Aleluya, Gloria al Señor, alabado sea tu Nombre, Señor. Bendito eres, Padre. La Gloria, la Honra, el Imperio, todo te pertenece, Señor. Eres grande y bueno, Señor misericordioso, pero por sobre todas las cosas eres justo, Padre eterno. Te amo, Señor. Gracias por esta palabra, Señor, que me has entregado para tus ovejas, Señor, para todos aquellos que quieren escuchar tu voz. Yo te alabo, Señor, en mi corazón. Bendiciones a todos los hermanos que se van conectando en esta nueva transmisión, para entregar un nuevo sobre que se me ha sido dado, y cumplir con esta asignación que me dio el Eterno, el Rey de Majestad, el único digno de seguir, de admirar, de amar, de adorar, de obedecer. Grandes son tus obras, Señor, en la tierra y en medio de tu ira, Señor, como dice: Te estás acordando de tu misericordia, Padre. Aleluya, alabado seas, bendito Rey de Majestad.
[Habacuc 3:2, RVR1960] Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia.
Ustedes saben que en estos días he venido publicando varias palabras proféticas acerca de que el Señor está limpiando su casa, acerca de que la tala de árboles continúa, pero también el Señor se acuerda de aquellos que han pasado la prueba y que la están pasando, de aquellos que son fieles. Y entre el día de ayer y hoy, 4 y 5 de octubre del 2021, el Espíritu Santo ha continuado con estas palabras, que he estado recibiendo en este tiempo de este juicio que se está derramando sobre su casa, pero hablándome desde otro enfoque, esta vez hablándome de aquellos árboles que no serán talados, sino que crecerán en el medio de este sacudón y que de hecho ya lo están haciendo. Amén. Esta palabra dice así:
En este tiempo, estoy separando los que han sido fieles de los que no. Estoy removiendo impurezas de los que han entendido, que es necesaria una limpieza de mi casa. Mis ojos están sobre aquellos que han entendido los tiempos. Están sobre los que no se dejaron desviar. Muchos fueron probados, y pasaron la prueba. A ellos les hablo hoy, cuyos corazones no se fueron detrás de los Baales, sino que se postraron constantemente a los Pies de la Cruz. Les hablo a los fieles, a los que resistieron la tempestad y se mantuvieron de pie como árbol plantado cerca del río del Espíritu Santo, del cual bebían. Y dice el Señor: Soplo al espíritu angustiado de muchos que están cansados del sacudón. Renuevo sus espíritus y les entrego bienes espirituales y bienes materiales. Hay un ascenso. Hay un ascenso espiritual para todos aquellos, que quisieron escuchar Mi Voz y también mi reprensión. Elevo a todos aquellos que se dejaron humillar y que no se resistieron, mientras Yo pasaba la escoba por sus casas. Vienen recompensas, hijos. A los que fueron fieles en aquello que los puse, se les entregará más.
[Mateo 25:23, RVR1960] Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
A los que se hicieron pequeños delante de mi presencia, en lo secreto de sus habitaciones, Yo los mostraré grandes en lo público. A los que pidieron por misericordia, Yo los recompenso.
Tiempos nuevos para muchos. Renuevo. Cambio. Respuestas que llegan. Recursos materiales. Provisión. Voy a sorprenderlos. Voy a sostenerlos. En esto estoy: en que los míos, aquellos que aprobaron la prueba, serán recompensados, porque en medio de la muerte no cesaron de trabajar para mí. En medio de tanto miedo, igualmente salieron para ser pilar para el que se caía, porque no dudaron en servirme a pesar del apretón que sentían ellos mismos. Yo amplío el sitio de sus tiendas. En este tiempo, Yo doy más. Y el que lloró en lo privado, reirá en lo público. El que se humilló en público, en público será exaltado. Porque supieron aceptar sus errores, porque me reconocieron como Soberano y Gobernador, porque tuvieron oídos para oír y no endurecieron sus corazones a Mi Voz.
Soy un Dios Justo, que da a cada cual lo que le corresponde, y mis ojos se pasean por el mundo, observando las actitudes que tienen Mis hijos. He sacado cuentas de cada detalle, dice el Señor, y entrego lo que cada uno sembró. Tiempo de retribución. Tiempo de recibir y de multiplicar. Doble unción para algunos. Prosperidad para otros. Dones espirituales para muchos. Soluciones a problemas. Descanso, sanidad, liberación para muchos de mis hijos. Mientras el mundo se agita, para ti viene más paz. ¡Entréguense, hijitos! ¡Déjense sanar! He visto sus lágrimas. Puedo ver sus espaldas cargadas. ¡Sé cuánto han dolido los hombros! Y hoy estoy aquí con ustedes, reconfortando sus espíritus. Sírvanme, y no dejen de servirme. Sean mayordomos fieles. No malgasten. No se distraigan. Enfóquense en la tarea del reino. Estoy con ustedes hasta el fin.
¡Gloria Dios! En esta ocasión, el Señor les habla a aquellos que pasaron la prueba, a los fieles, a los que resistieron, a los que escucharon, a los que supieron entender lo que Dios estaba haciendo en el medio de las naciones mientras todo era sacudido. A esos el Señor les habla hoy. He dicho en recientes profecías anteriores que acabo de nombrar, que algunos árboles fueron talados y que algunos árboles seguirán siendo talados, pero otros florecen y crecen en este tiempo. Dije que el Señor está dividiendo las aguas dentro de su iglesia, y a los que van a la derecha de esa división de aguas, el Señor les dará, el Señor les proveerá, el Señor los ascenderá, el Señor los levantará, pero a los de la izquierda, a ellos se les quitará, y algunos de ellos ya no estarán. Esto vemos que en este tiempo ya el Señor lo está haciendo, ya se está cumpliendo desde hace un tiempo, pero aún este proceso no está terminado porque este es un trabajo que tiene que realizarse para preparar al mundo para lo que viene en estos últimos días.
Dije que Dios estaba pesando en su balanza, que estaba sacando cuentas. Dije que este es un tiempo de sacar cuentas, de calcular, y mientras algunos, me decía el Señor, fueron hallados faltos, a la vez otros tuvieron peso justo. Amén, en esto tenemos que ver la Justicia de Dios, como Él está moviendo su Mano, entre sus hijos y dándole a cada cual lo que corresponde en este tiempo. El Espíritu me decía, mientras permanecía casi constantemente en meditación en mi corazón para poder entregar esta palabra de una manera clara, existen recompensas que son entregadas en esta vida o durante esta vida, pero también existen recompensas que serán entregadas en la vida eterna, dice:
[Mateo 16:27, RVR1960] Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Y esto también lo podemos ver en otros pasajes bíblicos, a donde, por ejemplo, el juicio del trono blanco es nombrado, donde después de que todas nuestras obras sean juzgadas, a cada uno se le dará lo que corresponde en la vida eterna. Pero el Espíritu me decía, hay ciertas recompensas que son recibidas en vida, hay pagos que se dan mientras la persona aún está en esta tierra, como dice, por ejemplo:
[Lucas 18:29-30, RVR1960] Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
Prestamos atención en esta palabra profética, donde dice que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y también dice:
[Proverbios 11:31, RVR1960] Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡cuánto más el impío y el pecador!
Y de estas cosas me hablaba el Espíritu Santo en estos días, revelándome lo que la mano de Dios estaba haciendo en este tiempo y porque esta aparente disparidad o realmente esta disparidad que tantos ministros cayendo, tantos hijos de Dios yéndose, y con esto no quiero decir que ellos perdieron su salvación, vuelvo a repetir, pero tantos hijos de Dios que se iban en este tiempo, por distintas razones, no solamente porque el Señor estuvo limpiando los altares y dando pago de acuerdo a las malas obras, sino también que por otro lado, había un grupo de sus hijos que, mientras el mundo se hundía en el caos, en la falta, en la escasez, en medio del miedo, en medio de la confusión, en medio de la inestabilidad, algunos de nosotros parecíamos florecer más que nunca, y el Señor mostraba de su mano poderosa en la provisión de una manera tremenda, poderosa, y no sólo eso, sino que se abrían puertas que en otro momento, cuando no pasábamos por la situación que pasamos en esta pandemia, esas puertas que nunca se abrieron, ahora se empezaban a abrir.
¿Cuántos de nosotros comenzamos a tener experiencias espirituales que están a otro nivel, por decirlo de alguna manera, que nunca habíamos tenido? Y todo esto durante este tiempo de sacudón. A muchos se nos eran entregados bienes materiales que literalmente venían del cielo, porque de otra manera no los hubiéramos podido adquirir en medio de tanta falta, de tanta escasez, de tanto quiebre económico, a razón de lo que pasó con esta pandemia. Amén. ¿A cuántos de nosotros se nos fueron entregados nuevos dones espirituales o una unción mayor? Muchos de nosotros nos comenzamos a mover en una opción superior a la que nos movíamos anteriormente, y es porque el Señor estaba avivando su obra en medio de los tiempos, y mientras dividía las aguas y los que separaba, el Señor que iban hacia la izquierda por distintas causas que ya hablé, en los vídeos anteriores, como desobediencia, pecados, negligencia y otras cosas.
Mientras muchos serán cortados, y mientras a muchos se les quitaba, mientras muchos descendían, mientras muchos ministerios serán quitados de hermanos que en algún momento trabajaban poderosamente para el Señor, otros que nadie se lo esperaba eran levantados, otros florecían como nunca. Y es que hubo una prueba durante todo esto, y esto aún no ha terminado, y el Señor hoy, quiere que su pueblo entienda lo que está pasando, cómo puede haber tanta disparidad entre lo que les pasa a algunos de sus hijos, porque estamos hablando de hijos de Dios, no de inconversos, y a otros, Amén. Aleluya, Gloria al Señor. La Palabra del Señor dice:
[Gálatas 6:7, RVR1960] No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Entonces, lo que los hijos de Dios sembraron durante este tiempo de prueba, eso están segando en este tiempo. Estamos en un tiempo de segar, a la vez que, como dije en el vídeo anterior, el Señor aún le está dando una oportunidad más a muchos, porque no quieren que sufran las consecuencias de no obedecer, de no escuchar lo que Él está hablando. Pero para muchos que ya pasaron y ya terminaron su prueba, de forma individual e individual, el Señor ya está dando retribución, ya está dando el pago, y todo lo que sembraste durante este tiempo de prueba, eso está segando ahora. Dice la Palabra:
[Jeremías 17:10, RVR1960] Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Aleluya. Y eso es lo que estamos viendo en este tiempo. El Espíritu Santo me muestra que en este momento le está confirmando a muchos de ustedes que se empezaban a sentir distintos, que empezaban a moverse, como dije recién, en una unción en la que nunca se habían movido, que empezaron a recibir bienes materiales de una manera sobrenatural. Es más, hasta el Señor les avisaba por sueños que iban a entrar en un nuevo nivel espiritual. El Espíritu me dice que les avisó de distintas maneras, pero muchos no entendían lo que les estaba hablando. Aleluya, porque los hermanos están confirmando en el chat, y esta es la confirmación. El Señor quiere traer claridad en lo que Dios les estaba hablando y que no entendían lo que estaba pasando en su vida. Aleluya. Muchos de ustedes, el gozo durante este tiempo de tribulación y de prueba, cuando el espíritu de muerte se estaba moviendo, llevándose muchas almas a través de esta pandemia, sin embargo, en muchos de ustedes, el gozo era mayor que nunca, me dice el Espíritu Santo.
La clave, me dice el Señor, fue la obediencia. ¿Cuántas veces el espíritu de la tristeza rondaba alrededor tuyo, queriéndote tirar en la cama, la depresión se paseaba a tu alrededor, queriéndote tirar, hablándote sobre la muerte, el miedo, la enfermedad, los problemas económicos y todas estas cosas? Sin embargo, dice Dios, decidiste tomarte de mi mano y fortalecerte en mí. A vos te habla el Señor, que cuando los demás no querían salir a la calle, administrar a nadie, no solo porque estaba prohibido en la mayoría de los países, sino porque tenían miedo, no entendiendo que el Señor iba con ellos, si era Él que los enviaba, aquellos, me dice el Espíritu, que salieron igual, arriesgando sus vidas, desde el punto de vista del mundo, teniendo familia, siendo criticados inclusive por otros hermanos, a esos estoy recompensando hoy, me dice Dios, a aquellos a los que llamé a salir a las calles igual.
Como los apóstoles salían a las calles igual, sanando leprosos, sanando enfermos, haciendo imposición de manos sobre ellos cuando nadie más los tocaría por causa de un posible contagio, algunos de mis hijos obedecieron igual, me dice el Señor. No les importaba, ni su propia muerte con tal de llevar las Buenas Nuevas a los necesitados. Muchos de mis hijos, dice el Señor, aprovecharon toda esta situación que se desencadenó en estos años con esta pandemia del Covid y que azotó el mundo, en vez de parar, quitar las manos de la mies para ponerlas aún más, y cuando una parte de la iglesia se escondió adentro de sus casas, dejando las semillas del reino adentro de esas casas, otros de mis hijos no tuvieron problemas de abrir la puerta y desparramar la semilla del reino por dondequiera que andaban. Halleluyah.
Y Dios me dice: «He puesto Mis Ojos, sobre estos que saben iluminar cuando la oscuridad se desparrama sobre el mundo, he puesto mis ojos sobre aquellos, que fueron a visitar a los enfermos en los hospitales cuando tuvieron la posibilidad y se lo permitieron y no tuvieron miedo de que la muerte andaba rondando por ahí. Sino, que me pusieron por arriba de todo miedo, por arriba de toda conjetura, y entendieron que sus vidas estaban en Mis Manos, y que, si Yo no lo permitía, me dice Dios, no se las quitaba. Amén. Porque dice la Biblia: «Yo doy y Yo quito, Yo hago vivir y Yo hago morir», dice el Señor, pero muchos de mis hijos no entendieron que la vida y la muerte están en Mis Manos, pero, para los que sí entendieron, dice el Señor, para los que no les daba asco tocar a los enfermos de Covid, para orar por ellos, porque su misericordia fue mayor que sus miedos y sus prejuicios, para ellos viene la luz, para ellos les abro una puerta, dice el Señor, para que entren por donde otros no van a entrar.
Mi iglesia no ha entendido, me dice el Señor, que en medio de la oscuridad tienen que brillar, que no deben seguir las corrientes del mundo, a menos que Yo les diga que lo hagan, dice el Señor, viene recompensa para todos aquellos, que viendo todas estas cosas que estaban pasando, tanta gente muriendo, tanta gente sufriendo, tanta gente quedándose en la calle, quedándose sin trabajo, y un montón de cosas más, mientras esto veían, intercedían, me dice Dios, día y noche, con llantos, con súplicas, con clamor, por estas personas que no sabían cómo salir adelante, porque sus barcos se estaban hundiendo, para ellos viene recompensa, dice el Señor, para ellos viene claridad, para ellos viene un nuevo pan del cielo. Aleluya, gracias Señor.
Y el Espíritu me muestra en este momento que muchos de ustedes se están preguntando si están aprobados o si están pasando bien por la prueba, y me dice el Señor, que a muchos de ustedes les ha hablado a través de la conciencia, porque no sé si lo sabían, pero la Biblia dice, si no me equivoco, que una de las maneras en la que se puede reconocer que existe un Dios, o que Dios habla, es a través de la conciencia, porque tenemos las leyes de Dios escritas en nuestros corazones, y nuestra conciencia nos acusa muchas veces de que vamos mal o de que vamos bien, y me dice Dios, a muchos de ustedes les estoy hablando a través de la conciencia, y algunos sienten o saben o ya se les fue confirmado que han sido aprobados porque les está ocurriendo, comenzando a ocurrir estas cosas que nombré, que el Señor está haciendo con estas personas. Pero otros sienten que pueden llegar a ver algo de lo que se tienen que arrepentir, dice:
[Romanos 2:15, RVR1960] mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos
Y el Espíritu me dice que escuches la voz de tu conciencia y que, sí te acusa de algo que hiciste mal, que no te pusiste a cuentas, que te arrepientas ahora, que reconozcas simplemente en tu corazón, aquello que no arreglaste delante de Dios hasta el día de hoy, porque te vuelvo a repetir que este proceso no está terminado, el Señor sigue sacando cuentas, sigue talando árboles, sigue limpiando su casa, y Él quiere hallarte limpio. Amén, Aleluya. Y también me dice el Espíritu Santo, que para que cada cual sepa si fue aprobado o no, tiene que conocer la Palabra de Dios, tiene que conocer la Biblia, tiene que conocer y saber, lo que el Señor Jesús dijo que hagamos, y preguntarse a ellos mismos si están caminando lo que están leyendo, y sí no, que se arrepientan y empiecen a hacerlo, antes de que las cuentas no le den a su favor.
El Señor te está respondiendo hoy, porque me inspira en mi espíritu, yo podía ver que muchos de ustedes no sabían de qué lado de las aguas que está dividiendo el Señor, están. ¿Estaré de la derecha? ¿Estaré de la izquierda? ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Habré sido aprobado? ¿Habré sido encontrado fiel? ¿Cuál será la forma en la que el Señor me está viendo en este tiempo? Ellos dicen «a cada cual le estoy respondiendo», pero muchos no saben escuchar Mi Voz y no han entendido de la forma en la que le hablo a cada persona en particular, y esa tarea les corresponde a ustedes.
Entonces, dos claves que Dios está dando en este tiempo: uno, revisar nuestra conciencia; y dos, juzgar nuestras obras a través de la luz de la palabra, para saber si estamos bien o si estamos mal, si estamos caminando en justicia o si estamos caminando en injusticia, y todo lo que encuentres arrepentirte pronto y ponerte a cuentas con el Señor para que la balanza se incline a tu favor. Amén, Aleluya, alabado sea el Señor. En este día El Espíritu Santo, me decía hija, no solamente vas a entregar esta palabra a mi gente, sino que también los vas a administrar, y voy a entregar muchas de las cosas que tengo preparadas para ellos a través de declarar lo que te Voy a decir, y veía muchos regalos arriba en el cielo, preparados y listos para bajar en este momento de la ministración, y el Espíritu me traía este versículo de Jeremías:
[Jeremías 1:10, RVR1960] Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
Y el Espíritu me decía: En esta noche vas a plantar lo que Yo quiero plantar en mis hijos, vas a levantar lo que está débil, y vas a entregar a mi gente que quiera recibir y que esté con las vestiduras blancas en este tiempo, lo que Yo les quiero dar, y muchas de esas recompensas que estaban preparadas para vos, que fuiste fiel, para vos que fuiste obediente, a pesar de que sentías que el viento te venía en contra, se te van a ser entregadas ahora.
Anoche estaba en oración en la madrugada y sentía la presencia de nuestro Señor Jesucristo en frente mío, muy insistente, y escuchaba la voz del Espíritu Santo diciéndome: «Profetiza sobre naciones.» Pero lo veía al Señor parado allí en frente mío, mientras oraba en el piso de rodillas, y no me hablaba con la voz, pero me hacía entender en mi espíritu que hoy tenía que ministrar a su pueblo.
Y que muchos de ustedes iban a sentir, iban a saber, como confirmación, que el Señor hoy les iba a dar algo, a muchos de ustedes el Espíritu les dijo: «Hoy tenés que estar en este vivo, tenés que escuchar este video, escúchalo, porque Yo te voy a hablar a través de este vaso. Amén, Gloria al Señor». Así que ya veo los ángeles preparados con diferentes copas para que ustedes tomen, pero no son copas de ira, sino que son copas de compensación, me dice Dios, a todos los que sintieron que se les secaba la boca, porque estaban necesitados de las aguas, hoy les Doy de tomar, dice el Señor, a todos los que están cansados de vivir este proceso que han pasado en este tiempo, hoy quito sus cargas de las espaldas, hoy renuevo sus fuerzas, hoy soplo viento de renovación en sus rostros, a todos los que estuvieron cansados porque veían sus bolsillos vacíos.
Hoy reciben provisión, porque me fuiste fiel, dice el Señor, en contra de todo pronóstico, porque trabajaste para mí, cuando incluso los hermanos y los pastores te decían que no, porque levantaste el teléfono cuando alguien necesitaba escuchar tu voz, hoy estoy aquí, dice el Señor, entre ustedes, repartiendo dones espirituales, respondiendo las preguntas que me hicieron en sus corazones, acerca de por qué se estaban sintiendo, cómo se estaban sintiendo, hoy les contesto, dice el Señor, Mis Ojos están sobre mis hijos, escudriñando cada corazón de una manera muy detallada, me dice Dios, he encontrado sí, he encontrado a muchos faltos, he encontrado muchas malas motivaciones, he encontrado manos sucias, dice Dios, por eso han caído varias cabezas, pero también he visto cuántos han derramado misericordia a través de sus manos.
Cuántos han repartido hasta lo poco que les quedaba en tiempo de escasez, he escuchado las oraciones, he escuchado el clamor de mi pueblo, he visto los que estaban batallando en el espíritu en favor de otros que estaban débiles, dice el Señor, a muchos de ustedes les faltó la fuerza muchas veces en este proceso, se sentían débiles, se sentían que no podían más, sentían que sus rodillas les temblaban, sentían que se iban a caer, sin embargo, Yo los volví a llamar, y les decía: «Levántate y sigue adelante, que a tu tiempo vas a segar», la Palabra del Señor dice: «No te canses de hacer el bien, porque a tu tiempo llegarás, alabado sea el señor». Prepárense a recibir, dice el señor, lo que ahora les voy a dar, porque hay puertas que se están abriendo en este momento, entrego trabajo, me dice el Señor, a muchos de mis hijos que hasta hoy encontraban todas las puertas cerradas. Aleluya.
Entrego llaves, entrego soluciones, para que puedan resolver aquellas cosas que estaban trabadas, levanto a los que se sentían paralíticos en el espíritu, y los hago andar, hoy es el día de darme tu lecho, dice el Señor, para que puedas caminar, Aleluya. Seco lágrimas de muchas mujeres que tienen los ojos gastados por causa de la intercesión, Gloria a Dios, y respondo oraciones de muchas de estas mujeres que clamaron por sus hijos, en este tiempo, que clamaron por sus familias, por salvación, por sanidad, por la vida, cuando veían a sus seres queridos que casi partían, viene prosperidad para muchos hombres que ya no sabían cómo mantener a sus familias, pero que igualmente siguieron enseñando la Palabra, siguieron ministrando, siguieron evangelizando, ellos entendieron que era más importante sacar, desenvainar la Espada del Espíritu, dice el Señor, aunque les falte o les sobre, ellos entendieron que la Espada siempre tiene que estar desenvainada, por más que pasen por tiempos turbulentos, estos, no tuvieron miedo, no miraron para atrás, fueron valientes, y no se acobardaron, mientras el mundo era un caos, Gloria a Dios.
Y muchos de ustedes ya están conmovidos en el espíritu, me muestra el Señor, porque saben que esta palabra es para ustedes, hoy acaricio tu rostro, dice el Señor, hoy te sano. Aleluya, de todo el sufrimiento, de todo dolor, hay muchos de ustedes que están en un proceso de duelo, porque gente muy amada partió en este tiempo, pero dice Dios que ese duelo se va a transformar en un gozo, en una alegría. dice el Señor, porque en el medio de ese dolor nunca desconfiaste de mí, y mientras veías todas estas muertes a tu alrededor, inclusive tus familiares partían, tus seres amados, en el medio de todo esto, nunca disminuyó tu fe, porque la fe de todos nosotros ha sido probada en este tiempo, pero no todos, no todas las medidas de fe se mantuvieron igual o crecieron, para muchos esa fe disminuyó, para muchos que no entendieron que la vida y la muerte están en la mano de Dios Todopoderoso al que seguimos.
A ellos el diablo les robó la fe, pero para aquellos me dice Dios que igualmente, sufriendo la muerte en sus cuerpos, en el dolor de su carne, por ver partir a sus seres más amados. Igualmente se tiraron enfrente de la Cruz, postrados con el rostro en el piso, clamando por sanidad, clamando por misericordia, clamando por perdón. Probé a muchos, dice el Señor, a través de estas situaciones dolorosas y difíciles, y no todos salieron aprobados. Pero para aquellos que entendieron que aún hoy y en todo momento y en toda situación sigo siendo el Rey de todo lo que existe, para ellos, a ellos recompenso, Gloria a Dios. Muchos me preguntaban, Señor, Señor, cuánto más, cuánto falta, cuántos más van a morir, cuánto más tengo que aguantar. Muchos corazones fallecieron viendo los hospitales llenos de enfermos y otros corazones se dolían por la apostasía en las iglesias, por causa del proceso.
Muchos sentían que estaban siendo quebrados literalmente en el espíritu, humillados, pero Dios dice: ¡Por qué te dejaste tratar! ¡Por qué te dejaste refinar! ¡Por qué entendiste, que era Mi Mano poderosa pasándote por el fuego de la perfección, por el fuego de la refinación, porque decidiste escucharme, por más que el enemigo te hablaba cosas contrarias a lo que Yo soy! Hoy coloco luz en tu vida, dice el Señor, hoy iluminó aquellos rincones que sentías que estaban oscuros y que no entendías, hoy te saco hacia adelante y en ese barco que estabas que sentías que se iba hundiendo, Yo hoy los saco a flote, dice el Señor. Y no sólo eso, sino que le voy a dar las provisiones que necesita para avanzar más lejos de lo que pensabas, Gloria a Dios. Aleluya, Gloria al Señor. En este momento, varios de ustedes, están recibiendo una doble unción de la que tenían en el nombre de Cristo Jesús.
Algunos de ustedes están recibiendo el Bautismo del Espíritu Santo ahora. Aleluya, algunos de ustedes están recibiendo dones espirituales ahora, Aleluya, algunos de ustedes están sintiendo calor en sus manos porque es el fuego del Espíritu Santo que está trabajando en ustedes ahora y entregándoles bienes espirituales en las manos. Algunos de ustedes están recibiendo herramientas en el espíritu para poder batallar en un nivel mayor, al que lo venían haciendo. Algunos de ustedes se les está entregando una espada mayor, más grande y más afilada, que también, además de la Palabra de Dios, representa autoridad para cortar las obras del mal. Algunos de ustedes están siendo enviados ahora, el Señor está colocando un llamado en sus vidas ahora, porque muchos de ustedes no sabían que tenían que hacer para Dios, pero el Señor dice: hoy el teléfono empieza a sonar. Aleluya, veo casas literales físicas, que van a ser entregadas a algunos de ustedes, veo autos también, medios de transporte que necesitaban. Aleluya.
Alimentos, muchos de ustedes querían guardar alimentos, pero no tenían para comprar de más. Dios me dice: hoy se abren los graneros de los cielos en tu casa, para vos que fuiste fiel, Gloria al Señor, gracias Señor, y el Espíritu me dice mientras voy separando las aguas en mi pueblo, los que están hacia la izquierda, qué son los desaprobados, los que han sido infieles, los que no están entendiendo los tiempos en que estamos caminando, los que no quieren escuchar la Voz de Dios, sino que endurecen sus corazones, los que están siendo negligentes, los que están siendo tercos, los que no se quieren entregar para que Dios los transforme, para ser capaces de resistir los tiempos que estamos viviendo, los que abrieron la puerta al pecado, los saules, los Elí, todo este tipo de personas, todos hijos de Dios, están hacia la izquierda de la división de estas aguas y ellos no van a transitar los que vayan quedando en esta tierra, lo mismo que los hijos de Dios que estén a la derecha, me dice Dios.
Porque los que estén a la derecha, mientras el mundo se parte en dos, ellos van a tener para vivir y para repartir, ellos van a caminar en un poder mayor al anterior, ellos van a ser permanentemente ungidos, Gloria a Dios, ellos se van a elevar, los veo levantándose del suelo, metafóricamente, no físicamente, sino en el espíritu, lo cual representa ascenso espiritual, esos entran en otro nivel, mientras los de la izquierda retroceden, porque el Señor dijo en palabras proféticas anteriores: Yo hago diferencia, los que supieron entender y los que no, yo hago diferencia entre los que se dejaron limpiar y los que no, y muchos se acomodaron en sus puestos, no entendiendo que las cosas se estaban cambiando, amén, pero para el que entendió que tenía que levantarse de la silla y moverse y caminar, para el que entendió que la temporada cambiaba, por lo tanto, tenían que cambiar algunas cosas, a ellos no les va a faltar nada, dice el Señor, Gloria a Dios. Así que no teman, dice la Palabra de Dios:
[Malaquías 3:18, RVR1960] Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
Este es un tiempo de retribución, este es un tiempo de recibir regalos de los cielos, y regalos materiales, algunos de ustedes están recibiendo ahora un martillo en sus manos que representa que muchos de ustedes van a recibir una unción para juzgar. Aleluya, están siendo bendecidos ahora a través de esta ministración, Gloria al Señor, viene sanidad del corazón para muchos, que hace mucho tiempo que venían arrastrando cosas profundas y que no encontraban la forma de sanar esas cosas, algunos hombres están recibiendo ahora una unción especial para orar para liberación, algunos de ustedes van a empezar a escuchar la Voz de Dios proféticamente cuando antes no la escuchaban, algunos de ustedes tenían problemas con papeles, me revela el Espíritu Santo, problemas de orden judicial, problemas con juicios, problemas con papeles de propiedades y demás, y parte de la recompensa va a hacer que reciban la llave de la absolución, Aleluya.
Tengan fe, dice Dios, porque hoy recompensó a los míos y veo frutos, veo manzanas, me dice, a los que estuvieron llevando fruto igual en medio, de todo esto que estuvo pasando en este tiempo, ahora van a llevar más, y veo canastos, cajones llenos de manzanas, llenos de frutas que en esta visión representan, los frutos quedan los hijos de Dios, los frutos para el reino, dice el Señor multiplicó las funciones ahora en el nombre de Jesús y multiplicó los frutos porque al crecer la unción, los frutos van a ser mayores, van a ser mejores y van a ser más, Aleluya, alabado sea el Señor, esto es lo que me pidieron muchos de mis hijos que fueron fieles y me dijeron: Señor, si tal hermano no quiere trabajar para ti, heme aquí, Señor, yo no tengo miedo, envíame a mí, para esos valientes, dice el Señor, viene esta unción extra para sus vidas y van a caminar en un poder y en una autoridad que antes no tenían y yo sé en mi espíritu que muchos de ustedes ya lo venían sintiendo, que sus espaldas como que se ensanchaban en el espíritu por causa de que caminan en mayor autoridad que antes. Aleluya, gracias Dios mío.
Muchos de ustedes le pidieron distintas cosas al Señor que necesitaban para resolver distintos aspectos de sus vidas, estas oraciones están siendo respondidas, dice el Señor, porque no fue lo primero para ti, sino que lo primero fue buscar el Reino mío, dice el Señor, y mi Justicia, por causa de eso, Yo no solamente te entrego o te hago conocer mi Reino, sino que te doy más de lo que necesitas, Gloria a Dios. Aleluya, y veo una balanza, y veo que esa balanza no queda ni para un lado ni para el otro, está neutral, están los dos lados iguales, esto representa a los tibios, dice el Señor, a todo aquel que esté tibio, lo llamo a calentarse, a todo aquél que conoce las cosas espirituales pero que no quiere moverse, lo llamó a activarse, porque el Señor está dando un tiempo, que llama a estas personas para que estas personas reaccionen y les da muchas oportunidades, pero llegado el momento, ese reloj de arena que veo cuando se termine, y el tiempo ya se terminó,
El Señor va a juzgar lo que hizo esa persona con ese llamado, amén, así que Yo quiero que tu balanza se incline a tu favor, dice el Señor, quiero que te calientes por mí, quiero que tomes decisiones, las cuales ya te he inspirado, dice Dios. Quiero que empieces a moverte y que no seas como un árbol o como la higuera que por no llevar fruto fue maldecida y secada, por eso vuelvo a llamarte hoy. Dice hijito, a que te muevas, responde mi llamado, dice el Señor, y yo te voy a equipar y te voy a guiar por el camino por donde debes andar, porque no se va a tratar de vos, sino de mí, dice el Señor. Yo lo voy a hacer a través tuyo, pero muchos de ustedes han dejado el miedo; frenarlos, inmovilizarlos, las dudas, la incredulidad, escucharon a los hombres antes que a Dios y por lo tanto la balanza está tibia, no se inclina ni para un lado ni para el otro, pero dice en la Palabra del Señor:
[Apocalipsis 3:16, RVR1960] Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
El Señor no quiere hallarse en esa posición, así que una vez más, es un llamado a que te muevas, a que conteste es el teléfono y pongas tus manos en la mies de los cielos, amén. Aleluya, Gloria al Señor, gracias Dios mío por esta palabra, por esta ministración. El Señor me dice, muchos de ustedes van a recibir y hoy también han recibido cosas, pero no van a saber qué hacer con ellas y dice el Señor que estudien mucho la Biblia, y que estudien sobre los dones que han recibido y que van a recibir aún más, en los días que vienen en el tiempo que viene, y que le pregunten al Espíritu Santo que tienen que hacer con eso nuevo que están sintiendo en sus vidas, cómo tienen que manejar este nuevo nivel de autoridad, como tienen que manejarse o moverse en esta nueva medida de poder en la que están empezando a caminar. Para muchos los ojos se les van a abrir y van a empezar a tener visión espiritual, Gloria a Dios, gracias Señor, gracias Dios mío, te alabamos Señor, te bendecimos, te Glorificamos Padre, Gloria a Dios.
A estos árboles dice Dios que ya estaban llevando frutos, a los que no fueron cortados y ni van a ser cortados, me dice Dios, los voy a iluminar más, la luz del sol va a resplandecer sin nubes que lo opaque, la lluvia del cielo va a caer sobre ustedes, refrescando sus vidas, provocando que las hojas estén más verdes que nunca, provocando que florezcan, este es un tiempo para algunos de secarse y para otros de florecer, Aleluya, gracias Dios mío, amen. Los dejo con esa tarea de revisar sus conciencias nuevamente, los que aún no se pusieron al día con el Señor que lo hagan, los que están tibios que se calienten, los que tenían que tomar decisiones que no pierdan más tiempo porque se termina, los que estaban poniendo el Reino de Dios en segundo lugar que acomoden sus prioridades porque muchos de ustedes dicen así;
Cuando tenga un hijo enfermo, cuando él se sane, ahí voy a seguir a Dios, o me tengo que casar, cuando termine de casarme ahí voy a seguir a Dios, cuando termine de levantar mi negocio, de poner mi negocio ahí me voy a dedicar a lleno y voy a seguir a Jesús. Pero el Señor dice, que el tiempo se acaba para muchos y que las oportunidades no son eternas, son muchas, pero cuidado con estar tentando al Señor, cuidado con no valorar lo que Él te da, muchos no estaban utilizando el tiempo como se debe, no lo estaban redimiendo o estaban distraídos, dice el Señor, termínense de enfocar, acomoden cada detalle de sus vidas, amén, porque el hacha sigue pasando y mis ojos siguen pasando alrededor de la tierra, sacando cuentas de lo que cada uno está haciendo o dejando de hacer, porque dice la Palabra del Señor:
[Santiago 4:17, RVR1960] Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
El que sabe hacer el bien y no lo hace, se le cuenta como pecado, Aleluya, Gloria a Dios, los dejo con esta palabra profética, he cumplido una vez más, ahora les toca a ustedes saber qué tienen que hacer con esto, escudriñar la Palabra del Señor y seguir la guía del Espíritu Santo y limpiar lo que les quede por limpiar y permanecer fuertes en la Mano de Dios, los que están tomados de Él, Dios los bendiga, y nos vemos próximamente si Dios quiere, Aleluya, Gloria tu nombre, Padre. En el nombre de Cristo Jesús, amén.