Bendito sea el nombre del Señor. Les doy la bienvenida a mi canal «Noelia ama a Jesús», a esta transmisión en vivo de este 6 de diciembre del 2020. Gloria al Señor por una nueva oportunidad de reunirnos en el Espíritu, a alabar su nombre y congregarnos una vez más buscando al Señor de todo corazón. Amén.
Alabado sea el nombre de Jesús. Dios bendiga todas las naciones de la tierra que se van conectando con este canal en este vivo, esperando que sea de bendición para todos los países y naciones, especialmente los de habla hispana y también para todos aquellos de habla hispana que están dispersos por todo el mundo, amén. Gloria a Dios.
Los que siguen mi canal sabrán que ayer publiqué un vídeo sobre los niños de Argentina. Este mensaje que me dio el Señor fue exclusivamente para el país de Argentin, por lo que está sucediendo a nivel educación y a nivel político en nuestro país.
Pero esa palabra también se puede aplicar para todos los países del mundo en muchas de las cosas que profeticé. Después de eso, el Espíritu Santo me decía que profetizara sobre los niños en general. Amén. Gloria a Dios por eso.
Vamos a orar juntos y a darle gracias a Dios por todas sus bendiciones y le vamos a abrir paso al Espíritu Santo de Dios. Y les pido que estén compartiendo esta transmisión para que muchos otros hermanos y hermanas y niños sean bendecidos en esta noche buena, esta tarde o en esta madrugada, depende el país a donde estés. Amén.
Padre, en este día Señor te damos gracias porque tú creaste a cada criatura viviente, te damos gracias Padre porque tus obras son perfectas Señor. Te damos gracias porque tu Palabra dice que nos creaste, que nos formaste en el vientre de nuestras madres y así mismo formaste a nuestros hijos, formaste a cada bebé en la panza de su mamá.
Oh, Padre santo, Dios de la gloria, Padre eterno. Te alabamos juntos en esta noche y bendecimos tu grande nombre, alabado seas por siempre, bendito su nombre, Santo, Santo, Santo, Aleluya. Gracias, Señor, porque puedo sentir la presencia del Espíritu Santo en esta habitación y a tus santos ángeles, Señor, listos para hablar a través de este vaso, lo que tú quieres hablar.
La gloria sea para ti, la honra sea para ti. El imperio te pertenece, Señor. La majestad es tuya Padre. Declaramos tu grandeza en esta noche, por tus obras, por tus maravillas, por tus milagros, Señor, por tus sanidades, es por tus acciones, que son perfectas Padre de la gloria, Dios mío. Que sea tu Santo Espíritu ministrando a través de esta pantalla.
Padre Santo, nos disponemos en este tiempo a escucharte, a escuchar tu Palabra, a escuchar lo que tienes para decir a través mío Señor. Te damos gracias de antemano por todo lo que vas a hacer por todo lo que vas a decir en esta noche, y en esta noche reprendemos todo espíritu contrario a tu Espíritu Santo.
Echamos fuera de nuestras casas, de nuestras vidas, de toda conexión a todo espíritu que quiera cortar esta transmisión, a toda bruja que esté queriendo levantar una traba para no entender, para no escuchar estas palabras; a todo demonio que quiera influirnos a cualquiera de nosotros los que nos congregamos juntos en esta noche, en el nombre poderoso de Jesucristo quien murió por nuestros pecados, quien sufrió muerte de cruz, quien resucitó al tercer día y está sentado a la derecha del trono de la majestad, del trono eterno.
A ti te alabamos Señor, al hijo de Dios, al Todopoderoso, al Príncipe de paz, hermoso, amado nuestro, Jesús nuestro Salvador. En esta noche te pedimos por los niños, te pedimos por nuestros hijos. Especialmente siento en mi corazón de pedirte junto a mis hermanos por todos los niños, que están transitando la niñez hasta aproximadamente los 12 años Señor. Te pedimos por ellos, te pedimos que los protejas del mal, que los bendigas, que los redarguyas de todo pecado; que les enseñes a través del Espíritu Santo a caminar en tus cosas, Padre Santo, que los guardes del mal.
Dios mío te pido que esta palabra sea de bendición para todos ellos y para todos los padres para que nos des herramientas Señor, para que nos hagas entender tus planes sobre esta generación que se está levantando para poder trabajar y derribar juntos los planes del enemigo contra nuestros hijos, Señor, contra los niños, en el nombre de Jesús, Padre, Aleluya. Alabado sea tu nombre Señor.
Bendito eres por siempre mi Dios, Salvador, Creador del universo y de la tierra, Grande, digno de alabar, digno de amar, grandes son tus caminos Señor, gracias Padre celestial. Dice la Palabra del Señor en el salmo 127, versículo 3 al 5, y estoy leyendo de la biblia versión textual de la tercera edición: «He aquí herencia de YH son los hijos y una recompensa el fruto del vientre. Como saetas en manos del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Cuán bienaventurado es el varón que llena su aljaba de ellos, no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta. Amén, salmos 127, versículo 3 al 5.
Recién, mientras estaba cantando en lenguas vi en visión cuando los hebreos estaban saliendo de la tierra de Egipto e iban pasando por el mar rojo y veía en esta visión los niños de los hebreos que iban junto a ellos y el Espíritu Santo me dice que los niños que iban saliendo de la tierra de Egipto junto con sus padres, estaban más conscientes que los mismos padres de que era Yo el que los estaba sacando de la esclavitud, amén, Aleluya, gloria al Señor.
Veo en visión que mientras iban por este camino saliendo de la tierra de Egipto, el pueblo de los hebreos iba cantando, alabando al Señor y los niños cantaban estas canciones mientras salían de la tierra de la esclavitud junto a sus padres, amén. Veo que estos niños tenían algunos instrumentos musicales que no conozco, pero eran parecidos a las panderetas y esas cosas con lo que ellos iban acompañando estas canciones y algunos iban bailando en el camino y reconociendo en sus corazones que era Dios el que los estaba guiando a la tierra prometida. Gloria del Señor
Dice Dios, así mismo, hoy en los últimos días estoy sacando a mis niños pequeños de la esclavitud donde la serpiente los quiere tener. ¡Aleluya! Estoy libertando a una generación de pequeñitos, dice el Señor, que el enemigo quiere tener para sí mismo. Y el Espíritu me vuelve a repetir que la serpiente antigua, Satanás, el diablo, tiene su mira, tiene su foco en los niños, especialmente en los niños de los padres cristianos.
Pero Yo también tengo mi foco en ellos, dice el Señor, Yo también me ocupo de estos pequeñitos, y los saco de la tierra de la esclavitud así como cuando saqué a los niños hebreos que salieron de la tierra de Egipto. Amén.
Pero me dice el Espíritu santo que muchos de los padres cristianos están muy distraídos, mirando a otras cosas, mientras el enemigo va rodeando a sus pequeñitos de espíritus demoníacos que les hablan al oído. Y hay otros padres cristianos que se dan cuenta de lo que está pasando, pero se hacen los sordos, los ciegos, los distraídos, y no quieren ver que el agua está entrando en sus casas y ensuciando, porque es agua contaminada la que entra, ensuciando la vida de sus pequeñitos. Amén.
Cuando digo que el enemigo coloca demonios rodeando a los niños, quiero decir que los quiere influenciar, que estos demonios enviados por el enemigo les hablan a sus vidas para tentarlos, para pecar, les hablan mentiras que no vienen de parte de Dios para ponerlos en contra de los padres para provocar rebelión y muchas cosas más.
El Espíritu Santo me muestra que Satanás ha enviado un ejército de demonios, especialmente para trabajar contra los niños de todo el mundo, porque el enemigo sabe que esta generación que se está levantando es una generación con mucho potencial, tanto potencial que el enemigo los quiere para él, quiere que sean sus hijos, quiere que estos niños que se levantan en estos últimos días trabajen para el reino de la oscuridad. Por eso Satanás ha enviado este ejército de demonios, son muchos, veo muchos, muchos, muchos demonios trabajando en contra de nuestros niñitos. Estoy hablando especialmente de niños pequeños que él quiere tenerlos servidos en bandeja, me dice el Señor.
Intentan influenciarlos, intenta distraerlos, intenta hacerlos sentir frustrados, no valorados, no amados. Los atormenta por las noches cuando duermen, intenta meterles espíritus de abusos, me revela el Señor, para destruirlos desde una niñez temprana. Es muy fuerte lo que está haciendo el enemigo en este tiempo en contra de los niños pequeños y Dios me dice que nosotros los adultos estamos muy concentrados en nosotros mismos, que el pueblo del Señor Jesucristo tiene su atención en sí mismos, muchos padres están concentrados en los que les pasa a ellos.
Quieren ser utilizados por el Señor, quieren ser levantados como siervos o como ministros y esas palabras que se utilizan en las congregaciones, oran al Padre me dice el Señor y le preguntan: «¿Cómo estoy, Padre? ¿Cómo voy, estoy bien, qué me falta?» Y Dios me dice que muchas veces El habla a estas personas porque lo que les falta es ocuparse de las almas que les di, de los hijos que les presté; les falta levantar esta generación para el Reino de Dios, pero no quieren atender a sus pequeños, me dice Dios.
En general, no todos, pero el Señor habla a los que están distraídos, no atendiendo a sus hijos como debe ser, a los menores de edad, a los pequeñitos. No entienden que para muchos de estos adultos cristianos que estoy viendo, para muchos el llamado es preparar a los hijos que les di para que me sirvan. Muchos de los padres cristianos no entendieron, no captaron que los estoy llamando a levantar a sus hijos, a presentarlos en el altar para que me sirvan, dice Dios, amén.
Yo he llamado especialmente a algunas personas adultas para que se ocupen de algunos niños que estoy levantando en estos últimos días para que sean mis ministros, pero muchos de estos padres se están haciendo los distraídos, me dice Dios y no quieren responder a ese llamado, piensan que no es importante este llamado que les ha dado el Señor, piensan que tienen otro tipo de llamado, que tienen que hacer otra cosa.
El Señor me dice que cada uno cumpla con lo suyo, que cada uno haga lo que tiene que hacer sin fijarse en el otro. Muchos quieren ministerios que Yo no les di, dice el Señor. Otros saben qué ministerios tienen, pero no quieren ese ministerio, quieren otra cosa y así muchos dejan libre el puesto que tienen que cubrir.
Yo Noelia veo muchos niños pequeños, veo como un ejército que Dios está preparando en su mano para Él mismo. Los estoy preparando para mí y les estoy hablando al oído, como cuando le hablaba al pequeño Samuel. Les estoy dando dones de sanidades, los estoy preparando porque muchos de ellos van a ser maestros acorde a mi corazón, dice Dios.
En los niños tengo mis ojos, dice el Señor. Hay algunos niños guerreros que el Señor ya está preparando desde ahora, desde que son pequeñitos, para que cumplan su llamado de los últimos días; hay niños intercesores como dije antes en otro vídeo, que Dios está levantando, que está preparando, hay niños que tienen sueños proféticos, hay niños que tienen visiones, niños que tienen palabras de sabiduría, palabra de ciencia, niños que les están enseñando a los padres más que lo que los padres le enseñan a los niños. Porque la generación que estoy levantando, dice Dios, va a caminar en un poder que es el que se necesita para tener la victoria, acorde a los tiempos que vienen.
La generación de niños que Dios está levantando en los últimos días está equipada acorde a lo que van a necesitar para vencer a los poderes de las tinieblas. Muchos de los padres, me sigue diciendo el Señor, no se dan cuenta de la importancia que tiene su compañía en estos niños, en donde estoy poniendo mi mano. Por eso es que el enemigo ha lanzado este enorme ejército de demonios para que pongan especial atención en los pequeños, para truncar sus vidas, para truncar sus llamados.
El trabajo del enemigo es cortar desde la raíz a estos pequeños árboles que están creciendo. El enemigo sabe que el Señor está levantando esta generación iluminada por Dios en estos últimos días, por eso lanzó este ejército de demonios contra ellos, para debilitarlos, para oprimirlos, para atarlos y que no se puedan mover, para frustrarlos, para hacerles creer que porque son niños no valen, no cuentan y no pueden caminar en el poder de Dios.
Por eso Dios está hablando hoy, a las familias cristianas para que entren en conciencia de lo que el Señor está haciendo en estos últimos días con la generación de nuestros hijos. Esta generación de los tiempos finales va a tener una personalidad muy determinada. Muchos de los varones van a ser muy fuertes de carácter, me dice Dios, van a cortar, como corta un cuchillo afilado, las cosas que Dios quiere que corten; no van a tener miedo de enfrentarse con nadie, ni siquiera con los adultos, hablando en términos de cortar mentiras, no de no respetarlos, no estoy hablando de una cuestión de autoridad, estoy hablando de avanzar y violentar el Reino de los cielos.
Veo la mano de Dios colocándola sobre la cabeza de un niño y ungiéndolo y Dios me dice que de esa manera Él ungió a Samuel para profetizar y para servir en el templo desde que era pequeñito. Dice el Señor: «No fue el hombre el que levantó a Samuel, fui Yo el que mandé a un niño para humillar a un anciano, fui Yo el que elegí un elemento que ante los ojos del hombre parece insignificante pero ante mis ojos era una piedra preciosa, pura, no contaminada, que no se vendía por nada».
Samuel cuando era niño tenía un corazón transparente, un corazón blando, un corazón que desde el vientre de su madre ya amaba a Dios y estaba dedicado y consagrado a Él desde antes de nacer. De esta misma manera estoy levantando samueles en estos últimos días, que van a servir de una manera poderosa, me dice Dios. Veo a niños haciendo milagros, haciendo sanidades, profetizando, predicando, hasta echando afuera demonios.
Y dice que los adultos se van a sorprender por lo que voy a hacer. Y veo como esta generación ya se está levantando y en estos días se está manifestando en algunos niños y niñas, pero aún no se ve en la manifestación que se verá en el futuro, en los próximos años cuando realmente este ejército de niñitos esté listo y preparado para enfrentarse con los poderes del mal y para hacer Su propósito.
Dios quiere darnos a nosotros un mensaje como adultos, como padres de estos niños pequeños, y vuelvo a repetir, niños especialmente menores de 12 años. Veo niños de 5, 6, 7, 8 años, no son niños que se acercan a la adolescencia sino que aún están en plena niñez. Quiero que entiendan que el Espíritu me habla de niños pequeñitos no más de 12 años, más o menos, no es una metáfora, estamos hablando de niños en edad. Lo que Dios quiere transmitir es sobre los infantes físicamente hablando, no estoy hablando de niños espirituales, estoy hablando de niños físicos reales.
Y Dios me muestra que muchos de los padres a los cuales les ha sido enviado este tipo de hijos, no están conscientes del tesoro que tienen en sus casas y de lo que está pasando espiritualmente contra ellos y de los propósitos que tiene Dios en sus vidas. Este es el mensaje principal que el Señor me daba en mi tiempo de oración en estos días cuando me hablaba de los niños, amén.
Veo los padres leyendo la Biblia con sus hijos.
[Proverbios 22:6, RVR1960] Instruye al niño en su camino, Y aún cuando fuere viejo no se apartará de él.
[Deuteronomio 6:6-7, RVR1960] Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Entonces dice Deuteronomio 6 «y las inculcarás a tus hijos». Y eso me mostraba recién en visión el Señor, que los padres cristianos, en general, no todos, no se toman el tiempo para sentarse un momento a leer la Biblia con sus pequeños, le restan importancia, y los pequeños, me dice el Señor, necesitan afilar su espada tanto como los adultos para poder defenderse de los ataques que Satanás está enviando contra ellos en este tiempo.
La espada del Espíritu es la Palabra del Señor. Si nuestros niños no nadan en las aguas de las Escrituras, difícilmente pueden o van a poder defenderse de los ataques del mal. Necesitan y deben tener sus espadas afiladas, conocer las Escrituras. Los padres tienen que compartir la Biblia con sus hijos, tienen que enseñarles a orar. Veo padres orando con los niños, ayudándoles a sacar lo que está en sus corazones, me dice el Señor, porque a través de la oración, el niño puede expresar lo que tiene en su corazón y que tiene que salir afuera para recibir sanidad y liberación, amén, gloria a Dios.
Y Dios me dice que muchos padres ni siquiera escuchan a sus niños, solamente les hablan pero no saben escucharlos, les imponen pero no saben recibir lo que los niños tienen para dar a sus papás y así van creciendo oprimidos, sin la oportunidad de expresarse, sin la oportunidad de hablar, sin la oportunidad hasta de opinar ciertas cosas, de decir cómo se sienten, de decirle a sus papás honestamente y sin miedo que es lo que ellos creen, qué es lo que ellos sienten, a qué le tienen miedo.
No hay comunicación entre los niños y los papás y esta es una de las estrategias que Satanás está ocupando en contra de las familias cristianas de estos últimos días: levantar una pared de comunicación, de falta de comunicación entre los padres y sus hijos. Otra de las cosas que el Espíritu Santo me está mostrando es el poder de la intercesión de los papás para sus hijitos y me muestra que hay algunas madres que se quedan levantadas de madrugada orando para sus niños, y por causa de su intervención en el plano espiritual, los niños pueden dormir bien.
Por causa de la intercesión de las madres en las madrugadas, estos niños son protegidos de los ataques espirituales que por las noches el diablo les envía. Por lo tanto, el Espíritu está llamando a muchas madres cristianas, porque veo especialmente mujeres, pueden ser hombres también, pero el Espíritu me revela que mayormente son mujeres, porque tienen la tarea especial de ser intercesoras de sus casas y los papás de ser sacerdotes.
No significa que los papás no puedan interceder por su familia, por sus hijos, por supuesto que sí y espero ser clara en esto; tampoco estoy haciendo una diferencia pero el Espíritu me muestra que más que nada, Dios llama a las mamás para hacer este trabajo y Él tendrá una razón por eso.
Dios quiere que estas madres sepan que su oración levanta escudos espirituales que protegen a los nenes cuando están durmiendo y también de día. Veo a este ejército de Satanás que está siendo enviado contra los niños. Los demonios tiene instrucciones de su padre el diablo para que sean molestados de noche cuando ellos duermen y por eso el Espíritu está llamando a las mamás a levantarse de noche para refutar, para destruir, para quebrar, para derribar y para arrancar todo lo que estos espíritus demoníacos levantan contra los niños en las madrugadas, amén.
Es como una guerra espiritual que se da en las noches cuando los niñitos duermen, el diablo los quiere amedrentar, él los quiere asustar, los quiere hacer creer que sus oraciones no tienen efecto, que no son escuchados, y muchas cosas más. Intenta embrujarlos de noche cuando están durmiendo, mediante comida embrujada en los sueños, intentan meterles espíritus y muchas cosas más que el enemigo hace o quiere hacer, por eso es importante protegerlos y guardarlos a través de la oración.
[Hechos 2:16-21, RVR1960] Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días. Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Allí estamos ahora, el sol, la luna y las estrellas están dando prodigios en los cielos, hay señales en la tierra que se están dando, esta palabra se está cumpliendo, y entre medio de todo esto que está sucediendo en estos postreros días, Dios está dando sueños, visiones, profecías, poderes del Espíritu Santo a nuestros niños, es por eso que el enemigo va por esta generación poderosa que está levantando el Señor. Y es por eso que hoy Dios llama a los padres de los niños cristianos a que se coloquen la armadura de Dios, a que intercedan por sus casas, por sus hogares, por sus niños; a que instruyan a los niños en el camino del Señor para que cuando sean adultos puedan elegir hacia donde quieran ir, pero ya sabiendo lo que es el bien y lo que es el mal, conociendo las Escrituras, gloria al Señor.
El Espíritu me mostraba el otro día, cuando intercedía por Argentina, que Dios le está revelando a muchos niños argentinos la situación que se viene a este país, y muchos niños argentinos pequeños están teniendo sueños sobre las góndolas vacías, la escasez, la falta de pan, sobre la pobreza que va a incrementarse aún más lamentablemente, si Argentina no se arrepiente.
El Señor me mostró que Él está hablando por sueños a muchos hijos de padres cristianos y les está dando instrucciones para que las entreguen a sus papás. Esto no sólo está pasando en Argentina, está pasando en todo el mundo, pero estoy contando este testimonio de lo que vi mientras intercedía por mi país, porque Dios me decía: Los padres cristianos están tan tibios y están tan distraídos, y están tan egoístas, egocéntricos, pensando en ellos mismos, que les estoy hablando a sus hijos, porque me prestan más atención que los adultos, les estoy hablando a los padres cristianos a través de sus niños, para no dejarles sin la palabra, para iluminar sus caminos, hasta a veces, para alertarlos y para exhortarlos a través de ellos, porque los mismos adultos están mirando para cualquier lado.
Esta es la situación en la que está la iglesia del Señor Jesucristo. En esta situación está la congregación del Señor y una de las razones es porque los adultos no se dejan utilizar por el Señor, entonces el enemigo viendo lo que Dios está haciendo en los pequeñitos, los ataca en un nivel mayor y ahí es donde tenemos que intervenir nosotros, primeramente escuchando lo que nuestros niños hablan, prestando atención a lo que profetizan, permitiéndoles que nos cuenten sus sueños o sus revelaciones o las visiones, me dice el Espíritu Santo.
En estos días Dios está levantando a muchos niños con discernimiento de espíritus, y algunos de ellos hasta pueden ver los espíritus manifestándose en la materia, y los padres no solamente no saben qué hacer con este don sino que los retan, los tratan mal, les callan la boca, en vez de entender primero, de fijarse y de orar, y de presentar esta situación ante el trono de Dios para saber qué está pasando en sus hogares.
En estos últimos días Dios está levantando muchos niños adoradores que tienen don de alabanza, son creativos. Gloria a Dios, están llamados a escribir salmos, canciones, alabanzas para Dios. Vienen con una creatividad que es distinta o que se va a manifestar con creaciones distintas a lo que se vio hasta ahora. Dios no cambia, Dios es el mismo a través de todos los tiempos, pero como Él se manifiesta y la unción que da a sus hijos la varía como quiere, porque Él es un Dios creativo que le gusta la variedad y le gusta que sus hijos manifiesten la alabanza y la adoración de distintas maneras.
La generación de niños que Dios está levantando en este tiempo no es igual a la generación de niños del tiempo de Moisés, por ejemplo. Los niños profetas que Dios están levantando en este tiempo no se van a manifestar de la misma manera que los niños profetas del tiempo de Samuel, van a tener unciones diversas y van a manifestar esas unciones de distintas maneras porque eso le da la gloria del Señor, así le gusta hacerlo a Él, gloria a Dios, aleluya.
Entonces, lo importante para nosotros, para los adultos, para los padres de estos pequeñitos, lo que quiere Dios decirnos hoy es que nos despertemos y que miremos a nuestros niños, que les prestemos atención, que escuchemos lo que tienen que decirnos, que nos cuenten lo que sienten, lo que piensan que el Espíritu Santo les enseñó o les redarguyó.
Veo muchos, muchos niñitos bautizados por el Espíritu Santo. Dios está derramando de su Espíritu, gloria al Señor por esta palabra, y hay adultos que no se dan cuenta, ellos piensan que el Espíritu Santo no puede bautizar a un niño, y están equivocados.
Dios quiere que sepan que Él está derramando de su Espíritu sobre los niños, que Dios está trabajando en ellos, y que se está encargando especialmente y particularmente de cada uno de ellos, cada uno con una unción, con un llamado distinto, con una manifestación de los dones del Espíritu Santo que opera diferente en cada uno de ellos, cada uno con una personalidad distinta, aleluya. Este es un ejército que Dios está levantando para él, para su gloria, en lo postreros de los tiempos.
Este mensaje que el Señor está entregando es para que te despiertes y te des cuenta del tesoro que tienes en tu casa y que quizás no estás cuidando y atendiendo, ni administrando, ni instruyendo como Dios Padre está esperando que lo hagas. El Señor, en su misericordia se está encargando de refinarnos a cada uno de nosotros en estos últimos tiempos y dentro de eso también se está ocupando de nuestros hijos.
Está trayendo sanidad sobre muchos niños y hasta liberación, pero el Espíritu me está revelando en este momento que la forma que tiene el Señor de liberar a los niñitos pequeños muchas veces no es la misma que utiliza para libertar a un adulto, porque Él tiene cuidado de estas almas pequeñitas y no trata igual a un pequeñito que a un adulto.
Dios me está mostrando que está trayendo un manto de liberación sobre muchos niños, pero que a veces ni siquiera los padres se enteran de que sus hijos están siendo liberados, porque el Señor lo hace de una manera que el niño a veces hasta ni siquiera se da cuenta lo que está pasando, pero el Señor está trabajando en ellos igualmente, amén, gloria a Dios.
Veo muchos niñitos que están heridos en el alma, tienen trabas en el alma, tienen nudos emocionales que necesitan ser sanos, que necesitan ser trabajados, que necesitan ser desatados. Muchos niños cargan con maldiciones generacionales y estamos hablando de niños cristianos también. Y Dios dice que va a utilizar a los papás, a sus padres para ministrar a sus hijos porque la liberación y ministración de los niños no siempre tiene que ser a través del pastor, ni de una persona que tiene un ministerio y no estoy diciendo que esté mal, pero no siempre es así.
El Señor me está diciendo: Los padres son los que tienen que imponer las manos y orar por sus hijos, los padres son los que pueden cortar maldiciones sobre sus hijos; pero muchos no lo saben, o piensan que no pueden, o que no deben porque no tienen la autoridad o el poder para hacerlo. Los padres son los que tienen que ungir a los pequeñitos con aceite en el nombre de Jesucristo cuando están enfermos. Son los padres los que pueden profetizar a sus hijos, ellos deben ministrar a sus propias criaturas, hoy Dios está llamando a levantar un altar familiar en nuestras casas.
¿Cómo se levanta un altar familiar en nuestras casas? Dedicando tiempo, leyendo la Biblia junto con nuestros hijos, orando con y para ellos, entrenándolos sobre lo que nosotros vamos aprendiendo del Reino de Dios, y que ellos están listos para digerir, y enseñándoles a través de la Palabra que existe una izquierda y una derecha y con esto no estoy hablando de partidos políticos, estoy hablando de lo que está bien y lo que está mal, dándoles testimonio a nuestros chiquitos de lo que Dios hizo y hace en nuestras propias vidas, alabando al Señor.
A medida que vamos invirtiendo nuestro tiempo con nuestros hijos, en el Espíritu se va levantando un altar espiritual, y esto es literal, no es una metáfora. Muchas veces cuando entro en alguna casa de una familia, veo cosas en el espíritu, y veo altares, y puedo saber mediante el Espíritu Santo en qué parte de la casa dedican tiempo en familia a Dios, porque veo literalmente un altar en el espíritu, amén.
Entonces le digo a esa familia «veo un altar en la cocina de tu casa, este es el lugar donde ustedes se reúnen a orar, a alabar a Dios, a leer en familia, y la gente me confirma que es así, y se los estoy contando para la gloria de Dios y para que ustedes comprendan que lo que estoy hablando es literal aunque no lo puedan ver.
Los altares en el Espíritu se levantan tanto para el Señor como para el enemigo, de esta manera es como uno tiene que levantar un altar familiar en la casa. En muchas casas cristianas no hay altares levantados a Dios porque no hay oración, no hay alabanza, no se lee la Palabra, no se habla con Dios y menos se dedica tiempo a intentar escucharlo. El Espíritu dice hoy: Levanten altares espirituales a mí en sus hogares.
Veo padres que les enseñan a sus hijos alabanzas de guerra espiritual, y el Espíritu me dice que les enseñemos estas alabanzas de guerra espiritual para que ellos, sabiéndolas, las puedan cantar cuando sienten opresión espiritual de parte del enemigo, o cuando se despiertan de noche con un mal sueño o demás situaciones de la vida, porque muchas veces subestimamos a nuestros niños, pensando que no lo van a entender, que no lo van a saber hacer, que son muy pequeños y que no tienen que saber estas cosas, pero esta generación de niños que se está levantando tiene una inteligencia que está lista en estos últimos días para poder absorber estas enseñanzas, amén.
No los tenemos que subestimar, de todas maneras la guía nuestra siempre es el Espíritu Santo, porque dice la Palabra del Señor que los hijos de Dios son los que son guiados por el Espíritu de Dios. Entonces, los niños son distintos unos de otros en el sentido de carácter, de constitución de personalidad, algunos son más sensibles, otros son más fuertes, algunos son más mentales, otros más emocionales, algunos son muy espirituales, otros son más de la tierra y no quiere decir que esté mal, pero a lo que voy es que nosotros tenemos el deber de orar y pedirle a Dios que nos guíe a través del Espíritu Santo para saber cómo ministrar a nuestro hijo en particular, alabado sea el Señor.
También me dice el Espíritu Santo que muchos padres cristianos no saben pedir perdón a sus niños y piensan que no deben pedirles perdón si se equivocan, porque tienen que mostrar la autoridad establecida para la familia según el orden de Dios, sin embargo Dios me dice que a veces, especialmente cuando los tratan mal, les tienen que pedir perdón.
Pedir perdón no está mal y no tiene nada que ver con la autoridad, decirle a tu hijo: «perdóname porque te traté mal, me equivoqué, me dejé llevar por la ira, te levanté la voz… te pido perdón, porque Dios nos llama a pedir perdón cuando ofendemos a alguien, y yo te ofendí». Esto no tiene nada que ver con que si el niñito tenía razón o no con lo que hizo. Pero el Espíritu me está diciendo que muchos padres cristianos le piden perdón a los adultos pero no a los niños y ellos también se merecen el respeto, tanto como un adulto, amén, gloria a Dios.
El problema es que muchos adultos cristianos ni siquiera piden perdón a las personas que ofenden, ¿cómo van a pedir perdón a sus hijos siendo niños, verdad? Estoy viendo algunos padres que son violentos contra sus hijos, que aplican la violencia contra los niños, y piensan que por ser los padres esto está bien y levantan la mano contra ellos, pero el Señor me dice que Él va a pedir cuentas por esto y que pobre el que levante la mano contra uno de estos pequeñitos. Eso es lo que estoy escuchando de parte del Espíritu Santo, gloria al Señor.
El Espíritu me dice que tengan mucho cuidado con el trato a sus hijos, con esto no estoy diciendo que los padres cristianos tienen que dejar que sus hijos hagan lo que quieran o dejarlos sin corrección, no, el Señor me dice que está hablando de un tema de violencia física contra los hijos, y veo un padre que corrige a su hijo diciéndole que es lo que hace o hizo mal, y le explica las razones haciéndole entender el camino que debe tomar.
Y con esto me dice el Señor, especialmente a los padres hombres, que cuando den corrección no solo se les debe explicar cómo son o cómo deberían ser las cosas, sino que deben intentar hablar con sus hijos. Eso estoy viendo y recibiendo por el Espíritu Santo, hay que instruirlos a través de la Palabra, mostrarles en que parte de la Biblia dice de que manera hay que obrar.
Me dice el Espíritu Santo que la violencia física no está permitida, aleluya. Y me vuelve a repetir que Él va a pedir cuentas cuando se levanta la mano contra un niño, que la instrucción es con vara espiritual, es con vara intelectual, es cerrando puertas en la vida del niño, mostrándole las consecuencias de sus actos, pero no con violencia física.
Porque veo a un papá castigando a su hijo físicamente y veo a Cristo mirando esa situación en esta visión que el Espíritu me está mostrando, y los ángeles están tomando nota de lo que está pasando y de cada golpe que se le dio, me revela el Señor, y me dice: «mis ángeles están tomando notas de lo que mis niñitos están sufriendo con estos golpes y estoy viendo sus lágrimas, estoy al tanto de cada una que corre por los ojos de ellos, que están siendo castigados físicamente».
La corrección, escucho que dice el Espíritu Santo, no es con vara física, es por el Espíritu, no es a través de los golpes que deben corregir a sus hijos, «pídanme dirección a mí, dice el Señor, y Yo les voy a decir cómo tienen que corregirlos cuando haga falta corrección, no es con vara física, me vuelve a repetir, no es dejándole marcas en su cuerpo. Hay puertas que se les pueden cerrar cuando hace falta corrección, hay otras consecuencias que ellos pueden afrontar cuando se rebelan, cuando hacen las cosas mal, cuando no quieren obedecer, cuando no quieren escuchar ni responder.
Veo una cantidad tremenda de cristianos que corrigen a sus hijos físicamente, y el Señor me los está mostrando en este mismo momento, y me vuelve a repetir, no como una amenaza pero para que lo sepan y estén conscientes, que los ángeles están tomando notas de cada lágrima que corre por las mejillas de los pequeñitos, amén.
Veo cuando, Pedro le cortó la oreja al soldado que estaba viniendo por Jesús y el Señor le dijo que no, que baje la espada, «no es con violencia, me dice el Señor, hay otras formas de aplicar corrección que no es con el castigo físico, amén, gloria a Dios; pero no hay que dejarlos sin corrección», me dice el espíritu.
Cuando el corazón del niño va siendo corregido a través de la violencia física, de los golpes físicos, se va volviendo un corazón de roca, se va endureciendo porque aprende a resistir a los golpes y en vez de transformarse y crecer como un adulto blando, moldeable ante las manos de Dios, va creciendo como una persona dura, que aprende a ser golpeada, y no sólo eso, sino que estos niños que son golpeados físicamente entran en espíritu de rebeldía.
Cuando se equivocan, se rebelan y se enojan contra Dios, porque piensan: «¿Cómo puede ser que Dios maltrate, que mis padres me estén pegando en el cuerpo en el nombre de Dios? que Dios malo», piensan esos niños. Les estoy compartiendo lo que el Espíritu me dice en esta hora, el corazón del niño se va llenando de resentimiento por causa de esos golpes y después les cuesta más acercarse al Señor, porque lo ven como un Dios castigador, como un Dios violento, como un Dios que corrige a golpes porque no tiene otra manera de corregir.
Así crece el niño cuando es corregido con violencia física y estos niños, me dice el Espíritu, van creciendo con ira escondida, con impotencia de no poder defenderse, de no poder hacer nada cuando los están castigando físicamente y el Espíritu me repite que la vara bajo el nuevo pacto es espiritual, gloria a Dios.
El Espíritu me habla de la necesidad de que los niños tengan límites, a veces hay que decirles que no y ser firmes en ese no, y no dejarlos pasar más lejos de donde el padre o la madre les dice que no. Los padres tienen que ser firmes, me dice el Señor, tienen que pararse firmes en su postura, y cuando dicen que no es no, como cuando el Señor te dice «No es no».
«Son los padres los que tienen que encontrar esa firmeza que les falta, los que no tienen esta firmeza me tienen que pedir que Yo se las dé, que les enseñe como ser firmes, como resistir ante la manipulación que generan los niñitos para quebrar su voluntad», eso es lo que escucho, amén.
Así que cuando nosotros como padres les decimos a los niños: sí, lo tenemos que pensar muy bien y que tú sí sea sí y que tú no sea no, me trae el Espíritu Santo ese versículo, y esa Palabra es la que los padres tienen que meditar, aprender y aplicar con sus hijos, con estos niñitos que el Señor está hablando hoy.
Cuando un padre o una madre dice sí que después no cambien su palabra y cuando les dicen que no, que no cambien su palabra, porque de esa manera el niño aprende a vivir en una vida sin límites y aprende que puede saltar lo que los padres dicen y cambiar lo que ellos le dicen, porque saben que son blandos en su voluntad y la clave de lo que el Espíritu Santo me está revelando en este momento, está en la fuerza de voluntad porque los niños aprenden donde está el límite y dnde pueden quebrar la voluntad de los padres para obtener lo que quieren y transformar un No en Sí, gracias Señor por esta palabra.
El Espíritu me dice que el castigo físico para corregir a un niño no es lícito en este tiempo y no quiere decir que no hay que ponerle límites, no malentiendan esta palabra. Los límites tienen que estar y los padres tienen que aprender a ser persistentes en sus decisiones para que sus hijos aprendan y respondan a la primera, pero si los padres son ambivalentes y van cambiando sus órdenes, el niño crece sin límites y aprendiendo que lo que los padres dicen no tiene peso, ni autoridad, porque no cumplen sus propias reglas.
Ciertamente Yo corrijo a mis hijos porque los amo, ciertamente la vara de mi corrección está sobre mis hijos cuando la necesitan, ciertamente es vara de corrección, es una vara que a veces duele, que quebranta, dice el Señor, es una vara de corrección que aplico sobre los míos cuando se están desviando, es una vara que los hace despertarse y volver al camino recto a donde andaban antes.
Dice el Señor: «Ciertamente a veces Yo sacudo a los míos para hacerlos entender que están mal, no los dejo sin corrección, porque un padre que ama a su hijo lo corrige y Yo quiero disciplina en mi pueblo, pero muchos han malentendido mi Palabra, tomando mis propios dichos para utilizarlos para violentar a sus hijos, para hacer que hagan lo que ellos quieran que hagan».
No es una vara física la que quiero que apliquen, dice el Señor, es una vara de corrección que reencamina al niño en la actitud a donde debería caminar, que los hace reaccionar, que los hace meditar en lo que hacen mal, que los hace recapacitar, pero cuando aplican la vara físicamente, lo que están generando espiritualmente va en contra de lo que genero Yo aplicando la vara espiritual.
Cuando un niño es castigado con vara física se abren puertas a espíritus demoníacos, porque veo un niño en su habitación cuando está siendo castigado con vara física y genera rechazo hacia Dios y rebeldía hacia los padres, creando en él impotencia, ira, enojo, angustia, tristeza; esa sensación de no poder defenderse.
El Espíritu me muestra el dolor físico que genera, todas estas cosas abren puertas al enemigo para que puedan trabajar en el corazón de este niño y como dije antes, endurecerlo como una piedra, alejarlo de los caminos de Dios, abriendo puertas para que entren espíritus de rebelión y de venganza contra los padres que el enemigo aprovecha y les habla al oído para llenarlos de rencor contra sus progenitores, y para decirles que no existe ningún Dios bueno como se predica, sino que es un Dios violento que se enoja contra los niños. Aleluya, gloria el Señor por esta revelación.
Dios me insiste y me muestra una cantidad impresionante de padres dentro del pueblo cristiano que aplican la corrección física en sus hijos y Dios dice: ¿Qué diferencia tienen con los padres del mundo que violentan a sus hijos? No se equivoquen hijitos, apliquen límites a sus niños, rescátenlos de los pozos a donde se meten, llámenlos a despertar cuando se equivocan, pero no los destruyan, dice el Señor.
En vez de eso, me dice el Señor, que así como los niños intentan quebrantar la voluntad de los padres para lograr lo que quieren, que son los padres los que tienen que aprender a tratar con la voluntad de los niñitos hasta que entiendan que son los padres los que tienen las riendas del asunto. Porque es un tema de voluntades, me revela el Espíritu Santo en la educación de los hijos.
La voluntad del niño debe estar sujeta a la de los padres. Los padres tienen que aprender a lograr que sus hijos se sujeten a su voluntad, no sé si soy clara en lo que el Espíritu me está revelando ahora, aleluya. Los padres tienen que aprender a tomar de las riendas, calmar, sostener y dirigir la voluntad del niño, gloria de Dios; como cuando uno toman las riendas un caballo y se le frena al tirar de esas riendas. De la misma manera los papás y las mamás tienen que aprender a frenar el caballo de la voluntad de sus niñitos cuando quieren atropellar y quebrantar la voluntad de ellos, gloria al Señor.
El Espíritu Santo me está revelando que la clave para lograr esto es que los padres deben ser firmes en las decisiones con respecto a sus hijos, con tu Sí y con tu No para que los menores sepan que no van a poder cambiar esa respuesta que dieron sus padres, gloria el Señor, aleluya.
También veo niños que aprenden a ser laboriosos, es importante que aprendan a serlo desde que son pequeños, me dice el Señor, que no estén en inactividad permanente como si fueran reyes a los que uno sirve, sino, que aprendan a que cuando ellos están en actividad y se mueven, logran cosas y esto genera el niño tenga la necesidad de seguir moviéndose para lograr más. Esto evita niños perezosos, que estén en inactividad todo el día sin hacer nada, gloria a ti Señor, alabado sea el Señor.
El niño tiene que aprender que lo que él hace genera consecuencias, como cuando un árbol saca frutos, el niño debe ir aprendiendo que todo genera un fruto, me dice el Señor, un fruto bueno o malo y los padres son los que tienen que hacerle ver a esos hijos cuales son los frutos que están generando.
La Palabra del Señor dice que por sus frutos los conocerán, ese es el versículo que me está trayendo el Espíritu Santo ahora, y que está relacionado con esto. El niño debe aprender desde chiquitito que todo lo que haga y lo que decidan genera una consecuencia, un fruto en su vida, la cual es el árbol. Y los papás les tienen que ayudar a reconocer los frutos que generaron, tanto los buenos como los malos, que son las consecuencias de sus actos, gloria el Señor.
Pero me vuelve a repetir el Espíritu que muchos padres no quieren ocuparse de estas cosas, que están distraídos mirando para otro lado y que no le prestan atención a sus pequeños árboles que están creciendo en sus casas, y que por eso están creciendo torcidos, sacando malos frutos, porque los padres no riegan a estos arbolitos, no los cuidan, no les dan sol, no se ocupan de ellos, como cuando uno deja una planta sin sol y sin agua y no le presta atención, y la planta se va secando y se va muriendo o crece mal, crece torcida, porque no es atendida.
De la misma manera, muchos niños dentro del pueblo de Dios, están creciendo torcidos, se van secando y no llevan frutos para el reino de Dios porque no tienen la atención que necesitan, ni la instrucción, ni la corrección y el Señor va a pedir cuentas de cada árbol que Él nos entregó para cuidar, para regar, para proteger del viento y demás, gracias Espíritu Santo por esta parábola sobre los niños, gloria a Dios.
Y veo padres que en las noches, cuando los niñitos se van a dormir, oran con ellos para protección, algunos padres los ungen con aceite y oran para ellos, pero son pocos dentro del pueblo de Dios. Y estos niños que reciben oración por sus padres, duermen protegidos por las noches, duermen inspirados, hay ángeles que están al lado de ellos protegiéndolos.
No estoy diciendo que si no oran con ellos de noche no tienen esta protección, no lo tomen de esa manera, no me malentiendan, pero el Señor me está revelando que de alguna manera nuestra ministración hacia ellos, nuestra oración, nuestra unción con aceite y demás genera una atmósfera espiritual del reino de Dios en sus habitaciones que favorece a la vida del niño, a su paz, a la sanidad, la liberación y al descanso de estos niños, protegiendo también sus sueños.
Veo padres que les leen historias bíblicas para niños desde que son pequeñitos, y el Señor me muestra y quiere que sepan que hay ángeles ahí ministrándolos a ustedes y a sus hijos cuando están compartiendo estas historias de la Biblia o cuando están hablando sobre el Señor, los ángeles de Dios están ahí con ustedes. Gloria del Señor. Esta es una palabra de consuelo para todos ustedes, los que sí se ocupan de estos niñitos. Amén, Gloria el Señor. Aleluya, alabado sea el Señor por esta palabra.
Veo niños que van a iglesias, a distintas congregaciones, y el Señor me dice que a muchos de ellos les está hablando con palabra profética, pero a veces los adultos no confían en lo que estos niños profetizan por el hecho de que son pequeños. Pero Dios dice: Yo utilizo el vaso que quiero, sea pequeñito, sea grande, sea conocido o sea desconocido, Yo levanto al que quiero levantar y hablo por la boca que me plazca.
Si tu hijo recibe instrucciones proféticas, anótalas, porque veo niños que están recibiendo instrucciones proféticas y muchos padres no los toman en serio, y Dios dice: Anoten lo que sus hijos les hablan proféticamente y llévenlo en oración.
Hay muchas niñas, nenas pequeñas que Dios está levantando en profecía y que son soñadoras también, y el Espíritu dice que unjan sus frentes con aceite en el nombre del Señor Jesús, para que el enemigo no pueda interferir en su revelación, en su vista espiritual, porque estas niñas que son proféticas desde chiquititas son muy atacadas porque Dios quiere manifestarse a través de ellas y utilizarlas como vasos proféticos. Ellas tienen muchos ataques de parte del enemigo y Dios quiere que los padres entren en conciencia de estas cosas y les den mayor importancia, que las unjan con aceite especialmente en su cabeza y en sus frentes, y que oren por sus ojos espirituales porque ellas tienen revelaciones.
Pueden ser niños también, pero veo especialmente muchas nenas que están siendo utilizadas y el enemigo quiere callarles la boca y quiere que los padres no les presten atención, que los tengan en menos y que no les crean para apagar su fuego desde que son chiquititos y que nunca más hablen de parte del Señor. Amén.
Dios quiere que tomen conciencia de esto en el día de hoy y que presten atención a las manifestaciones del Espíritu Santo en sus casas, ya sea desde un bebé, niño, un joven, un anciano, o el vaso que el Señor quiera utilizar, y que dejemos de ser egoístas y de concentrarnos en nosotros mismos, porque Dios está utilizando personas de todas las edades en este tiempo y las va a utilizar mucho más.
Hay bebés en las panzas de mujeres cristianas que Dios está formando en este tiempo. Veo embarazadas y el Espíritu Santo me dice que les coloquen música, alabanzas cristianas para los bebés escuchen desde la panza, que desde su gestación les pongan auriculares con alabanzas. Gloria a Dios.
Y los papás de estos bebés oren por las panzas de las embarazadas, ungiendo sus panzas con aceite en el nombre del Señor Jesús, para cortar toda maldición desde el vientre de la madre y para ungir a estos niños, para que sean dedicados al Señor desde el vientre de la madre. Porque muchos padres esperan a dedicar a sus niños cuando nacen, pero el Espíritu Santo hoy está diciendo que nosotros podemos dedicar estos niños desde la panza de la madre, en realidad aún desde antes de ser concebidos.
El Espíritu está diciendo que cuando hay una embarazada cristiana, que se ore y se unja su panza y que se proclamen las palabras que el Espíritu Santo le inspire a la persona que está orando por este bebé, en especial si es posible que sea su padre. Gloria a Dios por esta revelación.
Veo gemelos que están creciendo dentro de los vientres y el Espíritu me indica que hay que orar para cortar toda división entre ellos, porque muchas veces lo que hace el enemigo es colocar contienda, separación, competencia, celos entre los gemelos desde la panza de la madre y el Espíritu lo está revelando para que los que estén gestando gemelos o mellizos oren colocando las manos y ungiendo sus panzas para cortar con esta división que el enemigo quiere introducir desde la gestación.
Orar para romper maldiciones generacionales desde los vientres, especialmente de rechazo y de todo lo que el Espíritu Santo les inspire en ese momento, déjense llevar por el Espíritu Santo que habita en ustedes y Él les va a indicar por lo que tienen que orar en específico para sus bebés. Pero el Espíritu remarca que el niño puede ser dedicado a Dios desde la panza de la madre con oración.
Hay muchas «Anas» que están surgiendo en este tiempo, como Ana la madre de Samuel que dedicó su niño al Señor, gloria a Dios por ellas, las bendigo en el nombre de Jesús, ¡Qué bonita palabra, Gloria al Señor! Y me dice Dios que los niños están recibiendo inspiración demoníaca a través de juegos, a través de cartas, a través de algunos dibujitos animados de la televisión, a través de la música mundana, a través de las cosas que les enseñan en las escuelas.
Su mente está siendo bombardeada, me dice el Señor, por ideologías satánicas encubiertas en todas estas cosas que nombré antes y más, y ahí tienen que estar los papás para refutar estas mentiras que el enemigo les enseña, este culto a Satanás encubierto donde el enemigo los va metiendo poco a poco desde la niñez. Somos nosotros los que tenemos que destruir la obra de Satanás en la vida de nuestros hijos mediante la enseñanza de las Escrituras y de todas las cosas que dije antes en este vídeo, de la oración, de la adoración, y enseñarles a vivir santificados, a ser un sacrificio vivo para el Señor, a mantener sus bocas limpias y demás.
Los padres son de alguna manera como los guardianes espirituales de sus hijos, pero muchos no tienen la armadura de Dios colocada y mucho menos para defender a sus niños. Así que este es un llamado a que se levanten y empiecen a limpiar sus casas, a cerrar toda puerta del enemigo en la vida de sus niñitos, a prepararles un terreno limpio donde ellos puedan crecer en los caminos de Dios, a enseñarles que las cosas incorrectas, maléficas que el enemigo está enseñando a través de la escuela y todo lo que nombré antes está mal, son los padres los que tienen que corregirlos en estas cosas.
No es que les tienen que poner una venda para que no vean en el mundo, me dice Dios. No es que los tienen que sacar del mundo, sino que les tienen que enseñar a defenderse de estas cosas, a no permitirles entrar en sus corazones y en sus mentes. Tienen que enseñarles el camino recto, para que ellos puedan ser la luz en donde sea que estén, porque Dios utiliza a los niños también para evangelizar, para llevar luz donde no hay.
No es que Dios está diciendo en esta ministración profética que tenemos que dejar a los niños guardados en una caja y que no salgan afuera, que no conozcan el mundo, sino que ellos tienen que conocer el mundo, pero sin formar parte de su pecado. Y ahí tienen que estar los padres para enseñarles los mandamientos de Dios, para que cuando vengan de la escuela y digan: «vi a mi compañero robar un lápiz», seamos nosotros los que les digamos: «sí, pero la Palabra del Señor dice que robar está mal», por ejemplo.
Cuando les inculquen las ideologías de género ahora en las escuelas, somos los padres quienes les mostremos en las Escrituras lo que dice Dios acerca del hombre y la mujer, de la homosexualidad, de los afeminados y todas estas cosas. Que cuando el aborto se vuelva normal en este mundo malvado, donde la maldad está creciendo más y más y a lo malo llaman bueno y a lo bueno llaman malo, pero va a ser mucho peor.
Somos los padres los que tenemos que indicarles a los niños que eso está mal, porque ellos van a saber de esto, pero ellos tienen que saber la contraparte, lo que Dios dice acerca de eso, lo que las Escrituras nos enseñan acerca de eso y las bendiciones que provocan según la palabra, obedecer a los mandamientos de Dios y las maldiciones que provocan según la Palabra, desobedecer a los mandamientos de Dios.
Esto es tarea de los padres pero muchos entregan a sus hijos a las escuelitas bíblicas, y no es que está mal en absoluto, pero les entregan a sus hijos como si fueran un paquete para que las escuelitas bíblicas de las iglesias se encarguen de enseñarles lo que tienen que aprender primeramente en las casas, los valores cristianos y esto es lo que quiere decir hoy el Señor con esta ministración, especialmente.
Dios está llamando a los padres cristianos a que se levanten a proteger a sus hogares, a instruir a sus familias. Amén. Más allá de que los niños vayan a una escuelita bíblica o no, inclusive somos nosotros los que tenemos que ver qué es lo que le están enseñando en esas escuelas bíblicas, si realmente es bíblico o no, porque hay padres que mandan a sus hijos a una escuelita bíblica y ni siquiera saben cuales son las doctrinas que están metiendo en las cabezas de nuestros hijos. Hasta en eso el Señor nos va a pedir cuentas.
Otra cosa que el Señor detesta es la hipocresía y me muestra padres que les enseñan muchas cosas a los niños a nivel escritural, pero sus comportamientos no reflejan al Señor Jesús y los niños crecen torcidos, y no solamente crecen, torcidos sino que se vuelven unos hipócritas igual que sus padres, porque los padres dicen una cosa y hacen otra, los padres hablan de amor, pero odian; los padres hablan de perdón, pero no perdonan; hablan de caridad pero quieren acumular cosas materiales cada vez más.
Así que dice el Señor, que los padres tienen que ser ejemplo a sus hijos a través del testimonio de ellos, a través de los pasos que dan, a través de su caminar, porque dice la Palabra que no seamos oidores de la Palabra, sino hacedores de la Palabra y los niños cuando son pequeños aprenden de lo que ven más de lo que escuchan. Amén.
Podemos hablar mucho, pero si no mostramos con nuestras acciones la Palabra, ellos se quedan con lo que ven que nosotros hacemos, no con lo que decimos, y con esto no estoy diciendo que no hay que hablarles, porque ya dije antes que hay que instruirlos en la Biblia, en las Escrituras, pero esto tiene que estar sustentado y avalado por nuestras acciones, así que si quieres que tu hijo aprenda a perdonar, primero tienes que perdonar; si quieres que tu hijo sepa lo que es la caridad, te pregunto: ¿Cuántas veces haces caridad con tu hermano que tiene necesidad? Si te molesta que tu hijo sea iracundo, te pregunto: ¿Cuántas veces te levantaste en ira contra tu esposo, contra tu esposa, contra un amigo, o contra ellos mismos? La Palabra del Señor se camina, me dice Dios, se ejerce, se pone en acción, es un verbo, no es un sustantivo.
El poder del testimonio es otro de los tips que el Espíritu Santo nos está dando en esta hora para ministrar a nuestros hijos y para educarlos en los caminos de Dios. ¿Cómo reaccionamos nosotros ante alguna dificultad? ¿Cómo lo hace el mundo o cómo nos enseña la Palabra? Los niños son muy astutos, son muy inteligentes gracias a Dios y ellos nos observan, y cuando pasa algo particular en nuestras casas, ellos están atentos, con los ojos más abiertos que nunca, con las orejas más abiertas que nunca, para ver y para escuchar lo que nosotros hacemos y hablamos, y ahí ellos sacan sus conclusiones.
Así que el poder de la Palabra y el poder del testimonio son dos indicaciones que el Espíritu Santo está dejando hoy para educar a nuestros hijos en el reino de Dios, aleluya. La alabanza en la casa también es muy importante porque despeja espíritus que los quieren oprimir, limpian el ambiente espiritual en nuestras casas, atrae la presencia del Señor, y a veces hasta Dios manda ángeles a nuestras casas cuando hay alabanza genuina en nuestros hogares, y de esto se van empapando los espíritus de nuestros pequeñitos, y se van acostumbrando desde chiquititos, y cuando son grandes están acostumbrados a vivir en un ambiente de alabanza, y necesitan alabar de nuevo al Señor, porque se les vuelve como una costumbre, como una necesidad. Amén.
Así que los padres alaben, escuchen música, toquen instrumentos, dancen, canten para Dios, son cosas que a los niños les beneficia muchísimo espiritualmente, inclusive me dice el Espíritu Santo que muchos niñitos reciben ministración porque los padres están cantando, alabando o danzando en sus casas. Muchas veces ni siquiera lo saben, pero Dios está ministrando a los niñitos cuando hay alabanza en las casas. Así que Padre te pedimos que coloques un Espíritu de alabanza en nuestras casas, en el nombre de Jesús, gloria a Dios.
Otra de las cosas que el Espíritu me está mostrando es que los niños están muy activos creativamente. El niño necesita explayarse, expresarse, crear permanentemente, y cuando no tienen esta oportunidad, el enemigo aprovecha esa energía creativa y cuando son reprimidos utiliza la impaciencia para su reino y la transforma en enojo, en ira, en desobediencia, en rebelión.
Los niños necesitan estar activos y los padres tienen que prestar atención, me dice Dios, para que ellos tengan salidas creativas para que puedan canalizar esta creatividad que Dios les dio. Ya sea dibujando, tocando instrumentos, creando, escribiendo canciones, creando historias, cuentos, danzando, pintando o cualquier otra actividad donde ellos puedan manifestarse, expresarse más que nada. Esto es muy importante, porque si no, el enemigo sabe que el niño no está canalizando bien lo que necesita expresar y lo aprovecha para su reino. Gloria el Señor, aleluya, gracias Señor por esta ministración.
Voy a hacer una oración final. Le damos gracias a Dios por esta ministración, por esta revelación. Muchos no le dan importancia a las ministraciones proféticas que hablan sobre los niños, no entendiendo lo que Dios está haciendo sobre nuestros hijos, los subestimamos y son piedras preciosas que Dios tienen en sus manos y muy atentamente está mirando lo que hacemos con ellos, no lo digo como una amenaza, sino para que entiendan la importancia de cuidar a los niñitos en este tiempo.
Satanás está aplicando toda una agenda en el mundo, desde la educación, el entretenimiento, las distracciones, está entrando por los ojos, por los oídos y por lo sensual en los que ya son más grandes, en los adolescentes; el enemigo está pervirtiendo a los niñitos de una manera nunca antes pensada, como en los tiempos de Noé y aún peor, el enemigo va a utilizar a los niños en este tiempo.
Van a haber niños satanistas con un poder que nunca hubo antes, y es fuerte lo que estoy diciendo, pero así como Dios tiene su mano sobre sus hijitos, el enemigo también está levantando su ejército de niños pervertidos de este tiempo y lo estoy diciendo para que la iglesia tome conciencia de lo que está pasando, para que no seamos tibios con la educación y la crianza de los pequeños, amén.
Dios tiene su foco en ellos y Satanás también tiene su foco en ellos, y nuestro papel, el papel de los adultos, es muy importante, amén. Así que espero que esto haya quedado muy claro, que esta ministración haya sido de bendición a sus hogares. También sé que no va solo para los padres, sino para abuelos que están siendo de padres en este tiempo. Dios los bendiga, les de sabiduría, les guíe para levantar a estos guerreros de Dios de los últimos días.
Padre, te damos gracias por esta ministración, te damos gracias porque tu Espíritu Santo se movió sobre las aguas de hoy. Te damos gracias por los niños Señor, por estas fechas que colocaste en nuestras aljabas. Señor, te damos gracias por cada uno de ellos, que es distinto uno del otro, porque cada hijo que tenemos, que nos diste, no son por casualidad, no vinieron por el azar, vinieron de tu mano Señor, y cada uno de ellos tiene un propósito en nuestras vidas y tiene un propósito para ti, Señor, en Cristo Jesús.
Te damos gracias por ello, Señor, los bendecimos en todo. Te pedimos que nos ayudes a guiar sus pasos, a instruirlos en tu camino, a protegerlos del mal. Te pedimos que nos des balanza justa para educarlos con límites y con corrección, pero también con la libertad que necesitan dentro de las autoridades establecidas por ti mi Dios, para poder expresarse y crecer como la persona que constituiste desde antes de que entren en los vientres de sus madres.
Alabado seas el Señor, bendito sea tu nombre, porque cada niño es especial y distinto, una piedra preciosa especial para ti, mi Dios, gracias por ello, Señor. Unjo a todos tus niñitos, de los hermanos y hermanas que están escuchando este vídeo, en el nombre de Jesús. Corto toda maldición sobre ellos, corto toda brujería sobre todos los niños que tienen mis hermanos que están mirando este vídeo ahora, o en diferido, en el nombre de Jesucristo.
Reprendo todo espíritu de enfermedad en todos los hijos de Dios de los hogares que están mirando este vídeo. Y Dios me dice que está repartiendo dones espirituales a sus niños. Veo niñitos con piedras preciosas en sus manos y me vuelve a repetir el Señor que los papás tienen que aprender sobre los dones espirituales para poder ayudar a sus niños a crecer y administrar estas piedras preciosas, estos dones espirituales que el Señor está repartiendo en sus niños. Amén, gloria a Dios.
El Espíritu me repite: No tengan miedo de orar para sus hijos, de imponerles las manos, de ungirles con aceite, de orar para la sanidad de ellos, para protección, para dirección, gloria a Dios, y para todo lo que el Espíritu les indique. Muchos de ustedes esperan que lo haga un profeta, un pastor, un maestro, alguien, un líder como le llaman de una congregación, pero ustedes mismos lo pueden hacer para sus hijos, porque el Espíritu Santo se mueve en sus hogares.
El Espíritu me dice también que pidamos instrucciones sobre como defender a nuestros hijos de este ejército de demonios que Satanás está enviando contra los niños en estos postreros días. Que pidamos instrucciones, que le pidamos inspiración al Espíritu Santo, que pidamos inspiración en nuestras oraciones, para saber como orar para ellos, como interceder por ellos y que cuidemos la alimentación en nuestros hijos, también me dice Dios.
Que no los envenenemos desde que son pequeñitos, que disminuyamos el azúcar en el cuerpo de nuestros hijos, que tengamos cuidado con lo que entra en sus cuerpos porque esto genera fortalezas de donde el enemigo se puede agarrar,amén.
También es importante escucharlos, me dice el Espíritu Santo, dejarlos hablar y que nos expresen como se sienten cuando están tristes, cuando están enojados. Vuelvo a repetir que la comunicación es muy importante, así como es importante la comunicación de los hijos de Dios con su Padre. Si vos querés que Dios te escuche como padre, también tenés que escuchar a tus hijos como padres, me dice el Señor, amén.
También tenemos que orar para cortar la brujería sobre ellos que el enemigo quiere hacer o que ya hizo. Y veo a los papás orando en las habitaciones de sus hijitos, de sus niñitos, colocando las manos en las paredes, en los objetos que ellos tienen, santificando todo en el nombre de Jesús, gloria el Señor por esa palabra de dirección.
Así que entreguemos estos niñitos en el altar del Señor, entendiendo que no son nuestros, son del Señor. Amén, alabado sea el Señor, gracias Dios y gracias a ustedes por escuchar este vivo.
Les pido por favor que compartan esta ministración profética, esta enseñanza profética a todas las mamás y papás que estén interesados en sus hijos en estos últimos días, gloria al Señor. Hay muchos niñitos que van a ser utilizados para evangelizar, me dice Dios, y me dice el Señor que no le cortemos la Palabra, que los dejemos que sean luz, y que no tengamos miedo, porque si estamos en santidad, nosotros, nuestras casas, nuestros hogares, el Señor los va a utilizar poderosamente para atraer almas a Jesucristo.
Amén, gloria el Señor, que el Señor se glorifique en esta ministración, en sus casas y en sus familias, los bendigo, y nos vemos en el próximo vídeo, Dios mediante, según lo que el Espíritu Santo quiera hablar a su iglesia, gloria al Señor, aleluya.