tu mano entre las naciones.
Y yo escucho la palabra Guatemala ahora. ¡Oh, Guatemala, Guatemala, que no querés arrepentirte! ¡Dura de cerviz, terca como la mula! Y así como el Espíritu nos mostraba, nos decía que sobre Bolivia hay principados de inseguridad, de desvalorización y de miedos. Sobre Guatemala hay principados de terquedad, me dice el Señor. Los guatemaltecos, gente terca, dura de cerviz, difícil de mover. Una vez que se clavan, dice el Señor, en el camino como las mulas que no quieren avanzar. Por eso me dice el Señor que en Guatemala la cosa tiene que ser por la fuerza, que Dios tiene que moverlos por la fuerza, porque por lo suave no reaccionan. Porque cuando el guatemalteco se planta en algo, nada ni nadie lo puede mover de ahí, y el Espíritu tiene que soplar más fuerte aún en los hijos de Dios en Guatemala, porque no son de mover fácilmente.
Y yo escucho: duros de cerviz, duros de cerviz. Cerviz que tiene que ser quebrada para reaccionar. Yo veo una piedra que cae sobre Guatemala. Veo una piedra cayendo sobre este país. Esta piedra representa juicio y representa la justicia del Señor, que golpea Guatemala. Esta piedra quiebra el terreno de Guatemala cuando golpea sobre ella, también provocando temblor de la tierra. Esta piedra golpea sobre Guatemala y la tierra tiembla y se parte un poco. Esto significa que el Señor la va a sacudir para que reaccione. Pero dice el Señor a los guatemaltecos: hijitos, ustedes humíllense delante de mí. Ustedes ablanden su cerviz. Ustedes ablanden sus corazones y pídanme un corazón de carne más blandito, para volverse aún más sensibles a la voz del Espíritu Santo, que los va a guiar para que sepan lo que tengan que hacer. Oh Guatemala, vengo por ti, dice el Señor.
Yo veo su bandera que se raja al medio. Veo la bandera sucia de Guatemala y veo que el Señor la raja al medio. Traigo juicio sobre Guatemala, dice el Señor, porque no quiere arrepentirse. He enviado a mis profetas, he enviado a mis voceros, y no los escuchan. Muchos son como Balaam, que no quiso escuchar mi voz, como Balaam, que igualmente quiso ir a donde él quería ir, como Balaam, que ni siquiera escuchó la voz del animal. Así son muchos en Guatemala, no quieren escuchar mi voz. Se cierran los oídos, se ponen tapones para no escucharme, para no recibir mi corrección. Arrepiéntanse, dice el Señor, arrepiéntanse de esta dureza, porque viene la piedra que cae sobre Guatemala, para quebrarla. Pero tengan esperanza, dice el Padre, tengan esperanza, porque estoy quebrantando a muchas naciones que tienen la cerviz dura. No son solo ustedes, les dice el Señor a los guatemaltecos, los que tienen la nación dura.
Son varias naciones que voy a quebrantar, dice el Padre, por ser duros de cerviz, por tener la frente dura, porque yo los veo, a los guatemaltecos, como un toro que se choca contra una pared y hace para atrás, y vuelve a chocarse la cabeza contra la pared. Duros de frente, cabezas duras, como toros que no quieren aprender, y que van para adelante para chocarse con esa pared una y otra vez. Oren, dice el Señor, para que sean ablandados esos corazones. Oren para que los velos caigan en Guatemala, oren para que decidan abrir sus oídos para escuchar mi voz, porque viene quebrantamiento, dice el Señor, viene movimiento de la tierra en Guatemala, se va a mover la tierra en Guatemala. Yo veo un terremoto en Guatemala y veo a la gente siendo damnificada por este terremoto. Veo que casas caen, que la gente corre tratando de salvar a los suyos.
Veo gente corriendo por las calles de Guatemala, llena de tierra y de piedras, como cuando un terremoto sucede en un lugar y se caen los edificios, y los que están cerca se llenan de esos escombros. Escucho escombros. Viene un terremoto a Guatemala. El Señor va a sacudir esta tierra. Oren por eso, para que tal vez este terremoto disminuya en grados y no sea tan fuerte como está determinado a suceder, porque la oración de un pueblo puede cambiar el curso de las cosas, repite el Señor. Intercedan por las naciones, hijitos, dice el Padre, porque vienen cosas fuertes, nación contra nación y pueblo contra pueblo, guerras y rumores de guerras, terremotos y hambres y pestes, hambruna. Hijitos, intercedan, es un tiempo clave donde mis intercesores se tienen que levantar, tienen que abrir sus bocas, tienen que clamar. El Señor hoy me decía: Hijita, habla, habla, clama, clama, dice el Señor, como voz en cuello me decía el Señor.
Porque veo la bandera de Guatemala partida al medio, rajada al medio. Crisis, crisis ecológica, escucho, sobre Guatemala. Oren por arrepentimiento, dice el Señor. Oren para que se quebranten delante de mí. Oren para que se humillen, y me pidan la salvación, y me pidan perdón de tanta idolatría, de tanta brujería, de tanta contaminación. Yo no sé, yo, Noelia, estoy sabiendo que en Guatemala se explotan mal los recursos naturales, que se está maltratando la tierra, me dice el Señor, que los recursos naturales no se valoran ni se manejan, como debería ser en Guatemala. Yo estoy sabiendo eso ahora, que el agua está siendo contaminada. Y veo suciedad como mugre en la tierra, escucho contaminación. Estoy sabiendo ahora que hay mucha contaminación en Guatemala, pero esto es un reflejo de lo espiritual. Lo físico refleja el estado espiritual de Guatemala, me dice el Señor.
Oren para limpieza, dice Dios. Oren para que venga limpieza sobre Guatemala y para que los dirigentes tomen decisiones sabias que tienen que ver con el manejo de los recursos naturales, porque el no valorar los recursos naturales, el no manejarlos bien, el no ser diligentes con el manejo de los recursos naturales va a traer juicio a Guatemala. Porque si Dios les da agua y no la cuidan, la desperdician, o la ensucian, la contaminan, o no la tratan como el Señor espera, esto es menospreciar los recursos que Dios nos da. Me dice Dios: permiten la basura, veo mucha basura en Guatemala.
Yo estaba viendo esto: mucha basura, mucha basura, y el Señor está enojado con esto, con ensuciar su tierra, con maltratar la tierra, con no ocuparse de quitar esa mugre. Pero también es un reflejo de lo que está sucediendo a nivel espiritual. Así que el Señor dice a los intercesores que oremos por limpieza en Guatemala, en primer lugar, en lo espiritual, y en segundo lugar en lo físico. Amén. Gracias, Señor, porque yo escucho negligencia, escucho negligencia de los dirigentes, negligencia de los que están a cargo de estas oficinas que tienen que ocuparse del agua, de la limpieza, de los recursos naturales, de limpiar la mugre, las calles y todo esto. Es un país muy dejado, me dice el Señor, que no se ocupa de su casa, es decir, de su tierra, de su nación, y el Señor está enojado con esta actitud porque es como si nosotros dejáramos que nuestra casa se ensucie, se contamine, se llene de tierra, de mugre, y no la limpiáramos, ¿sí? Amén, gracias, Padre.
Así que viene crisis sobre Guatemala: terremoto y problemas hídricos por no manejar bien los recursos que Dios da. Y escucho religiosidad, también hay mucha religiosidad en esta nación, me dice el Señor. Aparentar que se tiene fe cuando no es real, hablar de las cosas de Dios, pero no hacerlas. Estoy enojado con un pueblo que me confiesa de labios, pero no me conoce en Guatemala, dice el Señor. Así que oren por la religiosidad, para que verdaderamente sean honestos en las cosas espirituales, para que los hijos de Dios dejen de aparentar que aman a Dios y lo empiecen a amar de verdad. Para que ellos sean limpios y muestren la luz de Cristo en medio de tanta suciedad y de tanta oscuridad. Amén. gracias Señor.
Pero el Señor me dice que Él va a bendecir a los suyos, a los que se preocupan por poner en orden su casa, en Guatemala, Amén. Y dice el Señor que Él tiene su mano sobre los suyos, los que sí son rectos, los que sí son limpios, no sólo en lo espiritual, sino también en lo físico. Porque vivir mugriento en lo físico también es un pecado, porque es no ocuparse del templo del Espíritu Santo. Tener la casa mugrienta para un hijo de Dios es un pecado, en lo físico estoy hablando. No limpiarla, no tenerla como se necesita, ordenada y limpia al menos, es negligencia, es maltrato contra los recursos que Dios nos da, me dice el Espíritu de Dios. Así que ocúpense, de estar limpios, de estar ordenados y de dar testimonio de Cristo en sus vidas y en sus casas en Guatemala, me dice el Señor. amén, alabado sea el Señor.
Y también veo mucho alcohol en Guatemala, mucha gente que toma demasiado alcohol, muchos borrachos, como una debilidad especial por el alcohol. Es un pecado muy regular el beber demasiado en Guatemala, me revela ahora el Señor. Así que hasta hay hijos de Dios que están escuchando esta palabra que tienen que arrepentirse. Tienen que arrepentirse de tomar demasiado. Porque como están en una cultura bebedora, piensan que es normal beber tanto, me dice el Señor, pero no es así. Arrepiéntanse de tomar tanto vino, en Guatemala. Límpiense, mis hijos guatemaltecos, para que los pueda bendecir, porque muchos de ustedes me están pidiendo provisión. Pero primero tienen que limpiarse. Limpiar sus vestiduras, para venir enfrente de mi trono limpiecitos y ordenados y presentarse delante de un rey con respeto, dice el Padre. Sí, ¡Aleluya!, gracias Señor, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
Bueno, también veo tabaco. El Espíritu me muestra mucho tabaco en Guatemala, muchísimo tabaco. Así que el Señor dice: arrepiéntanse de esto también en Guatemala. Son muchos los pecados, y todo eso ha venido formándose en una montaña de mugre espiritual, me muestra el Señor, donde ha llegado a un punto que el Señor ha golpeado su martillo en su escritorio para enviar juicio a Guatemala, para sacudir a esa tierra que no están cuidando y que están ensuciando en general. Esa mugre ha formado una montaña que se ve en lo espiritual desde lejos. Es decir, que los ángeles ven desde lejos al país de Guatemala con una montaña de mugre en ella, en lo espiritual, y tiene que ser limpiada. Así que arrepiéntanse en primer lugar ustedes de pecar con estas cosas, dice el Padre, de ser banales y carnales.
Y vengan a mí para que los perdone, limpiándose, dice el Señor, y les responda ahí sus oraciones. Amén. ¡Aleluya! Gracias, Padre celestial. Oh, vuelvo a ver esa bandera quebrada, rajada al medio de Guatemala. La bandera de Guatemala que se raja al medio. Aún será desprestigiada entre las naciones, dice el Padre. Mucha mugre que las naciones ven desde afuera. Intercedan por esto. Intercedan por esto, dice el Señor, para que quizás el juicio sea menguado, aunque no quitado. En el nombre de Jesús. Amén.
Yo escucho la palabra Ecuador y lo veo en llamas. Ecuador está ardiendo, me dice el Señor. Ecuador está en un proceso donde el fuego lo está purificando. Yo veo a todo el país de Ecuador en el mapa y lo veo encendido en llamas, llamas que no cesan, y ese fuego que estoy viendo, estoy sabiendo que es para purificarlo, para purificar a Ecuador. Es un fuego que no se corta, es un fuego continuo, que a veces baja un poquito y vuelve a subir, pero siempre está ahí y aún no se apaga. Y el Señor dice: estoy purificando a Ecuador, lo estoy pasando por un refinamiento de fuego. El fuego está ardiendo, el fuego los está quemando, dice el Señor, pero es por un propósito, es por un propósito, que estoy quemando a Ecuador. Y dice: estoy alertando a los míos, a los ecuatorianos, a que me busquen en soledad.
Yo, Noelia, estoy viendo a muchos ecuatorianos que oran y que interceden por su nación. gloria a Dios. Hay muchos intercesores, inclusive hermanos ecuatorianos que no tienen un ministerio de intercesión, pero que sí están orando por Ecuador, me muestra el Señor. Que en Ecuador es fuerte la oración que se está levantando a Dios. ¡Aleluya! El Señor los mira desde arriba y los ve cómo doblan sus rodillas en Ecuador y cuántos levantan las manos y lloran para aclamar a Dios, los ecuatorianos, por la situación de violencia que se está dando en Ecuador. Porque ellos sienten el fuego de esa purificación, me dice el Padre. Los ecuatorianos lloran y sufren y me piden que frene. Que frene este juicio, que frene la violencia. Yo estoy sabiendo que ustedes, los ecuatorianos, están pidiendo, por favor, que frene la violencia, que frene el narcotráfico, que frene la corrupción.
Y el Señor les dice: Amados hijitos míos, los estoy escuchando. Sus clamores están subiendo, a mi trono. Estoy escuchando y estoy recibiendo, y me agrada, dice el Señor, ese sacrificio. Estoy agradado de sus peticiones, porque sí hay un pueblo en Ecuador que se humilla, que sí está clamando, que sí se está humillando, que sí está confesando los pecados de su tierra. Y ese clamor sube, y el Padre dice: Continúen, continúen, hijitos. Continúen, para que Yo responda con paz a Ecuador. Que Yo responda con paz a Ecuador. Yo estoy viendo ahora como montes o montañas en Ecuador, en donde se dice que se mueven objetos voladores no identificados. Yo estoy viendo eso ahora. Estoy sabiendo que Ecuador habla mucho de ovnis, de supuestos extraterrestres. Que se dice que hay muchos avistamientos de ovnis, me dice el Espíritu Santo.
Pero esto es un engaño, dice el Señor, no lo crean ustedes, hijitos. Ustedes levanten su vista al cielo, pero para mirarme a mí, no para avistar, escucho. Estas cosas que se dicen que andan volando por los cielos ecuatorianos, porque no es cierto, estos objetos voladores no identificados son ilusiones. Ilusiones ópticas, que están creadas por la mano del hombre y que se proyectan en los cielos para engañar a la población. No crean el movimiento que se va a venir en Ecuador sobre este tema de los aliens. No se prendan en eso, les dice el Señor a los hijos. No sigan esta corriente de la nueva era. No adoren ni idolatren, a estos seres proyectados en los cielos, escucho yo. Hijitos, no caigan en el engaño, vuelve a repetir el Señor, porque son señales falsas.
Y dice el Padre: Ciertamente, Yo estoy haciendo señales, provocando señales en los cielos ecuatorianos. Y por eso el enemigo metió su mano para falsificar otras señales, para confundir a mi pueblo en Ecuador. Ustedes, dice el Señor, pidan discernimiento porque viene un gran engaño sobre Ecuador en esta área. Oh, hijitos, abran los ojos y distingan bien de dónde viene cada señal. Porque yo, Noelia, estoy viendo mucho movimiento en los cielos ecuatorianos. Veo movimientos, que aparecen cosas y desaparecen, formas geométricas en el cielo y demás. Y como el Señor está provocando señales que vienen de su parte, como dice la Biblia, que habría señales en los cielos, el diablo quiere dominar ese terreno para provocar sus señales falsas, para engañar al pueblo y que no presten atención a las señales que sí vienen de Dios.
Así que tengan cuidado con eso, dice el Señor. Pero resistan, ecuatorianos, resistan a esta ola de violencia que se está moviendo en Ecuador. Resistan, y yo, Noelia, me parece ver que va a menguar un poco. Esta ola de violencia en Ecuador va a menguar. Yo veo esta ola que inició grande, pero que después se va desparramando y se va calmando. Y esto quiere decir que el Señor va a responder la oración de los ecuatorianos, porque sí hay un pueblo en Ecuador que se humilló delante de Dios. Y el Señor está recolectando esos sacrificios de oración y va a responder con una disminución en esta ola de violencia que hoy, 9 de agosto del 2024, está muy alta. Sí, tengan esperanza y terminen de interceder, dice el Señor, hasta que el proceso se complete. Amén. ¡Aleluya! Gracias, Padre Amado.
Yo estoy viendo muchos recursos naturales en Ecuador. Hay buenas cosas que explotar en Ecuador, pero también hay corrupción, y veo como si Ecuador vendiera mal sus recursos hacia afuera. Como alguien que desperdicia. Como alguien que no cobra por lo que vende como debería cobrar. Y el Señor dice nuevamente que intercedamos para que los líderes en Ecuador tengan sabiduría comercial en vender los recursos que tiene Ecuador y que no regalen lo que Ecuador produce. Y también veo, como se saca productos de adentro, escucho contrabando. Sí, subvaluado, Hay mucho contrabando. Hay mucho contrabando porque yo veo recursos que salen de Ecuador, pero no ingresa el dinero. Y es como si fueran negocios turbios que se hacen. Hay contrabando de los recursos internos de Ecuador, me dice el Señor. Y por eso viene juicio a las cabezas que están haciendo esto.
Viene juicio a los contrabandistas en Ecuador, me dice el Señor, porque Él ha pesado en su balanza estos actos. Este contrabando está empobreciendo al pueblo porque se pierde dinero que debería entrar a la nación. Entonces, Ecuador está regalando sus recursos, empobreciendo al pueblo, y va a pagar por eso. Así que, en ese sentido, viene juicio para Ecuador por contrabandear los recursos y perjudicar al pueblo de esta manera. El Señor vuelve a repetir que oremos por esto y que los suyos en Ecuador no frenen la oración, que sigan clamando, que sigan buscando. Y el Señor dice que Él les va a proveer todo lo que necesiten mientras estén en justicia. Oren por eso, dice el Señor. Ayunen por el tema del contrabando. Intercedan por el tema del contrabando, porque se viene un ajuste de cuentas con las personas que están haciendo esto adentro de Ecuador.
Y van a ver cómo vuelan cabezas, dice el Señor, de líderes que facilitaron el transporte de dinero. Van a ver cómo vuelan cabezas, de líderes que facilitaron el transporte de estas mercaderías y el regalarlas. Así que yo veo revueltas en la política y en las oficinas de administración. Va a haber problemas en esa área. Intercedamos por esto. Amén. Gracias, Señor. Yo bendigo a todo aquel que escuchó estas palabras, estos mensajes. Gracias por las instrucciones, Espíritu Santo. No sólo por la revelación, sino por las instrucciones, Señor. Oremos por los presidentes. Recuerden que el Señor había dicho que a partir de este año 2024 se iban a ver muchas cabezas de presidentes cortadas, reemplazos de presidentes.
Cambios abruptos de las ideologías de los presidentes. Es decir, por ejemplo, presidentes de izquierda que son quitados y reemplazados por unos de derecha o viceversa. Cambios violentos, muertes de presidentes. Y desde esa profecía hemos estado viendo cómo esto se está cumpliendo. Y ahora estaba leyendo también que otra cabeza más ha sido quitada por el Señor en Bangladesh, donde, la señora Hasina, la primera ministra de Bangladesh, tuvo que dimitir de su cargo por las protestas del pueblo después de 15 años al mando. Por un intenso levantamiento popular, dicen las noticias. Las protestas dejaron cientos de muertos y ella tuvo que huir en helicóptero, dejando el puesto que tuvo por 15 años. Y cuando veía esta noticia, me acordaba de lo que había dicho el Señor, de que muchas cabezas que representan líderes y gobernantes de las naciones, que habían estado gobernando por muchos años en muchas naciones, iban a ser quitadas a partir de este 2024.
Ustedes pueden encontrar esas profecías en mi canal. Cambios de presidentes, muertes de presidentes, quitas de presidentes, reemplazos de ideologías, inclusive he dicho que el pueblo iba a sacar presidentes, como en este caso. Y lo vemos cómo se está glorificando el Señor con esta palabra. Y esto lo hago para su gloria y para que presten atención y tomen en cuenta lo que Dios habla y hagan lo que tengan que hacer. La gloria es para Él. Amén. Muy bien, le damos la gloria al Señor por todo lo que ha hablado hoy. Y recuerden que, si ustedes son de distintas naciones y quieren recibir palabra de esas naciones, no me las tienen que pedir a mí. Tienen que ir al Señor y pedirle a Dios que hable sobre esas naciones. Y Él va a usar las bocas que Él quiera. Amén.
Llevemos toda esta oración y escuchemos a los otros atalayas verdaderos de Dios para completar este rompecabezas profético que Dios va hablando y saber por dónde tenemos que caminar. Gracias por sus oraciones. El Señor ha sido bueno y me ha permitido terminar con estas cuatro naciones con lo que Él quería decirles. Les mandamos saludos. Mi esposo Mándala y yo desde Argentina. La gloria sea para Dios.