Esta es una profecía para las naciones, para todas aquellas naciones que quieran escuchar mi voz, dice el Señor. Yo soy el Señor de los Ejércitos, el primero y el último, el comandante de las filas de mi armada. Todos aquellos que deseen alistarse a mi ejército: vengan a mí para mostrarme manos limpias, vengan a mí como un soldado que se ha preparado para ir a la guerra, mostrándome que tienen todo en orden, dice el Señor. Y si algo les falta o les sobra, Yo soy un Dios de orden y con facilidad puedo arreglarlo.
[Josué 5:14-15, RVR1865] No; mas yo soy el príncipe del ejército de Jehová: ahora he venido. Entónces Josué postrándose sobre su rostro en tierra adoró: y díjole: ¿Qué dice mi señor a su siervo? Y el príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita tus zapatos de tus piés; porque el lugar donde estás es santo, y Josué lo hizo así.
No se preocupen por nada, dice el Señor. Solamente confíen en mí, entreguen sus vidas a mí, y Yo les voy a dar un nombre nuevo, Yo los voy a transformar. Ustedes son una piedra preciosa de gran estima para mí, dice el Señor. No confíen en ustedes mismos, no confíen en su propio ‘yo’. Confíen en mí, que Yo soy el único Dios, que sabe todas las cosas: las presentes, las pasadas y las futuras.
Entréguenme todo lo que saben. Todo el conocimiento mundano entréguenmelo a mí, dice el Señor, porque Yo poseo una sabiduría que va más allá del entendimiento de ustedes. Ustedes deben renovar su mente, dice el Señor, y eso solo es posible a través de la limpieza con las aguas transparentes de mi Hijo.
Existe una fuente de la vida, dice el Señor, una fuente escondida a la que todo aquel que quiere venir a mí tiene acceso y sus pensamientos son limpiados, y su mente renovada, y su fe es restablecida, porque todo aquel que viene a mí encuentra los tesoros escondidos.
Yo soy el Alfa y la Omega, la estrella encendida. Yo soy la luz de la mañana, Yo soy el Hijo de Dios, del Dios todopoderoso, omnipotente, omnipresente y omnisciente. Todo lo sabe, todo lo espera, todo lo recapacita. El Señor de los Ejércitos está listo. Tiene sus filas preparadas. Sus soldados ya saben que la hora llega de encaminar el Reino a un nuevo destino.
[Joel 2:11, RVR1865] Y Jehová dará su voz delante de su ejército, porque muchos son sus reales, y fuertes, que ponen en efecto su palabra; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible, ¿y quién lo podrá sufrir?
Todos ustedes pueden formar parte de mi ejército, dice el Señor. Todo aquel que quiera venir tiene que entregarme su vida, tiene que vivir para mí, ofreciéndome sacrificios, libaciones voluntarias. Todo lo que tienes, dice el Señor, me lo tienes que entregar a mí para que Yo pueda construirte de nuevo, levantarte de donde estabas caído, entrenarte, fortalecerte, darte las armas que necesitas, limpiarte, lavarte. Y así, estarás verdaderamente listo para poder luchar en las filas de mi armada.
[2 Timoteo 2:3-4, RVR1865] Tú, pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesu Cristo. Ninguno que milita, se envuelve en los negocios de esta vida por agradar a aquel que le escogió por soldado.
Amigo mío—Yo te considero mi amigo—quiero estar junto a ti. Tenemos que luchar juntos en esto. Te quiero cerca mío, dice el Señor. Jamás deseé que te alejes de mí. Por lo tanto, vuelve, si te has alejado de mí. Vuelve y reconquístame, y Yo no te daré vuelta la cara, porque Yo soy un Dios perdonador, soy un Dios justo, y veo el verdadero arrepentimiento en los corazones.
Por lo tanto, tú, dice el Señor, vuelve a mí. Tú que me dejaste hace tiempo, alístate de nuevo a mi batalla y Yo te voy a restablecer, Yo te voy a preparar para los tiempos que vienen, porque la única forma de ganar esta batalla en los tiempos que vienen es a través de mí, dice Jesús. Aquel que no me tiene no podrá sobrevivir a los desafíos que vienen, porque mi iglesia será probada y será refinada como el oro, hasta que brille lo máximo que pueda brillar.
[Isaías 13:12, RVR1865] Haré más precioso que el oro fino al varón; y al hombre, más que el oro de Ofir.
Hijo mío, no te decaigas cuando escuchas estas palabras. Tienes que ser fuerte. Yo te las digo antes de que sucedan porque tú eres mi compañero, mi amigo, mi amado, mi querido. Yo te las digo y te hablo para que estés preparado para lo que ha de venir. No confíes en las buenas noticias del mundo, dice el Señor, porque Yo voy a mover todo de una forma magnífica, y todo lo que estaba escrito se cumplirá, desde la A hasta la Z. Todo lo que he hablado se cumplirá por el poder de mi palabra.
[1 Tesalonicenses 5:3, RVR1865] Que cuando dirán: Paz y seguridad: entónces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores del parto sobre la mujer preñada; y no escaparán.
Así que ahora, arrepiéntete si te has alejado de mí, y vuelve con lágrimas, con sollozo. Vuelve a mí, dice Jesús, y demuéstrame que verdaderamente estás arrepentido, que verdaderamente quieres entrenar para entrar a mi ejército.
Todos los que quieran pertenecer a mi ejército, ¡levanten la mano! Todos los que quieran venir a mí, sin importar el precio, ¡den un paso adelante!, dice el Señor. Porque todo el que quiera ganar su vida la perderá, y todo el que pierda su vida la ganará. Ármense con toda la armadura de Dios, prepárense para la batalla, porque lo que viene no tiene precedentes, dice el Señor.
Yo puedo enseñarte cómo luchar si tú no sabes cómo ser un buen soldado. Yo puedo darte las armas perfectas. Yo puedo enseñarte cómo usarlas. Yo puedo enseñarte cómo defenderte. Yo puedo enseñarte a ser eficaz para mi reino. Pero para eso tienes que olvidarte de la vida mundana, tienes que olvidarte de los placeres carnales, tienes que dedicarte a mí noche y día, establecer un contacto conmigo, conocerme mejor.
[Efesios 6:11-18, RVR1865] Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no solamente tenemos lucha con sangre y carne; sino con principados, con potestades, con los gobernadores de las tinieblas de este siglo, con malicias espirituales en lugares altos. Por tanto tomád toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y superado todo, estar en pié. Estád pues firmes, ceñidos los lomos de verdad; y vestidos de coraza de justicia; y calzados los piés con la preparación del evangelio de paz; sobre todo, tomando el escudo de la fé, con el cual podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno, y el yelmo de salud tomád, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, orando en todo tiempo con toda oración y ruego en el Espíritu, y velando para ello con toda instancia y suplicación por todos los santos.
Empaca ahora tus valijas, dice el Señor, y deja todo lo que tienes. Vacía tu armario de la ropa vieja. Despójate de todo lo que posees ahora para hacer lugar para mí. Encamínate hacia un nuevo rumbo. Todo soldado debe estar listo para dejarlo todo, para renunciar a todo, incluyendo su vida. ¿No crees que mi sacrificio lo vale?
[Mateo 10:38, RVR1865] Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Ahora ven, hijo mío. Toma tu decisión. Levántate de tu descanso como cuando alguien se levanta por la mañana con una nueva inspiración y decídete por mí. Revisa tus papeles (espirituales). ¿Tienes todo en orden? ¿Has cumplido con toda la reglamentación que necesitas para entrar en mi armada?
Revisa tus papeles para saber si no hay nada ilegal en tu vida, para saber si el diablo no tiene ningún derecho sobre ti, porque los reinos tienen sus reglamentaciones y estatutos, y en mi reino todo está en orden. Tú tienes que saber cuáles son tus derechos y obligaciones, tú tienes que conocer las leyes de mi reino para poder ser libre de las artimañas del diablo. Debes ser un soldado aplicado y entrenar por las mañanas, afilando la espada del Espíritu y de la lengua (lectura de la Biblia y oración).
Vamos ahora, hijo mío. No se aceptan postulantes cobardes en la armada de una nación. Ármate de valentía en mí. Mira lo que pasó con David. Ningún gigante se me resiste cuando alguien tiene ese tipo de fe. No eres tú el que va a vencer esta guerra; soy Yo con mi mano poderosa el que moverá las naciones y las sacudirá como se sacude un cascabel.
[Zacarías 4:6, RVR1865] Entónces respondió, y me habló, diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel en que se dice: No con ejército, ni con fuerza: mas con mi Espíritu, dijo Jehová de los ejércitos.
Ya estás avisado. Me he preocupado por ti, me he ocupado en que sepas lo que va a acontecer para que te prepares. Escucha mi llamado y toma una decisión. ¿Estás listo para seguirme, dejándolo todo atrás? Porque todo aquel que abandona lo que tiene sin mirar atrás recibirá multiplicado en el momento de la paga. Por lo tanto, no temas, no mires con los ojos de la carne, porque mucho más que eso sucede en lo invisible, que tú no puedes ver. Existe una armada celestial que tus ojos no pueden apreciar. No estás solo.
[2 Reyes 6:17, RVR1865] Y oró Eliseo, y dijo: Ruégote oh Jehová, que abras sus ojos, para que vea. Entónces Jehová abrió los ojos del mozo, y miró: y, he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego al rededor de Eliseo.
Ésta es mi gloria: que mis hijos se ofrezcan voluntariamente para alistarse en esta guerra. Cuenta los costos, saca las cuentas y medita sobre los gastos antes de tomar esta decisión, porque Yo pagaré cada sacrificio que hayas hecho en favor de mí.
[Mateo 19:29, RVR1865] Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y la vida eterna tendrá por herencia.