Estando en oración de intercesión el 9 de marzo, el Señor me mostró en visiones un océano. Las aguas del océano se abrían y vi gente pasando en medio de las aguas, como Moisés cruzó el Mar Rojo, y llevando banderas que representaban a Dios en diferentes países.
Vi hombres, mujeres y niños, y Dios me hizo entender que ellos representaban a los que serán fieles a Dios aun en medio de los desastres que vienen sobre la tierra, y que no caerán en los engaños del diablo en los últimos tiempos, como el ecumenismo. Ellos no solo permanecían fieles, sino que, aun en medio de la persecución, seguían predicando y defendiendo las leyes de Dios en medio de tanta perversión.
Vi cómo toda esta gente marchaba sobre tierra seca mientras el océano se abría delante de ellos, y avanzaban llevando la bandera de Dios. Ellos lo representaban, y era una multitud enorme.
El Señor me hizo saber que muchos de ellos iban a morir por defender las leyes de Dios, y que cuando esto suceda, irán directo al cielo y Dios Padre mismo los va a felicitar por haber luchado en su nombre hasta el final.
Luego vi cómo Dios sacó a un niño de en medio de esta marcha, lo llevó a su trono, le colocó vestiduras especiales y le dijo: «Ahora ve y predica a la gente». Entendí que Dios levantará niños predicadores, profetas, sanadores, etc., niños que Él mismo llamará y dotará para esta labor para su reino.
Después vi a varios niños en las calles predicando, profetizando, sanando y echando fuera demonios, y el Señor me hizo saber que vendrán niños con una unción especial. Vi niños que eran extremadamente valientes, que no sentían miedo y se entregaban hasta la muerte por el Señor. Aunque algunos eran matados mientras predicaban, no dejaban de predicar.
El Señor me mostró que esto sucederá en tiempos muy difíciles para la iglesia, en tiempos de mucha persecución, y que será el fruto de las oraciones de mujeres que oran incesantemente por sus hijos y los entregan a Él.
Dios me reveló que hay muchas mujeres que anhelan tener hijos exclusivamente para que le sirvan, y muchas de ellas sufrirán, porque entregar a sus niños a Dios involucrará sufrimiento, incluso hasta verlos morir como mártires.
El Señor me mostraba que estos niños «súper ungidos» tocarán a otros niños. Tenían una unción muy grande en sus manos, y al tocar a las personas, hacían milagros y sanaciones. El Señor me explicó que esto será así porque estos niños tendrán un corazón totalmente dispuesto, entregado y lleno de amor por el Señor. Los vi en llamas de amor por Dios. No tenían dudas ni ningún atisbo de incredulidad.
También vi niños varones con una unción especial para aprender y enseñar la Biblia, y con una memoria prodigiosa para recordar lo que dice la Biblia, que la conocerán como la palma de su mano.
Luego vi muchas niñas bailando proféticamente, de todo corazón y con un tremendo don para la danza. Sabían por instinto cómo alabar a Dios de una manera que a Él le agradaba y no sentían vergüenza.
El Señor me hizo saber que esto ya comenzó a suceder, pero irá en aumento, y Él usará para su gloria a niños cada vez más pequeños.
El Señor me dijo que el diablo también está buscando usar a niños cada vez más pequeños para que trabajen para él y los está preparando.
Vi que estos niños que Dios llamaba eran especiales, muy ungidos y poderosos, y tenían una relación extremadamente cercana e íntima con el Señor Jesucristo. El Señor me dijo que ellos entregarán sus vidas a Él para servirlo al 100%. No serán tibios en nada de lo que hagan.
Vi que estos niños iban a los hospitales por propia iniciativa a orar por los enfermos. Predicaban a los enfermos y los sanaban por imposición de manos. Las enfermeras y los médicos querían echarlos de los hospitales, pero ellos les decían que querían quedarse a orar por los enfermos, porque estaban trabajando para Dios.
También los vi orando por bebés. El Señor me mostró el poder que tendrá la oración de estos niños y me dijo que, cuando oren, tendrán autoridad para romper, destruir, quebrantar y derribar todo lo que es del diablo, y sabrán cómo reemplazar esas cosas por lo que viene de Dios. Tendrán autoridad para construir y sabrán cómo crear algo nuevo en el Señor.
El Señor me explicó que esto será por causa de la inocencia y la limpieza de corazón que tendrán.
Las visiones seguían y el Señor me mostró a un niño de unos 8 años que estaba con una persona en la calle, y al observarla un instante, ya sabía qué tipo de espíritus había en ella. Al mirar a una persona, este niño podía discernir lo que había en su interior.
Entonces entendí que Dios les dará un poderoso don de discernimiento de espíritus. Estos niños no podrían ser engañados fácilmente, porque disciernen la intención del corazón de las personas.
Después vi que Dios hablaba abundantemente a estos niños ungidos. Ellos tenían sueños y visiones, podían escuchar la voz de Dios, y a muchos de ellos se les daba un manto profético en el espíritu.
También vi grupos de niños en las iglesias. Eran grupos independientes que no necesitaban la dirección de un adulto, sino que estaban guiados por el Espíritu Santo. Estos grupos hacían intercesión como si fueran adultos. Por la falta de movimiento y acción de los adultos, ellos tomaban la iniciativa para hacer lo que Dios los llamaba a hacer y lo hacían muy bien; estaban muy enfocados.
El Señor me mostró a un niño cristiano conversando con un niño católico devoto que había sido instruido en la nueva reforma que el Papa decretará y enseñado a aceptar estas nuevas reglas sobre el casamiento gay y el recasamiento. El niño cristiano le predicaba al niño católico, hablando con madurez espiritual y explicándole por qué estas cosas estaban mal.
También vi a niños cristianos predicando a niños musulmanes y de otras religiones.
El Señor me remarcó que Él quiere que las madres sepan que escucha las oraciones de las mujeres que pasan día y noche tiradas en el piso, orando, llorando y clamando a Dios por sus hijos, y que a causa de sus oraciones, esto se hará así.
Finalmente, el Señor me dijo que nosotros, la iglesia, debemos interceder por los niños y pedirle que levante más niños de este tipo dentro del cuerpo de Cristo.
[1 Samuel 1:11] E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
[1 Samuel 1:27-28] Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.
[Marcos 10:13-16] Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.