[1 Pedro 4:10] Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
[1 Corintios 14:12] Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
Hoy les voy a compartir un testimonio sobre la interpretación de las lenguas de un hermano de acá, de Argentina, hace unos días.
Este hermano estaba orando en lenguas y lo veía en el espíritu alabando al Señor. En mi experiencia, cuando alguien ora en lenguas, la mayoría de las veces está alabando al Señor.
Pero además de eso, este hermano le pedía al Señor en el espíritu: «Señor, liberame de la confusión. Sacame los demonios que están alrededor mío y me hablan al oído, queriendo confundirme y diciéndome cosas para llevarme fuera de tu voluntad.»
Aparentemente, él estaba pasando por una situación en la que no podía discernir bien si eso venía de parte de Dios o del diablo. Así que le pedía al Señor en el espíritu que le aclare la situación, porque no quería hacer nada fuera de la voluntad de Dios.
Lo interesante es que, cuando le di la interpretación de lenguas, él nos confirmó y nos dijo: «Sí, es cierto. He estado un poco confundido. No sé qué decisión tomar con respecto a tal o cual cosa.» Pero él no sabía que los demonios le estaban hablando constantemente al oído para aconsejarlo mal.
Esta situación me ayudó mucho a entender lo que dice la Palabra en este pasaje:
[Romanos 8:26] Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Antes de recibir el don de interpretación de lenguas, yo oraba mucho tiempo en lenguas, sin entender lo que decía, y al terminar sentía que algo había cambiado en la atmósfera, que algo había mejorado, como que cosas se habían destrabado. Me sentía mejor: más liviana, más cerca de Dios, más en comunión con Él, más libre.
No entendía por qué, pero la experiencia de interpretar lo que este hermano estaba orando en lenguas, pidiéndole al Señor exactamente lo que necesitaba, me ayudó a entender eso.
Espero que este testimonio los edifique, porque la Biblia dice que los dones que tenemos no son solo para nosotros mismos, sino más que nada para la edificación de la iglesia.
No se olviden de lo que dice la Biblia, y pidan el don de interpretación de lenguas.
[1 Corintios 14:13] Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
No se rindan, hermanos. Sigamos adelante y usemos los dones del Espíritu Santo para la edificación de todos.