Amada hija, Yo soy tu Padre eterno. Nunca te abandono ni te dejo a la intemperie para que te lleve la corriente de la tempestad. Yo te estoy preparando para el futuro en mí. Yo mismo te estoy formando para que no estés contaminada por la suciedad que existe en mis templos. No te preocupes. Solo haz lo que te pido y ámame con amor entrañable, así como Yo te amo, tu Creador y Redentor.
Hija mía, vienen tiempos difíciles. La iglesia tiene que estar lista para lo que viene. Te estoy hablando de guerras, de planes, de armas, de grupos de poder. Te estoy hablando de traición. Hay una serpiente que se está moviendo, tramando un ataque mortal en el momento justo. No lo dudes, porque así será. Yo mando espíritu de guerra a la tierra, Yo mando hambre, pestilencia y enfermedades, porque nada bueno viene en estos últimos tiempos para los hombres que me insultan; solo viene justicia. Hija mía, no te preocupes, solo comparte lo que te hablo para que otros puedan disfrutar de mi voz. No te duermas ni desmayes. Yo estoy contigo para defenderte como poderoso guerrero.
Ahora bien, dile a mi gente que vienen conflictos bélicos, que Yo estoy moviendo mi mano sobre las naciones para agitarlas y convocar sus ejércitos unos contra otros. Hija mía, sé partícipe de una pieza del rompecabezas del futuro y mira lo que acontecerá en el mundo. Nación se levantará contra nación. China será fuertemente utilizada por mí para llevar a cabo mi plan de destrucción de las naciones que no tienen vergüenza de andar desnudas enfrente de mis ojos. Japón será atacado, Francia será invadida, Argentina será sacudida, México inundado. Los Estados Unidos de América serán quebrantados. Alemania será como cuchillo que se clava en el estómago de los islámicos. No te prendas en estas noticias con entusiasmo, pues a mí no me agrada que esto tenga que suceder, pero el hombre ha llegado a su propio punto de autodestrucción.
El que permanece en mí, ese no tiene miedo ni duda de mi justicia. ¿Quién eres tú? ¿Eres de los que entienden cómo funciona mi reino? ¿O eres de los que se afanan por decirme «injusto»? Yo estoy llamando a un pueblo escogido a que escuche mi voz, pues vuelvo a repetir que nación se levantará contra nación, y voy a agitar las aguas de los pueblos sedientos de justicia para que levanten la espada y el martillo contra sus enemigos.
[Mateo 24:6-8, RVR1960] Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.
Esto será así porque todo tiene que manifestarse. Todo saldrá a la luz y los magnates finalmente mostrarán sus caras. Cada uno se levantará contra su blanco y utilizarán los recursos que les he dado a través de la ciencia y de la disciplina. Ciertamente viene guerra.
Irán e Israel pelearán encarnizadamente, pero la guerra no prevalecerá; será cortada antes de tiempo. Yo seré el que proteja a mi pueblo descarriado. Irán no prosperará, sino que tendrá su merecido por haberse confabulado contra mi nombre. Irán, hija de Elam, tú serás atacada con armas estratégicas cuando te levantes contra mí, porque tu odio a mi nombre se manifiesta ante el mundo. Todos saben que no me aprecias, mi querida. Yo vendré sobre tu casa a ponerte de rodillas ante mí, y muchos de los tuyos vendrán a mi trono a reconciliarse conmigo. Muchos de entre tu pueblo se darán vuelta y en plena guerra se entregarán a mí y reconocerán el sacrificio de la cruz.
No titubees en hacer lo que tienes que hacer, pues Yo ya tengo preparado el próximo movimiento en el ajedrez. Levántate y trata de tocarme, que ya verás cómo contesto tu injusticia. Pobre sierva descarriada, corriste por el desierto, huiste de mí cuando Yo aún te llamaba y te decía que era tu Padre. Ni aún así me creíste, mi niña, sino que quisiste hacer lo tuyo y huir como una sierva que corre desaforada para escaparse de mí. Pero ahora viene tu hora, hora de que alguien te ponga un freno, hora de demostrarte quién soy a través de la niña de mis ojos. Vuélvete a mí y Yo voy a sanar tus heridas, y ya no serás huérfana, sino que tendrás un Redentor que te busca y te observa.
Mañana sucederá esto, en el tiempo estipulado. El reloj corre y corre, y cada paso de mi plan se va cumpliendo, sin quedar nada afuera. Oh Irán, ¿por qué te fuiste de mis arroyos de agua dulce donde bebías de mi ternura? Ahora mira lo que ha sido de ti sin mi paciencia, porque piensas que en tus armas está tu fuerza. Qué ignorancia la tuya de pensar que tienes más poder que Yo, que tu Creador. Por lo tanto, cuando te levantes contra mi nombre, voy a recordarte quién soy, y retrocederás como un perro que quiso morder pero después se arrepintió y se fue llorando apabullado. Así será, porque así lo he pensado Yo, la mente perfecta.
Muchas naciones van a levantarse y van a abrir sus depósitos de armas que han tenido guardadas mucho tiempo, tratando de vencer. Pero las victorias las daré Yo, para que se cumpla lo que está escrito sobre estos tiempos. Tú no temas y afiánzate en mí, y Yo te protegeré con mi mano redentora. Tan solo límpiate y pídeme que te lave de tus inmundicias, y verás cómo renuevo tu casa y tu vida espiritual en mí, porque Jehová de los ejércitos no vacila en cuidar de los suyos: de los justos y limpios.
Así que lávate las manos y luego ven a pedirme trabajo, y te daré una tarea que tienes que realizar para mí, y te convertirás en un obrero más de mi reino. Pero no dudes, porque la incredulidad me exaspera. Así que, mi gente, prepárense para todo lo que ha de venir, porque el mundo se agitará como se zarandea el trigo para separarlo de la cizaña. Y ahí, los míos tendrán que levantar su bandera en mí, y los blancos resplandecerán más que el sol de la mañana del nuevo día. Y Yo los estaré observando desde mi trono para que no estén solos, para que sepan que no me olvido de mis puros.
Todo el que tenga hambre de justicia, póstrese ante mí, y Yo le mostraré un nuevo mundo que antes no conocían, y les anunciaré las cosas que están por venir, y les daré una piedra preciosa para que trabajen para mí. Ciertamente digo esto para que los míos sepan que Yo soy Rey sobre todo lo que existe y que nada se me escapa de las manos ni de mi consciencia, y que todo ya está escrito desde antes de la fundación del mundo, porque en mi consciencia no hay tiempo.
Yo creé el tiempo para ustedes, para redimirlos, pero Yo manejo hasta el tiempo, y los tiempos son míos. Y Yo sé bien cuándo me conviene revelarlos y cuándo no, para que mis hijos confíen en mí y sepan que Yo estoy al mando y en control. Ciertamente soy un Rey revividor. Soy el que resucita las almas que están perdidas en este sueño engañoso donde el diablo se glorifica. Pero éste también es mi hijo y no hace nada sin consultarme a mí.
[Job 1:6, RVR1960] Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
Por lo tanto, hijos míos, no teman, y afiáncense en mí. Tómense fuerte de mi mano gloriosa y caminemos juntos por este sendero de revueltas que se avecina al mundo y a sus habitantes.
En el nombre de Jesús, amén.