Dios te bendiga, amado pueblo del Señor. Hoy es 18 de marzo del año 2024 y estoy aquí nuevamente como vaso profético para que el Señor derrame de sus aguas de bendición a ustedes a través mío, para que el Señor hable lo que Él quiere hablar. Porque no son muchos, si bien existen los vasos proféticos que se disponen abiertamente y 100% a hablar lo que Él quiere decir. Existe mucho temor en lo que es profético.
Existen muchas bocas cerradas que cuando el Señor les indica lo que tienen que hablar se cierran. Existen corazones que dependen más de la aprobación de los hombres que de su Creador. Entonces el Espíritu de Dios se pasea sobre la tierra buscando vasos disponibles, vasos alcanzables, vasos que realmente se dispongan a ser usados por el Señor 100% y completamente y no desechar una parte del mensaje de lo que Dios quiere hablar.
Así que por eso estamos aquí en este 18 de marzo del 2024, para que el Espíritu de Dios le hable a las iglesias sobre lo que Él considere importante. Yo estoy viendo a un pueblo, a un pueblo que sale de la tierra de Egipto. Yo estoy viendo al pueblo de los hebreos que salieron de la tierra de Egipto.
¡Gloria al Señor! Porque también ya se me ha sido entregada la interpretación de esta visión y el Señor lo que quiere decir es, hay un pueblo hoy en día que es la iglesia del Señor Jesucristo, que en la Biblia está mencionada como el cuerpo de Cristo, nosotros los que somos los miembros de su cuerpo. En estos últimos días el Señor nos está sacando de la tierra de Egipto, que en esta visión representa falsas doctrinas, falsas enseñanzas, doctrinas de demonios, sectas religiosas.
Es decir, el Señor está rescatando a su pueblo, aparte de su iglesia, si bien no todos están operando bajo creencias erróneas o esclavizados por causa de moverse bajo doctrinas demoníacas que se han predicado durante mucho tiempo y que lo siguen haciendo ahora. Sí hay un remanente entendido que no está en Egipto, pero el Señor está rescatando en estos últimos días, a través de vasos como éste, a aquella parte del cuerpo de Cristo, que son hijos de Dios, pero que por causa de falta de entendimiento, por causa de haber creído y de estar operando en doctrinas erróneas, en doctrinas de hombres, en doctrinas demoníacas, en apostasía en parte, por causa de la falta de fe y demás, están simbólicamente en Egipto porque están esclavizados, están atados, no consiguen soluciones para sus vidas, muchos están enfermos, otros están en ruina.
Están pasando por distintos tipos de esclavitudes, pero no debido a un tiempo de prueba o a un tiempo de entrenamiento de parte de Dios para esos hijos de Dios, sino que debido a la esclavitud que provoca la falta de conocimiento de las Escrituras, de entendimiento de ellas, la falta de revelación de lo que el Señor nos habló y de lo que provocan creer, tomar y caminar en esas falsas doctrinas que se han predicado durante tanto tiempo, y el Señor en este tiempo, en estos últimos días, a donde se está preparando el escenario para el fin de todas las cosas, a donde se está preparando el escenario para la venida de nuestro Señor Jesucristo y también para la aparición del Anticristo.
Entonces, antes de que esto ocurra, el Señor está rescatando a aquellos que están equivocados, a aquellos que están en error, los está limpiando, los está refinando y está rompiendo el Señor en este tiempo becerros de oro, becerros de oro que, en esta imagen, en esta visión, representan estas falsas doctrinas, estas doctrinas de demonios que se están predicando en parte en estos tiempos.
El Señor quiere y se preocupa por todo su pueblo, por todos sus hijos, y a través de estas enseñanzas proféticas lo que hace, en parte, es preocuparse por aquellos de ustedes que no están viendo la bendición de Dios en algunas áreas de sus vidas por causa de estas cosas que nombré anteriormente, que aún, siendo hijos de Dios, aún, habiéndose bautizado en el agua, aún, habiendo recibido el don del Espíritu Santo, inclusive aún, sirviendo a Dios y operando los distintos dones que concede el Espíritu Santo como Él quiere, dice la palabra de Dios, se ven atados, se ven esclavizados, están oprimidos, están deprimidos, están tristes, no tienen libertad, no saben seguir la guía del Espíritu Santo para sus vidas, no llevan fruto como deberían llevarlo y demás. Y esto es lo que simboliza esta visión que veía al principio de esta transmisión, de ver a los hebreos saliendo de la esclavitud de Egipto y yéndose en dirección a conquistar la tierra prometida. La Biblia dice:
[Gálatas 5:1, RVR1960] Estad pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Porque de eso se tratan estas últimas transmisiones que estoy haciendo proféticas, de eso está hablando el Espíritu de Dios durante estas últimas transmisiones, está hablando de que hay una sección, hay una porción de la iglesia del Señor Jesucristo de aquellos que están nacidos de nuevo, de aquellos que conforman el cuerpo de Cristo, que salieron de Egipto cuando conocieron al Señor y cuando lo proclamaron y lo hicieron Señor de sus vidas, cuando nacieron de nuevo.
Esta porción de la torta, porque vieron que a veces les hablo de la iglesia como una torta que veo en visión, cortada en distintas porciones ¿verdad? Es una misma torta, pero hay porciones de esta torta que es la iglesia del Señor Jesucristo que está en distintas condiciones que otras porciones de esa misma torta. Entonces el Espíritu decía que hay una porción, hay una porción de esa torta, de esos hijos de Dios, ciudadanos del reino de los cielos, personas que han nacido de nuevo en agua y en espíritu, como dice Juan capítulo 3, que alguna vez cuando estaban en el mundo y conocieron al Señor y se convirtieron al Señor y nacieron de nuevo, salieron simbólicamente de la tierra de Egipto que en ese momento representaba el mundo ¿verdad?
Pero lo que sucede muchas veces es que después al ir creciendo, al ir conociendo la palabra, al ir conociendo al Señor, porque esto es un proceso, entraron falsas doctrinas en sus vidas que en vez de llevarlos a un nivel cada vez más alto de libertad empezaron a esclavizarlos de igual manera y esto sería semejante a como cuando los hebreos una vez que salieron de la esclavitud de Egipto, estando en una transición en el desierto, igualmente se hicieron un becerro de oro.
Lo que simboliza este becerro de oro que yo estoy viendo en esta visión, que en vez de ser los hebreos en aquel tiempo de Moisés es la Iglesia de Cristo de estos últimos días, estos becerros que yo estoy viendo simbolizan falsas doctrinas que los hombres han establecido dentro de las congregaciones y que están provocando error, dolor, falta de libertad y todo tipo de fruto que traen las obras de las tinieblas y no de la luz.
Y lo que está haciendo el Señor, y en parte a eso se refiere, eso significa que el Señor esté restaurando algunas cosas en estos últimos días, que toda doctrina que funcione en estos días como un becerro de oro, que te desvíe del camino de la verdad y que te provoque estar atado y no libre, pobre y no prosperado a la manera del Señor, enfermo y no con salud como el Señor te quiere. Y vuelvo a repetir, cuando en esas ocasiones no son porque el Señor te está haciendo pasar por una prueba o te está entrenando para algo que viene después.
Toda doctrina diabólica que se está moviendo en las congregaciones, que son de Cristo Jesús en estos últimos días, está siendo destruida y va a ser destruida. La biblia dice:
[Éxodo 32:1, RVR1960] viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón y le dijeron, levántate, haznos dioses, que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
Gloria al Señor por esta palabra.
Entonces lo mismo sucede hoy, hay ministros, ministros de la casa de Dios, pastores, maestros, profetas, evangelistas, apóstoles y otro tipo, ancianos y otro tipo de ministros dentro de la casa de Dios, que durante todos estos años atrás y aún hoy en día, donde la apostasía está creciendo como plantas que son regadas y que el sol les da continuamente y no paran de crecer, pero hay estas doctrinas que estas personas equivocadamente y por distintos motivos han estado arraigando pero profundamente, muy profundamente, en las enseñanzas, en las congregaciones de las iglesias cristianas, vamos a llamarles evangélicas porque así se las llama normalmente, en este tiempo el Señor está destruyendo esos becerros, los está rompiendo, los está destrozando y todo aquel que no se acomode a esta limpieza que el Señor está haciendo en su casa va a ser barrido juntamente con esas doctrinas. Es decir, así, y me viene ahora también y dice:
[1 Pedro 4:17, RVR1960] porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios, y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
Continuando con este relato, en esta transmisión el Señor está equiparando la salida de los hebreos de la tierra de Egipto hasta conquistar la tierra prometida con lo que está sucediendo hoy con la iglesia del Señor Jesucristo. Entonces es importante que lean en estos días el libro del Éxodo, adonde relata esta historia de cómo Dios sacó al pueblo de los hebreos de la esclavitud de Egipto, que estuvo bajo esa esclavitud por 400 años, si no me equivoco, ¿verdad?
400 años fueron que los hebreos estuvieron bajo la esclavitud de Egipto, y el libro del Éxodo relata cómo el Señor los sacó con mano fuerte y extendida, con maravillas, señales, milagros, prodigios, y todo el proceso de los 40 años, si no me equivoco, que el pueblo de los hebreos estuvo en el desierto hasta que finalmente la generación siguiente fue la que conquistó la tierra prometida, ¿verdad?
Entonces, durante esta transmisión profética, el Espíritu de Dios asemeja esa historia del libro de Éxodo y de la salida de los hebreos de Egipto hasta conquistar la tierra prometida con lo que está haciendo con el cuerpo de Cristo en estos últimos días. Es decir, el Señor está haciendo lo mismo que hizo en aquel momento, simbólicamente hablando con nosotros, con los hijos de Dios, con los que conformamos el cuerpo de Cristo en estos últimos tiempos.
Y esto es lo que sucede, todo aquel que quiera seguir arraigado a diversas falsas doctrinas que los demonios han predicado a los pastores, no todos obviamente, pero algunos, y a todo tipo de ministros que han enseñado estas doctrinas de demonios desde hace tantos años. Todo aquel que no entienda que el Señor está destruyendo estos becerros de oro que están llevando al pueblo de Dios de estos últimos días a descarriarse, a descarrilarse, a perderse, a ensuciarse, inclusive a veces a perder la salvación, estoy viendo.
Todo aquel que no siga la corriente de lo que el Señor está haciendo va a ser quitado del medio, así como cuando murieron todos aquellos que aún después de haberles destruido el becerro de oro, siguieron pecando contra Dios en esa transición hasta conquistar esa tierra prometida. Porque dice la palabra del Señor que el Señor no los perdonó y murieron no sé cuántas almas que habían salido de Egipto, imagínense, el Señor los había rescatado de esa esclavitud, los sacó de esa esclavitud terrible a donde estaban, tremenda, para que después, en vez de conseguir la tierra prometida, lo que tanto habían anhelado por tanto tiempo, el Señor destruyó a muchos que cayeron todos juntos en un mismo día. Dice la Biblia:
[Éxodo 32:25-29, RVR1960] viendo a Moisés que el pueblo estaba desenfrenado porque a Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos, (qué fuerte), se puso Moisés a la puerta del campamento y dijo ¿Quién está por Jehová? Vénguese a mí de los hijos de Levi y todos los hijos de Levi se juntaron a él y él les dijo, así ha dicho Jehová, Dios de Israel, poned cada uno su espada sobre su muslo, pasad y volved de puerta en puerta por el campamento y matad cada uno a su hermano, amigo y vecino, y los hijos de Levi lo hicieron conforme al dicho de Moisés. Y esta es la parte que el Espíritu me traía. Y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. Entonces Moisés dijo, hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado hoy a costa de su hijo y de su hermano para que él os dé hoy bendición.
Esto es un aviso nuevamente de lo que el Señor está haciendo en su casa en este tiempo y que ya ha comenzado. El Señor está desarraigando enseñanzas que en realidad las podemos llamar de hombres, pero no tienen la raíz en los hombres sino en los demonios. De hecho, la palabra del Señor nombra la frase doctrinas de demonios y esas doctrinas de demonios que hace tanto tiempo están esclavizando a los hijos de Dios en las congregaciones, el Señor las está destruyendo, el Señor las está barriendo y va a suplantar esa mentira por su verdad. La biblia dice:
[1 Timoteo 4:1, RVR1960] pero el Espíritu dice claramente que, en los postreros tiempos algunos, (es importante leer algunos no todos), algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.
Y una de las cosas que hacen estos espíritus provocando que la persona sea una apóstata de la fe es justamente que esa persona deje de caminar por fe y vuelva a caminar por vista o lo empieza a hacer, que esa persona caiga de la gracia para volver a las obras, que esa persona se olvide de adónde el Señor lo sacó cuando lo rescató del mundo para darle una salvación tan grande y vuelva a su propio vómito. Que una persona que alguna vez estando en el mundo estaba tan atado, tan esclavizado, tan oprimido y muchas otras cosas más, teniendo la oportunidad de ser completamente libre a través de la sangre del Calvario, pudiendo recibir sanidad, liberación, bendiciones en todas las áreas de sus vidas, esté todavía encarcelado, esté todavía empobrecido, esté todavía enfermo y muchas cosas más.
Porque una doctrina de demonios que estos espíritus le predican a los hombres adentro de algunas congregaciones siempre va a traer fruto de muerte. Y de hecho yo estoy viendo que algunos de ustedes han soñado que veían árboles que, en vez de dar frutos buenos, frutos nutritivos, frutos lindos para comer, frutos maduros, estos árboles están dando frutos podridos, frutos llenos de moho, frutos que, por fuera, quizás estoy viendo en este sueño que el Espíritu de Dios me está mostrando, parecen muy apetecibles para comer, muy bonitos por fuera, pero por dentro están llenos de muerte.
Así son las doctrinas de demonios, son llamativas, son tentadoras, a veces hasta son divertidas, son entretenidas, son fáciles de escuchar, lindas de escuchar y nos predican justamente lo que nuestro corazón quiere oír, pero que no siempre es lo que necesitamos. Dice la biblia:
[Mateo 7:19, RVR1960] todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
El Señor está pasando hacha sobre los altares, como he venido diciendo hace ya algunos años y que hemos estado viendo lamentablemente el cumplimiento de esta profecía en distintas maneras, en donde muchas congregaciones físicas están siendo destruidas por los acontecimientos climáticos como huracanes, inundaciones y demás, o por ejemplo por el fuego en las ciudades y este tipo de cosas, y también estamos viendo lamentablemente y con dolor, no con alegría, que se está cumpliendo esta palabra cuando nos enteramos que algún otro pastor cayó muerto cuando estaba predicando en el altar, así como Ananías y Zafira, que algún adorador mientras estaba alabando supuestamente al Señor en un escenario lleno de gente, le dio un ataque cardíaco, un ACV o cualquier otro tipo de cosas y se murió en el mismo acto en donde supuestamente estaba entregando ese sacrificio de alabanza al Señor.
Estamos viendo que esta palabra se está cumpliendo y cada vez más estamos viendo cómo a través, por ejemplo, de la pandemia del COVID, cuántos siervos de Jesús se murieron a través de ese dicho, ¿verdad? Es decir, el Señor está limpiando su casa y el Señor va a seguir limpiando su casa y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y todo árbol que sí dé buen fruto será podado y será tratado para llevar aún más fruto y que sea mejor.
Estos son los tiempos que estamos viviendo en estos meses, en estos años, de estos últimos días. La biblia dice:
[2 Timoteo 4:3, RVR1960] porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.
Y estamos en estos tiempos, pero el Señor está tratando con su casa, está tratando con su iglesia y está levantando instrumentos como quien les habla para venir con la espada de la palabra a destruir estas doctrinas demoníacas, a derribar estos hechizos de encantamientos que encandilan a los hijos de Dios como a los gálatas insensatos que fueron encantados. Porque en este tiempo hay hechizos que se están enviando a las iglesias, a las congregaciones, a los hijos de Dios, para si fuera posible encantarles al igual que estaban encantados los gálatas, fascinarlos, como dice la escritura en Gálatas, capítulo 1, si no me equivoco.
¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién los fascinó? ¿Quién los fascinó? Y lo más triste de esto que me está hablando ahora el Espíritu Santo es que no son solamente las brujas y los brujos que se filtran entrando en las congregaciones para, si fuera posible, hechizar y fascinar a los hijos de Dios y que caigan rendidos ante falsas doctrinas, sino que el diablo está encantando a los hijos de Dios a través de los mismos pastores, a través de los mismos predicadores, a través de los mismos siervos que quizás alguna vez comenzaron bien pero después se torcieron, se descuidaron o están pecando en distintas cosas, abriendo las puertas en sus vidas y permitiendo así que estas doctrinas de demonios ingresen a sus espíritus, las crean, las tomen y las prediquen a los congregantes.
[Gálatas 3:1, RVR1960] oh Gálatas insensatos, ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad? A vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado.
Es decir, habiendo visto las cosas que han visto, habiendo saboreado las cosas que ya saborearon, habiendo entendido las cosas que ya han entendido, muchos hijos de Dios, no inconversos, estamos hablando de los hijos de Dios, de los que forman parte de ese cuerpo de Cristo, de esa iglesia del Señor Jesucristo, de esa torta de la cual siempre les hablo, habiendo saboreado el don del Espíritu Santo y los poderes del siglo venidero, como dice la Biblia, igualmente recaen o se dejan colocar un velo en los ojos, se dejan fascinar, se dejan encantar, porque la culpa no solamente la tienen los predicadores que están lanzando estos velos a los congregantes cuando predican doctrinas falsas de demonios, doctrinas erradas, doctrinas que nada tienen que ver con la verdad de las Escrituras y del Evangelio del Señor Jesucristo, sino que el que se deja hechizar, el que quiere escuchar esas mentiras, el que quiere caminar en ese camino de error.
Y una de esas doctrinas de demonios que se está predicando con toda su fuerza en estos últimos días es que no debemos caminar por fe, sino por obras, que no estamos bajo la gracia, sino que debemos volver, aunque nunca estuvimos ahí porque la ley dada por medio de Moisés era para los hebreos para aquel tiempo, bajo ese viejo pacto, como dicen las Escrituras, porque así lo llama. Una de estas doctrinas de demonios que se está moviendo fuertemente en este tiempo, esclavizando a los que alguna vez habían estado en libertad, caminado en libertad, es que debemos caminar por obras y no por fe.
Dice el Señor, despierten hijitos, despierten, ¿por qué se dejan atar de semejante manera? Y este mensaje va para los gálatas insensatos de estos días, a todos aquellos que empezaron por el espíritu pero que ahora siguen por la carne, a todos aquellos que fueron liberados de esa esclavitud de Egipto que en este caso representa al mundo, pero que después quisieron volver atrás, para volver a ponerse esas esposas en las muñecas. Porque no es el Señor el que los está llamando a esclavitud, porque para eso vino Jesús para traer libertad, sino que son ustedes que dejándose hechizar, que dejándose fascinar, que dejándose encantar, están retrocediendo.
Hay una reforma que el Señor está trayendo en la casa de Dios en este tiempo. No se trata de algo nuevo que el Señor esté haciendo con respecto al evangelio o a las escrituras, se trata de que el Señor está corrigiendo cosas que están mal enseñadas, que como dije anteriormente están fuertemente y antiguamente arraigadas en las congregaciones. Inclusive muchas de esas cosas, porque las escuchamos, porque las leemos, porque las predica mucha gente repetitivamente, llega un momento que nosotros repetimos sin escudriñarlas. Como por ejemplo que la iglesia no va a pasar por ninguna tribulación antes del arrebatamiento, porque hay un arrebatamiento, como dicen las escrituras, que estamos esperando, pero éste no vendrá sin que antes sucedan ciertas cosas que están claramente detalladas, como dice por ejemplo en el libro de Mateo capítulo 24.
[Mateo 24:29, RVR1960] E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días. el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas, y entonces aparecerá el Señor.
Entonces uno de los becerros de oro que se nos ha venido predicado por tantos años, inclusive por predicadores renombrados que quizás, y yo creo que la mayoría de ellos, no lo hizo malintencionadamente. Muchos de ellos no lo han hecho a propósito, pero eso no significa que igual sean predicaciones erradas, malinterpretadas, desviadas, habladas a través de espíritus engañadores. Uno de los becerros que el Señor está destruyendo en estos últimos días es esa falsa doctrina de que la iglesia no tiene que prepararse para nada porque le va a ser fácil.
Otro becerro de oro que el Señor, y antes de continuar quiero aclarar, como también lo he compartido en otras ocasiones y desde hace ya varios años, que va a haber un punto donde la iglesia va a ser arrebatada antes de que caiga la ira total del Señor. Pero hasta que el arrebatamiento acontezca, la iglesia va a pasar y está pasando por muchos eventos y por los dolores de parto que recién están comenzando. Así que imagínense si recién ahora que estamos comenzando recién con los dolores de parto están siendo leves a comparación de lo que se viene. La iglesia ya está sufriendo, ya está siendo atribulada, ya está en aflicción. Imagínense cuánta es la persecución que falta, acorde a las escrituras, no yo, que también menciona por ejemplo Mateo 24.
Imagínense todas las cosas que faltan. ¿Ustedes piensan que eso no es tribulación? ¿Que la iglesia no va a pasar por nada? Vienen muchas cosas por medio de las cuales el Señor nos va a aprobar. Para nosotros no es un castigo como para los incrédulos, sino que es un refinamiento a través del cual el Señor va a sacar lo mejor de nosotros y nos está preparando para el arrebatamiento. Porque para cuando venga Jesús, la iglesia va a estar lista. Pero hoy no es el momento, por eso Él necesita limpiarnos a través de los acontecimientos de los dolores de parto.
Ahora yo no estoy diciendo que no va a haber un arrebatamiento o que la iglesia en algún punto durante estos acontecimientos terribles que describe el libro del apocalipsis, por ejemplo, la iglesia no sea quitada; la iglesia va a ser quitada en algún punto y hay ciertas cosas por donde la iglesia no va a pasar, porque ya no se va a tratar de un refinamiento para los hijos de Dios, sino un castigo para el mundo. Entonces a lo que voy para dejar en claro y que los que se dedican a tergiversar lo que hablamos los profetas, lo que estoy diciendo es que una de las doctrinas de demonios, uno de los becerros que el Señor está destruyendo en este tiempo a través de gente como yo y de muchos más que son los ministros apocalípticos, les llama el Señor de estos últimos días.
Es esta falsa doctrina de que tenemos que sentarnos a esperar que venga el Señor y que no vamos a tener que prepararnos para resistir nada. Por eso los que el Señor nos está levantando, porque yo veo, Gloria a Dios, como un grupo de hombres y mujeres, como si fueran semillas que brotan desde la tierra, plantitas que brotan de abajo de la tierra y que la luz de Dios está iluminando para que crezcan, esos somos nosotros.
Los ministros apocalípticos de los últimos días, no solamente profetas, pastores, maestros, evangelistas, apóstoles y cualquier tipo de ministerio que el Señor quiera utilizar para ser un ministro apocalíptico de los últimos días para derribar estas doctrinas de demonios, como, por ejemplo, el arrebatamiento sin que la iglesia pase por ningún tipo de tribulación. Nosotros, este grupo que venía diciendo de personas, hombres y mujeres ungidos por el Señor, somos como martillos que quebrantan la piedra para destruir esos becerros de oro que vinieron torciendo las escrituras, manchando las vestiduras de la iglesia y provocando inclusive hasta muerte espiritual, porque lo estoy sabiendo ahora mientras estoy hablando por el espíritu.
Nosotros estamos puestos como un ejército de hombres y mujeres para venir en contra de esos becerros de oro y destruirlos para abrirle el camino a la novia para que se prepare para recibir al novio. Pero el problema es que estamos encontrando y vamos a encontrar mucha oposición, porque no son cosas de hace poco tiempo que la iglesia ha creído y ha venido comiendo y alimentándose de esas mentiras. Son como fortalezas, las veo como castillos fuertes, fortificados, que nosotros los ministros apocalípticos de estos días estamos destruyendo a través de ese martillo que nos ha dado el Señor en este tiempo.
Tienes que entender que por eso hay tanta discrepancia entre lo que habla un ministro de Dios y otro. Porque algunos que no están siguiendo la corriente del Espíritu Santo en este tiempo, algunos que son hijos de Dios, inclusive ministros de Dios, no son entendidos de estos tiempos, y siguen. Quizás están bien en un 80% de lo que están predicando o en un porcentaje, pero para algunos, no todos de ellos, hay un porcentaje que está errado, que está equivocado y que se viene predicando de generación en generación y que está fuertemente arraigado, como si fuera una maldición generacional que se transmite de generación en generación.
Son cosas tan fuertemente arraigadas en nuestra memoria generacional dentro de la casa de Dios que no son fáciles de erradicar, ¿se entiende? entonces, por eso tienen que entender por qué hay tanta discrepancia entre los mismos ministros, los mismos predicadores, dentro del cuerpo de Cristo. Porque yo no estoy hablando de los inconversos. Esta palabra es para nosotros, para los hijos de Dios, para los que conformamos ese cuerpo, para los que somos la iglesia verdadera de Jesucristo, ¿verdad? Dentro de los ministros del Señor, en este tiempo vas a tener que aplicar el verso de Tesalonicenses. No menospreciéis las profecías, pero lo más importante, examinarlo todo, retened lo bueno y desechad toda especie de mal.
[1 Tesalonicenses 5:20-22, RVR1960] No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.
Porque es un ministro que quizás tiene buenas intenciones, tiene buen corazón, ama a Dios, ora, lee la palabra y no está caminando en pecados, pero se puede equivocar en cierto punto. Adorando aún a ciertos becerros de oro que representan estas falsas doctrinas demoníacas que en estos últimos tiempos el Señor está destruyendo para implantar la verdad. Estos son días de reemplazo donde el Señor está desarraigando plantas podridas y en su lugar, en esa misma tierra, está plantando plantas verdaderas. Estos son días en donde los árboles que no están llevando fruto de verdad, si no reaccionan, si no se arrepienten, si no toman la corrección del Señor, si no se reencaminan, están siendo talados, van a ser talados, y en su lugar, esa tierra se está dejando disponible para plantar nuevos árboles que si den el fruto que tienen que dar en estos últimos días.
Por eso estás tan confundido y no entiendes cómo puede ser. Si yo estoy escuchando a tal predicador y me parece tan genuino, tan bien intencionado, tiene tan buen corazón y todo lo que habla, al parecer, está acorde a las Escrituras. Sin embargo, hay un punto o dos o tres puntos a donde no coincide con otro predicador que da la misma impresión. ¿Qué está pasando? ¿Cuál es el problema? y el problema es que algunos están predicando palabras de hombres transmitidas de generación en generación dentro de la misma iglesia y que no son reales, que no son verdaderas, que no son verídicas, y que su fuente es espíritus engañadores.
Entonces, ustedes tienen que examinar absolutamente todo, que cualquier tipo de persona esté enseñando en la congregación de Cristo Jesús, primeramente a través de las Escrituras, y en segundo lugar, que somos hijos de Dios y tenemos la guía del Espíritu Santo para poder ir en oración a ese trono de la gracia y preguntarle a Dios que nos revele si lo que está predicando tal o cual persona es verdad o no, porque justamente son espíritus engañadores, y la mayoría de los predicadores que están predicando cosas equivocadas, erradas, mentirosas, están engañados. Entonces, una misma persona puede estar predicándote parte de verdad y parte de error.
Lo que hay que hacer en ese caso es examinar absolutamente todo lo que dice la persona, discernir a través de la palabra, de lo que está escrito, y ser como los Bereanos, que después de que se les predicaba, ellos iban a la palabra para ver si era así como se lo habían dicho. La Biblia dice:
[1 Reyes 22:22, RVR1960] Y dijo, yo saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: le inducirás y aún lo conseguirás; ve, pues y hazlo así.
El Señor le dice ¿no? a este espíritu. Es decir, hay espíritus de mentira que están hablando a través de profetas, a través de pastores, a través de apóstoles, a través de evangelistas, a través de maestros, a través de ancianos, a través de hombres, mujeres, que en este tiempo encima por causa de las redes sociales están predicando en masa a las multitudes, y la mayor parte no se dan cuenta, no lo hacen a propósito, porque justamente son espíritus engañadores, espíritus de mentira.
otro problema que el Espíritu me habla ahora, que sucede con esto, es que hay una gran parte de la torta de la Iglesia del Señor Jesucristo que nació en un hogar cristiano, que nació en una congregación cristiana, más allá de la denominación que le llamen, y desde que empezó a escuchar, y desde que empezó a hablar, y desde que empezó a entender, vienen comiendo estas doctrinas erróneas, falsas, demoníacas, que se vienen predicando desde hace cientos de años. Entonces, cuando vienen martillos destructores, (y además escucho la palabra neemías), como nosotros, que estamos llamados a venir en contra de esas falsas doctrinas erradicadas desde hace tanto tiempo, les es muy difícil recibir la verdad que reemplace ese error que está arraigado desde antes de nacer.
Pero el Señor me habla ahora de los Nehemías de estos últimos días, gloria a Dios, que vienen a reconstruir la congregación de Cristo Jesús. Hay un llamado particular para estos últimos días, para muchos de nosotros, (simbólicamente hablando), hombres y mujeres que son como Nehemías, quien el Señor llamó a reconstruir lo que estaba destruido, a derribar ruinas para edificar algo firme, que verdaderamente venga del Señor y bajo la dirección del Señor de los Nehemías. La Biblia dice:
[Nehemías 2:17-18, RVR1960] Entonces les dije: vosotros veis el mal estado en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego. Venid, y reedifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. Entonces les declararé cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el Rey me había dicho. Y dijeron: levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.
Es exactamente lo que el Espíritu me está hablando en este momento, el estado actual de la congregación de Cristo Jesús y lo que Él está haciendo en este tiempo con respecto a su casa. Él dijo, vosotros veis el mal estado en el que estamos y ese exactamente es el estado de la iglesia del Señor de estos últimos días. Es un estado deplorable. Es un estado de un enfermo que no se sana. Es un estado de un paralítico que no se levanta. Es un estado de alguien que está dormido y que no se le puede despertar, aunque se le sacuda de muchas maneras. La iglesia está como un muerto, imposible de resucitar. Ese es el estado actual de la congregación de los hijos de Dios.
Como dijo Nehemías, vosotros veis el mal estado en el que estamos, pero nada es imposible para Dios porque Él es capaz de revertir esta situación. El tema es que lo va a hacer. Como por las buenas no reaccionamos, tiene que ser por las malas. Cuando las cosas están quietas, cómodas y bien no nos movemos porque no hace falta. Por eso la iglesia tiene que pasar por tribulación. Y escuchen mis palabras tal cual las digo y no agreguen ni quiten. La iglesia tiene y va a pasar por tribulación. Como dice Mateo 24-29 y después de la tribulación de aquellos días.
La iglesia va a pasar por esa tribulación. Por causa del mal estado en el que estamos. Y dice que Jerusalén está desierta y sus puertas consumidas por el fuego. Pero Él dice después: venid y reedifiquemos el muro de Jerusalén. Estos Nehemías de estos últimos días, que por cierto se están encontrando y se van a seguir encontrando con una oposición indescriptible, no afuera con los que están en el mundo, sino, así como Nehemías y Esdras que se encontraron con tremenda oposición dentro de los mismos hermanos judíos para realizar esta tarea que el Señor les había aconsejado. Así mismo será con estos Nehemías de estos últimos días.
[Jeremías 23:29, RVR1960] ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, como martillo que quebranta la piedra?
Así que continuando con esta historia paralela que hace el Señor hoy entre el llamado a Nehemías a reedificar el templo y el llamado como Nehemías para reedificar y reestructurar y reorganizar la iglesia del Señor Jesucristo de estos últimos días. Dice la palabra: Y reedifiquemos el muro de Jerusalén y no estemos más en oprobio. Entonces declararé como la mano de mi Dios había sido buena sobre mí y así mismo las palabras que el Rey me había dicho, y dijeron: levantémonos y edifiquemos y esforzaron sus manos para bien.
Recién hace unos minutitos atrás dije que parece imposible levantar este muerto que yo estoy viendo en la visión, que está tendido en la cama de un hospital y le están haciendo desfibrilación con un choque eléctrico para que quizás el corazón vuelva a latir y para que le vuelva la vida al cuerpo, ¿verdad? Así está la iglesia en estos días en su mayor parte como un cuerpo muerto que es difícil de reanimar, pero tenemos esperanza porque todo es posible para Dios y él se va a asegurar de que la iglesia no solamente reavive, se reanime antes de su venida para que seamos arrebatados al cielo justamente con él.
Él es fuerte y capaz para hacerlo y él está llamando a un ejército para hacerlo en estos días. Entonces el Señor te está explicando esto para que entiendas por qué hay tanto revuelo adentro de la iglesia del Señor, tanto ministro que se contradice con el otro, tanto hermano que persigue al hermano, tantas palabras contrarias mismo entre nosotros. La Biblia dice:
[Romanos 13:11, RVR1960] Y esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
Entonces lo que les quiere hacer saber el Señor a través de este mensaje es: tienen que abrir los ojos, tienen que mirar de cerca, tienen que ir al detalle, porque de todo lo que se predica no todo ese pan está para comer, inclusive a través de ministros que son del Señor, que tienen buenas intenciones, y que aman al Señor y a las ovejas del Seño. Porque estamos en tiempos de engaños extremos.
Otro de esos becerros que yo veía que representan estas falsas doctrinas, que el Señor está viniendo en contra en estos últimos días, tiene que ver con prácticas judaicas, tiene que ver con lo que hablaba el Señor que les pasaba a los gálatas, que empezaron por el Espíritu pero volvieron a la carne, que estando bajo la ley de Cristo, bajo la ley de la fe, bajo la ley de la libertad, como dice la palabra, bajo la gracia, en el nuevo pacto que estableció Cristo a través de su sangre, del derramamiento de su sangre, volvieron atrás y cayeron en la predicación de aquellos hombres que ni siquiera ellos pudiendo cumplir con lo que la ley de Moisés establecía, empezaron a pedir y atar, a intentar de atar a otras personas para esclavizarlos de nuevo con esas doctrinas.
El problema es que el que no camine por fe en estos últimos días y se vuelva a la ley de las obras no va a poder resistir lo que viene, porque solamente a través de la fe la iglesia va a poder resistir lo que viene, la iglesia va a ser fuerte para no renunciar, para no tirar la toalla antes de tiempo. La Biblia dice:
[Hechos 15:10, RVR1960] Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar.
Y solamente a través de la gracia, los refinados de estos últimos días que pasaremos por esa tribulación descrita en Mateo 24, pero también en muchos otros pasajes, la gracia, la fe, el amor y la libertad que nos concede la ley del Espíritu, van a ser como la llave que nos abra la puerta para terminar esta carrera, porque el que camine por obras y por fe va a andar en la carne, y el que anda en la carne y no en el espíritu se cansa rápidamente, porque el que anda en la carne no camina en libertad sino que camina tratando de cumplir con cierta cantidad de reglas que no son guiadas por el Espíritu de Dios sino por una ley que ya no está vigente.
[Gálatas 5:1, RVR1960] Gálatas 5.1 Estad pues firmes en la ley con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Pero muchos de ustedes habiendo caminado en libertad permiten que les coloquen yugos de esclavitud nuevamente y vuelven atrás. Esto sucede por distintas cosas y no por malas intenciones, claramente, sino por falta de entendimiento de las Escrituras, por falta de conocimiento de Dios por falta de revelación de lo que es la gracia de Dios en este nuevo pacto, por miedo, por falta de sanidad, por falta de liberación, por haber recibido transferencia de espíritus de falsas doctrinas que llevan a prácticas judaicas que nosotros no estamos obligados a guardar en esta dispensación, en este nuevo pacto a través de la sangre de Cristo Jesús, y muchas otras cosas. La Biblia dice:
[Romanos 10:4, RVR1960] Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Esto no tiene que ver con entender la procedencia de nuestro Señor Jesucristo que era judío. No tiene nada de malo estudiar las raíces de todas las cosas que nos concedieron una salvación tan grande, porque dice la Biblia que la salvación viene de los judíos, y si no fuera, gracias a ellos, nosotros no seríamos salvos, no podríamos tener acceso a esta salvación tan grande a través del judío Jesús, Yeshua, ¿verdad?
Es decir, no hay ningún problema ni pecado (yo estoy viendo un árbol), en estudiar las raíces de ese árbol, en conocer las raíces de ese árbol, porque conociendo las raíces del árbol se conoce el resto de él, en donde nosotros estamos injertados ¿verdad? Nosotros estamos injertados en ese árbol, y no hay problema que estando injertados en ese árbol queramos entender cómo es ese árbol a donde estamos injertados, queramos conocer los detalles de ese árbol. Esto quiere decir que, no hay problema en estudiar ciertas cosas que tienen que ver con la cultura judía para poder entender mejor lo que está escrito, quizás, para poder conocer mejor la mente de Dios y el plan final que tiene que ver con Israel en estos últimos días.
No hay problema en entender las raíces de ese árbol, pero no es lo mismo que colocarse un yugo de la esclavitud que en esta visión representa tratar de cumplir con la ley de Moisés, cuando en realidad estamos bajo la ley de la gracia, dice la Biblia, bajo la ley de la fe, bajo la ley de Cristo, bajo la ley del Espíritu. La Biblia dice:
[Apocalipsis 22:16, RVR1960] Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Gloria al señor. Es decir, nuestro Señor Jesucristo vino del linaje de David, de descendencia judía. No hay problema en entender esas raíces, ese linaje, porque él es la raíz de David, el linaje de David, ¿verdad? no hay pecado en aquello y tampoco es un amenazante de que caigamos de la gracia del Señor. Personalmente, para acotar sobre esto, yo Noelia soy amante de la historia judía de Israel, yo he estado en Israel, y me he enamorado aún más de esa tierra, siento que es como mi casa para compartirles extra, inclusive estoy aprendiendo hebreo y me gusta mucho ese idioma. No hay problema con esto, ¿verdad?
Es bíblico amar a Israel, amar al pueblo judío, orar para que se conviertan los que no han creído en Jesús como su Mesías, orar por Israel. Es un mandato de Dios. Orad por la paz de Jerusalén dice la palabra, ¿verdad? Es decir, a ver si entienden lo que el Señor quiere decir en este tiempo. El problema no es entender la procedencia de todas las cosas, el problema es olvidarse bajo cuál pacto estamos. El problema es no entender que hubo un antes y un después del sacrificio de Jesús en esa cruz, porque dice la palabra:
[Hebreos 7:18-25, RVR1960] Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficiencia (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
Es decir, el problema no es estudiar la procedencia de todas las cosas, por ejemplo, de aquel pueblo al cual nosotros le debemos la salvación, ¿verdad? O para entender inclusive las historias bíblicas y demás, no hay problema con eso mientras tengamos claro dónde estamos parados, y quién nos compró derramando su sangre, porque estamos comprados a precio de sangre dice la Biblia. Mientras entendamos que ese mismo judío, que ese mismo Yeshúa, que ese mismo Jesús, como se traduce ese nombre en español, que ese mismo de la raíz de David, vino a traer libertad para cumplir completamente con la ley de Moisés y así cerrar ese ciclo.
Entonces el Señor quiere hacerles entender que dibujen un límite, quiere invitarlos a que reconozcan los límites, hasta dónde tienen que ir con ciertas cosas, porque hay un momento a donde uno se pasa de la raya, se dice en Argentina, y eso es lo que estoy viendo, una persona ve un límite en el suelo y sabe que no tiene que cruzar ahí porque si cruza va a estar en problemas. Si ustedes cruzan ese límite del cual el Señor está hablando, es como si entraran voluntariamente a ser encarcelados en algo de donde el Señor ya los había sacado. Porque Él quiere la libertad para todos nosotros y no la esclavitud, porque el yugo de Cristo, dice la Biblia, es liviano.
El yugo de Moisés no era liviano y ¿por qué digo de Moisés?, porque la Biblia dice, la ley de Moisés. Era la ley entregada por Dios claro, pero a través de su mediador en ese momento que fue Moisés. La Biblia dice:
[Hebreos 10:28, RVR1960] El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o tres testigos muere irremisiblemente.
La misma Biblia lo llama en varios lugares a la ley de Moisés, así como también en distintas otras partes, en el Nuevo Testamento, en el Nuevo Pacto a la ley de Cristo, entonces no estoy inventando ninguna frase, es lo que dice la palabra escrita. Entonces, el yugo de Cristo es liviano pero el yugo de Moisés, de la ley de Moisés, es pesado, y el Señor no quiere que te esclavices de semejante manera con algo que no está vigente y encima que no se puede cumplir, y que la única persona que vino para cumplirlo fue el Señor, para que el Señor pudiera establecer algo nuevo, porque el Señor no podía hacer un nuevo pacto si primero no se cerraba el viejo, porque hay un primer pacto y un segundo pacto como dice la Biblia.
si nadie cumplía con el primer pacto no se podía establecer un segundo, tenía que ser cumplido, y Jesús por eso dice: no vine para abrogar la ley ni los profetas sino para cumplirla, porque Él caminó en perfección, cumpliendo a rajatabla la ley de Moisés. Y cuando él cumplió con toda la ley de Moisés fue el que tuvo el derecho, digamos, de a través del sacrificio en su sangre, establecer un nuevo pacto con los hombres. Por eso se hizo a través de él en vez de otra persona, porque él fue el único que cumplió con esa ley, por eso la tuvo que cumplir, y por eso dice que vino a cumplirla, porque él fue el único hombre que la cumplió completamente.
Entonces, al ser el único hombre que la cumplió completamente, fue el único hombre que tuvo el derecho de establecer un nuevo pacto, a través del sacrificio de su entrega, ¿se entiende? Y el Señor a través de esta palabra está llamando a muchos de ustedes a que abran los ojos, a que entiendan que Él vino para liberarlos de toda esclavitud, y no para encarcelarlos. Que ustedes los que están dejándose caer por esta fascinación, por esta predicación engañosa de que tenemos que cumplir con la ley de Moisés en ciertas áreas, se están haciendo la vida más difícil y creando una religión de obras muertas. Porque no es por las obras que somos justificados sino por la fe, dice la Biblia.
Entonces cuando ustedes empiezan a intentar cumplir ordenanzas en un pacto que ya no está vigente, que ha caducado, ordenanzas de obras. Cuando ustedes hacen esto, se están creando un becerro de oro para ustedes mismos, al cual están adorando, dejando de lado la libertad del espíritu, la justificación por la fe, porque están intentando ser justificados por las obras, cuando dice la palabra que Abraham fue justificado por la fe. Hay una ley actual, pero es la ley de Cristo, y los que están bajo la ley de Cristo y viven bajo la ley de Cristo van a ser justificados bajo esa ley y van a ser pesados por esa ley.
Entonces el Señor dice: Cuidado hijitos, porque muchos de ustedes están cayendo en error por falta de entendimiento, por miedo, por religiosidad. Se están construyendo un becerro de oro para ustedes mismos y llevando a otros a que lo adoren. Porque lo que están haciendo es carnal y no espiritual. Las obras que ustedes tienen que hacer bajo este pacto, dice el Señor, son guiadas por el Espíritu y no por la carne. Si ustedes siguen la guía del Espíritu Santo van a ser justificados por fe, y además, van a llevar mucho fruto, porque las obras que el Espíritu Santo lleva a hacer son perfectas, y llevan, provocan, que mis hijos lleven mucho fruto, dice el Señor.
Pero si ustedes quieren caminar bajo la ley de las obras, bajo la ley de la carne, y cumplir con mandamientos establecidos para aquel tiempo, dice el Señor, en la manera que se ordenó cumplirlos en aquel tiempo, que era por obras de la carne, entonces no van a llevar frutos celestiales ni espirituales, y se van a ir alejando cada vez más de la gracia y van a ir perdiendo cada vez más la fe, y todo esto conlleva a una pérdida del gozo, de la alegría, de la esperanza, de la libertad, de la sanidad, y de todos los beneficios que conllevan operar bajo la ley del amor, porque dice la Biblia que a Jesús le preguntaron ¿qué tengo que hacer?, y Él dijo: amarás a Dios con todo tu corazón, tu mente, tu cuerpo, tu alma y a tu prójimo como a ti mismo. Ahí se cumple la ley y los profetas.
Pero si es por obras ya no es por gracia, y si es por gracia ya no es por obra, y algunos de ustedes están viviendo 50 y 50, intentando vivir 50 por obra, 50 por gracia, y por eso no ven la gloria de Dios en ese 50% de sus vidas que están intentando caminar por obras. Y las partes de sus corazones que estén endurecidas todavía, son las que se sienten atraídos a ciertas cosas que Moisés mandó a hacer, pero que no se manejan de la misma manera bajo la gracia.
Hijitos tengan cuidado, dice el Señor, porque están siendo engañados, están siendo hechizados, están siendo encantados, se les están colocando vendas mágicas para que no vean la verdad. No sean carnales, dice el Señor, porque las obras de la carne no pueden justificar a un hombre sino la fe. Tengan cuidado, repite el Señor, y huyan de esas doctrinas demoníacas que son establecidas por espíritus engañadores de falsas religiones, que los llevan a torcerse y a desviarse del camino de la fe para que se vuelvan carnales, para que sus corazones comiencen a amargarse y para que sean como árboles otoñales que no llevan fruto.
Cuidado, dice el Señor, y vuelvan a la gracia. Arrepiéntanse, dice el Padre, de no creer en lo que sucedió ese día en ese madero cuando se derramó esa sangre santa, porque si ustedes niegan la ley de Cristo, es como vituperar ese sacrificio. Si ustedes niegan que Él vino para cerrar un viejo pacto y abrir uno nuevo a través de la fe, del amor y de la gracia, si ustedes niegan ese sacrificio, entonces me están haciendo mentiroso, dice el Señor. Y la incredulidad está a la puerta para ingresar en ustedes cuando empiezan a caminar en estas cosas. Vuelvan, dice el Señor, a la ley de la libertad, no para pecar, dice el Señor deliberadamente, no para tomar esa libertad, dice el Señor, que se les ha sido dada para pisotear esa cruz, pero sí para que caminando en santidad puedan ser libres en mí, dice el Señor, y ser fructíferos y avanzar en las cosas espirituales.
Yo estoy viendo que muchos de ustedes no avanzan en las cosas espirituales y se sienten estancados por causa de este tema que el Señor está hablando en esta transmisión. Dicen, ¿por qué no avanzo? ¿por qué no se mueve nada en mi vida? ¿por qué me siento estancado? Es más, están como más amargados que antes, ya no sonríen tanto, porque están preocupados por guardar reglas todo el día. Es una religión vana. Esa es la palabra que me viene, es una religión vana. Si ustedes quieren tener una vida espiritual basada en un pacto que ya no tiene vigencia, que fue reemplazado por uno mejor, perfecto y eterno, si ustedes quieren caminar por esa ley de las obras, dice el Señor, entonces se van a sentir cada vez más tristes, amargados y lo peor de todo es que van a estar en una religión vana, convirtiéndose en algo semejante a otras religiones del mundo que ustedes mismos están criticando y que están diciendo que son falsas, dice el Señor. La Biblia dice:
[Hebreos 8:6, RVR1960] Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto él es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Vengan, hijitos, dice el Señor, muchos de ustedes, para que les quite estas cadenas, para que les saque las esposas de las muñecas, para que desate los grilletes que les han colocado en los pies, predicándoles cosas que no tienen que hacer en este tiempo, o dejar de hacer. Hijitos, sean libres, dice el Señor, y pídanme que les revele lo que estoy hablando, pídanme que les quite las vendas que están en sus ojos y que corte esa maldición, porque yo estoy sabiendo ahora que cuando uno quiere seguir la ley de Moisés que era para ese tiempo, cae bajo maldición. Porque encima, hoy en día, los que practican estas cosas toman ciertas cosas de la ley, pero no respetan el resto, y dice la palabra que el que ofende en un punto de la ley, el que no cumple con un punto, se hace culpable de todo el resto, y entonces cae en maldición.
Arrepiéntanse, dice el Señor, para que puedan ser cortadas estas cadenas de maldiciones que operan en sus vidas y en sus casas, porque yo veo muchos hijos de ustedes que están rechazando al Señor Jesús por causa de estar en estas cosas, en estas prácticas. La Biblia dice:
[Gálatas 3:10, RVR1960] Porque todos los que dependen de las obras de la ley, están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Y encima gran parte de la iglesia piensa que puede guardar ciertas cosas, y no todas, y no tener consecuencias. Y estaba diciendo que yo veo casas amargadas, hijos frustrados, que no quieren saber nada de ir a la congregación, a ninguna iglesia, que no quieren escuchar del Señor Jesús, ni del evangelio, ni de nada, porque ven que sus papás están tan atados en una religión vana, ellos mismos estando en el mundo muchas veces reconocen el estado espiritual de sus papás. Es decir, entrar en estas doctrinas que cautivan, porque eso escucho, que cautivan a los hijos de Dios, no solamente provocan males en ellos mismos, sino en su descendencia, en su casa y en los lugares a donde están, porque lo que han bebido lo imparten, lo que han comido lo transmiten a los demás.
Por eso es importante, no piensen solamente en ustedes, sino en su sangre, en su descendencia, en las personas que están alrededor de ustedes. Gente que necesita ser liberada, ser sanada, gente que necesita libertad y no más opresión, gente que ya tiene demasiadas reglas para seguir en el mundo, en sus trabajos y demás. ¿Cómo van a desear lo que ustedes tienen si están más atados que ellos? Así que, yo estoy viendo las tablas de piedra a través de las cuales el Señor le entregó a Moisés los mandamientos. Lo veo a Moisés bajando de la montaña con las tablas en los brazos. Hubo una educación para el pueblo para que aprenda a cumplir con esas reglas en ese tiempo, en ese desierto. Y los que no las cumplían merecían la muerte, ¿verdad? Según lo que está escrito.
Es decir, era tan dura, tan severa esa ley para ese tiempo porque los corazones eran de piedra en ese tiempo. Era necesario que el Señor enseñe a esos corazones de piedra de ese tiempo en esa manera. Pero las consecuencias también eran así de duras porque era una ley extrema, ¿verdad? Consecuencias de muerte a piedrazos, por ejemplo. Pero hoy en día nosotros tenemos corazones de carne, por eso dice la palabra: Y cambiaré sus corazones de piedra por corazones de carne. Y las leyes que el Señor le dio a Moisés escritas en tablas de piedras ahora están escritas en nuestros corazones de carne.
No es que esa ley queda invalidada, las que el Señor le entregó a Moisés en las tablas de piedra, sino que cambia su forma de aplicación y se eleva a un plano espiritual. Durante la ley de Moisés había que cumplir con esas leyes en esas tablas de piedra a través de las obras de la carne y el que no las cumplía era muerto en la carne. De verdad los mataban a piedrazos, ¿verdad?, por ejemplo. Pero bajo esta dispensación el Señor, a partir de que Jesús estableció un pacto nuevo, dice la Biblia porque dice nuevo, un nuevo pacto muchas veces, cambió los corazones de piedra por los de carne y las leyes que estaban escritas en tablas de piedra el Señor las grabó en nuestros corazones de carne por el derramamiento de la sangre de Jesús que vino para que la gracia se derrame sobre nosotros. La Biblia dice:
[Ezequiel 36:26, RVR1960] Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Eso sucedió a través del sacrificio de Jesús y del derramamiento de su sangre. Pero también dice la Biblia que las leyes estarían escritas en nuestros corazones. Son dos maneras distintas de aplicar los mismos conceptos, los mismos principios que el Señor en aquel tiempo lo tuvo que enseñar de esa manera tan dura a través de las obras de la carne porque ellos eran duros, porque sus corazones eran de piedra. Entonces ahora esos mandamientos están escritos en nuestros corazones que son de carne y se juzgan bajo la ley del espíritu. La Biblia dice:
[Jeremías 31:33, RVR1960] Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, Dice Jehová: daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios y ellos me serán por pueblo.
Así que para que no malentiendan los que tienen corazones retorcidos. No es que la ley dada en las piedras, (yo veo los mandamientos, mejor dicho), que Dios le entregó a Moisés quedaran invalidados, sino que hubo un antes y un después en la aplicación y en cómo juzgar el no cumplir con esos mandamientos, ¿se entiende? Así que el Señor dice: entiendan hijitos que hubo un antes y un después del sacrificio de Jesús en la cruz; y que lo viejo, viejo es, y que era por un tiempo establecido; pero lo nuevo es eterno, para siempre y perfecto; lo viejo era imperfecto solamente para educar al hombre por ese tiempo, para prepararlo para un regalo más grande que era la gracia de Dios, para prepararlo para la venida del Mesías y para levantar todas las cosas de la carne al Espíritu, para redimir; para la redención de todas las cosas era necesario esa enseñanza dura bajo ese viejo pacto. Pero Jesús vino para rajar el velo para que nosotros pudiéramos acceder finalmente al lugar santísimo y acercarnos al trono de la gracia confiadamente. Gloria a Dios.
Entonces nuestras conciencias nos acusan bajo este nuevo pacto porque las leyes están adentro nuestro, los mandamientos, los de las tablas de las piedras porque eso era lo que veía recién, las tablas de los mandamientos que el Señor le dio a Moisés están en nuestros espíritus, están en nuestros corazones, en nuestras mentes dice la palabra en realidad, en nuestro corazón y en nuestra mente, y nuestra conciencia nos acusa cuando estamos fuera de esas leyes. La Biblia dice:
[Mateo 25:50-51, RVR1960] Pero Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. y aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron.
Esto marca un antes y un después, y nos permite ir un paso más lejos a todos los nacidos de nuevo que creemos en Jesús como el Mesías. Es un antes y un después; antes no podíamos ir tan cerca de Dios, pero a través de lo que hizo Jesús, quitó la separación entre el lugar más santo del Señor y nosotros. En parte es eso lo que simboliza la rajadura del velo, en parte, y circuncidó nuestros corazones, y ya no la carne, y no solamente antes era la circuncisión para los hombres, pero ahora es la circuncisión del corazón en hombre y en mujer, para él poder entrar en nuestros corazones y sentarse en ese trono, de ese templo, que antes era el templo de Jerusalén, pero a partir de este nuevo pacto es el templo de nuestro cuerpo.
Todas esas cosas eran una sombra de lo que había de venir, y para la restauración de todas las cosas, para la redención de todas las cosas. Yendo de lo más bajo a lo más alto; de lo más carnal a lo más espiritual, pero el pecado sigue existiendo y la condenación del pecado sigue existiendo, nada más, que como dije, bajo otra ley, y se juzga bajo otra ley también. Es decir, si yo estoy bajo la ley de Cristo, y peco bajo esta ley, no se me juzga bajo la ley de Moisés sino bajo la ley de Cristo. Gloria a Dios. Aleluya. Gracias señor bendito Rey.
El señor habla sobre esto porque muchos de ustedes preguntaron sobre este tema al señor, y querían recibir palabra de alguien que tenga revelación sobre esta área. por eso el señor está respondiendo y hablando en estos días sobre este tema tan importante, por causa del engaño que viene, y porque algunos de ustedes inclusive leyendo no entendían; leyendo la palabra, las escrituras, no lo entendían. Gloria a Dios porque acá los hermanos testifican en el chat.
Entonces tienen que entender que hay un antes y un después, y un crecimiento en la manifestación de todas las cosas. Jesús vino a levantar lo que se había caído. Jesús vino a establecer una ley mejor que es la ley del espíritu. Eso no significa que ya no haya pecado ni que ya no vamos a ser juzgados por ese pecado, sino que hay un cambio de ley como dice la palabra. Es un cambio de ley, búsquenlo ustedes. Dice la biblia, un cambio de ley, una ley distinta, es decir, un cambio de ley, y es claro. Acorde a esa ley vamos a ser juzgados y no a la anterior. Por eso el pecado antes se consumaba cuando era en la carne, a través de las obras de la carne, pero ahora se consuma en el corazón. La Biblia dice:
[Hebreos 7:12, RVR1960] Pues cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley.
Hubo un cambio de sacerdocio, y un cambio de ley, ¿sí? pero no es que no hay ley, ni que lo de antes no tiene que ver con lo de ahora, sino que se transforma, se aplica de otra manera y se juzga de otra manera. Entonces decía, que antes el pecado se consumaba, por ejemplo, si alguien adulteraba se consumaba en el mismo acto del adulterio. La persona era juzgada cuando adulteraba, ¿verdad? pero a partir de la venida de Jesús, como es una ley espiritual mucho más profunda, mucho más perfecta, se juzga de manera espiritual y no carnal. La persona ya no se muere en la carne como la apedreaban antes, cuando alguien adulteraba, sino que se muere en el espíritu. Por eso dice la biblia que la paga del pecado es muerte, porque el que peca se muere en el espíritu, en la ley del espíritu, pero en la ley de Moisés se moría en la carne porque el pecado se consumaba carnalmente, digamos, se juzgaba carnalmente, ¿sí? pero bajo esta dispensación, dice Jesús, el que mira a una mujer para codiciarla, ya pecó en su corazón. La Biblia dice:
[Romanos 6:23, RVR1960] Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en cristo Jesús nuestro señor.
Es decir, antes cuando la gente pecaba bajo la ley de Moisés las consecuencias eran una muerte física, pero bajo la ley de cristo, cuando la gente peca, las consecuencias es una muerte espiritual. Por eso dice la biblia que la paga del pecado es muerte, y por eso dice Jesús que el que mira a una mujer para codiciarla en su corazón ya pecó, porque las leyes están escritas en nuestros corazones, y todos saben lo que significa el adulterio, matar, robar, mentir, y todo lo demás, porque no nos podemos escapar, es algo mucho más fino, va mucho más lejos, es mucho más profundo que la ley de Moisés aún; es más perfecta, ¿sí?
O sea, ya la tenemos incluida en nuestro ser, a esos mandamientos. Entonces cuando nosotros robamos, ya sabemos que está mal. No hace falta leer una tabla de piedra porque eso está escrito en nuestras mentes y en nuestros corazones, y la paga es espiritual. Entiendan dice el señor, que yo vine a redimir todas las cosas, y a levantar todo lo que estaba en la carne hacia el espíritu, porque ésta este es un tiempo espiritual y no carnal, como en los tiempos de Moisés; porque las mentes y los corazones de los hombres han sido ablandados a través del sacrificio de Jesús, para poder ser aptos de caminar bajo una ley que es espiritual y no carnal como antes.
O sea, Juan el Bautista vino a preparar a la gente para todas estas cosas. Representa una transición entre la ley de Moisés y la ley de Cristo. Juan el Bautista representa un cambio de dos eras, gloria a Dios. Él vino a preparar los corazones y la tierra, para que puedan recibir el nuevo pacto y la nueva ley espiritual, que tiene que ver con la anterior, pero que se maneja de otra manera en una manera espiritual y no carnal, como dije. Juan el Bautista era como un punto de bisagra entre una época y la otra, y estaba puesto ahí para marcar también una distinción entre antes de la venida del hijo del hombre y después.
Juan el Bautista fue como una señal de que se cumplían las escrituras porque venía el mesías, y de que se iba a cerrar el ciclo de la ley de Moisés. Marca una dispensación de los tiempos, es decir, no lo marca en sí porque Jesús es el que lo hace, el antes y el después, pero Juan el Bautista fue como una señal de ese tiempo. Gloria a Dios. Por eso dice que él preparaba los corazones para recibir al mesías, ¿sí? Gloria a Dios. Entonces no es que no es importante leer o entender el viejo testamento y las leyes dadas a Moisés. Es bueno tener conocimiento de ello para entender lo nuevo, porque una cosa tiene que ver con la otra, y porque las dos cosas son la ley de Dios; pero aplicadas de distintas maneras, acorde a los tiempos a donde la gente vivía, ¿sí?
Aleluya, gracias Señor, gracias Señor. Así que muchos de ustedes tienen que salir de la confusión, y retomar las sendas antiguas, porque muchos de ustedes creen que retomar las sendas antiguas es volver a operar a sujetarse bajo la ley de las obras, bajo la ley de Moisés, y están confundidos. Eso no significa volver a la senda antigua, es más, lo estoy diciendo porque el Espíritu así me lo enseña en este momento. Volver a la senda antigua significa caminar en la verdad, y no en la mentira, y no en el error, y volver a las enseñanzas verdaderas de Jesús, y no a las mentiras que se predican en este tiempo.
Eso significa volver a las sendas antiguas. Así que el señor los llama a volver a las sendas antiguas. a la senda correcta, pero en este sentido no a esclavizarse, sino a corregirse, a re encaminarse, porque estaban torciéndose o algunos ya están muy torcidos. El problema es que, si ustedes no salen de esa religión vana, que el señor mencionaba, la conciencia se va a cauterizando de a poco. Por eso en la biblia se conecta a los espíritus engañadores, y las falsas doctrinas, con una conciencia cauterizada. La Biblia dice:
[1 Timoteo 4:1, RVR1960] Pero el espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse y mandarán a obtenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias, porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
Y esto tiene que ver con lo que hablamos el otro día sobre los alimentos, la diferencia entre la alimentación del viejo pacto y el nuevo pacto. Es decir, hay mentirosos que tienen la conciencia cauterizada, y son los que prohíben hacer ciertas cosas que están permitidas bajo este tiempo de la gracia como casarse, como obtenerse de ciertos alimentos, y muchas cosas más, ¿verdad’. Entonces, si uno no sale de estas cosas, la causa la conciencia se va cauterizando. Ese es el problema, a la larga las consecuencias van creciendo y es muy difícil salir de ahí después. Entender. reconocer la verdad, recibir corrección y ser reencaminado. Tienen que accionar ahora a los que esta palabra esté llegando.
Gracias Señor, gracias Señor. Te pido que bendigas a cada cual que escucha o que escuchará después, que des entendimiento, que desconocimiento, que des revelación, que de sueños, para confirmar lo que hablaste hoy Señor a través mío. Sueños, mensajes proféticos, visiones, confirmación del Señor de lo que hablo, porque a veces no les alcanza a algunos con leer las palabras, porque muchas veces hay bloqueos que provocan que no la entendamos. Yo te pido señor que caigan velos en esta hora, que desbloquees esos bloqueos que hay en el alma de algunos hermanos que no entienden señor lo que se ha hablado hoy.
Padre te pido que rescates a un pueblo que está cayendo en la esclavitud de Egipto nuevamente, que está volviendo atrás. Señor en el nombre de Jesús. háblanos tú mismo padre, tú mismo Señor. Yo estoy viendo ahora el templo a donde estaban los panes de la proposición, el candelabro, todas esas cosas. Elementos que el señor mostró a sus siervos sobre cómo tenían que ser, cuánto tenían que medir, de qué material tenían que ser, y todo eso, como el modelo. El señor les dio el modelo a sus siervos los profetas para que lleven a cabo este diseño que el Señor les mostró a ellos.
Yo estoy viendo ese templo con todos estos elementos a donde se sacrificaban los animales y demás, donde estaba el velo en el templo todos esos elementos que aparecen nombrados en el antiguo testamento. El señor me dice que todo eso es un modelo de las cosas celestiales, de las cosas espirituales, pero hay gente que siendo carnal no entiende que todo eso era un es un modelo que se le fue dado a los hombres para empezar a entender las cosas espirituales. Que ese diseño es un diseño que viene de arriba, es una imagen de las cosas celestiales, una sombra de las cosas celestiales y lo dice la palabra también. Y no entienden, muchos no entienden, y se quedan en el plano carnal nada más, y nunca trascienden eso y entonces no pueden entender las cosas espirituales.
Por eso dice la biblia que los carnales no entienden las cosas del Espíritu, porque para ellos es locura, y el señor dice: Trasciendan las cosas carnales, tienen que aprender a mirar, a poner su vista en las cosas espirituales; mirar para arriba y no para abajo, ir más allá de lo que sus ojos ven, de lo que su piel toca, de lo que sus oídos escuchan, de lo que su lengua saborea. Ir más allá de lo que se siente en el cuerpo. Hay cosas más sublimes porque todo lo que es corporal es temporal, en este sentido, pero lo que es espiritual es eterno, y es lo verdadero. En lo espiritual hay verdades espirituales que son imposibles de destruir, dice el Señor, pero las cosas materiales se pueden destruir y se van a destruir, y si ustedes se siguen aferrando a lo material, a lo carnal, a lo físico; cuando todo sea destruido, se van a quedar sin nada, porque no tenían su entendimiento ni su vista en las cosas espirituales. La Biblia dice:
[2 Corintios 4:18, RVR1960] No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Y ustedes se están concentrando en las cosas pasajeras, efímeras, temporales, carnales, físicas, en vez de concentrarse en las cosas eternas que no se ven; en las espirituales que no se ven. Entonces, si se sienten ciegos pídanle al Señor que les abran los ojos, que puedan ver que hay algo más allá de lo que los sentidos sienten, que puedan discernir entre lo carnal y lo espiritual. Tienen que aprender a separar las cosas, dice el Señor. Y muchos de estos que entran en estas doctrinas que estábamos hablando antes, de demonios, no entienden las cosas espirituales porque siguen caminando en la carne y no en el espíritu.
Así que, arrepiéntanse de ser carnales y no espirituales, de caminar más en la carne que en el Espíritu, de buscar experiencias corporales más que las espirituales, de no tener sus ojos arriba en las cosas celestiales, sino abajo en las terrenales, porque si bien lo que el Señor le reveló a moisés y lo que la ley que le dio a moisés tenía que ver con las cosas espirituales, era una ley que se manejaba más que nada en lo carnal, en lo terrenal; pero el que quiera seguir en eso le va a ser muy difícil volverse una persona espiritual, entender las cosas espirituales, y prepararse espiritualmente para lo que viene, porque va a seguir concentrado en los sentimientos, digamos, en las sensaciones del cuerpo, en las obras, en lo que se hace, en lo que se ve, en lo que se toca; en vez de lo que es por fe, que no se puede ver, ni tocar, ni sentir, pero que uno cree que está ahí y sabe que está ahí.
Yo veo ahora un broche de oro, significa que esta transmisión profética se cierra en este momento. El Señor hoy les ha dado un pan fresco, nutritivo para comer, y esta palabra va a seguir trabajando en ustedes, llevando el fruto que Dios quiera llevar, porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, aleluya.
Te damos gracias Señor, danos más entendimiento, sabiduría sobre estas cosas, y la valentía de defender la verdad, de salir del error, y de caminar en esa senda correcta y antigua Padre. Te damos toda la gloria a ti y a tu Hijo Jesús. Amén y amén.