A partir del 3 de abril, el Señor empezó a mostrarme en palabras y visiones un ataque sorpresa que viene a Estados Unidos. Esto me sorprendió mucho y me conmovió, y en estos días le pedí al Señor que me dé confirmación y que me hable más sobre el asunto.
Visiones recibidas el 6 de abril
Mientras oraba en intercesión con otra hermana, vi en visión al presidente de Rusia tendido en su cama, meditando, y un demonio le hablaba al oído, dándole la idea de atacar a Estados Unidos.
Esta idea quedó implantada en él y empezó a crecer, y él empezaba a pensar: «¿Cómo puedo llevar a cabo esta idea, este plan?», y luego a contactarse con otras personas —políticos, científicos, expertos en tecnología— para poner el plan en marcha.
En un lugar que parecía un laboratorio de armas, vi una nueva arma en desarrollo, algo que parecía un misil de ataque. Este hombre gastaba millones y millones para crear ese misil.
Después, el Señor me mostró el mapa de la tierra y vi que el objetivo de este nuevo tipo de misiles era Estados Unidos. El Señor me hizo saber que el presidente de Rusia es sumamente inteligente y sagaz, y que este ataque será sorpresivo, sin previo aviso. Vi que la gente en Estados Unidos se sentía aterrorizada y confundida por esta invasión sorpresa.
El Señor me mostró al presidente de Rusia en una reunión con su gente, y lo vi estudiando el mapa de Estados Unidos, hablando con sus compañeros y marcando los lugares estratégicos para enviar los misiles. Vi cómo buscaban los puntos débiles para atacarlos.
Después, cuando ocurrió el ataque, vi que el presidente de Estados Unidos quedó muy sorprendido y sobresaltado; no sabía de dónde había venido el bombardeo, así que ordenó investigar quién era el culpable. Al principio pensaban que quizás había sido Corea del Norte, y el presidente mandó un ataque a ese país.
En medio de todo, la confusión reinaba en Estados Unidos. Vi a la gente desorientada, y el Señor me mostró que este país había sido herido profundamente en su orgullo por no haber podido frenar el ataque ni saber de dónde provenía. Pero, cuando el presidente finalmente descubrió quién había atacado, escribió una declaración de guerra oficial contra Rusia.
Vi cómo salían misiles desde Estados Unidos, no solo hacia Rusia, sino también hacia China, porque vi que China estaba dispuesta a unirse a Rusia para atacar a Estados Unidos con gusto. Después, el presidente de China también escribió una declaración de guerra contra Estados Unidos y la notificó a Rusia.
Mientras veía esas visiones, el Señor me hizo saber que esto será así porque es parte de su plan para humillar a Estados Unidos por haberse enaltecido entre las naciones y hacer que todo el mundo lo adore como si fuera un dios. El Señor me decía que este país va a sufrir mucho, que el ataque será muy fuerte y que forma parte de los juicios que Él manda a esta nación.
Vi a muchos civiles morir en Estados Unidos a causa de este acontecimiento, y el Señor me mostraba que este país no va a ser capaz de responder con ligereza y con agilidad ante esta situación. Este evento va a hacerlo tambalear y no estará firme y fuerte como solía, sino que quedará expuesto su lado frágil. Así será fuertemente humillado ante las naciones.
Palabra profética recibida el 3 de abril
Aquí estoy Yo, tu Señor, hablándote de nuevo. No te quedes dormida. Actúa en mí. Haz lo que te pido, mi sierva. Desarrolla tus capacidades. Despliega los dones que te di. Escribe y medita en los escritos. Lanza los mensajes. No te distraigas ni quieras ir por un camino por donde no te he mandado. Camina a mi lado. Déjate llevar por mi Espíritu. Sé un canal de transmisión entre el cielo y la tierra. Sé un nexo entre lo espiritual y lo material.
Vienen tiempos donde ya no hablaré a la humanidad de la forma en que lo hago ahora, sino que nos veremos cara a cara y la comunicación será perfecta.
Dale de comer a mis ovejas. No las dejes sin alimento espiritual. Transmite lo que Yo tengo para decir. Sé mi boca, mi trompeta. Abre tu boca de par en par y grita a los cuatro vientos lo que tengo para decir. Mis palabras son perfectas.
Ahora bien, estamos en los tiempos finales. Nada se me escapa. Sé guía de los ciegos y de los sordos. Alimenta su esperanza. Alinéate conmigo, no te descarríes. Sé luz en la oscuridad, sé voz en el silencio.
Yo te estoy hablando. Yo te estoy revelando. Yo te doy visiones para que veas lo que ha de venir y alertes a mi pueblo escogido. No guardes los mensajes en el cajón, sino dispáralos a los cuatro vientos. Propágalos, dispérsalos, multiplícalos, reprodúcelos, almacénalos y presérvalos.
Yo estoy hablando, mi amiga. Ten confianza en mí. No te dejes llevar por las propuestas del mundo. Afiánzate en mí. Ridiculiza a los falsos profetas que hablan mentiras en mi nombre, diciendo que viene paz cuando en realidad viene espada a la tierra, porque viene una guerra: guerra de sedición, guerra de separación, guerra de división.
El puño ya está cerrado y golpearé a las naciones para que se agiten y se levanten las aguas. Esto será así porque así tiene que ser.
Viene una guerra y se levantarán las armas. Atacarán sin aviso a la gran águila y no darán tregua de paz. Durante la madrugada, mientras Estados Unidos duerme, será traicionado con espada que mata y hiere, y sus habitantes sufrirán la traición.
Una guerra viene. Ya se acerca, porque Yo ya he dicho que la espada viene sobre los habitantes de la tierra, y muchos morirán en este país idólatra y seductor de las naciones débiles.
Tú no temas, Noelia. Confía en mí. Soy Yo el que te está hablando. Soy Yo el que estoy comunicándome y diciéndote lo que va a acontecer.
Estados Unidos de América será herido bajo traición. Una de sus alas será herida, y esto le dolerá grandemente en su orgullo. Pero dejaré que esto acontezca por haberse enaltecido entre las naciones, haciéndose pasar por un dios.
Yo abriré las puertas para que esto se le pase, porque así sabrán que solo Yo soy Dios, y que como Yo no hay nadie igual, y así esta nación sabrá que nada puede hacer lejos de mí. Yo permitiré que este ataque sorpresa suceda para que Estados Unidos sepa que no hay otro escudo como Yo, el Dios protector, y que sin mí están perdidos.
Levántate ahora, hija mía, y grita a las naciones lo que tengo para decir, porque viene estruendo a este continente (América del Norte) y los ciudadanos de Estados Unidos sentirán la tierra temblar bajo sus pies por la caída de los objetos bélicos que se están preparando para tal fin. Esas bombas estremecerán la tierra de Estados Unidos, haciendo sonar las alarmas para que el pueblo se levante de su sueño nocturno.
Así lo permitiré. Dejaré que el susto y la desesperación corran por esta nación por haberse enseñoreado de mi gente, por haber oprimido a las naciones con su poder, con el poder que Yo le di.
Tú que estás leyendo este mensaje, deja ahora que Yo trabaje en ti y prepárate para lo que viene si te encuentras en ese territorio, porque Yo voy a usar a un líder que tiene influencia y autocontrol para invadir los Estados Unidos de América con dolor y con destrucción repentina. A este líder lo he colocado Yo para que sea mi instrumento de destrucción.
Voy a mandar una bomba al continente americano y voy a hacer temblar la tierra por el impacto que esta provocará. No será interceptada ni dilucidada su venida. Será repentina y sorprendente.
Así lo haré por creerse más inteligentes que Yo, por creerse superiores a todas las otras naciones, sin tener en cuenta que la ciencia no es nada sin mí, que sin mi Espíritu están desprotegidos y desamparados, como un solitario en el desierto que no tiene dónde posar su cabeza para resguardarse del viento, del sol y de la arena.
Así será, porque mi mano ya lo aprobó. Pronto atacarán a esta nación sin aviso previo, y la traición herirá un ala de este gran pájaro, recordándole así su vulnerabilidad e imperfección.
Ya casi está listo este plan macabro de destrucción en la nación que tengo predestinada para tal fin: nación grande y poderosa que mueve las aguas y agita las fronteras, nación que crece en poderío y en conocimiento.
Yo voy a permitir que este hombre que se hace llamar «lobo» traicione al águila, para recordarle que se ha equivocado y no ha pedido mi ayuda en nada, sino que ha confiado en ídolos, en estatuas de cemento y de Asera, y se ha olvidado de mí como su Padre y Redentor. Por eso esto vendrá.
Gran arma usaré en su contra, un arma de destrucción y de angustia de las gentes, que correrán desesperadas, sin saber qué hacer para esconderse de esta fatalidad. No lo haré esperar y no me avergonzaré de haber permitido que esto acontezca, porque ellos no se avergonzaron de su desobediencia a mí. Ellos no se avergonzaron de su decisión de apartarse de mí en pos de la idolatría. Ellos no dudaron en hacer caer a muchos con puño fuerte y cerrado; más bien lo disfrutaron. Disfrutaron desplegar su armamento en mis narices para atacar a los débiles que no podían hacerles frente.
Así que Yo también les pagaré con tecnología desconocida, para sorprender sus habilidades y hacerles entender que no lo saben todo, sino que Yo doy el conocimiento a quien Yo quiero.
Falta poco para este acontecimiento. Por lo cual, si aún no estás afianzado en mí, te pido que vengas y te tomes de mi mano misericordiosa antes de que la destrucción ocupe tu casa y te acuerdes de que te lo advertí una y otra vez.
Sé prudente y recuerda los caminos antiguos, cuando caminabas conmigo sin soltarte de mi mano, y vuelve a revivir esos momentos en mí, donde te sentías protegido por la mano de tu Padre celestial y divino, aquel que no tiene imperfección, aquel que sabe lo que va a acontecer, aquel que te avisa antes del tiempo señalado para que ocurran estas cosas.
Hoy vengo a decirte lo que viene a este territorio de idolatría y fornicación espiritual, para que prepares tu casa en mí. Hoy vengo a adelantarte un poco de historia, para que veas que todo está en mí y que no hay nada que se me escape, y así puedas conocer mi omnisciencia.
Ríndete a mí, y Yo te colocaré una calabacera cuando la destrucción venga, y estarás protegido por mi mano poderosa, la cual nadie puede siquiera tocar. Relájate en mí, y Yo te guiaré a donde tienes que ir, para que todo lo que viene no te toque o para que seas capaz de sobrellevarlo en victoria.
Te estoy llamando al arrepentimiento antes de que este acontecimiento te alcance. Ven pronto a mí y verás que en mí no hay lugar para el miedo o la deserción. Alístate en mi armada de hombres valientes que no abandonan la batalla por ninguna razón, y Yo te rodearé de ejércitos de ángeles guardianes que lucharán por ti.
Hijo mío, dame tu mano y enciende tu corazón por mí, y Yo rodearé tu casa de fuego consumidor que herirá cualquier enemistad que quiera ingresar. Apártate de la injusticia y Yo vengaré cualquier cosa que te hagan. Clama a mí en tus días de sufrimiento, y Yo secaré las lágrimas de tus mejillas y te daré un nuevo corazón, que estará listo para entregarse a mí sin reservas ni omisión.
Palabra profética recibida el 5 de abril
Esto es así como lo estoy diciendo: Traigo destrucción al continente americano y lo voy a bajar del pedestal donde se había sentado, y le voy a quitar el cetro con el que regía a las naciones, y le voy a bajar el mentón que había levantado, y le voy a bajar los ojos altivos hasta el piso, y recordará que nadie es grande si Yo no lo he engrandecido. Y me verán mover mi mano sobre las naciones, agitando todas las cosas y sirviendo de guía a los ciegos mientras todo esto acontece.
Prepara tu casa y ponte a cuentas conmigo, con tu Salvador. Ya no tardes y ven a mi casa a comer conmigo. Bebe de mis aguas de descanso y te daré reposo en medio de la tempestad que se avecina, porque ciertamente viene guerra y destrucción repentina. Ciertamente levantaré a unas gentes contra las otras. Ciertamente heriré de lleno a esta nación que no se avergüenza de avergonzarme a mí, al perfecto Creador.
La haré desmayar y doblegaré sus rodillas hasta llegar al piso, en el lodo donde se revuelcan los cerdos. Hasta ese punto vengaré la sangre de los inocentes que perdieron la vida por causa de esta nación impía que se enalteció hasta lo alto, y destruiré la imagen que crearon de ellos mismos entre las naciones, haciéndose un ídolo y requiriendo que otras naciones los adoren.
Del norte vendrá la calamidad a esta tierra de idolatría y de inmundicia, y con mano fuerte permitiré que este magnate de carácter frío pero fuerte toque sus puntos débiles y los apriete hasta que Estados Unidos sangre y no pueda detener ese sangrado. Así, este país estará asombrado al ver que sus debilidades han quedado expuestas ante el mundo y se preguntará: «¿Cómo fue posible que esto pase?»
Yo vengo a traer angustia a las gentes, que se lamentarán por la destrucción del territorio estadounidense. Todos serán humillados y perderán el honor que habían ganado entre las naciones que creyeron en su poderío. Los humillaré para que recuerden que una bandera no da la victoria, sino que Yo, a través de mi Espíritu, soy el que gana las disputas.
Estados Unidos, ¡arrepiéntete y lava tus inmundicias delante de mi altar y clama a mí con insistencia!, porque ciertamente esto vendrá sobre ti. Voy a bajarte del trono que tú mismo habías creado para ti mismo y te haré arrodillar ante todo el mundo y expondré tus iniquidades ante el pueblo, y serás llamado anatema entre las naciones.
Voy a aniquilar tu arrogancia y voy a estrangular tu orgullo, y la gente te dejará solo y abandonado. Te voy a dar una lección y vas a aprender que conmigo no se juega, que Yo soy el Dios mayor, el único que se exalta entre las naciones.
Laméntate y vístete de cilicio y clama con lloro, porque mando utensilios de desarme a tu tierra, y estos obrarán libremente, sin barreras. Estas armas de ataque repentino penetrarán clandestinamente tu territorio, destruyendo ciertos puntos estratégicos que harán flaquear y temblar tus piernas y te dejarán cojo e inválido.
No lo dudes, porque Yo voy a mover mi mano poderosa para tocarte donde más te duele, sin que estés preparado, haciendo que flaquees y te tambalees como una torre que está a punto de caer. Pero dejaré algo de ti. No te destruiré del todo, sino que llegarás hasta el punto donde pensarás que todo está perdido, y en ese punto te restauraré para que hagas mi obra.
Noelia, te estoy llamando a que hables. Sé mi boca. Grita lo que te dicto. Hónrame de corazón y apártate para mí. Yo estoy a punto de levantarme de mi trono para dar la orden de que este ataque se realice. Los tiempos ya están prestos y casi llega la hora de que esto acontezca.
Voy a mandar artillería a Estados Unidos y lo voy a romper, lo voy a quebrar, lo voy a debilitar. Seré renombrado entre las naciones por lo que voy a hacer, porque voy a humillar a esta nación ensoberbecida por su orgullo. La voy a dejar desnuda para que su vergüenza y su humillación sean tan grandes que todos estarán admirados, preguntándose: «¿Qué pasó con la reina? ¿Qué pasó con la grande?»
Palabra profética recibida el 11 de abril
Pronto viene destrucción a América. Yo traeré un ramillete de misiles a esa tierra y tocaré los puntos importantes y estratégicos de Estados Unidos. Ya falta poco. Y luego de este acontecimiento, el presidente de los Estados Unidos se preguntará: «¿Quién fue el que se atrevió a atacarnos de esta manera no prevista? ¿Quién se atrevió a levantarse contra nosotros?»
Pero Yo haré que busque y busque, como un perro que se busca la cola. Yo haré que venga confusión a esta nación y vergüenza entre las naciones, porque primeramente no sabrán quién fue, no tendrán claridad en la visión y no podrán ver quién fue, y se preguntarán: «¿Por qué? ¿Por qué?»
Pero así lo permitiré porque quiero que queden humillados. «¿Cómo puede ser que ataquen a Estados Unidos sin aviso?», todos dirán, menos los míos, los que me conocen y saben quién soy Yo y cómo hago las cosas.
Así será, porque así lo he planeado Yo, el estratega. Mi mano vendrá sobre esta nación de lengua fácil y suelta, que no piensa dos veces antes de abrir la boca. Yo enviaré ejército fuerte contra ellos. Rusia y China vendrán contra ella. Las dos potencias se unirán para destruir este suelo donde se ha derramado mucha sangre de bebés y de sacrificios humanos por brujería.
Nada quedará sin juzgar. Todo lo que han hecho vendrá a mi memoria y lavaré la sangre inocente derramada en esta tierra de autoidolatría. Mis ojos no están ciegos y han visto todo lo que acontece y lo que aconteció en esta nación, en esta prostituta que se vende por dinero.
Ustedes no teman, mis hijos fieles, porque Yo vengaré la sangre de sus familiares que cayeron en guerras. Yo vengaré todo pecado cometido. Yo vengaré toda usurpación de tierras que este país haya hecho.
Mi ira está contra ellos y vengo con mano dura a juzgar América, trayendo todo tipo de juicios sobre ella. Tú no temas; solo sigue mi guía y despiértate en el espíritu para que Yo pueda decirte lo que tienes que hacer.
Del norte viene la calamidad y la destrucción. Del este llamaré un viento desolador para que venga al continente americano a debilitarlo. Yo soy el que lo hace: Yo, el que no se olvida de los miles de almas que vuelven a mí por no poder nacer.
Yo juzgaré estos delitos y contaré gota por gota la sangre esparcida y la de los bebés que se ahogaron en su propia sangre adentro del vientre cuando los aniquilaban. Yo levantaré mi nombre en esta tierra y dejaré bien claro quién es el que manda.
Muchos sufrirán y perderán a sus familias. Muchos se acordarán de los pecados que cometieron en contra mía. Muchos desearán no haberse ensuciado las manos, pero Yo les traeré a la conciencia sus faltas, y así les recordaré que Yo soy Dios y que no he dejado de ver lo que pasa.
Noelia: A mí me era difícil creer lo que veía, y me costaba creer esta visión que me tomó por sorpresa. Por eso el Señor me dijo:
Escribe estas cosas y publícalas. No calles, porque esto está a punto de acontecer, y el mundo se asombrará y dirán que soy justo y que soy grande.
Vamos, mi querida. Levántate y sopla vientos de profecía en mi nombre. Yo te respaldaré. Yo quitaré tus dudas. Yo te llamaré desde otras naciones para que hables estas cosas. Sé mi bocina, mi voz que informa. No te calles ni desmayes.
Habla, porque todo ya está listo. Los misiles ya están a punto de lanzarse. No te tardes. Comparte mis mensajes para que mi pueblo no camine en la oscuridad, sino que tenga una linterna que alumbre lo que está por venir.
Vamos, mi sierva. Aliéntate y sigue y sigue. No te desmayes. Aún hay mucho por hablar y compartir. Déjame hablar a través de ti, porque cuando hablas se movilizan cosas y se transforman. Algunas cosas se mueren y otras resucitan. Otras despiertan, otras cambian, otras renacen, otras desaparecen.
Alumbra y no dejes de alumbrar, porque aquí estoy Yo contigo, mostrándote lo que ha de venir antes de que acontezca. Tienes un don que he puesto en ti, algo que te he regalado para que orientes a mi gente que está desorientada.
Afiánzate en mí y confía en que te voy a enseñar a usarlo. Mantente caritativa y distribuidora de las cosas buenas que se encuentran en ti, las cuales Yo he colocado para mi gloria. Sé buena consejera de acuerdo a lo que te muestro. No desfallezcas, pues esto recién empieza.
Sana, Noelia, sana. Yo quiero usarte para repartir bendiciones. Yo quiero hacerte repartidora de bienes espirituales. Yo quiero bendecirte, y a tu familia. Yo quiero amarte y complacerte, mi pequeña hija. Así que deja ya de mirar hacia afuera y concéntrate en mí y en mi trabajo para el reino. Amén.
Palabra profética recibida el 12 de abril
Hija mía, te has lavado tus vestiduras. Quítate cualquier manchita que pueda quedar escondida y ofrécete a mí limpia y santa. Yo te he llamado para que anuncies estas cosas que van a venir. Así que no temas, porque Yo estaré contigo, cuidando de mi hija amada.
Viene tribulación a América. No habrá paz, sino que traeré guerra a esta nación. Sus aguas serán atribuladas, y cuando piensen que se han calmado, las agitaré de nuevo, porque juzgaré todo lo que han hecho en contra de mis leyes y estatutos. No se han avergonzado de hacer las abominaciones que hacen, sino que han gozado y han llegado a ser los representantes de lo peor del mundo, aunque en la fachada parezca que brillan y que son inteligentes.
Yo destruiré su ligereza de ojos y aniquilaré el orgullo desmedido que tienen. Su bandera quedará rajada y solitaria en medio del desierto, porque todos abandonarán a esta ramera atrevida que se vendió de diversas maneras, prostituta cara que no titubea cuando le muestran un fajo de plata. Menesterosa vas a quedar debajo del árbol donde me engañabas, llevando a otras naciones a caminar el mismo camino que tú caminabas.
Así será tu destrucción y vergüenza: repentina como la mañana de un día soleado. Así quedarán tus edificios y tus rutas: quebradas como una hoja que se resquebraja. Así voy a dejarte por el desparpajo con que te vendías: desolada, desnuda y avergonzada. Teñiré tu semblante de rojez por la vergüenza de tu cara. Sentirás ganas de esconderte de mí, pero Yo pondré un espejo delante de tu imagen para que puedas contemplar lo que hiciste de ti misma.
Preciosa rosa del desierto que alguna vez se llenó de plata, ahora quedarás desamparada como niña huérfana y no tendrás a quién recurrir en tu desesperación, porque la misma mano dura que aplicaste con los menores que tú va a ser la que se vuelva en tu contra, y no tendrás a quién acudir en tu soledad y tribulación.
Así será, mis queridos, porque Yo me acuerdo de aquellos a los que se les ha hecho injusticia. Yo devuelvo con espada, con hambre y con pestilencia. Lo que el hombre sembrare, eso mismo cosechará, para que se acuerden de que soy justo, más que ningún hombre que camina sobre la tierra.
Voy a ligar ambas naciones, a Rusia y a China, grandes en potencia, en inteligencia y en poder, para traer esta destrucción repentina a América del Norte, y temblarán sus pies porque se verá en graves problemas.
¿Quién te ayudará ahora? Grita a tus ídolos para ver si te ayudan ante esta sorpresa que te he preparado.
China será bienvenida para participar de este juicio que traigo a los neoyorquinos, y abrirá fuego contra los desvalidos, haciendo que esta tierra tiemble y se le retuerza el estómago del miedo y de la bronca.
China será mi aliada en este plan de desprestigio. El presidente de este país levantará su mano y abrirá su boca porque está cansado de la injusticia y de ser reo de alguien que se cree ser todo en uno.
Yo doblegaré las rodillas del presidente de Estados Unidos, haciéndolo reconocer que sin mí no son nada.
Desprestigio viene a esta tierra de abundancia y de mercadeo activo. Yo humillaré sus cabezas y la cabeza de todo altivo que bendijo la tierra sin mi permiso, que quebrantó mis leyes de espera para la cosecha.
Así que vengo pronto a destruirte, América. Ya te tengo en la mira. Ya estás marcada en el mapa para destrucción y devastación. Vengo con mano fuerte a juzgarte, y junto contigo a todo aquel que me dejó en el olvido y se ocupó de dejar mi nombre bien bajo.
Varias naciones traigo contra ti, que voy a usar como instrumento de desarme. Como perros hambrientos, te herirán una pierna y romperán tus ropas, dejándote lastimada, despojada y andrajosa.
Viene a mí este príncipe de cara desinteresada (el presidente de Rusia) para preguntarme cómo quiero que él lo haga, y sin miedo va a ejecutar lo que he puesto en su corazón. No titubeará en concretar mis deseos. No dudará ni un momento.
Lo previsto se hará y no tardará. Solo faltan algunos detalles, pero el resto del plan ya está cocinado en la mesa de los magnates que odian a la nación arrogante de corazón inflado (Estados Unidos).
Solo queda esperar y confiar en que voy a cumplir mi palabra, porque esto ya está decretado y firmado por mi mano. Ya he enviado el edicto y finalizado mi mandato. Voy a agitar las aguas y las olas se levantarán, alzando los barcos de gente en Estados Unidos, y así recordarán mi nombre, pero ya será tarde.
Tú que escuchas, afiánzate en mí y ven a mí sin dudas, y Yo voy a levantar mi bandera en tu casa, bandera que reconocerán los ángeles ante el día malo. Sígueme a toda costa y sin descanso, y acuérdate de que Yo soy Dios, el que te hizo. Amén.
[Jeremías 50] Profecía sobre Babilonia
[Jeremías 51] Juicios de Jehová contra Babilonia
[Apocalipsis 18] La caída de Babilonia
[Isaías 47] Juicio sobre Babilonia