Bendiciones hermanos soy Noelia, en mi canal Noelia ama a Jesús y hoy vengo a compartirles una palabra profética que recibí hace unos días mediante el don de profecía y el don de interpretación de lenguas. Esta palabra está dirigida a los bautizados en espíritu santo. Los que se han puesto de novia o novio con persona inconversa y estaba teniendo relaciones con él cayendo en fornicación.
El señor dijo: «Mucha de mi iglesia está en esa condición y no entienden la gravedad de este pecado» la palabra de Dios dice en la segunda carta a los corintios capítulos 6 versículo 14 no os unáis el yugo desigual con los incrédulos porque qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia y qué comunión la luz con las tinieblas
También dice en la primera carta de corintios en el capítulo 6 versículos 9 y 10 no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios, ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios y esta palabra no solo es para los cristianos que se involucran con personas no convertidas y tienen relaciones con ellas sino también para aquellas parejas cristianas que planean casarse pero caen en fornicación antes de llegar al casamiento los dejo con esta palabra recibida y la gloria sea para el Dios viviente.
La tabla de los mandamientos rota, que veía antes y veo que se rompe con un martillo o sea que fue rota de una forma agresiva representa el pecado, así como la tabla de los mandamientos, dice el señor que fue rota con un martillo a lo brusco, de la misma manera yo golpeó mi martillo del juicio dice Dios.
¿Porque rompiste la tabla de los mandamientos? dice Dios «abriste la puerta para que un demonio entre a tu vida y te hable desde afuera» lo veo hablando y engañándote y escucho la palabra engaño. Cuando abriste la puerta el señor permitió que este espíritu venga a tu vida y te engañe.
Vuelve a repetir el señor esto sucedió porque, así como vos rompiste la tabla de mis mandamientos con un martillo yo también golpeé mi martillo sobre mi mesa y declaro juicio sobre tu vida. Yo soy un Dios santo, dice Dios mi nombre no tiene mancha yo soy el Dios de Israel dice el señor y quien se atreve a manchar mis vestiduras dice el señor.
Así dice el señor; antes tenías un halo de protección a todo tu alrededor por causa de tu santidad, de mantenerte sin pecado, sin fornicación, alrededor tuyo había un halo un aura constante de protección, cuando entraste en pecado eso desapareció y entonces el demonio tuvo entrada en tu vida para engañarte y a partir de ahí ese espíritu empezó a hablarte durante el día lo veo así al lado tuyo en tu casa y empezó a engañarte porque él podía ver los deseos de tu corazón ; Así dice el señor.
El señor me muestra que tu corazón desea cosas todo el tiempo, desea joyas, tu corazón desea un esposo, desea más anillos, más pulseras, más cosas. Dice el señor es tu corazón hija mía en vez de desearme a mí estás buscando cosas materiales.
Dice el señor yo te tenía limpia y santificada ¿porque abriste las puertas? no es una sola me muestra al señor que son varias puertas que se abren y varios demonios entrarán a tu vida a diferentes lados me muestra el señor.
Por eso dice el señor; porque yo soy un Dios justo tuve que juzgar y golpear con un martillo en mi mesa dice Dios porque no puedo hacer acepción de personas. Dice el señor quisiste hacer negocios conmigo.
Dice el señor me empujas a este hombre para que yo lo convierta y te veo empujando la situación y diciéndole a Dios, convertirlo señor, convertirlo señor. Me muestra Dios y veo cadenas, estás ahora envuelta en cadenas y encima me pedís que te las saqué; tú que abriste las puertas para que el pecado te encadene y me pedís a mí que te saqué las cadenas ¿?
Dice el señor, límpiate ya, sácate esas manchas de tus vestiduras porque me son repugnantes. Tu olor junto a él me llega también a mi nariz así dice Dios es sólo olor a pecado, olor a azufre del infierno que llega a mis narices cada vez que estáis junto a esa persona.
El señor me dice que esto es una de las peores cosas que uno puede pecar. Me muestra el señor que la tabla de los mandamientos cuando uno peca se rompe, de una manera exagerada, se rompe con una fuerza que es como una bomba que explota en el espíritu.
Dice Dios odio la fornicación porque el templo de ustedes es mío a donde yo vivo dice el señor como se atreven a ensuciarlo, solamente para sentir placer en su carne, como puede ser que mis hijos no entienden que cuando ustedes fornican, fornican con un demonio, están tal vez pensando que se acostando con una persona y en realidad está fornicando en el espíritu con un demonio.
Te quiero dice el señor ver humillada en el piso dice el señor, quiero que te laves dice el señor nadie se presenta ante mi trono con las vestiduras manchadas.
Escucho la palabra liviandad, liviandad, dice el señor el 80% de mi iglesia dice el señor vive en liviandad creyendo que yo recibo sus oraciones, cuando estoy sintiendo solo la mugre, el olor a pecado, cómo pueden pensar que yo los aceptó en el espíritu cuando están sucios y lo saben, saben que están sucios, como pueden pensar que yo recibo a un hijo mío en tan inmunda condición.
Dice el señor, Saben que yo los quiero impecable blanquito, saludable con olor a flores, nunca voy a recibir a un pecador que tiene olor a muerte dice; en frente de mi trono dice el señor no permito a nadie que tenga las manos manchadas por tocar las partes íntimas de otra persona cuando no le corresponde y me muestra el martillo Dios otra vez, que decretó juicio y juzgará y aún te preguntas si está bien o mal dice el señor.
Aún hoy dice el señor que en tu corazón no había arrepentimiento genuino, quisiste arrepentirte dice el señor, pero aún hoy no entendiste la gravedad del pecado me muestra Dios que hablabas con él y le pedías perdón y sentías el juicio, pero en realidad nunca podrías arrepentirte de verdad por eso volvías a caer porque no entendiste.
Dice el señor no te quiero en mi presencia cuando tenéis las vestiduras manchadas; el vestido de novia blanco que yo te había preparado lo manchaste con el pecado; y encima me lo queréis dar a mí para que yo te lo limpie dice el padre.
Te veo en frente de él en el espíritu entregando el vestido de novia que él te había preparado y ya te lo había colocado y está manchado y está todo sucio como embarrado y encima vos le estás pidiendo a él que te lo limpie y me muestra Dios tenéis que rechazar el pecado dice el señor, tenéis que decirle NO a ese demonio porque llama demonio a lo que tiene ese hombre dentro.
El señor me insiste que golpea el martillo contra su mesa el juicio está decretado porque yo soy justo y conmigo nadie juega dice el señor y juzgará. Abre los ojos dice el señor ahora. Abre los ojos deja de pecar, deja la liviandad iglesia; ¿queros que te saque la venda o no? dice el señor, ¿queros que te la saque la venda de los ojos o no?
Porque si vos queréis seguir así dice el señor si vos queréis seguir engañándote por los deseos que hay en tu corazón yo te dejo, porque vos tenéis tu decisión tu libre albedrío; pero hijita me dice el señor cuando una oveja se me descarría yo la traigo con el callado y ahora lo veo a Jesús que ha intercedido por vos, pero vos igualmente te ibas corriendo como una cabrita.
El padre ya hubiera ejecutado juicio sobre tu vida, pero el señor Jesús tuvo misericordia de vos y te traía de nuevo con el callado, con amor. Jesucristo dice yo tu abogado dice el señor tu amigo fiel pero igualmente me traicionabas.
Veo una balanza. Dice el señor la fornicación es uno de los pecados más pesados dice Dios, la balanza cuando alguien formica no sólo se inclina hacia un lado, sino que toca el piso y si fuera posible pasaría más abajo del piso
Dice el señor; pero vos te dejaste engañar porque este hombre te halaga, pero el que te alaba es un demonio que te está alabando adentro de él y lo estás escuchando y yo veo a ese hombre y dentro veo un espíritu que te habla y que te dice cosas lindas que vos queréis escuchar las cosas que deseaba hacerte la está diciendo es el demonio que te lo está diciendo lo que vos queréis escuchar porque él ve en tu corazón lo que vos deseas.
Ahora veo a Jesucristo de un lado y a ese hombre del otro lado los dos parados enfrente tuyo a quien quieras más. Has llegado a pensar que yo valgo menos que él dice el señor Jesús, ¿qué valor le diste a la cruz? para mancharme así cada vez que te juntas con él, a mí me dan un latigazo en la cruz hija mía dice Jesús aún dolido, aún dolido por vos porque aún te ama y te quiere rescatar.
El señor Jesús me muestra su dolor y dice «cuánto más tengo que sangrar para ganar tu corazón, pensáis que no es suficiente cuando me crucifique en ese calvario, ¿pensáis que no me peso? para rescatarte a voz del precipicio donde estas metida hoy y te veo en un hoyo a oscuras.
El señor Jesús él mira desde arriba desde su trono y hay muchos de sus hijos que están fornicando me muestra el señor, muchos de mis hijos se están acostando con otro dice el señor y legítimamente se tocan y se besan y se unen y están totalmente expuestos.
No hay protección de ningún tipo para ellos, no hay ángeles de parte de Dios, no está el espíritu santo alrededor, no hay fuego, no hay murallas de fuego, no hay aceite de protección, no está la sangre de cristo desparramada en sus casas, no hay nada, solamente demonios y muerte dentro de las casas de esas habitaciones de fornicación y es más cada vez que fornican dice el señor dejan manchada la cama, contaminada las sábanas dice el señor con mancha de pecado dice el señor que difícilmente se puede sacar.
Hasta cuando voy a tener que soportar estas cosas dice el señor, tengo al padre contenido dice el señor Jesucristo, le vengo rogando por mis hijos que me dé más tiempo para rescatarlos de la perdición.
Veo el infierno, en el infierno veo a los que fornican, estos demonios le llevan hasta el infierno para burlarse de ustedes, escupirles y torturar su alma de mil maneras, estos demonios les llevan prisioneros y los demonios le preguntan en el infierno: «¿te gusta te gusta te hace gozar?»
Dice el señor a los fornicadores con mil torturas rompen sus genitales, rompen todo dentro mil veces porque el alma nunca muere. Otra vez dice el señor les meten cadenas con púas alrededor de los miembros íntimos, les mete una lanza larga por la vagina o por el pene una vez que la lanza entró se la hacen girar para hacerle doler más todavía y en la punta de la lanza tiene más puntas tiene cosas puntiagudas.
Cuantas veces los llamé al arrepentimiento, cuantas veces lo llamé a que se laven dice el señor Jesús yo, porque si fuera por el padre ya hubiera destruido la tierra con fuego dice Jesús; pero soy yo dice el señor el que lloró por ustedes soy yo dice el señor el que derramo mis lágrimas cuando los veo fornicar.
Me muestra el señor Jesús que él está parado al lado de la cama cuando un cristiano está fornicando para anotar lo que hacen dice el señor, para testificar que yo estuve ahí, es el señor viendo lo que hacían y mis ángeles anotaban dice el señor cada detalle de lo que pasaba en esa cama dice Jesús.
El pacto entre nosotros está roto dice el señor; el pacto de bodas entre nosotros está roto dice el señor con la esposa infiel dice el señor.
Condenación escucho la palabra condenación al infierno y los veo cayendo al infierno, ya estás en el infierno mientras estás en el pecado tu espíritu ya está en el infierno mientras vos estás acá por eso sentís la ausencia del señor por eso sentís que no tenéis ganas de hablar con él porque nadie habla con él desde el infierno dice el señor.
Que vas a hacer con ese peso dice el señor qué vas a hacer con ese pecado dice el señor que llevó a tu balanza a inclinarse tanto dice el señor no a tu favor sino para tu juicio.
Escucho la palabra corintios dice el señor vos lo sabías, que era fuego que arde, pero miraste la biblia hiciste esto miraste la biblia y le diste vuelta a la cara, me muestra el señor vos sabías cómo eran las reglas dice el señor, pero diste vuelta a la cara. Miraste otra realidad, no miraste a la biblia miraste al costado y quisiste ver otra realidad dice el señor y ahí la tenéis dice el señor.
Veo a satanás que orquestó todo un plan con muchos espíritus, muchos demonios que en el espíritu estaban organizando cosas para que caigas en esa trampa y te hicieron un mundo de ilusión, escucho la palabra ilusión dice el señor querías una ilusión; miraste la palabra y la entendiste dice el señor, pero no la aceptas, te diste vuelta a la cara quisiste otra realidad y él te armó esa ilusión.
Dice el señor y te la sirvió en bandeja como si fuera un pavo dorado que se come en una ocasión especial cuando uno está en celebración, cuando uno está festejando algo y adentro habitaba la muerte, adentro no estaba mi vida dice el señor.
Todo eso que comiste dice el señor que creíste que era algo dice el señor que tenía vida, pero en realidad estaba lleno de muerte, escupir todos acá toda esa contaminación dice el señor.
Te dice el señor porque te ensuciaste por dentro y te veo comiendo metafóricamente pedazos de ese pavo que estaba servido en una bandeja de plata, te lo dio en un pavo doradito así hermoso te lo dio servido el enemigo, pero no sabías que adentro estaba el espíritu de la muerte y cuando lo comiste pedazo a pedazo dice el señor te contaminaste y ahora eso está dentro de tu cuerpo dice el señor.
Escucho la palabra maldición, maldición de fornicación, maldición de desobediencia escucho yo soy un Dios justo me vuelve a repetir el señor (vuelvo a ver el martillo) que no hace acepción de personas dice Dios y te ganaste maldiciones, dejaste correr los instintos como un caballo salvaje y me muestra que adentro tuyo era como un caballo salvaje que corría desenfrenado y que nadie podía frenar.
Así eran los impulsos carnales dice el señor, frena dice el señor y me muestra como cuando uno frena el caballo desde las riendas, frena dice el señor, yo no soy el que tiene las riendas, eres tú la que poseéis las riendas del caballo para frenar; no me pidas a mí.
Dios me muestra que vos le pedís a el que frene ese caballo, las riendas la tenéis voz; yo no quiero que me pidas nada hasta que no frene ese caballo. El señor me sigue hablando y me muestra que muchos que hoy están en fornicación dentro de la iglesia se van a ir al infierno, veo muchas personas en fornicación, veo el mapa del mundo y veo que hay muchas personas fornicando al mismo tiempo que van a la iglesia y dice el señor se van para abajo se van al fuego eterno dice el señor que nunca termina
Veo lava, la lava los va a quemar dice el señor y la piel se va a consumir millones de millones de veces dice el señor, millones de veces escucho que dice el señor se vuelve a quemar la piel dice el señor y caen pelados al infierno a esa lava no tienen pelo dice el señor desnudos y pelados caen dice el señor.
El señor dice los gusanos entran por la boca y salen por el ano dice el señor, entra en público por la boca y salen por la vagina, entran por la boca y salen por las orejas, dice el señor por causa de la fornicación
No sólo utilizaron sus órganos sexuales dice el señor para fornicar sino que utilizaron sus bocas y cada orificio dice el señor que el cuerpo tiene cada posibilidad dice el señor la utilizaron cada posibilidad perversa de ofender me dice Jesús la utilizaron, por eso los gusanos dice el señor van a entrar ya volver a salir a entrar y a volver a salir porque esa es la contaminación que pasa en el cuerpo cuando alguien formica;
Los gusanos espirituales entran dice el señor y empiezan a carcomer el cuerpo, el alma y el espíritu y muchos de ellos que están fornicando son gente que me alaba; muchos de ellos que fornican sino la mayoría son gente que dice que me alaba, gente que canta para mí.
Después van y con esa misma boca que dicen cantar para mí van y hacen cosas inmundas con la misma boca que quieren hablarme y pedirme perdón dice el señor cuando están en un círculo vicioso que nunca en realidad se arrepienten de verdad y salen del pecado.
Con esa misma boca que cargada de inmundicia escucho que dice el señor después van y me hablan con sus bocas sucias llenas de gusanos espirituales, van y quieren cantar me dice el señor y veo que arriba en los cielos están cerrados el canto no me llega dice el señor rebota, el cielo está cerrado cuando cantan en fornicación, el canto llega a como a una bóveda y el cielo está cerrado para ellos dice Dios.
Su canto rebota y cae al infierno directamente dice el señor, las oraciones no me llegan ni siquiera, están mis ángeles al lado anotando lo que dicen, no hay nadie que los esté escuchando cuando están en fornicación permanente dice el señor porque a mí no me llega la alabanza sucia dice el señor.
Es como si fueran perros que ladran dice el señor cuando cantan y dicen que me alaban y que me adoran y el corazón está lleno de pecado; Arrepiéntanse dice Dios, arrepiéntanse dice el señor, porque yo tengo mi martillo ajustado, yo tengo mis leyes dice el señor que están vigentes dice el señor y quien puede quebrantarlas sin que yo esté al tanto.
Otra vez veo la balanza; sácame esa piedra de ahí, dice Dios, una piedra que tira la balanza muy abajo y dice el señor sácame esa piedra. Veo que el señor te rechaza, te rechaza no quiere escucharte hasta que no saques esa piedra de ahí, dice el señor no vengas a hablarme, no te presentes a mi presencia santísima.
Dice el señor a veces ni los santos se atreven a acercarse a mí no estando seguros de que están limpios y en permanente alabanza dice Dios; cuánto más, dice el señor no se van a acercar los que están en fornicación así que dice Dios te mantengo lejos de mi presencia hasta que me saques esa piedra de la balanza.
Veo a Jesucristo inclusive arrodillado en frente del padre pidiéndole por vos para que te tenga paciencia y te espere y te perdone. Inclusive eso le molesta a Dios padre porque es mi hijo dice el señor el que está pidiendo por vos solamente porque es mi hijo dice el señor que está intercediendo a tu favor dice el señor no se ha levantado del trono a juzgar; aún permanece sentado Dios padre solamente porque Jesús está de rodillas delante de él llorando por su iglesia.
Dice el señor esto hay que borrarlo y veo un papel y en el veo el pecado escrito, en el papel porque los ángeles anotan todo y dice el señor esto hay que borrarlo dice el señor este pecado tiene que ser borrado del papel dice el señor para que yo no borre tu nombre del libro de la vida; es urgente y escucho la palabra urgente escucho la palabra alerta escucho la palabra al rojo vivo veo el infierno.
El señor dice que te quiere ver en el piso humillada llorando de verdad de todo corazón con quebranto, con cilicio y con llanto y con súplica dice el señor para que me saques la piedra de la balanza. Arrepiéntete iglesia, arrepentíos, volved a la senda. He aquí que yo he hablado dice el señor