Como estás, amado pueblo del Señor Jesucristo. Hoy es 14 de febrero del 2024, y estoy aquí nuevamente como una enviada del Reino de los Cielos para llenar tu vaso de lo que el Señor lo quiera llenar. Dice la Palabra del Señor:
[1 Juan 1:5] Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
El Señor hoy quiere reemplazar la oscuridad que hay en tu vaso por su luz, quiere reemplazar todo desamor por su amor, porque también dice la Palabra que Él es amor. El Señor quiere consumir a través de ese fuego consumidor que Él es y que imparte, toda impureza, necedad, soberbia, mugre de tu corazón que no debe estar. El Señor hoy quiere impartirte sabiduría de lo alto, dones preciados, conocimiento, interpretación. Quiere ampliar tu vista, y ¿quiénes somos nosotros para decirle que no?
Él hoy se quiere glorificar a través mío, y por eso la honra le pertenece a Él y no a mí. Padre, te damos toda la honra, la gloria, y le damos espacio en estas transmisiones a tu santo, poderoso y majestuoso Espíritu, al cual amamos y adoramos. Ven, Señor, y paséate entre nosotros. Danos lo que estamos necesitando cada uno de nosotros.
Yo (Noelia) veo en visión ovejas de distintos tamaños. Algunas son flacas, gorditas, bajas, altas, recién nacidas, otras grandes y han completado un camino en la vida. Esas ovejas son ustedes.
Hijitos, dice el Señor, estoy aquí como un pastor que sabe lo que cada una de esas ovejas necesita, porque las conoce al detalle a cada una, y me encargo de ustedes, a través de un amor incomparable, que no puede ser pesado con balanza humana.
Aquí estoy, dice el Señor Jesús. He escuchado sus oraciones y he visto lo que los aqueja. Estoy al tanto de lo que los hace sufrir, he visto las cadenas que atan a algunos, y no estoy ajeno a sus necesidades.
Y hoy, a través de la palabra que voy a enviar, dice el Señor, esas cadenas van a caer, y esa sequedad va a cambiar por una humectación del Espíritu Santo, les voy a dar lo que tanto están necesitando en este tiempo. Al que necesita fuerza daré fuerza. Al que valentía, valentía. Al que necesita determinación, daré determinación. Con esto quiere empezar el Señor. Muchos de ustedes no son determinados, están indecisos.
Esto les está provocando que estén paralizados en sus caminos espirituales. La indecisión los deja quietos en un mismo lugar por mucho tiempo, al no decidirse si quieren ir para la derecha o la izquierda. Esto les provoca quedarse en ese punto de indecisión indeterminadamente, y el enemigo toma provecho cuando ustedes saben que tienen que tomar una decisión, y no la toman.
Entonces, al quedarse inmovilizados, le dan tiempo al enemigo para que obre en contra de ustedes y aprovechar esa indecisión para sus propósitos malditos, y empezar a generar culpa en ustedes por no haber tomado esa decisión que ya deberían haber tomado. El enemigo no solamente empieza a generar culpa en ustedes cuando no se deciden a tiempo, sino que aprovecha de esa paralización, para hacer que se sientan miedosos. Envía espíritus de miedo, para que lo tengan al estar quietos.
[Efesios 4:14] Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.
Dice el Espíritu de Dios, cuando uno se queda quieto, en un mismo tramo del camino, viene la noche en algún momento. Es como cuando uno está transitando una carretera de día, y de repente, en vez de seguir adelante hasta encontrar algún lugar donde dormir, en vez de seguir, frena y se queda quieto. No sabe para dónde ir porque tiene miedo de decidir. Entonces uno se queda paralizado y no va a llegar a una posada, sino que quedándose en ese lugar la noche va a caer sobre esa persona.
[1 Reyes 19:9] Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche; y he aquí, vino a él palabra de Jehová, y le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Entonces el enemigo, que es, se mueve y gana fuerza durante la noche, aprovecha para poner trampas en su camino, para inmovilizarlos, a través de los miedos. Para confundirlos, engañarlos, asustarlos, oprimirlos y muchas cosas más. Por eso el Señor hoy, a todos ustedes que son indecisos, les imparte en este momento el poder de la decisión, les imparte un espíritu decidido en el nombre poderoso de Cristo Jesús.
[1 Reyes 19:4-8] Y él mismo se fue por el desierto un día de camino; y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová; quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí, luego un ángel le tocó y le dijo: Levántate y come. Y miró, y he aquí, a su cabecera una torta cocida sobre piedras calientes y una botella de agua. Y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová, le tocó y le dijo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Y se levantó, y comió y bebió; y con el alimento de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
Yo (Noelia) veo una cadena ahora que se corta, que se quiebra al medio. Es la cadena de la indecisión, de la duda, que el Señor en este momento está cortando. Porque muchos de ustedes son indecisos, también en sus antepasados había este tipo de indecisión. Es una cadena que ata a la línea generacional pasada. Bisabuelos, abuelos, padres, hijos y nietos, todos indecisos.
Dice el Señor, en este momento pidan perdón por sus familias, sus generaciones pasadas, y arrepiéntanse en el nombre de su genealogía para que pueda ser cortada esta maldición de indecisión. Así el Señor pueda reemplazar toda duda al tomar decisiones, toda quietud que hace que pierdan tiempo.
El Espíritu Santo dice, cuando ustedes se quedan en un estado de indecisión, comienzan a perder el tiempo en vez de redimirlo. Entonces, aún más el enemigo puede obrar en sus vidas, porque ese tiempo perdido el enemigo lo gana a su favor.
Arrepiéntanse todos ustedes, de ser indecisos y dudosos. Yo (Noelia) estoy viendo una persona que va en una carretera y en un momento se va a dividir, se bifurca como una letra Y griega, derecha e izquierda. En realidad no hay más que dos caminos, aunque se disfracen de muchas cosas. Todos los caminos llevan, al bien o al mal, a la voluntad del Señor o a alejarse de ella, derecha o izquierda. Cuando una persona no se decide, se queda antes de entrar en una de esas dos opciones.
[1 Reyes 18:21] Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
Dice el Señor, arrepiéntanse porque muchos están acostumbrados a manejarse así, y no estaban conscientes o no se daban cuenta de este comportamiento errático. Porque al quedarse uno en el mismo lugar, sin tomar decisiones, no solo se pierde tiempo, sino que el enemigo comienza a frustrarlos, oprimirlos, hacerlos sentir culpables, miedosos, enojados por causa de la indecisión. La indecisión lleva a muchas otras cosas más. Por eso no es un tema menor.
Hay que enfrentar este problema, al igual que los problemas de ira, envidia, celos. La indecisión hay que enfrentarla, dice el Señor. Hay que orar, pedirle al Señor que nos ayude a los que hemos sido indecisos para que esto sea renovado en nuestras vidas y aprendamos a manejarnos de otra manera. Sigan arrepintiéndose todos ustedes los que reconocen este patrón en su forma de actuar en sus vidas.
[Génesis 13:8-9]Y Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros, entre mis pastores y los tuyos; porque somos hermanos. No está toda la tierra delante de ti? Te ruego que te apartes de mí; si a la izquierda, yo iré a la derecha; y si a la derecha, yo iré a la izquierda.
Yo (Noelia) veo que algunos de ustedes que se quedan indecisos, inclusive en detalles. Ejemplo, van a una heladería y se quedan un rato largo tratando de decidir el sabor a pedir. Especialmente mujeres estoy viendo ahora, muy indecisas que se quedan mirando la carta. Y esto les provoca problemas a la larga en las relaciones, con las personas. Porque cuando una persona es indecisa, el otro la tiene que esperar hasta que se decida.
Eso el enemigo podría utilizarlo en contra de ustedes y de esa persona con la cual tienen esa relación. Es decir, no es un problema menor. El Señor dice, hijitos tomen conciencia, porque en este tiempo estoy yendo fino, para arreglar en ustedes cositas que quizás no las podían ver antes, y que tal vez pensaban que no eran tan importantes o no generaban tanto impacto. Pero estoy aquí, para que reciban Palabra a través de este espejo.
En este momento yo (Noelia) soy como un espejo para ustedes, diciéndoles lo que no logran ver, pero que el Espíritu Santo me revela. Para que tengan una mejor calidad de vida, para que las relaciones con otras personas sean más estables y duraderas, para que tengan menos conflictos y sus vidas lleven más fruto. El Señor está ajustando tuercas al detalle.
Yo (Noelia) estoy viendo un mecánico que trabaja en el motor de un auto. Y el mecánico sabe que no solo las piezas grandes son indispensables e importantes, sino que también las más pequeñitas. Es como los tornillos o los clavos, por ejemplo. Las cosas que unen esas piezas grandes del motor de un auto son las realmente importantes, porque sin ellas esas piezas grandes no podrían funcionar unidas, no conectan entre sí para que el motor funcione y el auto pueda andar. Dice el Señor, por eso no subestimen los detalles. Arrepiéntanse.
Yo (Noelia) veo que algunos en este momento, el Espíritu Santo, les está ayudando a acordarse de momentos donde la indecisión les ha provocado problemas.
Veo gente que le cuesta elegir la ropa que se va a comprar y está horas en las tiendas, perdiendo tiempo para comprarse una prenda de ropa. Cuando la Palabra del Señor dice que redimamos el tiempo porque los días son malos. Así que hay distintas cosas, como hombres indecisos con el tema del trabajo.
Veo a alguien desempleado, que está mirando, esté vivo, y pierde tiempo en decidir qué trabajo va a tomar, por indeciso. No solo las mujeres pueden serlo, hay hombres que son muy indecisos también, y el Señor les dice que sean más simples, traten de elegir más rápidamente para no perder tiempo. Algunos dejan pasar oportunidades importantes de trabajo por la indecisión, traten de agudizar el oír al Espíritu Santo de Dios y seguir su guía, para poder elegir más rápido lo que piensen que Dios les aconseja.
[Santiago 1:6-8] Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
El Señor me revela que Él era rápido para decidir. Porque Él le preguntaba todas las cosas al Espíritu Santo. Él estaba tan cerca de su Amigo, que estaba acostumbrado a que el Espíritu Santo, viviendo dentro de Él, le indicara para dónde tenía que ir. Sí para la derecha o izquierda. Cuándo tenía que decir que «sí» y cuándo «no».
[Juan 3:34] Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.
Por eso es tan importante, desarrollar una relación muy íntima con el Espíritu Santo de Dios, porque es quien nos guía a tomar decisiones acordes a la voluntad del Señor y a no equivocarnos. Pero aun cuando nos equivoquemos, también podemos reaccionar rápido y corregir ese error. El Señor me hace saber que a veces Él prefiere una persona que no pierde tanto tiempo para tomar una decisión, aunque se equivoque, pero que trata de redimir el tiempo. Porque estamos en los últimos días y realmente cada hora que pasa es importante y genera un impacto de cambio en el plan profético del Señor.
El Señor a veces prefiere a alguien que tome una decisión rápida. Como Pedro, que se equivocó varias veces cuando hablaba con el Señor, y Él le decía: no Pedro, no es así. Pero Pedro, por lo menos era activo, me enseña el Espíritu Santo. Pedro no quería perder tiempo, quería ir acorde al ritmo de Dios en su vida y en lo que había que hacer, siempre estaba disponible, aunque se equivocaba, el Señor lo amaba porque podía ver que él tenía la voluntad de hacer y no tomaba la indecisión como una excusa para no hacer nada. Porque el indeciso muchas veces utiliza, inconscientemente, esa indecisión para no hacer nada.
Como vuelvo a repetir, la indecisión te deja paralizado, quieto, inactivo. Entonces uno se vuelve improductivo cuando es indeciso. Por eso es tan importante, enfrentar este gigante, dice el Señor.
Ni yo (Noelia) sabía que el Señor iba a hablar sobre esto en esta transmisión. Pero Él en cada transmisión nos sorprende con un tema y revelación nueva. Porque son piedras preciosas que Él nos va dando para nuestra colección de sabiduría.
El Señor dice que la indecisión se puede convertir en un gigante en nuestras vidas. No es normal hablar y enseñar mucho sobre este tema. Porque los gigantes, normalmente, se los enseña como miedos, rechazo, desvalorización. Y en realidad hay cosas que son tan sutiles, pero no por eso menos importantes, y que hay que enfrentar. Yo (Noelia) estoy viendo que algunos de ustedes tienen sueños donde ni siquiera deciden lo que tienen que hacer en estos.
Es decir, van manejando un auto en un camino y se quedan frenados porque no saben, en el sueño, si van a ir hacia la derecha o izquierda. Esto, el Señor se los está hablando hasta a través de los sueños para decirles: hijitos, están teniendo un problema de indecisión en sus vidas que quiero que enfrenten. Muchas cosas que sueñan, el Señor se las revela para que vean que tienen un problema en esta área.
Por ejemplo, lo mismo que hacen durante el día, están haciendo en los sueños. Van a una tienda, toman un vestido rojo y uno azul, y no saben con cuál quedarse o elegir. Este sueño está mostrando un problema de indecisión. Yo (Noelia) estoy sabiendo por palabra de ciencia, que algunos han soñado, que tienen que elegir distintos pares de zapatos y no pueden. El sueño queda inconcluso y se despiertan antes de haber elegido.
Este sueño está revelando un problema de indecisión, pero como no se habían dado cuenta de lo que significaba, entonces los dejan pasar. Y los sueños vuelven y vuelven para que ustedes entiendan algún día que hay un gigante que enfrentar. Hasta sueñan con un gigante a enfrentar y representa esta indecisión.
El miedo los lleva a ser indecisos. El miedo a equivocarse, a hacer las cosas mal, a desagradar al Señor, a quedar mal, los lleva a ser indecisos. El miedo a perder dinero cuando es con gastos, el miedo a tener problemas en las relaciones, y muchos tipos más afectan, provocan y llevan a la indecisión. Pero el Señor dice, hijitos, no tengan miedo de decidir, porque a Mí me interesa más, la motivación del corazón a que hagan las cosas absolutamente perfectas y nunca se equivoquen.
Yo sé que ustedes son barro, dice el Señor, hechos y creados por mi mano, que se pueden equivocar, cometer errores, inclusive continuamente. Pero si Yo veo, que la motivación de sus corazones es la correcta, aunque se equivoquen, los voy a perdonar todas las veces que sea necesario, y los voy a levantar de ese golpe para ayudarlos a seguir adelante.
Yo (Noelia) estoy sabiendo que tenemos que equivocarnos a veces, porque ese error nos va a llevar a crecer y a ser mejores personas, más sabias que antes. El Señor a veces no nos habla tan claro sobre lo que tenemos que hacer o decidir, porque va a aprovechar, para refinarnos, transformarnos y que crezcamos, por el error en la decisión. Así como las personas ancianas están normalmente llenas de sabiduría por causa de los errores que cometieron.
Pero si una persona anciana se quedó inmovilizada la mayor parte de su vida por miedo a tomar decisiones, entonces no se volvió tan sabia como aquel que tomó muchísimas más decisiones en su vida y se equivocó muchas veces, pero la ganancia de esa persona fue mayor que de la que se quedó inmóvil para no equivocarse. Por eso, les estoy impartiendo sabiduría que viene de lo alto para que sean entendidos de las cosas celestiales, y así aprendan a pensar acorde a la mente de Dios y no a la mente de los hombres.
Para que ustedes le den importancia a las cosas que Yo le doy importancia, y no a lo que los hombres les han enseñado a darle importancia. Por eso el Señor vuelve a repetir que Él mira los corazones, como dice la Biblia, y para Él lo importante es cual es la motivación que te lleva a tomar una decisión. Porque hay gente que es rápida para decidir también, pero tiene una mala motivación.
[1 Samuel 16:7] Pero Jehová dijo a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Quizás el que tardó un poco más en decidir, pero tiene una buena motivación de su corazón que nace desde el amor al prójimo y a Dios, por mucho que se tarde más en tomar decisiones, el Señor le va a dar más favor que al que es completamente decidido y no tiene problemas, pero que sus decisiones están basadas en una motivación equivocada, de desamor, competencia, celos, envidia, y cosas que no vienen de Dios. Entonces pidan sabiduría de lo alto, dice el Señor.
Yo (Noelia) veo que por esta palabra que el Señor da, hay candados que se están destrabando. Porque era lo que necesitaban escuchar para que algo haga click en sus corazones, y se sientan como destrabados en esta área. Siento el fuego del Espíritu Santo que se enciende más en este momento. Algunos de ustedes desde ahora ya no van a estar tan trabados para decidir.
Cuando una persona habla palabra profética que viene de lo alto, esa palabra tiene el poder de impartir solamente a través de hablarla, porque las palabras son espíritu. Y cuando el Espíritu de verdad habla a través de un vaso, provoca cambios en el otro espíritu que la recibe, escucha y cree con fe.
[Juan 6:63] El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Cada vez que ustedes entran a estos vivos y escuchan estas palabras proféticas, ya están siendo impartidos, bebiendo de esa agua de los cielos, comiendo de ese pan celestial, y están recibiendo. Y esa palabra, una vez ingerida, comienza a trabajar y lo sigue haciendo en el tiempo, aun después de haberla tomado.
Yo (Noelia) veo ahora un martillo. El Señor les está dando un martillo, pero no para juzgar, o traer juicio, sino para tomar decisiones. Porque también cuando un juez toma decisiones, al decidir lo que se hará con cierto caso, golpea ese martillo en la mesa. Ese es el momento donde se termina el caso y pronuncia lo que se ha decidido. Un veredicto o sentencia.
El Señor en este momento, les está impartiendo un martillo para tomar decisiones firmes a todos ustedes que lo necesitaban. El Señor imparte hoy este martillo para elegir decididamente. Porque las decisiones tienen un peso, dice el Señor, y algunos de ustedes hasta después de decidir seguían dudosos, a ver si lo que habían decidido estaba bien o no. A veces no termina el proceso de la decisión después de que uno ya ha elegido y que ha accionado.
Veo en vision a una persona que va a la tienda, y hay una camisa blanca y una negra. Y este hombre, está indeciso y no sabe cuál comprar. Pasa mucho tiempo, se prueba las dos camisas, charla con su señora, con el vendedor, se mira al espejo, pide opiniones, y así pierde mucho tiempo en eso. Cuando finalmente decide cuál camisa va a comprar, y se la lleva, aún está indeciso, llega a su casa y todavía piensa si la camisa comprada es la que realmente quería.
La indecisión no frena ahí, sino que puede continuar, y alargarse ese sufrimiento. Porque el indeciso sufre. Es un proceso que nunca termina dentro de él y no lo deja descansar, no puede ocupar su mente en otras cosas porque todavía está pensando si lo que decidió estaba bien o no. Entonces sigue sufriendo a veces por días. Hay gente que cambia de opinion, se compra la ropa, y después se arrepintió de lo que compró, va y la cambia, pero no porque le quede mal el talle o lo que sea.
Doy este ejemplo, pero hay cosas más graves que comprar ropa. Hay gente que la compra y después dice: me parece que está mal lo que decidí, voy a cambiar mi decisión y voy a ir a cambiar esta ropa que ya compré, que me quedaba bien, me la probé, pedí opiniones y demás. Entonces, la persona está en un estado de esclavitud. Hay gente que es esclava de la indecisión y por eso el Señor quiere tratar este tema hoy.
Hijitos, dice el Señor, algunos de ustedes son indecisos porque tienen falta de sanidad del alma. Yo corto en este momento toda maldición que hayan hablado contra ustedes cuando eran niños o adolescentes. Sus padres, abuelos, maestros, personas importantes en sus vidas que los maldijeron diciéndoles inútiles, inservibles, incapaces, y demás
Cortamos ahora todas esas maldiciones, porque el Espíritu me revela que muchos de ustedes tienen falta de sanidad y necesitaban que estas maldiciones fueran cortadas. Porque estas palabras los fueron atando desde que eran niños, para que al momento de decidir algo se sientan inseguros, insuficientes. La inseguridad y la indecisión son características repetitivas cuando el hijo de Dios no ha recibido sanidad en esas áreas todavía. Cuando, por ejemplo, ha tenido ausencia de un papá o mamá.
Pero el Señor quiere sanarte hoy para restaurarte en esta área. Para que puedas cumplir tu propósito en la tierra. Porque la persona que es tan indecisa a este extremo tiene problemas para concretar su propósito, porque si no decide para dónde va a ir o qué es lo que va a hacer, tiene problemas con obedecer lo que Dios quiere hacer en su vida. No es que el Espíritu Santo no guía a esta persona, sino que es la persona la que no se decide si hacer o no lo que Dios le está pidiendo.
Por ejemplo, hay algunos de ustedes que el Señor les está llamando a cambiarse de ciudad, pero por causa de la indecisión no lo están haciendo. No es que el Señor no les haya hablado claro, sino que están indecisos. Y entonces no pueden avanzar en el propósito de sus vidas porque no están cumpliendo con ese paso de mudarse de ciudad. La indecisión es tan importante y puede ser tan grave, que provoca quedarte estancado en tu vida espiritual sin llevar fruto. Porque el indeciso no se mueve, no toma decisiones, no avanza, no se arriesga. Entonces, no obedece a Dios. Pero no a propósito, sino porque no se decide a hacer la voluntad de Dios.
Sigan arrepintiéndose, para que el Señor imparta decisión sobre ustedes, para que los libere de todo espíritu de indecisión e inconstancia. Porque el indeciso es inconstante. Empieza con algo, pero después, como deja de estar convencido en lo que estaba haciendo, lo abandona. Entonces, es inconstante y por eso no ve cambios en su vida espiritual, se siente estancado. Porque hay que perseverar para llevar fruto, dice la Palabra. Como el agricultor que tiene que tener paciencia y perseverar trabajando en ese campo hasta ver los frutos.
[Santiago 1:12] Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba; porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.
Yo (Noelia) veo que el enemigo ha colocado semillas en tu mente, de duda, de temor, miedos, cobardía. Muchas veces la indecisión y la cobardía van de la mano, porque quien no quiere decidir, es un cobarde en realidad, y tiene miedo a tomar decisiones que lo puedan llevar a cambios. Y mayormente si son cambios drásticos en su vida.
La Palabra del Señor dice que los cobardes no heredarán el reino de los cielos, y el reino de Dios lo arrebatan los violentos. Hay que ser valiente para conquistar lo que el Señor nos quiere dar, lo que Él tiene preparado para nosotros. Imagínense si Moisés nunca se hubiera decidido en volver a Egipto, para buscar a su pueblo y sacarlo de ahí, por más que Dios lo llamara. Imagínense si Josué nunca se hubiera decidido a cruzar ese río Jordán para conquistar esa tierra prometida.
[Apocalipsis 21:8] Pero los cobardes e incrédulos, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
[Mateo 11:12] Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Imagínense si Jesús se hubiera quedado en un estado de indecisión, sin poder decidir si iba a ir a esa cruz o no, sin poder decidir si iba a tomar ese sacrificio para Él o no. El mundo se hubiera detenido, no habría restauración. El problema es que hay puertas que se abren por momentos, pero después se cierran. Porque dice la Biblia que el Señor es el que abre puertas y el que las cierra, también hay versículos en donde los apóstoles decían: el Señor nos ha abierto puerta grande para ir a predicar a tal lugar, o se nos ha abierto puerta grande para tal cosa.
[Apocalipsis 3:7] Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.
[1 Corintios 16:9] Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
[2 Corintios 2:12] Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y se me abrió puerta en el Señor.
Hay puertas que se abren en el camino espiritual de un hijo de Dios, pero eso no quiere decir que esas puertas se queden abiertas permanentemente. Son puertas temporales, que si uno no está atento y no se decide a entrar por ellas, cuando vienen de parte del Señor en el momento que hay que entrar, esas puertas se cierran. Ese es el problema que veo en algunos que buscan trabajo, y dejan pasar oportunidades importantes por indecisión, pero con la excusa de otras cosas.
El problema de raíz es una indecisión escondida. Cuando a ustedes les hacen una oferta de trabajo, por ejemplo, ese jefe no va a mantener esa oferta indefinidamente. Esa puerta va a estar abierta por un tiempo y cuando ese tiempo se termine o cumpla, la puerta se cierra. Y se va a abrir para otra persona, si no la cruzaron. Ese es el problema con el indeciso. Si uno no hace lo que tiene que hacer en el momento que debe y no logra tomar una decisión a tiempo, ahí expira la oportunidad.
Entonces, por causa de la indecisión, se pueden perder esposas o esposos que el Señor había enviado. Se pueden perder oportunidades laborales, oportunidades para reconciliarse con personas con las cuales habíamos tenido problemas. El Espíritu Santo me muestra que ustedes sienten que tienen que llamar a alguien y pedirle perdón a esa persona para que haya sanidad y reconciliación. Pero no lo hacen por causa de la indecisión. ¿Será Dios que me está diciendo que hable con esta persona o no? ¿Será el Señor? ¿Seré yo? ¿Será el diablo? En vez de meterse en el cuarto secreto y orar, y buscar al Señor hasta recibir esa seguridad, tomar decisión, accionar, y obtener esa bendición no solamente para ustedes, sino para la otra persona, lo dejan pasar.
El Señor quiere hoy que enfrentemos esta piedra de tropiezo en nuestras vidas, que no solamente afecta al avance en nuestra vida espiritual en el Señor, sino que puede afectarnos en todas las áreas de nuestras vidas. Algunos de ustedes no pueden elegir qué carrera estudiar. Otros dicen: no sé si casarme con este chico o con este otro. Y las personas no siempre van a esperar para siempre. Porque las oportunidades a veces expiran, eso incluye las carreras.
[Lucas 13:25] Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.
Hay un momento donde la puerta está abierta y otro donde está cerrada. Algunos no saben qué carrera elegir, están 6 meses estudiando una cosa y después se arrepienten, por indecisión, entran en otra cosa, y así. Nunca se desarrollan en nada y terminan con algo. El indeciso es inconstante en todos sus caminos, dice la Biblia.
El Señor no expone esto para que se pongan tristes o se sientan mal, culpables, señalados, frustrados. Porque el diablo es quien trae frustración. Intenta frustrar a las personas que tienen este problema. Dios hace esto para que tengan el problema ante sus ojos y digan: entiendo que esto está en mi vida, Señor, ayúdame a resolverlo. Yo (Noelia) veo que ahora muchos se dan cuenta de que esta es la raíz de muchos problemas que tienen, pero nunca lo supieron. Por eso el Señor hoy lo pone sobre la mesa. Él quiere ayudarlos.
El Espíritu de Dios me está revelando que a la indecisión se la debilita a través de leer las Escrituras, la oración, la súplica, el ayuno, reprendiendo los miedos y no escuchándolos. Tomen nota porque el Señor les está dando las estrategias para vencer este problema. El Señor dice que muchos se sienten débiles y por eso no se deciden por cosas que estiman más grandes que ustedes, como si esas cosas que tienen que decidir fueran a superar sus capacidades.
El Señor te dice que a la indecisión se le gana proclamando los versículos bíblicos, que nos enseñan que en Cristo todo lo podemos y que Él no nos va a dar una carga mayor a la que podamos llevar. Todo este tipo de versículos que hablan lo contrario de lo que el enemigo nos habla al oído cuando tenemos que decidir.
[Filipenses 4:13] Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
[1 Corintios 10:13] No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir; sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Algunos quieren estudiar contaduría, abogacía. Hay alguien que anhela en su corazón llegar a ser juez. Pero no lo han hecho porque piensan que es demasiado difícil. El enemigo les ha mentido. Porque si esta inspiración ha venido de parte de Dios, Él les ha dado la inteligencia, la memoria, los recursos que necesitan y demás. Pero ustedes le han creído al espíritu de la indecisión y no a Dios y su Palabra.
El Señor les dice, avancen, hijitos, avancen, decidan. Si ven que se equivocan, siempre hay oportunidades para volver a enderezarse. Si encuentran que eso no era lo que esperaban, si esa equivocación llegara a existir, igualmente les va a servir de experiencia, para finalmente tener la certeza de que no es eso lo que querían. Pero si ustedes no deciden ni por una cosa ni por la otra, nunca van a experimentar ninguna de las dos.
Para elegir uno de esos dos caminos, tienen que experimentar uno de los dos. Porque al experimentar si les gusta, si se sienten plenos, sienten que es por ahí, sienten la confirmación, la paz en sus espíritus, se enamoran de eso que eligieron, entonces van a saber que decidieron correctamente. Y si no, si ven que no es para ustedes, no se enamoraron de eso que eligieron, el Espíritu de Dios no les da paz en eso y demás señales, al menos se van a dar cuenta de que eso no es lo que tienen que hacer. Y van a decidir más convencidos por la otra opción.
Pero si se quedan en la nada, no hay forma de avanzar. A veces hay que avanzar a través de equivocarse, dice el Señor. A veces, equivocarse, ayuda a avanzar. Porque una vez que uno sabe que se ha equivocado, finalmente sabe que eso es lo que no tiene que hacer. Así que, siempre que las intenciones hayan sido las correctas, intenciones de un corazón simple e inocente para el mal, entonces no piensen que los errores que cometieron fueron en vano, y perdieron tiempo.
Repite el Señor, a veces es mejor cometer errores y arrepentirse, levantarse, volver a enderezarse y cambiar esa decisión, decidir otra cosa, que quedarse quietos sin hacer nada. Porque el Señor detesta la tibieza, la cobardía, la incredulidad. Esa es otra de las razones por las cuales a veces no se toman decisiones, porque no creemos que el Señor nos inspiró para elegir o decidir algo.
La indecisión muchas veces está conectada a la incredulidad. Porque si José, el carpintero, no le hubiera creído a Dios cuando el ángel se le presentó en sus sueños para decirle que tome a María y se case con ella, entonces él por incredulidad no hubiera tomado esa decisión. Creerle a Dios y tener fe en Él es otra de las maneras en la que uno puede destruir al espíritu de indecisión que trabaja en contra nuestro.
El Señor está impartiendo conocimiento de lo alto ahora en ustedes. Yo (Noelia) veo algunos tomando nota. Algunas decisiones que tienen que tomar, están claramente enseñadas en la Biblia. Algunos de ustedes están dudando sobre qué decisión tomar, porque no buscaron las respuestas en la Biblia, sino en otras fuentes. El Señor dice, que muchas de las respuestas de lo que preguntan para saber qué decidir, está en las Escrituras.
Yo (Noelia) estoy viendo que le están preguntando al Señor si tienen que ir, seguir o salir de una congregación determinada o no. El Señor dice que hay cosas que no hacen falta orarlas, sino que están claras en las Escrituras, hay cosas que están preguntando, que son bien enseñadas en las Escrituras.
Hay alguien acá, que está preguntando qué tiene que hacer porque está en yugo desigual, ¿si tiene que decidir dejar a esa persona o no? ¿Casarse con esa persona o no? Hay decisiones que hay que tomarlas directamente por lo que enseñan las Escrituras. Por ejemplo, cuando dice no os unáis en yugo desigual, no hay mucho que preguntar. Hay cosas ya escritas, y debemos decidir basados en estas, y son cosas muy claras.
[2 Corintios 6:14] No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?
Muchos problemas de decisiones se van a resolver estudiando las Escrituras, haciéndole caso, aplicando lo que dice. Dice el Señor que es un gran problema la falta de fe. La falta de fe alimenta al espíritu de indecisión, porque el que no le cree a Dios no le hace caso, entonces se queda inmóvil, no avanza, no decide.
[Hebreos 11:6] Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es remunerador de los que le buscan.
[Mateo 17:20] Y Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, podréis decir a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Dice el Señor, créanme, hijitos, créanme, créanle a las Escrituras, soy Yo hablando a través de ellas. Yo (Noelia) veo una Biblia abierta y en el espíritu se ve con la luz de Dios. La luz de Dios está en las Escrituras. El Señor dice, amen esas Palabras, pónganlas por obra y van a ver milagros en sus vidas. Esos prodigios y señales que me piden, se van a realizar a través de creer a esas Palabras, porque creerlas, es creerme a Mí.
Dice el Señor que no está contestando directamente algunas cosas que ustedes le preguntan para tomar decisiones, porque ya las dejó escritas. No hace falta ir a preguntarle algunas cosas sobre ciertos casos en sus vidas, porque Él está esperando que ustedes no solamente lean, estudien y mediten en lo que está escrito, sino que lo pongan por obra. Las respuestas las van a encontrar ahí.
Él es como un padre que no se repite, porque ya le dijo al hijo lo que tenía que hacer. Y cuando el hijo vuelve y le pregunta diez veces lo mismo, el padre le dice: ya te dije lo que tienes que hacer, no me vuelvas a preguntar. Eso veo en visión, para que ustedes entiendan que es muy importante leer lo que está escrito, creerlo y aplicarlo. Muchas cosas son literales, ni siquiera hace falta interpretarlas, son muy claras.
Cosas que ustedes le están preguntando a Dios y se están quejando porque no les habla directamente, no se las responde, da un sueño o una palabra acerca de eso, es porque Dios está esperando que encuentren esa respuesta en las Escrituras. Allí donde está la luz de Dios, la sabiduría de Dios, en esas Palabras de vida. Yo (Noelia) veo nuevamente que se rompen estas cadenas, cadenas de indecisión, de esclavitud, caen en este momento en el nombre de Cristo Jesús. Y el Señor les da agua para beber a muchos en este momento, que tenían sed.
El Señor dice, tengan esperanza porque Yo puedo arreglar absolutamente todo auto que esté averiado. Yo soy como un Mecánico para el cual no hay un auto que le sea imposible de arreglar. Tráiganme, todo lo que en ustedes esté roto, porque Yo tengo la capacidad de solucionar absolutamente todos sus problemas. Porque algunos de ustedes no creen que pueden salir de este problema de la indecisión. No creen que el Señor los puede liberar y que lo quiere hacer, para cambiar y empezar a manejarse de una manera sana en esta área.
El Señor dice que vayan a su taller y que Él va a renovar el motor de sus autos. Ustedes simplemente presenten este problema a los pies de esa cruz con fe. Pidiendo como alguien que cree que va a recibir la solución. Si hacen esto, ustedes van a recibir la respuesta y la transformación. Crean que esto puede ser revertido.
Nuevamente, insiste en que lean la Biblia porque provoca una renovación en la manera de pensar, y eso incluye en la toma de decisiones. Porque el espíritu de indecisión viene del diablo, pero la decisión viene del Espíritu de Dios. Yo los puedo renovar, Yo puedo provocar cambios eternos en ustedes, dice el Señor. Yo puedo cambiar un corazón de piedra por uno de carne en instantes. Yo puedo transformar las cosas en un nivel milagroso e inesperado antes de que ustedes puedan provocar un pensamiento.
El Señor me muestra que todos nosotros fuimos creados con una idea y diseño original. Ese diseño e idea original de cada uno era perfecto. Pero después, al nacer, hay cosas que se van rompiendo, se van desestabilizando, lugares que el enemigo va ocupando. Como un vaso al comprarse originalmente estaba nuevo, perfecto, reluciente, limpio, pero que después puede quebrarse, ensuciarse, oscurecerse, rayarse, picarse o lo que sea. Así somos nosotros. Pero el Señor dice que Él con solo hablar puede restaurar un vaso a su idea original.
No hay nada imposible para Mí, dice el Señor, crean hijitos. Yo (Noelia) veo que los que se arrepintieron y están creyendo esta palabra, hasta su ADN está siendo cambiado, está siendo arreglado. Hasta la memoria que tienen las células de sus cuerpos ahora está siendo borrada en el área de la indecisión, para ser reprogramada y apta de decidir firmemente a partir de ahora.
Porque recuerden que el cuerpo afecta al espíritu, y el Espíritu nos ha enseñado que somos cuerpo, alma y espíritu, y cada una de esas cosas se afectan entre sí, están relacionadas, íntimamente conectadas. No son elementos aparte o piezas separadas. Somos uno, pero en cuerpo, alma y espíritu. Lo que le pasa a una cosa impacta a la otra. Hoy el Señor está restaurando nuestra alma para que pueda estar a una. Porque la indecisión provoca fragmentación.
La indecisión fragmenta el alma porque provoca separación no solamente en uno mismo, sino en los matrimonios, amigos, hermanos de sangre y de iglesia. La indecisión separa, dice el Señor. El espíritu de indecisión, lo que hace es fragmentar el alma, separarla en partes. Pero el Señor, a través de esta impartición, vuelve a unir esas partes fragmentadas y arregla lo que estaba roto en esa área.
Yo (Noelia) bendigo toda mente que recibe sanidad ahora en este tema. Yo unjo con aceite de restauración toda mente, corazón y todas las partes que conforman tu ser. Por fe lo hago, enviando la palabra en el nombre de Jesús. Recibe sanidad ahora, decisión, firmeza al tomar decisiones, poder para sostenerlas con el tiempo. Recibe gozo para disfrutar de las decisiones que vas a tomar a partir de ahora, disfrutar de esa estabilidad en la toma de decisiones en el nombre de Jesús.
Sé decidido, dice ahora el Señor. Decídete por Mí, por lo bueno, por lo alto y no por lo bajo. Decide por lo de arriba, y no por lo de abajo, por la luz y no por las tinieblas, por lo recto y no por lo torcido, por la obediencia y no por la desobediencia, por la humildad y no por la vanagloria.
Yo (Noelia) te estoy impartiendo ahora, para que empieces a tomar decisiones acordes a la voluntad del Señor y sus principios. El Espíritu dice que otra de las cosas que va debilitando la indecisión es hablar en voz alta lo que uno decide y no solamente pensarlo. Si hay que elegir una carrera entre la biología y la geografía, por ejemplo, no solamente ayuda pensar en que voy a decidir por la biología, sino también decirlo. Decir con la voz: yo decido hoy estudiar biología, porque las palabras tienen poder, aunque se elige con el corazón.
Así que decídete hijito, decídete hijita. Avanza como un barco decidido que sabe a qué puerto tiene que ir. Hoy pongo decisiones en tu mente, dice el Señor. Hoy traigo claridad en el paisaje, te pongo convicción en tu espíritu sobre lo que tienes que decidir, te doy certeza sobre las decisiones que tienes que tomar.
Hay gente acá que no sabe si vender una propiedad o no, está indecisa. El Señor te dice, hoy te doy la convicción y la valentía para tomar esa decisión. Porque hay alguien que se tiene que desprender de una propiedad, para venderla. Esa es la decisión que tiene que tomar, pero le daba miedo. El Señor imparte valentía ahora, para que seas libre del apego de esa propiedad. Al igual que los viajes, el Señor imparte ahora decisión, certeza, sabiduría para elegir a dónde tienen que ir.
El Padre ahora te imparte certeza en fechas que estuviste preguntando, en el nombre de Jesús. Se te coloca hoy una semilla para tener velocidad en las decisiones. Se te imparte ahora valor para sostener el porqué tomaste esas decisiones, para defenderlas. Dice el Señor que ahora Él te imparte valor para defender tus decisiones.
Dice el Señor que te plantes en tus decisiones una vez que las tomaste, porque después viene el diablo a través de otras personas a hacerte dudar también. Pero levanta el escudo de la fe cuando pasa esto, si estás convencido de esa decisión que tomaste, acorde a lo que te enseñan las Escrituras, o a lo que te dijo el Señor que tenías que decidir. Defiende tus decisiones, y esos enemigos que vienen a boicotearlas una vez tomadas, se van a ir corriendo como lobos que escapan por causa de ver tu fuerza.
No seas como un junco que se balancea para un lado y para otro. Me parece ver un junco que crece en los ríos, y se mueve con el viento. Dice el Señor que no seas como esas plantas que están entre las aguas, y con el viento se mueven de un lado para otro, si no sé cómo un árbol firme, que no hay viento que lo pueda mover. Porque sus raíces son tan fuertes en lo que ha decidido que no hay viento que lo pueda hacer tambalear o caer.
Recibe firmeza, te dice el Señor. Recibe fuerza en tu cuerpo para ser capaz de resistir a los golpes contra esas decisiones que quieres tomar. Tu sistema inmunológico está siendo fortalecido ahora en el nombre de Jesús, para que tu cuerpo resista los ataques contra el poder de tu decisión. Recibe fe, para tomar decisiones acorde a mi voluntad. Hoy lleno tu vaso de fe, te imparto una nueva medida de fe para decidir en eso que Yo te había llamado, pero que te daba miedo.
Recibe fe para tirarte en esa pileta. Para dar ese paso importante de fe. Recibe esa fe en el nombre de Jesús. El Señor repite, avanza, hijito, avanza. Decídete por avanzar y ya no te quedes quieto ni estancado. Decide por algo, pero decide. No tengas miedo, porque si yerras o te equivocas, siempre que tengas buenas motivaciones en tu corazón, te voy a ayudar a re encaminarte. Pero decídete y ya no te quedes quieto ni estancado, en el nombre poderoso de Cristo Jesús.
Yo (Noelia) veo valentía. El Señor da valentía. Hay cosas que se van a empezar a mover en sus vidas ahora. Porque en algunos de ustedes no se movían las cosas. Tienen que decidir para que las cosas se muevan. Tienen que entrar por puertas abiertas o tienen que cerrarlas a partir de ahora. A medida que vayan tomando decisiones, las cosas se van a mover en sus vidas.
El Señor me dice que le enseñemos a nuestros hijos a ser decididos. La importancia de las decisiones y de tomarlas, y no quedarse estancados en el camino. Esto ha sido una bendición inesperada para muchos. Algunas personas acá le tienen que pedir perdón a otras por haberlas hecho esperar durante tanto tiempo, por causa de no haber tomado decisiones en el tiempo correcto.
Le tienen que pedir perdón a personas cercanas, queridas, porque las han hecho sufrir al no decidirse en el momento correcto. Oren sobre esto y pregunten al Espíritu Santo, y Él les va a revelar a quién le tienen que pedir perdón para que haya paz.
Hay veces que hay que decidir algunas cosas, aunque ustedes saben que va a conllevar dolor, dice el Señor. Así como Él igualmente decidió tomar esa última copa sabiendo el sufrimiento que significaba. Igualmente, decidió hacer la voluntad del Padre. Esa es otra de las cosas que los frena, que los hace indecisos, los deja inmóviles y estancados. Saben que si toman algunas decisiones les va a provocar dolor o que va a conllevar un sacrificio, pero no por eso no viene de Dios.
Ustedes tienen que llegar al punto de decir, hágase tu voluntad y no la mía. Porque hoy han recibido una llave para la solución de muchos problemas. Ahora la tienen que usar y tienen que mantenerse en este camino, guardando sus mentes de los ataques mentales del enemigo en esta área y protegiéndose con el escudo de la fe.
Así que hoy les entrego un regalo, dice el Señor, y les doy este conocimiento de lo alto, como una clave que necesitaban muchos de ustedes para poder avanzar y crecer. Y que se destraben muchas áreas alrededor de ustedes en sus vidas. Sean libres ahora de la indecisión en el nombre de Jesús. El ayuno, recuerden, también debilita a este espíritu, para no darle de comer pensamientos, que el enemigo coloca para que sean indecisos.
Anoten todas estas instrucciones y pónganlas por obra, oren mucho en lenguas cuando la indecisión los ataque, aunque no puedan interpretarlas, igualmente funcionan como un arma contra las estrategias del enemigo.
Cuando se vean envueltos en una indecisión potente, oren mucho en lenguas dadas por el Espíritu Santo, me dice el Señor. Hasta que ese ataque disminuya, baje, se detenga y el camino se despeje a través de esa oración en lenguas. Y a través de esa misma oración van a recibir la inspiración para decidir.
Veo en visión un cierre como el de una campera. Un cierre que estaba abierto y ahora se cierra. Significa que esta palabra está cerrada y se ha terminado la entrega de esta ministración.
Aprendan de este símbolo, dice el Señor, para que cuando vean un cierre en una visión o en un sueño, lo entiendan.
Muy bien hermanos, los saludamos de acá de Argentina. Acá está mi esposo Mándala. Él es austríaco y normalmente estamos los dos aquí en esta obra. Los amamos, y esperamos que el Señor se glorifique en sus vidas a través de esta obra.