Dios te bendiga, amado pueblo del Señor. El Señor quiere entregar un mensaje a su pueblo hoy acerca de este pasaje.
[Mateo 24:7-8] Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.
[Marcos 13:8] Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.
Hijitos, dice el Señor, ustedes no se imaginan lo que viene a la tierra. Hay bombas potentes que están a punto de explotar. Ha habido un tiempo de preparación, un tiempo de recargar armamento, un tiempo de alistamiento para varias naciones de la tierra que tienen sed de guerra. Algunas quieren conquistar territorios que antes les pertenecían, otras quieren conquistar territorios que nunca fueron suyos, y otras buscan venganza.
Hay distintas razones por las cuales estas bombas están a punto de explotar, dice el Señor, y mis hijos tienen que saber en qué tiempo están caminando. Son tiempos peligrosos y senderos minados, donde esas bombas van a explotar no solo en el mundo físico, sino también en el espiritual, porque ambas realidades se superponen.
No será solo en el mundo físico donde habrá guerra; lo mismo sucede y seguirá sucediendo en el mundo espiritual. Mientras hay violencia física en el mundo, también hay una violencia espiritual por la que ustedes están transitando y van a seguir transitando.
Hijitos, preparen sus corazones para ver cosas terribles, para ver mortandad, para ver sangre, cuerpos mutilados y cementerios llenos, sin espacio para enterrar más muertos. Prepárense para ver fosas llenas de cadáveres.
Prepárense, hijitos, porque en los años anteriores se han estado creando nuevas armas nucleares poderosísimas, nuevas armas que varios reyes y líderes mundiales están ansiosos de mostrar al mundo en este tiempo de guerra, orgullosos de sacarlas de las sombras para asombrar al resto de las naciones.
Noelia: Estoy viendo que algunos de estos gobernantes no están bien mentalmente. Están locos, como Kim Jong-Un, por ejemplo. El Espíritu me revela que este hombre no solo tiene un corazón frío como una roca, sino que lleva legiones de demonios dentro de él, esperando ver la manifestación de los sueños que han puesto en su corazón.
Este hombre está dispuesto a todo. Si tiene que apretar un botón para enviar un arma de exterminio a cualquier nación que se atreva a provocarlo, no titubeará, porque en su corazón hay muerte. En su corazón hay odio. Su corazón está enfermo de venganza.
Hijitos, dice el Señor, prepárense para ver volar misiles a velocidades nunca antes vistas, misiles que, cuando caigan a la tierra, provocarán daños mayores que nunca en esos territorios. Porque estos son tiempos extremos, tiempos violentos, tiempos en los que se van a desatar eventos apocalípticos jamás vistos.
Hijitos, ustedes tienen que preparar su corazón y su alma para ver estas cosas y para poder resistir lo que se avecina sobre el mundo, porque los noticieros se van a llenar de imágenes morbosas. Ustedes van a ver campos llenos de cuerpos muertos y misiles intercontinentales lanzados de una nación a otra.
Hijitos, este es el tiempo del que habla Mateo 24, dice el Señor. Este es el tiempo de los principios de dolores. Entiéndanlo y no esperen noticias de paz, porque muchas naciones van a levantar una bandera de paz, pero será solo una imagen, un teatro, una carta de presentación, un engaño.
En realidad, no habrá paz, porque detrás de esa bandera de paz, ellos seguirán preparando sus planes de ataque sobre sus mesas. Dirán una cosa con sus bocas, pero en lo secreto, dentro de las cuatro paredes de las oficinas de guerra, seguirán apuntando sus misiles para destruir a las naciones enemigas.
Hijitos, lo que se viene es tremendo, dice el Señor, y muchos pastores no están preparando a los míos. Este es el tiempo en que se cumplen muchas palabras escritas hace tantos años en las Escrituras. Este es el tiempo, porque estas naciones poderosas se han venido preparando desde hace muchísimos años, con científicos de renombre, ingenieros nucleares y gente capacitada para crear nuevas armas de destrucción.
Ustedes van a ver manifestarse cosas de película, dice el Señor, que primero fueron proyectadas allí: armas intensas y poderosas que desintegran. Eso es lo que se va a ver en cuanto a la guerra. Todo lo que vieron en esas películas de Hollywood, llamadas de ciencia ficción, se va a convertir en la realidad del mundo en estos últimos tiempos.
Por eso tienen que preparar sus mentes para poder resistir el bombardeo de noticias que va a llegar a ustedes. Tienen que preparar sus oídos para escuchar la cantidad de muertos y afectados que se va a anunciar en los noticieros. Tienen que preparar su corazón para ver cumplirse la Palabra de una manera trágica.
Ustedes tienen que resistir con el escudo de la fe, dice el Señor, porque mientras estas cosas se desatan sobre el mundo, van a seguir siendo probados. Algunos incluso van a ver estas cosas a través de sus ventanas. Van a ver sus tierras atacadas, las tierras que los vio nacer y crecer. Para muchos de ustedes, las bombas también van a caer allí.
Vienen tiempos donde se desatan conflictos graves, incluso entre naciones que antes eran pacíficas, dice el Señor, porque todo se va a los extremos y las guerras van a ser aún más extremas de lo que eran antes. Se van a aplicar nuevas estrategias de guerra y nuevas armas.
El hombre crece en la astucia que aplicará a estas guerras. El mundo se va a sorprender, porque hay naciones que han planeado ataques durante muchos años, hasta en el más mínimo detalle, estudiando toda posible reacción de la nación enemiga, junto con su respectivo contraataque.
Noelia: Veo gabinetes de guerra en una nación específica, cuartos donde muchos hombres debaten durante largos periodos, incluso días, planificando un ataque concreto. Se ha gastado muchísimo dinero y se han invertido sumas increíbles para acumular montañas de armas, para que cuando esas guerras se concreten, no falte nada.
El Señor me revela que desde hace muchos años están estudiando al detalle los movimientos de las naciones enemigas: cómo se comportan, cómo reaccionan ante los ataques, cuáles son sus fortalezas y debilidades, y cómo superar las armas que poseen. Ha habido mucho espionaje durante todos estos años.
Así como Hamás espió, se armó, planeó y esperó con paciencia para llevar a cabo el tremendo ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, algo parecido se está forjando en varias naciones de la tierra contra otras naciones, pero en una escala mucho mayor.
Hijitos, dice el Señor, ustedes tienen que estar preparados para que la tierra se sacuda debajo de sus pies, velando y listos como un soldado que sabe que el enemigo está detrás de la puerta y a punto de lanzar el ataque. Hijitos, no se duerman, porque viene guerra a las naciones.
Noelia: Ahora veo un águila hermosa y grande en el cielo, pero de repente le pegan un balazo y cae. Ese águila es Estados Unidos.
El ataque será tan repentino, tan grande, tan invasivo y tan sofocante, dice el Señor, que no les dará tiempo a reaccionar como deberían. Les han robado sus planes y estrategias, y se han anticipado a sus reacciones. El enemigo está infiltrado desde hace tiempo en Estados Unidos y ya sabe por dónde atacarlo, por dónde ingresar y cómo debilitarlo. Ya hay todo un plan forjado contra esa nación; solo se está esperando el momento para llevar a cabo este ataque.
Hijitos, prepárense, repite el Señor, porque lo que viene es asombroso, tan impactante como cuando alguien recibe un shock y se queda sin aire. Deben escuchar estas cosas y no temer. Sean sabios, velen y oren, manteniéndose firmes, parados sobre la Roca, con el escudo de la fe fuerte y levantado.
Ustedes deben proteger sus pensamientos contra todo sabotaje del enemigo, porque el diablo querrá hacerles creer que los he abandonado y que no habrá ningún arrebatamiento de la iglesia. Pero esto no es así. Primero, la iglesia será refinada, probada, mejorada y preparada para las bodas del Cordero. Cuando esté lista, alerta, entendida, despierta y con sus lámparas llenas de aceite, entonces será la venida del Señor. Pero no será antes de que nación se levante contra nación, como dice Mateo 24.
Hijitos, estudien las Escrituras, dice el Señor, porque han sido engañados. Ha habido hermanos que no entendieron bien las revelaciones que les di y malinterpretaron las Escrituras. La novia todavía estará preparándose cuando estas bombas exploten y cuando estos misiles se crucen.
Noelia: Veo misiles cruzándose entre diversas naciones de la tierra simultáneamente. Se trata de múltiples guerras que ocurren al mismo tiempo, con varios misiles volando por los aires.
Voy a probar los corazones mientras estas cosas suceden, dice el Señor. ¿Están listos? ¿Creen mi Palabra? ¿O la toman superficialmente y con tibieza? Tienen que entender que este es el tiempo del fin. No es el fin, sino el tiempo del fin, y el caballo bermejo está paseándose por la tierra, trayendo guerras: espada contra muchas naciones, sangre, mortandad, violencia, enfrentamientos, contiendas.
Hijitos, esto tiene que darse, dice el Señor. Entiendan que es parte de un plan profético mayor que debe cumplirse sobre el mundo. Hijitos, no decaigan en su fe.
Noelia: El Señor dice que abramos nuestra mente cuando leamos las Escrituras, para entender que las porciones que profetizan esto son literales. Cuando la Biblia dice «nación contra nación», no significa que habrá una pequeña guerra aquí y otra allá. Son varios eventos bélicos al mismo tiempo, porque este es un tiempo de guerra y no de paz.
[Apocalipsis 6:4-8] Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
Este es el tiempo en el que este jinete que tiene la gran espada la está clavando en varias naciones de la tierra, para que se levanten unos contra otros como jauría de perros encarnizados.
Pero ustedes están en mi mano y no deben temer, dice Jesús, sino fortalecerse en la fe, edificarse aún más, crecer como una planta fuerte, mantenerse siempre en la vid verdadera, porque son tiempos difíciles en los que la fe es pesada. La fe de cada uno está siendo pesada en la balanza.
Resistan, hijitos, resistan, dice el Señor, porque los he hecho para resistir. No están solos como los que están en el mundo. Ustedes son míos y los tengo en mi mano, pero deben entender y aceptar que estas cosas están a un paso de desatarse. Y cuando sus ojos vean que estas bombas finalmente caen y traen destrucción al mundo, se van a acordar de que les avisé, no una, sino muchas veces.
[Proverbios 22:3] El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño.
Hijitos, no sean necios como aquel que, estando avisado, no se prepara, no se esconde y no clama por auxilio, dice el Señor. Búsquenme en este tiempo violento. No sean como los que no escuchan la trompeta y reciben el daño, porque el shofar suena y suena, advirtiéndoles que estos son los tiempos del cumplimiento de la profecía bíblica.
Oren por estas cosas, oren por los inocentes, oren por los que quedan en medio de estas naciones que van a entrar en guerra y que ya están en guerra. Intercedan para que, mientras tanta muerte se derrama sobre el mundo, muchas almas sean conquistadas para el Reino de los cielos. Abran sus bocas en medio de la turbulencia. Predispónganse para que los use como herramienta evangelística y misionera en estos tiempos.
Noelia: Estoy viendo un campo de guerra donde se libra una batalla y, en medio de ese campo, mientras los soldados pelean, hay algunas pocas personas que les hablan de la fe de Jesús, aprovechando incluso en medio de esos campos de batalla para sembrar la Palabra.
Hijitos, si ustedes se dejan atrapar por el miedo, no van a hablar y no me van a traer almas. Deben cambiar su manera de pensar, entendiendo que estos son tiempos oportunos, precisamente mientras estas cosas suceden en el mundo, para que la cosecha sea mayor.
Pero si se paralizan por el miedo, dejándose llevar por el terror, la angustia y la aflicción al ver tanta muerte y tanto exterminio alrededor, tanto sufrimiento y tanto dolor, no abrirán sus bocas para compartir la vida eterna con muchos más.
Sean inteligentes para el bien, dice el Señor. Sean sabios para pescar esas almas que necesitan tener esperanza, haciéndoles saber que no todo termina aquí y que hay un Reino eterno que Yo puedo ofrecerles.
Hijitos, dice el Señor, vienen cosas terribles al mundo. Preparen sus ojos para asombrarse, para ver cosas que nunca han visto y para poder resistir esos shocks emocionales. Prepárense para socorrer a muchos mientras estas guerras se dan en el mundo, porque voy a usar a muchos de ustedes, incluso en lo físico, para que ayuden a las víctimas de guerra.
Noelia: Cada uno, según lo que ha recibido de parte del Señor, será llamado a entregarlo a los que necesiten ayuda de cualquier manera, mientras estas disputas se llevan a cabo.
Hijitos, lo que viene es tremendo. Se van a cometer crímenes de guerra mientras nación ataca a nación. Aunque existe una supuesta ética y supuestas leyes que las naciones pactan entre sí durante la guerra, eso será solo de palabras, porque la violencia será tan grande que ninguna de esas cosas pactadas se pondrá por obra.
Noelia: Escucho las palabras «licencia para matar», y veo una nube espesa de demonios de violencia, homicidio, mutilación, muerte y todo este tipo de demonios que se mueven cuando hay guerras. Pero ahora, por causa de lo que se avecina, han sido enviados en una cantidad aún mayor para trabajar para el enemigo, provocando al hombre a que mate, mutile y torture, y a que se regocije en esa sangre derramada.
Hay entidades espirituales específicas que han sido enviadas a la tierra en este tiempo de guerra, con la tarea de llamar a ciertos hombres a que hagan realidad estos planes de guerra que ahora solo están sobre la mesa.
Es una guerra que se forja primero en lo espiritual y que luego se manifiesta como una guerra real en lo físico. Por eso el Señor va a llamar a una cantidad mayor de intercesores y pondrá en sus corazones el deseo de orar específicamente por este tema.
El Señor les dará las armas espirituales que necesitan para orar eficazmente y conseguir los propósitos del Reino mientras estas guerras se dan. Mientras tanta muerte y tanta sangre se manifiestan sobre la tierra, también se van a cumplir muchos propósitos divinos a través de la oración y el ayuno de estos intercesores.
Así que no se sorprendan si muchos de ustedes están soñando con guerras, con campos de batalla, con misiles y bombas nucleares, porque el Señor les está avisando lo que va a venir, no solo para que lo sepan y tengan confirmación de que este es el tiempo del cumplimiento de las profecías bíblicas, sino para interceder por eso.
Muchos van a sentir la necesidad de orar por temas relacionados con guerras. Algunos van a pensar que son ellos mismos quienes están pensando en eso, pero en realidad será el Espíritu Santo quien les esté poniendo esa necesidad de orar, por causa de lo que se avecina.
La violencia que viene se va a manifestar de distintas maneras: naciones que se levantan contra otras naciones, pueblos que se levantan contra sí mismos, y pueblos que se levantan contra sus presidentes y gobernantes, con intentos de golpe de estado, derrocamientos y tomas autoritarias del poder. También habrá guerras civiles, por causa de los espíritus de violencia que se están moviendo en este tiempo para agitar las aguas de las personas.
Israel fue la señal del comienzo de una etapa de guerras que se están desencadenando, dice el Señor, incluyendo aquellas que ya existían y que van a recrudecer en este tiempo. Oren por eso, dice el Señor. Oren con fe, pidiendo misericordia por los perdidos.
Hijitos, voy a usarlos en medio de esta catástrofe para que muchos sean emblanquecidos a través del arrepentimiento que va a traer la predicación de ustedes, dice el Señor. No se callen. Salven almas y prepárense para resistir lo que viene, porque nación se levantara contra nación y reino contra reino. Muerte, hambre y destrucción repentina viene sobre el mundo.
Verán asombrados que, por un lado, hay un terremoto, y cuando den vuelta la cabeza verán guerra. Cuando miren al frente, verán inundación, y cuando miren atrás, verán sequía. Este es el tiempo en que la mujer encinta sufre hasta que nazca el bebé, y ustedes van a pasar por esos dolores de parto.
No los voy a quitar antes de que nazca ese bebé, sino que los voy a probar y los voy a refinar. Los voy a guardar mientras pasan por esos dolores de parto, pero los van a pasar y los van a sufrir junto con los demás.
Entiéndanlo y reaccionen, dice el Señor, porque los amo, hijitos. Pero son lentos para reaccionar al llamado, lentos para responder al teléfono.
Hijitos, pónganse a cuentas, guárdense en santidad, límpiense las vestiduras, porque la violencia la van a ver de muchas maneras en este tiempo y tienen que estar aptos para resistir de pie cada uno de esos golpes.
Noelia: El Señor me revela que en Latinoamérica se habla de las guerras mundiales pasadas como algo lejano que pasó allá, como algo enseñado en las escuelas, y no sabemos realmente lo que es vivir ese tipo de guerras. Pero eso va a convertirse en una realidad también de este lado del mundo, y lo que vamos a experimentar en los continentes americanos nos va a marcar y ya no vamos a ser los mismos. El Señor dice que este aviso es para todos y que debemos prepararnos emocionalmente para pasar por eso, con la guía del Espíritu Santo.
Sean fuertes, dice el Señor. Créanme a mí. Crean la Palabra. Crean que son capaces de resistirlo. No renuncien a la fe y no decaigan cuando esto suceda.
Estoy alertando al mundo entero de lo que va a venir: réplicas de guerras mundiales pasadas, pero con una modernización extrema, con una violencia duplicada, con una eficacia asombrosa, y con una rapidez y velocidad extremas. Son nuevas formas de guerrear. Son nuevas formas de atacar. Se van a estrenar armas láser, armas que desintegran los cuerpos.
Noelia: Veo hombres parados, y cuando el rayo de un arma alcanza a uno, su cuerpo se desintegra. Son cosas como de película. Por causa del aumento de la ciencia, estas cosas que antes eran ciencia ficción, ahora son posibles. Los científicos han aprendido a destruir de una manera mucho más profunda.
Antes la destrucción era más superficial, pero ahora llega hasta el nivel de los átomos. Y veo cómo estas armas ingresan a lo profundo de la materia, provocando una desintegración a nivel atómico. Ese va a ser el nivel de destrucción que viene a la tierra.
Viene una escalada en los conflictos bélicos, dice el Señor, pero ustedes no tengan miedo, sino que prepárense en mí y manténganse llenos del Espíritu Santo, llenos de fe, para resistir lo que viene y no ser ustedes desertores. Estén preparados para cualquier cosa, estando desapegados de absolutamente todo y todos, listos para perder lo que sea, ya sean cosas materiales o personas, dispuestos a ingresar solos por la puerta angosta, si fuera necesario.
Noelia: Como el Señor dijo en otros mensajes proféticos, viene la prueba de Job para muchos, y muchos perderán a todo tipo de familiares.
Es un tiempo de sacudimientos en un nivel mayor, dice el Señor. La violencia política se incrementa. La paciencia de los reyes se termina. La diplomacia disminuye y se pasa directo a los enfrentamientos. En lugar de mejorar, el hombre empeora, porque la maldad crece y los corazones se enfrían.
El diablo ha enseñado al hombre cómo destruirse, cómo exterminarse, cómo hacerse desaparecer más rápido y eficientemente. El enemigo ha hecho su trabajo, preparando a estos hombres que tienen sed de ver muertos en masa, enseñándoles tácticas que son invencibles, a menos que el Señor intervenga.
Hijitos, están avisados, dice el Señor.
Noelia: Estoy viendo la nación de China. China no solo está planeando un ataque contra Taiwán, sino que tiene armas apuntando a diferentes lugares. Los planes de China no son solo contra Taiwán, sino también contra otras naciones al mismo tiempo. China tiene planes no solo de una guerra, sino de varias.
Este dragón quiere escupir fuego contra el mundo a su alrededor, exceptuando a sus amigos más cercanos, con quienes ya ha hecho convenio para escalar en el poder. China viene con todo. China arremete. Y ahora veo a China morder la isla de Taiwán, como un dragón.
Hijitos, oren por estas cosas, dice el Señor. Intervengan en los asuntos espirituales. Oren también por el Oriente, por Israel y sus alrededores, por esta región que ahora está en rojo vivo.
No hay paz y no hay soluciones, y el conflicto se agrava. Oren por Israel, por la niña de mis ojos, para que sea capaz de resistir las bombas que van a caer en su tierra.
Israel es la copa que hace temblar a las naciones de la tierra, dice el Señor, y esta copa sacudida ha sido derramada sobre su propio territorio, trayendo sangre y destrucción repentina.
Noelia: Veo ahora que el ataque contra Israel el 7 de octubre de 2023 ha provocado ondas concéntricas que están afectando al resto del mundo. Ese ataque fue el inicio de contiendas mundiales.
La pregunta es: ¿Estás listo para resistir lo que está escrito que viene en estos días?, dice el Señor.
Noelia: Escucho de nuevo: «guerra mundial, guerra feroz».
Hijitos, dice el Señor, prepárense para serme fieles mientras transitan por este valle de la muerte, y los voy a recompensar con la corona de la vida. Pero deberán resistir hasta el final, teniendo fe en mí, que fui el primer mártir que se entregó por los pecados de muchos.
Los amo, hijos. Resistan, dice Jesús. Lean la Escritura. Estúdienla, entiéndanla, pidan revelación, y después respondan a lo que está escrito con preparación, con ayunos, con desvelos, con vigilias, para que cuando estas cosas se desaten sobre el mundo, se encuentren listos y preparados, con sus armas espirituales cargadas, con sus casas limpias y ordenadas, y con una paciencia capaz de perseverar, venga lo que venga.
Voy a darles lo que necesitan. No se preocupen por nada. No se van a ir antes del tiempo en el que tengan que irse, pero los voy a llevar de gloria en gloria al pasar por estas cosas, hasta que obtengan la recompensa final por haber creído en mí, el Hijo de Dios, y por haber decidido resistir en estos tiempos del fin.
Noelia: El Espíritu dice que presten atención a sus sueños, porque a muchos de ustedes el Señor les está mostrando lo que viene sobre este tema. Algunos están tomando en cuenta estos sueños y otros no. Algunos piensan que son imaginaciones vanas y no hacen nada con eso.
Pero el Señor dice que cuando Él habla, luego pide cuentas de lo que se hizo con lo que Él habló. Por lo tanto, que no seamos encontrados como esos siervos que escondieron el talento debajo de la tierra y no hicieron nada con eso.
No es que no le esté hablando a mi pueblo sobre los tiempos de cumplimiento de las profecías bíblicas, tiempos donde están, dice el Señor, sino que muchos no están escuchando. No se preocupan por entender lo que hablo y, por eso, no pueden reaccionar en consecuencia para poder resistir y tener la victoria.
Noelia: Si ustedes no escuchan y no entienden lo que el Señor les está revelando sobre esto, no van a saber qué hacer con esa información y no van a saber prepararse.
Presten atención a sus sueños, reteniendo lo bueno, desechando lo malo y orando para recibir la interpretación de lo que el Señor les está hablando por este medio. No desechen los sueños así no más, porque el Señor va a pedir cuentas de lo que les habló, incluso a través de esos sueños.
La Biblia dice:
[Hechos 2:17] Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
Estos son esos tiempos. Pero la pregunta es: ¿Qué estás haciendo con esto? Porque el Señor te va a preguntar: «¿Qué hiciste con lo que te mostré?».
Amén.
Wao alabado sea Dios ! Yo he soñado bastante sobre este tema.
Gracias hermana noelia por ser obediente a Dios.