El Señor te bendiga, amada Iglesia del Señor Jesucristo. Hoy es 13 de febrero del año 2024 y estoy aquí otra vez para entregar un mensaje profético al cuerpo de Cristo y a ciertos pastores por medio del Espíritu Santo de Dios. Mi nombre es Noelia Fernández, soy argentina. Ayer el Señor estuvo hablando sobre pastores a los cuales llamó carceleros, manipuladores, controladores, que en vez de traer libertad a las ovejas, del Señor Jesucristo, están atándolas, quitándoles la libertad y no dejándolas que obedezcan a Dios en primer lugar.
Hoy el Señor me habló acerca de ciertos pastores que le están robando a las ovejas del Señor Jesucristo y me mandó a dar este mensaje profético a ellos para que, quizás arrepintiéndose, se salven de la ira de Dios, del juicio que viene sobre la casa del Señor en estos últimos días, donde se está preparando el escenario mundial para la aparición del hijo de pecado, del anticristo, y para la venida del Señor Jesucristo, al cual esperamos, los que creemos en Él y en el arrebatamiento de su iglesia.
Así que vamos a comenzar leyendo Ezequiel, capítulo 34, porque este es el pasaje del cual el Señor me hablaba en el día de hoy:
[Ezequiel 34:1-10] Vino a mí la palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y diles a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar a los rebaños? Coméis la grasa, y os vestís de lana; matáis lo engordado, pero no apacentáis las ovejas. No habéis fortalecido a la débil, ni habéis sanado a la enferma, ni habéis vendado la perniquebrada, ni habéis hecho volver a la perdida; sino que habéis dominado sobre ellas con dureza y con rigor. Y fueron dispersadas, por falta de pastor; y fueron por todas las naciones, y anduvieron errantes; y fue esparcido su rebaño, y no hubo quien lo buscara. Por tanto, pastores, oíd la palabra de Jehová: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para presa, y mis ovejas fueron comidas de todas las bestias del campo, por falta de pastor, y mis pastores no buscaron a mis ovejas, sino que los pastores se apacientan a sí mismos, y no apacientan mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd la palabra de Jehová: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les quitaré de ser pastores; y no se apacentarán más a sí mismos; porque yo libraré mis ovejas de su boca, y no les serán más por comida.
Esta es la palabra que habla hoy el Espíritu Santo, a algunos pastores de las congregaciones cristianas evangélicas. No todos los pastores están en este estado, pero el Señor, específicamente en este mensaje profético, habla sobre aquellos ministros que perdieron el amor por el prójimo y que se enamoraron de los bolsillos de su prójimo. El Señor le habla hoy a aquellos que alguna vez fueron llamados e instituidos en el pastorado, pero que comenzando por alimentar a las ovejas que le pertenecen al Pastor de los pastores, a Jesús, terminaron alimentando y llenando sus propios bolsillos.
El Espíritu Santo me está hablando ahora de toda una estructura demoníaca, estructura de hombre, que se ha levantado, inclusive por escrito, yo (Noelia) estoy viendo que este problema en las congregaciones viene desde hace mucho tiempo. Se han creado planes dentro de las iglesias evangélicas, entre los pastores.
Yo veo mesas donde pastores de distintos lugares que se reunían para charlar sobre cómo se sostiene económicamente una congregación. Reunidos en mesas largas, se encuentran pastores de distintas denominaciones y edades, que pastoreaban congregaciones pequeñas o grandes; durante estas reuniones, ellos fueron decidiendo a lo largo del tiempo, cuáles eran las reglas que tenían que enseñarse para que el dinero no falte, pero a la manera del hombre y no del Señor.
Estas juntas, que comenzaron a darse hace mucho tiempo, desarrollaban técnicas de manipulación, me dice el Espíritu Santo, para lograr obtener el dinero de las ovejas que concurrían a sus reuniones. Y dentro de estas reuniones ellos dijeron: tenemos que pasar de generación a generación, dentro de las familias pastorales, esta educación de como obtener el dinero de la gente que concurre a nuestras congregaciones, para que nunca falte el sostén y para que los edificios tengan cómo sobrevivir.
Pero en vez de dejar que el Señor provea de manera sobrenatural, de manera milagrosa, en vez de abrirle la puerta a Jesús para que Él dirija esas reuniones pastorales, en vez de darle lugar al Espíritu Santo para que le hable a las ovejas y las inspire a dar lo que cada pastor, congregación y obra del ministerio necesita, económica y financieramente.
Durante estas juntas se fue dejando afuera al Señor y cada vez más se trató de lo que ellos como hombres pensaban que tenían que hacer. Entonces se fueron escribiendo como manuales, donde se les va enseñando a los pastores de las iglesias evangélicas, cómo manejar el tema del dinero para tener una base económica continua, no a la manera bíblica, ni por el Espíritu Santo, sino bajo una estructura que se fue levantando.
Yo (Noelia) veo un edificio que se fue levantando a través de todos estos años, y ellos quisieron sentirse seguros a través de esa estructura que ellos mismos levantaron. Manchando las Escrituras, torciéndolas, inventando doctrinas con base en a ella, y alejándose cada vez más de la guía del Espíritu Santo en lo económico y financiero, por distintas razones.
Porque muchos de ellos tenían miedo, me dice el Señor, porque a muchos les faltó la fe para creer que si la obra era de Dios, Él la iba a sostener, en otros sus corazones no estaban puros, y realmente eran codiciosos de ganancias deshonestas. Eso se fue transmitiendo de generación en generación en las estructuras humanas evangélicas, que dentro de las iglesias se sigue enseñando hasta hoy. Enseñanzas tergiversadas, erróneas, sucias, codiciosas, pervertidas, que se fueron alejando de la obra de Dios. Y las congregaciones en sus distintas denominaciones se fueron acostumbrando a estas estructuras económicas de hombres.
[1 Timoteo 6:10] Porque raíz de todos los males es el amor al dinero; el cual codiciando algunos, se desviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores.
No todas las iglesias se manejan así, pero es un gran problema en estos días que el Señor quiere tratar a través de este mensaje profético, y hablarles a ustedes para que sus ojos sean abiertos y quizás muchos de estos pastores se arrepientan y se acomoden a las Escrituras y guía del Espíritu Santo para salvarse del juicio que viene.
Los que concurren a las congregaciones, fueron cayendo en estas trampas, creían que así tenía que ser lo que les venían predicando y los que les hablaban durante tantos años, repitiéndoles las mismas frases una y otra vez. Hasta que los miembros de estas congregaciones se fueron impregnando de estas enseñanzas manipulativas, dejando de lado lo que dicen las Escrituras sobre esta área y escuchando más las enseñanzas de hombres.
La culpa de esto no solamente la tienen estos pastores que están en estas piletas sucias, sino las ovejas que se están deleitando en estas piletas sucias; las ovejas que están creyéndoles a los hombres más que a Dios, que no escudriñan las Escrituras ni la defienden. No utilizan esa espada de doble filo, cuando un lobo disfrazado de oveja está tratando de engañarlas. Hay culpa de los dos lados, y no solamente es de estos pastores que se manejan en estas doctrinas erróneas demoníacas en estos últimos días, sino también de los hijos de Dios que le dicen «sí» a todo lo del hombre, sin discernir cuál es la fuente de lo que se les está enseñando.
Dice el Señor, en este tiempo viene juicio, como ya lo viene hablando a través de este ministerio y de otros, hace años; enfatizando sobre este tema a través mío, que en este tiempo viene juicio y limpieza sobre la casa de Dios; donde todas las cosas se van acomodando para que se dé y se cumpla el plan profético de Dios para estos últimos días. Todo árbol que no dé fruto está siendo quitado y así seguirá, y entre esos árboles que no dan buen fruto están estos pastores codiciosos de ganancias deshonestas.
Dice el Señor, el hacha viene sobre ellos, si no se quieren arrepentir. Yo (Noelia) veo ahora, pastores que le meten las manos en los bolsillos a los miembros de sus congregaciones para sacarles el dinero. El sustento no se logra a la fuerza, cuando una obra es de Dios, dice el Señor, el sustento lo doy Yo, Yo soy el que hace llover milagrosamente la provisión del cielo. Si Yo no abro los cielos, sobre una congregación, nadie lo puede abrir a la fuerza, si Yo no alimento a los míos, nadie los puede alimentar, si Yo no abro una puerta, nadie la puede abrir.
Pero ellos creen que tienen que obtener el dinero de mis ovejas, insistiéndoles a que lo den, en una manera bajo presión, manipulativa, controladora, amenazante. Porque yo (Noelia) veo pastores que amenazan a algunos miembros de las congregaciones, que si no aportan dinero a esas obras en donde ellos están trabajando que van a recibir el juicio de Dios, pero el Señor dice que para todos ellos que amenazaron a sus ovejas bajo juicio, el juicio les viene a ellos.
Este es un tiempo de retribución, y muchas veces esa retribución de la que habla el Señor no va a ser recompensa, sino que será retribución de los pecados cometidos. Para estos hombres que están puestos como líderes de distintos tipos de rediles pequeños, medianos, grandes e incluso de miles de miembros. Si no acomodan el área de las finanzas, viene el hacha sobre ellos. Arrepiéntanse, porque así como vino el fuego a Chile y quemó al menos seis iglesias evangélicas en unos días (sucedió hace poco en febrero), destruyéndose absolutamente todo de esas iglesias; como ya el Señor lo había advertido también a través de este ministerio hace un par de meses.
También viene el fuego a las casas de los pastores, que están abusando de la congregación de Cristo Jesús, si no se arrepienten antes. El Señor está trayendo juicio sobre su pueblo, está ajustando tuercas, está trayendo un ajuste de cuentas, Él ha pesado en la balanza, durante estos años y meses atrás. Y ahora estamos en un tiempo de pago, tiempo de retribución, donde cada cual, después de haber sido pesado en la balanza de justicia del Señor, está recibiendo lo que le corresponde, al que juicio, juicio, al que recompensa, recompensa.
Porque el Señor también tiene su remanente bueno y escogido por gracia, remanente de pastores que realmente aman a sus congregaciones; pequeño grupo elegido de ministros apocalípticos que sí entienden el tiempo en el que estamos viviendo, y que realmente quieren hacer las cosas bien y no tienen sus ojos puestos en el dinero.
Pero la gran mayoría, dice el Señor, está pervertido, desviado, equivocado y hasta endemoniado. Ya no saben qué hacer para obtener más y más dinero de las ovejas, porque ya no les alcanza con predicar el diezmo. Quieren más que el diez por ciento, porque la codicia nunca se sacia. No solamente que le meten una doctrina mosaica del diez por ciento del diezmo, sino que ahora cada vez quieren más, no les alcanza, dicen quiero el diezmo, pero también tienes que aportar para tal edificio que estamos construyendo y también tienes que aportar para la obra de no sé qué, no sé cuánto; nunca alcanza y es suficiente.
Yo (Noelia) no estoy diciendo que nunca se pueda aportar a una obra, porque también es bíblico, me refiero a aquellos que no lo hacen bajo la guía y la libertad del Espíritu Santo, sustentado bajo las Escrituras, sino a través de la manipulación del enemigo en ellos. Veo a Jesús, que se pasea en las congregaciones observando lo que ellos están haciendo y sus ángeles están alrededor anotando lo que les dicen a los miembros que se congregan.
Veo al Señor observando de cerca la conversación entre un pastor y un padre de familia que apenas tiene para sustentar su casa. Y el pastor le dice: pero hermano, si usted no aporta, no puede congregarse en este lugar, el padre de familia responde: pero es que no me alcanza para darle de comer a mi familia. El pastor contesta: sí, hermano, pero primero le tiene que dar a Dios y Dios después le va a dar a usted.
Veo a los ángeles tomando nota de esa conversación, y al Señor Jesucristo parado al lado de ambos, escuchando. Luego veo al Señor Jesucristo enviando gente para que ese pastor se arrepienta de sus palabras. Muchos pastores maldicen, a través de la Palabra, a las personas que no diezman en sus congregaciones. Pastores que hacen acepción de personas, les dicen a los ricos y adinerados que se sienten en la mejor parte de sus iglesias y a los que no tienen mucho, que se vayan al fondo y los dejan relegados. Cuando hablan con las personas, las maldicen o las invitan a irse de la congregación porque no están aportando lo que ellos piensan que tienen que aportar.
Dice el Señor, traigo juicio sobre todos ellos y lamentablemente también contra sus casas, porque así como afligiste y oprimiste al pobre y su familia, así tú y tu familia será afligida y oprimida; estos pastores abusivos que exprimen a los miembros de las congregaciones como se exprime una naranja hasta que ya no le quede jugo. El juicio viene sobre ellos, seguiremos viendo ministros que caen muertos en el altar, mientras están predicando y pidiendo dinero a quienes escuchan, porque lo hacen de una manera que no viene del Señor, que no les mandó, sino por sus propias concupiscencias.
Yo (Noelia) veo al demonio de Mamón que es el amo sobre muchas congregaciones evangélicas, a él se le sirve, se le idolatra, canta, alaba, adora. Dice el Señor: Muchos de ustedes se congregan por el dinero, no por Mí, no van a buscarme a Mí; van porque piensan que si se llevan bien conmigo, tendrán más riqueza. Pero no van para entregarme sus vidas, sino para que Yo multiplique sus bolsillos. Arrepiéntanse, porque al pastor asalariado le pagan las ovejas interesadas. Porque van corriendo detrás de una moneda y no de la vida eterna.
Yo (Noelia) veo una balanza donde el Señor está pesando nuestros movimientos en estos días; dice el Señor: Hijitos, no quiero que los míos sufran, pero tengo que purificar a mi iglesia, tengo que enseñarles a ser desinteresados, a saber vivir en toda situación, como de pobreza y abundancia, en necesidad y en tenerlo todo.
Yo (Noelia) veo a esos pastores llenos de orgullo, arrogancia, soberbia, no aceptan ni una palabra de corrección; porque veo que el Señor ha enviado a algunos a darles una palabra profética a sus pastores que están en este comportamiento demoníaco, errados de las Escrituras, y no han recibido esa palabra profética. El Señor les ha dado sueños para que se den cuenta de que transitan por caminos errados.
El Señor les ha revelado que están en error y apostasía, de muchas maneras y no han querido escuchar. No es que el hacha viene sin antes avisar, sino que viene después de un tiempo de aviso y prueba. No han querido escuchar, tienen sus ojos cerrados, y así de fuerte como cierran sus cajas fuertes, donde guardan el dinero de los míos, y lo recaudan como los banqueros, así de fuerte les cierro Yo la puerta en la cara, dice el Señor, si no se arrepienten.
Vengan a Mí, dice el Señor, y denme todo lo que tienen, estando sueltos de todas las cosas; hijitos, los últimos tiempos son terribles y van a ponerse cada vez peor. Viene el martillo que juzga al mundo entero, y quiero hallarlos inocentes de ganancias deshonestas, porque no solamente son ellos los que están pecando cuando les están robando a las ovejas, sino que ustedes están pecando, cuando les dan para hacer negocios conmigo.
Yo (Noelia) veo que algunos de ustedes les dan a sus pastores, pero no porque realmente tienen un corazón generoso y no son dadores alegres, no porque el Espíritu Santo les mandó a dar, a ofrendar, sino que dan, porque piensan que así Dios «sí o sí» les tiene que retribuir el doble, ustedes quieren hacer negocios con el Evangelio al igual que estos pastores corruptos.
Dice el Señor, ustedes quieren hacer un pacto con Dios a través del dinero, pero sepan que cuando quieren hacer esto y jugar con la fe se ganan maldiciones de pobrezas y de ruinas, porque con Dios no se pacta a través del dinero. Hijitos, cuidado; yo (Noelia) estoy viendo una alcancía en forma de chanchito, y una persona que ahorra de poco en poco en esa alcancía, le cuesta hacerlo porque no le sobra el dinero. Es una anciana que guarda sus pocas monedas allí. El Señor Jesús la ve y se apiada de ella, y dice que ella es pobre en la tierra, pero rica en el cielo.
Dios me muestra esta imagen, porque dice que muchos se preocupan por dar más dinero a su pastor sin la guía del Espíritu Santo, en lugar de las personas que a veces no tienen para comer, pero que son como la viuda pobre que puso en el templo la última blanca que tenía. Muchos no están siendo sabios, porque de todo lo que ingresa en sus bolsillos deberían preguntarle al Espíritu Santo ¿Cómo administrarlo? ¿Dónde invertir? Porque de todos sus ingresos no solo el 10% le corresponde al Señor, sino el 100%. A partir de que Jesús estableció un nuevo pacto.
Dice el Señor, todo lo que a ustedes les ingresa se los doy Yo. Antes el dinero se manejaba a través de leyes escritas que el Señor dio a Moisés. En este nuevo pacto, en la sangre de Cristo Jesús, toda esa provisión que Él mismo da, se maneja a través del Espíritu Santo. Como a ustedes les han enseñado a seguir manejándose en algunas áreas de sus vidas, como por ejemplo en la economía, por las leyes de Moisés, mencionando el diezmo y estas cosas; los pastores les enseñan utilizando las leyes de Moisés, para que se sientan obligados a dar ese 10% de los productos.
Los pastores siguen enseñándoles a ustedes a dar el 10% en las congregaciones a través de esas leyes que recibió su siervo Moisés para ese tiempo, en vez de enseñarles que a partir de que el Señor Jesús vino y estableció un nuevo pacto, ya no es el 10% lo que le pertenece al Señor, sino todo lo que ustedes reciben, que viene de Él, y se les es entregado por gracia.
Todo lo que ustedes reciben es por gracia y ahora deben dar por gracia, ya no es bajo la ley de Moisés, así es todo en el nuevo pacto en Cristo Jesús. Y ustedes no han aprendido a dar de esa manera, por tanto, no siguen la guía del Espíritu Santo, y así no ven milagros financieros en sus vidas, por no manejarse por el Espíritu de Dios, sino por una ley escrita y derogada a través del derramamiento de la sangre de Jesucristo en esa cruz.
Entonces no están siendo sabios porque en vez de preguntarle al Espíritu Santo qué tienen que hacer con esos ingresos que reciben por gracia, en este nuevo pacto, le están quitando la ofrenda, por ejemplo, a esa anciana que realmente necesita de esa ayuda económica, y le están dando al pastor que les pide el diezmo obligado, utilizando las leyes de Moisés, dando donde quizás el Espíritu Santo no te había mandado a que des.
Así ustedes obedecen a los hombres antes que a Dios, ellos utilizan la frase del libro de Malaquías, donde dicen que le están robando a Dios cuando no aportan el diezmo, estos pastores corruptos utilizan ese pasaje para obtener sí o sí el diez por ciento de todos los congregantes. Dice el Señor, al no utilizar sus recursos que reciben por gracia, por la guía del Espíritu Santo, le están robando un beneficio a gente como esta anciana, que sí realmente necesita de esa ofrenda de corazón. Por obedecer a estas tradiciones de hombres, no están obedeciendo a Dios.
Hijitos, sean sabios, y retrocedan, porque ustedes están obedeciendo a pastores que retuercen las Escrituras, como a ellos les conviene, desviándose de mi guía. Pregúntenme a Mí, dice el Señor, lo que tienen que hacer con los recursos que les doy. Yo (Noelia) veo mucha abundancia, veo que el Señor bendice mucho a una persona. Pero esa persona que está muy bendecida en lo económico le pregunta al Padre: «Padre, ¿cómo quieres que administre esto que me diste? ¿Está bien si compro tal cosa o si gasto en esto o en lo otro?» Y el Espíritu Santo le da sabiduría financiera para administrar lo que Dios le dio.
Y no solamente mantenerse en un estado permanente de recibir, sino también de dar, porque el Señor quiere que nos transformemos en dadores de lo que recibimos por gracia, lo que recibimos por gracia lo tenemos que dar por gracia. Como dice la Biblia, «Por gracia recibiste, dad de gracia». Y esto no solamente se refiere a los dones espirituales o a los ministerios en los cuales el Señor nos haya instituido, sino también en lo económico.
[Mateo 10:8] Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
El Señor dice, por gracia, recibiste lo que tienes, económicamente hablando, dadlo por gracia, y si es por gracia, no es a través de la ley de Moisés, porque esta ley es por obras. Hijitos, sean sabios, y acomódense, salgan de las estructuras humanas, y caminen guiados bajo la libertad del Espíritu de Dios. Porque Yo les voy a decir, a quién, cuánto, cuándo y qué tienen que dar. Y a sus pastores no les va a faltar nada si tienen un llamado legítimo, porque a cada ministro Yo asigno proveedores por gracia, a los cuales les hablo, inspiro en sus corazones y les proveo para que sean repartidores para ellos. No les va a faltar nada, pero tienen miedo y ceden a comenzar a presionar a los miembros de las congregaciones, por el temor a la falta, no tienen fe en Mí, que Yo les voy a proveer.
Hijitos, dice el Señor, renuncien a esas cadenas; yo (Noelia) veo una persona que paga cuotas, porque ha comprado algo y todos los meses va a una oficina a abonar. Y veo un hombre que se encadenó con esta deuda, es como si se hubiera esclavizado hasta que no termine de pagarla, él es un deudor, como dice la Palabra.
[Proverbios 22:7] El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.
Dice el Señor, cuando ustedes dan basado en reglas y no guiados por el Espíritu Santo, que es por gracia, están operando como alguien que paga cuotas de un préstamo. Ustedes se comportan como deudores, cuando van y dan a sus congregaciones por obligación. Es como si saben que el mes que viene tienen que pagar una cuota, al igual que esa persona compró algo en cuotas y hasta que no termina de pagarlos se endeudó. Ustedes se sienten endeudados, comprometidos con una obra que no está guiada por el Espíritu Santo de Dios.
Piensan que cumpliendo con eso tienen la mitad de su vida espiritual arreglada, pero el que no va por gracia está esclavizado, porque va por obras. El que no va guiado por el Espíritu Santo va a dar, pero cuando da, está atado, porque donde está el Espíritu Santo ahí hay libertad, pero bajo la ley de Moisés no la hay. Se debe educar a un pueblo para que aprenda a seguir la guía del Espíritu Santo, porque dice la Palabra del Señor, aquellos que son guiados por el Espíritu Santo, esos son los hijos de Dios.
[Romanos 8:14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Cuando ustedes hacen las cosas porque les dicen que las tienen que hacer, pero no porque el Espíritu Santo se los dijo, ustedes no están siendo guiados por el Espíritu de Dios, sino por el espíritu de los hombres, utilizando escrituras del Antiguo Testamento, esclavizándose a ustedes mismos y colocándose bajo un yugo que no pueden y no deberían llevar.
Yo (Noelia) veo un pastor en una visión predicando en un púlpito y todo se trata de dinero, de casas, autos, joyas y bienestar material. Y todos los que están escuchando a este hombre están con esposas en las manos, sentados en las sillas, están esclavizados. Y este hombre habla algunas palabras sobre la prédica y a los 10 minutos les recuerda que tienen que ser generosos cuando den, y así conseguir el dinero de los congregantes por la fuerza. Nuevamente, veo los ángeles, tomando nota de lo que este pastor predica.
El Señor dice: si tan solo se dejará guiar por el Espíritu Santo en sus prédicas, y dejará de pedir lo que Yo le quiero dar libremente, vería milagros de abundancia en su vida. Pero todo lo que tiene ese tipo de pastor, se lo ha ganado por él mismo, no se lo he dado Yo, lo ha logrado a través de la presión que él ejerce sobre los congregantes, no por el Espíritu Santo de Dios que fue a tocar a los congregantes para que bendigan a ese pastor, lo cual es legítimo; él obtiene lo que él necesita, pero el Espíritu Santo no estuvo en esa ecuación.
Este tipo de pastores en sus congregaciones se manejan con espíritus de culpa que se pasean entre los congregantes, hablándoles al oído y diciéndoles que si ellos no aportan hasta casi empobrecerse, entonces el juicio de Dios va a caer sobre ellos. Eso hablan los espíritus de culpa a estas personas manipuladas por este tipo de pastores. Veo que este tipo de pastores que no pide por el Espíritu Santo, sino por la carne, desde el púlpito lanzan sogas espirituales sobre estos congregantes y los enlazan. Los tienen atados a través de su lengua, a través de las palabras, y sus bolsillos están llenos, son lobos rapaces que buscan exprimir a las ovejas del Señor, empobrecerlas.
Hijos, despierten, dice el Señor. No se dejen condenar, ni convencer, no hagan tratos con este tipo de ministros; porque ellos se manejan como arañas que van tejiendo, y que manipulan a las personas. Y muchos de ustedes tienen sueños con arañas que están tejiendo en sus congregaciones, porque el Señor les está revelando que hay manipulación en esos lugares. Hijos despierten, no se pongan bajo un yugo que no pueden llevar. Quiero liberarlos y enseñarles a vivir bajo la ley de la libertad, porque existe una ley en el pacto de la sangre de Cristo Jesús, pero es la ley de la libertad, la ley del Espíritu.
Hijos, reaccionen, porque a muchos el Señor les ha llamado a ofrendar de alguna u otra manera, a alguien; inclusive a personas que no pertenecen a sus congregaciones, y ustedes dudaron y dijeron: ¿pero cómo voy a dar una ofrenda a alguien que no pertenece a mi iglesia? Y no le hicieron caso al Espíritu de Dios, porque están tan acostumbrados a dejarse llevar por las leyes impuestas en estas congregaciones corruptas, que cuando el Espíritu Santo los manda a comprarle un par de zapatillas a alguien que vieron en situación de necesidad, creyeron que era el diablo, que estaban locos, esas también son ofrendas voluntarias.
Me muestra el Señor que otro error que están cometiendo, es que están dando para comprar palabras proféticas, están ofrendando a profetas para ver si pueden comprarlos; le ofrendan a pastores para manipularlos ustedes a ellos, para que tal vez a través de esas ofrendas que le dan a sus pastores, ellos dediquen más tiempo a sus necesidades, a ustedes.
Ustedes quieren comprar también a las personas, a los servicios de los ministros de Dios; ustedes también son negociantes de la fe cuando hacen estas cosas, muchos no envían por generosidad para sostener a un ministerio, lo cual es bíblico, lícito y necesario. Porque también dice la Palabra que el que trabaja para el evangelio, que viva del evangelio. No pondrás bozal al buey que trilla y demás. Hay muchos ejemplos en las Escrituras.
[1 Corintios 9:14] Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
[Deuteronomio 25:4] No pondrás bozal al buey que trilla.
No encontramos en la Biblia un ejemplo de alguien que ofrendó guiado por el Espíritu Santo con la intención de obtener algo, ya que todo es por gracia. Pero muchos de ustedes son como el mago que quiso comprar al Espíritu Santo, ofreciéndole dinero a los apóstoles para obtener el don de Dios; porque ustedes piensan: si le mando tanta plata a este profeta capaz me bendice, capaz me elige de entre tanta gente.
[Hechos 8:18-20] Cuando Simón vio que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: ‘Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiera las manos reciba el Espíritu Santo.’ Pero Pedro le dijo: ‘Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene por medio de dinero.’
Entonces prueban la oportunidad de mandar dinero a esa persona, para que ustedes se destaquen de entre la multitud, estoy hablando de los profetas que hablan a las masas. Ustedes se están manejando igual que este Simón, que les ofreció dinero a los apóstoles para comprar al Espíritu Santo. Hijitos, están errados, dice el Señor, arrepiéntanse, porque esto es una ofensa contra el Espíritu Santo. Darle plata a una persona que recibe palabra profética para que tal vez les hable de mi parte, me ofende, me deshonra. Arrepiéntanse de semejante orgullo.
Yo (Noelia) veo un arroyo de agua, y una persona que se lava la cara allí, luego sigue con el camino. Esa persona soy yo, me dice el Espíritu Santo, que me lave la cara, y siga hablando, aunque me cueste. Dice, hijita, refréscate la cara y sigue adelante, habla sin miedo, porque te respaldo.
El Espíritu Santo les dice que estudien las Escrituras, las diferencias de la ley de Moisés con la ley de Cristo, las diferencias de cómo se enseñó a manejar el dinero, y los recursos materiales en ambos pactos. Las enseñanzas de Jesús que tienen que ver con el dinero, la prosperidad, porque hay una prosperidad buena que sí viene de Dios, porque el Señor nos quiere prósperos, sanos, económicamente hablando también, y libres del deseo demoníaco, codicioso del dinero.
No está mal tener recursos materiales, está mal apegarse a ellos, dice el Señor. El problema con estas congregaciones, donde son manejadas por estos pastores ladrones, es que son como maestros que van enseñando a sus alumnos a hacer lo mismo. Si ustedes se acostumbran a estos comportamientos, van a ser como hijos espirituales de ellos, que repiten los mismos patrones, creyendo que están haciendo bien las cosas, terminando en pecar de la misma manera. Tengan cuidado, porque bajo la cobertura donde se sientan es en lo que se convertirán. Tengan cuidado y disciernan, porque recuerden que viene juicio contra mi casa; y dentro de las cosas que he pesado en mi balanza es el manejo de los recursos materiales, tanto del lado de los líderes como de los congregantes.
Cuidado, hijitos, revisen sus finanzas; oren en intimidad para preguntarle al Señor si están bien parados, si no hay manchas oscuras en sus manos, si no están robando de alguna manera. Porque hay muchas maneras de robar, si no le están quitando la bendición a alguien, cuando no están obedeciendo al Espíritu Santo de Dios, que los manda a ofrendar a esa persona o a ese lugar. Hijitos, tengan cuidado, y revisen cómo se está manejando el dinero en sus casas, y donde vean corrupción, no participen de ella.
Yo (Noelia) estoy sabiendo que algunos de ustedes saben, disciernen, y han visto que en sus congregaciones sus pastores no tienen las manos limpias, e igualmente, ustedes están participando de eso. Y dice el Señor: cuidado de no ser cómplices de ese pecado, de no apoyar a estos banqueros, de no depositar el dinero en un banco corrupto (Refiriéndose a algunas congregaciones).
No den por miedo, dice el Señor. Yo (Noelia) veo a muchos de ustedes que dan, pero por miedo, no por amor. Muchos de ustedes dan porque tienen miedo al juicio de Dios, miedo a los hombres que les están pidiendo, porque los pueden echar de las congregaciones si no hacen lo que ellos les dicen. Hijitos, cuidado, dice el Señor, porque el que teme no ha sido perfeccionado en el amor; y si ustedes dan por miedo y no por gracia, están siendo reos de esos miedos.
Yo (Noelia) veo corazones atados, encadenados, con sogas; son esclavos. Algunos de ustedes son esclavos de dar, pero no a una manera bíblica, sino obligada. Los que dan por obligación y no de corazón sincero son esclavos de dar, pero en realidad el Señor quiere que encuentren la libertad en dar. Deben dar en libertad, porque dar a través del Espíritu Santo, del amor, de una verdadera generosidad desinteresada, a través de un corazón alegre, trae libertad; no encadena, no aprisiona, no hay obligación en ese dar, porque es por gracia. No es cumplir con algo, es hacer algo porque amas a Dios y a tu prójimo, eso cumple con la ley y los profetas.
Si ustedes aprenden a dar de una manera desinteresada, y se convierten en dadores alegres, genuinos y responsables, van a conocer una nueva libertad económica en la que antes no se movían, y las puertas que ahora están cerradas en sus vidas se van a abrir en lo económico y financiero. Quiero bendecirlos, dice el Señor, pero tienen que ordenar ciertas cosas en esta área.
Yo (Noelia) veo una persona que ahorra, todos los meses pone dinero en el banco y así tener algo guardado. El problema no es el ahorro, sino colocar nuestra seguridad en esto. Dice el Señor, hay pastores que tienen muchísimo dinero ahorrado en los bancos, y es lo que los congregantes les van dando. En caso de catástrofe, dicen, pero en una manera desbalanceada y no guiada por el Señor. Porque vuelvo a repetir, no es malo ahorrar en sí, sino la motivación y la forma está mal a veces.
Estos pastores ahorran porque tienen terror de no tener recursos para subsistir si viene otra pandemia, por ejemplo, dicen: ¿Cómo voy a hacer si cuando vino la pandemia del COVID no tuve con qué sostener al templo? Entonces, ahora están ahorrando todo lo que puedan para cuando venga la próxima pandemia mundial. Pero dice el Señor que están a punto de que esos ahorros se conviertan en su ídolo, porque la seguridad de ellos no está en el Proveedor, sino en lo provisto por Dios.
Entonces, cambian de colocar su fe y seguridad en la fuente de la provisión que es Dios, a lo que el Señor proveyó, y ahí dejan de agradar a Dios en esa área. Porque ellos se sienten seguros si tienen ahorros, pero si no tienen, se sienten inseguros, cuando la verdadera seguridad no radica en el dinero ahorrado, sino en el Señor.
Arrepiéntanse de colocar su seguridad en los ahorros, dice el Señor, porque viene un golpe monetario tan grande al mundo, en donde los ahorros de gran parte de la población se van a esfumar en milésimas de segundos. Yo (Noelia) veo un quiebre mundial de bancos, una desestabilización de la moneda, caos económico. Veo como una base que se borra, se desaparece. No hay donde apoyar los pies; el piso se esfuma. Quiere decir que las seguridades económicas y financieras con las que contamos ahora se van a esfumar, desaparecerán, habrá un reseteo de los bancos.
El Espíritu Santo me revela un quiebre mundial de bancos que viene; todo lo que figuraba en las cuentas digitales y demás, va a volver a cero. Será como una bomba económica mundial para resetear al mundo y establecer un nuevo orden económico mundial. Y a través de esto, el Señor va a probar los corazones de los suyos para ver a dónde tenían su confianza puesta, si en esos números digitales, en esos ahorros, o en el cielo y sus tesoros.
Así que prepárense, dice el Señor, porque todos esos pastores que ahora se sientan seguros a tomar un café, relajadas sus espaldas porque cuentan con muchos ahorros de distintas maneras, esa seguridad les va a ser quitada; especialmente si están adorando a esos ídolos materiales en vez de a Dios. Pero al que ponga su confianza en el Señor, Él le va a proveer, como le proveyó al profeta Elías, que los cuervos le traían pan y carne para comer y no tuvo hambre. Porque hay pastores que no ahorran dinero, sino que compran casas. Pero si su confianza la ponen en esas casas o en lo que sea que inviertan, el Señor las va a destruir, para destruir sus becerros de oro.
Quien ponga su confianza en el Señor, tenga o no dinero ahorrado, cosas materiales, para ellos, la provisión no va a faltar, y será milagrosa, celestial, va a fluir como un arroyo que nunca se corta, ni tiene barreras. Será como cuando los hebreos pasaron por el desierto, y el maná los alimentó mientras no había nada para comer. El Señor va a ser el sustento milagroso de los últimos días, cuando esta bomba económica explote sobre el mundo y haya un caos mundial, por causa de que las cuentas en cero y lo que tenían ahorrado se va a esfumar.
Ahí no va a quedar otra, más que muchos hijos de Dios vuelvan a mirarlo a Él y pedirle su sustento sobrenatural. El Señor va a provocar que su iglesia lo busque, y que los pastores, que aún tengan oportunidad, se arrepientan y entiendan que si Dios no da, nadie da, y que si Dios quita, nadie puede devolver lo que Él quitó. Así que, hijitos, revisen sus finanzas, dice el Señor, y revisen dónde están invirtiendo, porque en donde ustedes invierten, allí participan. El dinero a donde ustedes lo dan es como si pusieran una firma en un contrato y se convirtieran en socios de aquello que están apoyando económicamente hablando. Se genera como una comunión espiritual entre ustedes y la persona o lugar al que están ayudando, ustedes se vuelven partícipes de lo que apoyan financieramente hablando.
Pregunten a Dios dónde tienen que aportar y dónde no, porque muchos de ustedes les va a decir el Señor que dejen de apoyar a ciertas personas o lugares donde lo hacían. Y a otros, que se están guardando las ofrendas, el Espíritu Santo los va a redargüir para que den lo que no estaban dando. Hay desequilibrios de los dos lados, gente que guarda lo que debe dar, por el Espíritu Santo, y gente que da lo que el Espíritu Santo nunca les llamó a que den. Es una cuestión de obediencia.
Yo (Noelia) veo un hacha que pasa y corta árboles de raíz, algunos no se van a arrepentir porque han construido con base en Mamón. Han edificado basándose en sus dioses del dinero, han trabajado tantos años para vivir en sus riquezas, que no vienen de Dios, sino de este dios Mamón, a quien sirven, no están dispuestos a renunciar a todo esto. Veo algunos ministros famosos que manejan iglesias, mega iglesias, el juicio viene sobre ellos y fuerte.
Yo escucho la palabra «egoísta», el Señor dice que no sean egoístas tampoco, no tomen esta palabra como excusa para volverse egoístas, y no dar nunca nada a nadie. Disciernan todas las cosas, lo blanco de lo negro, lo verdadero del error, lo que viene de Dios, de lo que no; y caminen derechos en todo tipo de justicia.
Sean justos ustedes como jefes, porque algunos le están pagando poco a sus empleados, menos de lo que les corresponde; y el juicio viene también para estas personas, porque el obrero clama por el jornal, me dice el Señor. Sean justos ustedes primero si quieren que Yo sea justo con ustedes, en materia del dinero. Den como si les dieran a ustedes, den lo que a ustedes les gustaría recibir. Porque algunos pueden dar más de lo que están dando, pero una mano la muestran y la otra la esconden en el bolsillo, para dar lo que quieren, pero no lo que el Señor les llama a dar.
[Santiago 5:4] He aquí, el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Sean obedientes, dice el Señor, aprendan a obedecer en esta área y no sean rebeldes en el tema del dinero. Oren por sus pastores, especialmente si disciernen que no se están manejando por el Espíritu Santo en esta área. Intercedan por ellos, pídanme que les revele, que les quite las vendas a ellos y a los congregantes. Pídanme restauración de todas las cosas en la vida cristiana, incluyendo cómo manejar los recursos materiales.
Pídanme que mande maestros conforme a mi corazón, que enseñen la Palabra tal cual como está escrita, que les revele sobre la gracia en esta área. Bendigan a otros, para ustedes ser bendecidos. Caminen en libertad, hijitos, guiados por mi Espíritu. Los amo y por eso los corrijo.
Yo (Noelia) corto toda maldición económica en todo el que participa en este vivo. Corto toda maldición de ruina, escasez, necesidad, desempleo, en el nombre de Jesús, y bendigo a todo aquel que recibe ahora, por fe, esta bendición económica. Señor, coloca un pan material ahora en todas las manos que se disponen a recibir, y que están necesitadas. Señor, a todos los que tienen deudas, te pido, que les enseñes lo que dice la Palabra acerca de las deudas, y que los ayudes a saldarlas, a corregir su comportamiento acerca de ser deudores permanentes en sus vidas.
[Salmos 37:21] El impío toma prestado y no paga; mas el justo tiene misericordia y da.
Te pido, Señor, que cortes maldiciones de deudas en su sangre, en el nombre de Jesús, porque Dios me muestra que algunos de ustedes tenían maldiciones generacionales de deudas, sus abuelos y padres siempre estaban en deuda, ustedes ahora, luego los hijos endeudados constantemente, no saben vivir sin deber, pero dice el Señor que hoy corta maldiciones de deudas, y que tienen que aprender a renovar su manera de pensar acerca de esto, y de estar libres de deudas a través de la Palabra.
El Señor dice que busquen sabiduría, y que pregunten al Espíritu Santo también para los que ahorran en dólares, porque el dólar va a ser quebrado, será rajado, se partirá al medio. Yo (Noelia) no sé cuándo, el Señor no me lo reveló, pero el Espíritu les dice que a los que pongan su seguridad en los dólares también se les será quitado, si se convierte en un ídolo para ustedes. Y no lo hacen porque el Señor les dijo que ahorren en dólares.
Cada uno de ustedes tiene que ser guiado por el Espíritu de Dios, estando libres de toda posesión en el corazón, porque si no, el Señor va a romper todos esos ídolos, hasta que aprendan a no depender de nada, de nadie, ni de ningún tipo de moneda, de oro, casas, piedras preciosas, autos o algo que tenga valor.
Dice el Señor nuevamente que los que confíen en Él y se dejen guiar por el Espíritu Santo, nada les va a faltar, y van a saber exactamente qué hacer. Con la sabiduría que el Señor le dio a José cuando Egipto pasó por los siete años de hambruna. Si ustedes se dejan guiar por el Espíritu Santo, Él les hablará y los capacitará con su sabiduría financiera, diciéndoles específicamente qué tienen que guardar, si tienen que hacerlo, cuánto, cómo, dónde y de qué manera.
Sigo viendo un billete de dólar, y el Señor repite, no pongan su confianza en el dólar; porque el billete del dólar se ha convertido en un ídolo mundial, y este becerro va a ser destruido. También fíjense dónde ponen sus recursos, sus ahorros, en qué cuenta, de qué país, de qué manera, todo, pregúntenle al Espíritu porque estamos en tiempos de cambios. Y de esa manera van a sobrevivir económicamente, pero si siguen obedeciendo a leyes de hombres y bajo estructuras de hombres corruptos, no de ministros guiados por Dios, se van a empobrecer.
Yo (Noelia) veo este mensaje que vuela; haz correr tu palabra, Señor, como tú quieras, en el nombre de Jesús, amén.
El Espíritu me indica de agradecer a los que apoyan económicamente a este ministerio por gracia. Y ustedes saben que nosotros nunca pedimos absolutamente nada que tenga que ver con dinero, porque la Palabra dice: «De gracia recibiste, da por gracia». Así que, si ven en algún lugar o canal que no sea el mío, que les piden dinero de cualquier manera, tengan por seguro que no somos nosotros, denuncien a esos canales, a esas personas que a veces utilizan mi nombre y mi imagen para estafar a la gente.
El Señor me indica que agradezca públicamente a algunas personas que sustentan a esta obra, porque es una muestra de amor, dice el Señor. Algunos de ustedes que sustentan, a algunos ministros de Dios que están llamados a vivir del Evangelio, a dedicar sus vidas completamente a Dios, y que los mandó a no tener trabajo en el mundo, sino 100% en la mies del Señor.
El Señor me dice que Él los va a bendecir muchas más veces por causa del sustento que ustedes envían a los ministros que son suyos, y que no obligan a las personas a que participen económicamente en esos ministerios, sino que ellos dan desinteresadamente y el Señor los sostiene sobrenaturalmente.
El Señor me indica que agradezca, y que les haga saber que el Señor ve sus esfuerzos para sostener a ministerios como este, y otros más, tengan por seguro que esa semilla ha caído en tierra fértil, dice el Señor, va a dar su fruto en sus propias vidas y servirá para bendecir a muchos más.