En este tiempo, Satanás está enviando un ejército de demonios que crecen en poder y alcance. Veo espíritus malignos, y el Espíritu Santo me muestra que cada uno de ellos ejerce cierta influencia, como un círculo a su alrededor, hasta un límite determinado por el poder y la autoridad que les ha sido dado. El Espíritu me dice que esto es un espectro de influencia.
Los demonios que están siendo enviados a la tierra para actuar primeramente en contra de los hijos de Dios en este tiempo van a ser más poderosos que antes. Esto sucede porque el pecado del hombre está creciendo, como en los días de Noé. El nivel de pecado en el momento del diluvio no era el mismo que antes, cuando Noé aún no caminaba sobre la tierra.
El Espíritu Santo dice que en estos últimos tiempos el pecado del hombre va aumentando cada vez más. El tipo de pecado, el nivel de pecado y la cantidad de pecado no son iguales a los de hace cien años, por ejemplo. El pecado y la maldad aumentan, y esto le da derecho al enemigo de enviar espíritus malignos de nuevos niveles, que actúan acorde al nivel del pecado del hombre.
Por eso, la oscuridad que se está cerniendo sobre la tierra también sigue en aumento. Hay una nube que está descendiendo sobre el planeta, y esta oscuridad es más densa que la oscuridad en la que el hombre vivía antes.
La Biblia habla de tinieblas profundas, y el Espíritu me revela que hay distintos tipos de tinieblas y distintas profundidades de oscuridad.
Dios dice que en este tiempo el hombre se está sumergiendo profundamente en una oscuridad en la que antes no había entrado. Y eso sucede, en parte, porque antes el hombre no tenía el conocimiento que ahora tiene.
El libro de Daniel dice que la ciencia aumentaría, y esa palabra es para este tiempo. Sabemos que desde que el profeta Daniel caminaba sobre la tierra, la ciencia fue avanzando cada vez más, pero ahora se desarrolla más rápido que antes, así como el tiempo también lo hace, como dice la Biblia, que «los días serán acortados».
[Daniel 12:4] Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.
Por eso, todo lo que pasa en la vida del hombre va a ir de acuerdo con el ritmo del tiempo en estos últimos días. Lo que antes se daba más lento va a comenzar a darse más rápido. El ritmo al que avanzan la ciencia y la tecnología se va a acelerar, y lo que el hombre no pudo lograr antes por medio de la ciencia, ahora lo va a lograr. Pero con eso también va a tener más acceso a nuevas formas de pecar.
La Biblia también dice que en los últimos tiempos la maldad iría en aumento y que el amor del hombre se enfriaría, y esa es la realidad en la que estamos ahora.
Satanás está soplando vientos helados sobre los corazones para transformarlos en piedra, y el Espíritu Santo me revela que esto va a provocar que la gente se sienta afín a las máquinas y se identifique con los robots. Muchos se van a enamorar de máquinas y van a dejar al hombre o la mujer de carne para unirse a una máquina.
Este nivel de enfriamiento y dureza en el que los corazones están entrando, por causa de su propia maldad y por alejarse cada vez más de Dios, por preferir las tinieblas antes que la luz, va a hacer que el hombre se identifique cada vez más con cosas que antes le parecían aberrantes.
[Mateo 24:12] Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
La forma en que vivimos ya está cambiando. Esta nueva era en la que entramos trae una nueva rutina que se está estableciendo sobre la tierra, y cosas que antes parecían terribles, impensables e inimaginables se van a naturalizar cada vez más.
Cosas que antes le resultaban chocantes al hombre y le provocaban rechazo —como, por ejemplo, tener relaciones con animales, con muñecos o con máquinas— van a empezar a verse como algo natural.
La legalización del aborto es solo un pequeño paso dentro de la agenda del enemigo y va a quedar como algo menor en comparación con lo que se va a legalizar en los países de la tierra.
El Espíritu Santo me dice que los asesinatos se van a dar en un nivel que nunca antes ocurrió en la tierra, y no solo me refiero a los abortos. La tierra ya está maldita por causa de la sangre de los bebés abortados que clama a Dios desde la tierra; pero además de los abortos, van a surgir nuevas formas de homicidio, que van a empezar a legalizarse y a verse como algo normal.
Cualquier defecto que el hombre tenga antes de nacer y sea descubierto tendrá que ser borrado, eliminado. El Señor me dice que Hitler fue el que comenzó este trabajo para el enemigo, un precursor que abrió una puerta enorme en este mundo al diablo, iniciando la eliminación de aquellos que no encajan en el estándar. Hitler fue un pionero en este tipo de genocidios.
El Espíritu me dice que hasta hace un tiempo la mayoría de los hombres veía estos actos como una atrocidad, pero a medida que el fin se acerca, los impíos que elijan la izquierda van a volver a estas formas de genocidio, aunque de distintas maneras.
Ellos dirán: Todo lo que es viejo ya no sirve y todo lo que tenga algún defecto debe ser borrado: los sordos, los ciegos, los paralíticos, los que tengan alguna anomalía en los órganos o los que tengan síndrome de Down.
Cualquier tipo de defecto que el hombre tenga va a ser mal visto entre aquellos que se decidan por la oscuridad. Y a medida que estos tiempos finales avanzan, nosotros, los Hijos de Dios que vayamos quedando, vamos a sentir nuestro corazón desfallecer al ver las cosas terribles que los que no elijan la cruz van a cometer.
El Espíritu Santo me dice que el enemigo le ha plantado al hombre ideas de que tiene que ser perfecto, y estas ideas han entrado a través de la vanidad y del conocimiento humano. El hombre tiene que saber. El hombre tiene que ser lindo. El hombre tiene que ser perfecto.
Existirá un modelo de cómo debe ser el hombre y la mujer, y si no cumples con esos estándares, no sirves, no vales y no tienes derecho a vivir. Eso es lo que el enemigo ha estado metiendo en la mente del hombre, haciendo un trabajo fino, paso a paso.
El enemigo ha estado haciendo este trabajo desde el principio de la caída hasta hoy, pero en estos últimos tiempos este trabajo irá en aumento. Es como alguien que va manejando un auto a velocidad normal, pero de repente pisa el acelerador como si estuviera en una carrera. Así se van a desarrollar las cosas en estos últimos tiempos.
El Espíritu dice que en estos últimos días los que son de Dios no se van a quedar atrás. El que es injusto va a ser más injusto, y el que es santo va a ser más santo, porque así como en lo físico, también hay distintos tipos de blancos y negros en el espíritu. Algunos hijos de Dios resplandecen más que otros, y algunos hijos del diablo están más oscuros que otros.
El Espíritu me dice que los hijos de Dios que caminen llevando su cruz, aquellos que vayan dejando absolutamente todo por amor a Dios, aquellos que entiendan que este es un tiempo de renuncia y de resistencia, van a resplandecer más que el sol, como dice el libro de Daniel.
[Daniel 12:3] Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
Mientras los oscuros se tornan más oscuros, los blancos van a resplandecer más, pero solamente aquellos que se abracen de los pies de nuestro Señor Jesucristo y se dejen refinar.
Pero va a haber un precio que vamos a tener que pagar para iluminar cada vez más. Vamos a tener que renunciar a lo que queremos. Vamos a tener que ponernos realmente a cuentas con el Señor y limpiar nuestra casa, tanto de manera literal como metafórica. Vamos a tener que elegir por dónde caminar, porque solo van a quedar dos caminos.
El camino de la decisión es una intersección en forma de Y: o vas para la derecha, o vas para la izquierda. No se puede servir a dos Señores, y el que quede en el medio de esos dos caminos, pensando que está siendo neutro, en realidad va a estar caminando en la izquierda.
El Señor va a llevar al mundo entero a un punto donde cada uno va a tener que tomar una decisión, porque es la decisión del hombre lo que glorifica a Dios. Elegir al Señor Jesús es lo que le da gloria a Dios. No es que Él te obligue a seguirlo lo que lo glorifica, sino que tú, por tu propia voluntad, lo elijas a Él.
Mientras todo esto sucede y el caos se extiende sobre la tierra, mientras los injustos se vuelven más injustos y cometen atrocidades cada vez mayores, nosotros, los que entendamos que el camino es angosto y decidamos llevar nuestra cruz y permanecer hasta el fin, vamos a brillar con una luz más intensa que antes y vamos a resplandecer como las estrellas.
Además, habrá una gran batalla entre los hijos de las tinieblas y los hijos de la luz, un enfrentamiento entre el espíritu y la materia como nunca antes se vio en la tierra. En ese tiempo van a ocurrir cosas sobrenaturales que vamos a ver con nuestros propios ojos.
La Biblia dice que la gloria postrera será mayor que la primera y que haremos milagros mayores que los que hizo Jesús. Los milagros, señales y prodigios que los hijos de Dios van a hacer en ese tiempo van a superar incluso el caminar sobre el agua o levantar paralíticos. Los milagros que vamos a hacer van a ser sorprendentes.
[Hageo 2:9] La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
En esos días, los poderes de Satanás se derraman cada vez más sobre sus seguidores, empoderándolos y dándoles mayor autoridad. A medida que obedecen con sacrificios de sangre, asesinatos, hechicerías, ayunos y otras prácticas, su amo los premia y ellos caminan con más poder, llegando a realizar milagros.
De la misma manera, los hijos de Dios, en la medida en que se entreguen más, ayunen más, renuncien a las cosas del mundo, se limpien y se santifiquen, su luz va a crecer y el poder del Espíritu Santo en ellos se va a manifestar con más fuerza que nunca, porque todo ocurre acorde al estado del hombre en cada tiempo.
La lucha entre la luz y las tinieblas va a ser tan fuerte que incluso van a haber encuentros callejeros entre los hijos del diablo y los hijos de Dios, batallas en las calles donde se van a manifestar los poderes del enemigo y los del Dios eterno.
Sé que estas cosas son delicadas, que pueden parecer sacadas de una película de ciencia ficción, pero el mismo Señor Jesús lo dijo:
[Juan 14:12] De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Yo misma he visto a hijos de Dios levitar gracias a estos poderes que el Señor les va a dar en los últimos tiempos. Y si no lo sabías, el enemigo de las almas también provoca levitación en sus hijos cuando alcanzan cierto nivel de entrega al reino de la oscuridad.
Hay brujos que no solo hacen viajes astrales, saliendo de su cuerpo para atacar a personas con hechicerías, sino que también pueden levitar. Suena fuerte, pero te invito a investigarlo por ti mismo y a leer testimonios de brujos que servían al enemigo y después se convirtieron al cristianismo.
Pero el poder del enemigo no se compara con el poder de nuestro Dios. Nosotros servimos a un Dios absolutamente poderoso, cuyo alcance nadie puede frenar. De Él provienen todas las cosas y nada sucede sin su conocimiento. No hay hoja que caiga de un árbol sin que Él lo sepa.
Él es un Dios todopoderoso, un Dios que todo lo puede, y no hay nada imposible para Él, como dice la Biblia. Dios va a derramar sobre sus hijos un caudal de poder que va a superar al de los hijos del diablo.
No estoy hablando de los tibios, de los que tienen un pie en el mundo y otro en el cielo, sino de los que han dado el 100% de su corazón a Dios, de los que son entrenados porque han atendido las advertencias de Dios, de los que conocen la Palabra y la van a utilizar como una espada de doble filo.
Ellos van a caminar en una luz superior y serán los vasos donde el Señor va a derramar esta luz, que se va a manifestar a través de estos canales, realizando todo tipo de milagros, incluyendo la levitación. Lo he visto en visiones. He visto el tipo de guerra espiritual que se avecina en los últimos días.
Sí, los poderes del enemigo van a aumentar; sí, la maldad va a crecer; sí, los hijos del diablo van a llegar a ser muy poderosos. Van a soplar delante de una persona y esta va a caer muerta si no tiene la protección del Señor Jesús. Todo eso lo van a lograr con solo un chasquido de sus dedos.
Legiones de demonios estarán a su disposición para maldecir a familias enteras. Y si bien estas cosas ya suceden en cierto nivel, en los días que vienen se van a intensificar.
Las manifestaciones postreras, tanto del Espíritu Santo como de los espíritus inmundos, van a ser distintas, porque van a ir acorde a la maldad o la bondad que haya.
El Espíritu Santo me muestra y me confirma visiones que ya he tenido antes, porque ha llegado el tiempo de compartirlas.
Veo que las manos de los justos que caminen sobre la tierra en esos días serán como llamas de fuego, y la imposición de manos de ellos va a tener un poder asombroso. El poder de la oración de los hijos de Dios también va a aumentar.
La Biblia dice que cuando Pedro caminaba, la gente se iba sanando simplemente con su sombra. Estas cosas van a volver a ocurrir en estos tiempos postreros. El aliento de los hijos de Dios va a hacer que una persona vuelva a la vida. La ropa de los hijos de Dios va a provocar sanidades, porque el poder del Espíritu que se va a manifestar en ellos va a elevarse.
No es que el Espíritu de Dios sea más poderoso en este tiempo que antes, sino que su manifestación en los últimos días se va a ver en un nivel mayor, asombrando incluso a los cristianos que no entiendan en qué tiempo están caminando.
El que no se prepare, que no entienda, que no estudie o que no pida revelación y entendimiento a nuestro Dios, no va a poder procesar lo que va a ocurrir en la tierra.
El Señor me dice que así como a Jesús le dijeron que echaba fuera demonios por el príncipe de los demonios, en los últimos días, hermanos van a entregar a la muerte a otros hermanos porque no van a comprender que es el Espíritu Santo el que se va a estar manifestando en estos vasos dispuestos, entregados y preparados para realizar estas cosas.
El Señor también me dice que el discernimiento que sus hijos van a tener será tan grande que van a poder discernir los pensamientos de los corazones en un nivel superior al don de discernimiento que tienen los cristianos de hoy. Porque hay niveles dentro de la manifestación de los dones, y cada vaso tiene su límite.
Así como hay vasos de distintas capacidades en lo físico, dice el Señor, Yo también tengo vasos con distintas capacidades en los cuales vierto mi Espíritu.
Noelia: Por eso pueden ver que hay distintos tipos de profetas y maestros, con diferentes alcances, asignaciones y manifestaciones, porque el Espíritu opera distinto en cada uno de nosotros.
El Espíritu Santo me muestra que los vasos de los últimos días van a tener una capacidad mayor, para que Dios pueda verter más de su Espíritu en ellos y así sean aptos para operar en un poder mayor.
El Espíritu Santo me sigue hablando de los milagros que van a ocurrir en los últimos tiempos y me dice que los brujos ya no van a esconderse como antes. Van a caminar por las calles, matando gente con la palabra y maldiciendo a todo aquel que se les acerque.
Así como Pedro caminaba y la gente se iba sanando con su sombra, Satanás va a copiar este comportamiento y sus hijos también van a operar en un poder mayor. Cuando anden por la calle, hasta los perros se van a ir muriendo por causa de su pasada. Los niños se van a debilitar y los adultos se van a descomponer.
Los hijos del diablo van a hacer estas cosas porque el poder del enemigo también se va a verter en los vasos de iniquidad a un nivel mayor que antes, y estas personas malditas van a tener un corazón tan endurecido que será como una roca.
Ya no se van a acordar de lo que significa amar. Van a vivir tan identificados con su carne que se van a olvidar de lo que un día fueron. Se van a convertir en demonios caminantes. Estarán tan poseídos que su mente se va a perder. La mente será como un castillo que alguna vez tuvo dueño, pero fue usurpado, y su dueño quedó allí como un esclavo, perdiendo el dominio y la autoridad sobre su propia casa.
Así serán los vasos del infierno que van a ser ocupados por demonios sumamente poderosos que están siendo enviados sobre la tierra y cuyo poder va en aumento.
Los que van a ser influenciados por estos enemigos salidos del infierno serán los que están alejados del Señor y no cuentan con la protección del Todopoderoso ni habitan bajo las alas del Omnipotente; los que no mantuvieron sus lámparas llenas de aceite, que nunca se dejaron liberar ni sanar, que siguen atados con cadenas puestas por el enemigo.
Ellos nunca se decidieron por la cruz ni renunciaron a su ego, de modo que fueron fáciles de tentar. Creyeron que el Hijo de Dios no existe y no entendieron que tenían que rendirse a los pies del Salvador para encontrar libertad.
Esos van a ser los que caigan bajo la influencia de los malvados hijos del diablo. Van a ser presa fácil de estos brujos que caminarán sobre la tierra haciendo destrozos a la vista de todos.
La maldad va a convertirse en algo cotidiano, y ya mismo estamos viendo que esto se vuelve cada vez más normal. La Biblia dice:
[Isaías 5:20] ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Este versículo es uno de los que más se va a cumplir en los últimos días. Lo que antes era bueno, lo que iba en armonía con los mandamientos de Dios, lo que estaba en la conciencia de los hombres y se entendía sin necesidad de explicación, ahora se está invirtiendo. Este proceso comenzó hace mucho tiempo, pero aún no ha llegado al extremo al que debe llegar para que venga el fin de todas las cosas.
Lo que antes parecía una atrocidad, algo que nunca podría haber recibido la aprobación de los hombres y de los gobernantes, será visto como algo normal y aceptable en los tiempos que vienen. Hacia ese punto nos estamos acercando, y lo que vemos ahora no es nada comparado con lo que ha de venir.
Nosotros vamos a ser probados. Y ahí, en medio de la prueba, nuestra fe realmente se va a manifestar en aquellos que decidan seguir en pos de la cruz. Pero los cobardes van a retroceder, y los que dijeron que eran de nosotros pero nunca lo fueron, van a ser los homicidas de los verdaderos.
[Mateo 10:21] El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.
[1 Juan 2:19] Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
En ese proceso está yendo el mundo ahora. Por eso la tierra sufre y gime. Los dolores de parto apenas están comenzando, y esto solo es el principio. Recién estamos entrando en las contracciones menores.
Lo que estaba en la oscuridad va a salir a la luz. Lo que estaba escondido va a ser manifestado. Lo que el hombre quiera esconder, eso es lo que Dios va a exponer. La Biblia dice:
[Marcos 4:22] Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.
Este versículo encaja perfectamente para los tiempos finales, porque ¿qué pasa cuando uno está en un callejón sin salida? Cuando uno es llevado a un punto donde sí o sí tiene que tomar una decisión, ahí es donde se manifiesta la verdad. Es fácil decir como Pedro: «Yo voy hasta el final. Yo no te voy a negar, Señor. Voy a la muerte contigo, y si hace falta, voy a ser un mártir por amor a tu nombre.»
¿Cuántos de nosotros decimos eso? Pero es muy fácil decirlo cuando estamos cómodos, cuando tenemos luz, gas, cuando estamos calentitos, cuando el estómago está lleno, cuando no estamos enfermos, cuando nuestra propia familia no nos persigue. Es fácil decirlo mientras todavía no te persiguen para matarte porque no aceptaste la marca de la bestia.
Nosotros vamos a estar ahí cuando la marca se manifieste en el mundo y vamos a tener que tomar una decisión, y esa va a ser la prueba final del cristiano.
Esto ya se está concretando. Los planes ya están hechos por debajo de la mesa, y lo que está pasando ahora con la pandemia es solo una antesala de lo que va a venir.
La vacuna del COVID no es la marca de la bestia, porque la Biblia dice claramente que la marca será colocada en la mano derecha o en la frente, y que no se podrá comprar ni vender sin ella. La vacuna no cumple con esos requisitos, así que no es la marca, sino solo una antesala.
Todo ya está en marcha. Nos están cocinando y no hay vuelta atrás. Ya estamos entrando en la prueba final. El justo y el injusto serán probados juntos, y ya lo están siendo.
No sé si te diste cuenta de que tu fe ya está siendo probada en un nivel mayor que antes. Las cosas que están pasando ya no son tan fáciles de sobrellevar, y lo que viene va a ser cada vez más fuerte. Todavía falta mucho, y lo que está sucediendo es una preparación.
No estoy diciendo nada que no esté escrito. Solo te lo estoy recordando y trato de hacerte reaccionar, sacudiéndote un poco para que abras los ojos, no te duermas y entiendas el tiempo en el que vives, como la tribu de Isacar, porque vas a tener que tomar una decisión.
Aún falta que se complete el número de los mártires, y muchos de nosotros vamos a morir por causa del nombre del Señor Jesucristo. Todas estas cosas son para manifestar lo que está escondido, para que realmente puedas ver dónde estás parado, quién eres. ¿De verdad eres lo que predicas? ¿De verdad eres lo que dices? ¿O simplemente lo dices de palabra, pero cuando el Señor permite que seas zarandeado, tu fe mengua?
[Apocalipsis 6:11] Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
El Señor ya sabe lo que hay en tu corazón, pero necesita que tú mismo lo veas. El Señor ya sabe si lo amas, si estás determinado, aunque te caigas, aunque tus rodillas se aflojen, aunque cometas errores. Él ya sabe si ya decidiste por la derecha o por la izquierda, por más difícil que sea ese camino estrecho.
Él no necesita que pases por una prueba para saber si eres capaz o no de resistir. Pero Él quiere que tú mismo sepas dónde estás parado y veas tu propia reacción, para que salgas de la mentira en la que estás. El Señor quiere que te des cuenta si realmente eres capaz de resistir como dices, o si vas a ser como Pedro, que dijo una cosa pero después hizo otra.
Dios es un Dios de poder, un Dios perfecto, un Dios que habita en el pasado, en el presente y en el futuro al mismo tiempo. Es un Dios que nunca nació, sino que simplemente es. Por eso se dice el «Yo Soy».
Dios te está hablando hoy a ti y al mismo tiempo le está hablando a tus abuelos y también a tus nietos. Es un Dios omnipresente. Todas las cosas están en Él al mismo tiempo. Dios no está en el tiempo, sino que el tiempo está en Él, porque el tiempo es parte de su creación. Dios ya lo sabe todo. Él es «Yo Soy el que Soy».
[Éxodo 3:14] Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
La mente humana no puede entender quién es ese ser divino que decidió enviar a su único Hijo, desde la deidad donde estaba, para manifestarse en la carne y experimentar lo que nosotros sentimos, y así poder comprendernos.
Él, por su propia voluntad, dio su vida y después la volvió a tomar. Nadie lo obligó. No fue que Dios Padre le dijo: «Vas a hacer esto porque Yo lo digo», sino que aprendió la obediencia a través del sufrimiento, como dice la Biblia.
Ese Dios que nos amó primero es a quien seguimos. ¿Cuánto más deberíamos estar dispuestos a ir hasta la muerte por Él, si es necesario?
Sé que lo que estoy diciendo es fuerte y quizás te sacude un poco, pero es porque el Señor te ama y quiere que conozcas la realidad de las cosas, para que cuando sucedan no te tomen por sorpresa.
La Biblia dice que nadie sabe ni el día ni la hora de la venida del Señor, pero eso no significa que los hijos de Dios no puedan entender en qué tiempo están caminando.
Algunos enseñan que, como la Biblia dice que nadie sabe ni el día ni la hora, tampoco sabemos en qué tiempo vivimos. Pero eso no es cierto, porque la Biblia también dice:
[1 Tesalonicenses 5:4-5] Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Quien dice que no necesita entender en qué tiempo está viviendo lo hace porque decide ser ignorante, porque es un vago y no quiere estudiar. Dios no dejó la Biblia en vano, y nosotros, los que somos del día, tenemos la obligación de investigarla para saber en qué temporada estamos.
El Señor trabaja en ciclos, en períodos y en temporadas. Él se mueve de distintas maneras, acorde al tiempo que atraviesa el hombre. Y nosotros no estamos en oscuridad como para no saber lo que viene; somos hijos de la luz y pertenecemos a un reino organizado, que tiene un orden que debemos conocer. En este reino hay ciclos que se abren y se cierran, temporadas que terminan y comienzan, así como en lo natural existen otoño, invierno, primavera y verano.
Sin embargo, muchos prefieren caminar a tientas, como alguien que podría quitarse la venda de los ojos pero elige no hacerlo. Si los hijos de Isacar eran entendidos en los tiempos y no estaban viviendo en los últimos días, cuánto más deberían serlo los vasos preparados para los tiempos finales.
¿Tienes idea de en qué tiempo estamos viviendo? ¿Entendiste a qué te está llamando el Señor en este tiempo final? ¿Sabes lo que se avecina? ¿Sabes cuántas veces en las Escrituras el Señor advierte sobre los tiempos postreros? ¿Sabes cómo será la tierra cuando la Palabra dice que será como en los días de Noé? ¿Sabes qué sucedía en los días de Noé y por qué el Señor dice que estos días serán parecidos?
¿Sabías que en los días de Noé había gigantes sobre la tierra y que en los últimos tiempos esas cosas van a volver a ocurrir? ¿Sabías que el nivel de brujería y ocultismo en los días de Noé era tremendo y estaba en aumento? ¿Sabías que algo similar, e incluso peor, va a suceder en estos últimos días?
¿Cuántas personas se salvaron en los días de Noé? Ocho personas. ¿Quieres estar dentro de esa arca o prefieres hacerte el distraído y pasarla bien? No te confíes, porque vas a tener que tomar una decisión y después prepararte también materialmente.
El Señor es bueno y te va a ayudar. Él va a hacer su parte, pero tú también tienes que hacer la tuya, porque es un Dios al que le gusta relacionarse con sus hijos. Y aunque muchas veces Él toma la iniciativa, nosotros también debemos responderle. Como en toda relación: si alguien te llama por teléfono, tienes que responder.
Algunos piensan que tener una relación con Dios es unilateral, que el único que tiene que hablar, moverse y hacer todo es Él, y si algo sale mal también es culpa de Él. Pero una relación es cosa de dos.
Todas las personas que habitan en la tierra van a ser movidas de sus lugares, y cada una va a tener que decidir si se levanta para bien o para mal, para caminar en rectitud o en iniquidad, para caer o avanzar. Cada uno va a ser llevado al límite, donde recibirá una invitación a elegir entre lo blanco y lo negro.
Si escoge lo blanco, el Señor lo va a limpiar y, a medida que se entregue, lo va a llevar a la victoria. Pero si elige lo negro, el enemigo le va a dar los recursos para llegar con éxito al infierno, para hacerse cada vez más oscuro y más negro.
Nadie va a quedarse sin una oportunidad de decidir por el Reino de los cielos. Todos van a tener que mostrar su verdadera cara, y esa cara se revela cuando uno es sacudido, porque así es la naturaleza humana. El hombre necesita ser sacudido y llevado al límite para reaccionar.
En la comodidad es fácil hablar, pero cuando llega lo grave, ahí es cuando realmente uno decide si va a resistir o no, si va a seguir hasta el final o no, si va a renunciar a cosas y llevar su cruz o no.
Por eso van a venir los sacudones. Los volcanes van a mostrar la ira de Dios por causa del pecado que se derrama sobre la tierra. La tierra se va a sacudir, derribando ciudades enteras, porque la magnitud de los terremotos va a ir en aumento. El mar se va a salir de su lugar.
Las catástrofes van a volverse moneda corriente en estos últimos tiempos y ya no van a sorprender a nadie. Mientras explota una bomba en un lado, el mar se va a levantar en otro. Mientras un volcán destruye un pueblo entero, en otro punto de la tierra se va a estar librando una guerra.
Todo va a ir en aumento y todo va a irse a los extremos. Los puntos intermedios van a desaparecer.
El hombre va a ser malo, pero malo de verdad, o va a ser bueno, pero bueno de verdad. El que es justo va a ser mucho más justo que antes, porque si no, va a tener que pasarse al otro bando. Y el que es injusto va a ser mucho más injusto que antes y va a seguir el movimiento de la oscuridad.
En medio de todo esto va a haber mucha mortandad. Multitudes van a morir por distintas causas. Van a surgir nuevos tipos de enfermedades, no solo del cuerpo sino también de la mente, junto con espíritus de locura, y el hombre se va a comportar como un animal descarriado, como un perro con rabia, como un loco desatado.
Todo esto va a suceder sobre la tierra, y ya ha comenzado. Y mientras tanto, todos van a tener que tomar una decisión.
¿Qué vas a decidir? Si no cuentas con el poder necesario para resistir y atacar, no vas a poder sobrevivir a lo que viene. Si no sabes ayunar, no vas a soportar el hambre y la escasez que se avecinan. Si no sabes fortalecerte en la oración, tu espíritu va a estar débil y no vas a resistir los ataques de los brujos y de los enemigos en ese tiempo.
Si no tienes tu espada del Espíritu afilada, no vas a poder pelear ni cortar lo que el enemigo va a hablar contra tu vida. Si no aprendes sobre guerra espiritual, no vas a ser un soldado victorioso en la guerra que el enemigo va a hacerte.
Si no te preparas en cada aspecto de la vida, no vas a poder resistir lo que viene. Todos vamos a ser sacudidos hasta tal punto que el hombre va a tener que tomar una decisión. El Señor va a hacer esto para refinarnos como el oro.
Estas enfermedades raras que están por venir van a traer comportamientos extraños, como cuando Nabucodonosor fue enviado al bosque y se comportaba como un animal. Este tipo de locuras se va a manifestar en los últimos días en los que no quieren formar parte del Reino de la luz.
Pero los hijos de Dios van a estar capacitados para sanar este tipo de enfermedades por medio de la imposición de manos y del poder extraordinario del Espíritu Santo que va a salir de nuestras manos.
No solo el enemigo va a irse al extremo en una manifestación mayor de su poder. Nosotros tampoco nos vamos a quedar atrás. Los dos extremos se van a intensificar y, mientras tanto, la Palabra del Señor va a llegar hasta el fin del mundo.
El Evangelio va a ser repartido en abundancia, porque los hijos de Dios van a ir perdiendo el miedo de hablar, y lo que van a predicar va a ser con poder y unción, con valentía, con palabra de ciencia, con profecía, con milagros, señales y prodigios. Mientras el mundo se viene abajo, Dios va a respaldar a los suyos.
Resistan, hijitos, resistan, dice el Señor, porque estoy con ustedes. Estuve y voy a estar, y nunca me he ido de su lado. Los voy a fortalecer cuando sientan que se caen y les voy a dar poder a través del Espíritu Santo para que puedan resistir los dardos del enemigo, que van a ser cada vez más poderosos y dañinos. Yo iré con ustedes para vencer a todo gigante que se atreva a enfrentarse a mis hijos.
Voy a ser Yo el que los levante cuando se sientan debilitados, dice el Señor. La palabra que salga de sus bocas no será la suya, sino la mía, esa palabra que corta y destruye las obras del enemigo, la espada de doble filo de la que habla el Apocalipsis.
Prepárense y dejen toda vanidad, dice el Señor. Aléjense de toda distracción y pongan su mirada en mí. Mírenme a mí, porque la victoria ya la tuve Yo. El que no esté conmigo no va a vencer, y el que no junta conmigo va a desparramar.
Muchos falsos hermanos van a aparecer, y se van a multiplicar distintas religiones falsas que se van a disfrazar de algo bueno, pero van a traer mentiras muy sutiles, dañinas y demoníacas. Es como cuando uno recibe una sorpresa y piensa que dentro hay algo bueno, pero en realidad hay veneno.
Noelia: Veo diferentes demonios que vienen a la tierra y siembran doctrinas demoníacas en la gente. Por eso abunda tanta religión falsa, tantas doctrinas erradas y tanta mugre espiritual. Veo ríos de agua fluyendo, distintos ríos de doctrinas, pero son ríos de agua sucia, contaminada y envenenada, que al beberla destruye y mata.
Así son estas nuevas corrientes de doctrinas que Satanás está trayendo poco a poco sobre la tierra, y el camino se le va abriendo porque el hombre se está volviendo tan malo que cree lo que quiere creer y toma todo lo que se ajusta a sus deseos.
Van a tener que estar muy afilados en las Escrituras, muy santificados y muy cerca del Señor Jesús para poder discernir la verdad, porque la mentira se va a disfrazar tan bien que los que no tengan un discernimiento desarrollado y activo no van a poder darse cuenta de lo que es mentira y van a comer cualquier pan que se venda por la calle.
No le den lugar al miedo, dice el Señor. Santifíquense más, y los que dejaron su cruz, vuélvanla a tomar y síganme, porque estamos entrando en la recta final.
Los amo con amor entrañable, dice el Señor.
Noelia: Él sigue hablando y no deja a su pueblo en la oscuridad, sino que avisa lo que va a venir, confirma lo que está escrito y pone luz sobre lo que ya habló y sobre lo que ya está profetizado desde antes de este tiempo.