Amado pueblo del Señor Jesucristo, les quiero compartir lo que Dios me ha venido hablando en estos días, lo que recibí para este 2021. Voy a comenzar directamente leyendo el mensaje que recibí:
https://noeliafernandez.net/2021-01-02
Hay algunas cosas que quisiera remarcar. Cuando le pregunté al Señor por el año 2021, claramente eran dos cosas que podía ver muy marcadas: la palabra cambios y la palabra violencia.
Como dice la profecía que acabo de leer, la vida ya no va a volver a ser igual porque estamos entrando en una era que es nueva. Los que siguen mi canal pueden ver que ya he profetizado sobre este proceso que la Tierra y los humanos están transitando. Pueden buscar las profecías en mi canal que hablan sobre esta era nueva de la vida del hombre.
Las cosas están cambiando y estamos pasando por un proceso diferente, pero este proceso no va a ser un proceso tranquilo, como ya podemos ver, sino que muchas cosas tienen que ser sacudidas para ser removidas y para implantar cosas nuevas, tanto en el plano espiritual como en el plano material.
La palabra cambios era una palabra muy marcada que el Señor hablaba a mi espíritu. La palabra cortes también; cambios en la vida cotidiana. Muchos de nosotros estamos conscientes que esta es una antesala; una preparación para el ingreso del anticristo a la escena, para que él pueda manifestarse en la Tierra, por decirlo de alguna manera, tiene que estar la mesa servida.
Para que la mesa pueda ser servida tienen que sacarse los platos anteriores que estaban en la mesa. Tienen que quitarse ciertas cosas, implantarse nuevos protocolos, cambiar la manera en que el hombre maneja las cosas, para para que los ciudadanos se habitúen a vivir de tal manera que sean capaces de recibir la marca de la bestia naturalmente.
Dentro de estos cambios, la segunda palabra que escuché muy fuerte es la palabra violencia, un año violento. Vi muchas manifestaciones, especialmente en las calles. Esto es paradójico porque, a la vez, también he visto nuevos confinamientos, encierros, pero también vi que la gente va a salir a las calles aún más y la violencia se va a incrementar en el hombre por causa de la represión, del encierro, del control que ejercen y que van a ejercer sobre la población, por causa de la división política.
Veía que el enemigo enviaba muchos demonios de locura y de violencia a las personas, todo esto provocado también por el hambre, la inestabilidad, la confusión. Así que la violencia va a ser una parte destacada de la vida del hombre en los próximos días.
También podía ver que la persecución se incrementaba progresivamente, porque la tolerancia de los que están en el mundo hacia los cristianos se va terminando, al fortalecerse toda ideología contraria a las leyes de Dios; los inconversos van ganando confianza para atacar a todo aquel que se oponga.
Los hijos del diablo se van empoderando en contra de los hijos de Dios. Por lo tanto, la persecución va a aumentar en todos los países de la Tierra. En algunos países la persecución a los cristianos ya es intensa, pero en otros aún tenemos libertad para expresarnos, leer la Biblia, congregarnos o evangelizar.
Esto va a ir cambiando progresivamente, y los gobiernos que están decretando leyes inicuas, van haciendo que esta situación de persecución se intensifique cada vez más. Por ejemplo, en Argentina acaban de legalizar la ley del aborto, y esto empodera a los hijos del diablo, a los inconversos, a los que están en el mundo, que apoyan todas estas leyes inicuas, toda esta ideología de género, el feminismo y todas estas cosas.
Estas leyes los van empoderando, y ellos van ganando confianza para atacarnos cada vez más. Antes, los cristianos teníamos libertad para decir: «No estoy de acuerdo con el aborto», sin sufrir grandes consecuencias, al menos en varios países. Pero a partir de ahora, esto va a empezar a cambiar, y cada vez va a ser más difícil expresarnos, y la persecución a los cristianos va a ir en aumento.
Dice la Biblia que a lo malo se le llamará bueno, y a lo bueno se le llamará malo y en ese camino estamos; nosotros vamos camino a ser lo malo, la escoria del mundo ante los ojos del mundo, y los que practican la maldad, la iniquidad del pecado, ellos van a creer realmente que son los buenos. Entonces se van a levantar contra nosotros.
Otra de las cosas que nombra esta palabra profética son calamidades, destrozos, vi gente destruyendo cosas, manifestándose en las calles con violencia, y dejando destrucción. A medida que esto pasaba, rebeliones se levantan, cabecillas de rebeliones. Esto también lo he visto en Argentina, que la violencia se incrementaba muchísimo por causa de todo lo que está sucediendo y de lo que va a suceder.
Dentro de esta violencia, se van a levantar cabecillas, caudillos de rebelión, que van a llevar a mucho pueblo, vi depresiones, creo que se trata de depresiones económicas, quiebres de la economía. Esto ya lo he profetizado en otras profecías que he publicado en mi canal, donde hablo de los caballos del Apocalipsis. Lo pueden encontrar en mi canal, donde hablo del hambre que viene, del quiebre de las economías, de la escasez que se aproxima.
Vi divisiones, discordias, contiendas, porque todo se está polarizando, para lo blanco o lo negro, como ya dije muchas veces en las otras profecías. Los grises van camino a desaparecer, y el hombre va a tomar una partida entre lo blanco y lo negro; todo esto que está aconteciendo está influyendo, a dividir las aguas y que se manifieste en dónde está el corazón de cada persona, para dónde quiere ir, cuál es el camino que quiere tomar, porque no hay más que dos caminos, es derecha o izquierda, aunque se disfrace.
Así que la política está dividida, la gente está dividida, y eso se va a manifestar mucho más fuerte en este tiempo. Las cosas se seguirán sacudiendo, dice el Señor; vi la muerte que todavía se anda paseando por la tierra. Muchos van a seguir muriendo, me decía el Señor.
Ya saben también los que siguen mi Facebook que profeticé que esta pandemia no iba a durar poco, que iban a ser muchas las almas que iban a partir. Y también he visto otros tipos de virus dando vueltas y muchas enfermedades. El Señor dijo en una oportunidad que los virus y las enfermedades iban a volar en el aire, juntas, no es que va a aparecer una y después otra, en mi entender de lo que vi, al mismo tiempo van a andar distintos tipos de virus volando en los aires. Las cosas se seguirán sacudiendo.
[Hebreos 12:25-26, RVR1960] Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Otra de las cosas que dice esta profecía que hablaba el Señor es sobre las señales de Joel, como se están cumpliendo tanto lo que dijo Joel sobre el Espíritu Santo y su derramamiento, como las señales en el sol, la luna y las estrellas. Todo esto que está pasando en el cielo, no solamente los eclipses, las estrellas, las señales en las nubes, las apariciones extrañas que están sucediendo en el cielo, son señales que el Señor está dando en el cielo.
[Joel 2:28-29, RVR1960] Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Esto se está cumpliendo desde el día de Pentecostés en adelante progresivamente.
[Joel 2:30-31, RVR1960] Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
Este es un año también de tomar decisiones, me dijo el Señor, porque vamos en empinada como subiendo una montaña. Vamos a tener que reducir las distracciones. No es un tiempo para relajarnos, sino para estar alertas y despojarnos de los pesos que no tienen que estar en nuestras vidas para poder avanzar.
Mientras el Señor me daba esta palabra sobre el año de tomar decisiones, yo veía a un alpinista que iba escalando una montaña y que llevaba más de una mochila que tenía mucho peso. Y el Espíritu me hacía entender, muchos van a tener que renunciar a cosas que les están siendo de piedra de tropiezo en su caminar con el Señor.
No van a poder avanzar si no toman decisiones que el Espíritu Santo los va a redargüir que tienen que tomar para ser capaces de pasar por este proceso que está pasando el mundo y la iglesia y para avanzar espiritualmente a donde el Señor nos quiere llevar.
Y el Señor me decía, el otro día, mientras estábamos en reunión con otros hermanos, que Él quiere llevar a su iglesia a un nuevo nivel espiritual, que Él quiere elevarla, pero para eso muchos van a tener que dejar de estar distraídos.
Ya no va a ser lo mismo irse de vacaciones, por ejemplo. Vamos a tener que quitar un poquito la mirada del televisor, me decía el Espíritu Santo. Vamos a tener que decidir con quién hablamos y con quién no, con quién nos juntamos y con quién no, quién realmente nos ayuda para nuestra edificación, para estar fuertes y firmes para este tiempo; quién nos ayuda a avanzar y quién nos provoca retroceder.
En este tiempo va a ser crucial limpiar nuestras vidas para poder resistir lo que se viene, porque recuerden que estamos en principios de dolores, solo principio de dolores, esto recién comienza, lo vengo diciendo desde que estoy profetizando, que las cosas van a ir incrementándose en intensidad y en dificultad y que va a ser como una contracción leve, un pequeño descanso, una contracción un poco más fuerte, un descanso, una contracción más fuerte y así como una mujer que está de parto, las contracciones se van intensificando y van siendo cada vez más cercanas. Así va a ser el parto de la Tierra y así está siendo y el que no se da cuenta es porque está ciego.
En todo esto quiero decirles que la Biblia dice que cuando todas estas cosas comiencen a suceder, que levantemos nuestra cabeza, porque la redención está cerca. Es una palabra fuerte la que he recibido, también la que recibí el año pasado.
Los invito a escuchar la profecía 2020, porque si bien es para cada año, son profecías donde el Espíritu me dice: profecía 2020 en adelante, profecía 2021 en adelante, son cosas que nos van a seguir ayudando para pasar por este proceso de principio de dolores a donde estamos.
Así que voy a remarcar ahora algunas cosas que el Espíritu me dio, algunas instrucciones proféticas para este año para la iglesia del Señor Jesucristo.
Bien sabemos que todo cristiano tiene que convivir regularmente con la práctica de la oración, la lectura de la Biblia, el ayuno y la alabanza; principalmente hay algunas cosas que el Espíritu Santo me decía que tenemos que tener en cuenta para tener la victoria en este tiempo, que vamos a pasar.
Primera instrucción profética:
Conocer nuestra identidad y autoridad en Cristo y entender quién es Dios; entender quiénes somos y quién es Dios es sumamente importante.
No alcanza con creer en Dios, tenemos que conocerlo, y todo esto que está pasando está dentro de su plan y nosotros como hijos de Dios, formamos parte de ese plan perfecto. Cada uno de nosotros tiene un propósito bien específico y definido para este tiempo glorioso que estamos viviendo.
Entender que nuestro Padre no nos ha dejado y no nos dejará. Hay mucho miedo en la iglesia, mucha tristeza, mucha incertidumbre. Los cristianos, los hijos de Dios, no podemos estar así.
Nosotros tenemos el deber de entender el tiempo en el que estamos y les quiero decir que, si bien tenemos la palabra profética más segura, para eso están los profetas, verdaderos profetas de Dios, para dar a entender al pueblo de Dios, cuál es el tiempo profético que estamos viviendo y para dar instrucciones proféticas que el Espíritu da para pasar por esos procesos fortalecidos y en victoria. La profecía es la luz del pueblo, Gloria al Señor.
Debemos conocer nuestra identidad y autoridad en Cristo; muchos de ustedes no están caminando como deberían, porque no saben quiénes son en Cristo, directamente no saben lo que significa ser un hijo de Dios, lo que significa estar redimidos, ser ciudadanos del cielo, ser hijos del Dios altísimo; no tienen ni idea de lo que es estar revestidos del poder del Espíritu Santo cuando somos bautizados por Él.
Como primera instrucción profética, los invito a orar sobre este tema, a investigar y escudriñar las escrituras y entender cuál es tu identidad en Cristo, como hijo de Dios y también para encontrar cuál es tu propósito, qué pieza sos de este rompecabezas.
Cuando lo entiendas, quién sos en Cristo y cuál es la tarea que te ha sido encomendada, tu forma de ver la vida va a cambiar y ya no vas a ver todo esto que está sucediendo como una tragedia, sino como un plan de redención de todas las cosas.
Inclusive vas a tener el gozo del Espíritu Santo, mientras pasas por este sacudón. Hay una diferencia muy grande entre el pasar por este proceso como una víctima, como una presa del enemigo, como alguien que está derrotado, que como un hijo de Dios que sabe quién es, que camina en poder y que aprovecha estas situaciones no solamente para crecer espiritualmente, sino para traer las almas al Reino de Dios.
Primeramente, entender quién sos en Cristo, quién es Dios, orar para que el Señor te revele quién es Él, te revele su autoridad, su magnificencia, que Él aún tiene el cetro en su mano derecha y que sabe lo que está haciendo y por qué lo está haciendo. Y el que no conoce a Dios y no sabe quién es, no puede pasar por este proceso con entendimiento.
Muchos tienen miedo, me decía el Señor apenas empecé a escribir esta palabra. Veía a los cristianos aterrorizados, no estamos hablando de la gente que está en el mundo, estamos hablando de los cristianos aterrorizados por el año 2021.
No puede ser que la iglesia esté en un estado de inmovilidad por causa del miedo. Como primera medida, era lo que Dios me decía; que la iglesia tiene que entender que Dios aún está en control y que siempre estuvo en control, que todo lo que está pasando tiene un propósito y que tienen que cambiar su actitud con la cual pasan por estos dolores de parto y tomar provecho de esta situación, no solo para sí mismo, no solo para su casa, sino para poner sus manos en la mies y tomar provecho de las almas que cada vez van teniendo más sed de un salvador.
Segunda instrucción profética:
Las dos cosas más importantes que escuché fue la primera que acabo de decir y la segunda es no temer. Si no me equivoco, 365 veces dice en la Biblia «No temas». ¿Ustedes creen que es casualidad?
Si pasas por estos dolores de parto, por este proceso con miedo, muy probablemente no vas a poder resistir las contracciones que van a ser cada vez más fuertes. El miedo es la primera arma que el diablo está utilizando contra todo ciudadano en este tiempo.
No son las armas bélicas, químicas, ni siquiera las enfermedades que están rondando sobre la Tierra. Es el miedo lo que el enemigo está utilizando en este tiempo como su primera arma y la fundamental para controlar al mundo. Lo hablé en un vídeo también, lo pueden buscar en mi canal, a donde el Señor me habló todo un tiempo de ministración sobre el tema del miedo en este tiempo, que también los invito a ver, porque es muy importante.
Te aviso que vas a tener que aprender a lidiar con el miedo hasta tenerlo bajo sujeción. Vas a tener que aprender a pisar esa serpiente, por más que nuestros ojos van a ver cosas fuertes, tenemos que entender que Dios está limpiando y preparando el terreno para lanzar su poder de una manera extraordinaria en sus hijos.
Si caminamos en miedo, no vamos a poder reconocer las oportunidades que Dios está lanzando sobre los suyos para hacerlos crecer, y para que caminen en un poder mayor que el anterior. Así que también te invito a estudiar sobre el miedo en las Escrituras, y a orar sobre este tema, a renunciarlo, a lucharlo, a hacer guerra espiritual.
Tercera consigna que me hablaba el Señor:
Cuidar nuestra mente, desde este año 2020 en adelante, lo que el enemigo va a hacer y lo que está haciendo es atacar, primero, la mente. Estoy hablando del mundo en general, pero más que nada me dirijo a los cristianos: Él va a ir por tu mente.
Me hablaba de una palabra muy concreta y decía: Él está intentando quebrar la mente de los hijos de Dios, hacerlos creer que ya no pueden más, los sumerge en depresión e incluso a la locura.
El Espíritu me decía: Tienen que orar fervientemente por la mente, por el cuidado de la mente, para que no entren esos dardos del enemigo en los hijos de Dios.
Se va a incrementar el caos, va a ser como una montaña rusa este tiempo; va a ser, Si-No, Si-No, la gente se va a encontrar como perdida. Va a haber inestabilidad, nos va a resultar difícil saber qué es lo que nos espera, qué van a decidir nuestros gobiernos, qué sigue.
En ese sacudón, en esa confusión e incertidumbre que está sobre el mundo, el enemigo va a aprovechar para quebrar nuestras mentes. Así que lo que el Espíritu Santo me decía era: Tienen que guardar la alabanza.
Estar alabando en sus casas permanentemente provoca que se reanime nuestro espíritu y restablezca nuestra mente. Que esos dardos que había enviado el enemigo, esas semillitas de pensamientos para volvernos locos, para quebrar nuestra voluntad y frustrarnos, se vuelven inoperantes.
Pero si nosotros no nos mantenemos en adoración y alabanza permanente, primero en nuestras casas; estoy hablando más allá de las congregaciones, este trabajo mental que está haciendo el enemigo en nosotros va a avanzar más fácilmente. Alabanza y lectura de la Palabra, para luchar contra todo esto.
Lo otro que me decía el Espíritu Santo para este tiempo muy importante: Concentrarnos. La Biblia habla de velar. Jesús menciona en muchos versículos del Nuevo Testamento que debemos velar, que debemos permanecer velando. Y a eso yo le agrego que debemos concentrarnos.
Como dije antes, la persecución en la iglesia va a ir en subida, lo que esté pasando afuera nos va a marear. Por lo tanto, tenemos que velar más que nunca y concentrarnos en Jesús y en su mies, y en servir a Dios, y no poner nuestro foco en lo que se sacude, en el sacudón.
No estoy hablando de hacer como si nada pasara, no estoy hablando de no mirar las noticias, pero sí de vivir en el espíritu y seguir la guía del Espíritu Santo para saber hasta dónde mirar las noticias, hasta dónde enfocarnos en lo que está pasando, y saber exactamente cuándo quitar nuestros ojos, cuándo cerrar nuestros oídos a lo que nos está afectando, para poder concentrarnos fijos en el Señor Jesús y en servirlo en lo que Él espera de nosotros.
Es muy importante, lo que estoy diciendo, es clave para que no seamos sacudidos en medio de este viento de cambios que se viene a la tierra; concentración.
Para lograr esta concentración, hay hábitos en nuestras vidas que van a tener que cambiar; si no cambian, no van a poder mantener la estabilidad en sus vidas, mientras todo alrededor se mueve, no van a poder concentrarse.
Otra directiva que el Espíritu Santo me daba y que ya la he publicado mucho en mi Facebook y en las profecías anteriores, es la necesidad de prepararnos, tanto espiritual como materialmente.
El Espíritu Santo está hablando, no solamente por mí, sino por muchas bocas, y no solamente de habla hispana, sino de todo el mundo, de que viene hambre, viene escasez, viene hiperinflación.
El Espíritu me repite una y otra vez: Reserven, reserven, llenen el arca, aquellos que puedan, aquellos que sientan del Espíritu Santo, especialmente tienen que obedecer, porque así como José en su momento fue de bendición, no solamente para la tierra donde él vivía, que era Egipto, sino para repartir a los que necesitaron, así el Señor va a tener sus Josés en este tiempo que van a estar llamados a reservar y guardar alimentos, agua, medicamentos, todo lo que se necesita en momentos de escasez.
Hay mucha gente que dice: Sí, pero Dios me va a sostener, no voy a necesitar nada. Es cierto, hasta un punto, el Señor va a ser fiel con su gente. Él me dijo: A todo aquel que me sirva, yo voy a honrar. A todo aquel que ponga las manos en la mies, no le va a faltar nada.
También siento que Él va a proveer sobrenaturalmente, porque en este tiempo, en medio de este sacudón el Señor se va a manifestar grandemente, como nunca antes lo hizo.
Este es el tiempo del derramamiento del Espíritu Santo, con poder y con gloria, con prodigios, con señales que van a hacer sus hijos; cosas que nunca antes se vieron, porque Jesús dijo que nosotros íbamos a hacer cosas mayores que las que Él hizo, y este es el tiempo.
No es que solamente se va a ver lo malo, se va a manifestar la agenda del enemigo y demás; el Señor está moviéndose sobre las aguas de las naciones, y está derramando de su gloria. La gloria postrera será mayor que la primera, dice la Palabra del Señor, y esa palabra es para este tiempo.
Pero hay ciertas personas que el Espíritu Santo está colocando en sus corazones de comprar más de lo que siempre compra, de hacer compras de reserva, de guardar agua, de aprender sobre su supervivencia, de guardar ciertos medicamentos.
Tienen en sus corazones, me está hablando ahora el Espíritu Santo, la necesidad de tener como una habitación de reservas, porque saben que no solamente va a ser para ellos y para su familia, sino que va a ser para repartir a los que vengan con sed y con hambre, no solamente de alimento material, sino espiritual, y eso va a ser de oportunidad para pescar almas para el reino de Dios.
Entonces a prepararnos materialmente, todos aquellos que puedan, y especialmente los que sientan este llamado de parte del Espíritu Santo. Para eso yo no enseño en mi canal, porque me han preguntado cómo se reservan las cosas, cómo se guardan alimentos por mucho tiempo y demás, pero hay ciertos canales que ustedes pueden averiguar y que se dedican especialmente a enseñar a la gente, canales cristianos también, hay cómo prepararse para tiempos de escasez, cómo reservar los alimentos que tienen que comprar y demás. Así que la preparación debe ser material.
Otro punto es, me está diciendo ahora el Espíritu Santo, mantener nuestro cuerpo al día. ¿Qué quiero decir con esto? La salud. Encargarnos de la salud. Me está diciendo el Señor ahora: Si hay alguna visita al médico que Dios te haya aprobado, porque a veces el Señor sana milagrosamente a través del Espíritu Santo, pero a veces el Señor permite que el cristiano visite a un doctor para que sea sanado a través de la medicina.
El Espíritu Santo me está indicando ahora que la preparación material no solamente tiene que ser a través de guardar recursos alimenticios y demás, sino que nuestro cuerpo esté sano, que cuidemos nuestra alimentación, que hidratemos nuestro cuerpo, y que pongamos al día cualquier cosa que nos haya quedado pendiente de tratar con la medicina.
Eso sería la preparación física y después la preparación espiritual, otra de las cosas que me hablaba el Señor, aprender sobre guerra espiritual. Este es un tiempo donde la guerra en los aires se está incrementando y yo creo que todos lo podemos sentir, la lucha en el espíritu que hay ahora no es la misma que había hace cinco años, por ejemplo.
El ejército del enemigo está avanzando y el ejército de Dios también y los dos reinos están batallando por las almas y dentro de esa lucha, nosotros como hijos de Dios tenemos que ser soldados activos.
Vuelvo a repetir, de esto también tengo palabras proféticas sobre guerra espiritual, la necesidad de estar activos en la guerra espiritual en este tiempo, porque vamos a estar en el medio, ya estamos en el medio del campo, en el medio de la batalla, en el medio de la pelea, pero va a ser distinto aquel que esté en el medio de la pelea inactivo y sin saber lo que pasa, sin saber cómo defenderse.
El que esté listo con la armadura espiritual colocada, con la espada del espíritu afilada, y que sepa cómo defenderse, cómo orar, cómo interceder, éste va a prevalecer. Es muy importante en este tiempo que aprendan y practiquen sobre guerra espiritual.
Una cosa más que el Espíritu me indicaba en este tiempo, es muy importante la intercesión, hay cosas que el Señor quiere establecer sobre la Tierra que requieren de la intercesión del pueblo de Dios, que requieren de la oración en clamor, en cilicio, en gemidos, en llanto, en lloro, en súplica de los hijos de Dios.
Nosotros estamos llamados a ser un agente activo dentro del plan de Dios. Él tiene un diseño establecido, hay ciertas cosas que se establecen sí o sí por la voluntad absoluta de Dios, pero hay otras cosas que requieren de la intervención del pueblo de Dios, y para eso estamos llamados a interceder. Así que esa es otra de las cosas que les invito a investigar, escudriñar, aprender cómo interceder, cómo orar y dentro de esa oración e intercesión, aprender la autoridad y el poder de la Palabra.
Debemos entender que nuestras palabras cambian al mundo. Sé que lo que estoy diciendo es muy pesado, pero es así. El poder de la palabra: Tienen que entender que cuando nosotros hablamos, establecemos vida o muerte, que las palabras son espíritus que pueden ser espíritu de vida o de muerte y en este tiempo, los hijos de Dios tienen que aprender a hablar como hijos de Dios y no como hijos del mundo.
Para cerrar con esta ministración, estas son algunas de las cosas que el Espíritu me ha revelado en estos días, pero durante los días siguientes voy a seguir ministrando, voy a seguir haciendo vídeos sobre lo que Dios me va hablando en este proceso y sobre este 2021 que estamos entrando ahora.
Escucho a Dios hablar en este momento, y el Señor me dice: Hijitos, entréguenme su corazón a mí, porque viene un tiempo adónde van a tener que ser totales y no parciales, van a tener que ir por todo, van a tener que ir con todo, van a tener que sacar las armas espirituales que antes no usaban. Estoy equipando a los míos, los estoy llamando a ser activos durante las noches, activos durante las madrugadas, activos durante el día y durante la noche.
Soy yo que los estoy llamando a pertenecer a este ejército de los últimos días. Ustedes son los que van a establecer cosas nuevas a partir de sus declaraciones.
Los voy a hacer brillar más que el oro, van a ganar luz en este tiempo de sacudón. Aquellos que sean entendidos de los tiempos en donde están transitando, no se concentren en la oscuridad, fijen sus ojos en la luz, no se concentren en lo que está cosechando el diablo, concéntrense en mí mies, pongan sus manos a trabajar a pesar de que sientan que todos a su alrededor se sacude, porque yo estoy ahí con los míos, les estoy quitando velos a muchos y recién ahora muchos se están despertando de su letargo.
Recién ahora muchos están identificando a la serpiente que está trabajando en el mundo, recién ahora muchos se están dando cuenta del engaño que se está cerniendo sobre la Tierra. Alaben a Dios porque este es un tiempo glorioso.
Muchos no pueden ver que estaban preparados para este tiempo; que hice ciertas almas, para caminar sobre la Tierra en estos días finales, son almas especiales, no todas las almas estaban llamadas a caminar en este tiempo, no todas las almas podían resistir lo que estoy haciendo en el mundo, porque lo estoy sacudiendo como un sonajero, dice Dios, y mientras lo sacudo, muchas cosas que no me sirven en mi plan van a caer, y cosas nuevas se van a establecer.
Estos son los tiempos postreros, estos son los últimos tiempos, esta es una preparación para el fin, este no es el fin, pero sí, es el principio del fin.
Se van a tener que agarrar del asiento de este avión, se van a tener que sujetar, pero nada les va a suceder, nada más allá de mi voluntad porque mi propósito es refinarlos, cómo se refina la plata.
Sé lo que están sintiendo, sé qué sienten el fuego, y los quema, sé que sienten ese refinamiento, sé que se sienten sacudidos, pero no piensen que los he dejado solos.
Recuerden que les prometí que Yo iba a estar hasta el fin de los días con ustedes, hasta el fin del mundo, y estoy ahí. No le crean al enemigo, tómense de mi mano.
No derramen más lágrimas, dice el Señor, no miren hacia atrás, aprendan a caminar con gozo, con alegría, con contentamiento, así tengan como que no tengan, porque es fácil confiar en mí cuando tienen todo servido, pero donde se manifiesta la verdadera fe es en las tribulaciones, por eso tengo que atribular a mi pueblo.
Tengo que sacudir a mi iglesia, para que entiendan que no están listos, tengo que sacar esas manchas de sus vestiduras, tengo que calentar a los que están tibios, porque no me alcanza un poquito de amor, Yo quiero todo.
Quiero todo de ustedes, Yo me voy a llevar a mi iglesia en Gloria, y mi iglesia aún no está lista, tengo que meterla en la olla hirviendo, tengo que quitar las suciedades y las mugres de ella, tengo que empoderarla, la estoy llamando, la estoy llamando para que se acerquen a mí en intimidad.
Muchos aún no escuchan, pero me van a escuchar, me van a escuchar. Por eso el mundo se está sacudiendo, por eso este sacudón, aprendan a resistir, y los que están fuertes sostengan a los débiles.
Los que están determinados ayuden a los que están indecisos, y los que caminan en poder, impartan a los que les falta la unción; despierten, hijitos este es el tiempo de la Gloria, el tiempo del poder de Dios desparramado sobre los suyos.
Entiendan que tengo que sacarles brillo, entiendan que tengo que limpiarlos, que tienen que ser como odres nuevos para desparramar el vino nuevo de los últimos días, porque este es un vino especial que estaba guardado y reservado para ser desparramado ahora sobre los míos, sobre los odres nuevos.
Tengo que sacudirlos, pero no es porque no los ame, al contrario, es porque son mis piedras preciosas, es porque son mi viña escogida, ustedes si supieran lo importantes que son para mí, no dudarían de mí ni un segundo.
¿Por qué aún veo corazones vacilando? ¿Con todo esto que está pasando, aún no pueden ver mi mano que se mueve detrás de todas estas cosas?, ¿Ustedes piensan que yo he quitado mis manos de este asunto de la pandemia?, si piensan así es porque aún no han conocido, quién es su Dios.
Veo como una serpiente, un dragón, que mueve su cola y pega un coletazo sobre la Tierra, es el Coronavirus, que aún no terminó su tarea, me dice el Espíritu, aún falta el coletazo. Tómense de los asientos y confíen en mí, sean astutos, sean inteligentes, como las vírgenes sensatas que se prepararon, que llenaron sus lámparas de aceite, que estaban llenas del Espíritu Santo.
Oren y pídanme que los unja con una unción fresca y nueva para estos últimos días, porque la unción que estoy derramando ahora, no es la misma que derramé antes, es una unción, es un aceite especial para este tiempo.
Tengo todo preparado, tengo la mesa servida, tengo cada pieza del rompecabezas a donde debe ir, no hay nada, que suceda al azar, y ustedes tienen que entender que no están a la deriva.
Ustedes tienen un propósito, su vida tiene un sentido; pero muchos deciden mirar para afuera en vez de buscar ese sentido en mí. Muchos prefieren escuchar al mundo y a sus frases de miedo y de tragedia, en vez de escuchar mi consolación.
Dice Jesús ¿Hasta cuándo, hijitos, me vas a dar vuelta a la cara? No ves que la Tierra se está desmoronando a tu alrededor, ¿Te vas a caer junto con ella?, pregunta Jesús, porque aún te doy la oportunidad de tomarte de mi mano, y mientras todo se derrumbe, permanezcas de pie.
Hijitos tengan paciencia, yo estoy aquí, aún no he terminado, los que se fueron, déjenlos ir, y encárguense de los vivos que necesitan de mí, que no saben de dónde beber aguas que calmen su sed, que no saben dónde están los estanques de agua viva.
Basta de ser víctimas, levántense los que se sienten derrotados y fortalézcanse en mi Espíritu. Recuerden las cosas que les he hablado, y habla la Biblia, de las Escrituras, de su Palabra, fortalézcanse y renueven esa forma de pensar.
No se dejen llevar por la corriente del mundo, no se dejen llevar por los pronósticos terrenales, escuchen las palabras proféticas de mis verdaderos siervos y siervas en los cuales estoy derramando mi Palabra.
No los he dejado solos, no los he dejado sin luz, estoy iluminando sus pasos, pero si se distraen, si miran a la izquierda o a la derecha, se pueden perder, y no podrían ver la luz que estoy colocando en frente de ustedes.
Cierren sus oídos a las calamidades que se hablan, cuiden sus espíritus de la contaminación de lo que se habla, de lo que se dice, del miedo, de las frases de miedo, de las frases de violencia, cuiden lo que escuchan, lo que ven, a quien tocan, lo que entra en sus casas, velen, porque el tiempo está cerca.
Gracias, Señor, te damos gracias por esta palabra, Dios mío, te damos gracias por cada palabra que nos das, te damos gracias por la guía, por el amor, por el consuelo, por tus instrucciones proféticas, porque no nos dejas solos ni en oscuridad.
Señor, a ti te alabamos, te bendecimos, te damos la gloria, te damos la honra, Dios mío, has que esta palabra vuele y entre en los corazones que tenga que entrar. Padre, confiamos en ti, declaramos nuestra confianza en ti en este tiempo.
Renunciamos a toda angustia, a toda perturbación, a toda opresión del enemigo, a toda frustración, a toda desesperación y entregamos nuestros corazones a ti, Padre, en un nivel mayor que antes. Te amamos, Amén.