Vi en visión que Dios está levantando una generación de niños y jóvenes intercesores. Estos tendrán un nivel de entrega al Señor mucho mayor que en las generaciones anteriores. Es un renuevo del ejército de intercesores que viene a destruir las obras del mal sin miedo, con un poder, con una determinación, y con una fuerza nunca antes vista.
Las características principales de ellos serán la falta de miedo y la determinación. Una vez que conozcan y respondan a su llamado, ni se les va a cruzar por la cabeza desertar, por más que se caigan, por más que el enemigo los golpee, por más que sufran pruebas y tribulaciones. Se destacarán por lo determinados que serán. No tendrán miedo al enemigo ni al qué dirán, y esto va a permitirles no dejar ingresar los pensamientos con los que el enemigo ataca normalmente a los intercesores.
Ellos van a estar tan aferrados al Señor Jesús, que Él será el foco de sus vidas. Sus ojos van a estar puestos en el General del ejército y en nadie más. Y estos jóvenes tendrán una vida de intimidad, de oración, de ayuno, de consagración hacia Dios, que las personas adultas o mayores se van a sorprender, porque lo que ellos no hicieron lo van a hacer estos jóvenes nuevos que Dios está levantando en estos últimos días.
Por lo tanto, no se sorprendan cuando vean a niños levantarse en intercesión y guerra espiritual, porque la generación que viene es la generación que tendrá lo que se necesita para vencer a las fuerzas del mal que se están levantando en estos últimos días con mayor fuerza y poder que antes. Intercedan por eso, dice el Señor, y pídanme que levante más soldados para el ejército. Amén.
[1 Timoteo 2:1, BTX3] Exhorto pues, ante todo, que sean hechas peticiones, oraciones, súplicas, acciones de gracias, por todos los hombres.