En estos días, dice Dios Padre, Yo estoy hablando a mi gente. Algunos quieren escuchar, algunos no. Pero Yo siempre hablo de muchas maneras. El que está interesado en mí siempre quiere escucharme.
[Mateo 4:4, RVR1960] El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Existen diversas formas de comunicarme con mi gente, muchas vías de comunicación. Tengo muchas formas de hacer llegar la información. La gente desacredita mi poder y piensa que Yo no soy un Dios hablador, pero a mí me gusta comunicarme con mis hijos. Lo que pasa es que muchos tienen los oídos sucios, se contaminan con las voces del mundo, se contaminan con la música del mundo, con el lenguaje de este siglo. Y así, sus oídos espirituales se van llenando de oscuridad y basura del mundo, y esto genera un bloqueo espiritual en sus oídos, porque mis palabras son santas y buscan entrar por canales limpios.
[Jeremías 6:10, RVR1960] A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; He aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.
Mi gente no entiende que debe limpiarse del mundo. Algunos están mirando la televisión constantemente, escuchando todo el tiempo cosas mundanas y vanas. Murmuración entra por sus oídos, palabras falsas, palabras vacías, palabras vanas, palabras de fornicación, palabras de seducción. Todas estas cosas las aborrezco, dice Dios. Y luego preguntan: «¿Por qué yo no puedo escuchar a Dios?», siendo que no se santifican, ni limpian sus oídos, ni se apartan del mundo.
[Proverbios 19:27, RVR1960] Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas que te hacen divagar de las razones de sabiduría.
Todo aquel que quiera escucharme debe abrir sus oídos, debe buscar el silencio, dándome espacio para hablar. Vengan al lugar secreto, en la intimidad, y esperen recibir. No se desesperen. Solo deben creer y perseverar. Yo quiero hablarle a mi gente. Yo busco los medios para llegar a ellos, para que el mensaje les llegue. Tengo mensajeros. Tengo medios de comunicación por medio de los cuales me comunico con mi creación. Tengo «bocas» por todos lados. Ellas están llamadas a proclamar mi voz. Cuando estas personas abren sus bocas, mi palabra hablada sale por sus bocas y esta palabra de vida hace un recorrido hasta que llega al receptor para el cual esta palabra estaba preparada.
[Isaías 55:11, RVR1960] Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Yo soy un Dios generoso. Me gusta hacer regalos a mis hijos. Yo no dejo solos a mis hijos. Yo aún les hablo, Yo aún los llamo, Yo aún me comunico, aún en estos tiempos, y mi indignación sube cuando alguien decreta que Yo no me comunico de la manera que YO quiero. Mi poder no tiene límites, dice Dios Padre. ¿Quién se atreve a limitarme? Por lo tanto, que nadie se atreva a cerrarle la boca a mis profetas. Yo me comunico de la manera que Yo quiero, dice Dios Padre.
Ahora, cuando Yo hablo, todo lo que Yo digo es sincero. Yo puedo proclamar lo que Yo quiera, acorde a mi conveniencia. Cuando Yo hablo, lo que Yo digo tiene poder, tiene el poder de movilizar al que me escucha, porque mi palabra es filosa: corta y separa y divide las aguas, saca a luz lo escondido. Mi poder está en la palabra. Cuando Yo hablo, se mueven montañas, se levantan olas, huyen las islas, se desmoronan los montes, la tierra tiembla.
[Romanos 10:17, RVR1960] Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Mi voz es reconocible. Cuando Yo te hablo, lo hago en lo íntimo. Me gusta hablar en lo secreto, cuando estamos juntos, tú y Yo, en silencio. Si tú quieres escucharme, tienes que cerrar tus oídos al mundo, tienes que renunciar al placer de escuchar lo vano. Debes reemplazar lo sucio por lo limpio. Debes escuchar palabras santas, alabanzas de amor hacia mí. Deja de contaminarte con la palabrería y la charlatanería vulgar que abunda. Encuentra espacio para mí. No participes de las conversaciones que te ensucian y contaminan no solo los oídos, sino también el espíritu. Arrepiéntete de haber abierto tus oídos a la oscuridad y pídeme que te lave y despeje esos canales por donde quiero manifestarme.
Yo hablo de la manera que Yo quiero. Yo me comunico de muchas maneras. Yo utilizo el medio que más le sirve a la persona con la que me quiero comunicar. Pero que nadie me limite. A mí me gusta crear. He levantado voceros de distintos tipos, estilos y ánimos. Todos ellos sirven para alcanzar a diferentes tipos de personas. He levantado trompetas alrededor de todo el mundo para que alerten a mi pueblo a que se aperciban. Tengo distintos tipos de bocinas, porque así me complació. Yo aún tengo profetas, que funcionan bajo el Nuevo Pacto, porque Yo me renuevo. Siempre hago algo nuevo.
[Efesios 4:11, RVR1960] Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.
Yo estoy llamando a nuevas voces a que escuchen mi voz. Viene un renuevo de profetas del nuevo siglo, con una unción especial, porque a mayor oscuridad, mayor luz hace falta para contrastar. Éstos tienen un poder mayor de revelación. Vienen los profetas del nuevo siglo para exponer lo espiritual de una manera nunca imaginada. Éstos van a caminar en el espíritu con mayor facilidad. Ahora viene la hora de desplegar mi poder en los hijos de gloria. Yo estoy llamando a nueva gente a exponer mis misterios, a hablar sobre mis cosas celestiales, y todos los que reciban sus mensajes van a comer verdadero alimento espiritual, maduro y sanador.
Dios está llamando a un pueblo escogido a que hablen de parte de Él. Abran sus bocas por Él y sean el medio para manifestar su voz. Para eso están los profetas, para escucharlo y hablar, no para escucharlo y callar. Levántense, pueblo mío. Voy a elegir a algunos de ustedes, los que estén más aptos para representarme y para levantar la voz, para ser mi eco, el eco de mi voz. No teman en nada y solo repitan lo que escuchan de mí.
[Jeremías 7:11-12, RVR1960] Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.
Dile a mis profetas que se levanten, que escuchen mi voz. Llega la hora de abrir sus bocas y proclamar mis verdades. Diles que no desmayen, que Yo estoy con ellos. Diles que los he llamado para hablar en mi nombre, que deben entregarse a mí, al perfecto Creador. Yo quiero hacer maravillas a través de ellos, yo quiero bendecirlos y quiero que ellos sean una bendición, pero tienen que hablar. El diablo les ha cosido la boca a algunos de ellos por causa de la desobediencia, pero no hay nada que Yo no pueda remediar si se arrepienten y vuelven a mí para ser lavados, renovados y libertados de esa esclavitud. A aquellos a los que Yo les hablo y no me escuchan, Yo les dejo de hablar porque no me complace la falta de atención. Es como tirar perlas a los chanchos, y Yo no desperdicio mis palabras en gente que no quiere escucharme. Ellos me ignoran, hasta provocar mi ira. Entonces me aparto de los tales.
[Jeremías 17:23, RVR1960] Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección.
Hijitos, abran sus oídos a mí. Tengo muchas cosas para decirles. Deseo compartir mi reino con ustedes y enseñarles mis cosas. A mí me complace compartir mi magnificencia con mis pequeños. Soy un Dios grande, vasto, extenso. Mis maravillas son inescrutables. Soy como un mar que hay que ahondar en busca de tesoros escondidos. Mis riquezas son extensas. Mi conocimiento es inmensurable. Mi sabiduría es exacta. De modo que tengo mucho para dar, y deseo compartirlo con mi creación.
¿Ustedes no creen que esto es así? ¿No creen que soy un Dios rico? Yo abro un caudal de información entre ustedes y Yo para compartirles estos misterios. No lo bloqueen por incredulidad, no le pongan una represa al agua que fluye hacia ustedes desde mi trono, porque Yo quiero bendecirlos y hacerlos crecer como crece una flor que se encuentra plantada cerca de un arroyo.
[Jeremías 33:3, RVR1960] Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Así soy Yo; soy un Dios comunicador, soy un Dios hablador. Mis palabras son perfectas. Ni una de ellas es desperdiciada o carece de sentido. Cuando mis palabras llegan a ustedes, la vida los alcanza. Ustedes son limpiados y renovados por medio de mi palabra. Así que déjenme hablarles. Escuchen mi voz. No me cierren las puertas. Reciban mi bendición. Aprendan a escucharme.
Yo hablo a través de sentimientos. Yo hablo a través de la voz. Yo hablo a través de acontecimientos. Yo hablo a través de sus hermanos. Yo les hablo. Yo hablo a través de la creación. Yo hablo a través de escritos y libros. Yo hablo a través de los sueños. Yo hablo por visión. Yo hablo a través de las tribulaciones. Yo les hablo. Yo hablo en el corazón o en la cabeza. Yo les hablo a través de los ángeles, a través de mensajes numéricos, a través de símbolos, a través de señales. Yo siempre les hablo. Yo les hablo por imágenes o a través de una canción y otras formas creativas. Yo les hablo a través de mi Espíritu. Yo ciertamente les hablo. Yo me comunico. No soy un Dios mudo como las imágenes que son mudas. Yo soy un Dios vivo.
[Juan 10:27, RVR1960] Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.
Toda la creación escucha mi voz. Yo me comunico con toda la creación. No existe un solo centímetro de la creación que no sepa de mí. Yo les hablo a las flores, y a la hierba, y a las aguas, al viento, a la arena, a los cimientos de la tierra, y a todo lo creado. La creación conoce mi voz. Yo estoy llamando a mi pueblo a que se levanten y proclamen mis pensamientos. Pero, ¿cómo pueden hacer esto si no saben escucharme?
Necesitan intimidad conmigo, meditación en mí, entrega interna, oración interior, comunión conmigo. Necesitan consagrarse a mí, vivir en santidad interior y exterior, para que sean un vaso limpio, capaz de recibir mi santa voz. Hijos míos, escúchenme y límpiense del mundo. Usen sus oídos con honor. Mantengan sus templos apartados para mí. No se contaminen con palabras ociosas. Solo escuchen lo bueno, lo puro, lo santo, lo que edifica, lo que restaura, lo que libera. Apártense de las grandes bocas que hablan en favor de la oscuridad, maldiciendo a sus prójimos. Sean santos y recatados, protegiendo cada miembro de sus templos para entregarlos en sacrificio a mí.
Mañana será un día distinto, y todo lo que era ya no será, y todo lo que es ya no estará. Porque voy a hacer algo nuevo, dice el Señor, y me voy a manifestar entre ustedes y voy a caminar entre ustedes. Cuando llegue ese momento, Yo me pasearé entre ustedes, y ustedes escucharán mi voz, la voz de su Dios. Amén.
Canción en lenguas interpretada
Yo hice la creación a través de la palabra. Yo le hablo a todo lo creado. Yo soy el Rey de la comunicación y me comunico de muchas formas creativas. Yo les hablo a mis hijos y después observo desde mi trono cómo responden a eso, y si no tienen claro el mensaje, les envío un ángel para repetirlo. Tengo muchos ángeles mensajeros que les hablan al oído a las personas, aconsejándolos para que hagan lo bueno, dándoles dirección. El cielo tiene comunicación con la tierra. El infierno también tiene comunicación con la tierra. Y después, la persona tiene que tomar una decisión: a cuál de los dos obedece.
Las personas también tienen comunicación conmigo cuando oran y claman a mí, y el cielo escucha sus oraciones. Estoy deseoso de comunicarme con ustedes y de que ustedes se comuniquen conmigo como un padre se comunica con su hijo y un hijo con su padre. Vamos, todos los que me aman, comuníquense conmigo, háblenme. Pregunten todo lo que quieran saber y cuéntenme cómo están, que Yo voy a enviar las respuestas. Pero esto no será a su manera, sino a la mía. No se preocupen, mis hijos. Yo siempre estoy escuchando y tomando acción. Yo también les hablo a través de mis profetas. Éstos están en constante comunicación conmigo. Sus oídos espirituales están abiertos para escucharme a mí.
Yo tengo profetas desde los tiempos antiguos, pero les hablaba desde afuera. Ahora también tengo profetas, pero les hablo desde adentro, porque soy un Dios esplendoroso y me gusta glorificarme a mí mismo, porque Yo hago las cosas como Yo quiero; es mi creación. Mis ángeles andan en busca de aquellos que me hablan y que quieren escucharme, y Yo les digo: «Traigan a los que quieren escucharme acá, que Yo les voy a hablar.»
Visión
Veo ángeles en el cielo escribiendo libros. Cuando los libros están listos, Dios les ordena que los lleven a algunas personas en la tierra. Luego, los ángeles dan de comer estos libros espirituales a estas personas, y luego las personas escriben estos libros en papel.
Muchos de ustedes tienen que escribir libros que ya existen en el espíritu, porque de esta manera Yo le hablo a mi pueblo. También he llamado a otros a escribir distintos tipos de escritos para mi gente, así como también he llamado a personas a que hablen de distintas maneras para mí. Todo esto forma parte de mi plan de comunicación con mi creación. Cada pieza forma parte de este plan perfecto.
Yo hablé, hablo, y seguiré hablándoles. Aun cuando duermen, Yo les hablo. Aun cuando duermen, la información les está llegando desde el cielo. Así que no se preocupen, hijos míos. Siéntanse confortados. Aun hoy les he hablado a través de este mensaje. Amén.