Amado pueblo del Señor Jesucristo, soy Noelia, en mi canal Noelia ama a Jesús y; hoy les entrego un mensaje profético que recibí el 25 de octubre del 2020. Los dejo con esta impactante revelación de los últimos días:
Amados y preciados hijos del Dios viviente, presten atención a las palabras pronunciadas por la boca que estoy usando como medio de expresión. Porque soy Yo el que habla, el Dios de la animación, el Dios de la iluminación de las almas oscuras, el Dios que cambia el estado de las cosas, de lo caído a lo redimido en Cristo Jesús, el autor y consumador de la fe. Miren, lo que les voy a decir hoy es más que importante; es más que grave, es más que escandaloso, pero ustedes, los que saben quién soy Yo, sabrán escucharme y sabrán comprenderme. Por eso, hoy les hablo a los entendidos en tiempos, en estaciones; a los preparados para este momento en particular.
Yo estoy llamando a un pueblo a que sea Santo, a que se limpie de toda mancha en sus vestiduras. Yo estoy pasando un hisopo de limpieza sobre aquellos que deciden seguir el camino de la rectitud y de la justicia, pero hay muchos otros, muchos, muchos; que no quieren limpiarse, sino que les gusta revolcarse en el lodo, así como se revuelcan los cerdos en la mugre.
Ahora, yo estoy separando las aguas para diferenciar bien a qué reino pertenece cada cual. Por lo tanto, los que aún no se hayan decidido de todo corazón deberán elegir a quién quieren pertenecer, si al Dios de las luces o al Dios de la oscuridad; es muy fácil decidirse, puesto que cada hombre sabe bien lo que es el bien y lo que es el mal. No hay excusas porque yo me aseguré de que, aunque ciertas personas no tengan a mano una Biblia, mis leyes estuvieran escritas en sus corazones y plasmadas en sus consciencias. Por lo cual, cada ser humano que nace sobre esta tierra sabe muy bien distinguir entre la derecha y la izquierda, y así, teniendo a sus propias consciencias como testigo de las decisiones tomadas, no hay forma de perderse sin haber tenido una oportunidad de salvación.
Yo soy un Dios justo, santo y bueno; por tanto, no me complace que ningún hombre se pierda, pero le doy la libertad al hombre para que elija a dónde quiere ir. Deben entender que Yo no decido por el hombre, aunque si pongo luz delante de él para que vea hacia dónde tiene que ir; le envío ángeles como inspiración, ayudándole a saber dónde está la senda en la que debería caminar. Redarguyo su espíritu para que sepa, en su consciencia, que lo que está a punto de hacer no es mi voluntad, y le mando mensajeros para advertirle sobre sus malas acciones, y más, mucho más.
A cada hombre se le da la oportunidad de salvación, a cada cual se le llama, y se le llama más de una vez porque yo intento e intento rescatar a cada hombre del precipicio antes de que caiga en él, pero el problema es que al hombre le interesa lo oculto, lo clandestino, lo prohibido.
El hombre no quiere sujetarse a nada ni a nadie, él quiere vivir en un estado de libertad sin barreras, él busca ser su propio dios, él quiere ser el rey sobre todo y sobre todos; asimismo se va perdiendo en este egoísmo olvidándose de que hay un Dios que lo gobierna todo, el único Rey sobre todas las cosas. Por eso tantas religiones, por eso tanta desunión, por eso tanta competencia, por eso tantos celos y envidia, porque el hombre piensa: «yo, yo y yo, y no hay nadie antes que yo».
Pero cuando el hombre se convierte a mí, comienza un proceso de despertar, de comprender que él no es el rey, que nunca lo fue, que él no es quien gobierna, sino que hay un solo gobernador, y que ese puesto que él creía cubrir, en realidad lo cubro Yo. Entonces, el egoísmo pierde su fuerza, comienza el hombre a quebrantarse ante mi presencia, a entender y confesar que solo Yo soy Dios.
Tremendo proceso es este, porque al hombre le impacta darse cuenta de que estuvo tanto tiempo engañado, vendido al pecado, a la iniquidad. Sin embargo, es posible en mí, porque soy Yo el que lo voy haciendo, si el hombre me lo va permitiendo, solo Yo lo puedo hacer, si el hombre se abre a mí, solo Yo puedo rescatar lo que al hombre le parece irrescatable, solo yo puedo cambiar un corazón endurecido y orgulloso que vivía antes para sus propios deleites, creyendo que la fuerza venía de él. Solo Yo quebranto tanto el espíritu de un hombre para que pueda entender que sin mí, ni siquiera podría su corazón latir.
¡Oh amados!, en este tiempo de mentiras y de confusión verán asomar lo peor de lo peor sobre el hombre, verán aflorar la inmundicia humana en su mayor expresión, verán florecer la maldad de una manera nunca antes manifestada. Lo que viene es sin igual. Ahora el hombre es malo, pero en lo que se va a convertir no tiene comparación, al punto de que los que no vengan a mí se convertirán en una habitación llena de demonios, la perversidad aflorará por su piel emanando olor a pecado desde su interior, porque estarán infestados de espíritus malignos, tanto que sus mentes estarán casi completamente dominadas por una mentalidad diabólica y carnal, enteramente entregada a hacer lo malo, en nombre de la libertad, del respeto y de la unión.
Lo que se viene es terrible porque como consecuencia de la entrega del hombre a sus concupiscencias y a la malicia en él, el dominio de Satanás sobre el mundo irá en incremento, tomando posesión de todo vaso que no se limpie en mí. Como en los días de Noé, cuando el enemigo tenía tanto dominio sobre los humanos que hasta éstos se prestaban para ser objeto de manipulación de los demonios, dando lugar a especies nuevas.
Los híbridos volverán a renacer en un mundo sin control; sí, hijitos, lo que escuchan; así es, en ese camino va yendo el hombre, al camino de la locura, de la perdición agitada y desmedida. Llega el momento donde la ciencia ficción deja de ser algo irreal para convertirse en algo real, pues esta es y fue siempre inspirada por la serpiente en lo que se refiere tanto al pecado como a la inmoralidad.
Hijos, yo lo estoy anunciando por varias personas que se prestan para hablar sin callarme la boca, investiguen por ustedes mismos, prepárense para lo que se viene sobre el mundo entero. Satanás busca vasos dispuestos a ser transformados a su imagen y semejanza, a él no le alcanza con llenarles el corazón de maldad, sino que quiere verse en sus hijos, como Yo me veo en los míos; quiere mirarse en ellos como cuando alguien se mira al espejo reconociéndose en la imagen que ve.
Despierten, hijitos, no es como se los cuentan, hay muchas cosas que ustedes no saben y que hasta les costaría creer. En los laboratorios ya se trafican personas y órganos humanos, e inclusive hay madres contratadas para parir niños que serán utilizados para experimentar, a estos bebés les extirpan algunos órganos y los trasplantan a un reptil o a otro vertebrado para observar la reacción biológica del animal, también se realiza a la inversa. Las vacas han llevado huevos humanos fecundados para ver si es factible que se desarrollen y crezcan, el cabello humano ha sido trasplantado a los monos para ver si crece normal.
Todo es una especulación, una aberración, actuando en nombre de la medicina, de la procreación, y de la libertad que se necesita para adelantarse científicamente en pos de la mejoría de la raza humana; como si Yo hubiera cometido algún error al crear al hombre a mi imagen, o como si el hombre pudiera ser mejor de lo que es.
No existe un cuerpo más perfecto que el dado al ser humano, no hay forma de mejorarlo o de cambiarlo para que funcione mejor. Esto que están haciendo tales científicos del enemigo no es por la ciencia, es por curiosidad; no sabiendo muchos de ellos que detrás del dinero puesto por las organizaciones con el fin de soportar económicamente estos experimentos está Satanás.
Hijos, comprendan; lo que no se pudo hacer antes porque no había este nivel de ciencia, será concretado ahora. El hombre ya soñaba con hacer estas cosas, solo que la ciencia no lo acompañaba suficientemente a tal punto de poder hacer sus sueños realidad. En cambio ahora, los descubrimientos científicos van elevándose y, poco a poco, el enemigo le otorga conocimiento a las personas dispuestas a competir contra mí, porque, como ya lo dije antes, el hombre no quiere sujetarse a nada; él quiere ser su propio dios y estas cosas le dan valor, avanzando en la creencia de que, de hecho, es su propio dios.
Pero hijos, en medio de estos sucesos descabellados que van aconteciendo en el mundo, Yo estoy al tanto de todo, no hay detalle que se me escape. Yo pongo límites; así, toda imaginación se podrá manifestar solo hasta donde Yo lo permita y, entonces, cuando se vayan manifestando todo lo que se tiene que manifestar, cuando el mundo se convierta en un gran laboratorio de maldad, allí vendrá el fin de todas las cosas como el hombre las conoce hasta ahora y la maldad será erradicada de la tierra para siempre.
Todos aquellos que han sabido cómo resistir y defender mi Nombre hasta el final, se encontrarán con una nueva tierra, un nuevo cielo. Despierten, hijitos, no están en un sueño, están en una realidad que se vuelve cada vez más difícil tanto de procesar como de aceptar; lo que vieron en muchas películas de ciencia ficción se hará realidad mientras ustedes todavía estén aquí. ¿No se dieron cuenta de que esas películas los estaban preparando para que todo eso sea normal? Pues así fue y así es. Por eso lo que publican los medios y lo que ven en las películas sirve como plantilla a la vez que instauran ideas en sus mentes, las cuales luego aceptan; hasta llega el momento de que, si continúan viendo estas cosas, esperan que se concreten en la realidad.
De este modo, es peligroso estar aburrido porque cuando el hombre se aburre invierte su tiempo en actividades vanas, abriéndole la puerta al enemigo para llenar esos vacíos de inactividad en mí con cosas que le agradan a la carne, aprovechando para implantar en sus mentes lo que tiene pensado hacer en el mundo. Ven que siempre deben permanecer en mí, que no deben darle espacio a nada que venga de una fuente diabólica o perniciosa, que deben mantenerse limpios, puros y blancos, alejados de toda idea contraria a lo que procede de mi Reino.
Despierten ahora, dejen de dormir, vean cómo se desarrolla todo esto: de a poco sale a la luz a medida que el hombre va siendo capaz de recibirlo y de aceptar estos nuevos conceptos que propone el enemigo. Lo que no es puro no viene de mí, toda semilla mezclada es impura, todo experimento sin mi aprobación es rebelión, toda medicina diabólica es manipulación, toda práctica con líquidos del ser humano utilizados para experimentos de fertilidad es hechicería y perversidad.
Yo doy la vida y Yo la quito, si Yo no doy una vida es porque no la quiero dar, pero el hombre me insiste y cuando no consiento sus peticiones recurre a la izquierda buscando soluciones mágicas para ayudarles a procrear, aunque Yo no haya estado ahí entregan sus cuerpos para experimentar con ellos en el nombre de la procreación. De este modo, los científicos extraen e introducen cosas dentro de ellos, las remueven, hacen, deshacen; prueban, rompen, matan, vuelven a probar hasta que la concepción llega, pero para ese momento se perdieron otras vidas, se echaron por tierra millones de semillas y se produjo una maldición por manipular a mi creación.
Como consecuencia de la desobediencia, el ser humano que nace, nace maldito y carga con esa nube de maldición por el resto de su vida. Esta práctica de fertilidad asistida alarga y refuerza la maldición de infertilidad sobre la generación en cuestión. ¿Tú quieres un hijo?, pues entonces debes recurrir a mí en ruego, súplica y clamor; como lo hizo Ana, la cual concibió por mi intervención, o como Sarah, quien para la ciencia era imposible que concibiera por causa de su edad, pero no para mí. A pesar de todo, sé limpio y no te entremezcles con las prácticas mundanas que son desobediencia a mis leyes santas, con la cual trato a mi creación.
Ve, hija, entrega confiada este mensaje que te doy, alerta a los míos de que vengo pronto por un pueblo sin mancha, que no se entretiene ni se mezcla en los negocios del mundo, sino que permanece fiel a mí y a mis estatutos. Amén.
Versículos bíblicos de respaldo:
[Lucas 17:26, BTX3] Y como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre.
[Génesis 6:1-5, BTX3] Aconteció que cuando la humanidad comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas del hombre eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que habían escogido. Entonces dijo YHVH: Mi Espíritu no permanecerá para siempre con el hombre, pues ciertamente él es carne, y sus días serán ciento veinte años. En aquellos días (y también después) los nefileos estaban en la tierra, pues toda vez que los hijos de Dios se llegaban a las hijas de los humanos, les engendraban hijos. Estos eran los poderosos que desde la antigüedad fueron varones de renombre. Vio entonces YHVH que la maldad del hombre se había multiplicado en la tierra, y que toda forma de pensamiento de su corazón era solamente el mal continuamente.
[Levítico 19:19, BTX3] Guardaréis mis estatutos. No harás ayuntar a tu bestia en dos especies ni sembrarás tu campo con dos semillas, tampoco te pondrás vestido con dos clases de tejido.
[Daniel 12:4, BTX3] Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el rollo hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada.
[Deuteronomio 32:39, BTX3] Pero ahora mirad: Yo soy Yo, Y no hay Dios fuera de mí: Yo hago morir y Yo hago vivir: Yo hiero y Yo sano, Y no hay quien libre de mi mano.
[Mateo 24:12, BTX3] Por haberse multiplicado la maldad, el amor de la mayoría se enfriará.